miércoles, 14 de abril de 2010

Mensajes de la Virgen María - Anguera, Brasil

3,306-Mensaje de nuestra Señora reina de la paz, que se transmitió en el museo militar Conde de Linhares, RJ. transmitida el 13/04/2010

Queridos hijos, yo soy vuestra Madre y vengo del cielo para pedirles su conversión. No continuéis estacionados en el pecado, vuelvan a su único y verdadero Salvador. No os desaniméis Mi Jesús está a su lado y nada deben temer. Coraje, en todo sed como Jesús.
Su franco y valiente testimonio ayudará a atraer a mis niños alejados. Los habitantes de la tierra de Fortuna experimentarán una pesada Cruz. La tierra se estremecerá y la muerte estará presente. El águila beberá el amargo cáliz de dolor. En el oeste, en la región del Pacífico se escucharán gritos y lamentos. Doblad las rodillas en oración. Quién está con el Señor nunca experimentar la derrota. Avanzar sin temor. Este es el mensaje que hoy que deseo expresar en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haber permitido estar aquí con ustedes. Mi bendición, en nombre del padre, el hijo y el Espíritu Santo. Hijos, quedad en paz.


3,305-Mensaje de nuestra Señora reina de la paz, que se transmitió el 11/04/2010

Queridos hijos, yo soy Tu Madre y les amo. Todavía hay muchas cosas que decir. Por favor, sed dóciles porque quiero conducirlos a mi hijo Jesús. Tomad su verdadero papel de los cristianos. La sede de fieles al Evangelio y testimoniad todas las maravillas de Dios. Permaneced atentos. Pase lo que pase no os alejéis de verdad. Deje que la llama de la fe enciende su paseo espiritual. Mi Jesús espera con los brazos abiertos. No se permitirá la oscuridad del mal si se les aproxima. Sois y sólo a El deben servir y seguir. La humanidad beberá el cáliz del sufrimiento amargo la humanidad. Un hecho sorprendente en Irán, Pakistán y en Angra dos Reis. Los eventos se dan en diferentes eras, pero son iguales. Mis pobres niños vivirá momentos de ansiedad. Sufro por lo que a ustedes espera. Doblad las rodillas en oración. No retrocedáis. Estaré a su lado. Este es el mensaje que hoy que deseo expresar en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haber permitido me conocerte aquí otra vez. Mi bendición, en nombre del padre, el hijo y el Espíritu Santo. Hijos, quedad en paz.

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