Feb 13_13 El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero.
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Rosario vespertino - (Miércoles de Ceniza)
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Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás. Hijitos Míos, dejad al hombre que haga las cosas del hombre, especialmente cuando se han dejado llevar por satanás. Vosotros sois Míos, vosotros, los que habéis escogido el mejor camino, no os debéis preocupar. Os he venido preparando por mucho tiempo para estos momentos que padeceréis, son tiempos de purificación, son tiempos de prueba, son tiempos de acrisolamiento, de aquí saldrán las almas que serán escogidas para los Nuevos Tiempos.
Recordad cómo Me he preocupado Yo, vuestro Dios, vuestro Padre, de ir escogiendo el redil, Mi Hijo Me los ha traído, Mi Hija, la Siempre Virgen María, va cuidando de que no salgan del redil y especialmente cuida a aquellos que puedan ser más atacados por las garras de satanás.
Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de satanás.
Es tiempo en que la Fe os pondrá a salvo y vosotros habéis sido preparados para estos momentos. Os he dicho que éstos tiempos de tribulación os van a traer directamente a Mi Corazón, porque aquellos que confían en Mí, siguen Mi Santa Voluntad. Aquellos que dudan, fácilmente podrán caer y por eso os he pedido que oréis fuertemente por aquellos que no tienen una Fe a prueba de todo lo que vendrá pero, sobre todo por aquellos que no tienen amor a Mí, porque cuando alguien ama, se da totalmente por el que ama y vosotros, que estáis Conmigo, sé que os daréis por Mí. No necesariamente esto quiere decir una donación de muerte o de gran dolor, sino de defensa de lo que es Mío.
Recordad cómo Mi Hijo escogió como apóstoles a unos pocos de tantos que estuvieron a Su alrededor. En este tiempo, son también pocos los que Me aman, los que están Conmigo, los que quieren mantener Mi Amor sobre la Tierra, pero sobre todo, que quieren mantener Mi Amor en su corazón.
¿A qué bando pertenecéis, Mis pequeños?, vosotros os podréis contestar, Yo ya conozco la respuesta.
Deseo, Mis pequeños, que luchéis, pero con amor, contra todo lo que vaya a pasar a vuestro alrededor. Ciertamente, satanás, dará sus coletazos para tratar de destruir la Fe, que es la que Yo estoy manteniendo sobre la Tierra pero, ya os he dicho que, al resto fiel, Yo lo he de mantener junto Conmigo, protegido, contra satanás. Y recordad nuevamente, que satanás no tiene la fuerza, el poder, las capacidades que tengo Yo, como Dios, así que no le temáis, si estáis Conmigo, lo venceréis fácilmente.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno. Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y lloro, junto con vosotros, al ver cómo el hombre, que se ha satanizado, al ver cómo el hombre que se ha vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí tanto Me costó y Me sigue costando y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi Iglesia, que deja mucho qué desear.
Ciertamente, hay muy buenos elementos dentro de ella que están manteniendo su vitalidad, pero se está viendo también cómo la maldad se ha introducido y ya no se está dando lo que se debiera dar.
Se ha tomado la Iglesia una posición muy comodina, ya no se lucha por llevarMe a Mí a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos vuestros que necesitan conocerMe y amarMe. No se busca el sufrir ya hasta el cansancio o muerte, por tomar una posición cómoda de muchos de Mis sacerdotes y religiosos, siendo que, el mismo pueblo necesita de los Sacramentos y ésa posición cómoda, hace que muchos mueran sin ellos, los cuales debieran ser administrados por Mis ministros y sacerdotes.
Mucha maldad se ha introducido dentro de ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis Leyes y a Mi Amor, por eso, tiene que ser purificada y santificada.
Ciertamente, esto causará una gran expectación mundial, causará muchas dudas, causará mucho dolor pero, al final, Mi Amor se hará sentir entre los hombres, especialmente cuando quede purificada y regresen a ella.
La Iglesia, el Templo en sí, es Casa de Oración y Yo estoy presente ahí, Mis pequeños y así debiera ser, que todo aquel que Me quisiera encontrar, llegara a orar, llegara a arrepentirse de su mal proceder, llegara a convivir un rato con su Dios. Vosotros sois Iglesia, vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser, vosotros debéis ser ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho de vivir lo que Yo os he enseñado, y eso os debe dar un carácter muy especial entre vuestros hermanos, a tal grado de que se os reconozca como seguidores Míos. Los que Me viven, realmente, Me transmiten sin darse cuenta y ahora no lo estáis viendo con muchos de Mis ministros o sacerdotes. Os acercáis a ellos y viven bien más del mundo, no viven ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy diferentes para la que fueron ellos escogidos. Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.
Me duele ver, Mis pequeños, tanta confusión, maldad, lucha de intereses mundanos y ataques satánicos por parte de ellos, porque muchos de mis ministros se han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y ofrendas a Mi enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta traición por parte de ellos!, ¡Me duele tanto, Mis pequeños! Ciertamente, desde un principio, aquí sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo un traidor, no escogí lo mejor que había entre los hombres. Sé y reconozco las debilidades que existen en la humanidad, pero cuando son escogidas estas almas, para el Sacramento Sacerdotal, Mi Gracia se derrama sobre éstas almas importantes para todos vosotros y hay un cambio grande en su ser. Pero muchos, que han obtenido ésta Gracia, la han hecho a un lado, han traicionado Mis regalos, Mis Bendiciones y no han querido seguirMe. Han regresado al mundo, buscando sus placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus mismos hermanos sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois vosotros. ¡Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado Mi Amor, pero sobre todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido para ésta misión grande sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre pueda tener, la de ser sacerdote entre los hombres.
No sabéis apreciar la grandiosidad de vuestra posición ante los hombres y ante el Cielo. Habéis desperdiciado Mis regalos pero, sobre todo, el que Yo haya puesto toda Mi Confianza sobre vosotros, Me traicionasteis.
Arrepentíos, ahora que tenéis todavía tiempo para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio sobre vosotros será tremendo, porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios, fallasteis y engañasteis a vuestros hermanos en el mundo y causasteis escándalo, a tal grado, de que muchos perdieron la Fe por vuestro mal proceder. Seréis juzgados severamente, ministros de Mi Iglesia que fallasteis porque Me disteis la espalda y quisisteis seguir a Mi enemigo.
De cualquier manera, recibid Mis Bendiciones, para que ellas toquen vuestro corazón y venga vuestro arrepentimiento antes de vuestro Juicio severo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídmela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad. Hijitos Míos, a la Luz de Mi Santo Espíritu, vosotros debéis entrar en vuestro corazón, solos y unidos perfectamente a Mí, sabiendo que os veo, que escucho vuestro corazón, que os conozco perfectamente. Quiero que seáis sinceros, honestos con vosotros mismos, ante Mi Presencia, que os juzguéis ante Mí y, humildemente, caigáis de rodillas,presentándoMe todo vuestro ser, con vuestras cualidades y defectos, con vuestros errores, con vuestras necesidades espirituales, con vuestras fallas que, a pesar de que Yo os di todo para que cumplierais con lo que Yo necesitaba que cumplierais con vuestra misión, no lo quisisteis aprovechar.
Mis pequeños, así solos, ante Mí, sabiendo que Yo Soy todo un Dios de Amor y de Perdón, mostraos enteramente a Mí, para que Yo purifique todo aquello en lo cual habéis fallado, porque os quiero perfectos, porque os quiero santos y no podréis llegar a ése grado de belleza espiritual si, primeramente, no sois humildes y, segundo, si no queréis contar Conmigo, con Mi ayuda que transforma todo, aún lo más malo, aún aquello que es abominable a Mis Ojos.
Mis pequeños, fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía y así os quiero y así os necesito pero, vosotros, en éstos momentos, cuando el pecado ya ha tomado grados muy altos dentro de vosotros y a vuestro alrededor, no tenéis idea lo que éstas Palabras significan, de que debéis ser a Imagen y Semejanza Mía. Por eso necesitáis de Mi ayuda y la debéis pedir de todo corazón, para que Yo pueda cambiar todo aquello que os está llevando hacia el mal, que está destruyendo vuestra misión, para que podáis volver al camino que Yo os tracé y podáis cumplirlo como debéis hacerlo.
Mi Amor está con vosotros, Mi Gracia os cubre y así, como le dije al apóstol, “Mi Gracia te basta”, y la tenéis, Mis pequeños, pero debéis pedírMela y con eso mostraréis vuestra pequeñez que os la va a dar vuestra humildad. AprovechadMe, Mis pequeños, aprovechadMe a Mí, vuestro Dios, que os regalo tanto de lo Mío y que además, desperdiciáis y tantas oportunidades para vuestra santificación.
Mis pequeños, siendo santos, podréis halagarMe mucho a Mí y podréis ayudar muchísimo a vuestros hermanos a que lleguen a Mí, la santidad se da en un alto grado de humildad, así que pedídMela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo? Hijitos Míos, vuestra oración es importantísima, os la he venido pidiendo ya de tiempo acá, porque estáis en momentos críticos de la humanidad. El hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?
Ciertamente será la presencia de satanás en pleno y ha venido preparando el terreno de mucho tiempo para acá y vosotros, en lugar de haber luchado contra todo lo malo con que os iba preparando, lo tomasteis como forma de vida y aceptasteis la maldad en vosotros, en vuestros actos y alrededor vuestro. Con esto, vosotros preparasteis su trono, ahora viene a sentarse en su trono de maldad, para que todos vosotros seáis sus súbditos. No quisisteis luchar contra su maldad y, ahora, su maldad os querrá aplastar y lo logrará con una gran cantidad de hermanos vuestros.
Mis pequeños, son tiempos críticos para vuestra salvación o perdición eternas, no es tiempo de duda, no es tiempo de juego, no es tiempo de diversión, no es tiempo el que debéis perder, lo que Yo os he dado en Enseñanzas. Yo os he ido preparando para éstos momentos, que tarde o temprano tenían que darse y una gran mayoría de vosotros no los aprovechasteis, ahora os atacará con vuestras mismas flaquezas. Os fuisteis debilitando, no os esforzasteis en hacer crecer las Virtudes y Mi Amor en vosotros mismos, con lo cual, fácilmente lo podríais vencer. Él se ríe ante Mi Presencia, al mostrarMe el Mundo caído y a sus pies. Son tan pocos los que ciertamente están Conmigo de corazón pero, ésos pocos, con Mi Gracia, le vencerán, pero ¿cuántos hermanos vuestros sufrirán eternamente por su engaño y por vuestra falta de intercesión por su salvación?
Desgraciadamente, también, muchos de los que están Conmigo, no se pueden decir verdaderos hermanos de aquellos que están viviendo en el mal, porque os falta mucha oración y donación por ellos, no les tomáis de la mano, no les ayudáis a levantarse, no les tratáis de comprender y, de ésta forma, entenderles para ayudarlos mejor.
Habéis pasado junto a ellos y los dejasteis maltrechos en el camino, no os detuvisteis ni les preguntasteis qué necesitaban. Ya no sois el buen samaritano del que os hablé en las Sagradas Escrituras, para que aprendierais a tratar a vuestro hermano caído y enfermo, enfermo de mal, enfermo de pecado, destruido por satanás.
Ciertamente sabéis que Yo no busco la salvación de vuestro cuerpo, busco la salvación eterna de vuestra alma. ¿Cuánto habéis hecho por vuestros hermanos necesitados? Escogéis con quién estar y no os dais en general por todos. Aún os falta Caridad para tratar a todos por igual.
Este tiempo que padeceréis todos vosotros, será para que entendáis Mi Ser, para que no veáis solo lo que Yo hice, sino más bien, el Amor que Yo le daba a cada uno de ellos y que, ahora, también os doy a cada uno de vosotros. En este tiempo Me conoceréis en lo profundo. Cómo oraba Yo a Mi Padre, cómo vivía para cada uno de vosotros, cómo, a pesar de vuestra necedad y del dolor que Me causabais, Yo seguía pendiente de vuestras necesidades y Me seguía dando por vosotros, para que, llegar el momento de vuestro arrepentimiento, de ése dolor interno, del saber cómo Me dañabais, al final regresarais a Mí.
Agradeced pues éste tiempo de purificación que tendréis todos vosotros, porque va a ser bueno y necesario para que alcancéis vuestra santidad de vida. En estos momentos no estáis preparados para recibirMe en Mi Segunda Venida a la Tierra. Hay demasiada maldad, error, pecado en vuestro ser y, lo más doloroso para Mí, vuestro Hermano y vuestro Dios, es que os dejé toda una escuela, una forma de vida espiritual para que, al tomarla, viniera ésa transfiguración, que eso os iba a llevar a ser perfectos para que pudierais convivir Conmigo fácilmente en Mi Segunda Venida, sin tener que padecer lo que tendréis que padecer.
La gran mayoría de vosotros escogisteis el camino errado y, ahora, vuestra enseñanza, tendrá que ir unida al dolor. Si hubierais entendido cómo os amo, y Me hubierais regresado Mi Amor como Yo os lo di, éstos momentos serían de gozo, estaríais venciendo fácilmente a satanás y estaríais esperando impacientes, con gran alegría, Mi Regreso Triunfal, pero no pensasteis en ello y ahora tendréis que sufrir, pero que éste sufrimiento también esté envuelto de gozo, sabiendo que al final de la prueba Me tendréis y gozaréis inmensamente, cosas bellísimas, salidas de Nuestra Trinidad, se os darán. Que ésta Promesa se mantenga en vuestro corazón para que vosotros podáis pasar por la prueba fácilmente, sabiendo que Me tendréis al final del camino. Que sea para vosotros una gran esperanza y que el gozo ya os invada, porque, ciertamente Me tendréis si triunfáis junto Conmigo en ésta purificación que todos deberéis padecer.
Os amo, Mis pequeños, os amo con todo Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono. Hijitos Míos, vosotros podéis leer en las Escrituras que, aunque una madre se olvidara de sus hijos, Yo nunca lo haría, Mis pequeños y esto os lo digo, porque en muchos de vosotros existe el temor de que Yo os vaya a abandonar en estos momentos de prueba y ya os he repetido varias veces que no os voy a abandonar. Como un Padre que Soy, Yo no puedo abandonar a Mi creatura en éstos momentos de obscuridad espiritual. Yo os creé, no os quiero destruidos y menos por Mi enemigo, satanás. Yo voy a estar junto con vosotros.
Vosotros podéis, en cualquier momento, pedir Mi ayuda, Mi Presencia, Mi Amor, Mis Dones, Mis Bendiciones, Mis Gracias, todo lo que necesitéis de Mí, Mis pequeños. Un padre, una buena madre, siempre están atentos por la salud de sus hijos, Quién mejor que Yo, que Soy vuestro Dios. Si un buen padre o una buena madre están dando buen ejemplo Yo, que Soy el Perfecto, y con mayor razón tengo que dar ése ejemplo de Amor hacia Mis hijos.
Abandonad pues ésa idea, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros en vuestros momentos de tribulación. No estaría cumpliendo con lo que Soy, vuestro Dios y Creador y sobre todo, el Amor, el Amor en pleno. No dudéis, Mis pequeños, en ningún momento, del que no vaya a estar Yo con vosotros. Iréis corroborando todo esto, que Yo os he dado en vuestros momentos de tribulación, tened confianza plena en Mí, confianza de niño chiquito y veréis que no os fallaré, os quiero vivos y, con esto, estoy diciéndoos que os quiero en Mí, vivos en Mi Gracia, vivos en Mis Enseñanzas, vivos para servirMe, no solamente aquí en la Tierra, sino eternamente y que Yo os pueda consentir por haber permanecido en Mí. BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono. Aún a pesar de que veáis que todo se os pone obscuro, que se os cierra el camino, que no veáis luz de salvación, para Mí, no hay imposibles, Mis pequeños, Yo os puedo ayudar en lo que vosotros ni siquiera os podéis imaginar, simplemente necesito vuestra confianza plena en Mí y obtendréis Mi ayuda, Mi Compañía, Mi Amor en todo momento.
Gracias, Mis pequeños.
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