Rosario vespertino Temas:
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V. Ofrecimiento, Habla Dios Padre, Sobre: EscuchadLa en vuestro corazón, llevadLa siempre con vosotros, que Ella os va a traer a Mí, en Mi Santísima Trinidad y de eso estad seguros. Sí, Mis pequeños, este es un día grande, fiesta de Mi Hija, así como otros días, también grandes, en que se celebran fiestas especiales de Mi Hija, la Siempre Virgen María. Mis pequeños, os reúno a vosotros y reúno a aquellos que aman a Mi Hija, en estos momentos especiales de la historia, es cuando necesitáis de Su ayuda, porque éstos son Sus tiempos, estos son los tiempos en que Mi Hija, la Siempre Virgen María, ayudará al género humano en éste momento de cambio, en esta transición que estáis padeciendo ya, y que pronto terminará. Pero ciertamente, para algunos será muy dolorosa, mientras que para otros, los que están Conmigo, no lo será tanto y menos para aquellos que tienen ésa vida espiritual en Mi Hija, la Siempre Virgen María. Mis pequeños, os pido oréis fuertemente por aquellos hermanos vuestros que han sido engañados por satanás, para que Le tengan ése amor que tanto se merece Mi Hija, un Amor desinteresado, un Amor eterno, un Amor que solamente quiere vuestra salvación y quiere traeros de regreso a vuestra Casa Celestial, Conmigo, Mis pequeños. Dadle las gracias de corazón a Mi Hija, porque Ella continuamente está velando por cada uno de vosotros, siempre está cuidando de los vuestros y de vuestras cosas materiales, de vuestras necesidades y sobre todo, de vuestro amor hacia Mí. EscuchadLa en vuestro corazón, llevadLa siempre con vosotros, que Ella os va a traer a Mí, en Mi Santísima Trinidad y de eso estad seguros, Mis pequeños, porque Ella, es la Intercesora para vuestra salvación, intercesora ante Mi Hijo y siempre os cuida para que vuestros pecados sean perdonados y podáis regresar nuevamente hacia Mí, hacia vuestro Creador. Os Bendigo, Mis pequeños, Bendigo vuestras familias y Bendigo a todos aquellos por los que queráis que Mi Gracia caiga sobre ellos para su salvación eterna. Os digo que son momentos difíciles y vosotros como hijos de esta Madre Celestial que os he dado, debéis orar por vuestros hermanos porque sois familia, sois Mi familia, sois la familia del mundo y debéis orar de corazón, porque ya debéis amar a vuestros hermanos con todas las Enseñanzas y con todo el Amor que he derramado sobre vosotros. Debéis cuidar a vuestros hermanos que se han apartado del redil y sobre todo aquellos que mucho daño están haciendo a Mi Iglesia, al grado de apartar a muchos hermanos vuestros de las Verdades de la Fe y sobre todo de Mi Amor. Os Bendigo, Mis pequeños y llevad Mis Bendiciones a todos los vuestros. Gracias, Mis pequeños. Primer Misterio, Habla La Santísima Virgen María, Sobre: No desperdiciéis ya el tiempo y enseñadle esto a vuestros hermanos, a no desperdiciar lo que Nuestro Dios os dio para hacer grandes obras para el Reino de los Cielos. Hijitos Míos, la función de una madre dentro de la familia, es la de unirla, debe haber apoyo de la mujer hacia el esposo y hacia los hijos. A la mujer se le ha dado un corazón muy especial, un corazón amoroso, un corazón que sabe tocar el corazón del esposo y de los hijos, un corazón que lleva a amar al Corazón de vuestro Dios. Hijitos Míos, Yo como Madre vuestra, tengo esa función para con el género humano. Yo os uno como familia en la Tierra, Mi Hijo Me dejó ésa tarea bella de reuniros como rebaño, de llevaros a Su Corazón, de enseñaros a amar a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Ciertamente hay corazones duros, difíciles de abrir, porque sus padres no les enseñaron a respetar a Nuestro Dios y sobre todo a amarlo desde que eran pequeñitos. Pero Yo, como Madre vuestra, a lo largo de la vida de estos niños que quedaron desamparados por las enseñanzas de sus padres, de alguna forma, al irlos cuidando en su camino por el mundo, aprovecho las oportunidades en su vida para que tengan contacto con el Amor de la Trinidad y puedan ellos empezar a sentir ése amor que no han cultivado, porque no se les enseñó cómo cultivarlo. Yo como Madre vuestra voy cuidando los intereses de Nuestro Dios, intereses Divinos y vosotros sois ése interés Divino, Mis pequeños, vuestras almas Le interesan a Nuestro Dios, Yo voy cuidando vuestras almas, voy luchando contra los ataques del enemigo en todo momento, porque ciertamente sois atacados en todo momento por el enemigo, pero os voy cuidando y le pido a los santos ángeles que os vayan protegiendo contra sus ataques infernales que os llevan por caminos muy diferentes a los que os vino a enseñar Mi Hijo, Jesucristo. Muchos de vuestros hermanos han sido engañados y llevados a otro tipo de creencias en donde se Me hace a un lado y, estos hermanos vuestros, desamparados quedan, aparentemente, porque aunque no se Me llame, aunque no se Me invoque, Yo estoy junto a ellos. La madre ama, la madre se da, la madre se sacrifica, la madre da su vida con tal de que el hijo viva y así estoy Yo con vosotros en estos momentos de la humanidad, Mis pequeños. La lucha es fuerte, la lucha espiritual tremenda, satanás atacando está, pero nunca podrá con el Poder Divino que tengo y que Me ha otorgado la Santísima Trinidad. Ciertamente, él sabe que será vencido por una Mujer, por una Creatura y Yo, que Soy Pequeñita, y esto es lo que más le molesta a satanás y su enojo es grande, sabe que será vencido por Mí, por Mi Amor y eso hace que él contraataque a todos vosotros, Mis pequeños. Pero Yo os protejo, porque Soy vuestra Madre, pero aquellos que se quieren salir de Mi Protección Maternal, y no quieren hacer caso a Mis llamamientos de Amor, estas almas ciertamente sufren mucho y, sí, desgraciadamente, muchas se condenan porque no quieren escuchar Mis llamados de Amor, que son los llamados de Mi Hijo para su salvación eterna. Yo os sigo cuidando en todo momento, Mis pequeños, sigo cuidando a vuestras familias, sigo cuidando a la Iglesia, sigo cuidando al mundo entero, pero el hombre, prefiere lo del mundo, prefiere los goces del mundo a los goces espirituales, prefiere lo que puede tocar, todo lo material, todo lo mundano que les da una supuesta seguridad, porque pueden tocar y ver estos bienes del mundo, pero les falta Fe para que puedan apreciar los regalos Divinos. Y por eso vuestra oración, Mis pequeños, es necesarísimos en estos tiempos para que viendo, como hermanos, las necesidades de vuestros hermanos que están tan equivocados, vosotros podáis ayudarMe con vuestra oración para la salvación de vuestros hermanos. Sí, Mis pequeños, la salvación no va a ser solamente del Cielo hacia vosotros, también es desde la Tierra hacia vosotros y esto es, que debéis cuidaros como hermanos y Dios lo permite así, que vuestra oración sea válida y poderosa también para proteger y salvar a vuestros hermanos. Tenéis pues, una función muy importante, una tarea grande en estos tiempos de tribulación para la salvación de infinidad de almas. Como os dije, no es una tarea solamente del Cielo, vuestro Dios no viene a obligaros para vuestra salvación eterna, Él os viene a pedir, os viene a tratar de convencer con el Amor, para que regreséis al Reino del Amor, pero muchos, muchos hermanos vuestros no entran dentro de su corazón para escuchar los llamados que deja Nuestro Dios en vuestro corazón, en cada corazón y entonces, es cuando vosotros entráis en acción, Mis pequeños, como estos hermanos vuestros están tan materializados, ahí es donde vuestra presencia material los debe convencer y entonces se derrama Mi Esposo, el Santo Espíritu sobre vosotros para que podáis convencer a vuestros hermanos en que deben regresar al buen camino y con vuestras buenas obras, con vuestro cambio y sobre todo, con vuestro actuar en el Amor, es como vais moviendo corazones duros, corazones difíciles de conversión. ¿Os dais cuenta de vuestra tarea tan importante, Mis pequeños, en estos tiempos? ¿Os dais cuenta que debéis ayudar en la salvación de vuestros hermanos? Esto se os tomará en cuenta, Mis pequeños, para vuestro Juicio y para vuestra vida eterna, vuestro Dios os preguntará lo que hicisteis para el bien de vuestros hermanos, tanto en lo material como en lo espiritual, qué dejasteis en el corazón de todos aquellos que os rodeaban, aquellos que convivían con vosotros, aquellos que vivían en tribulación y si realmente vosotros les ayudasteis a resolver sus problemas, tanto materiales como espirituales. Ellos confían en lo que están viendo y por eso os deben ver a vosotros viviendo en un ejemplo santo, y ciertamente viviendo también en el mundo, pero no para el mundo y enseñándoles que la vida espiritual es más importante para trascender eternamente. Vuestro actuar, Mis pequeños, en estos momentos es determinante para muchas almas, muchas se salvarán por vuestra oración y por vuestro ejemplo. Entonces, pues, entended que ya no debéis perder el tiempo. El tiempo que estáis viviendo ahora sobre la Tierra, es un tiempo precioso, invaluable con el que podréis vosotros salvar muchas almas y vosotros podéis tener un lugar predominante en el Reino de los Cielos por todo lo que hicisteis para engrandecer el Reino de Dios. Es muy importante, Mis pequeños, que toméis Mis Palabras de Madre en cuenta y que no las echéis en saco roto, porque muchas almas están en grave peligro de condenación eterna y, esto también sabréis, Mis pequeños, y de eso se os juzgará, sobre todo del pecado de omisión. Todo lo que pudisteis haber hecho de bueno y no lo hicisteis y veréis cómo almas que se pudieron haber salvado con vuestra oración y donación, no se salvaron, porque estabais embebidos en el mundo, en las cosas que no os iban a dar ningún bien para vuestra alma y que no os iban a ayudar a trascender eternamente. Vivir para Nuestro Dios, y para con Él, ciertamente es un compromiso grande, pero este compromiso, si lo tomáis, se recompensa, -iba a decir grandemente-, pero es más que eso, Mis pequeños, Nuestro Padre y Nuestro Dios, Nos recompensa a un nivel inimaginable, infinito y debéis creer en ello. Os pido pues, Mis pequeños, que viváis ya estos tiempos que os restan, antes del gran cambio, donados totalmente a Mi Corazón de Madre, para que Yo os enseñe, os proteja, os cubra, os guíe y os lleve por buen camino, que este os llevará finalmente a vuestro gozo eterno. No desperdiciéis ya el tiempo y enseñadle esto a vuestros hermanos, a no desperdiciar lo que Nuestro Dios os dio para hacer grandes obras para el Reino de los Cielos, vosotros, como autores de estas obras, obtendréis grandes regalos eternos, empezando por vuestra salvación. Gracias, Mis pequeños. Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María, Sobre: Sois almas consentidas, Mis pequeños, cada uno de vosotros, aún aquellos que no se sienten consentidos. Hijitos Míos, veis destrozos alrededor del mundo, veis cómo la naturaleza está siendo afectada también por vuestra maldad. Sí, Mis pequeños, porque vosotros tenéis en vuestro corazón ésa maldad y no estáis cuidando lo que Nuestro Dios os dio como hogar. Estáis afectando, sin cuidar, todo aquello que os rodea y, si vosotros no lo cuidáis, ¿cómo queréis que responda la naturaleza hacia vosotros? Mucho mal hay en el corazón del hombre, pero sobre todo mucha irresponsabilidad. No sois responsables o no os queréis hacer responsables de la Creación. Nuestro Padre y Nuestro Dios os dio cosas bellísimas y vosotros las veis. Veis por todos lados tantas bellezas en la naturaleza, en los cielos, en la tierra, en los mares, todo esto os lo dio para que vivierais contentos y al ver tantas maravillas, que bendijerais Su Santo Nombre en todo momento, esto es lo que un alma sensible, santa, debiera hacer hacia su Creador. Os debierais dirigir constantemente a Nuestro Dios en alabanzas, en bendiciones, en cantos, tantas y tantas formas de agradecer a Nuestro Dios todas Sus Bondades. Y ¿cuándo lo hacéis esto, Mis pequeños? Rara vez, prácticamente nunca, y muy pocos podrían decir que todos los días, pero un momentito solamente, os falta más agradecimiento en vuestro corazón. Nuestro Dios se encarga de vuestra vida día y noche, en todo momento, no aparta Sus Ojos, no aparta Su Providencia Divina sobre vosotros, os protege contra todo ataque del enemigo. Sois almas consentidas, Mis pequeños, cada uno de vosotros, aún aquellos que no se sienten consentidos, pero Dios, Nuestro Padre y Nuestro Dios no os creó solamente para que sufrierais, para que vinierais a la Tierra, para que estuvierais aislados y que Su Providencia no llegara a vosotros, ¡no!, Mis pequeños, estáis muy equivocados cuando pensáis así. Desde antes de vuestra concepción ya estabais en Su Pensamiento y en Su Corazón. Él os llevaría a tener una vida física y espiritual, grande y bella si vosotros os dejarais, pero vosotros impedís que la Gracia de Nuestro Dios venga, llegue a vosotros, os transforme y vosotros sintáis las grandezas de Nuestro Dios en vuestra vida. Recordad lo que se os dice, que mientras más pidáis, más se os dará que, ciertamente, compromiso grande tendréis, pero si ya aprendisteis a pedir y a tomar en cuenta a Nuestro Dios en vuestra vida, también Él os ha enseñado a agradecer inmensamente. PedidLe pues, que vosotros tengáis ésa sensibilidad espiritual pero, primeramente, daos cuenta de todas las Bendiciones que recibís en todo momento de vuestra vida. De día y de noche, os deis cuenta o no os deis cuenta de ello, agradecedlo así también, Mis pequeños. Agradeced inmensamente a Nuestro Dios y, pedidMe ayuda para ello, Mis pequeños, ya que muchas veces vuestra forma de agradecer es muy complicada, y no lo suficientemente grande como para agradecerLe a Nuestro Dios por todo lo que recibís momento a momento, segundo a segundo de vuestra vida. Yo, como Madre vuestra puedo llevar vuestros agradecimientos y engrandecerlos como Nuestro Dios se los merece. Yo también conozco vuestro corazón y conozco vuestros sentimientos. Conozco vuestros sentimientos de amor y puedo engrandecerlos para que Nuestro Dios reciba lo que vosotros queréis que Él reciba, ya que no cabe en vuestras expectativas ni en vuestras capacidades hacerlo, pero Yo sí lo puedo hacer, porque conozco a Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad y puedo llevar vuestros agradecimientos, peticiones, vuestras necesidades, al Corazón de la Santísima Trinidad. Os pido nuevamente no os apartéis de Mí, Soy vuestra Madre y puedo hacer mucho, muchísimo por vosotros, Mis pequeños. Una Madre, os vuelvo a repetir, conoce el corazón del padre y conoce el corazón de los hijos. Tened confianza en Mí que os podré ayudar grandemente. Gracias, Mis pequeños. Tercer Misterio, Habla Dios Padre, Sobre: Mi Ser es Puro Amor y Yo quiero que vosotros, todos Mis pequeños, todos los creados por Mí, por Mi Corazón, tengan también acceso a éste Amor Eterno. Hijitos Míos, mucho Amor derramo sobre todas las almas a lo largo de vuestra vida. Yo Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador y busco lo mejor para vosotros. Pero veo al corazón del hombre muy apartado del lugar en donde deben estar. A la gran mayoría de vosotros les gusta el orden, os gusta tener todo en su lugar y elimináis todo aquello que no tiene una función de ser. Consideráis basura, cuando no tiene una razón de ser, lo que tenéis en vuestro hogar. ¿Cuántas almas podría Yo considerar así? Es un ejemplo burdo y grosero, Mis pequeños, pero hay tantas almas que no solamente no se acuerdan de Mí, de Mi Amor, de Mis cuidados, de Mi Vida en vosotros, sino que cuando pueden, se burlan de Mí, Me blasfeman, tratan de quitar Mi Vida del corazón de sus hermanos. Son ataques continuos de vuestro mal hacia Mi Bien, hacia Mi Amor, hacia vosotros. Vosotros mismos no soportáis esto, Mis pequeños, si alguien os ataca continuamente y os está llevando hacia el mal y vosotros lucháis por manteneros en el bien, os apartáis de estos hermanos vuestros porque solamente quieren vuestro mal. Si Yo actuara como vosotros, Mis pequeños, muchos de vuestros hermanos estarían ya condenados, no tendrían posibilidad de salvación, pero Yo no Soy como vosotros, Mis pequeños, especialmente porque sé que sois pequeñitos, sois muy endebles para vivir en el Bien y satanás sabe esto y por vuestra afectación en el Pecado Original, sois muy débiles y permitís la entrada del mal en vuestro corazón y difícilmente lucháis por manteneros en una vida en Gracia, una vida de ejemplo, una vida de amor hacia vuestros hermanos, pero sobre todo, hacia Mí. Os falta mucha Fe y no os interesa cultivarla. La Fe la debéis cultivar, Mis pequeños, y esto es, uniéndoos a Mí. Entended, Mis pequeños, que el don de la vida es una Gracia muy grande que os doy, para que vosotros funjáis como emisarios Míos aquí en la Tierra. El hombre rico, el hombre poderoso que tiene muchos negocios, manda a sus hijos a otros lugares para que lo representen y se puedan hacer otros negocios sin su presencia real, pero sí en la presencia de sus hijos y así estáis vosotros en la Tierra, Mis pequeños. Os he dado ésa Gracia tan grande, el don de la vida, pero decir “don de la vida”, debe ser Mi Vida en vosotros, Mis pequeños, y vosotros debéis de llevar Mi Vida a vuestros hermanos alrededor de la Tierra, Yo debo vivir plenamente en vosotros, para que aquellos que entren en contacto con vosotros Me reconozcan a Mí, a través de vuestros actos, de vuestras palabras, de vuestros deseos, de vuestros cuidados. Sí, Mis pequeños, quiero que os deis perfectamente cuenta de lo que debe ser vuestra misión en la Tierra. Sois, os repito, Mis emisarios, porque sois Mis hijos y os creé para ello. Yo envié primeramente a Mi Hijo, Jesucristo y Me reconocieron en Él aquellos que creyeron en Sus Palabras y Me siguieron a Mí y Me amaron a Mí, porque Mi Hijo les enseñó a seguirMe y a amarMe. Y vosotros estáis ahora en estos tiempos, también, de la Tierra, de la eternidad, para que enseñéis a vuestros hermanos a amarMe. Debéis llevar pues, a vuestros hermanos a vivir para la eternidad, a buscar la eternidad. Ciertamente la Tierra tiene su tiempo y terminará en algún momento, pero vuestras almas permanecerán para la eternidad, y es cuando las almas que hayáis vosotros tocado con Mi Presencia en vosotros, os agradecerán inmensamente lo que hicisteis por ellas. Les disteis Mi Presencia, les abristeis los ojos para su salvación eterna, en algún momento, quizá hasta les reprendisteis porque no se estaban portando correctamente y les hicisteis saber cuál era el camino que debieran tomar para vivir en el Bien, en Mi Bien. Seréis recompensados grandemente, Mis pequeños por las almas que salvéis, pero más que nada, por ahora estáis ya recompensados al sentir Mi Presencia en vosotros, Mi Guía amorosa, Mi Sabiduría Divina actuando en vosotros para el bien de vuestros hermanos. Aquellos que son Mis verdaderos hijos, saben gozarMe ya desde ahora, saben vivirMe, saben compartirMe, saben soltarse totalmente a Mi Voluntad y con ello, obtienen una satisfacción inmensa, porque Yo satisfago a todas aquellas almas que se acercan a Mí y siempre Me buscarán, porque el Amor nunca termina y ésa es la belleza de Mi Amor, que viviréis eternamente Conmigo y nunca tendréis una satisfacción total, siempre tendré algo nuevo para vosotros, para las almas, para que estéis gozándoMe continuamente y Yo gozando en vuestra respuesta de Amor hacia Mí. Mi Ser es Puro Amor y Yo quiero que vosotros, todos Mis pequeños, todos los creados por Mí, por Mi Corazón, tengan también acceso a éste Amor Eterno pero, ciertamente, muchas almas están en contra Mía y de vosotros, Mis pequeños. Que el Amor, Mi Amor, que ya habita en vosotros, os lleve a pedir por estas almas confundidas, y aún malas, que han negado la entrada de Mi Amor en su corazón. SalvadMe almas, Mis pequeños, tengo sed de almas, quiero almas y empezando con la vuestra. Gracias, Mis pequeños. Cuarto Misterio, Habla Dios Padre, Sobre: PedidMe Mi Gracia, Mis pequeños, para que podáis sobrellevar estas situaciones que se os vendrán, que ciertamente no serán agradables. Mis pequeños, ciertamente, os he hablado de los flagelos que van a caer sobre la Tierra, para la purificación del género humano, flagelos dolorosos que os harán recordar los flagelos con los que se dañó el Cuerpo Divino de Mi Hijo, pero así como Mi Hijo aceptó ésos flagelos para vuestra salvación eterna, al actuar en Fe y en Amor, Mis pequeños, también tendréis la oportunidad de ofrecer vuestros flagelos para la salvación de vuestros hermanos. Ciertamente, que Mi Hijo, como Dios, no tenía por qué sufrir todo esto, Mis pequeños, Él, sin pecado, no tenía por qué sufrir todo lo que el pecado ha afectado, especialmente vuestras almas. Es vuestra oportunidad, Mis pequeños, de uniros perfectamente al Amor de Mi Hijo. Ciertamente, el hombre quiere mantenerse siempre apartado del dolor, quiere que todo sea bello en su vida y busca todo eso, Mis pequeños, placeres, bienestar. Con lo que ganáis, compráis lo mejor para vivir de lo mejor y no tener preocupaciones, pero el dolor viene y no lo podéis apartar de vuestra vida, porque el dolor está en vuestra vida por el pecado. Pero cuando llega a vosotros el dolor, lo podéis hacer santificante y, así, no desperdiciar las oportunidades, como las tuvo Mi Hijo, para la salvación del género humano. Ciertamente, Yo, como Padre de Mi Hijo, Jesucristo, Lo pude haber enviado y protegido de todo dolor y de toda maldad que el mismo hombre Le propinaba y con crueldad, pero Él lo quiso hacer y aceptó Mi Voluntad, ser uno como vosotros, menos en el Pecado. Y todas ésas ocasiones de maldad, de dolor, las convertía en Vida para la salvación de toda la humanidad. Este es el momento que tendréis vosotros y vuestra oportunidad de ganar almas para el Cielo y, con ello, vosotros tener una posición más alta también en el Reino de los Cielos. Mis pequeños, os repito todo esto para que entre hasta lo más profundo de vuestro ser, porque ciertamente los momentos serán difíciles, y al tener ya esto en vuestra vida, al padecer la purificación que se os vendrá, si no lo tenéis bien asimilado, desperdiciaréis lo que Yo quiero que sea provechoso para todos vosotros. Ciertamente correréis ante los acontecimientos, os preocuparéis por vuestra vida y quizá hasta os olvidéis de ayudar en un determinado momento a alguien que os pida la ayuda, y por eso os repito tanto esto, Mis pequeños, para que cuando el momento llegue, Mis pequeños, actuéis como verdaderos hermanos, actuéis como Mi Hijo actuó para vosotros, salvándoos con Su Dolor y luego con Su Muerte. Tomad todo esto, Mis pequeños, en consideración y llevadlo hasta lo más profundo de vuestro corazón para que, cuando suceda, gocéis en lugar de preocuparos por vuestra vida. Por eso Mi Hijo os lo dijo antes de que os pasara, “el mejor amigo es aquél que da la vida por su salvación” y estos serán momento vuestros, personales y que solamente Yo sabré en donde realmente actuaréis, en donación o en cobardía, en amor o en maldad. PedidMe Mi Gracia, Mis pequeños, para que podáis sobrellevar estas situaciones que se os vendrán, que ciertamente no serán agradables, pero que con Mi Gracia y Mi Amor de Padre las podréis sobrellevar y, sobre todo, con una alegría santa, sabiendo que vuestros dolores no se van a desperdiciar si os acordáis de ofrecérMelos. Gracias, Mis pequeños. Quinto Misterio, Habla Dios Padre, Sobre: Yo Soy el Tesoro que debéis buscar, y cuando Me encontráis, ya no necesitáis nada más, Mi Sabiduría os lo puede dar, pedídMela de corazón. Hijitos Míos, os pido y os he pedido que Me pidáis la Sabiduría Divina. Satanás es muy astuto, es muy inteligente, conoce vuestros pasos, conoce vuestro actuar, él sabe de qué lado flaqueáis, él sabe de qué lado flaquea el hombre, pero él no tiene Sabiduría Divina y por eso os he pedido, Mis pequeños, Me la pidáis, para poder luchar contra sus ataques. Al tener Sabiduría Divina lo podréis vencer fácilmente, porque él no puede contra Mi Sabiduría. Él sabe cómo actuáis en determinadas situaciones, conoce vuestro proceder y conoce vuestras debilidades y eso lo debéis entender bien, Mis pequeños, porque él conoce cómo os puede llevar fácilmente hacia el pecado, hacia la separación de vosotros Conmigo y sobre todo, de no estar ante Mi Gracia y cubiertos con Mi Gracia y con Mi Amor. Si vosotros actuáis en Sabiduría Santa, él ciertamente os seguirá atacando y por vuestras flaquezas podréis caer, pero Mi Sabiduría siempre os levantará, porque os dará las palabras, el consuelo para que os levantéis y eso os fortalecerá porque, ciertamente, como el soldado que cae y se levanta, aprende con el dolor, y Mi Sabiduría es la que hace que vosotros aprendáis por el dolor cuando caéis y os evita que caigáis de nuevo en esa situación específica en donde caísteis. Debéis ayudaros a vosotros mismos con Mi Sabiduría Santa a vencer vuestras propias flaquezas y de los ataques que tendrá satanás para con vosotros, pero también deberéis ayudar a vuestros hermanos, porque Mi Sabiduría Santa también os enseñará a reconocer las flaquezas de vuestros hermanos y apoyarles para que no caigan. Mi Sabiduría Divina es un regalo inmenso para las almas que la buscan y aquella alma que la posee, la goza, porque es cuando Me conoce más y al conocerMe más, que es conocer más al Amor, ésa alma goza inmensamente, porque empieza ya a tener los bienes del Cielo en la Tierra, porque al conocerMe, al vivirMe, al seguirMe, eso ya es un gozo grande para las almas porque han encontrado ésa perla preciosa, esa perla rarísima y de valor inimaginable. Sí, Mis pequeños, Yo Soy el Tesoro que debéis buscar, y cuando Me encontráis, ya no necesitáis nada más, Mi Sabiduría os lo puede dar, pedídMela de corazón. Gracias, Mis pequeños. |
Espíritu Santo, fuente de Agua Viva;
Inunda mi ser.
Espíritu Santo, fuente de Luz Ilumíname
Espíritu Santo, ¡Bendice mi vida entera!
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