30.07.91
Vassula Mía, no dejes que nada se interponga entre Yo y tú. Como la luna y el sol son estables y siguen fielmente el curso de la naturaleza y no desaparecen simplemente del cielo, así también Yo soy constante y estoy a tu lado. Sin embargo, incluso si éstos se volvieran inestables, Yo nunca seré inestable. Yo soy, Yo estuve y Yo estaré siempre, constantemente, a tu lado. Cuando Yo Me revelo a Mí Mismo, a ti, y te digo que nunca te abandonaré, ni te retiraré Mi don, ni te despojaré de Mis Joyas, créeme y no tengas la mínima sombra de duda. Yo te he educado para que estés Conmigo y Me sigas.
Así que, discípula Mía, sigue a tu Maestro; deja que tus pensamientos se fijen en Mí. Tú estabas muerta porque nunca Me conociste, pero la Palabra llegó a tu oído y con una bendición te levantó, y con el Aliento de Su Santo Espíritu te revivió y abrió tus ojos; entonces, con un Beso de Su Boca te hizo Su Esposa.
Yo los salvaré a todos de esta manera.
No tengas miedo cuando Yo venga con Mi Cruz, Mi Corona de Espinas y Mis Clavos y te los ofrezca, porque estas Joyas invaluables que Yo te estaré ofreciendo, son las mismas que Yo abracé ardientemente con amor; ellas son los Instrumentos de su Redención. Permíteme utilizarte, Vassula, para que a través de ti, con la escritura y oralmente, Yo pueda derramar Mi Corazón sobre esta generación.
Espera en Mí, deséame. No te sientas abatida. Yo Soy está siempre muy cerca de ti; ¿acaso no soy Yo digno de más alegría?
¡Oh, sí, Señor!, pero ¡déjame sentirte más!
¿Acaso he estado contigo todo este tiempo, y todavía no sientes o notas Mi Presencia? Yo te he estado predicando durante un número considerable de años, ¿y todavía no Me sientes?
Yo quiero más de ti.
Yo quiero estar completamente empapada
y literalmente invadida
por Tu Santo Espíritu.
Ven a Mí y cómeme... bébeme ¡y a ningún costo! ¡Cómeme y tendrás más hambre, bébeme y tendrás más sed! Recíbeme con alegría y déja que Me regocije. Aprende cómo Mi Corazón palpita y se regocija cada vez que Yo y tú nos hacemos uno, unidos en el amor. Ven y santifícate comiendo Mi Cuerpo y bebiendo Mi Sangre.
Sí, estoy sedienta de Ti, mi Señor.
Espera en Mí, ten sed de Mí y pronto, muy pronto, tu Santo vendrá, te tomará y te traerá a Su Casa, que también es tu Casa. Yo te bendigo, hija Mía.
Yo Te bendigo, Dios mío.
Vassula Mía, no dejes que nada se interponga entre Yo y tú. Como la luna y el sol son estables y siguen fielmente el curso de la naturaleza y no desaparecen simplemente del cielo, así también Yo soy constante y estoy a tu lado. Sin embargo, incluso si éstos se volvieran inestables, Yo nunca seré inestable. Yo soy, Yo estuve y Yo estaré siempre, constantemente, a tu lado. Cuando Yo Me revelo a Mí Mismo, a ti, y te digo que nunca te abandonaré, ni te retiraré Mi don, ni te despojaré de Mis Joyas, créeme y no tengas la mínima sombra de duda. Yo te he educado para que estés Conmigo y Me sigas.
Así que, discípula Mía, sigue a tu Maestro; deja que tus pensamientos se fijen en Mí. Tú estabas muerta porque nunca Me conociste, pero la Palabra llegó a tu oído y con una bendición te levantó, y con el Aliento de Su Santo Espíritu te revivió y abrió tus ojos; entonces, con un Beso de Su Boca te hizo Su Esposa.
Yo los salvaré a todos de esta manera.
No tengas miedo cuando Yo venga con Mi Cruz, Mi Corona de Espinas y Mis Clavos y te los ofrezca, porque estas Joyas invaluables que Yo te estaré ofreciendo, son las mismas que Yo abracé ardientemente con amor; ellas son los Instrumentos de su Redención. Permíteme utilizarte, Vassula, para que a través de ti, con la escritura y oralmente, Yo pueda derramar Mi Corazón sobre esta generación.
Espera en Mí, deséame. No te sientas abatida. Yo Soy está siempre muy cerca de ti; ¿acaso no soy Yo digno de más alegría?
¡Oh, sí, Señor!, pero ¡déjame sentirte más!
¿Acaso he estado contigo todo este tiempo, y todavía no sientes o notas Mi Presencia? Yo te he estado predicando durante un número considerable de años, ¿y todavía no Me sientes?
Yo quiero más de ti.
Yo quiero estar completamente empapada
y literalmente invadida
por Tu Santo Espíritu.
Ven a Mí y cómeme... bébeme ¡y a ningún costo! ¡Cómeme y tendrás más hambre, bébeme y tendrás más sed! Recíbeme con alegría y déja que Me regocije. Aprende cómo Mi Corazón palpita y se regocija cada vez que Yo y tú nos hacemos uno, unidos en el amor. Ven y santifícate comiendo Mi Cuerpo y bebiendo Mi Sangre.
Sí, estoy sedienta de Ti, mi Señor.
Espera en Mí, ten sed de Mí y pronto, muy pronto, tu Santo vendrá, te tomará y te traerá a Su Casa, que también es tu Casa. Yo te bendigo, hija Mía.
Yo Te bendigo, Dios mío.
Vassula recomienda que al leer sus mensajes, en lugar de su nombre, poner el nuestro, para así recibir el mensaje directamente a nosotros.
Sé que tienen buenas intenciones al publicar mensajes de Dios, pero por el bien de la página y su credibilidad no transmitan los mensajes de Vassula, falsa profeta, egocéntrica y llena de errores teológicos. Los verdaderos videntes son instrumentos humildísimos y todos de la Iglesia Católica.
ResponderEliminarGracias Anónimo por tu comentario.
ResponderEliminarEntiendo que los mensajes de Vassula no han sido aceptados ni por la Iglesia Católica, que es la que sigue ahora Vassula, ni por la Iglesia Ortodoxa, que es la religión en la que fue bautizada.
¿Sabías tu que ambas Iglesias eran una al principio de los tiempos. Y que la diferencia de criterios en ciertos temas teológicos fué la división de ambas Iglesias?
¿Sabías tu que Vassula y el Papa Juan Pablo II, tuvieron comunicación. Así como tiene ahora con el Papa Benedicto XVI?
¿Conoces estas cartas, y la opinión de ambos Papas sobre sus dictados?
Te invito a que tengas algo de conocimiento sobre el tema. Y después puedas hablar de ella.
http://www.tlig.org/sp.html