lunes, 12 de septiembre de 2011

Sep 06_04 A veces se necesita que haya destrucción material, para que surja el Bien espiritual.

Rosario.
Temas:
  • Vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos.
  • Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
  • Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles.
  • Vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos.
  • Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado, contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Mensajes de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, Dios Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María, a J.V.
Primer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos.
Pequeños Míos, Yo vuestra Madre que os Enseño y que os Guío, que os voy reuniendo de entre todos los Pueblos de la Tierra, en un solo Pueblo; el que se guía por el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, vosotros que sois los laicos santos, los laicos comprometidos, los hijos verdaderos de Nuestro Dios; habéis de saber que gracias a vuestra donación un gran apoyo se recibe en la Iglesia.
Tantos, tantos de los Ministros de Mi Hijo han caído precisamente por esa falta de apoyo, por esa falta de amor, por no entender la desgracia del pecado y no entender la gracia de los Dones de Nuestro Dios.
Mis pequeños, vosotros debéis permanecer tan fieles como deben de estar Mis hijos predilectos; debéis entender Mis pequeños, que lo mismo da mal ejemplo un sacerdote que un laico, cuando están comprometidos a transmitir la Vida Santa de Mi Hijo.
A diferentes niveles, uno a nivel social, otro a nivel particular de familia se da mal ejemplo, y eso hace que muchos se aparten de las filas del Señor.
Vuestro ejemplo debe ser bueno, debe ser santo, debe de ser de entrega, pero sobre todo con alegría, con una gran felicidad que irradie de vuestro interior, no debéis estar con Nosotros por obligación sino por amor, por esa entrega libre, por esa entrega santa; y es santa porque habéis aceptado en vuestro corazón los Santos Designios, la Santa Voluntad de Dios y así vuestros actos, vuestros pensamientos se vuelven santos, porque vivís en la Voluntad de vuestro Dios.
Que no se note en vuestra vida esa obligación, sino esa entrega libre con amor. Debéis atraer, porque vuestros prójimos deben ver en vosotros la alegría de vivir como estáis viviendo, y eso es lo que atrae a las almas, el deseo de vivir como vosotros estáis viviendo, en santa alegría, en santa protección de vuestro Dios.
Por eso os pido, Mis pequeños que sigáis con un ejemplo Divino un ejemplo santo, pero un ejemplo que da libertad y alegría a quien sigue a su Dios.
No obliguéis nunca a los vuestros. En total libertad, en total amor deben seguir a Nuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
(Lenguas) Hijitos Míos, Soy vuestro Padre Dios, el Creador del Universo, el Creador del Amor.
Mis pequeños, cuánta equivocación tienen vuestros hermanos cuando dicen: que Yo Me aparto de su vida cuando ellos están mal, cuando todo les sale mal.
No, Mis pequeños, Yo Soy vuestro Padre, y así como el padre o la madre está siempre atento, está junto y se desvela ante el pequeño enfermo porque necesita más cuidados, así Yo vuestro Padre estoy más unido al pecador, al alejado, porque es un pequeño hijo Mío que está enfermo.
Lo voy protegiendo más, lo voy cuidando, le voy dando su medicamento para que se cure, algunos quieren permanecer en esa enfermedad, pero aún así Yo no Me separo del que está alejado de Mí. Lo cuido, lo Amo, y os pido que le hagáis entender esto a Mis pequeños que están alejados.
Yo no Soy el Padre que abandona, Yo no Soy el Padre vengador, Yo no Soy el Padre que se aleja cuando siente el dolor del hijo en su grosería, que no quiere saber nada de Mí.
Hacedles ver que Yo estoy pendiente de ellos y que espero, espero de Corazón que regresen a Mí, que aún dentro de su enfermedad volteen a verme, para que Yo los ayude y los levante, para que se salven, para que tengan nueva vida.
Hacedles ver que Yo Soy el Amor, el Amor Perfecto, el Amor Santo, el Amor que busca la salud y la perfección de los suyos. Yo Soy el Amor, Yo Soy la Vida, Yo Soy la Luz y el Camino que os Guía.
Venid a Mí, con seguridad, con un corazón abierto, y traedMe a vuestros hermanos que viven en las tinieblas, en esa duda y a veces en ese rencor hacia Mí; cuando es lo que menos que debieran tener; hablan de Mí mal y Me apartan de su vida, cuando algo malo sucede en su vida, en su familia, en su entorno que les afecta.
Yo Soy el Amor y Yo no puedo producir el odio que ellos creen que viene de Mí y afecta su vida. No Mis pequeños, Yo busco a esas almas alejadas, a esas almas que no han entendido bien lo que Es Mi Amor.
Acérquenlas, por favor, Mis pequeños y háganles notar que cuando ellos van por caminos errados, Mi Amor es más intenso por ellos, la búsqueda se hace más acuciosa, los busco, Mis pequeños, los busco y os pido que Me los traigáis de corazón.
Ya os He dicho que para Mí no son almas malas, simplemente almas equivocadas, que erraron el camino y que merecen por Mi Amor ser salvadas y regresar a Mí.
AyudadMe, Mis pequeños en esta tarea de dar Vida a los que yacen muertos a la Gracia.
Gracias Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles.
Un lastre tiene el hombre cuando ha puesto toda su vida en las cosas del Mundo. ¡Cuánto le cuesta al hombre separarse de todo lo terreno, cuánto le cuesta al hombre voltear hacia el Cielo!
Si, Mis pequeños, Yo le vine a Enseñar al hombre los Valores del Cielo. No quise que quedara una Fe pura, sin verMe, sin tocarMe, sin vivirMe, estuve en la Tierra y conviví con los hombres, para mostrarles las Bondades de Nuestro Dios.
Yo el Verbo Encarnado que conviví entre los hombres, para que pudieran ver la riqueza del Cielo, para que pudieran constatar que sí existe verdaderamente un Dios que los Ama, que los Guía, que quiere su perfeccionamiento en la Virtud.
Sí, os toca ahora tener esa Fe, pero esa Fe basada en Hechos que Yo dejé a través de Mis Apóstoles; que se pueden constatar en las Sagradas Escrituras, que confirman a los Profetas antiguos.
Sí, Yo el Dios Encarnado, os dejé toda una Evangelización para que siguierais, para que con ella llegarais a ese triunfo en el Amor y en la Virtud.
Sí, Mis pequeños, ahora vuestra Fe es más fácil que la que tuvieron los antiguos, porque vuestros hermanos convivieron Conmigo, vivieron Mi Vida, vieron los portentos del Amor.
Mis pequeños, a ésta Humanidad le falta esa Fe que tuvieron los antiguos, porque ahora Yo Viví entre los Hombres. Por eso el castigo hacia aquellos que en estos tiempos no creen, va a ser más severo de aquellos en la antigüedad que no tuvieron esa oportunidad de basar su Fe con Mi Vida sobre la Tierra.
Esta Humanidad se ha dejado llevar por los errores, se le cree más ahora al mal, se le busca más al mal, se vive más en el mal, porque éste le da un bien superfluo.
Se le pide al mal y él responde con las cosas del Mundo, no se da cuenta ésta humanidad que lo mismo que Me pedían a Mí, y que Yo no se los concedía, no lo concedía, precisamente para que su alma creciera y no se dejaran llevar por la corriente del mal, que ahora os agobia, que ahora os cubre y que os está llevando por el camino de perdición.
El hombre insiste en vivir en el mal, acude al mal y lo obtiene. No se da cuenta la humanidad que el malvado nunca va a buscar el bien del alma, que le hace llegar ese mal creyéndole un bien para hundirlo más.
El hombre ya no sabe pedir, el hombre ya no sabe buscar, el hombre ya no sabe discernir entre el bien y el mal. Cree que todo aquello que os lleva a gozar de las pasiones y de los bienes de éste Mundo es el bien que deben buscar en sus vidas.
Se han olvidado como Mi Pueblo elegido, que lo que se debe buscar el es Bien Espiritual, el Bien que os va a dar la Vida Eterna, ¡Eterna! no la que tendréis aquí en la Tierra, que es efímera y que ellos mismos gozarán en forma efímera para tener, muchos de ellos, una eternidad en el dolor.
Esta Humanidad no sabe entender ya toda Mi Predicación de Amor, Predicación de Crecimiento, en la vida que llevaréis eternamente, están viendo solamente por el hoy y no se están preparando para el futuro.
Ya no están ahorrando esas moneditas que les van a dar esa seguridad para vivir un futuro perfecto, que perfecto es el destino del alma: la vida con su Dios.
Se gastan todo en la vida actual, ya no se cree en la Vida futura, a eso los ha llevado el demonio y sus secuaces, a vivir una vida fácil, una vida de momento, una vida de gozo, que les trae tantas amarguras.
Orad y meditad, Mis pequeños, y ayudad a vuestros hermanos, pedid la Sabiduría Divina para que podáis ayudar a vuestros hermanos y a vosotros mismos en vuestra familia. No os alejéis de la oración, Mis pequeños, porque ella os irá llevando a esa perfección interior; la Sabiduría habita en vosotros, pero debéis abrir vuestro corazón y darle permiso para que se derrame en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos.
Sí, Mis pequeños, sois almas Bendecidas porque habéis abierto vuestro corazón al derrame de Mis Bendiciones, pero ya os He dicho que eso os compromete más. El verdadero hijo también ama igual que el Padre; el verdadero hijo tiene que velar por los bienes de su Padre.
Debéis pues, velar por Mis intereses, regresar a vuestros hermanos al buen camino. No os pido grandes cosas, no os pido, como os He dicho, que vayáis a Evangelizar a otros Pueblos, a otras Ciudades, a otros Países del Mundo. Ahorita os pido lo que os queda a vuestro alrededor, pero vuestro alrededor se multiplica de acuerdo a donde vais, ya sea la escuela, ya sea la Iglesia, ya sea el mercado, ya sea vuestras ocupaciones diarias.
Me debéis llevar, Me debéis Vivir, y hacerMe Vivir con el ejemplo que dais; los verdaderos hijos están orgullosos de su Padre y lo quieren mostrar a todos.
Os pido, Mis pequeños, que Yo sea realmente vuestro verdadero orgullo, que Me llevéis y que les digáis, que Yo vuestro Padre habito en vuestro corazón y Vivo en vosotros y que vosotros recibís Mis instrucciones de vida, Mi Sabiduría, Mis Regalos y que esos no solamente son para vosotros, sino para todos, todos Mis hijos que se acercan a Mí, con esa confianza de saber que Yo estoy Vivo, que Vivo entre vosotros y que Vivo en vosotros y que todos vosotros tenéis el derecho de recibir Mis Bendiciones.
Yo dependo de vosotros, de cada uno de vosotros para que Me deis a vuestros hermanos, para que Me hagáis Vivir entre vuestros hermanos; debéis vivir en esa alegría Santa, en esa alegría que os da la seguridad de que un Padre todo Poderoso está tras de vosotros cuidando vuestra vida y vuestros intereses.
Debéis darle a vuestros hermanos esa seguridad para que ellos acudan a Mí también; que al veros a vosotros, que a pesar de lo que está pasando a vuestro alrededor Yo os estoy protegiendo en lo económico, en lo físico y en lo espiritual. Que ellos noten esa diferencia y se acerquen a vosotros irradiando Luz, que digan que qué es lo que pasa en la vida de vosotros y así vosotros explicaréis que Yo Estoy con vosotros y que Yo también puedo estar en la vida de ellos, que lo único que tienen que hacer es abrir su corazón; primeramente con el arrepentimiento, con la confesión y con ese acto de Fe profundo, de que Yo también a ellos los voy a cuidar como los He estado cuidando desde su concepción.
Venid pues, Mis pequeños aumentad vuestra Fe y vuestro Amor hacia Mí, para que esa Fe y ese Amor haga que otros caminen por vuestro ejemplo, hacia Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Mis pequeños, Soy vuestro Dios Espíritu Santo y os vengo a recordar lo que os dije hace poco: que en estos tiempos Yo iba a derramar sobre toda la Humanidad, Mi Don, Mis Bendiciones.
Pero primeramente iba a hacer que aquellos que están en el Camino, tuvieran esa Paz Interior con una alegría Santa.
Si habéis entendido bien lo que se os ha explicado, lo que se os ha enseñado deberéis estar contentos de los acontecimientos que ya están y que se acercan más fuertemente.
Deberéis entender que éste mal que se ve, está por otro lado contrarrestado por un Bien, un Bien Inmenso que muchos no ven.
Debéis entender que si el mal está actuando en ésta forma, es porque el Bien, vuestro Dios, Yo, en estos momentos voy a empezar a cambiar almas, voy a empezar a cambiar corazones, el Amor va a empezar a fructificar fuertemente.
La maldad no puede contra la Bondad; a veces se necesita que haya destrucción material, para que surja el Bien espiritual; vosotros lo veis, lo habéis vivido con los terremotos que habéis tenido: cómo el Bien de vuestros hermanos se da en esos momentos de dificultad, como el Bien surge, cómo el Bien que habita en su corazón y que antes no fructificaba, en ese momento fructifica. Por eso se permite el mal, por eso se le permite al enemigo actuar, porque de ése mal vendrá un Bien; y os debéis alegrar de ello, Mis pequeños, no veáis el mal por el mal, sino el Bien que respalda a las almas; que ese Bien va a mover a las almas, para que se impongan ante el mal que se estará viviendo en esos momentos.
Así os pido que sigáis adelante, con esa vida interior, en la cual Yo os iré explicando los acontecimientos; el por qué y cómo deberéis vosotros normar vuestra vida de acuerdo a los acontecimientos.
Pero sobre todo deberéis estar siempre confiados en que la Mano Poderosa de vuestro Padre, de vuestro Dios, esta atrás de todo lo que suceda y que esa Mano Poderosa esta respaldada por el Amor, el Amor Infinito de un Dios que solamente quiere el Bien para Su creatura.
Amar, amar es vuestra Misión, empezad más fuertemente desde ahora a ejercer la función principal del alma, la de amar como vuestro Dios os Ama.
Gracias, Mis pequeños.

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