Injusticias y más injusticias tengo que soportar constantemente de la Humanidad contra almas, seres inocentes y víctimas de las injusticias que en este planeta hay. Yo, Padre Eterno, os hablo.
Pero ¿como no vais a hacer injustos con toda clase de inocentes y de personas víctimas de la injusticia si no sois justos ni con Vuestro Redentor, ni con Vuestra Santa Madre Celestial? Quien no da a Dios Justo todo lo que le corresponde, ¿como lo dará a otras criaturas si ellas no producen temor como pueda producirlo un Dios Todopoderoso? Soy el Padre Eterno quien os habla.
Me exigís en vuestro rezos y cuando os dirigís a Mí que sea justo y os ayude en determinadas situaciones en las que Me necesitáis, pero luego vosotros no sois capaces de ser justos y os olvidáis de vuestras súplicas y de que la justicia también la tenéis que poner en practica vosotros. Soy el Padre Eterno quien os habla.
Para que nos os torcierais y tuvierais la seguridad de cual es el camino verdadero para llegar al Cielo, os di los Diez Mandamientos, y los di para que fueran todos cumplidos sin exceptuar ni uno solo. Pero vosotros solo queréis que os ayude en vuestros menesteres y os olvidáis de ser justos ante Mí y de servirme con lealtad y honradez. Así pues, hijos Míos, debéis de ser consecuentes con vuestros requerimientos, porque si necesitáis de Mí para vuestros asuntos, Yo necesito de vosotros para los Míos y debéis servirme con lealtad y honradez. Yo, Padre Eterno, os hablo.
Un padre verdadero corrige a su hijo para que se haga un hombre de provecho, Yo Soy un Padre verdadero y santo para vosotros y, os corrijo y amonesto para que os hagáis dignos hijos Míos y disfrutéis de vuestra herencia eterna que es el Cielo, con todas sus maravillas.
Por eso, hijos, sed justos ante Mí y ante los hombres. No hagáis injusticias para con nadie y mucho menos en vuestro favor. No queráis fortunas que no sean legales, ni dinero que no se haya ganado honradamente. No comáis del fruto prohibido (dinero contaminado) no comáis nada que os pueda dañar en el alma eternamente. Así pues, hijos Míos, enmendaos, practicad a la perfección los Diez Mandamientos, cumplidlos uno por uno que Mi gracia no os faltará nunca. Yo, Padre Eterno, Me dirijo a todos vosotros y os doy Mi bendición para que sigáis adelante y podáis ganar el Cielo.
Pero ¿como no vais a hacer injustos con toda clase de inocentes y de personas víctimas de la injusticia si no sois justos ni con Vuestro Redentor, ni con Vuestra Santa Madre Celestial? Quien no da a Dios Justo todo lo que le corresponde, ¿como lo dará a otras criaturas si ellas no producen temor como pueda producirlo un Dios Todopoderoso? Soy el Padre Eterno quien os habla.
Me exigís en vuestro rezos y cuando os dirigís a Mí que sea justo y os ayude en determinadas situaciones en las que Me necesitáis, pero luego vosotros no sois capaces de ser justos y os olvidáis de vuestras súplicas y de que la justicia también la tenéis que poner en practica vosotros. Soy el Padre Eterno quien os habla.
Para que nos os torcierais y tuvierais la seguridad de cual es el camino verdadero para llegar al Cielo, os di los Diez Mandamientos, y los di para que fueran todos cumplidos sin exceptuar ni uno solo. Pero vosotros solo queréis que os ayude en vuestros menesteres y os olvidáis de ser justos ante Mí y de servirme con lealtad y honradez. Así pues, hijos Míos, debéis de ser consecuentes con vuestros requerimientos, porque si necesitáis de Mí para vuestros asuntos, Yo necesito de vosotros para los Míos y debéis servirme con lealtad y honradez. Yo, Padre Eterno, os hablo.
Un padre verdadero corrige a su hijo para que se haga un hombre de provecho, Yo Soy un Padre verdadero y santo para vosotros y, os corrijo y amonesto para que os hagáis dignos hijos Míos y disfrutéis de vuestra herencia eterna que es el Cielo, con todas sus maravillas.
Por eso, hijos, sed justos ante Mí y ante los hombres. No hagáis injusticias para con nadie y mucho menos en vuestro favor. No queráis fortunas que no sean legales, ni dinero que no se haya ganado honradamente. No comáis del fruto prohibido (dinero contaminado) no comáis nada que os pueda dañar en el alma eternamente. Así pues, hijos Míos, enmendaos, practicad a la perfección los Diez Mandamientos, cumplidlos uno por uno que Mi gracia no os faltará nunca. Yo, Padre Eterno, Me dirijo a todos vosotros y os doy Mi bendición para que sigáis adelante y podáis ganar el Cielo.
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