Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
MANTÉNGANSE UNIDOS A MI HIJO, VIVIENDO EL EVANGELIO, PREDICANDO CON EL TESTIMONIO.
Acudan a recibir a Mi Hijo diariamente en la Eucaristía. Cada uno debe cumplir su deber como miembro del Cuerpo Místico, adentrarse en la Sagrada Escritura, vivir las Bienaventuranzas, ser modelo del AMOR CRISTIANO.
HIJITOS, LA IGLESIA SERÁ PURIFICADA, NO DESTRUIDA.
AL FINAL MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ PARA GLORIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
Únanse en una sola voz, con el rezo del Santo Rosario. En estos momentos es imprescindible que las familias recen unidas, para que permanezcan unidas. El demonio está taladrando el seno de la familia para debilitarles, la lujuria se infiltra en la humanidad, socava el Sacramento del Matrimonio y desvirtúa los Mandamientos de la Ley de Dios. La perversión se posesiona del hombre y los inocentes sufren a causa de este flagelo.
HIJOS, BENDÍGANSE UNOS A OTROS,
NO CIERREN SUS OJOS SIN DAR GRACIAS A DIOS POR EL DON DE LA VIDA.
Se han olvidado de dar gracias a la Divina Providencia por cuanto reciben. Viven con la mirada en lo mundano, crecen en el egoísmo y la soberbia. No se miran como hermanos, se juzgan fácilmente, con suma ligereza, sin respeto. Como los fariseos condenan lo que no les parece y se dejan engañar por el demonio sin que lo perciban. Se unen a voces que vitorean lo pasajero y mundano. Se alejan de la oración, perdiéndose en una falsa realidad, hasta que la crueldad del mismo hombre les lleve a despertar.
LA HUMANIDAD VIVIRÁ MOMENTOS DE ANGUSTIA, LA GUERRA ACARREARÁ DOLOR PARA TODOS.
HOY LES INVITO A ORAR POR SUDÁFRICA.
Esta su Madre, Peregrina de Amor, intercede por todos ustedes, cuando la tierra apresurará su caminar y el tiempo para el hombre se acortará más. Miren a lo alto, el Cielo les avisa. Miren cómo los animales cambian sus costumbres. Ellos sienten cuanto se acerca y les advierten, pero ustedes hijos, en medio de su vivir tan agitado, no se detienen a mirar lo que deben mirar.
La Iglesia está siendo perseguida, el mal se acerca cada día con más fuerza, caminan en valle de lágrimas, sí, pero no derrotados sino guiados por el ESPÍRITU SANTO.
Hoy les llamo a clamar a Mi Hijo:
JESUCRISTO REY MÍO, SÉ MI AMPARO, REFÚGIAME EN TU SACRATÍSIMO CORAZÓN Y PROTEGE A TODA LA HUMANIDAD.
Queden en Paz. Les bendigo.
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COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL ÚLTIMO MENSAJE 08.06.2010
Hermanos (as):
La Madre Santísima nos llama a adentrarnos en la Sagrada Escritura, porque no podemos amar lo que no conocemos, y al desconocer la Palabra Divina, el hombre pierde su centro. No sabe cómo predicar con el testimonio, porque vive alejado de Dios.
Una vez más Mamá María nos llama a acudir al alimento Eucarístico, para mantenernos de pie en medio
de un mundo controversial, en donde parece que caminamos al revés. Cual muralla de la roca más sólida, somos invitados reiteradamente también a ser unidad con el rezo del Santo Rosario en familia, y sin cansarnos, para combatir el pecado. Mamá nos hace mirar la realidad de la desintegración familiar y el dolor de los inocentes que son ultrajados.
La peste que va directamente contra todo lo que significa Dios, tiene que ser combatida. Nosotros, pueblo de Dios somos los llamados a ministrarnos unos a otros, a vivir en unidad y no ser instrumentos de desunión que aumenten las fuerzas enemigas que luchan y lucharán en contra de la Iglesia. Somos alertados ante un nuevo evento de la naturaleza, y del hombre contra el hombre, ante lo cual nuestra oración tiene que ser continua.
NUESTRA MADRE NOS REAFIRMA ESA CONFIANZA EN EL TRIUNFO DE LA IGLESIA, JUNTO A SU INMACULADO CORAZÓN.
“Así sea”.
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