martes, 24 de mayo de 2011

Revelaciones Privadas a José Luis Belmonte - 20 mayo 2011

20/05/2011 12:00 Horas.

Dice Santa María:
Hijos míos, nada ha cambiado en vosotros, siguen a través de los años cometiendo los mismos errores, caminando por senderos que no son aquellos que os dejó marcado mi Hijo. Leéis libros que no corresponden a mi morada y nada tienen que ver con lo que está escrito en el Libro Sagrado, os separasteis de mi morada y os dividisteis en cientos de religiones como vosotros las llamáis, cada vez os vais separando más y más y aparecen sobre la tierra hombres que dicen que son enviados de CRISTO JESÚS y que debéis seguirlos, que os confunden totalmente cada vez más con palabras y con hechos que son contra mi propia morada, y también un conjunto de vuestros Pastores no están cumpliendo con sus votos, no están guiando al rebaño por el sendero de la luz y lo dejan perderse en la oscuridad porque sienten que no deben salir de mi morada a buscar a las ovejas perdidas en el inmenso desierto y no llevan la palabra, y con la palabra la salvación para sus almas, y no sólo se pierden los rebaños sino también aquellos Pastores que no cumplen con los votos y no son obedientes a la voz del PAPA en vuestra tierra.
Estáis viviendo en una total confusión, y esa confusión lleva a muchos de mis pequeños al engaño de aquellos que están al servicio del ángel desterrado y que sólo es su deseo el de debilitar a aquellos hijos e hijas que estáis en el sendero de la luz y que estáis trabajando para que esa luz llegue al corazón de todos sus hermanos, a aquellos que camináis evangelizando por los pueblos y naciones, a aquellos que tendéis vuestras manos y cuidáis y dais de comer y de beber a los que nada tienen, a aquellos que muchas veces son encarcelados y perseguidos y hasta pierden su vida en vuestro mundo por llevar la palabra, pero no sólo la palabra sino el dejar marcada en todo lugar la presencia de una Iglesia viva y fuerte que tiene que volver a levantarse y resurgir.
Por eso os llamo a la unidad de todos vosotros, llamo a que dejéis de lado las apetencias personales y las ansias de poder que en algunos hombres hoy se instalaron en sus mentes sin darse cuenta y están yendo detrás de quien sólo quiere la destrucción y el dolor para sus almas y para las almas de los rebaños que ellos están guiando.
Amados hijitos míos, no os podéis dar cuenta que si no estáis unidos en el amor, que si no comenzáis a vivir una nueva vida y os digo una nueva vida porque al decirles esto es decirles comenzar desde el principio de la creación, con total pureza, con sencillez, con un corazón rebosante de amor y de entrega a cada uno de vuestros hermanos, a un pueblo que vuelva a la oración, que vuelva a los Sacramentos, que vuelva al ayuno, a leer y meditar del Libro Sagrado, que recéis con total devoción todos los días el SANTO ROSARIO Y LA CORONILLA, LA ORACIÓN QUE MI HIJO OS DEJÓ, que os entreguéis a CRISTO JESÚS desde el corazón y el alma, que os seáis fieles y seáis fieles a mi morada, que trabajéis hasta el cansancio en la búsqueda de vuestros hermanos y hermanas perdidas.
No os puedo comprender porqué estáis tan alejados, no entiendo porqué abandonasteis todo y os marcharon, porqué no habláis, porqué no os ponéis aunque sea un sólo instante a repasar la vida que estáis llevando y lo bueno y lo malo que cometéis, no os dais cuenta que estáis más entregados a quien os tiene encadenados que a quien realmente tenéis que estar unidos todos siempre, amarlo y respetarlo, quererlo y entregarse cada uno de vosotros y que es a vuestro amado Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Qué esperáis para abrazar vuestras cruces, qué esperáis para vivir en armonía y amor todos vosotros, cuándo volveréis a ser verdaderos hermanos entre vosotros y verdaderos hijos de vuestro Padre, cuándo comprenderéis que el mundo está en su fase final pero por vuestra culpa, por vuestro comportamiento porque no escucháis, porque no queréis estar unidos, porque desobedecéis lo que os pido y os ruego y que simplemente es la unidad de todos como verdaderos hermanos e hijos de mi amado Señor.
Yo os ruego hijitos de mi corazón, volved a la unidad pero que esa unidad se encienda a través de la luz divina del amor, si no sienten amor, si no viven en el amor, si no fomentan el amor sobre la tierra, pero el amor que parte de un corazón enamorado de CRISTO JESÚS, nunca seréis felices y no viviréis en armonía y paz y vosotros mismos estaréis llevando a la oscuridad a todo el mundo y con él a todos vuestros hermanos.
Es el tiempo de reflexionar, de pensar, meditar y hablar, pero hablar con el lenguaje de la verdad, es el tiempo de volver a la Casa del Padre, Él os espera, no os sigáis demorando porque quizás esa demora que estáis haciendo ahora cuando os daréis cuenta y queráis volver ya sea tarde y os encontraréis perdidos en la inmensa oscuridad. Vosotros, hijitos míos, sois libres criaturas de la creación, no os obligaremos jamás a hacer nada, sólo os pido y os ruego que recapacitéis y meditéis de mis palabras, palabras que con total sencillez y humildad parten de mi corazón de Madre, de una Madre que siente un inmenso dolor por ver cómo millones de sus hijos e hijas estáis perdidos y no os dais cuenta que con mentiras y engaños el ángel desterrado os va guiando rumbo a las lenguas de fuego.
Os amo y mi corazón sufre como sufren los corazones de millones de madres en el mundo cuando ven a sus hijos perdidos entre drogas y llevando una vida totalmente equivocada. Estos tiempos que os toca vivir se encuentran llenos de odio, rencor, maldad, mentira e injurias y nunca pero nunca, amados hijos míos, siento que aquellos que tenéis que estar al frente vuestro levantáis vuestras voces para llamarlos al gran encuentro, a la gran unión, entonces seguiréis caminando por el sendero del dolor y el llanto. Sólo os pido que meditéis, que penséis a partir de este instante lo que haréis y que volváis, pero volved a los brazos de vuestro Padre, volved al amor de mi Hijo y estad todos juntos dentro de mi morada orando y cantando alabanzas a CRISTO JESÚS y veréis cómo todo cesará y volverá a reinar sobre el mundo la paz y la armonía y el amor renacerá en cada corazón. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.


20/05/2011 01:24 Horas.
Dice Santa María:
Hijitos míos, son muchas las demostraciones en todo el mundo que os he mostrado, en distintos lugares habéis visto mi presencia, habéis sentido el perfume a rosas y el calor de la Llama del Amor de mi Inmaculado Corazón que he derramado sobre aquellos que estabais unidos orando por todos vuestros hermanos. Estoy en todo lugar donde en nombre de mi Hijo os hacéis presentes, en donde se rece el Santo Rosario, en donde estéis reunidos en Cenáculos o en cualquier lugar del mundo donde tengáis en vuestras manos un Rosario, allí me veréis, allí sentiréis mi presencia y hoy estoy junto a todos vosotros por pedido del Padre para enseñarles a caminar unidos por un sendero de armonía, paz, misericordia y amor, para rescatarlos de las garras del ángel desterrado y para que en mis palabras encontréis la verdadera paz, para convocarlos a volver a mi morada y en ella estar junto a CRISTO JESÚS, para pedirles y rogarles como Madre que no sólo volváis a vuestra Casa, que es la Casa de vuestro Padre en donde os encontraréis con Él a través de mi Hijo, a través del Espíritu Santo y de los Santos, Ángeles y Arcángeles.
Os ruego que os confeséis y que liberéis vuestras almas de todo pecado, que comencéis a caminar en la unidad, que salgáis cada uno de vosotros con aquellos hermanos o hermanas vuestras que se encuentran perdidos en el valle de las tinieblas. Hoy en vuestro mundo estáis tan alejados del amor, estáis tan apartados de aquellos que os necesitan, de los que sufren, de los que padecen hambre y frío, de los que están solos y abandonados y necesitan del calor de un abrazo de cada uno de vosotros que son sus hermanos. No puedo comprender cómo podéis seguir caminando por el mundo sin darle vuestras manos a todos aquellos que están padeciendo tanto, que son sometidos y a los que os quitan todo, que no os permiten hablar y que os dejaron solos, vosotros, si realmente sois miembros de mi amada Iglesia, si sois como muchos de vosotros dicen peregrinos o verdaderos misioneros del amor de CRISTO JESÚS, no os podéis dejar abandonados, no podéis permitir que vuestros hermanos sigan perdidos, que sigan sufriendo, que no le llevéis la palabra que tienen tanta sed de ella, que necesitan del amor que cada uno de vosotros tiene en vuestros corazones, esa Llama del Amor que cuando nacéis os entregamos para que sea la luz que ilumine el sendero de aquél hermano o hermana que se encuentra sola y perdida, vosotros tenéis que salir de mi morada a buscarlos, a evangelizar, a entregarles desde vuestros corazones todo el amor.
Amados hijitos, no podéis seguir separados, no podéis avanzar si no se encuentra el amor, el amor es la Llama de la vida, es la luz que os guiará al amor más puro que es el de CRISTO JESÚS, es el amor que en cada encuentro cuando lo recibís en vuestro corazón os ilumina y os llena de armonía y paz para avanzar, y hoy os vengo a pedir que sigáis avanzando, pero avanzando a través de todos los caminos, de todas las ciudades, pueblos y naciones buscando a aquellos que están tan apartados, a aquellos que se perdieron y partieron y hoy se encuentran solos en medio de un inmenso desierto de dolor, vosotros, como hermanos, como verdaderos hijos de vuestro Padre, tenéis que ir pero no por obligación sino por amor, por el amor que emana cada uno de vuestros corazones.
Hijitos míos, no os dais cuenta que estáis destruyendo todo en vuestro caminar, que la mitad del mundo vive en un mundo de lujurias, de mentiras, de odios, de vanidades y de guerras y atacando continuamente a vuestra Madre Tierra, si siguen por ese sendero al cual fueron llevados por las fuerzas del mal para que el ángel desterrado haga de vuestras almas lo que quiere, y es que os pierdan en la oscuridad, que sufráis y que os consuman entre las llamas por toda una eternidad.
Tenéis que despertar, tenéis que volver a mi morada, a caminar todos juntos, a no tener más diferencias, a no discutir, a no desear ser vosotros los únicos que poseéis la verdad, por qué no os sentáis y habláis y os escucháis todos, veríais que después de hacerlo volveríais al sendero pero unidos en el amor, VOLVERÍAIS JUNTOS A CONSAGRARSE AL INMACULADO CORAZÓN DE JESÚS, MI AMADO HIJO, VOLVERÍAIS A SEMBRAR SOBRE LA TIERRA LA SEMILLA DEL AMOR, DE LA PAZ Y DE LA MISERICORDIA Y VOLVERÍAIS A SER HERMANOS Y VERDADEROS HIJOS DE VUESTRO PADRE.
Os pido volved a vuestro Pastores y vuestros Pastores guíense por vuestro amado PAPA, ESCUCHADLO Y SEGUIDLO, ID TRAS SUS PASOS Y SALID COMO OS PIDE TODOS UNIDOS A LOS REBAÑOS A BUSCAR A LAS OVEJAS PERDIDAS, A EVANGELIZAR Y ENTRE TODOS A REZAR EL SANTO ROSARIO, A HACER AYUNO, A LEER LAS SAGRADAS PALABRAS Y A LEVANTAR LA NACIÓN DE CRISTO JESÚS BASADA EN EL CUMPLIMIENTO DE LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS Y QUE MI MORADA SE LEVANTE SOBRE TODAS LAS NACIONES SIENDO LA LUZ DEL AMOR, DE LA VIDA Y TOQUE CADA UNO DE VUESTROS CORAZONES TRAYÉNDOLOS JUNTO A MI CORAZÓN DE MADRE.
No podéis seguir avanzando como lo estáis haciendo, separados en cientos de religiones, peleándose entre vosotros, creyendo que cada uno de vosotros tenéis la verdad, LA VERDAD ES UNA SOLA Y ES QUE CRISTO JESÚS OS ESTÁ ESPERANDO CON SUS BRAZOS ABIERTOS, OS ESTÁ LLAMANDO A UNA VERDADERA CONVERSIÓN Y A VOLVER TODOS A ESTAR JUNTOS EN SU MORADA, VUESTRA MORADA, PARA EL GRAN ENCUENTRO, MIENTRAS NO LO HAGÁIS SEGUIRÉIS SUFRIENDO Y SEGUIRÁN PERDIÉNDOSE CADA DÍA MÁS Y MÁS ALMAS EN LA OSCURIDAD, Y VOSOTROS SERÉIS LOS QUE LLEVÉIS AL FINAL DE LOS TIEMPOS A VUESTRO MUNDO.
AMADOS HIJITOS MÍOS, OS RUEGO, OS AMAMOS Y QUEREMOS QUE VOLVÁIS A LA UNIDAD Y AL AMOR, QUIERO QUE VENGÁIS BAJO MI MANTO DE MISERICORDIA PARA CUBRIRLOS A TODOS VOSOTROS DE TODO MAL, VOLVED, OS RUEGO, AL AMOR DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. HIJITOS MÍOS, OS SUPLICO COMO MADRE DE LA IGLESIA Y DE TODOS VOSOTROS, VOLVED A CAMINAR POR EL SENDERO DE LA LUZ Y DEL AMOR. OS AMO. AMÉN.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

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