domingo, 17 de febrero de 2013

La maldad se ha diseminado por todos los pueblos de la Tierra como peste mortal.

Feb03_06 La maldad se ha diseminado por todos los pueblos de la Tierra como peste mortal.ImprimirE-Mail
Rosario

Temas:
  • Yo, vuestro Dios, tengo que venir a destruir a toda ésa maldad, pero esto solamente se logrará a través del dolor.
  • No necesitareis grandes armas, armas poderosas para destruir al mal, al mal se le destruye con la Fuerza del Amor.
  • Si me amáis a Mí, fuertemente, Mis pequeños, hablaréis a los hombres también de ello, hablaréis de vuestro Dios.

Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Dios Padre.
Sobre: Yo, vuestro Dios, tengo que venir a destruir a toda ésa maldad, pero esto solamente se logrará a través del dolor. 
Hijitos Míos, la maldad se ha diseminado por todos los pueblos de la Tierra como peste mortal.
Mis pequeños, la peste, las graves enfermedades, las epidemias, no conocen frontera y así se ha diseminado el mal, no hay fronteras para él. Os ataca de una forma, os ataca de otra, pero todos caéis en la enfermedad. El pecado, el pecado os agobia, el pecado os destruye, el pecado os aparta de Mí, el pecado, Mis pequeños, os lleva a ésa destrucción espiritual, no podéis crecer.
Así como el que no se alimenta bien, no puede crecer corporalmente. El pecado impide vuestro crecimiento espiritual.
Vosotros fuisteis creados, en Mi Creación perfecta, para ser gigantes en la Gracia, para ser grandes ante Mis Ojos, ante los ojos del Cielo. Todos, todos vosotros, todas las almas, todas vinisteis para ser grandes, pero es el pecado, el que dejáis entrar en vuestro corazón, lo que os impide crecer.
El único medicamento, el único remedio para la enfermedad, ésta enfermedad mortal que es el pecado, es Mi Gracia, Mis pequeños, si no os acercáis a Mí, si no obtenéis Mi Gracia a través del perdón de vuestros pecados y luego, a través del Alimento Divino, no podréis crecer, os quedaréis así, raquíticos, enanitos a los ojos del Cielo.
Mis pequeños, debéis detener ésta plaga mortal que está destruyendo vuestro mundo y debéis empezar por vosotros mismos.
De muchas formas os he explicado esto, Mis pequeños, pero la realidad es una: no queréis hacer caso, no queréis poner de vuestra parte y es cuando el Médico de cuerpos y almas, Yo, vuestro Dios, tengo que venir a destruir toda ésa maldad, pero esto solamente se logrará a través del dolor. Así cuando la bala se ha introducido en el cuerpo, sale con dolor; las heridas causan mucho dolor, estáis en la batalla, Mis pequeños, estáis siendo atacados continuamente por la maldad del demonio y os va hiriendo en diferentes formas y éstas heridas duelen, Mis pequeños, éstas heridas tienen que sanar y éstas heridas son dolorosas, pero tarde o temprano sanan y es cuando recuperaréis la Gracia.
Adelante, Mis pequeños, no sucumbáis completamente a las garras de satanás, todavía estoy Yo con vosotros y nunca Me apartaré de vosotros, para que acudáis a Mí, para que podáis obtener nuevamente la Gracia que se os dio desde el Principio de los Tiempos. Sois Mis hijos y, os vuelvo a repetir, fuisteis creados para ser gigantes en la Gracias, estando junto a Mí, siempre Conmigo, siempre alimentándose de Mí y siempre viviendo para Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: No necesitareis grandes armas, armas poderosas para destruir al mal, al mal se le destruye con la Fuerza del Amor. 
Hijitos Míos, debéis enfrentar ahora vuestra responsabilidad ante todas las almas de la Tierra. Así como David, Mi hijo, Mi siervo, se enfrentó ante el gigante. Él siendo pequeño, siendo sencillo, se enfrentó ante ésa maldad que se ponía, no solamente ante él, sino ante su pueblo; por defenderlos, él se dio.
Vosotros ahora en éste tiempo, debéis enfrentar la maldad, debéis defender ahora a Mi pueblo, la humanidad entera.
Sí, ciertamente estaréis frente a la maldad, como David lo estuvo ante Goliat, indefensos, pequeñitos, sin armaduras, sin armas poderosas, simplemente, Conmigo, con vuestro Dios, sencillos, humildes, pero llenos de Mi Gracia.
El hombre se ha desviado tan fuertemente que creé que el demonio es más poderoso que Yo, porque el demonio es así, vocifera, grita groserías, alardea de su poder, hace creer que tiene una potencia superior a la Mía y no es así, Mis pequeños, Yo, como Dios escondido, escondido pero en el corazón de los hombres, no necesito vociferar. Mi Poder, Mis capacidades, todo lo puedo a través del Amor y eso es lo que debéis de tener, Mis pequeños en éste tiempo, un corazón amoroso y es el amor de vuestro corazón el que hace que podáis estar perfectamente sumergidos en Mi Corazón y en Mi Amor y de ahí, obtener toda la Fuerza, Fuerza poderosísima, infinitamente superior a las fuerzas de satanás.
Por eso os pido, Mis pequeños, que estéis Conmigo todo el tiempo, porque estando Conmigo podréis ayudar realmente a vuestros hermanos y a todo lo que suceda a vuestro alrededor en el mundo entero. Unidos Conmigo, podréis hacer los grandes milagros que Mis mismos apóstoles vieron hacer y que ellos mismos, cuando se sintieron fuertes en la Gracia, quisieron hacer, como en aquél pasaje cuando le dijeron a Mí Hijo que si podían bajar fuego del Cielo para destruir aquélla ciudad que los había rechazado.
Podréis hacer, con Mi Gracia y con Mi Poder, cosas grandes, Mis pequeños, pero siempre respaldados en Mi Amor. Deberéis ver Mis intereses, no los vuestros, deberéis vivir en la humildad, para poder ser guiados en la Verdad. Así han vivido los que reconocéis como santos, vivieron para Mí, no para ellos e hicieron grandes obras para vosotros, viéndoMe a M´ y Mis necesidades de conversión y de transmisión de Mis valores.
Así pues, Mis pequeños, vedMe a Mí en todo momento, preguntadMe a Mí en toda duda y venid a acurrucaros a Mi Corazón, para que Yo os pueda aconsejaros, para que Yo os pueda dar fuerzas, para que Yo os pueda guiar, para que Yo os pueda dar la Fuerza del Amor, para que así, llevéis ése estandarte de Amor ante todos los pueblos de la Tierra.
Os vuelvo a repetir, no necesitaréis grandes armas, armas poderosas para destruir al mal, al mal se le destruye totalmente con la Fuerza del Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: Si me amáis a Mí, fuertemente, Mis pequeños, hablaréis a los hombres también de ello, hablaréis de vuestro Dios. 
Hijitos Míos, el hombre teniendo una vida espiritual y una vida física, necesariamente necesita del alimento para ambas. Mentira de aquél que dice que no necesita de Mí.Mentira de aquél que creé que sin Mí, puede vivir una vida aquí en la Tierra. Mentira de aquél que dice que no necesita de su Dios para poder llevar a cabo la misión que debe llevar aquí en la Tierra.
Todos vosotros necesitáis de Mí, todos vosotros necesitáis una vida espiritual. Si no estáis Conmigo, si no fuisteis enseñados a ello, necesariamente buscaréis un soporte espiritual y es ahí donde el demonio puede desviar a las almas. Pero el punto a lo que quiero llevaros, Mis pequeños, es que os deis cuenta de la necesidad espiritual que tiene cada ser sobre la Tierra, todos vosotros necesitáis ésa interiorización, para poder tomar de ahí vuestra fuerza.
Os he dicho y está en las Escrituras, que el hombre habla de lo que tiene lleno su corazón. Si vosotros vais a tener una profesión determinada y la amáis, hablaréis de eso a todos los que estén a vuestro alrededor, si tenéis un pasatiempo al que amáis mucho, de eso hablaréis y eso se da en vuestra interioridad.Y ciertamente, si Me amáis a Mí, fuertemente, Mis pequeños, hablaréis a los hombres también de ello, hablaréis de vuestro Dios.
Así es como reconoceréis a vuestros hermanos, porque de lo que hablen, de eso estará lleno su corazón.
Mis pequeños, amad a vuestros hermanos, aún a pesar de que digan que no Me quieren y que no Me necesitan. Orad por ellos, porque ahora os estoy diciendo que las almas necesitan de espiritualidad profunda en algo y, está en vosotros el guiar a ésas almas que no Me quieren, que no Me buscan y ciertamente quizá, no es que no Me quieran y que no Me busquen, porque no tuvieron una guía desde pequeños para conocerMe y amarMe. Nunca es tarde para un alma recapacitar, ver sus errores y necesitar de Mi ayuda. Podéis guiar a muchas almas, hacedlo, Mis pequeños con los que os rodean y orad por los que estén lejos de vosotros y que ni siquiera conocéis, Mi Poder en el Amor lo puede todo, siempre y cuando en vuestro interior lo deseéis.
Recordad, el estar Conmigo os hará fuertes, fuertes en la oración, fuertes en la Gracia y fuertes para guiar a vuestros hermanos hacia la Verdad y hacia el Amor.
Gracias, Mis pequeños.

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