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lunes, 20 de junio de 2016

Jun 09_16 Habéis sido almas escogidas en la Tierra para esta gran misión de salvación de almas.

Rosario vespertino


Temas: 

  • Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños.
  • Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá.
  • Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 
  • Tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.
  • Para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien. 



Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V. 



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María.
Sobre: Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños.

¡Mis hijos, Mis hijos! ¡¿Qué habéis hecho con ellos?! Cuánta maldad ha entrado en el corazón de Mis pequeñitos. ¡Vuestros hijos!, los que debisteis haber cuidado! Han perdido la inocencia desde muy pequeños, no les cuidasteis ésa vida sencilla, buena. ¡Cuánto mal ha contaminado el alma de estos pequeñitos!

Satanás se ha encargado, primeramente, de destruir vuestra espiritualidad y, vosotros, no  habéis cuidado la espiritualidad de vuestros pequeñitos, ¡Mis hijos! 

Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y voy cuidando al rebaño y, especialmente, a los más pequeñitos.

Cuántos de vosotros os esconderéis, o querréis esconderos, en el momento de vuestro Juicio. Le pedisteis a vuestro Padre, Dios y Creador, bebés, para criarlos, pero, ¿qué hicisteis con ellos?

Se os juzgará severamente por la vida de vuestros pequeñitos, por lo que inculcasteis en ellos, por los valores que pusisteis en su corazón o la maldad con que destruisteis los valores que Yo pongo en cada pequeñito que baja a la Tierra.

Querréis esconderos, para que no veáis Mis Ojos llenos de Ira, Ira Divina, Mía, de Jesucristo, vuestro Salvador.

Mi Madre cuida de los pequeños, Yo los recibo de Ella, querréis apartaros del Juicio tan severo que vendrá sobre vosotros, los que no cuidasteis el alma de los pequeños que se os dieron, para que los criarais, los llenarais de Vida, de Mi Vida y de Mi Amor. 

¿Qué cuentas Me daréis cada uno de vosotros, de los hijos que se os encomendaron?

Recordad que los pequeños, llevan como primera educación, la que toman de sus padres y ésa será la base para toda su existencia, si no les disteis buenas bases, desde ahí empezasteis a destruir el alma de los pequeños. Muchas veces, será difícil que tratéis de cambiar lo enseñado a vuestros hijos, que hagan a un lado la maldad que inculcasteis en un principio, por vuestra irresponsabilidad y por no pedirMe ayuda y, si estos, vuestros hijos, llegan a dar mucho problema en la Tierra, en cierta forma, vosotros como padres, recibiréis un castigo por lo que les enseñasteis o por el ejemplo que disteis.

Os di la vida de vuestros hijos, que son Mis hijos, y vuestros hijos debieron ser criados en el Amor y, ¿qué hicisteis con sus almas?

Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños. Muchos llegáis a destruir la Obra, Obra Divina, porque no modelasteis el almita de vuestros hijos y, ¿qué haréis, pues, con ésas almas?

Acercaos a Mí, para que Mi Santo Espíritu os ilumine y podáis ayudarles a vuestros hijos a enmendar el camino.

Orad por aquellos que han hecho tanto mal, al no importarles el alma de sus hijos. 

Os perdono, si realmente queréis enmendar el camino, ciertamente, lo que hicisteis mal, difícilmente lo podréis arreglar, pero, pedidMe a Mí, vuestro Dios, que salve ésas almas que se os encomendaron para hacerlas almas de Bien y que vosotros destruisteis, porque no tomasteis en serio la maternidad y la paternidad que se os concedió.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá.

Hijitos Míos, el Reinado de Mi Hijo en la Tierra y en el Universo entero, se tiene que dar. ¿Estáis orando para ello, Mis pequeños? Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá. Estos Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, una Vida Nueva, en donde aquellos de vosotros que aprendisteis a amar, podréis crecer espiritualmente. 

¡Cuánto error habéis dejado entrar en vuestro corazón, Mis pequeños! Mi Hijo, os dio toda una Evangelización de Amor, que vosotros debisteis haber tomado, primeramente, como forma de vida y, ella misma, iba a ser vuestro escudo contra los ataques de satanás.

Vuestro error, Mis pequeños, es el de suspender la oración y la vida espiritual y, en esos intervalos, satanás se mete y va destrozando vuestra espiritualidad. 

Si sabéis que desde que fue eliminado del Cielo Luzbella, su venganza ha sido la destrucción de vuestra espiritualidad. Si sabéis eso, Mis pequeños, ¿por qué no os habéis protegido?

Vosotros mismos os vais debilitando, porque no estáis tomando, cotidianamente, el Alimento Celestial, que es primeramente, la Sagrada Eucaristía y después la oración.

Cuando vosotros dejáis estos Alimentos necesarísimos para el desarrollo de vuestra alma, caéis y satanás se encarga de degradaros, de iros llevando hacia la obscuridad espiritual que, para algunos, después les será difícil levantarse.

Mis pequeños, os debéis unir para orar. En vuestra unión, os he dicho, radica vuestra fuerza, ciertamente, Yo oro con vosotros. Debéis de poner más empeño en levantar vuestra alma hacia la santidad. 

No conocéis ni el día ni la hora en que vendrá el Justo Juez y, ¿cómo estaréis vosotros? ¿Cómo estará vuestra alma? ¿Estaréis preparados para rendir cuentas de toda vuestra vida? Acercaos a Mi Santo Espíritu, para que os haga ver vuestros errores,para que podáis enmendar vuestra vida, para que podáis regresar al buen camino y podáis ayudar a tantos y tantos de vuestros hermanos a que regresen a Mí.

No actuéis solos, satanás es muy astuto. 

Buscad, buscad vuestro crecimiento espiritual y Yo estaré ahí, ayudándoos. Busco almas llenas de amor, almas que quieran ser perfeccionadas, almas que sean otros Cristos aquí en la Tierra y que puedan ayudar a sus hermanos a crecer.

Vivid en el Amor, pero en un Amor Verdadero, en un Amor Santo, en un Amor Puro y así, todo lo demás se os dará por añadidura. 

Satanás os ha llevado por caminos de error, para que busquéis primeramente la añadidura y, eso no es así, Mis pequeños.

Venid a Mí, arrepentidos y Mi Sangre Preciosa, os purificará.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 

(Lenguas…) Hijitos Míos, alguna vez os he dicho que si os permitiera ver lo que os rodea a nivel espiritual, moriríais ipsofacto, o sea, de inmediato. 

El príncipe de éste Mundo es satanás, vosotros estáis en sus dominios y vosotros habéis sido enviados por Mi Amor a la Tierra, a rescatar Mi Creación y rescatar a infinidad de almas que se han vuelto hacia el mal.

En las sagradas Escrituras se os da a entender lo que vale un alma. El rescate de un alma y su salvación eterna, Yo la pago inmensamente con grandes Bienes espirituales y con una eternidad de Amor.

Ya os he dicho, Mis pequeños, cómo os amo, pero llegará un momento en que sentiréis y viviréis Mi Amor y os daréis cuenta que no habíais nunca vivido un Amor semejante a lo largo de vuestra vida.

Las almas tienen un potencial inmenso. Si están bien guiadas, harán mucho Bien, si están mal guiadas, todo ése bien quedará encadenado por la maldad de satanás.

Por eso os insisto en que os deis cuenta del dolor, que Me causa un alma que Me ha dado la espalda por haberse dejado llevar por las tentaciones de satanás, pero sobre todo, porque ésa alma queda encadenada y todas ésas potencias que yo le concedí, para que fuerais poco a poco eliminando la maldad de la Tierra, se desperdician y, ni os van a ayudar a vosotros ni van a ayudar a vuestros hermanos.

Imaginad que ahora, estáis caminando entre el lodo, no lo veis, físicamente, pero es una realidad espiritual. Ese lodo os va deteniendo, es la maldad de satanás, que no permite que vuestra alma se desarrolle plenamente.

El pecado a donde os lleva satanás, es como un lodo espeso, que no os permite crecer, que hace que os dé flojera el buscarMe, vuestro intelecto queda afectado, o sea, que espiritualmente, satanás afecta vuestra alma, de forma en que no deis lo que debéis dar para salvar almas, empezando con la vuestra.

En estos tiempos, en que ya la gran mayoría de vosotros no oráis como debierais, en algún momento sentiréis ésa maldad de satanás, y es cuando sentiréis un terror muy grande que os envolverá, porque eso es satanás, maldad absoluta.

Quiero que entendáis todo esto, Mis pequeños, no os quiero amedrentar, no quiero que os asustéis, porque os he preparado para que no lleguéis a eso, Mi Amor es mucho más Poderoso que toda la maldad de satanás, pero lo malo es que no os habéis llenado de Mi Amor para que estéis protegidos.

Debéis seguir adelante, buscando la pureza de vuestra alma y el alimento espiritual, con el que podéis mover las almas de vuestros hermanos. Ciertamente, Mi Santo Espíritu, os está guiando y especialmente a aquellas almas que se han dejado mover plenamente por Mi Voluntad.

¡Qué difíciles sois, Mis pequeños! estáis viendo tanta maldad a vuestro alrededor y, sabiendo con qué evitarla, no lo hacéis.

Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 

Vuestra salvación o vuestra condenación, dependen plenamente de vosotros. 

Buscad vuestra perfección y traedMe almas, Mis pequeños, tened Caridad hacia ellas, ciertamente vosotros abristeis vuestro corazón y habéis entendido Mi Amor por vosotros, pero hay infinidad de almas que no han abierto su corazón hacia Mí. Orad, orad, para que Mi Santo Espíritu penetre en ellas.

Os bendigo, Mis pequeños y recibid Mi Santo Espíritu, para que vaya guiándoos hacia la Verdad y que ésa misma Verdad, brote de vosotros para ayudar a muchos otros de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.

Hijitos Míos, si os dais cuenta a dónde os he ido llevando con toda esta Evangelización que os he dado, es para que estéis más receptivos a los acontecimientos que se dan a vuestro alrededor y aquellos que van a ser para vuestra purificación, Mundial y Universal.

Hay tantas almas que están tan distraídas con las cosas del Mundo, que no ven la realidad del momento, a pesar de que hay situaciones que se salen ya, totalmente, de la normalidad de las estaciones del tiempo y, aun así, no quieren reconocer que algo está cambiando a su alrededor.

Eso es lo que hace satanás con las almas, la maldad os pone un velo en vuestros ojos, en vuestra mente, no reaccionáis como debierais reaccionar, si estuvierais en vida de Gracia, por consiguiente, no os dais cuenta de la realidad espiritual que os rodea.

Vamos a hablar de lo que realmente sois: soldados de amor. Un soldado en la batalla, está preparado para que no lo maten y crea un sexto sentido en su persona, que es la observación que debe desarrollar. Si por un segundo el soldado se distrae, la muerte lo puede alcanzar en ése momento de distracción.

Vosotros habéis sido preparados por Mí, vuestro Dios, en todo este tiempo de Evangelización, para que satanás no os destruya. Debéis ya estar capacitados para ver a vuestro alrededor las situaciones reales, espirituales, que os rodean, para que no os dejéis llevar por las situaciones en donde satanás os pone trampas para desviar vuestra atención espiritual, como lo hace con el resto de vuestros hermanos. 

He invertido Mi Tiempo, Mi Amor en vosotros y he creado en vosotros una gran responsabilidad para ayudarMe en la salvación de las almas y, esto, Mis pequeños, debéis tomarlo muy en serio, porque hay infinidad de almas, de las que depende su salvación por vuestras oraciones y por vuestra donación.

Así como tuve Mis apóstoles en un principio, que fueron pescadores, que les pedí que fueran pescadores de almas y dejaran su antiguo trabajo, ahora sois vosotros los pescadores de almas de este tiempo, que deberéis traerMe, a Mi Corazón, a ésas almas que están distraídas en el Mundo y que no se están dando, entera cuenta, de lo que está sucediendo y que las puede llevar a la condenación eterna.

Son vuestros hermanos, son Mis hijos y quiero recuperarlos, vosotros tenéis, ya, en este momento, ésa confianza plena sobre Mí, de pedirMe lo necesario para que Yo os lo dé y podáis salvar a vuestros hermanos. Os he dicho que tenéis la obligación de producir milagros y que, además, tenéis acceso a lo que Yo os dejé escrito en las Sagradas Escrituras, de que aquellos que Me siguieran en estos tiempos, no solamente harían lo que Yo hice, sino que lo harían todavía más grande, lo haríais más grande con las Capacidades que Mi Santo Espíritu os dará.

Así que, Mis pequeños, tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.

Por otro lado, sé pagar todo el bien que haréis, habéis sido almas escogidas en la Tierra para esta gran misión de salvación de almas y, si vuestra respuesta es satisfactoria, seréis almas escogidas en el Reino de los Cielos, para gozar de una forma más grande, junto a Mí, en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien. 

Hijitos Míos, para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien.

Satanás tendrá su castigo, los que le siguieron, también lo tendrán. Quedan las almas que están en duda, que no saben qué camino tomar, por eso, a vosotros, os he pedido que oréis para que encuentren el camino correcto. Pero, vosotros, los que habéis puesto todo vuestro empeño en vuestra salvación, os repito, debéis estar rebosando de alegría, porque vuestro momento se acerca ya, para gozarMe entre vosotros. 

Soy vuestro Dios, Yo Me doy a las almas que Me buscan, a las almas que han luchado por defender su Fe, que han luchado por mantener el Amor entre vosotros, que han luchado contra aquellos que han maltratado todo lo que viene de Mí.

Enjugaré vuestras lágrimas y os haré gozar inmensamente; como el niño que recibe un regalo muy grande, el simple hecho de ver, desde lejos, la caja grande, donde viene su regalo, ya lo hace saltar de alegría y de contento. Os estoy, ya, mostrando ésa caja grande, es Mi Promesa y, ciertamente, se cumplirá.

Manteneos, Mis pequeños, ya es poco, muy, muy poco el tiempo que falta para que vosotros gocéis plenamente todo lo que os he prometido.

Mientras tanto, como os dijo Mi Hijo: “Amaos los unos a los otros”, gozad los unos con los otros y esperad, esperad con ansia ése momento gozoso que recibiréis. Sois Mis hijos predilectos, sois Mis hijos que os aplicasteis para cumplir correctamente vuestra misión y seréis recompensados, como solamente Yo, vuestro Dios, os puedo premiar.

Cantad de alegría, llenaos de ése júbilo Divino, porque, vuestro corazón, pronto estará rebozando de tanto Amor que Yo os daré.
Gracias, Mis pequeños.

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Jun 07_16 Apartaos de la mediocridad, Mis pequeños, porque os puedo vomitar.

Rosario vespertino


Temas: 


  • Os vuelvo repetir: Benditos vosotros que vivís en Fe porque algún día Me veréis de frente y será premiada vuestra Fe con la que vivisteis durante vuestra misión aquí en la Tierra. 
  • ¡Cuánta mediocridad veo en vuestra espiritualidad, en vuestra donación, en el seguimiento de vuestra misión! 
  • Ved la trascendencia de vuestros actos, Mis pequeños, de ahora en adelante, no veáis el exterior, ved el alma de vuestros hermanos, ¿qué vais a dejar en ésa alma?,  ¿le ayudaréis o no le ayudaréis, la vais a atacar o la vais a levantar?
  • Meditad esto, Mis pequeños, y pedidLe a Mi Hija, la Siempre Virgen María, que os ayude a crecer y aprender callando.
  • Cuando vivís en el Amor y lo dais, este crece, pero si no actuáis con responsabilidad y les pedís a los demás que oren por vuestras necesidades, no estáis haciendo crecer el Amor, Mi Amor, que Vive en vosotros.



Mensaje de Dios Padre a J. V. 


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os vuelvo repetir: Benditos vosotros que vivís en Fe porque algún día Me veréis de frente y será premiada vuestra Fe con la que vivisteis durante vuestra misión aquí en la Tierra. 

Hijitos Míos, la vida de la Gracia, es la vida perfecta para el hombre, es en el momento en el cual, el alma, estando limpia y, por ello, estando feliz, puede acercarse a Mí, vuestro Dios y Creador. Es una felicidad santa, el alma misma se da cuenta de ello, el sentirse sin pecados graves, el sentirse, en lo posible, sin pecados veniales, aunque son pecados, al fin y al cabo, pero en el estado de Gracia, del que os estoy hablando, cuando el alma se siente limpia, aunque sea por momentos, porque vosotros sois muy inestables, Me enseña con alegría su pureza, se siente alegre ésa alma y es como Yo quisiera que os mantuvierais todos vosotros.

Por eso envié a Mi Hijo Jesucristo, para que tuvierais la oportunidad de ver un Alma Santísima, cómo se desenvolvió entre los hombres. Aún a pesar de que el pecado os rodea, si os mantenéis como Mi Hijo, vosotros podéis tener ésa alegría perfecta.

Ciertamente, satanás se da cuenta de ello y os lleva hacia la tentación y, como os dije, vuestras almas son muy inestables y en la mayoría de los casos, caéis y, aunque ésa alegría de parte vuestra hacia Mí, duró muy poco, Me dais una alegría inmensa, Mis pequeños. Es como cuando los niños pequeños hacen algo que consideran que es muy bonito y van y le enseñan a sus padres lo que tienen, lo que hicieron, porque les gustó mucho y los padres lo gozan, así también vosotros, Me dais mucha alegría cuando tratáis de manteneros en el estado de Gracia.

Ciertamente, en ése momento, tenéis un acercamiento muy grande Conmigo, podéis tomar de Mí lo que necesitéis, podéis tomar de Mis Potencias para ayudar a muchos hermanos vuestros y, también, podéis tomar de Mí, lo que necesitéis para vuestra perfección, porque os he dicho que para eso estáis llamados vosotros, a ser perfectos, como Yo Soy Perfecto.

En el Reino de los Cielos, se vive una alegría eterna, porque estáis en estado de Gracia, vuestra alma está pura, es santa, pero allá, ya no hay pruebas, las pruebas existen aquí, en la Tierra y estáis viviendo en Fe. 

En el Reino de los Cielos, ya no vivís de Fe, porque Me tenéis de frente; gozáis Conmigo, vivís Conmigo; por eso vuestros méritos aquí en la Tierra son grandes, cuando hacéis todo en Fe, dándoMe todo lo que hacéis, a Mí, vuestro Dios, porque, ciertamente, no Me habéis visto, pero vuestra alma Me intuye, vuestra alma cree, vuestra alma Me ama, vuestra alma Me busca y eso tiene un gran mérito, Mis pequeños, porque, aun viviendo en la obscuridad en la que vivís, que es la maldad de satanás alrededor vuestro, mientras cumplís con vuestra misión, vosotros buscáis la Luz, os llenáis de ésa Luz, que Soy Yo, a pesar de que no la hayáis visto, pero brota de vosotros, porque tenéis Fe.

Dichosos aquellos que creen en Mí sin haberMe visto, dichosos aquellos que Me buscan sin haberMe visto, pero Me intuyen y esa intuición, viene cuando el alma vive en Mí, cuando vivís en ése estado de Gracia, en el cual Yo Me puedo derramar abundantemente sobre vosotros.

Mis Bendiciones, Mis regalos espirituales, caen abundantemente sobre las almas, cuando estáis en ése estado bellísimo de vuestra alma, el estado de Gracia. Yo premio en múltiples formas, a aquellas almas que tratan de mantenerse puras, santas y ligadas íntimamente a Mí, vuestro Dios, porque es a través de ésas almas en las que Yo Me puedo derramar sobre vosotros. Tenéis hermanos, a vuestro alrededor, que reciben Mis Gracias, Mis Bendiciones, Mis Dones, por hacer el Bien y, vosotros, hermanos de ellos, gozáis también de Mis Bendiciones.

Os vuelvo repetir: Benditos vosotros que vivís en Fe porque, algún día Me veréis de frente y será premiada vuestra Fe con la que vivisteis durante vuestra misión aquí en la Tierra. 

Os Bendigo, Mis pequeños, que Mi Amor se derrame sobre vosotros.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Cuánta mediocridad veo en vuestra espiritualidad, en vuestra donación, en el seguimiento de vuestra misión! 

Hijitos Míos, ¡cuánta mediocridad veo en vuestra espiritualidad, en vuestra donación, en el seguimiento de vuestra misión! 

Os mandé a Mi Hijo, para que vierais en Él, cómo, a pesar de ser tan atacado, por ser Mi Hijo, vuestro Salvador, Él se mantenía en obediencia a lo que Yo Le pedí, por vuestra salvación.

Su Oración era ininterrumpida, Él Me tenía, continuamente, en su Mente y en Su Corazón, Nuestra comunicación era total, absoluta, no había momentos de separación, era una Vida continua espiritual para Conmigo.

Es la única forma, Mis pequeños, en que os podéis mantener seguros en la Tierra, porque satanás siempre está al acecho de vuestra alma. En el momento en el que vosotros os distraéis con las cosas del Mundo, ya que ésas distracciones os las pone satanás porque os conoce perfectamente a cada uno de vosotros, si no estáis Conmigo, caéis y se aprovecha satanás, os desvía y vosotros, perdéis ésa comunicación íntima, con la cual Yo os estoy dando Vida.

Ya os he hablado de esto, Mis pequeños, que si por un momento, en una fracción de segundo, vosotros no estuvierais en Mi Pensamiento, moriríais de inmediato, porque vosotros vivís porque estáis en Mí, Yo os doy la vida. Cuando quiero que regreséis, os mando llamar y vuestro cuerpo deja de existir, vuestra alma regresa a Mí, ya sea para que gocéis eternamente Conmigo o para que recibáis vuestro castigo a vuestras malas obras, ya sea en el Purgatorio o quizá hasta os podáis condenar eternamente.

Entended, Mis pequeños, que aun a pesar de que Soy un Juez Severo, Juzgo con gran Misericordia. Si vosotros actuarais como jueces y juzgarais a vuestros hermanos, aun  sabiendo de la actuación de toda su vida, y esto es, que vosotros tomarais Mi lugar por un momento, vuestros juicios no serían misericordiosos, ciertamente, juzgaríais por el Bien y por el mal que han hecho las almas, pero la misericordia, que es Mi Amor Infinito, Inmenso, Inconmensurable sobre vosotros, os da muchas oportunidades de salvación y voy tomando todos ésos momentos a lo largo de vuestra existencia, que os pueden salvar, a pesar de vuestra mala vida y eso no lo haríais vosotros, os dejaríais llevar, quizá, por una mala actuación de vuestros hermanos y los condenaríais sin darles oportunidad a ésas almas, ni tomar en cuenta actos buenos de su existencia. 

Con esto os quiero dar a entender que Yo no Soy un Juez severo, Soy Justo, más no severo, vuestro actuar, vuestro juicio, sí sería severo, porque no tenéis Mi Misericordia y Mi Amor Infinito sobre vosotros, a quienes tanto amo.

Por eso os repito, que vuestro amor y vuestra forma de ser, espiritual, es muy mediocre y así os la pasáis, prácticamente, toda vuestra existencia, en una mediocridad espiritual, en donde no dais vosotros vuestro máximo. Me dais, prácticamente, lo mínimo necesario para que Yo no esté molesto con vosotros, pero no sois hijos sobresalientes en Mi Amor, en buenas obras, con quienes Yo pueda “presumir”, en el Reino de los Cielos.

Hay almas que sobresalen, porque se han volcado, totalmente, a Mi Amor. Han tomado, de Mi Hijo Jesucristo, Sus Enseñanzas, Su Vida, Su Ejemplo y han tratado de ser otros Cristos. Es muy importante lo que os voy a decir: para llegar a ser otros Cristos, deberéis luchar contra vuestro propio ser, es una lucha continua contra vosotros mismos, contra vuestras pasiones, contra vuestros pecados, contra vuestra negligencia, contra vuestra mediocridad; es apartar todo aquello que no os sirve verdaderamente para que lleguéis a ser santos, como os quiero ver y ésa lucha es continua contra vosotros mismos, para hacerle lugar a la Presencia de Mi Hijo en vosotros.

Y esto os lo he repetido muchas veces, que tenéis que ser otros Cristos en este tiempo y, ciertamente, que no podréis ser otros Cristos, viviendo en la mediocridad espiritual en la que vivís, prácticamente, todos vosotros. 

Tenéis que dar más, Mis pequeños, Yo os voy a dar el Reino de los Cielos, es un lugar inimaginable para vosotros, es un regalo inmenso para las almas que han luchado para vivir como Yo os quiero ver a cada uno de vosotros: santos, perfectos, hermosos porque así es vuestra alma: hermosa, bellísima, cuando ésta es santa. Y ésa es vuestra obligación, ser santos, como Yo, vuestro Padre, Soy Santo.

Apartaos, pues, de la mediocridad, Mis pequeños, porque os puedo vomitar. Sed fríos o calientes, pero no mediocres,luchad contra vosotros mismos, para que Mi Hijo, el Santo de los Santos, tome vuestro lugar y gozaréis inmensamente, que Él tome vuestro lugar y se os llame ser otro Cristo aquí en la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Ved la trascendencia de vuestros actos, Mis pequeños, de ahora en adelante, no veáis el exterior, ved el alma de vuestros hermanos, ¿qué vais a dejar en ésa alma?,  ¿le ayudaréis o no le ayudaréis, la vais a atacar o la vais a levantar?

Hijitos Míos, al dejaros las Obras de Misericordia, con ellas os vais perfeccionando y es una de las mejores formas, porque os vais pareciendo a Mi Hijo. Veis por la necesidad de vuestro  hermano, así como Mi Hijo veía por la necesidad de cada uno de los que estaban a Su alrededor pero, ciertamente, no todos se acercaban a Él, pidiendo una bendición, porque, también, les faltaba Fe, a pesar de estar viéndoLo actuar con capacidades Divinas. Tenían a su Dios, a su Salvador, al Mesías frente a ellos y no daban su brazo a torcer. Ahora, desgraciadamente, hay muchos hermanos vuestros que aun viendo, no creen. El hombre es duro de corazón, le cuesta tanto vivir en Mí, no vivís como os he dicho, en oración continua, profunda, porque tenéis muchas cosas qué hacer del Mundo, en lugar de compartirMe vuestro tiempo con vosotros.

Con las Obras de Misericordia, os doy la oportunidad de que os hermanéis los unos con los otros, que veáis por el bien de vuestros hermanos, como lo vivís en la familia en la que nacéis, aunque, ciertamente, aún dentro de algunas familias en las que nacéis, hay disputas, hay odios, rencores, maldad, envidias, porque Mi Espíritu, no está en ésas familias.

Pero hablándoos de Mi Familia Celestial, vosotros, al vivir en el Amor, tratáis de darlo, porque os he dicho que el Amor es dinámico, que no lo podéis detener. Cuando, realmente, amáis de corazón, tratáis de dar a vuestros hermanos ése tesoro tan grande, que es Mi Amor, pero, ¿qué sucede con la mayoría de vosotros? Veis al pobre que os pide y cuando os acercáis a él, volteáis vuestra cabeza y veis para otro lado, para no verlo a él, ponéis muchos pretextos para no ayudarle y así os justificáis ante Mí y ante los demás, que no disteis dinero a ése hermano que os pedía, por el mal uso, que, según vosotros, le dará.

Os he dicho que seréis juzgados en el Amor y seréis juzgados por vuestras obras, principalmente. Yo veré lo que vosotros hicisteis por vuestros hermanos, ahora, si ellos utilizaron para mal, lo que vosotros disteis con un deseo de bien, ellos serán juzgados de otra forma, en cambio, vosotros seréis juzgados en el Amor, porque vuestra intención, era buena hacia ellos.

Quiero que entendáis perfectamente esto, Mis pequeños, Yo veo lo que vosotros hacéis por los demás y, eso es lo que cuenta, Mis pequeños, lo que estáis haciendo de bien, para que vuestros hermanos, también, gocen del mismo bien que vosotros tenéis.

Para muchos, el dinero es malo, os lleva a la condenación y no es verdad, Mis pequeños, vosotros le podéis dar un buen uso o un mal uso a las cosas y eso depende de vuestra conciencia, de vuestra forma de ser, de lo que lleváis en vuestro corazón.

Una moneda que deis a algún hermano vuestro, ciertamente, le puede dar alimento por ése día y sobrevivir un día más, cuando se es muy pobre o, ciertamente, ésa moneda se puede usar para el mal, que hasta puede llevar a ésa persona a su condenación eterna.

Vosotros deberéis vivir en el bien, como Mi Hijo os enseñó, cada quién tiene el libre albedrío y una situación puede ser buena para una persona y, ésa misma situación, puede ser mala para otra. Yo Juzgaré al final de vuestra existencia y Juzgaré vuestras obras en las cuales vosotros ayudasteis a vuestros hermanos en diferentes formas. 

Os he dado infinidad de situaciones en las cuales podéis ayudar a vuestros hermanos. Os he dado Sabiduría, también, para que vuestra ayuda, realmente, sea eso hacia vuestros hermanos, que sepáis vosotros, también, administrar vuestros bienes que vais a dar a vuestros hermanos y ésos no sean utilizados para un mal. Siempre, ved a Mi Hijo en vuestros hermanos, porque así os lo dijo Él, porque cada vez que estáis ayudando a algún hermano vuestro o lo estáis atacando, a Quien estáis ayudando o atacando, es a Mi Hijoporque Él vive en cada uno de vosotros; vosotros veis el exterior, Nosotros veMos el interior y a lo que estáis afectando, no es al cuerpo de vuestros hermanos, es a su alma y las almas están en íntimo contacto Conmigo, porque Yo Soy vuestro Creador. Yo creé cada una de vuestras almas y, si estáis ayudando a un hermano vuestro, estáis ayudando a su alma, porque en ellas se quedan los recuerdos, los agradecimientos, las Bendiciones, las Gracias. Es el alma de vuestros hermanos a la que haréis vivir o a la que haréis morir.

Ved la trascendencia de vuestros actos, Mis pequeños, de ahora en adelante, no veáis el exterior, ved el alma de vuestros hermanos, ¿qué vais a dejar en ésa alma?,  ¿le ayudaréis o no le ayudaréis, la vais a atacar o la vais a levantar?
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Meditad esto, Mis pequeños, y pedidLe a Mi Hija, la Siempre Virgen María, que os ayude a crecer y aprender callando.

Hijitos Míos, vosotros sois muy dados a la crítica y a la crítica destructiva. De tiempo en tiempo, voy suscitando almas, a las cuales, les he dado capacidades extras o conocimiento extra, arriba del nivel de vosotros, para que os guíen, para que os ayuden, para que os levanten, tanto en vuestra forma de vivir humana, como también en la espiritual. Ciertamente, tenéis la perfección en las Sagradas Escrituras y, si las siguierais, eso bastaría y no necesitaríais a nadie, pero, voy suscitando almas que os enseñen, que os guíen, que os hagan poner en práctica lo que tenéis en el Libro Santo.

Os pregunto: ¿quiénes son los más criticados entre vosotros? Normalmente, los que se salen de lo normal; es vuestra envidia, muchas veces, la que hace que ataquéis al hermano que os lleva a otro conocimiento que os da con alegría, pero que no estáis habituados a ello y eso fue lo que sucedió con Mi Hijo Jesucristo, se salió del normal de la gente del momento. Ciertamente, Lo seguían porque les llamaba la atención ése Conocimiento que Él les traía, pero ¿cuántos de ellos, realmente, entendieron la lección? Pocos, muy pocos, porque al final, prácticamente todos gritaron “crucifícaLe”.

A lo largo de la historia, he enviado almas que os ayuden a crecer en tecnología, o en otras ciencias y hasta la misma Iglesia los ha condenado, porque no estaban preparados para ése conocimiento y ya que pasó el tiempo y se dieron cuenta que ése conocimiento era bueno, se arrepintieron de haber eliminado a ésos hermanos vuestros, porque, simplemente, no tuvieron la sabiduría y la humildad para reconocer que era Yo, el que os estaba ayudando a través de ésos hermanos vuestros. 

La crítica, vosotros mismos lo decís es, a veces, muy destructiva. Cuando no entendéis algo, criticáis destruyendo, muy pocas veces, criticáis construyendo y, esto sería, actuar con Sabiduría. Pedid ayuda a Mi Santo Espíritu, para que entendáis ése otro Conocimiento que os doy, que os puede llevar a un Bien, muy grande, con el cual, os podéis perfeccionar, o ¿acaso vosotros os sentís que sois perfectos y que tenéis todo el Conocimiento que existe? Si respondéis afirmativamente estáis llenos de soberbia. Os he dicho que sois como bebés de párvulos, que os falta mucho por conocer. 

Vuestros Primeros Padres tenían el Conocimiento Infuso y lo perdieron por el Pecado Original; vosotros, apenas tenéis algo de ése Conocimiento que tenían vuestros Primeros Padres, es un Conocimiento raquítico de todo lo que os rodea, de todo lo que Yo Creé, de todo lo que Yo os di con Amor. Es más sabio callarse, meditar y esperar, cuando conocéis algo nuevo, para que no actuéis precipitadamente y con error.

Callad, como Mi Hija, La Siempre Virgen María, callaba y meditaba todo lo que veía, especialmente, el Conocimiento de Su Hijo, Dios Mismo, que Ella llevó en Su Vientre, que Le ayudó a crecer humanamente, porque espiritualmente y en Sabiduría, Él Le enseñó todo, por ser Mi Hijo, por ser su Hijo. 

Es más fácil crecer en Sabiduría callando, que criticando. Meditad esto, Mis pequeños, y pedidLe a Mi Hija, la Siempre Virgen María, que os ayude a crecer y aprender callando.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Cuando vivís en el Amor y lo dais, este crece, pero si no actuáis con responsabilidad y les pedís a los demás que oren por vuestras necesidades, no estáis haciendo crecer el Amor, Mi Amor, que Vive en vosotros.

(Lenguas…) Hijitos Míos, es común entre vosotros escuchar, que pidáis por alguien, con el pretexto de que vosotros estáis más cerca de Mí, y ellos no lo hacen directamente, os piden a vosotros y no debe ser así, Mis pequeños, no estáis actuando en la posición en la que fuisteis creados. 

Sois Mis hijos y tenéis un compromiso fuerte Conmigo, os he dado el don de la vida para estar en la Tierra, para salvar almas, para llevar Mi Palabra y Mi Ejemplo a vuestros hermanos y llenar a este Mundo de Amor, y esta responsabilidad cae sobre todos vosotros. 

Ciertamente, cuando vosotros veis a algún hermano vuestro que no está manteniéndose en estado de Gracia, que se está debilitando, que satanás lo está atacando mucho y su vida espiritual va decayendo, a tal grado, que satanás le quite toda ésa protección y, así, llevarlo a la condenación eterna, es en ése momento en que vosotros debéis actuar, ciertamente, vosotros vais a interceder por ésa alma, que es diferente a la otra situación, de que alguien llegue y os pida que oréis por sus necesidades y se deslindan de sus obligaciones. 

Todas las almas tienen obligación de estar Conmigo, de estar en ésa íntima conexión, como estaba Mi Hijo.

Piden, pero para no tener ningún compromiso, quizá crean que si Me van a pedir, luego Yo les voy a pedir algo más a ellas y, ciertamente, así será, les voy a pedir unión Conmigo. 

Todos vosotros debéis de vivir unidos a Mí, vuestro Dios, cuidándoos unos a otros, orando unos por los otros, protegiéndoos con la oración unos a otros; eso es el Cielo en la Tierra, es la vida espiritual y aún humana, que debéis llevar en la Tierra, que os va a unir perfectamente a Mí, vuestro Dios, por los Méritos y Enseñanzas de Mi Hijo Jesucristo, vuestro Salvador.

Todos vosotros, al haber recibido el don de la vida, ya desde ése preciso momento, tenéis un compromiso grande Conmigo, y ése compromiso, lo tendréis durante toda vuestra existencia.

Ciertamente, no todos aceptan ése compromiso y se deslindan de responsabilidades, cada quien quiere hacer su propia vida; cada quien quiere ser autor de su propia existencia y no darle crédito a nadie y así Me hacen a un lado de su vida, que, ni acuden a Mí por ayuda o si lo hacen, hasta Me exigen la ayuda y luego ni se acuerdan de Mí en lo absoluto, evitando hacer una vida en perfección, respetando Mis Leyes y Mandamientos. Esa es otra faceta de la mediocridad en la que vive la gran mayoría de vuestros hermanos alrededor de la Tierra. No quieren vivir unidos a Mi Amor, a vuestras obligaciones de familia, de ser hermanos unos con otros y ayudarse unos a otros a crecer espiritualmente.

Mi Hijo os dijo: “Amaos los unos a los otros”, pero hasta de eso os deslindáis, no queréis saber nada del hermano, para que no os moleste, para que no os pida, para que no tengáis que darle de lo que no es vuestro, porque lo que tenéis, no es vuestro, Yo os lo doy para ayudaros y para que ayudéis, pero, vosotros, os apropiáis de todo lo que Yo os doy y no compartís; de eso seréis juzgados, Mis pequeños.

Amaos los unos a los otros, se dice fácil, pero es tan difícil para vosotros actuarlo. Yo os amo, he puesto Mi Amor en vuestros corazones para que de esta forma, pudierais dar fácilmente Mi Amor a los demás. Vosotros debéis respetar Mi Amor, Mi Vida, que Vive en vosotros y debéis acrecentarla, para bien vuestro y el de vuestros hermanos. 

Cuando vivís en el Amor y lo dais, este crece, pero si no actuáis con responsabilidad y les pedís a los demás que oren por vuestras necesidades, no estáis haciendo crecer el Amor, Mi Amor, que Vive en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

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