domingo, 4 de abril de 2010

YO JESÚS, OS HABLO:

Yo morí por vosotros con infinito amor, pero pocos Me dais por ello nada a cambio, algunos no Me dais ni las gracias






Los días van pasando y os preguntáis los que estáis al corriente de la profecías y eventos anunciados, que cuando llegará todo, sin saber, que cuanto más se retrase mejor es para todos, puesto que el Cielo pacientemente espera la máxima conversión de almas y a la vez que la mayor parte de los cristianos estén informados de todo lo que sucederá. Yo, Jesús, os hablo.


Algunos os cansáis, otros os relajáis, otros dejáis de creer, pero todo lo anunciado sucederá aunque no en la exactitud que vosotros esperáis, pues vosotros habláis en vuestro lenguaje y según entendéis, y el Cielo tiene otra forma de expresarse. Yo, Jesús, os hablo.


Las vírgenes necias esperaban al esposo y se cansaron y se descuidaron y, cuando se descuidaron es cuando llegó el esposo, por eso, hijos Míos, debéis vivir en alerta, en oración, en estado de gracia y en las sendas de Dios Todopoderoso. Yo, Jesús, os hablo.


Las cosas del Cielo no son un juego, no son una novedad, ni un comadreo para tener algo de que hablar, son asuntos serios y no para tomárselos a broma, ni dudar de ellos, porque el Cielo ¡todo el Cielo! lo que pretende es salvar el máximo posibles de almas y, espera pacientemente la reconversión de muchas de ellas, y por la reconversión de una sola alma, merece la pena esperar hasta milenios. Yo, Jesús, os hablo.


Hoy es Viernes Santo, viernes de Pasión y de dolor, el viernes de la Redención. Yo morí por vosotros con infinito amor, pero pocos Me dais por ello nada a cambio, algunos no Me dais ni las gracias.


Allí estaba Mi Madre extenuada por el dolor, exhausta, porque el dolor era tan grande que solo la gracia de Dios le ayudó a no dejarse vencer por el. Pedidme cosas hijos por los Santos Dolores de Mi Madre que Yo y los bienventurados del Cielo solamente conocemos. Fueron tales que solo Yo la superé, de ahí, el poder de Mi Santa Madre, que aceptó la espada de dolor con todo amor y disponibilidad y a la vez con toda fe.


Cuando leáis este mensaje aunque haya pasado el Viernes Santo, meditad este misterio que sirve para todo el año y que os ayudará mucho a comprender las pruebas que os envío para que crezcáis en méritos y en santidad. Meditadlos todo el año y pedid luz a Mi Santo Espíritu para que comprendáis el valor y el poder tan grande del sufrimiento y lo reparador que es. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Mi paz este con todo aquel que lee, cree y propaga estos mensajes.


Jesús

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