sábado, 2 de marzo de 2013

Mensaje del 2 de marzo de 2013 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina





“Queridos hijos, de nuevo los invito maternalmente: no endurezcan el corazón. No cierren los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial les envía. ¿Lo aman sobre todas las cosas? ¿Se arrepienten de qué a menudo olvidan que el Padre Celestial, por su gran amor, ha enviado a su Hijo para redimirlos con la cruz? ¿Se arrepienten de qué todavía no aceptan el mensaje? Hijos míos, no opongan resistencia al amor de mi Hijo. No opongan resistencia a la esperanza y a la paz. Con su oración y su ayuno, mi Hijo con su cruz disipará las tinieblas que quieren envolverlos y someterlos. Él les dará fuerza para una vida nueva. Al vivirla según mi Hijo, serán bendición y esperanza para todos los pecadores que deambulan en las tinieblas del pecado. Hijos míos, ¡velen! Yo, como Madre, velo con Ustedes. Especialmente oro y velo por aquellos que mi Hijo ha llamado a ser para ustedes portadores de luz y portadores de esperanza: por sus pastores. Les agradezco”

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