Alimentos perecederos son los que da el mundo a las almas, alimentos perecederos y contaminados. Hijos de Dios, que procuráis para vuestra salud todo lo mejor, que poco miráis por vuestra alma que la alimentáis con veneno mortal y le dais asiduamente de comer alimentos perecederos y contaminados.
Hijos de Dios, Soy el Espíritu de de Dios quien os habla, Mi misión es alimentaros adecuadamente para que crezcáis en santidad y en meritos y ganéis los niveles más altos de Gloria Eterna, pero ved hijos de Dios, que vosotros no queréis comer el alimento sano y santo que Yo os doy con Mis mociones e inspiraciones y con Mis luces. Queréis el alimento venenoso y putrefacto que el mundo os da y que a tantas almas ha llevado a la perdición eterna.
Hijos de Dios, mientras hay vida se puede rectificar. Aunque solo os quedara un instante de vida, podéis rectificar y volver vuestro rostro a Dios, porque para eso esta el Purgatorio para satisfacer adecuadamente las culpas perdonadas pero no satisfechas.
Pedid Mi gracia constantemente y buscad el alimento celestial que solo Yo os puedo dar. Hijos de Dios, no malgastéis la única vida que tenéis y que tiene que ser para vosotros canal de salvación eterna y no de perdición. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.
Llenad la despensa de vuestra alma de sanos y gustosos alimentos celestiales y alimentad la misma con esos alimentos del Cielo que os darán la salud del alma y os servirán para caminar hacia la Vida Eterna. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo y os pido reflexión continua. La paz de la Santísima Trinidad esté con todos vosotros y con todo aquel que lee y cree en estos mensajes.
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