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lunes, 27 de septiembre de 2010

MENSAJE DE NUSTRO SEÑOR JESUCRISTO A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
27 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Amadísimos hijos:

RECIBAN MI BENDICIÓN.
LES LLAMO A LA CONVERSIÓN, AL ARREPENTIMIENTO. NO SEAN SORDOS A MI VOZ.
Continúan coronándome de espinas. Sepárense del pecado, retornen al verdadero camino. No llamen amor lo que toman con ilusión y dejan al instante.

Juventud: no teman ser despreciados, insultados; sean la diferencia que marca un alto en el camino.

Mírense en el interior, sin evadir los defectos, apegos y pecados, ya que el maligno mira con atención sus inclinaciones para acrecentar las debilidades humanas, y así se vuelvan unos contra otros.

RESISTAN ANTE LA TENTACIÓN, NO SE NIEGUEN LA CONVERSIÓN.

Soy Amor y Misericordia, acérquense a Mí, conózcanme deseo perdonarlos y salvarlos. Si prestan atención a Mis llamados, daré una gracia para que el corazón humano se ablande.

Así como la abeja es atraída por la miel de las flores, así atraeré a las almas que se arrepientan.

Acérquense al Sacramento de la Reconciliación. Aliméntense de Mi Cuerpo y Mi Sangre. Cuanto más enfermos se encuentren, más necesitan de Mí.

NO ME CANSO DE ESPERARLES, PERO NO ABUSEN DE MI JUSTICIA. Aquellos de obstinado corazón deben saber que Mi verdad resplandece. Aun cuando les hablo acerca de Mi Paciencia, no crean que abusando lograrán el perdón. No pequen esperando ser perdonados, ya que quien obra así es un escarnecedor, no un penitente.

Viven dentro de las profecías, el dolor ha sido atraído por la humanidad. Ya se ha vertido la mitad de la Copa sobre la humanidad y con ella el inicio de pestes desconocidas que ya se mueven sigilosamente.

El enemigo del alma desarrolla su gran ofensiva en contra de todo Mi Pueblo, los desastres naturales continúan ante una tierra hueca que se derrumba. Las mentes ambiciosas y crueles marcarán el punto exacto para el inicio de la guerra, en una humanidad enardecida, que ha sido preparada poco a poco mediante la tecnología, para mirar la guerra y las matanzas, como algo normal y cotidiano. El hombre ha sido entrenado 24 horas al día en los nuevos campos de concentración llamados: “hogares o centros de recreación”. Este ha sido un plan urdido por el enemigo y que dará su fruto.

Del Cosmos se acerca a la Tierra un fuego.

Oren por New York, sufrirá.
Misuri sufrirá.
Nueva Zelandia padecerá.
Brasil llorará.
Puerto Príncipe lamentará.
Bolivia, Perú, Chile llorarán.

Hijos amados: no les dejo solos, Mi Palabra no se agota, como no se agota Mi Amor por la humanidad, por toda la Creación.

Reparen, no dejen de orar; abran sus labios para alabar, para dar gracias por cuanto reciben continuamente.

PIDAN: “VENGA A NOSOTROS TU REINO”

Acojan los llamados amorosos de Mi Madre y albérguense en Su Seno.

NO OLVIDEN MI LLAMADO. GRÁBENLO EN EL CORAZÓN. ESTÁ ESCRITO EN EL CIELO.

Les bendigo, queden en Mi Paz.

Su Jesús.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE


Hermanos (as):
DELICADAMENTE HEMOS SIDO LLEVADOS A UN EXAMEN DE CONCIENCIA.
Con cuánta facilidad se pronuncia la palabra amor, con el corazón vacío del mismo.
Un llamado a la juventud para que dé prioridad a lo eterno y deje de caer en lo finito.
Un llamado de atención general para que frenen el maquiavélico plan del anticristo, que mantiene a la humanidad en “campos de concentración”, y VOLUNTARIAMENTE SE ENTRENAN 24 horas al día a niños, jóvenes, adultos y ancianos para que anhelen llevar a la praxis cuanto han aprendido con los avanzados juegos tecnológicos. La guerra se introdujo en los hogares sin ser percibida. Hoy se ha develado el verdadero propósito de las máquinas de juegos: “VERDADEROS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN” EN DONDE SE MENTALIZA A DESPRECIAR LA VIDA.
A pesar de tanta ofensa a Nuestro Señor, Él nos dice: VENGO POR LOS ENFERMOS, por los enfermos del alma. Y nos dirige un lamento, un llamado, un gemido, para que la humanidad tenga una nueva oportunidad de ablandarse con tan sólo desear y creer en la Palabra Divina.
A la vez nos dice: no pequen esperando el perdón. NO ABUSEMOS DE LA DIVINA MISERICORDIA.
La COPA SE HA DERRAMADO, y sólo resta la mitad de ésta. Así que a sabiendas de lo que conlleva este anuncio, oremos sin cesar para que el Espíritu Santo nos fortalezca para la batalla final. Conste que no hablo del fin del mundo, sino de esta generación.


Espíritu Santo, creo en Ti,
¡Auxíliame! para que Tu gracia penetre los íntimos rincones de mi ser.
¡Ven y renuévame! hazme creatura nueva para caminar hacia lo eterno,
que no marque mi camino el paso tortuoso de lo mundano
ni me hieran las burlas del hermano.

¡Ven y renuévame por dentro, Espíritu de Vida!
Haz mi corazón tan humano que la fe sea el agua que le dé vida,
la esperanza sea el alimento y la caridad el sostén.

¡Espíritu Santo, renuévame!
Quita de mí el orgullo, la impaciencia y la indiferencia.
¡Auxíliame, ven y haz morada en mí!.

Amén.

miércoles, 28 de julio de 2010

El Señor se muestra en la Santa Hostia como un sol en todo su esplendor y María habla - Argentina

Adoración al Señor durante la exposición del Santísimo Sacramento del Altar – 27 de mayo de 2010 –
Catedral de San Miguel Arcángel – Ciudad de San Miguel (Partido de San Miguel). (18:00 horas)

El Señor se muestra en la Santa Hostia como un sol en todo su esplendor; me habla y me pide que no lo deje solo, que le haga compañía. “Quédate hijo Mío, no me dejes solo, acompáñame aunque sea un instante, abrázame, quédate junto a mi este momento, sumérgete en mi Corazón porque tu compañía es un bálsamo y perfume de la flores mas bellas que recorren mi Reino junto con la brisa del Amor.”

Luego, una visión se hace presente, se puede ver la separación entre un grupo de fieles orando y el Padre, pero entre esta separación se encuentra el Señor Jesús con Su Sagrado Corazón expuesto, el cual tiene una abertura en forma de puerta totalmente abierta y a través de la misma fluye un rayo de luz que se une con estas personas y haciendo de puente entre ambos (fieles y el Padre). Cuando veo esto, le digo al Señor que entrego mi corazón para aquellas almas que no creen, que son herejes y cismáticas, por aquellas que aún no conocen su Amor, para que el puente de luz, que es la Misericordia misma, se mantenga siempre entre estas almas y nunca se apague.

En ese momento se presenta la Santa Madre bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján y dice: “Yo soy tu madre, Yo soy la Madre de Argentina.”. La madona celeste cambia su manto y se transforma su manto en la bandera argentina y de pronto, éste comenzó a brillar tan fuerte, más blanco que la nieve. El brillo era tan fuerte que enceguecía la vista humana. La Madre vuelve a hablar: “Ves como brilla, así haré brillar a tu país”. El manto de la Santa Madre vuelve a ser el original, el de la Virgen de Luján, pero este estaba adornado como algo parecido a una enredadera con hojas bordadas en hilo de oro, cuya planta crecía con brotes nuevos e iban adornado el mano celeste de una manera delicada y de estos brotes nacían preciosas hojas doradas, de la cual una la luz del mismo color salía de éstas. Entonces la Santa Madre dice: “Hijo mío, esta enredadera que tu ves, son las oraciones de mis pequeños, de la cual hacen nacer y crecer nuevos brotes, que luego se transforman en hojas. Estos brotes son las almas salvadas y una vez que dejan entrar en sus corazones el Amor de Dios se transforman en hojas resplandecientes adornando Mi manto. Estas almas me pertenecen y las llevo a cada una de ellas conmigo por siempre, tengo derecho de reclamarlas como una Madre que cuida a sus hijos.”

De pronto la visión cambia y se ve al demonio como una bestia negra con grandes cuernos, estaba tan enfurecido que destruye una imagen de material de Nuestra Señora de Luján, una vez hecho este tarea horrenda mira hacia el Cielo y se sonríe desaforadamente como desafiando a Dios. Pero cuanto este siente victorioso, se presenta la imagen viviente María de Luján con los brazos abiertos, resplandeciente y detrás de ella un gran sol, que es Dios Padre, de éste surge un fuerte viento pasando alrededor de la Virgen moviendo levemente su manto, pero remetiendo con fuerza indescriptible contra la bestia convirtiéndola en cenizas hasta desaparecer. La Santa Madre expresa: “Así, con un aliento destruiré su Reino”. Después, la Santa Madre se muestra con la bandera de Argentina en sus brazos y me pide que la acompañe en la oración que elevará al Padre: “Acompáñame mi pequeño a elevar las oraciones al Padre Eterno”. María levanta la bandera a lo alto y pide a Dios a que la bendiga y que limpie todas sus manchas: “Padre Eterno y Padre Mío, te ofrezco esta bandera de Argentina para que la purifiques y la limpies, no mires sus pecados sino el amor que aún hay en su pueblo. Aquí estoy Padre Mío, Tu pequeña como me llamas junto a este niño tuyo, tómala y haz de ella un lugar donde tu pueblo pueda descansar y alabarte por siempre.” Posteriormente, la Madre me da la bandera y me dice: “Te entrego esta bandera de tú país porque se te ha sido confiado, porque amas esta tierra tanto como Yo la amo, porque amas a cada habitante como Yo lo amo, con el corazón incondicional y desmedido. Cada alma de esta tierra se te ha sido confiada, ora junto a Mí por estas almas y su salvación; acompáñame e imítame para orar por Argentina. No te desanimes por tu pequeñez porque de ella haré grandes cosas, te iré instruyendo en la perfección más de lo que tu puedes imaginar.”

Consecutivamente, se ve un fuego abrazador proveniente de Europa, un fuego que se desplazaba con gran velocidad consumiendo todo a su paso, ciudades, hogares, seres vivientes de todo tipo, el océano no lo detenía. La Santa Madre en tamaño gigante estaba parada sobre Argentina, mientras este fuego esta por arremeterse contra el país, María extiende sus brazos en ambos costado de su cuerpo y el fuego se detiene como si no lo dejara avanzar una fuerza invisible, el fuego empuja pero no puede penetrar los límites de esta tierra. La Reina del Cielo dice ante tal escena: “No permitiré que las fuerzas del infierno prevalezcan sobre esta tierra, ella me pertenece, Yo Soy la Reina y Soberana de todo lo Creado, Soy la Señora de este suelo, pero deberá pasar por la prueba de purificación porque a través del dolor y sufrimiento es como se acerca al Padre y de este modo, el hombre ve su condición imperfecta de su alma. Te he mostrado a través de los sueños y revelaciones los que sucedería para este país si no cambiaba, pero no supo ver las señales y por lo tanto, aunque me cause mucho dolor, lo previsto sucederá”. Terminada esta imagen, se observa a una gran multitud con banderines celestes y blancos agitándolos con entusiasmo y alegría, cantaban y aplaudían, lo hacían frente a una gran imagen viviente de Nuestra Señora de Luján colocada sobre un pilar, caía sobre ella papel picado y la Santa Madre sonreía felizmente.

La imagen de Nuestra Señora de Luján cambia a la Virgen del Pilar y dice: “Yo Soy la Virgen del Pilar, donde todo mis hijos cansados y abatidos pueden encontrar un lugar donde sostenerse y descansar, como una columna firme e indestructible sostengo y sostendré a este país. Que todos los hijos de esta tierra bendita vengan a Mí, a una Madre que los mantiene en pie en estos momentos decisivos que se están desarrollando sobre la tierra, momentos en que la humanidad está decidiendo su destino, de un lado o del otro, con Dios o con el enemigo. Por lo tanto, este país al ser parte del mundo no está exento de los azotes de muerte del príncipe de las tinieblas y de su ejército que se ha infiltrado en su pueblo. Los agentes de maldad ya están ocupando sus lugares para entrar en acción sobre mis elegidos, pero como Dios ve en lo íntimo y en especial en los corazones, me anticiparé a cada uno de sus movimientos haciéndolos caer sobre sus propias trampas que han perpetrado hacia mis pequeños hijos, de tal manera que iré desgastando sus fuerzas hasta dejarla en un estado de despojo. Pero esta derrota que irá sufriendo el enemigo, será a través de mis pequeños e insignificantes en los cuales el adversario se alza victorioso, esa victoria será su derrota, hijo mío. Debes saber que los enemigos están a punto de dar su jugada final en el tablero de esta guerra del final de los tiempos causando un gran dolor sobre mi pequeño rebaño, pero no teman que no permitiré que nada les pases, porque los mismos Ángeles los protegerán de toda acción destructiva de Satanás. Los gobernantes de tú pueblo han entregado sus almas al señor de la muerte a cambio de poder y de un buen nivel de vida, llena lujos, sumergidos en el lodo del pecado. Pero esta entrega está acompañada con la entrega de cada unas de mis pequeñas almas de Argentina, haciendo de ellas muertos vivientes. El tiempo se acaba para corregir el daño hecho, porque mucho se les pedirá ante el Trono Celestial. Que los gobernantes se arrepientan y reparen por cada pecado cometido sobre este suelo del Señor, Mí Hijos Amado, porque sus descendientes perecerán por tales actos. Arrepiéntanse gobernantes, porque de no hacerlo permitiré que las fuerzas enemigo se vuelquen sobre Ustedes y sus destinos se sellarán en el fuego eterno donde no hay retorno y será tarde para dar un paso atrás. Hijo mío, que los gobernantes sepan que el lugar en el que se encuentran hoy, es porque Mi Padre Eterno lo permite, así como lo dijo Mi Hijo a Poncio Pilatos en el sanedrín, hoy quiero hacerles llegar las mismas palabras de dos mil años atrás para que recapaciten por las almas que se les han confiando y que en vez de conducirlas a la vida santa, las llevan a la perdición eterna mediante engaños, mentiras y estilos de vidas inexistentes a través de los medios de comunicaciones y del consumo. Han enceguecido a mi pueblo y lo han convertido en mansas ovejas directo al matadero, pero tengan cuidado porque estas supuestas mansas ovejas se pueden volver lobos feroces y todo lo que ustedes han creado con intensiones deshonrosas pueden volverse en su contra con la misma fuerza que lo han hecho sobre estas almas. Yo Soy la Dueña y Señora de Argentina y Mis palabras son verdaderas porque Soy la Virgen Fiel del Señor. Por lo tanto, los insto a que abran sus ojos y huyan de las garras afiladas del enemigo y rescaten a mis pequeños de las redes mortíferas que han colocado encima de ellos, redes de prostitución, droga, promiscuidad, mentiras, vanidades, orgullo, modas, dinero, consumo, homosexualidad y de la cultura de muerte que han instalado para quedarse en la misma sociedad en la cual viven. Cultura vacía y sin Dios. ¿Cómo se atreven en maltar a estos pequeños y privarlos de las maravillas del Cielo?. Pobre de Ustedes mis pequeños hijos, porque el llanto en el fuego que nunca se apaga será eterno. Para vuestro bien, me he manifestado y lo sigo haciendo en tantos lugares de Argentina, en ningún otro país me mostrado con tantas señales, pero esta señales son para los que Ustedes despojan en la miseria y aborrecen, para los débiles e indefensos, para los que no tienen voz o para los que claman a sus puertas y no los escuchan, porque el verdadero conocimiento que viene del Cielo ha sido preparado para ellos, no para los soberbios y duro de corazón. Regresen y miren en sus corazones, allí está mi Hijo Amado llamando a sus puertas, ábranle y déjenlo entrar, limpien sus casas y dejen lugar para el dador de la vida, no lo dejen afuera porque cuando quieran abrir para buscarlo ya no lo encuentren porque se habrá ido. Si hacen oídos sordos al llamado desesperado de esta Madre, que clama por Ustedes en Cielo, dejaré que la purificación se desate con poderío y el reine desorden. Pero desde ya les digo que para vergüenza vuestra, que se refugian en títulos de grandeza, será el pueblo quien les enseñará a gobernar porque a sabido escuchar los buenos consejos del Padre Eterno. Se verán humillados ante el humilde de corazón, ante quien Ustedes despreciaron y dejaron al amparo de las inclemencias del tiempo. Esto es un llamado del mismo Cielo pero no solamente a los gobernantes, sino también a mis sacerdotes predilectos, en particular a los obispos que tienen el deber de cuidar las ovejas de Mi Hijos, Jesús, el Pastor de pastores, de cuidar su rebaño hasta su venida. A los líderes de la Iglesia que dicen decirse católicos pero que en su interior han dejado penetrar a los agentes infecciosos del enemigo y se ha transformado en un cáncer que día a día va destruyendo lo bueno que queda en ella. Yo Soy la Madre de la Iglesia y como tal los llamo con insistencia a defenderla con valentía como verdaderos soldados de Cristo, que si es necesario darían sus propias vidas por tal causa, así como lo hace el pastor por sus ovejas antes el acecho de las bestias hambrientas. Vístanse de las armaduras del cristiano, renueven sus promesas y votos que hicieron ante el Padre, porque cada palabra será pesada en el Juicio de las Naciones, no mancillen el Cuerpo Santo de Mi Hijo, Su Santo Cuerpo personificado en la Santa Hostia, con acciones del llamado modernismo que quiere borrar todo vestigio de la Iglesia única y universal del Dios Viviente. Porque por vuestras cobardías en defender la verdad, hoy se enfrentan ustedes mismos como lobos sedientos de sangre por las cosas materiales del mundo, pero durante estos enfrentamientos arrastran con ustedes a mis pequeños y dispersan el rebaño de Mi Amado Hijo. ¿Qué más puede hacer esta Madre para la escuchen y vuelvan por el camino del Señor?. Si no escuchan Mi llamado será mi propio Hijo quien pedirá cuenta por sus acciones y será El mismo quien los acusará ante el Dios Eterno y nos los reconocerá ante la corte celestial y serán las almas que debían cuidar con celo y esmero como buen cristiano las que dictarán la sentencia. Arrodíllense frente al Santísimo y pongan sus cabezas en el suelo, pidan al Dios del perdón para que los absuelva de todos sus pecados. Denuncien a los agentes de la oscuridad, la masonería, como ha penetrado sus defensas y han dejado en que hagan de Mi Iglesia un terreno de prostitución y paganismo. Defiendan lo poco que queda en pie antes de que sea tarde, porque el enemigo es implacable; cuando se den cuenta y despierten a la realidad, dejará de Ustedes y de mi Iglesia, solo ruinas y escombros luego de una guerra. Vuelvan a las tradiciones y enseñanzas de los Santos, pidan al Espíritu de Vida, mi Esposo Espiritual los dones para ser verdaderos sabios en el Señor para conocer de antemano los posibles ataque del opositor, pero también pidan a mi fiel esposo, San José, para que los ayude a construir esta Iglesia que está casi en ruinas, que los ayude a reconstruir desde los escombro, así como lo hacía José que de la madera virgen iba dando forma preciosa en delicados muebles. Mis amados hijos, no se avergüencen de llevar los atuendos sacerdotales, porque son símbolos del camino elegido, no retrocedan antes la burlas y humillaciones que pudieran padecer porque Mi Hijo también las padeció y ya ven, el triunfó por siempre mediante un camino que hizo con la Cruz acuesta, haciendo más fácil para la humanidad transitar por este mundo. No teman mis amados, porque aquí hay una Madre que no descansa, que está en velas cuidando de Ustedes. Una Madre de madres que los ama y los espera con los brazos abiertos donde encontrarán consuelo y descanso. Sean niños y en mis regazo reposarán y ya no tendrán nada que temer, sino solo tendrán paz y felicidad eterna en sus corazones.”

¿Madre mía, como puedo hacer conocer estos mensajes?. Tengo tanto miedo que no sean tomados en serio y que se me diga que esto es solo una vaga locura. Temo tanto de fallar y que todo sea en vano. Te ruego Madre que me ayudes porque no me siento capaz de cumplir Tu cometido, me siento inseguro y lleno de dudas que hacen vacilar todo lo enseñado, me siento indigno ante tal tarea, te lo ruego Madre, ayúdame por favor.

“Hijo mío, no te preocupes por hacer llegar este mensaje porque seré Yo misma quien lo conducirá a buen puerto y moverá los corazones a aquellas personas que deban recibirlos y sabrán en su interior que Yo te he enviado, sus corazones se conmoverán por cada palabra y confirmarán que es la Madre Eterna quien les habla. Se que tienes miedo de fallar a tan grande tarea, pero te recuerdo que fueron los pequeños los que hicieron inmenso al pueblo de Dios en la antigüedad, aprende de Noé, Moisés, David, Salomón y tantos otros elegidos por el Señor. Yo Soy tu madre protectora y seré tu maestra para lo que fuiste llamado y seré tu guía como la estrella de la mañana cuando llegue el momento que reine la oscuridad total sobre el mundo. Ahora ve y escribe todo lo hablado, no te afanes sino te acuerdas lo dicho, imprimiré en tu corazón cada palabra para que las escribas con fidelidad, Yo seré quien guíe tus manos, no temas, Yo estoy contigo.”

Terminado este dialogo el Señor se presenta crucificado en el Santísimo Sacramento del Altar y dice: “Pronto los Santos y Ángeles te hablar y te enseñarán en las cuestiones del Cielo, ve en paz”. Gracias Mi Señor, quisiera quedarme en este estado, junto a Ti pero debo volver a las tareas del mundo, cuando ansió estar ya en el Cielo, pero Tu Voluntad es otra y la acepto con total entrega, mi alma se estremece cuando la Divinidad se manifiesta. No llego entender como los hombres del mundo no se conmueve ante tal maravilla. Ahora me voy mi Amor Eterno, pero quédate junto con Tu Madre en mi corazón y háblame con dulzura como la miel más pura.

domingo, 20 de junio de 2010

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO



A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
16 DE JUNIO 2010


EN EL NOMBRE DEL PADRE, EN EL NOMBRE DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.


Pueblo Mío:


SON MI GRAN TESORO. LES AMO, LES BENDIGO.


Transitan en instantes sumamente críticos, transitan en medio de calamidades actuales y venideras. NO ESTÁN SOLOS, YO ESTOY CON USTEDES, les protejo en todo momento, les bendigo en su caminar. Les amo intensamente, les mantengo en la Palma de Mis Manos. Abandónense en Mi Voluntad. Confíen en Mi Providencia. Les miro constantemente para defenderles del mal.
Hoy hay quienes dicen poseer Mi Palabra y están creando confusión entre Mi Pueblo.


Ustedes, amados Míos, oren con las palabras que les enseñé:


Padre Nuestro que estás en el Cielo,
Santificado sea Tu Nombre.
Venga a nosotros Tu Reino,
Hágase Tu Voluntad, así en la Tierra como en el Cielo.


Hijos, oren con Mis mismas Palabras. No pido grandes oradores ni grandes palabras que no salgan de lo profundo del corazón. PIDO TAN SÓLO: VERDAD, ARREPENTIMIENTO, Y UN FIRME PROPÓSITO DE ENMIENDA. Soy misericordia infinita, no hay pecador que se acerque a Mí verdaderamente arrepentido, que Yo no lo acoja con todo Mi Amor.


OREN, la oración es imprescindible en estos instantes cruciales en los que el mal se esparce aceleradamente, socavando el corazón y la mente de cada uno para alejarles de Mí.


OREN, no se envuelvan en el ruido que ensordece el pensamiento y aleja de Mí el corazón del hombre. Ustedes son conscientes de que en un instante como éste en que la Tierra pende de un hilo sumamente delgado, deben mantenerse fusionados en una sola voz de oración.


MANTÉNGANSE FIELES. Aun cuando el sol se obscurezca o brille tanto que se sientan quemar; aun cuando la luna no brille y se sientan vivir en medio de tinieblas, sean fieles.


Ustedes TIENEN LA LUZ DE MI ESPÍRITU SANTO DENTRO, muy dentro del ser, para que puedan mirar lo que, los que viven la obscuridad, no podrán ver.


La agitación del mundo no permite mirar con claridad. Mi Madre les llama insistentemente por toda la Tierra. Les llama a ser amor, como Yo hoy les llamo a ser testimonios vivos de Mi Amor y de esperanza hacia todos sus hermanos.


Les llamo a acudir con prontitud al Sacramento de la Reconciliación en donde les espero para darles Mi Paz, y así puedan nutrirse de Mí en la Eucaristía, en donde estoy presente, vivo y verdadero.


LLAMO CON AMOR A MIS MINISTROS a fin de que hablen con la verdad, para que transmitan Mi Palabra, para que Mi Pueblo no continúe caminando ciego y sordo. No nieguen la verdad a los Míos. Por ninguna razón hijos predilectos, por ninguna razón utilicen este Ministerio Sagrado para usufructuar en ninguna manera. Sean ustedes fieles pastores y guíen a Mi Grey hacia la Vida Eterna.


Hijos amadísimos: cada instante del día invóquenme diciendo:


¡JESUCRISTO, SÁLVAME! ¡JESUCRISTO, SÁLVAME! ¡JESUCRISTO, SÁLVAME!


En cada momento de tentación, en cada momento de aridez, en cada momento de preocupación, en cada momento en que se sientan alejar de Mí:


¡JESUCRISTO SÁLVAME!


Sean intercesores por toda la humanidad, permanezcan fieles, que Yo permanezco en ustedes. NO LES ABANDONARÉ, PROVEERÉ A MI PUEBLO DE CUANTO NECESITA.


No teman. No teman. Les anuncio para que ustedes permanezcan alerta ante todo lo venidero. Mi Madre les anuncia por amor, todo cuanto va a acontecer. No en vano Mi Madre y Yo hemos profetizado cuanto está ocurriendo.


ESTE ES EL MOMENTO DE LA PURIFICACIÓN DE ESTA GENERACIÓN, PURIFICACIÓN DE FUEGO. Instantes en que el agua lavará el pecado de la Tierra.


Pecado que Mis hijos han sembrado en la Tierra, pecado que la Tierra ya no resiste y clama ser purificada. Más no deben temer, porque Yo les mantengo en la Palma de Mis Manos.


MI IGLESIA TRIUNFARÁ POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.


Queden en Mi Amor, en Mi Paz, Pueblo amado.
Les bendigo y bendigo a todas sus familias, a toda su descendencia y a sus ancestros.
Les bendigo y les protejo.


Su Jesús

jueves, 6 de mayo de 2010

YO OS HE MANDADO ESTO, CÚMPLAN!


Injusticias y más injusticias tengo que soportar constantemente de la Humanidad contra almas, seres inocentes y víctimas de las injusticias que en este planeta hay. Yo, Padre Eterno, os hablo.


Pero ¿como no vais a hacer injustos con toda clase de inocentes y de personas víctimas de la injusticia si no sois justos ni con Vuestro Redentor, ni con Vuestra Santa Madre Celestial? Quien no da a Dios Justo todo lo que le corresponde, ¿como lo dará a otras criaturas si ellas no producen temor como pueda producirlo un Dios Todopoderoso? Soy el Padre Eterno quien os habla.


Me exigís en vuestro rezos y cuando os dirigís a Mí que sea justo y os ayude en determinadas situaciones en las que Me necesitáis, pero luego vosotros no sois capaces de ser justos y os olvidáis de vuestras súplicas y de que la justicia también la tenéis que poner en practica vosotros. Soy el Padre Eterno quien os habla.


Para que nos os torcierais y tuvierais la seguridad de cual es el camino verdadero para llegar al Cielo, os di los Diez Mandamientos, y los di para que fueran todos cumplidos sin exceptuar ni uno solo. Pero vosotros solo queréis que os ayude en vuestros menesteres y os olvidáis de ser justos ante Mí y de servirme con lealtad y honradez. Así pues, hijos Míos, debéis de ser consecuentes con vuestros requerimientos, porque si necesitáis de Mí para vuestros asuntos, Yo necesito de vosotros para los Míos y debéis servirme con lealtad y honradez. Yo, Padre Eterno, os hablo.


Un padre verdadero corrige a su hijo para que se haga un hombre de provecho, Yo Soy un Padre verdadero y santo para vosotros y, os corrijo y amonesto para que os hagáis dignos hijos Míos y disfrutéis de vuestra herencia eterna que es el Cielo, con todas sus maravillas.


Por eso, hijos, sed justos ante Mí y ante los hombres. No hagáis injusticias para con nadie y mucho menos en vuestro favor. No queráis fortunas que no sean legales, ni dinero que no se haya ganado honradamente. No comáis del fruto prohibido (dinero contaminado) no comáis nada que os pueda dañar en el alma eternamente. Así pues, hijos Míos, enmendaos, practicad a la perfección los Diez Mandamientos, cumplidlos uno por uno que Mi gracia no os faltará nunca. Yo, Padre Eterno, Me dirijo a todos vosotros y os doy Mi bendición para que sigáis adelante y podáis ganar el Cielo.

Os digo que ahora es tiempo de Mi Misericordia pero llegará también y no muy tarde Mi Justicia y, tendré que castigar a esta Humanidad perversa y peca

Yo, Jesús, os hablo. Hijos Míos que leéis Mis comunicados, que buscáis los mensajes para ver que digo, Yo os digo que ahora es tiempo de Mi Misericordia, pero llegará también y no muy tarde Mi Justicia y, tendré que castigar a esta Humanidad perversa y pecadora, a vosotros hijos Míos, que no queréis poner en practica Mis palabras, que pasáis de Mi Evangelio, que no vivís como verdaderos cristianos y con vuestras conductas indecentes y pecaminosas Me deshonráis y Me crucificáis una y otra vez.


Sí, hijos, sí, tendré que castigaros porque no enmendáis vuestras vidas y vivís encenagados en el pecado. ¡Que pena siento y que pena siente Mi Santa Madre de veros tan extraviados! Os damos mensajes, os avisamos, sentís en vuestro corazón el toque de Mi Santo Espíritu, pero no os esforzáis por cambiar de vida. Yo, Jesús, os hablo.


Ahora hijos Míos, es tiempo de Misericordia, Misericordia que prorrogo por amor a vosotros, pero llegará también el tiempo de la Justicia Divina y la cólera de Mi Padre Eterno nadie la podrá retener. Recordad el diluvio universal y como perecieron los hombres de entonces. Recordad Sodoma y Gomorra y como perecieron sus habitantes, así que hijos, tendrá Mi Padre que castigaros porque cada vez menos Me dais honor y gloria.


Pero no temáis vosotros ovejas de Mi rebaño que Me servís y vivís en amor hacia Mí. Yo Mismo os salvaré de la tribulación, y como se hizo con Abraham y su familia, también ahora se hará con quienes Me aman y Me son fieles en el gozo y en el dolor, porque no sería un Dios Justo si midiera a todos con la misma unidad, y si vosotros criaturas que sabéis valorar con justicia al que merece y al que no, Yo que Soy la Misma Justicia, también valoraré a quienes Me han sido fieles tanto en el bienestar como en la adversidad. Yo, Jesús, os hablo.


Habladme hijos Míos vosotros también a Mí. Habladme y contadme vuestros deseos, ilusiones o pesares, Yo lo puedo todo y quiero ser Vuestro Amigo Divino. A ti también te lo digo P. N.N. sacerdote de Dios, cuéntame tus penas y cárgalas sobre Mis Divinos Hombros, porque Yo las sobrellevaré por ti. Hijo no te desanimes, Yo Soy tu Maestro y Amigo, y estoy contigo, aunque a veces, no lo sientas o no lo parezca y te amo como no podrías sopesarlo.


Y a todos los que leen estos mensajes los amo e intercedo por ellos porque Yo Soy Vuestro Hermano Divino y Mi Padre es también Vuestro y Yo intercedo junto con Mi Santa Madre por todos vosotros. Yo, Jesús, os hablo. La paz de Mi Divino Corazón alcance a todo aquel de buena voluntad. Yo, Jesús, os hablo y os amo.

martes, 4 de mayo de 2010

Mensaje de Nuestra Señor - Anguera, Brasil

02/05/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3314


Queridos hijos, vine del cielo para bendeciros y conduciros a mi Hijo Jesús. Sed dóciles. No temáis. No retrocedáis. Pase lo que pase, no permitáis que la llama de la fe se borre dentro de vosotros. Os pido que seáis fieles a mi hijo Jesús. No os dejéis contaminar por las cosas del mundo, pues sois del Señor y solamente a Él debéis servir y seguir. La humanidad se hizo pobres espiritualmente porque los hombres se alejaron de Dios. Sufro por aquello que os espera. Doblad vuestras rodillas en oración. No habrá derrota para los elegidos de Dios. Aún tendréis grandes sufrimientos, pero confiad en Jesús. En Él está vuestra victoria. Un fenómeno asombroso se dará en el mar de la Galilea y los hombres no tendrán explicación. Yo soy vuestra Madre y soy incansable. Sed mansos y humildes de corazón. Yo vine del cielo para haceros hombres y mujeres de fe. Adelante sin miedo. Yo pediré a Jesús por vosotros. Coraje. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.


01/05/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3313


Queridos hijos, Yo os amo como sois y estoy siempre a vuestro lado, aunque no Me veáis. Sois importantes para la realización de mis planes y vine del cielo para llamaros a la conversión sincera. No temáis. Nada está perdido. Confiad plenamente en Mi Hijo Jesús y seréis victoriosos. Yo pediré a Jesús por vosotros. Os invito hoy a vivir mis mensajes. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Abrid vuestros corazones al Dios de la salvación y de la paz. Alejaos de la maldad y buscad fuerzas en la oración y en la Eucaristía. Cuando todo parezca perdido vendrá para vosotros una gran victoria. He ahí que llegaron los tiempos por Mí predichos. Volveos deprisa. No quiero obligaros, pero lo que digo debe ser tomado en serio. Un hecho doloroso se dará en Italia. Dolor mayor no existió. Semejante sufrimiento vendrá para los habitantes del Amazonas. Doblad vuestras rodillas en oración y Dios os salvará. Adelante. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.


29/04/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3312

Queridos hijos, vivís el tiempo de los dolores y ha llegado el momento de arrepentiros con sinceridad, pues solamente así podéis tener fuerzas para soportar el peso de la cruz. Yos soy vuestra Madre y vine del cielo para llamaros a la conversión. No retrocedáis. Abrid vuestros corazones y dejad que la Gracia del Señor os conduzca a la Santidad. Caminad hacia un futuro desconocido y lleno de sufrimientos. Los Habitantes de Marruecos gritarán por ayuda. Su belleza no existirá más, pues será devastada. Sufro por aquello que viene para vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración. Dios quiere salvaros. Volveos deprisa. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.


27/04/2010
Mensaje de Nuestra Señora.....No:3311


Queridos hijos, coraje. Yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para conduciros a mi Hijo Jesús. Abrid vuestros corazones al amor y dejad que la gracia de Jesús os transforme. Sed dóciles. No retrocedáis. Cuando todo parezca perdido surgirá para vosotros la victoria de Dios. Doblad vuestras rodillas en oración. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Belén vivirá a angustia de un condenado. La destrucción será grande y mis pobres hijos experimentarán la cruz pesada. Volveos deprisa. Dios os espera. No viváis alejados del camino que os señalé al largo de estos años. Adelante. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

22/04/2010
Mensaje de Nuestra Señora No:3309


Queridos hijos, vosotros sois importantes para la realización de mis planes. Lo que tenéis que hacer hoy no lo dejéis para el mañana. Dios tiene prisa y este es el tiempo de vuestro regreso sincero y amoroso al Dios de la salvación y de la paz. Yo soy vuestra Madre y estoy muy cerca de vosotros. Cuando sintáis el peso de vuestras dificultades, llamadme y Yo os conduciré a mi Hijo Jesús. En Él encontraréis fuerzas para vuestro caminar. Vuestra plena felicidad está en Jesús. Volveos a Él que os ama y os conoce por el nombre. He ahí el tiempo de las grandes tribulaciones espirituales. Buscad fuerzas en la oración y en la Eucaristía. Cuando todo parezca perdido surgirá para vosotros la gran victoria de Dios. No habrá derrota para mis elegidos. Llegará para la humanidad la hora del calvario. Grandes y dolorosos acontecimientos vendrán para vosotros, pero no desaniméis. Los ángeles del Señor vendrán del cielo y Sus escogidos no experimentarán dolores físicos. En la gran tribulación final los hombres verán la mano poderosa de Dios actuar. Adelante sin miedo. Vosotros sois del Señor y a nada debéis temer. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.

jueves, 8 de abril de 2010

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán hartos

A los hijos de Dios se les reconocerá por su justicia, por su rectitud, por su honradez, pues un hijo de Dios no puede tener mancha alguna que deshonre a Su Padre Celestial. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Los verdaderos hijos de Dios, los que viven Sus leyes divinas, serán reconocidos por su honradez y justicia, pues no podrán soportar la injusticia bajo ningún aspecto. Bienaventurados los que practican la justicia porque serán llamados hijos de Dios.


Un verdadero hijo de Dios no hace fraude, no acepta trampas para lucrarse, no desea dinero ilegal y es alguien que pone la justa medida en todo, pues su sentido de la justicia es tal, que no soporta la mínima injusticia se le haga a quien se le haga, en eso reconoceréis que son verdaderos hijos de Dios. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


San José fue un varón justísimo y no consintió en su vida ninguna injusticia, de ahí, que al comprobar la gestación de su esposa no quiso denunciarla porque le parecía que era algo injusto hacia su dignísima esposa, y por eso tomó la decisión de hacerlo en secreto, pues el tampoco quiso faltar a lo que la ley disponía.


Un hijo de Dios verdadero no consiente la injusticia mientras pueda evitarla, si bien, en la sociedad siempre habrá injusticias, el verdadero hijo de Dios sufrirá en su carne y se condolerá de ella, porque son hijos del Dios Justo y Eterno y son semejantes a Su Padre Celestial, hermanos del Unigénito.


La justicia es una gran virtud que todo el mundo reclama, pero que pocos la practican, porque quieren justicia para sus intereses y para ellos, pero no les importa las injusticias ajenas aunque sean graves. Pero a los verdaderos hijos de Dios les conduele todo lo que sea injusto, le suceda a quien le suceda, y ellos verán a Dios por cuanto que en la tierra le honraron a través de la justicia. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán hartos. Quien en esta vida no alcance la justicia que le corresponda o la justicia que esperaba, la tendrá con creces en la otra, pues en el Reino de los Cielos no habrá nadie que no haya pagado las injusticias que hizo antes de entrar en el. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.


Los que practiquen la justicia brillarán con una luz diferente, un resplandor que será semejante al del Juez Eterno quien aplicará Su justicia a cada uno según sus obras, y los justos entonaran un himno diferente por cuanto que no permitieron y se condolieron de las injusticias de este mundo. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.