Por Apostolado Sagrados Corazones
Almas rescatadas a precio
de Sangre ¡Mi Preciosa y Adorable Sangre!.
Hijitos Míos, deseo con
todo Mi Corazón que comprendan: Yo no vine a salvarlos a secas, no vine a dar
unas palabras sin sentido, compré sus almas arrebatándoselas a Satanás, pagando
una deuda con Mi Padre. Los rescate con Mi Vida, los rescaté con Mi Sangre, los
salvé entregando Mi Cuerpo a duros clavos y a un camino sangriento hacia el
Calvario.
¿Es tan difícil para el
ser humano entenderlo? porque el hombre desde que pecó se apartó del Amor a
Dios ¿Es tan difícil, entonces, que comprendan el Inmenso Dolor con que Yo les
he rescatado? Sus corazones se han vuelto tan duros que ya no creen en el Amor
de Dios, y como ya no creen en el Amor de Dios, ya no quieren cambiar, vivir
diferentes, dar testimonio.
Apóstoles de Mi Amor ¿no
pueden acaso velar una hora conmigo? ¿es muy difícil estar una hora conmigo?
¡Almas! ¿es tan complicado dedicarse a Mí por completo? y si no lo es ¿porqué
entonces siempre me dicen “no”?
Porqué sus mentes están
endurecidas que ya no son capaces de pensar en Dios.
Hijos, Yo deseo
salvarlos, Yo deseo que Mi Sacrificio de Cruz no haya sido en vano para
ustedes.
Les estoy dando los
Tesoros de Mi Sagrado Corazón, pero en cuanto los toman, los tiran a la calle
para que sean pisados y robados.
No, hijos, guarden en su
corazón cada perla entregada a ustedes, perlas de Mi Corazón que es el cofre de
la Misericordia de Dios.
¡Hijos, velen una hora
Conmigo! quiere decir, denme su tiempo, ofrézcanme su corazón, concédanme un
espacio en sus vidas.
Hijos, pidan al Espíritu
Santo que puedan conocer el Amor de Su Jesús. No rechacen Mi Amor, no rechacen
el Amor que los va a salvar.
Este es Mi Llamado para
la humanidad, el que quiera escucharme, venga y sígame.
Les doy Mi Misericordiosa
Bendición. Mi Corazón está agonizando por falta de amor, por el amor de ustedes
los hombres que me hace falta. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo. Amén.