jueves, 6 de mayo de 2010

Os digo que ahora es tiempo de Mi Misericordia pero llegará también y no muy tarde Mi Justicia y, tendré que castigar a esta Humanidad perversa y peca

Yo, Jesús, os hablo. Hijos Míos que leéis Mis comunicados, que buscáis los mensajes para ver que digo, Yo os digo que ahora es tiempo de Mi Misericordia, pero llegará también y no muy tarde Mi Justicia y, tendré que castigar a esta Humanidad perversa y pecadora, a vosotros hijos Míos, que no queréis poner en practica Mis palabras, que pasáis de Mi Evangelio, que no vivís como verdaderos cristianos y con vuestras conductas indecentes y pecaminosas Me deshonráis y Me crucificáis una y otra vez.


Sí, hijos, sí, tendré que castigaros porque no enmendáis vuestras vidas y vivís encenagados en el pecado. ¡Que pena siento y que pena siente Mi Santa Madre de veros tan extraviados! Os damos mensajes, os avisamos, sentís en vuestro corazón el toque de Mi Santo Espíritu, pero no os esforzáis por cambiar de vida. Yo, Jesús, os hablo.


Ahora hijos Míos, es tiempo de Misericordia, Misericordia que prorrogo por amor a vosotros, pero llegará también el tiempo de la Justicia Divina y la cólera de Mi Padre Eterno nadie la podrá retener. Recordad el diluvio universal y como perecieron los hombres de entonces. Recordad Sodoma y Gomorra y como perecieron sus habitantes, así que hijos, tendrá Mi Padre que castigaros porque cada vez menos Me dais honor y gloria.


Pero no temáis vosotros ovejas de Mi rebaño que Me servís y vivís en amor hacia Mí. Yo Mismo os salvaré de la tribulación, y como se hizo con Abraham y su familia, también ahora se hará con quienes Me aman y Me son fieles en el gozo y en el dolor, porque no sería un Dios Justo si midiera a todos con la misma unidad, y si vosotros criaturas que sabéis valorar con justicia al que merece y al que no, Yo que Soy la Misma Justicia, también valoraré a quienes Me han sido fieles tanto en el bienestar como en la adversidad. Yo, Jesús, os hablo.


Habladme hijos Míos vosotros también a Mí. Habladme y contadme vuestros deseos, ilusiones o pesares, Yo lo puedo todo y quiero ser Vuestro Amigo Divino. A ti también te lo digo P. N.N. sacerdote de Dios, cuéntame tus penas y cárgalas sobre Mis Divinos Hombros, porque Yo las sobrellevaré por ti. Hijo no te desanimes, Yo Soy tu Maestro y Amigo, y estoy contigo, aunque a veces, no lo sientas o no lo parezca y te amo como no podrías sopesarlo.


Y a todos los que leen estos mensajes los amo e intercedo por ellos porque Yo Soy Vuestro Hermano Divino y Mi Padre es también Vuestro y Yo intercedo junto con Mi Santa Madre por todos vosotros. Yo, Jesús, os hablo. La paz de Mi Divino Corazón alcance a todo aquel de buena voluntad. Yo, Jesús, os hablo y os amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario