lunes, 4 de octubre de 2010
MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ, Anguera, Brasil.
3.378.- Mensaje de Nuestra Señora, transmitido el 28/09/2010
Querido hijos, vivid volcados para el Paraíso para el cual fuisteis únicamente creados. Vuestro Dios os ama y os espera con alegría. No os crucéis de brazos. Ahora es tiempo de gracias para cada uno de vosotros. Decid a todos que Dios tiene prisa que este es el momento del Gran Retorno. No retrocedáis. Yo soy vuestra madre y he venido del cielo a conduciros a Aquel que es el Único y Verdadero Salvador. Orad. Los hombres se apartan de Dios y se vuelven ciegos espiritualmente. Todavía hay una oportunidad de salvaros. Volved de prisa. Grandes sufrimientos llegarán a hombres y mujeres de Realeza. La humanidad vive la angustia de un condenado y mis pobres hijos cargarán la pesada cruz. Sed del Señor. En Él está la fortaleza y la victoria. Este es el mensaje que os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo en el nombre del padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Quedad en Paz.
3.379.- Mensaje de nuestra Señora, transmitido el 29/09/2010
Queridos hijos, Soy la Reina de la Paz y vengo del cielo para ofreceros la gracia de la paz. Vosotros estáis en el Centro de Mi Inmaculado Corazón, no deben temer. Vosotros sois exclusivamente del Señor. Volved a El que ve lo oculto y os conoce por vuestro nombre. Vosotros bien sabéis cuanto ama vuestra Madre a sus hijos. Decid a todo el mundo que no vengo al mundo por diversión. La humanidad se ha apartado del Creador y se ha vuelto pobre espiritualmente. Por favor, alejaos de todo aquello que os separa de Dios. Vean a Jesús, Él es vuestra esperanza. Con Mi hijo Jesús tendrán un mañana mejor. Os exhorto a intensificar sus oraciones para la realización de mis planes. No os crucéis de brazos. Quiero manteneros en Mi Inmaculado Corazón como su morada. Consagraos todos los días a Mi Inmaculado Corazón y os llevaré con Mi Jesús. Vosotros tenéis la libertad, pero os pido que hagáis la voluntad de Mi Jesús. Llegará el día en que los hombres habitarán una nueva tierra. La humanidad va a pasar por grandes pruebas y la tierra se transformará. Todo lo que ahora contemplamos será diferente. La victoria de Dios es vuestra victoria. No viváis en el mundo y para el mundo, porque vosotros sois del Señor, y a Él es a quien hay que seguir y servir. Un doloroso acontecimiento tendrá lugar en la Tierra de la Santa Cruz. Doblad las rodillas en oración. Este es el mensaje que os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reunirme aquí una vez más. Yo os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en Paz.
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