13 de octubre de 2010
Dice Santa María:
Amados hijos míos, si cada uno de vosotros pudiera comprender y entender que no os podéis apartar del gran rebaño quedando a la merced del ángel desterrado, si pudieran mirar con los ojos del corazón a cada uno de vuestros hermanos y cobijarlos entre vuestros brazos y acompañarlos en todo momento que tienen que transitar guiándolos por el único y verdadero sendero de la luz y no permitiéndole oír voces que dicen que vienen en nombre de mi amado Hijo y con engaños los llevan por un sendero sombrío y muchas veces de dolor, si pudieran comprender que en las pequeñas cosas encontraréis las más bellas y la más inmensa felicidad, si os dedicaran más horas de vuestras vidas a compartir con vuestras familias, a saber oír a vuestros hijos y guiarlos por el sendero, si vivieran en unidad y hablaran y os dejaran todo el tiempo que necesitan para poder compartir cada minuto de vuestras vidas, amados hijitos, vuestro hogar, quiero que sepáis, también es un templo, un templo donde yo habito junto a todos vosotros, donde estoy al lado de cada uno observando y cuidando que no os pierdas y comprendan que el amor está allí adentro de vuestros hogares, en el corazón de cada uno que en Él lo habita, que tienen que hablar y saber oír, y os pido que recéis unidos a mi Hijo el Santo Rosario y la Coronilla, que vengáis unidos a mi morada a estar todos juntos a mí, a vuestro Hermano y en Él a vuestro amado Padre, compartan los momentos de la celebración con un corazón lleno de alegría, de paz y armonía, vivan en unidad no sólo entre vosotros sino en la unidad y la entrega a CRISTO JESÚS, por eso debéis confesar vuestros pecados quedando vuestros corazones y vuestros cuerpos limpios y de esa forma recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, haced un lugar de privilegio en vuestro corazón y dejad que habite en cada uno de vosotros, déjense llevar por Él, déjense guiar por el sendero del amor rumbo al Padre, rumbo a la unidad de todos vuestros hermanos, haced crecer la esperanza en los corazones de todos y llevad la palabra a través del Sagrado Libro. Por eso os ruego, salid a evangelizar, salid a por vuestros pueblos y naciones llevando la palabra y con ella comenzarán a hacerse las grandes conversiones y crecerán las vocaciones entre mis hijos e hijas y el mundo ha de cambiar y vivirán en unidad, y en esa unidad estará siempre el amor, la misericordia y la paz en todos los corazones de vosotros, tenéis que comprender que ya habéis ingresado en una nueva era y que los tiempos se han acortado, tenéis que comprender que tenéis que estar preparados para recibir al mensajero del amor que muy pronto descenderá y caminará entre cada uno de vosotros, él llegará para unirlos a todos y como buen pastor guiar a sus rebaños bajo su Llama Eterna de Amor y su luz caminando por un sendero rumbo al gran encuentro, a la gran unión de la nueva NACIÓN DE CRISTO JESÚS basada en LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS y viviendo en un mundo donde todos tenéis que respetarse y vivir en unidad y comunión, cuidar de vuestra tierra y crecer y hacer crecer mi morada, que ella sea gloriosa y pura como lo es en el Reino de los Cielos, que su luz llegue a todos los continentes y que todo hombre y mujer de buena voluntad sean guiados a través del largo sendero de la vida, que nunca más tengáis en vuestros corazones odios, rencores, envidias, mentiras y no cometan injusticias contra ningún hermano o hermana vuestro, cuidad de mi Iglesia y acompañad a través de las oraciones y con vuestra presencia a mis Hijos e Hijas predilectas, estén a su lado y colaboren con ellos, sean verdaderos mensajeros del Corazón Inmaculado de JESÚS, amadlo e id caminando rumbo a sus brazos, oren pequeños míos, y vivan en armonía y paz y derramad sobre toda la tierra la semilla del amor y la unidad. Os amo y os pido que no os dejéis más llevar por el sendero de la oscuridad, que sólo en mi morada habéis de encontrar la verdad y con ella la misericordia y el amor y os cobijaremos bajo nuestro eterno manto de misericordia y cuidaremos a cada uno de vosotros, os amamos hijitos e hijitas mías, nunca os olvidéis, os estamos esperando, necesito de vuestra presencia, necesito verlos rezando el Santo Rosario para que unidos a mis Ángeles y Arcángeles podamos salvar vuestras almas de la inmensa oscuridad. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
13/10/2010 03:00 Horas.
Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.
Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina
Amados hijos míos, si cada uno de vosotros pudiera comprender y entender que no os podéis apartar del gran rebaño quedando a la merced del ángel desterrado, si pudieran mirar con los ojos del corazón a cada uno de vuestros hermanos y cobijarlos entre vuestros brazos y acompañarlos en todo momento que tienen que transitar guiándolos por el único y verdadero sendero de la luz y no permitiéndole oír voces que dicen que vienen en nombre de mi amado Hijo y con engaños los llevan por un sendero sombrío y muchas veces de dolor, si pudieran comprender que en las pequeñas cosas encontraréis las más bellas y la más inmensa felicidad, si os dedicaran más horas de vuestras vidas a compartir con vuestras familias, a saber oír a vuestros hijos y guiarlos por el sendero, si vivieran en unidad y hablaran y os dejaran todo el tiempo que necesitan para poder compartir cada minuto de vuestras vidas, amados hijitos, vuestro hogar, quiero que sepáis, también es un templo, un templo donde yo habito junto a todos vosotros, donde estoy al lado de cada uno observando y cuidando que no os pierdas y comprendan que el amor está allí adentro de vuestros hogares, en el corazón de cada uno que en Él lo habita, que tienen que hablar y saber oír, y os pido que recéis unidos a mi Hijo el Santo Rosario y la Coronilla, que vengáis unidos a mi morada a estar todos juntos a mí, a vuestro Hermano y en Él a vuestro amado Padre, compartan los momentos de la celebración con un corazón lleno de alegría, de paz y armonía, vivan en unidad no sólo entre vosotros sino en la unidad y la entrega a CRISTO JESÚS, por eso debéis confesar vuestros pecados quedando vuestros corazones y vuestros cuerpos limpios y de esa forma recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, haced un lugar de privilegio en vuestro corazón y dejad que habite en cada uno de vosotros, déjense llevar por Él, déjense guiar por el sendero del amor rumbo al Padre, rumbo a la unidad de todos vuestros hermanos, haced crecer la esperanza en los corazones de todos y llevad la palabra a través del Sagrado Libro. Por eso os ruego, salid a evangelizar, salid a por vuestros pueblos y naciones llevando la palabra y con ella comenzarán a hacerse las grandes conversiones y crecerán las vocaciones entre mis hijos e hijas y el mundo ha de cambiar y vivirán en unidad, y en esa unidad estará siempre el amor, la misericordia y la paz en todos los corazones de vosotros, tenéis que comprender que ya habéis ingresado en una nueva era y que los tiempos se han acortado, tenéis que comprender que tenéis que estar preparados para recibir al mensajero del amor que muy pronto descenderá y caminará entre cada uno de vosotros, él llegará para unirlos a todos y como buen pastor guiar a sus rebaños bajo su Llama Eterna de Amor y su luz caminando por un sendero rumbo al gran encuentro, a la gran unión de la nueva NACIÓN DE CRISTO JESÚS basada en LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS y viviendo en un mundo donde todos tenéis que respetarse y vivir en unidad y comunión, cuidar de vuestra tierra y crecer y hacer crecer mi morada, que ella sea gloriosa y pura como lo es en el Reino de los Cielos, que su luz llegue a todos los continentes y que todo hombre y mujer de buena voluntad sean guiados a través del largo sendero de la vida, que nunca más tengáis en vuestros corazones odios, rencores, envidias, mentiras y no cometan injusticias contra ningún hermano o hermana vuestro, cuidad de mi Iglesia y acompañad a través de las oraciones y con vuestra presencia a mis Hijos e Hijas predilectas, estén a su lado y colaboren con ellos, sean verdaderos mensajeros del Corazón Inmaculado de JESÚS, amadlo e id caminando rumbo a sus brazos, oren pequeños míos, y vivan en armonía y paz y derramad sobre toda la tierra la semilla del amor y la unidad. Os amo y os pido que no os dejéis más llevar por el sendero de la oscuridad, que sólo en mi morada habéis de encontrar la verdad y con ella la misericordia y el amor y os cobijaremos bajo nuestro eterno manto de misericordia y cuidaremos a cada uno de vosotros, os amamos hijitos e hijitas mías, nunca os olvidéis, os estamos esperando, necesito de vuestra presencia, necesito verlos rezando el Santo Rosario para que unidos a mis Ángeles y Arcángeles podamos salvar vuestras almas de la inmensa oscuridad. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
13/10/2010 03:00 Horas.
Mensaje dado por nuestra Madre a José Luis Belmonte.
Avellaneda – Provincia de Buenos Aires – Argentina
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