Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido, nuevamente: dadMe almas, porque eso es lo que Yo os pedí estando en la Cruz cuando ya Me había dado plenamente por vosotros, es vuestro tiempo, os toca ahora darMe almas, Mis pequeños. Gracias, confío en vosotros y en vuestra oración.
Hijitos Míos, recordáis cómo los primeros cristianos se distinguían de entre la demás gente. Vosotros ahora sois los cristianos, Mis apóstoles de estos tiempos y os debéis distinguir, también, de entre la demás gente.
En aquellos tiempos, se vivía la obscuridad y llegué Yo, vuestro Dios, vuestro Salvador y os traje la Luz. En estos tiempos, satanás se ha encargado de obscurecerMe, vivís en las tinieblas, nuevamente, y Me debéis, vosotros, transmitir a vuestros hermanos, dando la Luz que Yo traje y que vosotros, los que Me seguís, tenéis en vuestro corazón.
Ciertamente, son tiempos de obscuridad, son tiempos de ataque, son tiempos de persecución, son tiempos de envidia de satanás. Sabe que está, ya, vencido, pero está dando sus coletazos de ahogado. Quiere destrozar a las almas, quiere destruir lo que Yo creé.
Os he dado toda una Evangelización para la salvación de vuestras almas y, ¿qué habéis hecho con ella, Mis pequeños? La gran mayoría de los que se dicen Bautizados, realmente, ¿cómo cumplen lo que Yo os enseñé, lo que Yo os dejé en la Tierra, para que vosotros crecierais, fuerais otro Cristo, que dierais ejemplo, que dejarais Mi Luz, que Me salvarais almas? Esa es la función de un buen seguidor Mío.
¿Cuántas almas habéis salvado? ¿Qué ejemplo estáis dando? ¡Cuánta falta de amor hay en los corazones, Mis pequeños! aún de aquellos que se dicen Mis seguidores. Muchos actúan por conveniencia, por apariencia, pero no porque sean veraces en su interior.
Yo Seré vuestro Juez, cuando regreséis al Reino de los Cielos. Conozco el estado de vuestra alma, ¿cómo estaréis ante Mí, Mis pequeños?
Os he dicho, que Yo quiero salvar a todas las almas y, por eso, Me apoyo en los que estáis Conmigo, los que Me seguís, los que oráis, los que Me amáis y amáis también a vuestros hermanos. Los que lloráis, al ver cómo vuestros hermanos Me atacan, Me hacen a un lado, Me blasfeman, al ver a aquellos que cometen sacrilegios. Todo eso, Me duele inmensamente, Mis pequeños, vosotros, los que Me seguís, conocéis lo que Me duele todo esto y reparáis y, os lo agradezco, Mis pequeños, de todo Corazón, y recibiréis Mis Bendiciones ya desde esta vida y luego eternamente, por lo que hacéis por Mi Corazón.
¡Tantas almas que Me causan tanto daño y, realmente, tan pocas las hay, que Me aman y reparan por el daño que Me hace la gran mayoría!
Os amo, Mis pequeños, los que estáis Conmigo y sabéis que contáis Conmigo, os lo he prometido y os lo vuelvo a repetir, que Yo os protegeré y protegeré a los vuestros, para que, ninguno de vosotros se condene; pero, también, os pido, por favor, Mis pequeños, que salvéis a la mayor cantidad de almas que podáis. Yo Me vine a dar por todos los hombres y de todos los tiempos, y los quiero a todos de regreso, pero, por otro lado, se os ha dado el libre albedrío y no todos reaccionan positivamente con él, y os dejáis guiar por satanás más fácilmente.
Ciertamente, la maldad os rodea, pero Mi Gracia, es mucho más grande y más fuerte que los poderes de satanás.
Os he dicho que satanás os quiere quitar la paz y por eso, veis a vuestro alrededor tantos desastres, tantos ataques, tanta maldad, pero no os dejéis impresionar por lo que satanás hace a vuestro alrededor; os quiere quitar la paz, pero si vosotros estáis Conmigo, no os preocupéis, mantened la calma, Yo estoy con vosotros.
Seguid adelante, pues, Mis pequeños, y os pido, nuevamente: dadMe almas, porque eso es lo que Yo os pedí estando en la Cruz cuando ya Me había dado plenamente por vosotros, es vuestro tiempo, os toca ahora darMe almas, Mis pequeños. Gracias, confío en vosotros y en vuestra oración.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¿No se os hace esto bellísimo? ¡Soy vuestro Dios y Me hago Pequeñito, para atraeros a Mi Corazón! Venid, pues, hacia Mí, haced estos ejercicios que os pido y, poco a poco, Me conoceréis mejor, hasta que podaMos, ya, entablar una conversación a lo largo del día, estéis en donde estéis.
Hijitos Míos, os he dicho que todos vosotros sois hermanos, hermanos mayores, hermanos menores, pero todos sois hermanos. Os decís unos a otros padres e hijos, pero todos, realmente, sois hermanos, vuestro Padre Soy Yo, vuestra Madre, es Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Mis pequeños, estáis en la Tierra para servirMe, bajasteis del Cielo a la Tierra, para llevar Mi Palabra, para llevar la vida que se vive en el Reino de los Cielos.
Os preguntaréis ahora, ¿cómo es esto, si no se Me enseñó en el Cielo? Y os respondo, Mis pequeños, recordándoos que todos vosotros tenéis, en vuestro corazón, a Mi Santo Espíritu y no necesitáis ir a una escuela para que aprendáis a vivir como se vive en el Cielo.
La mejor forma de aprender y de dar ejemplo es, primeramente, vivir en estado de Gracia y esto es, sin pecado grave, para que vosotros podáis escuchar, fácilmente, a Mi Santo Espíritu que habita en vosotros.
En las Sagradas Escrituras, se os dice cómo; cómo debéis empezar a tratar de escuchar a Mi Santo Espíritu, puesto que todo, a vuestro alrededor, es ruido, es distracción. Os digo, que entréis a vuestra alcoba, cerréis la puerta y, estando adentro, sin ningún ruido, entréis en oración y, así, empezaréis a escuchar Nuestra Voz. Se os hace difícil y más, cuando no hay Fe.
Todos vosotros, os he dicho, que tenéis la obligación de hablar Conmigo, vuestro Dios. Soy vuestro Padre y si no habláis Conmigo, ¿cómo vais a aprender?, qué mejor Maestro que Yo, vuestro Dios en Nuestra Santísima Trinidad. Estoy Yo, con vosotros, Mi Santísima Trinidad está con vosotros, en todo momento os estaMos enseñando u os quereMos enseñar, pero vosotros debéis estar atentos.
Al principio, haréis lo que os digo, estad atentos dentro de vuestra alcoba, en donde no haya ruidos, distracciones, que os puedan hacer equivocar Mi Llamado y Mis Palabras. Poco a poco, empezaréis a escuchar Mi Voz, os parecerá extraño, parece como un pensamiento, pero, en ése pensamiento, hay Palabras que vosotros no soléis usar, hay frases que vosotros no conocéis o que no las usáis regularmente o nunca. Poco a poco, iréis reconociendo Mi Voz en vuestro interior. Cada vez más fuerte será ésa Voz, porque vosotros os iréis concentrando, cada vez más, de Mi Presencia en vosotros, después, podréis salir de vuestra alcoba y, a pesar de los ruidos, estaréis escuchando Mi Voz, porque sabréis, ya, cómo platico con vosotros. Podréis estar rodeados de muchas personas, platicando u oyendo ruidos externos y vosotros estaréis escuchandoMe.
Todo es un ejercicio, Mis pequeños, pero tenéis que poner de vuestra parte si es que, realmente, queréis hablar Conmigo, vuestro Dios, vuestro Creador, el Amor Infinito que se hace Pequeño para estar con vosotros.
¿No se os hace esto bellísimo? ¡Soy vuestro Dios y Me hago Pequeñito, para atraeros a Mi Corazón! Venid, pues, hacia Mí, haced estos ejercicios que os pido y, poco a poco, Me conoceréis mejor, hasta que podaMos, ya, entablar una conversación a lo largo del día, estéis en donde estéis. Soy vuestro Padre y quiero hablar con vosotros, Mis pequeños, no Me quitéis ése gusto.
El padre quiere saber siempre lo que hacen los hijos y gozan los padres con el actuar de los hijos, con sus éxitos y les ayudan en sus fracasos.
DejadMe, pues, Mis pequeños, gozar de vuestra vida y, también, dejadMe guiaros en todo momento, para que estéis siempre Conmigo, son tan pocas las almas que Me dan este gusto y, todos vosotros sois Mis hijos.
DadMe este gusto, Mis pequeños, y veréis que no os arrepentiréis, gozaréis inmensamente, cambiará vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vienen ya los Jinetes, vienen apresuradamente, os quieren atacar, Yo os protegeré, pero recordad, Mis pequeños, que lo que Yo permita en vuestra vida y en la de los vuestros, siempre será para un Bien.
(Lenguas…) Hijitos Míos, os he venido previniendo y preparando, durante mucho tiempo, para estos momentos, en que la iniquidad de satanás, será patente entre vosotros. Vienen ya los Jinetes, vienen apresuradamente, os quieren atacar, Yo os protegeré, pero recordad, Mis pequeños, que lo que Yo permita en vuestra vida y en la de los vuestros, siempre será para un Bien, aunque al principio no lo veáis así, porque en muchos casos sufriréis, pero al final, será alegría grande entre vosotros.
Un bosque se renueva después de un incendio, las cenizas sirven de abono y crecen árboles más robustos. Así es la Fe, también, Mis pequeños.
Satanás cree que Me podrá vencer, que podrá vencer a los Míos, pero lo único que logrará hacer, es acrisolarlos. No temáis, Mis pequeños, al acrisolamiento, duele, pero al final, creceréis más y gozaréis todavía mucho más Mi Presencia en vosotros y alrededor de vosotros.
Os he Prometido grandes bellezas, después de la tribulación que se os avecina. Se os olvida que estáis en terrenos de satanás y él, ataca a las almas que están Conmigo y, tiene un ataque mayor contra vosotros, los que estáis produciendo amor en sus terrenos de maldad. Ciertamente, a las almas a las que ya ha llevado hacia el mal, y las ha vencido, las destruye; ellas, las que han hecho pactos satánicos, que le han dado su alma tontamente, por los bienes del Mundo, creen que no les hará daño y, es todo lo contrario, no les cumplirá, como os he dicho y, además, las atormentará eternamente.
Vosotros, los que estáis Conmigo, seréis acrisolados, porque el regalo que os voy a dar, después de la Purificación, es inmenso y, realmente, si lo veis con ojos sencillos y honrados, no os mereceríais lo que os voy a dar, porque es inmenso y, realmente, pocos son vuestros méritos para que os pudierais ganar este premio que os tengo reservado a los que seréis fieles, a los que pasaréis la prueba y los que permaneceréis Conmigo eternamente.
Necesitáis ser purificados, para que entréis, ya sea, al Cielo o a las Tierras Nuevas, purificados, dignificados, bellos, en vuestra alma. Es una predilección muy grande que os doy, por ser hijos Míos y, el Rey, consiente a sus súbditos y, especialmente si le son fieles. Vosotros no sois Mis súbditos y, más que Rey, Soy vuestro Padre y eso es algo muy grande, que os he concedido a través de Mi Hijo. Por eso, por ser Mis hijos, merecéis, todavía, cosas más grandes que el que está al servicio del Rey.
Alegraos pues, Mis pequeños, por lo que os tengo prometido y haced todos los esfuerzos que estén de vuestra parte, para alegrar Mi Corazón y, sobre todo, para que os ganéis todo lo que os tengo prometido.
Os amo, Mis pequeños, y dejad que Mi Santo Espíritu cambie vuestra alma: la purifique, la santifique, que sea un alma rehabilitada en el Amor. Dejaos enamorar por Mi Amor, dejad que Mi Santo Espíritu, os dé la verdadera Vida que vosotros debéis vivir y no ésta, que estáis viviendo, que es deplorable a Mis Ojos, por tantos pecados que hay en vuestro corazón. Reparad, reparad, reparad, por todo aquello que habéis cometido contra Mi Amor y vivid santamente, para que seáis ejemplo ante vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestra misión en la Tierra, es llevarMe a vuestros hermanos, es darse por ellos, para su bienestar físico, material y espiritual, Yo Soy el Proveedor de todo. De lo que deis, nunca se os acabará, porque Yo velaré por vosotros.
Hijitos Míos, os he hablado antes de lo que es la espiritualidad infantil y la espiritualidad adulta. La espiritualidad infantil, sería como los niños pequeños, que esperan en todo momento que los adultos, sus padres, principalmente, les concedan todo lo que ellos pidan. Ciertamente, hay necesidades naturales, pero, luego, por consentidos, piden cosas de más, para sentirse muy consentidos y el niño, normalmente, busca que todos estén atentos a él.
Cuando vosotros vais creciendo, aprendéis muchas cosas y, cuando tenéis más años, que empezáis ya, con una vida adolescente y adulta, es cuando empezáis a dar, a responder con lo que aprendisteis desde pequeños. Empezáis a ayudar en vuestro hogar, ayudáis a vuestros padres, ayudáis, de acuerdo a vuestra edad.
En la espiritualidad, Mis pequeños, es lo mismo. Al principio aprendéis, y los primeros maestros serán vuestros padres y si tenéis hermanos mayores, también ayudarán a vuestro crecimiento espiritual. Por varios años recibiréis ayuda, consejos, enseñanzas y, así, iréis normando vuestra vida espiritual. Llega un momento, cuando ya empezáis a convivir en la sociedad, en que debéis poner en práctica lo que aprendisteis y, así, es como empieza la espiritualidad adulta, en el dar.
Vosotros, recibisteis, pero ya cuando aprendisteis, debéis dar y ésa es la parte más bella del ser humano en su espiritualidad: dar a vuestros hermanos de lo que aprendisteis. Pero hay muchos hermanos vuestros, que prefieren quedarse en la espiritualidad infantil. Según ellos, necesitan aprender más, pero, realmente, están viviendo un egoísmo tremendo, porque, realmente, usan de pretexto el seguir aprendiendo más, para no dar y, menos, darse a los demás.
Ésa es una parte, todavía, más difícil y os la vino a Enseñar Mi Hijo Jesucristo. Él, se dio completamente por vosotros, Su Vida Pública fue un darse continuamente por los demás, Él, como Dios, podía haber puesto a otras personas para que enseñaran, para que se dieran, pero, precisamente, al llevar en Él Mismo ésa Espiritualidad adulta, ciertamente Divina, os enseñó, con gran Humildad y Sencillez, cómo era el darse.
Lo importante, Mis pequeños, que debéis entender en el darse, es que, vosotros, Me mostraréis a Mí, vuestro Dios, a vuestros hermanos, y, ¿esto cómo es?, os preguntaréis, viviendo en las Virtudes, viviendo en el Amor, haciéndole la vida a vuestros hermanos, plácida, bella, llevando paz y amor a vuestros hermanos. Todo esto lo vivió Mi Hijo y son Sus Enseñanzas.
¿Cuándo visteis a Mi Hijo causando alboroto? ¿Cuándo visteis o supisteis en las Escrituras que dijera alguna mala palabra o causara un mal a los que Le rodeaban? Ciertamente, reprendía a los malos o a los que Lo atacaban, como los fariseos o escribas, pero, no causaba problemas, siempre mantenía la paz y la enseñaba. Transmitía Vida Espiritual, para que crecieran, por eso, Le llamaban el Maestro, porque Enseñaba las Verdades del Cielo, cumplía con lo que se vivía en el hogar y con lo que el mismo gobierno exigía. La pulcritud en Sí Mismo, era de primer orden. No causaba escándalo de ninguna forma, era un Ejemplo.
Eso, es llevarMe a vuestros hermanos y, ¿cuántos de vosotros lo hacéis? Meditad esto, Mis pequeños, porque vuestra misión en la Tierra, es llevarMe a vuestros hermanos, es darse por ellos, para su bienestar físico, material y espiritual, Yo Soy el Proveedor de todo. De lo que deis, nunca se os acabará, porque Yo velaré por vosotros y os daré de lo que necesitéis si lo estáis repartiendo con amor.
Esos son los santos, los que vosotros veneráis. Aprendieron a darse y, al darse, los que les rodeaban, Me veían a Mí en ellos, porque derramaban Virtudes, derramaban Amor, derramaban Paz, derramaban armonía a su alrededor.
Eso es lo que se vive en el Reino de los Cielos. Si vosotros no empezáis a vivir todo esto, ya desde la Tierra, tendréis que pasar un buen tiempo en el Purgatorio, para que aprendáis lo que no quisisteis aprender y dar cuando tuvisteis vida en la Tierra.
No podéis entrar al Reino de los Cielos, si no sabéis producir paz, si no dais amor, si no tenéis una espiritualidad adulta, si no sabéis convivir entre hermanos, os lo digo Yo, vuestro Padre y es lógico, espiritualmente hablando. En el Cielo, se vive Mi Paz, Mi Amor, Mi Presencia y esta Presencia, debe estar en vosotros, ya desde ahora.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Daos, plenamente a Mi Voluntad, soltaos, con los ojos cerrados, Yo no os haré ningún daño, todo lo contrario, recibiréis grandes Bendiciones de Mí, vuestro Dios, porque, si vosotros os estáis dando plenamente a Mí, Yo Me daré plenamente a vosotros.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios y Yo os doy todo lo que necesitaréis para vuestra misión; pero, a veces, pedís vosotros y no os fijáis en lo que pedís.Ciertamente, Yo quiero que pidáis muchas cosas, para que cumpláis correctamente vuestra misión y que deis mucho fruto, pero, cuando pedís sin saber lo que estáis pidiendo, no os dais cuenta que a cada petición, a cada regalo que os doy, exijo un compromiso y, ahí es donde, la gran mayoría de vosotros, no sabéis cumplir.
Por eso, os he aconsejado varias veces, que os dejéis mover por Mi Voluntad, que os olvidéis de vosotros mismos y que dejéis que Yo, vuestro Dios, Viva en vuestro corazón, plenamente, que Yo Guíe vuestra vida, maneje vuestra vida, para que todo os salga correctamente.
Tenéis el libre albedrío, pero no lo sabéis utilizar correctamente, porque siempre queréis imponerMe lo que vosotros creéis que es lo correcto para vosotros, para vuestra misión y vida aquí en la Tierra y, el error, consiste en que vosotros os dejáis llevar por vuestros gustos, en la mayoría de los casos, infantiles, o que no os van a dar ningún bien y, posiblemente, hasta os puedan llevar hacia el mal y destruir vuestra misión y quizá, hasta vuestra salvación eterna.
Vosotros no os imagináis ni podéis medir, las potencias de satanás en contra vuestra. Os he dicho que, si Yo lo dejara actuar en libertad total contra vosotros, os destrozaría, porque es un arcángel y su poder, ahora maligno, es muy grande. Por eso, siempre os estoy protegiendo y limito el ataque de satanás contra vosotros, porque no lo soportaríais.
Pero, a lo que voy y que es muy importante, es que debéis aceptar lo que Yo quiero en la vida de cada uno de vosotros.
Cuando vosotros Me dais vuestro “fiat”, como Me lo dio Mi Hija, La Siempre Virgen María, Yo actuaba en Ella, Mi Hijo y Ella, eran Uno solo. A donde iba Mi Hijo, Mi Hija iba en Su Corazón; conocía perfectamente qué hacía Mi Hijo, qué Enseñaba, los Milagros que realizaba, los ataques que recibía a su alrededor, y así, podéis estar Conmigo.
Si vosotros os dejáis mover por Mi Voluntad, que es Perfecta, que es Sabia, que es Omnipotente y que es ilimitada, de esta unión de voluntades, vuestra voluntad y la Mía, ¿quién creéis que sale ganando?, la respuesta es obvia. Vosotros, no sois dioses, y menos perfectos, si Yo os tomo, os puedo llevar a un acto de perfección muy grande, pero, solamente si os dejáis mover por Mi Voluntad, y sé que eso os cuesta mucho trabajo.
Daos, plenamente a Mi Voluntad, soltaos, con los ojos cerrados, Yo no os haré ningún daño, todo lo contrario, recibiréis grandes Bendiciones de Mí, vuestro Dios, porque, si vosotros os estáis dando plenamente a Mí, Yo Me daré plenamente a vosotros y, os vuelvo a hacer la pregunta: ¿quién saldrá ganando de ésta unión?
Gracias, Mis pequeños.
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martes, 16 de agosto de 2016
Jul 21_16 Debéis aceptar lo que Yo quiero en la vida de cada uno de vosotros.
miércoles, 13 de julio de 2016
Jun 16_16 Los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo.
Rosario vespertino
Temas:
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros hermanos.
A vosotros, Mis pequeños, los que he escogido para ser Luz en estos tiempos, cuando todo empiece a darse, cuando los acontecimientos os anuncien que os estoy llevando ya a la Purificación, os he dicho que vuestro signo determinante ante vuestros hermanos va a ser la Paz que emanaréis hacia ellos.
En estos momentos, vosotros elucubráis mucho de cómo sucederá todo lo que os he anunciado y, os vuelvo a repetir, que no os imagináis, siquiera, de cómo va a ser esta Purificación de toda la humanidad.
Vosotros, los que estáis Conmigo, los que habéis sido evangelizados, ya por años, Mi Santo Espíritu os irá moviendo, os irá indicando qué hacer.
Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros hermanos.
El estar en paz, va a hacer que vosotros podáis ayudar a vuestros hermanos a que se tranquilicen. El estar en paz, va a ser un signo inequívoco de que Yo estoy con vosotros. El estar en paz va a ayudar a muchos de vuestros hermanos a que entiendan que Yo Existo, que Yo Vivo en vuestro corazón, que Yo voy a estar guiando los acontecimientos y que ellos deben también mantener una posición tranquila, de paz, además, seguros de que Yo, vuestro Dios, estoy manejando estos acontecimientos para vuestro bien y, por eso, os debe llevar a vosotros a la seguridad de que todo va a salir bien, a pesar de que, quizá, no os podáis explicar los acontecimientos que estaréis viviendo, pero, si confiados estáis en Mí, no os deberéis preocupar en lo absoluto, ni perder la paz. Que, ciertamente, muchos de vuestros hermanos estarán observando, y preguntándose por qué vosotros estáis con ésa paz, mientras que ellos, no saben qué hacer.
Vosotros, los que habéis sido escogidos de tiempo atrás y que habéis seguido toda la Evangelización que os he dado, daréis un gran ejemplo ante vuestros hermanos en muchos lugares del Mundo, por no decir todos. Uniréis a las muchedumbres; ayudaréis a bien morir a muchos, que heridos estarán por las catástrofes naturales; ayudaréis a otros a que perseveren y sigan adelante.
Dejaos mover, pues, por Mi Santo Espíritu, para que vosotros os deis cuenta que estáis siendo guiados por caminos seguros y hacia un Bien necesario para vuestra alma pero, a la vez, con la Sabiduría que estaréis recibiendo de Él, ayudaréis a vuestros hermanos a que abran su corazón a Mi Amor, a que se dejen, también, guiar y que puedan ver un camino nuevo, seguro y santo, como nunca antes habían imaginado poder ver.
Vosotros gozaréis lo que haréis en ésos momentos, porque es cuando viviréis palpablemente Mis Enseñanzas que os di por años. Gozaréis en servirMe en ésos tiempos, muchas cosas bellas y santas podréis hacer y, aún, milagros, entre vuestros hermanos.
No claudiquéis, Mis pequeños, porque si se os cierra una puerta, cinco o diez más se os abrirán, Yo estoy con vosotros y os estaré cuidando para que no erréis ni caigáis. A pesar de que satanás os quiera hacer caer, no lo logrará.
Os Bendigo, Mis pequeños y en ningún momento Me he de apartar de vosotros y así lo espero también, de vosotros mismos. Quiero que os mantengáis en todo momento junto a Mí, para que caminemos juntos, ya desde ahora y por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.
Vosotros habéis sido preparados para ayudar a vuestros hermanos, Mi Santo Espíritu os dará las palabras, os dará el trato bello, con el que vosotros llegaréis al corazón de vuestros hermanos para que cambien. Ayudad a todos, no os preguntéis si lo que dijisteis les habrá ayudado o no, lo que salga de vuestros labios irá impregnado de Mi Santo Espíritu y dejará una Luz interior, que si hay un ambiente benigno, se aumentará en ésa alma y le ayudará a que regrese a Mí.
Vosotros, sois instrumentos y seréis tomados por Mi Santo Espíritu, que ya habita entre vosotros. No preparéis nada, como dice en la Sagradas Escrituras, vosotros iréis a donde Yo os lleve, y las palabras que saldrán de vuestros labios, serán las Nuestras, las de Nuestra Santísima Trinidad.
Vuestra tarea es llevar Nuestra Palabra y Nuestra Presencia, a todos los lugares a donde queremos que vosotros vayáis. Ya os había dicho, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, vuestro Dios, vuestro Salvador, que no iba a bajar a Evangelizar en estos momentos, porque vosotros sois Mis evangelizadores, vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos y Yo estaré en vosotros.
En un principio, os asombraréis de las palabras que saldrán de vuestros labios, ciertamente, os daréis cuenta que no son vuestras palabras, que no son vuestros pensamientos, que no es vuestra forma de ser y así, os iréis dando cuenta de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estaré moviendo corazones a través de vosotros. ¿No se os hace esto una tarea bellísima?, pero, sobre todo, el que Yo os haya tomado como Mis instrumentos. Para vosotros, deberá ser como una Gracia muy grande y, de hecho es, porque el que hayáis sido escogidos por vuestro Dios, el Creador del Universo, vuestro Salvador, vuestro Guía, en Mi Santo Espíritu. Esto os debe llevar a una alegría santa, inimaginable, saber que sois pocos los escogidos para esta misión y que fuisteis preparados por años, para servir a vuestro Dios y Creador.
Esto os debe de llenar de gran alegría, os repito, pero, también, deberéis actuar con gran humildad, porque si entra en vosotros la soberbia, porque, ciertamente, haréis grandes cosas a los ojos de vuestros hermanos, si vosotros os apropiáis en algún momento de las palabras que salgan de vuestros labios o de los milagros que podáis hacer o de todo lo extraordinario que pueda salir de vosotros, que sois instrumentos Celestiales, si os apropiáis de ello y caéis en soberbia, podréis echar a perder Mi Obra en vosotros y desperdiciaréis años de guía espiritual, cayendo a la soberbia a donde os puede llevar satanás.
Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.
Tened cuidado, Mis pequeños, manteneos siempre sencillos, humildes y donados totalmente a la causa por la que fuisteis enviados a la Tierra, que es la salvación de las almas y llevar Mi Amor a los hombres.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
Hijitos Míos, empezad a gozar, ya desde ahora, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os daré. A vuestros ojos humanos, a vuestro entendimiento pequeño, se os va a hacer extraordinario y, de hecho, lo es, el vivir como se vive en el Cielo, que es lo opuesto de lo que estáis viviendo ahora.
Satanás os fue llevando poco a poco, a ir destruyendo Mi Obra en vosotros. A vosotros se os ha hecho natural, vivir en la maldad de satanás todos los días y, de repente, cuando Yo os dé, a los que os habéis ganado ésas Tierras Nuevas que viviréis, no entenderéis, si no sois preparados antes por Mi Santo Espíritu, el cómo es posible que no os dierais cuenta en los errores que vivíais todos los días.
Os digo, nuevamente, satanás os fue llevando a una degradación espiritual y aún humana, que habéis vivido como algo normal en vuestra existencia, cuando, realmente, estáis viviendo cosas abominables a Mis Ojos.
Cuando vosotros tengáis la experiencia de la iluminación de vuestras conciencias, empezará el cambio fuerte de vuestra vida. Os enseñaré, ahí, lo que debisteis haber vivido, cómo os debisteis de haber comportado, primeramente, Conmigo, en Mi Santísima Trinidad; cómo debisteis haber respetado a Mi Hija, la Siempre Virgen María, al Señor San José, a los Santos Ángeles; cómo convivir con el Cielo, con los Santos. Os daréis cuenta cómo desperdiciasteis vuestro tiempo, tiempo de vida que Me pertenece, porque Yo os di el don de la vida y vosotros desperdiciasteis tantas oportunidades para vuestra perfección y para el bien de vuestros hermanos, ayudándoles en su crecimiento espiritual. Lloraréis todo lo que hicisteis. Si, realmente, en vuestro corazón hay arrepentimiento y el reconocimiento de vuestros errores, ésta iluminación de vuestras conciencias, os darán la pauta de cómo os deberéis ir mejorando, porque el error o los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo y, perdón que lo diga así, Mis pequeños, pero vuestra forma de actuar, día a día, viviendo en vicios, en maldad, en la podredumbre, no puede causar otra cosa que eso, Mis pequeños, y os daréis cuenta de ello cuando Yo os deje ver cómo se vive en el Reino de los Cielos.
No vivís en la Bondad, en las Virtudes, en el Amor, en el cuidado de unos para con los otros, en el recrearse en todo momento en las Palabras que Yo os dejé en las Sagradas Escrituras, en los Ejemplos, en la Vida que os dejó Mi Hijo en Su paso por la Tierra.
Ahora no gozáis los momentos de la Vida de Mi Hijo, que Se dio por vosotros, por vuestra salvación. Hay tantas Delicias, tanta Sabiduría, tanto Amor en lo que os heMos dejado en las Sagradas Escrituras y vosotros, ni siquiera abrís el Libro, para tomar de él, la Sabiduría Celestial que se os ha dejado. No os tomáis el tiempo, cuando menos, de leer algún pasaje todos los días y meditarlo. Mi Santo Espíritu, os ilumina, cada vez que lo abrís con el deseo de perfeccionaros. En el mejor de los casos, le tenéis un lugar reservado al Libro, a las Sagradas Escrituras, a la Santa Biblia, en vuestro hogar, pero ahí está, en un lugar muy importante en vuestro hogar, pero, solo, sin abrirlo, sin tomar de él la riqueza espiritual que, desde el Cielo, os heMos enviado.
Tenéis tanto qué aprender, creéis que sabéis mucho, pero os he dicho que estáis en párvulos y que sois malos estudiantes. Os conformáis con tan poco, no queréis ser de los mejores estudiantes; no queréis ser de Mis mejores hijos, que hayáis leído las Sagradas Escrituras y que lo toméis como un Libro de consulta continua, para sacar de él, su gran Sabiduría, Sabiduría Divina que he puesto en la Sagrada Biblia.
De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.
Imaginad, Mis pequeños, por un momento, que vosotros entráis a un cuarto y hay muchos estantes con infinidad de regalos, de cosas bellas y que podéis tomar lo que queráis; luego, abriendo otra puerta, hay una escalera vertical con muchos escalones, ciertamente, se ve pesado el subir pero ésta os llevará a un gran salón, con muchos más regalos y sorpresas pero, por flojera, no subís esa escalera con tantos escalones porque no os queréis cansar, no queréis hacer un esfuerzo mayor y os conformáis con lo que veis en el primer cuarto, así estáis la gran mayoría de vosotros.
Ciertamente, cada uno de vosotros baja a la Tierra con dones que Yo os doy, para que llevéis a cabo vuestra misión en la Tierra. Os he pedido tanto que os perfeccionéis, porque Soy vuestro Padre y a Mí Me gusta la perfección, pero, ciertamente, tenéis que trabajar mucho y, especialmente, contra vosotros mismos. Como os he explicado antes, os debéis negar, debéis ir quitando toda maldad, vicios, todo aquello negativo que no os deja crecer, pero ¡no! os da flojera eliminar lo que traéis y que ya os habéis acostumbrado a vuestra parte negativa y vivís en la mediocridad.
Ciertamente, a ratos hacéis cosas buenas, pero a ratos también hacéis cosas malas, no sois constantes en lo bueno y desperdiciáis mucho las cualidades que Yo os he dado, porque no os queréis perfeccionar.
Ésas escaleras verticales, altas, de muchos escalones, el solo pensar en ellas, os da flojera.
Ciertamente, será pesada la subida, pero pocos son los que toman el riesgo, y el premio, ciertamente, estará allá arriba esperándoos y, así, es a lo largo de vuestra existencia. Los mejores regalos, la mejor vida espiritual, la obtienen aquellas almas valientes, intrépidas, sabias, inteligentes que saben sacarles provecho a los dones que Yo os he dado.
Cada uno de vosotros tenéis un potencial muy grande, todos vosotros podéis llegar a la perfección y decir perfección es poder alcanzar capacidades espirituales y aún físicas extraordinarias, pero os da flojera trabajar en ello.
¡Cuánto desperdicio de dones!, y luego, Me echáis la culpa a Mí, vuestro Dios de que no avanzáis, que no podéis hacer muchas cosas, porque os faltan capacidades o porque los otros sí tienen y vosotros no, cuando os estoy diciendo que todos vosotros podéis llegar a grados altísimos en vuestras capacidades espirituales y aún físicas.
También os he dicho que vosotros deis el primer paso y Yo os ayudaré con el resto de vuestro esfuerzo, pero, cuánto, ¡cuánto trabajo os causa dar el primer paso! Ponéis tantos pretextos para dar un primer paso y no os dais cuenta que, aún, ése primer paso recibirá ayuda de Mi parte y, cuando empecéis a dar los demás pasos, todo se irá aliviando, no será ya pesada la carga, iréis mejorando, sin tanto sufrimiento, porque Yo estaré con vosotros.
Siempre, el triunfo, en cualquier cosa que vosotros queráis lograr, exigirá un esfuerzo, un primer esfuerzo, el resto es más fácil, pero son pocas, muy pocas las almas que se vencen a sí mismas y que llevan a cabo ése primer esfuerzo.
El éxito es para los triunfadores, para los que saben trabajar, para los que saben vencerse a sí mismos, para los que realmente quieren ser Mis hijos.
Ved la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Sus Sufrimientos, Dolores, persecuciones, aunque sí tenía momentos también bellos, todo lo hizo por vosotros, se venció a Sí Mismo, o sea, aceptó Mis Órdenes de Padre, para vuestra ayuda, para que os pudiera abrir nuevamente las Puertas del Cielo. Aceptó, en obediencia, lo que Yo Le pedí y llegó el Triunfo y vosotros estáis gozando Su Triunfo, pero Le dolió mucho y ¿cuándo, realmente, Le habéis dado las gracias a Mi Hijo por lo que hizo por vosotros? ¿Cuántas veces Lo habéis acompañado en Sus momentos de Dolor, en Sus momentos de cansancio?, o ¿cuántas veces Lo habéis acompañado, en Sus momentos de Oración en donde platicaba Conmigo?, que Me pedía Fortaleza para seguir adelante, porque la lucha era tremenda, ya que satanás se había apropiado de una gran cantidad de almas.
A vosotros os ha tocado ser Luz, en estos momentos de obscuridad. Sois Luz y Guía para tantas almas que van caminando por el Mundo que se tropiezan y caen muy seguido, porque no hay una Luz, una guía, que las lleve por caminos seguros y que las traiga a Mi Presencia. Sois ésa Luz, Mis pequeños, traedMe almas, llevadlas por un camino seguro. Guiadlas para que Me conozcan, convenced a aquellas almas que están caminando en el error, que le han abierto su mente y su corazón a satanás.
¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.
Ahora no lo entendéis ni lo valoráis como realmente es, pero, cuando os deis cuenta de la tarea que Yo os permití tener, lo gozaréis inmensamente.
En cierta forma, ahora no permito que conozcáis plenamente el valor de vuestra misión, para que no caigáis en soberbia, pero, vuestra tarea, en estos momentos de cambio, de lucha, es grandísima. Es bellísima vuestra misión, un alma, vale muchísimo, seguid adelante, dejaos llevar por Mí, Soy vuestro Dios y estáis llamados a hacer grandes cosas para el Reino de los Cielos, no os desaniméis, Mis pequeños, grandes cosas os esperan.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.
Hijitos Míos, muchos de vuestros hermanos se preguntan, cómo es posible que algunos puedan entender las Palabras que os digo y otros no. Leen exactamente lo mismo, pero su entendimiento es diferente y, os he dicho que, cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.
Las almas, cuando no están en estado de Gracia, es como si tuvieran un velo delante de sus ojos, un velo que no permite que su mente entienda todo, un velo que impide que escuchéis muchas cosas que hay a vuestro alrededor, que os pueden hacer crecer en todos sentidos, pero al tener ése impedimento con que el pecado os limita, no crecéis ni entendéis Mis Misterios, Mi Sabiduría y no aprovecháis plenamente Mi Amor.
Muchos de vosotros os enojáis Conmigo porque os sentís tontos, al no entender pasajes de las Sagradas Escrituras o el Conocimiento que estoy dando en estos tiempos para que os preparéis ante los acontecimientos que ya están sobre vosotros, pero, no es Mi culpa, Mis pequeños, que no entendáis.
Os vuelvo a repetir, es vuestra vida en pecado lo que impide que entendáis lo que Yo os quiero dar, y que Me interesa, a Mí, mucho que lo tengáis, pero os he dicho que vosotros sois libres. Vosotros, os podéis mantener en estado de Gracia y, el estado de Gracia, es como una llave que abre todas vuestras capacidades, físicas y espirituales, para todos los regalos que Yo os quiero dar; pero, si vosotros preferís vivir en el mal, vivir en el error, Yo no os puedo forzar.
¿Queréis escuchar a satanás en lugar de escucharMe a Mí?, Yo Me hago a un lado y os dejo con el enemigo. Si queréis estar plenamente Conmigo, no Me invitéis a vuestro corazón cuando esté sucio, con pecados graves y la presencia del enemigo esté ahí, en vuestro corazón.
Si vais a invitarMe a entrar en vuestro corazón, hacedlo, pero debéis estar limpios, y satanás no debe estar presente en vuestro corazón, en ningún momento.
Gracias, Mis pequeños.
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