A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
20 DE MAYO DE 2011
Amadísimos hijos:
LES AMO. MI VOLUNTAD RECLAMA A CADA UNO DE USTEDES. MI CASA LES RECLAMA.
El tiempo no es tiempo, el instante ya casi no es instante. Apremia a la humanidad un retorno al camino de Mi Amor. Cada uno es indispensable dentro de Mi Iglesia.
VENDRÁN TIEMPOS MEJORES EN DONDE LA PAZ REINARÁ POR SIEMPRE, EN DONDE SE SENTARÁN A MI MESA, Y RECOSTADOS EN MI PECHO, ESCUCHARÁN EL PALPITAR DE MI CORAZÓN.
Mas en este instante, último para esta generación, necesitan, necesitan retomar el camino de la Santidad. La verdad y la justicia no imperan, el desamor ha invadido no sólo el corazón, sino la mente, el pensamiento, el deseo, la iniciativa de los hombres.
Los grandes poderosos, dirigentes de las naciones, aceleradamente enrumban a aquellos que no tienen conciencia del manejo que ellos dan al uso del poder sobre los pueblos. Los entregan en manos del anticristo, les entregan en manos enemigas que se levantan poderosamente, y en un instante próximo, en este último instante, harán estremecer no sólo los cimientos aquí en la Tierra, de Mi Iglesia, sino que harán estremecer al ser humano.
El dolor será tal que el hombre quedará totalmente abatido. El dolor llegará a alcanzar límites que la mente humana aún ni siquiera tiene. El límite del dolor será impuesto por el anticristo. Colmado de maldad, se levanta ante Mi Pueblo totalmente anestesiado por todo lo mundano, por todo lo pecaminoso y por una tecnología vendida para el mal.
Amados hijos despierten.
ES NECESARIO UN DESPERTAR EN ESTE ÚLTIMO INSTANTE.
LOS ACONTECIMIENTOS HAN ALCANZADO A LA HUMANIDAD.
SE CIERNEN YA, POCO A POCO SOBRE TODA LA HUMANIDAD.
Oren, oren por Estados Unidos.
Oren por Brasil y Chile.
Oren por Europa. Conocerá el dolor.
Mi Misericordia no se detiene y el hombre la desprecia.
QUE LOS JUSTOS SE FUSIONEN A MÍ Y SE LEVANTEN CUAL MURALLA FUERTE DE ORACIÓN, DE OBRAS Y ACTOS PUROS HASTA MI CASA.
No les desamparo, tanto así, que existe el lugar en donde los justos reposan eternamente. Tanto así, que existe el lugar de purificación para ascender a Mi Casa. Tanto así, que el hombre se condena a sí mismo con sus obras y actos.
Yo soy Amor, el Alfa y la Omega, que permanece vigilante sobre Mi Creación. ¡Cuánta indiferencia! ¡Cuánta indiferencia de Mis hijos hacia sí mismos! No se aman, y menos aún a sus hermanos. Se miran con tanta indiferencia que Mi Corazón es lacerado continuamente.
Siento sangrar Mi Corazón por la proximidad inminente de un gran acontecimiento doloroso para la humanidad. He vertido Mi Sangre en la Cruz para rescatarles. Como Padre, respeto la libertad del hombre, pero como Padre, llamo y reclamo a los Míos. Como Padre Amoroso, advierto, no para que teman, sino para que recapaciten y vuelvan al camino de la Santidad.
NO SE ALEJEN DE MÍ. EL QUE PERMANECE UNIDO, PERMANECE PROTEGIDO.
Pronto, más pronto de lo que se imaginan, vendrán Mi Amor y Mi Justicia, y frente a cada uno les preguntarán: ¿Cuánto Amor tienes para dar? Las almas, sin poder sujetarse a sus caprichos humanos, se mirarán tal cual son ante el espejo de Mi Amor, y muchas almas sufrirán enormemente, se desgarrarán en el alma y en el ser; vivirán en carne propia las ofensas cometidas contra Mi Amor y Mi Misericordia.
Más, como Padre Amoroso, estoy frente a cada uno, esperando a que Me llamen. Mi Perdón no se niega a ninguno. Llamo al pecador, le invito a que Me mire, y derramaré Mi total e infinita Misericordia sobre él.
¡VENGAN, VENGAN A MÍ, VENGAN A MÍ, HIJOS!
¡ES URGENTE, ES INMINENTE!, ¡VENGAN!...
VENGAN A MÍ… LES AMO, LES BENDIGO Y LES SELLO CON MI SANGRE PRECIOSÍSIMA.
Su Jesús
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE
Hermanos (as):
Uno es el Creador.
Una la Cruz.
Uno el Salvador.
Una la Palabra.
Una la Vida Eterna.
Una la Cruz.
Uno el Salvador.
Una la Palabra.
Una la Vida Eterna.
HE MIRADO AL REY DE CIELOS Y TIERRA DERRAMAR LÁGRIMAS DURANTE ESTE LLAMADO...
! LÁGRIMAS, SI, LÁGRIMAS Y SOLLOZOS DE NUESTRO REDENTOR!
Imaginen, mirar y sentir en el ser no sólo físico sino en lo profundo de mi espíritu ese dolor que penetra las entrañas y le enmudece a uno. Así se mostró Nuestro Señor, llamando con lágrimas al pecador y ofreciéndonos a todos su infinita Misericordia.
Este llamado, es un recorrido por todos los eventos que se nos han anunciado. Es un recuento espiritual para que cada uno mida su conciencia, su proceder y su realidad.
Por favor hagamos conciencia sobre este instante del último instante que agoniza. Es urgente que exhortemos a todos los hermanos a un cambio radical. No continuemos crucificando a Quien nos ama.
Hermanos; postrados humildemente ante Jesús Crucificado, clamemos con humildad y dolor con el Santo Profeta David:
“¡Ten piedad de mí, oh Dios, por Tu bondad, por Tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí.”
(Salmo 51 (50) Miserere)
RECORDEMOS: AMOR CON AMOR SE PAGA.
Amén.
ORACIÓN.
Oh Verdad infinita que no ocultas Tu Palabra dame el valor para mirarme por dentro, sin detenerme ante la aflicción que padezca mi ser.
Oh reflejo Poderoso, Verdad de Verdad revelada, no me angustie el Conocerte, sino vivir lejos de Ti.
No me desconozcas aunque sea de lejos ¡Mírame! la inconsciencia la mente apaga, el pecado las manos ata.
Oh, Amor infinito, libérame de esta vida de muerte háblame desde dentro, para que no me turben otras voces.
Verdad infinita, que del Cielo desciendes a la tierra, Sana, limpia mi corazón enfermo y así no pueda vivir lejos de Ti.
Verdad, de verdades revelada, ven y plasma en mí tu imagen, sella mi ser, reclámame de Tú propiedad.
Amén.
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