Dic 13_11 Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo. |
Rosario vespertino.
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras. Hijitos Míos, vosotros vais a la escuela para aprender y con ello, cuando vosotros aprendéis, vais normando vuestra vida, pero vida humana, para que vosotros podáis ganar lo suficiente para poder vivir y cubrir vuestras necesidades materiales. Vais creciendo y vuestro conocimiento va aumentando, pero va aumentando para que vosotros ganéis más en lo económico, esto es bueno Mis pequeños, porque tenéis necesidades humanas, pero también tenéis necesidades Divinas.
Se os ha dejado toda una Evangelización Divina, toda una Evangelización de Amor que os dejó Mi Hijo Jesucristo.
Vosotros tenéis también una parte espiritual, no solamente tenéis un cuerpo aislado, tenéis, también alma, alma espiritual y tenéis que crecer también dentro del ámbito espiritual. Si vosotros, Mis pequeños, no os alimentáis con la Palabra Divina que se os ha dado, ¿cómo podréis crecer, cómo podréis dar fruto?
Primeramente ésta obligación se da en familia con los padres. Ciertamente, los padres de familia, deben estar versados en el conocimiento de la Palabra que Mi Hijo os ha dado, que Mi Hijo Vivió, que Mi Hijo hizo Vida, porque se tenía el conocimiento desde antiguo que Yo os di, Yo, que como Padre que os protejo en todo momento, os di a través de los profetas.
Mi Hijo vino a hacer patente todo ése Conocimiento, todas ésas Verdades y también las obligaciones, porque se os dieron los Mandamientos que debierais haber seguido, pero no los habéis seguido, Mis pequeños, os habéis apartado del conocimiento Divino, os habéis apartado de la Palabra, que ésta os lleva a las obras buenas.
Ciertamente estáis viviendo en un medio adverso porque satanás quiere destruir todo lo bello que Yo os he dado, pero ¿qué habéis hecho vosotros, Mis pequeños?, os habéis mantenido solamente en la vida humana, estáis buscando solamente lo económico y ¿qué ha pasado?, os estáis peleando por lo económico y no estáis respetando a vuestro hermano porque no habéis crecido en lo espiritual.
Ciertamente los Mandamientos que Yo os he dado, son para que vosotros os perfeccionéis en el Amor. Vuestra naturaleza humana cayó por el Pecado Original y os ha dado los Mandamientos para que vosotros detuvierais vuestra caída humana y en eso debierais poner toda vuestra fuerza, porque, ciertamente el hombre tiende a dejarse llevar por sus pasiones, por su pecado, por sus intereses personales y cuando Yo os he dado Mis Mandamientos, Mis Leyes, es para que vosotros detuvierais ésos vicios y ésa caída humana que debierais detener con vuestra vida espiritual. Estáis viviendo el caos mundial, no vivís ya con seguridad, vivís en la maldad porque nada más alimentasteis la vida humana y satanás ya camina por vuestras calles, como os había dicho y, con esto os quiero decir que la maldad tiene total libertad entre vosotros porque no le estáis deteniendo con vuestra vida espiritual, con la vida en la Gracia, con la vida virtuosa que debierais seguir todos vosotros.
Si estáis así, Mis pequeños, llenos de temores, de maldad, de corrupción, de vicios, es por vuestra culpa, porque no habéis alimentado vuestra alma con el elemento Divino que se os ha dado en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, vosotros sois los únicos que podéis detener esto, porque si Yo interviniera sería una imposición, que Me gustaría, ciertamente, para detener todo el mal que existe en el mundo, pero vosotros, que destruisteis lo bueno que se os dio, lo debéis reconstruir. A Mi Hijo Le costó mucho vuestra recuperación hacia el estado de Gracia. Él es el Salvador, Él os dio los lineamientos que debéis seguir para salvaros, pero vosotros tenéis que poner de vuestra parte y por eso Yo os dejo en total libertad y vosotros debéis restaurar lo que habéis echado a perder.
Si no lo hacéis, Mis pequeños, vuestro sufrimiento cada vez va a ser mayor, ya no querréis salir de vuestras casas, el ataque de satanás cada vez será mayor y el terror os consumirá.
Si vosotros volvéis a la oración, a la vida en la Gracia, a la vida en Virtud, si os unís todos, pero en una verdadera oración de corazón y arrepentidos volvéis a Mí, Yo os ayudaré, porque Soy vuestro Padre y os amo, Yo no quiero que estéis sufriendo, pero vosotros habéis dado cabida en vuestro corazón a toda la maldad que se ha desatado por todos lados, en cierta forma, vosotros la habéis propiciado, pero no queréis hacer nada para detener toda ésa maldad que os está aplastando. Hasta que no os arrodilléis, Me pidáis perdón y empecéis a vivir vida de Gracia, de Virtud y de amor entre vosotros, como verdaderos hermanos, todo esto cambiará.
Aunque Yo quisiera detener todo, que ciertamente podría, vuestro corazón no habría cambiado, puedo detener acontecimientos malos, pero si vuestro corazón todavía está propiciando todo lo malo, los tendréis nuevamente. Vuestro corazón debe cambiar hacia el amor, vuestro corazón debe regresar a todo aquello que Yo os pedí en un Principio: respetar Mis Leyes, respetar Mi Amor, respetar todo aquello que Yo os he dado y lo que os he pedido y, hasta que no regreséis a ello, que haya un verdadero cambio interno, es cuando tendréis el Nuevo Mundo entre vosotros, porque vosotros mismos lo habréis propiciado, habréis puesto los cimientos para que se dé entre todos los hombres.
Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras, porque vosotros habréis cambiado ya desde vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. Hijitos Míos, en las Escrituras habéis leído sobre las vírgenes prudentes. Mis pequeños, vosotros debéis ser ésas vírgenes prudentes, pero ¿qué quiere decir esto? Debéis ser vírgenes en pureza espiritual, y prudentes, actuar en Sabiduría para que no perdáis ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual, porque llegará el Esposo, o sea, llegaré Yo, vuestro Dios y al tomar vuestra alma veré si está en buen estado, si habéis conservado ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual. Cuando Yo regrese, ¿cuántas almas estarán en ésa situación, Mis pequeños? ¿Cuántas almas estarán puras?, porque se han mantenido en Gracia que, aunque, ciertamente, caéis en pecado, pero buscáis el recibir los Sacramentos para que volváis a estar en ése estado de Gracia que el alma necesita para poder llegar al Reino de los Cielos.
¿Cuántas almas habrán?, cuando veis a vuestro alrededor todo se ha corrompido, todo está en obscuridad, toda la malicia que hay en los corazones. Si ahorita, en éste momento, viniera Yo, vuestro Salvador, ¿cómo estaríais, Mis pequeños si Yo os recogiera en éste momento? ¿Estaríais aptos para entrar al Reino de los Cielos? ¿Vuestra alma está en estado de Gracia?
Mis pequeños, ésta es una tarea, de todos los días, para vuestra alma, para que vosotros os mantengáis siempre en pureza, llevando todos Mis Dones y capacidades Divinas, con las que Yo os regalo, y poniendo todo en práctica.
Yo no vine a la Tierra nada más a enseñar, Viví todo lo que Yo enseñaba y eso es lo que debéis hacer también vosotros, Mis pequeños, vivir Mis Enseñanzas. Ciertamente, en estos tiempos, es difícil hablar de Mí, de Mis Leyes, de Mis Palabras, de Mis enseñanzas, porque ya no muchos de vuestros hermanos os van a secundar, la gran mayoría de vuestros hermanos no quieren saber de Mí, no quieren saber de Mis Enseñanzas, no quieren vivir en Mi Amor, pero si así no quieren escuchar, menos quieren vivir lo que se os ha pedido que aprendáis.
Ciertamente os sentiréis que ya no pertenecéis a éste mundo, todo a vuestro alrededor se pone en vuestra contra, estáis hablando ya de cosas muy diferentes de las que hablan vuestros hermanos. Sois raros ante el mundo, como Yo fui raro también entre los hombres. Traía otra religión diferente a la que se vivía, traía costumbres diferentes a las que se enseñaban en el Templo. Yo, vuestro Salvador, también sufrí mucho, porque el mismo Templo no Me aceptaba, las almas se sensibilizaban, ciertamente, al escuchar Mis Palabras de Enseñanza, pero pocos querían tener el compromiso de seguirlas y lo mismo os está sucediendo a vosotros, Mis pequeños. Yo traje la Luz al mundo cuando todo era tinieblas y en estos momentos de la humanidad estáis viviendo lo mismo, todo son tinieblas a vuestro alrededor, tinieblas espirituales, y vosotros sois la Luz, sois Yo en vosotros. Vosotros sois valientes, vosotros sois verdaderos hijos de Dios, vosotros estáis viviendo lo que Yo viví para el bien de vuestros hermanos. Pero pocos escuchan y muchos os atacan, pero os pido, Mis pequeños, que os mantengáis así, algo dejaréis en las almas, que cuando se vengan los momentos difíciles, recordarán y eso les ayudará para su salvación eterna.
Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. Os he dicho que aquél que quiera ser como el Maestro, tendrá que pasar por lo mismo que pasó el Maestro. Vosotros conocéis Mi Vida sobre la Tierra, ciertamente algunos Me apoyaban y Me amaban y otros Me rechazaban, Me atacaban y, otros más, hasta Me llevaron a la Muerte.
Estos son momentos en que, quizá, muchos de vosotros seréis llevados también a la muerte por mantenerse en la Luz, por mantenerse en la vida que Yo os he enseñado. Y así, como se quisieron deshacer de Mí, en lo Humano, que ciertamente, Me asesinaron los del Templo, y aunque en lo humano no viví ya entre vosotros, Mi Vida Espiritual se ha mantenido en vosotros, pero en éstos tiempos quieren destruir lo espiritual que Yo os dejé.
Ya de bastante tiempo para acá, ciertos grupos humanos se han propuesto destruir lo que Yo os dejé, pero no os preocupéis, Mis pequeños, Mi Promesa persiste y no podrán acabar con lo Mío, nunca, vendrá el fin del mundo y Mi Palabra permanecerá.
Así que manteneos confiados, Mis pequeños, porque Yo estoy con vosotros. Estáis sufriendo lo que vuestro Salvador sufrió, pero también tendréis la Gloria, que Yo, como Dios y Salvador vuestro, tengo y os daré.
Os amo, Mis pequeños, manteneos confiados en el gran tesoro que tenéis, que es Mi Vida en vosotros, Mi Palabra en vosotros, Mi Amor en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo. Hijitos Míos, estáis viviendo tiempos de gran vaciedad espiritual, y en estos tiempos, estáis llenando esos vacíos con lo que tomáis del mundo y no os estáis interiorizando y buscando en la profundidad de vuestro corazón lo que ahí radica.
Hay mucha distracción en el mundo, pero sobre todo, en vuestra mente y en vuestro corazón.
No estáis sufriendo plenamente lo que es esa vaciedad espiritual, pero va a llegar el momento en que todos os veréis en lo profundo, veréis vuestro interior y estaréis viviendo plenamente esa vaciedad espiritual, si es que estáis así. No habrá nada a vuestro alrededor, dentro de lo humano, que pueda llenar en alguna forma esa vaciedad, como ahora lo hacéis. Estaréis solos ante Mí, os veréis tal como sois y os mediréis con Mi Amor y con Mi Sabiduría Divina.
Os veréis tal como sois y lo que habéis hecho y sobre todo, lo que dejasteis de hacer, que eso es lo que ha causado vuestra vaciedad espiritual. Os llenasteis de cosas del mundo, ¿pero acaso ésas llenan vuestra alma y la satisfacen?, no, Mis pequeños, vuestra alma necesita del alimento espiritual, como ya os lo he dicho, vuestra alma necesita de la recompensa de las buenas obras que vosotros debéis hacer, vuestra alma necesita de las Gracias de vuestra oración que vosotros hacéis para agradarMe, para agradecerMe y para pedir por vuestros hermanos. Pero nada de esto hacéis, Mis pequeños y así vuestra alma se queda raquítica y nulificada.
Ojalá tuvierais en vuestro corazón ése dolor que os llevara a buscarMe y a empezar a llenar vuestra alma del alimento Divino que la haga crecer, para que vosotros os sintáis satisfechos y sobre todo, seguros de presentaros ante Mí, cuando Yo os llame a cuentas.
Esta vaciedad espiritual, para muchas almas es desesperante y no saben con qué llenarla y buscan a través del vicio, de la maldad y de tantas cosas del mundo, superfluas y malas, para llenar éste espacio en vuestra alma, pero no pueden, porque éste espacio en vuestra alma es espiritual y si no lo llenáis, como os dije, de una vida espiritual dentro de lo Divino, nunca tendréis la oportunidad de llenar lo que os falta, sobre todo, de crecer y al crecer, dar fruto, que los frutos son los que os van a dar un grado mayor o menor en el Reino de los Cielos.
Meditad esto, Mis pequeños, y meditadlo profundamente, porque una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo, porque más os vaciaréis y menos llegaréis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor. Hijitos Míos, cuando vosotros educáis a vuestros hijos, especialmente cuando hacen algún mal, les reprocháis éste mal y hasta los castigáis si el mal fue más grave. Podréis darles una nalgada o castigarlos en su cuarto, sufren ellos el castigo, pero por vuestro amor, casi inmediatamente después, lo cambiáis por un bien y les dais un dulce, un abrazo, un beso, para que vean que no solamente es el castigar lo que está en vuestro corazón, sino que lo hacéis porque queréis todo su bien y por eso les dais todo lo que les gusta para que se olviden del dolor por el del castigo ganado, obtenido por el mal que cometieron.
Lo que tendréis, Mis pequeños, en la purificación mundial, os lo merecéis, porque, ciertamente, lo que cometisteis, lo cometisteis sabiendo lo que estabais haciendo, sobre todo, muchos de vosotros, que no estáis viviendo vida espiritual, sabéis perfectamente lo que cometisteis, porque no hay ley que os esté deteniendo ni que respetéis para que vosotros no cometáis las imprudencias y las maldades que hacéis.
Ciertamente, os repito, os merecéis el castigo que se vendrá, que será para vuestro bien, pero inmediatamente Yo os daré el dulce, para que no se quede solamente en vuestra mente y en vuestro corazón el castigo que, ciertamente, os lo merecéis, pero Yo, como Padre Bueno y amorosísimo, trataré que vosotros no sufráis tanto, porque os amo.
Todo esto servirá para que vosotros cambiéis vuestra mentalidad y regreséis a Mí, Mis pequeños, porque Yo quiero todo lo mejor para vosotros, porque Yo ya no vivo en vuestro corazón, ya no recibo vuestros agradecimientos, vuestras alabanzas o simplemente, vuestra compañía.
Yo Me merezco todo, porque Yo os he dado el don de la vida, pero vosotros lo estáis desperdiciando. No vivís una vida que esté dando fruto bueno, estáis produciendo fruto malo y tan es así, que estáis viendo los resultados a vuestro alrededor, porque no estáis viviendo en paz, en armonía, no estáis viviendo como verdaderos hermanos que se respeten unos a otros y se ayuden unos a otros. Solamente trabajáis para lo vuestro y si alguien os pide algo de lo vuestro, lo apartáis de vuestro camino y hasta con grosería.
Por eso el cambio va a ser benéfico, porque después de que os haga recapacitar lo que realmente sois ante Mis Ojos y que os veáis internamente, como Yo os veo, esto os hará recapacitar. Aquellos, en los cuales todavía exista el Amor en su corazón, lo tomarán para bien pero, ciertamente, todavía habrá almas que no crean todo este bien que Yo os voy a mostrar y que sigan rechazando Mi Presencia en ellos y alrededor de ellos.
¡Pobres hermanos vuestros, porque ellos van directamente a la condenación eterna! ¡Tanto se ha hecho por todos vosotros! ¡Tanto se os ha dado, hasta la última gota de la Sangre de Mi Hijo se vertió para vosotros y vuestro corazón no se conmueve en compasión ni en amor!
Para muchos de vosotros la Redención de Mi Hijo, Su Donación, Su Amor por vosotros, ha sido inútil. Por más que se os enseñe, que se os recuerde, que se os diga, no movéis vuestro corazón hacia un cambio verdadero de vida para ser un fruto bueno.
Orad por ellos, Mis pequeños, para que alguna alma de estas pueda tener un cambio favorable y con eso, ganar su salvación eterna.
Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
No os echéis la culpa unos a los otros de lo que cometéis, vuestro Juicio es personal, os juzgaré por lo que cada uno de vosotros hayáis hecho, como Me hayáis servido, como hayáis amado a vuestros hermanos, qué lugar Me disteis en vuestra vida, cuánto amor vivisteis para crecer espiritualmente y alcanzar vuestra santidad.
He hecho mucho por cada uno de vosotros, ahora, haced mucho por Mí también, Mis pequeños, para agradarMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios. El padre ama a los hijos y les enseña cómo amar, y los hijos, si son buenos, también amarán al padre, porque reconocerán todo lo bueno que se les dio para su crecimiento, para su vida, para su futuro.
Os amo, Mis pequeños, y dad todo lo que podáis porque os quiero de regreso en el Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual. Hijitos Míos, Mi Padre, vuestro Dios, Me dio de regalo para toda la humanidad, Él se conmovió de todos los hombres cuando se vivía en obscuridad, cuando se vivía bajo la maldad de satanás y Me manda a Mí, Su Hijo para ser Luz del Mundo, Luz de las naciones, Soy un regalo para toda la humanidad, de ése momento, pasada y futura.
Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo, os vengo a dar el conocimiento del Cielo y vengo a vivir lo que se vive en el Cielo.
Esto es muy importante que lo entendáis, Mis pequeños, el vivir con las Enseñanzas que Yo os di y que Me visteis hacer, si vosotros las hacéis, estaréis preparando fácilmente vuestra entrada en el Reino de los Cielos. No sentiréis un cambio fuerte porque si empezáis a vivir el amor aquí en la Tierra, será fácil entrar en el Reino de los Cielos, por el amor que ya estabais viviendo aquí en la Tierra y que estabais dando como ejemplo, como Yo os lo di cuando estuve entre los hombres.
Yo, como regalo para la humanidad, Soy un regalo espiritual, Soy un regalo de crecimiento de vida, Soy un regalo para las almas. Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual, que vuestra alma esté limpia, que vuestra alma esté llena de amor, como cuando Yo Me presenté ante los pastores y ellos se llenaron de Mi Amor.
Yo quiero que vosotros, cuando os reunáis ante Mí, con vuestras familias, vuestra alma esté llena de amor. Os habéis acostumbrado, como os dije, solamente a dar cosas materiales, pero en vuestro corazón hay maldad, hay pecado, hay rencor. Las reuniones, que debieran ser de amor, muchas acaban en pleitos, porque tenéis problemas en vuestras familias y no os amáis verdaderamente los unos a los otros, aún siendo familia, aún siendo hermanos. Entonces ¿para qué os reunís si no vais a dar amor? Recordad que estáis ante Mi Presencia, Soy vuestro Dios y Salvador y la Evangelización que os vine a traer principalmente, es vida de amor.
Os debéis reunir llenos de vida, vida espiritual, que vuestra túnica sea blanca, que es vuestra alma la que debe estar limpia, como os pedí, en estado de Gracia. Que estéis vestidos correctamente para la Fiesta, ése es el mayor regalo que Me podríais dar y que podríais dar a vuestros hermanos, que sea una Noche de Paz, que sea un Noche de Amor, que sea una Noche para recordar que el Amor llegó a la Tierra y que debéis vivir el Amor entre todos vosotros para poder llegar, en algún momento, al final de vuestra misión, al Reino del Amor.
DadMe ése regalo, Mis pequeños, que vuestra alma esté limpia ante Mi Presencia. id al Sacramento de la Reconciliación, confesad vuestros pecados, arrepentíos de vuestra mala vida y veréis que recibiréis infinidad de Bendiciones el día de Mi Cumpleaños, el día en que os reuniréis ante Mi Presencia, porque, así, como los pastores recibieron infinidad de regalos y Bendiciones al ir a visitarMe, también éste año podréis recibir infinidad de Bendiciones de parte Mía, porque Me visitaréis con ésa alma de niños, con ésa alma pura, con ésa alma que busca su santidad, como la tenían aquellos pastores y que quiero que la tengáis vosotros.
Gracias, Mis pequeños. |
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