Jul 02_04 No podéis caminar ya en el Mundo, haciendo una cosa para el Mundo y otra cosa para vuestro Dios. Rosario. Temas:
Mensaje de Dios Padre a J.V. Primer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: La Iglesia será renovada, para que siga transmitiendo Mis Verdades al pie de la letra, con fidelidad, con veracidad. Hijitos Míos, la Renovación de la Tierra se tiene que dar; la Purificación de Mi Iglesia, se tiene que dar. Os He dicho que brillará como Perla Preciosa, Pura, Santa, será un Brillante Impecable, finísimo. Yo os He dejado todos Mis Secretos, toda Mi Vida, todo Mi Ejemplo en Mi Iglesia, a través de todos aquellos que Me siguen. La Iglesia será renovada, para que siga transmitiendo Mis Verdades al pie de la letra, con fidelidad, con veracidad. Será ese estanque de Aguas Limpísimas, a quien todos vendrán a tomar de Ella, para conocerMe más. Mi Iglesia, transmisora de Mi Vida y de Mis Verdades, seguirá siendo la encargada de producir Santos. De dar Conocimiento, Mi Conocimiento. Y no se detendrá nunca, será ilimitada y se unirá a la Iglesia del Cielo. Buscad, pues Mis pequeños, que a través de vuestras oraciones, Ella vaya alcanzando esa Limpieza, esa Veracidad con la cual Yo la Creé. Porque mucho mal se ha introducido dentro de Ella; y vuestras oraciones deben Purificarla. Se os ha dicho, Mis pequeños, que a través de vuestra oración, de vuestra donación, todo será Purificado, todo será Santificado. Yo necesito, Mis pequeños, que el Amor que se produzca en vuestro corazón venga a ayudar a Mi Iglesia, tanto a sus Miembros como a la Estructura que Yo dejé, y que Mi Madre Guía. Orad pues, y nunca os separéis de Ella, defendedla a toda costa, aún a costa de la propia vida; porque es Mi Vida a través de Ella, y así defenderéis Mi Propia Persona y Mis Intereses cuando os deis por Ella. Gracias, Mis pequeños. Segundo Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Unir la familia de la Tierra con la del Cielo. Hacer una familia, es como hacer un pastel. Sí, os unís; la base está hecha, la base está preparada, pero cuando no dais la espiritualidad dentro del hogar, es como cuando no ponéis el betún ni lo adornáis. Sí, se hace una familia, se unen, pero muchas veces, nada más por convencionalismos sociales, para mantener una posición ante la sociedad; pero no le estáis dando lo más bello, que es lo que os pidió vuestro Dios: llevar y adornar a la familia a esa Vida Espiritual. Eso es lo más importante dentro del Mundo, unir, unir la familia de la Tierra con la del Cielo, que no se le haga difícil a los miembros de la familia dar ese paso final, porque han tenido una base desde pequeños. Dejar toda una estela de vida de gracia, de obras, de conversiones y de salvación. Vuestra tarea humana es una, vuestra tarea espiritual es otra, que debéis unirlas, Mis pequeños, no podéis caminar ya en el Mundo, haciendo una cosa para el Mundo y una cosa para vuestro Dios. Vuestros pasos deben estar dirigidos todos hacia vuestro Dios; y no ser unos en determinados momentos y otros en otros momentos. Vuestra vida debe ser recta, segura en vuestro Dios, fructífera para vuestro Dios. Vosotros no sois los que escogéis los momentos, es vuestro Dios el que os pone en tal o cual situación en el Mundo, para que deis Vida, pero Vida Espiritual a vuestros hermanos; no desperdiciéis esos momentos, en los cuales podríais dar Vida, y no quisisteis por pena o por el qué dirán. Sois de Dios, o estáis en Su contra. Recordad las Palabras que os dijo Mi Hijo: que aquellos que dieran la cara, que transmitieran Su Palabra, que defendieran Su Santo Nombre, al momento de llegar, Él tampoco se avergonzaría y los aceptaría en el Reino de los Cielos. Pero ¡hay! de aquel que se avergonzara de llevar Su Santo Nombre, de portarse como verdadero Cristiano, de ser un hijo de Dios en la Tierra, porque también Él se avergonzaría, y os rechazaría al momento de llegar a Él al final de vuestra vida. Sed pues Mis pequeños de una sola pieza: estáis con Dios, o estáis en contra de Él. Gracias, Mis pequeños. Tercer Misterio, Habla Sobre: El demonio siempre busca que el ser en su soberbia caiga solo. Hijitos Míos, vosotros mismos debéis pedir el Don del Discernimiento, debéis pedir el Don de la Verdad, para que podáis ver dónde se esconde la maldad, que a veces es difícil encontrarla si el alma no se encuentra cerca de Mí. El demonio es muy astuto, y el demonio quiere destruir, el demonio siempre busca que el ser en su soberbia caiga solo; él empieza a incitar y el hombre cae, cae porque se ensoberbece. Muchas veces no es el demonio el que causa todo el mal, sino el mal que ya existe en el hombre lo termina, termina con ése mal que empezó el maligno; porque el hombre todavía no se da cuenta de que tiene que vivir en la Humildad, en el servicio a los demás con los Dones que se le dan. Por eso, Mis pequeños, quitad de vosotros todo tipo de soberbia y cambiadlo por el servicio y la oración. Buscad en vuestras palabras y en vuestros actos siempre la verdad, para que ésta ayude a los demás. Así como Yo llevaba a Mis discípulos, a los Apóstoles, a todos los que Me seguían Yo les hablaba con Palabras de Verdad, las que había escuchado de Mi Padre. Así vosotros habéis escuchado las Mías, y debéis transmitirlas, pero siempre en la verdad, aunque os cueste, porque llegará un momento, cuando os presentéis ante Mí, que veréis todo claro, como el cristal y veréis vuestra alma, cuando actuó en la verdad, en esa transparencia, y cuando actuó buscando su propio interés, principalmente la soberbia para hacerse ver mejor ante los demás. Os digo nuevamente, pedid la Humildad y el Discernimiento y así os veréis siempre, como cristales limpios y transparentes, ante vuestra conciencia, que Es Dios mismo en vosotros. Gracias, Mis pequeños. Cuarto Misterio, Habla Dios Padre Sobre: Yo debo Ser vuestra Vida. Hijitos Míos, os dije, en los Evangelios: Orad, interceded y velad por los vuestros. Tenéis que estar pendientes con lo que suceda a vuestro alrededor, vosotros sois Mis Ojos, sois Mis Oídos, sois Mi Boca, sois Mi Corazón. Entended esto, Mis pequeños, vosotros estáis en Mí, Yo Estoy en vosotros. Que vuestra estancia en la Tierra, no sea estéril, que vuestras obras no sean estériles, que vuestra Misión dé mucho fruto. Yo Estoy con vosotros y Yo a través de vosotros debo salvar a muchos, pero para ello Me debéis invocar continuamente, Me debéis tener presente continuamente, Yo debo Ser vuestra vida; os iba a decir, debo Ser parte de vuestra vida; pero no Mis pequeños, Yo debo Ser vuestra Vida. No acudáis a Mí, sólo en momentos, que todos vuestros momentos sean Míos, porque estáis viviendo para vuestro Dios. Y éste es un Don que ahorita no entendéis, pero este es un Don grandísimo que Mi Padre os concede, que Yo os concedo, que la Vida de Nuestros Santo Espíritu de Amor os concede. Vosotros sois centro y Vida de Dios, del Cielo, daos cuenta Mis pequeños, que la Santísima Trinidad está con vosotros y Ellos están pendientes de cada uno de vosotros, Nuestra Santísima Trinidad está Guiándoos, os está dando Vida, os está dando Enseñanzas para que vosotros las deis a vuestros hermanos. Es Nuestra Vida en cada uno de vosotros para que levantéis al Género Humano a esos niveles de Santidad en la que fueron pensados desde el Principio de los Tiempos. Levantad pues, a través de Nuestra ayuda de Nuestra Vida en vosotros a vuestros hermanos que os rodean alrededor del Mundo, no hay fronteras para la Oración, no hay fronteras para los deseos santos, no hay fronteras para un verdadero Amor en el corazón de Nuestros hijos. Gracias, Mis pequeños. Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo Sobre: Unos blasfemando, riéndose a carcajadas, burlándose, blasfemando Mi Santo Nombre y el de Mi Madre. Hijitos Míos, Estoy aquí clavado en la Cruz, con Mis Brazos abiertos; el Pueblo está a Mis Pies. Unos blasfemando, riéndose a carcajadas, burlándose, blasfemando Mi Santo Nombre y el de Mi Madre. Otros, pocos, acompañándome en piedad, acompañándome en Mis Dolores, intercediendo junto Conmigo por la Salvación. Otros convirtiéndose, viendo Mi Mansedumbre, viendo Mi Dolor no merecido, y eso llevándolos a la conversión. Así es el Mundo, Mis pequeños, así está el Mundo dividido. Algunos siguen blasfemando Mi Nombre, atacándome, riéndose de Mi a carcajadas, creyéndoMe vencido, y no se dan cuenta que Yo sigo intercediendo por ellos, los sigo Amando y Me sigo dando ante Mi Padre por la salvación de todos ellos. Otros en piedad, Me siguen acompañando, siguen reconociéndome como su Dios en el Hombre. Siguen reconociendo que Mis Palabras y Mis Obras son Divinas, no humanas, siguen reconociendo que Yo Soy su Salvador. Y otros Mis pequeños son los que se ha movido su corazón hacia al arrepentimiento y hacia la conversión. Son almas buenas, pero que no han tenido instrucción, que nadie se preocupa por ellas y solamente en situaciones grandes, especiales es cuando pueden encontrar la Verdad. Os pido Mis pequeños, que estéis junto a Mí, como almas piadosas, como ejemplo de que creéis en Mí, que Me acompañáis en todo momento, para que aquellas almas puedan moverse a la conversión. Pero también orad por aquellos que blasfeman y atacan Mi Santo Nombre. Son almas perversas, son almas malas, que desgraciadamente no todas se salvarán, porque ellas han aceptado más el mal en su corazón, que todo Mi Bien, que es Infinito. Pero Mis pequeños, que el Amor que Yo he puesto en vuestro corazón se derrame también sobre ellos, son almas que han vivido en la ceguera, en la obscuridad, porque nadie se ha atrevido a entrar en su mundo y a enseñarles por temor; son gente, hermanos vuestros que viven en tal maldad que temen las otras almas acercarse a ellas porque creen que serán rechazadas y no os imagináis, Mis pequeños lo que hace un alma valerosa en éste tipo de almas. Se obtienen curaciones grandísimas, renovaciones perfectas, porque el Amor, el Verdadero Amor llega a ellos tratando de rescatarlos, y así lo notan ellos, lo aceptan y vienen esas conversiones tremendas. Por eso os pedí que vuestra oración se continua, que vuestro ejemplo sea continuo, que no importa con quien os topéis; que vosotros mismos, vuestro juicio imperfecto, no separe a unos y a otros. Los acontecimientos en vuestra vida están regidos por la Voluntad del Padre, y si os pone un alma necesitada, enfrentadla y habladle de vuestro Salvador, de vuestro Dios, quizá sea la única oportunidad grande que tengáis con ésa alma para tratar de levantarla, no la perdáis, Mis pequeños, porque es una oportunidad que se les dará a cada uno de vosotros: vosotros de enseñar y el otro de aceptar. No perdáis las oportunidades de vuestra vida de mostrar a vuestro Dios qué traéis en vuestro interior, Sacadlo, SacadMe a relucir, a relucir ante vuestros hermanos, y cambiad esas almas duras, esas almas difíciles, esas almas pecadoras, en corderillos, que podrán entrar nuevamente a Mi Rebaño, ayudados por vosotros. Gracias, Mis pequeños. |
viernes, 19 de agosto de 2011
No podéis caminar ya en el Mundo, haciendo una cosa para el Mundo y otra para vuestro Dios
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