lunes, 29 de marzo de 2010

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
27 DE MARZO 2010

Pueblo Mío:

LES LLAMO A PERMANECER INMOVIBLES, A MANTENER EL REFLEJO DE MI AMOR EN TODO ASPECTO DEL COTIDIANO VIVIR.
Son Mis hijos, les amo. Les amo tanto que Me apresuro hacia ustedes, no teman. Quien mantiene su sendero en el cumplimiento cristiano sin falsos modernismos, ese hijo de conciencia serena, reposa confiado.

Hoy vengo a llamar al pecador: al que se encuentra lejos de Mí, al que ha torcido el sendero, endurecido el corazón, al de dura cerviz. Vengo a ofrecer Mi Corazón, Mi Misericordia. Vengo a ofrecerles Mi Regazo.

Hijos: éste es el instante preciso para el arrepentimiento, para la conversión.
ARREPIÉNTANSE, ENMIENDEN EL CAMINO, PERMÍTANME MOLDEARLES. Mi Amor les reclama, Yo les ofrezco en la Eucaristía, Mi Milagro de Amor.

Pueblo Mío, la oscuridad se avecina. Mi Madre les ha alertado sobre el cumplimiento de las profecías. Ante la inminencia del AVISO, les llamo para que se preparen. Quiero hijos de corazón contrito y humillado, arrepentidos por el mal cometido y enmendado, deseosos de una nueva vida.

Soy rechazado una y otra vez, el rechazo trae consigo lejanía. Al alejarse de Mí, el libre albedrío es el responsable de la prontitud del padecimiento de la humanidad, a causa de la naturaleza y del mismo hombre. La inconsciencia humana es signo de la falta de fe: un día Me glorifican, otro, Me crucifican.

Hoy miro una tierra devastada, reseca, sin amor. Miro una tierra que sin que el hombre se percate de ello, va perdiendo su centro y su gravedad. Y es que el hombre cimienta su seguridad en sus pies que se apoyan sobre la tierra. La tierra gira descompensada, estará fuera de sí. La luna ya no se esconde en el día, el sol irradia con mayor fuerza su calor, y en medio de tantos signos, Mis hijos vierten su pecado sobre la misma.

El inicio de los signos anteriores al Aviso se están cumpliendo, y continuarán frente a la humanidad uno a uno, tal y como está anunciado.

¡DESPIERTEN!

Hoy Me vitorean, mañana Me desconocen.
En este tiempo el hombre peca con mayor intensidad que en otro tiempo. El pecado ha dejado caer su máscara. Mi Corazón se duele ante el dolor de los Míos. Lo que para ustedes parece lejano está más cerca de lo que pueden imaginar.
Oren, no desfallezcan. No llevan la cruz solos, Yo la cargo por ustedes; de lo contrario su peso les agobiaría. Miren Mi Cruz de gloria signo de Resurrección, no teman acercarse a Mí. YO SOY EL MISMO DE AYER, MI AMOR NO CAMBIA.


YO SOY EL AMOR.
Su Jesús.

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