10/06/2011 02:45 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijos míos, hoy os vengo a traer de mi mano la rosa que tengo en mi Jardín Celestial para que la entreguéis a cada uno de mis hijos, para que su perfume vaya envolviendo vuestros corazones y vuestras almas, para que a través de esta simple rosa os encontréis en cada amanecer con mi presencia, como un canto a una nueva vida, a la esperanza que tiene que comenzar a invadir vuestros corazones y llevarlos al compromiso con mi amada morada, a difundir la palabra, a ser un trabajador más dentro y fuera de ella y con total sencillez y humildad llevar las Sagradas Palabras a todo lugar de vuestro mundo. Vosotros tenéis que ser los misioneros de la palabra, aquellos que hoy toquéis los corazones endurecidos de los hombres para que vuelvan a la Casa del Padre, para que sientan la presencia de mi Hijo al lado de cada uno de ellos, para que sientan en sus corazones la sed de volver a encontrarse con la luz divina del amor que emana vuestro Padre, mi amado Señor, para que seáis fieles misioneros y cumpláis vuestras labores a lo largo y ancho del mundo. Tenéis que ser peregrinos de la fe y esa fe tiene que estar depositada en vuestros corazones y alimentarla a través de la palabra, a través de la oración, de la confesión, del acercamiento a mi amado Hijo, llenando vuestros cuerpos de luz para iluminar el sendero por el cual tienen que caminar aquellos que se han perdido, que están caminando entre las tinieblas y que no encuentran el sendero para retornar a la Casa del Padre. Tenéis que acompañar a cada uno, tenéis que ir a su encuentro, tú y todos aquellos hijos e hijas que en los distintos continentes he elegido para que estéis siempre junto a mi corazón y al Corazón Inmaculado de mi Hijo. Tenéis que ser la Llama Eterna del Amor y ese amor tiene que mantenerse siempre encendido y multiplicarse a través de vuestros hermanos, a aquellos que os deis esta Llama que os he entregado, cuando les leáis mis palabras que os he dado para cada uno de mis pequeños para que nunca más os separéis del gran rebaño y os dejéis guiar por vuestros Pastores y SIGÁIS SIEMPRE LO QUE OS DICE VUESTRO PAPA Y LO ACOMPAÑÉIS EN LA GRAN EVANGELIZACIÓN, LA CUAL EL MUNDO TIENE QUE COMENZAR A LLEVAR ADELANTE. MI MORADA TIENE QUE ESTAR PRESENTE A TRAVÉS DE MIS HIJOS EN TODO RINCÓN DE LA TIERRA, TENÉIS QUE FORMAR EL EJÉRCITO MÁS INMENSO Y PODEROSO QUE CON LA PALABRA, LA HUMILDAD, LA MISERICORDIA, LA JUSTICIA Y EL AMOR HAGÁIS ENCENDER CADA UNO DE LOS CORAZONES Y A PARTIR DE ESE INSTANTE TODOS OS REUNIRÉIS EN EL GRAN REBAÑO Y LEVANTARÉIS LA GRAN NACIÓN DE CRISTO JESÚS, LA GRAN NACIÓN BASADA EN LOS SAGRADOS MANDAMIENTOS, BASADA EN LA ORACIÓN, EN EL ENCUENTRO DIARIO CON MI HIJO Y A TRAVES DE ÉL CON EL PADRE Y EL ESPÍRITU SANTO. VOSOTROS SOIS, JUNTO A VUESTROS PASTORES, LA LUZ QUE HA DE ILUMINAR TODOS LOS SENDEROS, PERO LOS SENDEROS QUE OS CONDUZCAN AL GRAN ENCUENTRO CON JESÚS, MI AMADO HIJO, CON VUESTRO HERMANO. ABRID VUESTROS CORAZONES A SU AMOR, ABRID VUESTROS CORAZONES AL ESPÍRITU SANTO PARA QUE INUNDE TODA LA TIERRA CON LOS 7 DONES PARA QUE TODOS COMPRENDÁIS QUE SI NO VUELVEN AL GRAN ENCUENTRO Y AL AMOR SEGUIRÉIS MUCHOS DE VOSOTROS EN LA INMENSA SOLEDAD Y LA NOCHE OS CUBRIRÁ.
Hijos míos, volved, os ruego, debéis estar unidos, derramad sobre el mundo la semilla del amor y haced que sus raíces se extiendan por todos los continentes, haced que crezca y se fortalezca, que haga sentir a cada uno de mis pequeños el llamado de nuestros corazones a la unidad de los pueblos, al entendimiento, a que viváis en armonía, que dejéis de sufrir, de padecer, porque no os habéis dado cuenta muchos de vosotros que sois vosotros mismos los que provocasteis y provocáis continuamente la separación y todo lo que os ocurre día a día, tenéis que comprender que si os liberáis de las ligaduras del ángel desterrado a través del SANTO ROSARIO, si podéis romper todo lo que os tiene atrapados bajo su dominio, volveréis a vivir en armonía y todo lo que padecéis desaparecerá porque habéis vuelto a los brazos de vuestro Padre, y en esa unidad de todos, al rezar cada uno de los misterios, cegaréis y enloqueceréis al ángel desterrado haciendo que caiga en su propia oscuridad y libere las almas de todos vosotros y comencéis a vivir en libertad, esa libertad que vuestro Padre os entregó al nacer, pero esa libertad tiene que estar unida al amor y a la comunión entre todos vosotros y todos vosotros con el INMACULADO CORAZÓN DE JESÚS, en él tenéis que ir a refugiaros, a Él tenéis que abrazar y acompañar, oír sus palabras y caminar de su mano, venid a mi morada y estad siempre junto a Él y en todo momento porque sólo allí encontraréis la vida y el amor, y la paz que irá creciendo en cada uno de vosotros os llenará vuestras almas de armonía y cuando partáis de este mundo a la vida, pero la verdadera Vida Eterna, y lleguéis frente a vuestro Padre limpios de todo pecado y brille vuestra alma como luz, como realmente lo es, entonces se abrirán las puertas para todos aquellos que hayan abrazado mi Iglesia y con ella la Cruz con infinito amor, ahí INGRESARÉIS EN EL REINO DE LOS CIELOS PARA VIVIR POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS JUNTO A CRISTO JESÚS acompañados por vuestros hermanos, los Santos, Ángeles y Arcángeles y os llevaré a caminar de la mano por mi Jardín Celestial.
Os amo, comenzad a construir un mundo nuevo, comenzad a abrazar mi morada y cuidad de ella y estad siempre junto a vuestros Pastores, y os ruego venid y recibid siempre a mi Hijo y su infinito amor. Os amo hijitos míos, os estoy esperando con mis brazos extendidos.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
09/06/2011 02:00 Horas.
Dice Santa María:
Amados hijitos míos, cuánto amor siento en mi corazón de Madre de todos vosotros, si vosotros pudierais comprender y entender el dolor que siento porque os veo a muchos de vosotros tan distantes de mi corazón, tan alejados del amor que siento y del deseo de tenerlos siempre junto a mi lado para acompañarlos por el camino donde vais y cuidar siempre de cada uno como a mis amados pequeños. Si pudierais comprender el dolor que siento y cómo sufre mi corazón cuando no os veo en mi morada, cuando no me habláis y cuando os marcháis por senderos equivocados que os llevan rumbo a las tinieblas, cuando no os veo cumplir con los Sagrados Mandamientos y no veo en vuestros corazones el amor por mi Hijo, Él que dio su vida por todos vosotros. Ese dolor me envuelve y brotan lágrimas de mis ojos porque os amo, porque quiero verlos vivir una vida llena de amor, de misericordia y en paz, quiero que seáis realmente libres y podáis gozar de esa libertad en un mundo donde deberíais caminar unidos como el gran rebaño que sois. Por eso quiero que sepáis que siempre estoy al lado de cada uno de vosotros, que os escucho cuando os acercáis a pedirme y tomo en mis manos vuestros pedidos e intercedo frente a vuestro Padre y Él os concede lo que le solicitáis.
Quiero que comprendáis que tenéis que volver a ser un sólo pueblo, una sola nación basada en el amor, una nación donde REINE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS CRISTO JESÚS y junto a Él halléis el sendero de una paz que se eternice en el tiempo, un amor puro y cristalino que parta de vuestras almas como luces que brillan en la inmensa oscuridad, que acompañéis a cada hermano vuestro y estéis en eterna unidad como lo está el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vosotros sois hijos del amor y sois hechos a semejanza de mi amado Señor, entonces, pequeños míos, por qué no cambiáis y comenzáis a caminar por el sendero de la luz, por qué no os ayudáis entre todos vosotros, debéis vivir en libertad y que esa libertad se convierta en una verdadera convivencia entre todos y que ayudéis y compartáis vuestras cosechas, aquellos que más tenéis, con los que menos tienen en el mundo, debéis compartir todo y nunca dejéis abandonado a un hermano vuestro, todo lo contrario, donde esté padeciendo una enfermedad del cuerpo o del alma un hermano vuestro allí tenéis que estar todos juntos, tomando sus manos, ayudándolo y acompañándolo a través de la palabra y que esa palabra se convierta en amor y esperanza para volver a renacer, sí, a renacer con la energía que os será dada a través de las manos de aquellos que son el instrumento de mi amado Señor para hacerles llegar la sanación y os otorga una nueva oportunidad para que seáis realmente felices.
También os pido y os ruego a todos mis hijos en todos los continentes que cuidéis de la tierra, que aprendáis a oír su grito que desde las mismas entrañas os está demostrando porque cada día que va transcurriendo la atacáis más y más y muchos de vosotros tomáis desmedidamente de ella para ser poderosos y no os dais cuenta que estáis llevando a vuestro mundo a un final y ese final os lo está demostrando en su continuo movimiento, en inmensos vientos que azotan ciudades y naciones, en las altas cumbres derramando sobre vosotros cenizas y fuego y el mar con inmensas olas llevando todo por delante, queriendo volver a retomar lo que vosotros sólo por capricho le habéis quitado. Vosotros tuvieron un paraíso y lo estáis destruyendo, lo habéis contaminado y vuestra Madre Tierra ha de avanzar sobre vosotros cada día más y con más fuerza y más furia, se ha de cobrar lo que le habéis hecho y todos pero todos en ese momento sufriréis porque sólo veréis dolor, desesperación, llanto y oscuridad. No penséis ya más que vuestro Padre os castigará por lo que estáis llevando adelante contra la tierra y contra vuestros propios hermanos, Él es un Padre bueno, Él sufre y el dolor que vosotros, sus hijos, le provocáis es intenso, pero vosotros mismos terminaréis con vuestro mundo a través de guerras, desolación y muerte llevados por el odio que el ángel desterrado hizo ingresar en el corazón de cada uno de vosotros al alejarse de mi morada, al no escuchar las palabras de vuestros Pastores, al no seguir por el sendero de la luz y partir rumbo a nuevas religiones donde sabéis que no hallaréis en ellas la armonía, la justicia, el amor y la paz, donde no estará el amor presente en aquellos que se encuentran al frente de muchas de ellas porque sólo quieren la desunión porque están llenos, igual que muchos gobernantes, de odio y quieren sentirse dueños del mundo, pero no tan sólo se conformarán con eso, quieren ser dueños de vuestras vidas y que hagáis lo que ellos desean, cometer millones de injusticias sin importarles nada, como hoy lo hacen en distintos países de vuestro mundo mientras vosotros os calláis y no levantáis vuestras voces pidiendo lo que es justo, lo que mi Señor os dejó a cada uno que es una vida para que la vivierais en libertad y armonía, un mundo para que lo cuidarais y lo guiarais rumbo a la unidad de todos los pueblos.
Vosotros sois mis hijos y mi dolor cada día se acrecienta más y más porque os veo separarse entre sí y porque cada día mi morada se encuentra mas vacía, ya no rezáis en mi morada, ya no os confesáis y no reciben el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, os apartasteis de mi morada y aquellos que se marcharon tratáis de seguir apartando a aquellos que mantienen en sus corazones la Llama del Amor y de la luz, aquellos que están unidos a CRISTO JESÚS, aquellos que oran por todas las almas que hoy están perdidas en medio de inmensas tempestades. Vosotros, hijitos míos, os encontráis perdidos pero no os dais cuenta y no paráis un sólo momento a reflexionar, a comprender que deberéis volver al comienzo y ese comienzo se encuentra en mi morada, en las Sagradas Escrituras, en vuestro acercamiento y en cumplir cada uno de los Mandamientos siéndole fieles a vuestro Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, siéndole fieles a vuestro PAPA QUE OS PIDE Y OS CONVOCA A SALIR A EVANGELIZAR TODO EL MUNDO, A BUSCAR A LAS OVEJAS PERDIDAS, A VIVIR EN LA UNIDAD Y EN ESTA NUEVA ERA, UNA ERA DE AMOR, ARMONÍA, MISERICORDIA, JUSTICIA Y PAZ PARA TODOS LOS PUEBLOS Y NACIONES DEL MUNDO. Mi Iglesia, hijitos míos, es el punto esencial de encuentro de todos vosotros con vuestro Padre, si no lo hacéis os perderéis cada día más y más y los que sufriréis seréis vosotros pero por toda una eternidad porque os perderéis de vivir LA VIDA ETERNA UNIDA AL AMOR DE CRISTO JESÚS EN EL REINO DE LOS CIELOS.
POR ESO OS PIDO Y OS RUEGO COMO MADRE DE TODOS VOSOTROS, VOLVED A MI MORADA, VOLVED A REZAR EL SANTO ROSARIO, REZADLE LA CORONILLA A MI HIJO, CONFESAD VUESTROS PECADOS, RECIBID EN VUESTROS CORAZONES A JESÚS, AYUNAD Y ORAD POR TODAS LAS ALMAS DEL PURGATORIO COMO ELLOS LO HACEN POR CADA UNO DE VOSOTROS, veréis en esa unidad cómo comenzaréis a vivir en armonía, cómo comenzaréis las conversiones entre todos vosotros y cómo viviréis en armonía y paz.
Os ruego en nombre de mi Hijo y a través de Él del Padre y del Espíritu Santo, uníos en el amor y luchad para desterrar de la tierra para siempre al ángel desterrado y a todos aquellos que lo acompañan para que cada uno de vosotros viváis en armonía y paz. Os amo, os ruego, os amo y espero que a partir de ahora comencéis a vivir una vida unida a CRISTO JESÚS y reine sobre toda la tierra la paz y esa paz sea el amor eterno del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Os amamos pequeños míos, os ruego volved a vuestra Casa, a la Casa de vuestro Padre y únanse desde el corazón al gran rebaño y aprended a cuidar y a amar a vuestro mundo, la tierra que mi Señor os entregó. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
08/06/2011 03:04 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, cuándo podréis hacer comprender a cada uno de mis hijitos que no estáis cumpliendo, una gran parte de vosotros, con los Sagrados Mandamientos, que no estáis acompañando el dolor de vuestros hermanos, que siguen en un mundo de odios y rencores llevados por vosotros mismos hasta el enfrentamiento y el dolor y que ya no sois más aquellos que acudíais a mi morada trayendo en vuestras manos vuestros pedidos y os depositaban a mis pies para llevarlos a mi amado Señor. Hoy muchos pensáis que todo lo pueden resolver, que nada os puede pasar y elegisteis un sendero que sólo os demuestra una imagen que es totalmente desviada de una realidad y está siendo llevada adelante por aquellos que son los seguidores del ángel desterrado.
Muchas veces habéis encontrado en vuestro andar a hermanos que os hablan y estáis tan alejados del amor y de la fe que con inmensos engaños y promesas que ellos os prometen y tratan de mentalizarlos hasta el cansancio y hasta que cedáis y pongáis vuestras vidas en sus manos y ellos habrán conseguido lo que buscaban de cada uno de vosotros que es quitarlos de mi morada y de nuestra eterna protección y amor, y os aseguro que todo lo prometido jamás nadie os lo ha de llevar adelante, nadie ha de cumplir con la palabra que os han dado a cada uno de vosotros. No os podéis dar cuenta que todo lo que os hablan, toda la forma de proceder de cada uno de ellos, no es la que vosotros recibisteis en todos vuestros años emanada de mi amada morada, no podéis comprender que lo que os leen no es la realidad y no es el Libro Sagrado, que os confunden y os guían rumbo a un mundo donde todo pareciera que si no lo cumplen y no acceden a aceptar sus palabras y todo lo que os reclaman día a día, os perderéis en el peor de los abismos. Os inculcan el miedo a través de que os perderéis si no hacéis o no colaboráis con un diezmo, que el valor está puesto por ellos, y que hasta toman de vosotros todo lo que pueden hasta haceros muchas veces quedar en la más terrible pobreza para poder ellos llenar las arcas de aquél que se ha colocado al frente de estas nuevas religiones, como ellos las llaman y pregonan por todo lugar. No os preguntaron nunca a quién responden, en dónde se encuentran, cuál es su verdadero Dios, porque, hijitos míos, el Dios de ellos en la forma de expresarse frente a vosotros y de tomar lo que os pertenece que tanto os cuesta tener no es vuestro Padre que nada os pide, todo lo contrario, todo os da y siempre está al lado de cada uno de sus hijitos. Por eso os ruego que meditéis lo que os digo y penséis a quién le entregáis lo que toman de vosotros, nunca os preguntaron a quién realmente respondéis, a dónde queréis llegar y a dónde llegaréis cuando partáis de este mundo, qué habéis hecho realmente y por qué abandonasteis el amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo para entregárselo a alguien que no sabéis ni siquiera lo que está diciendo y no sabéis quién le dio ese don de poder llegar a cada uno de vosotros diciendo que son los que vienen a guiarlos en nombre del Padre y levantan Iglesias con cientos de distintos nombres y salen a buscar con engaños a aquellos que están en la más grande soledad. Pero también os quiero decir que no son sólo ellos los culpables de lo que está ocurriendo en el mundo sino la culpa es de todos vosotros y mucho más de mis Hijos predilectos porque en vez de cuidar del gran rebaño lo dejaron abandonado y permitieron que aquellos falsos representantes de mi Hijo tomaran su lugar, y eso es porque vemos con inmenso dolor que muchos de nuestros pequeños van a mi morada en la búsqueda de una palabra, de una ayuda, de un consejo, de una esperanza de aquél que se encuentra enfrente de ella y una gran parte no os escucha, no tienen tiempo, pero lo peor de todo es que no os guían como tienen que hacerlo, como el Pastor del rebaño, y es ahí donde se encuentran perdidos, es ahí cuando no saben dónde ir y son capturados por aquellos que se acercan y con palabras y mucha astucia os contienen llevándolos lentamente a un fanatismo total, os predisponen a ensuciar mi amada morada. Eso os ocurre porque no escucháis mis palabras ni escucháis muchos de vosotros las palabras y el pedido constante de vuestro PAPA que salgáis a evangelizar. Hijos míos, os habéis olvidado lo que hacia mi amado Hijo que iba pueblo por pueblo y casa por casa llevando la palabra, no había distancia ni peligros que lo pudieran detener, os olvidasteis que los discípulos, a través del Espíritu Santo, fueron enviados de dos en dos a llevar la palabra al mundo, y vosotros, hijos, qué estáis haciendo para que la voz de mi morada sea escuchada en todo lugar de vuestro mundo, que mi Iglesia tenga presencia, que salga de adentro de mis paredes y camine junto a los que tanto sufren, que levantéis todos vosotros vuestras voces ante las injusticias cometidas por hombres y mujeres en todos los continentes que poseen poder. A qué teméis, si vosotros hicisteis votos y jurasteis cumplir, aunque tuvierais que perder vuestra vida en vuestro mundo en la defensa de vuestros rebaños y de mi morada. Vosotros os olvidasteis que sois los pilares fundamentales de la Iglesia y frente a la mirada de los rebaños los apóstoles de CRISTO JESÚS, vosotros no podéis comprender que tenéis que estar siempre en la búsqueda de todos aquellos que dejaron de venir a mi morada, que abandonaron vuestro rebaño y preocuparse e ir a verlos y hablar y preguntar el porqué, y hablarles desde el corazón y con la mayor humildad para que retornen, hacerlos comprender que no han abandonado sólo un lugar, que abandonaron la Casa del Padre y su propia Casa, que dejaron de recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, que ya no rezan y no cumplen con los Sagrados Mandamientos y todo ello os está guiando rumbo a la inmensa oscuridad y al dolor de perderse para siempre, que sus almas no han de poder ingresar en el Reino de los Cielos y se perderán entre el fuego y la más cruel e inmensa oscuridad, entre el llanto y la desesperación de no poder estar junto a CRISTO JESÚS.
Por eso os pido a todos, a mis Hijos e Hijas predilectas, a mis Hijitos e Hijitas, que os unáis, que habléis, que comprendáis y hagáis comprender que tenéis que estar todos unidos para detener todo lo que en los últimos tiempos está ocurriendo sobre toda la tierra, lo que en ella ocurre no tiene la culpa vuestro Padre sino vosotros porque dejasteis abandonada la labor que teníais que cumplir cada uno desde su lugar, os olvidasteis de sembrar la semilla del amor, de la palabra, de estar todos unidos y en esa unidad abrazar mi morada, venir a confesar vuestros pecados y a recibir a mi Hijo. Yo, como Madre de todos vosotros y Madre de mi Iglesia, os ruego que volváis, que meditéis, que recéis el Santo Rosario en la unidad de todos los pueblos y que abráis vuestros corazones a la luz divina de CRISTO JESÚS, que no abandonéis nunca más, amados hijos, vuestro lugar, un lugar donde os espero, donde os necesito para que seáis verdaderos misioneros de mi morada, para que unidos salvéis al mundo de un final que vosotros mismos lo estáis provocando y sin daos cuenta estáis llevando a sus últimos minutos a millones de hermanos y hermanas en todos los continentes. No está todo perdido si aquellos que sois fieles a sus votos y unidos a sus pequeños rebaños comenzáis a sembrar todo el mundo con la palabra, si camináis llevando la Llama del Amor y la luz de CRISTO JESÚS, veréis cómo lentamente irán creciendo las conversiones, os unirán cada día más y más hijitos que se apartaron de mi morada y la paz y el amor volverá a reinar sobre la tierra porque allí hablaréis todos el mismo idioma, el idioma del amor, de la misericordia y de la justicia sembrando sobre la tierra fértil la semilla de la paz y del amor y crecerá e ingresará en cada uno de los corazones, aún en los más endurecidos, aún en aquellos que no creen en nada, en aquellas almas perdidas ya hace muchos años, volverán al sendero y cuando comiencen a caminar por él, cuando encuentren en ese sendero a vosotros que os tomaréis de la mano y os iréis guiando a través de la palabra y demostrando con los hechos, entonces todo el mundo se volverá a convertir en el paraíso que un día mi amado Señor, vuestro Padre, os entregó a todos vosotros y reinará la armonía y la esperanza, sí, hijos, la esperanza que tenéis que sentir en vuestros corazones para construir entre todos un nuevo mundo, en esta nueva era, un mundo basado en las Leyes Divinas, basado en las palabras y juntos recorreréis todo el sendero hasta llegar al gran encuentro.
Quiero que sepáis, pequeños míos, que muy pronto se ha de encontrar entre vosotros mi Hijo porque Él ha de volver a caminar entre sus hermanos, Él os enseñará, os acompañará y os guiará a través de su Inmaculado Corazón.
Os ruego amados hijitos míos, reflexionad, volved al sendero de la luz, volved a los brazos de vuestro Padre, debéis uniros y haced crecer mi morada porque todos vosotros, en la gran unidad, sois los pilares fundamentales de ella. Venid y haced que las aguas vivas desciendan sobre cada uno de vosotros limpiando vuestras almas de todo pecado a través del inmenso amor del PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO TRINO.
Os pido y os ruego, reflexionad y volved a mi morada y a mi corazón de Madre de todos vosotros, levantad, amados hijitos, un mundo basado principalmente en LA LLAMA ETERNA DEL AMOR Y LA LUZ INMACULADA DEL CORAZÓN DE CRISTO JESÚS. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
07/06/2011 13:11 Horas.
Dice Santa María:
Hijos míos, todos vosotros sabéis que toda la vida en vuestro mundo y en todo el Universo fue creada por la mano de vuestro Padre y con su infinito amor. Con ese amor que os fue entregado en vuestros corazones, ese sentimiento que se acrecienta cada día más y más en vuestros cuerpos y es como una inmensa luz que ilumina a través de vuestros ojos cuando estáis limpios de todo pecado, podéis marcar el sendero de la luz, de la esperanza, de construir un mundo de armonía y paz donde debéis convivir todos juntos como verdaderos hermanos que sois. Pero muchos de vosotros os habéis olvidado y no lleváis adelante ni os permitís demostrar vuestros sentimientos hacia vuestros hermanos, todo lo contrario, pareciera que en vez de entregar ese amor que tiene que estar en vuestros corazones hay odio y rencor, envidia y codicia, mentiras en vuestras lenguas en vez de la más pura verdad, y de esa forma os vais distanciando y os vais cayendo lentamente en la profundidad del pecado, en la profundidad de la noche, en la inmensa oscuridad. En vez de abrazar con todas vuestras fuerzas la paz, muchos de vosotros abrazáis la guerra en distintos continentes porque vuestros corazones están llenos de ansias de poder, de obtener todo a cambio de muerte, dolor, llanto y soledad. Nada os importa ni en nada os fijáis, vuestros hermanos para muchos no son personas iguales a vosotros, os tratáis como a esclavos y la justicia no existe para ellos, persiguen a mis hijos e hijas de color, persiguen a aquellos que son nativos en sus propias tierras y hasta les quitáis su lugar, atacáis todo el tiempo a aquellos que poseen en sus territorios lo que os falta en vez de unirse todos, en vez de pedir e intercambiar lo que tenéis entre vosotros mismos, en vez de trabajar todos por un mundo sin odios ni rencores, sin fronteras y sin armas, pero cada día os armáis más y más y ya habéis hecho de la guerra algo que a muchos pueblos pareciera que lo disfrutarais y os olvidasteis que levantar un arma y tomar la vida de vuestros hermanos es un pecado mortal, como también habéis dejado de lado los Sagrados Mandamientos.
Hoy muchos de vosotros, amados hijitos míos, viven derramando sobre la tierra todo el odio que lleváis adentro vuestro y habláis e injuriáis sin tener razón, inventáis y creáis fuertes tormentas que pueden llegar a lastimar hasta el alma de aquellos que nada os han hecho y que nunca levantaron sus voces sino os enseñaron y enseñan a construir un mundo de armonía y justicia. Hoy no es válido para vosotros, hoy no lo aceptáis porque es más importante tomar por la fuerza o con engaños la mayoría de las cosas que necesitáis que trabajar honradamente y dentro de las leyes poder obtenerlas. Todo se ha convertido en un inmenso desierto, un desierto lleno de dolor, un desierto que cada vez el calor es mayor y os va llevando a quemarse en una inmensa hoguera, en un lugar que vosotros sin daos cuenta fuisteis ingresando porque os guiaron rumbo a él aquellos que se encuentran fuera de mi morada, aquellos que escuchan al ángel desterrado para jugar, para hacerlos sufrir, para llevarlos al llanto y la desesperación. Cuando os deis cuenta que os quitará vuestras almas y jugará con ellas, ahí os daréis cuenta de lo que habéis hecho durante todos estos años, dejando a un costado a quien dio su vida por todos vosotros, a quien se entregó a morir por salvarlos de vuestros pecados, de quien muchas veces ni pronunciáis su nombre, AMADOS HIJITOS, ES MI AMADO HIJO JESÚS, QUE HOY OS PIDE QUE RETORNÉIS TRAS SUS PASOS, QUE VENGÁIS A MI MORADA Y OS PONGÁIS DE RODILLAS FRENTE A ÉL Y LE PIDÁIS PERDÓN, SABÉIS QUE SERÉIS PERDONADOS, SABÉIS QUE PODÉIS CAMBIAR VUESTRAS VIDAS, QUE TODO EL MUNDO CAMBIARÍA SI OS UNEN, SI ROMPÉIS LAS CADENAS QUE OS ATAN. HACED QUE VUELVA A BRILLAR NO SÓLO EN VUESTROS CORAZONES LA LUZ DIVINA DE CRISTO JESÚS, LA LUZ DEL AMOR Y RECIBIDLO EN VUESTROS CORAZONES. ABRAZAD VUESTRAS CRUCES Y ÚNANSE A LAS MILICIAS CELESTIALES PARA IR EN LA BATALLA FINAL CONTRA EL ÁNGEL DESTERRADO Y VERÉIS CÓMO LO DERROTARÉIS, OS PROMETO QUE YO MISMA, FRENTE A VUESTRAS MIRADAS, HE DE APLASTAR LA CABEZA DE LA VÍBORA, YO OS PROMETO QUE A PARTIR DE ESE INSTANTE EL MUNDO VOLVERÁ A FLORECER Y LA LUZ DIVINA DE CRISTO JESÚS, A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO, HA DE DESCENDER SOBRE TODOS VOSOTROS LLENANDO VUESTRAS ALMAS DE ARMONÍA, PAZ, MISERICORDIA, JUSTICIA Y AMOR.
Hijitos míos, a partir de ese instante tendréis un mundo nuevo frente a vuestras miradas. Una nueva era ha comenzado y es la era del amor, la era en que mi Señor os otorga una nueva oportunidad para todos sus hijos e hijas que abracéis mi morada y llevéis bien en alto vuestras cruces, aquellos que seáis misioneros de su eterno amor y de la palabra y a todos aquellos que estéis junto a mi amado Hijo JESÚS.
En vosotros queda, pequeños míos, la decisión de construir entre todos de vuelta un mundo nuevo, una nueva nación basada en los Sagrados Mandamientos y en el amor de CRISTO JESÚS, en vuestras manos queda la esperanza de volver a la vida o seguir caminando por un sendero de destrucción, de luchas, de odios y rencores, y todo lo que es mala yerba, hijitos míos, perecerá de la faz de la tierra y quedarán aquellos que en sus corazones está y estará siempre CRISTO JESÚS y que abracéis mi morada y hagáis de ella una Iglesia pura, libre, sencilla, humilde, peregrina y misionera, una Iglesia que esté en todo lugar donde se encuentre un hijo que necesita de la palabra, de un abrazo, de un trozo de pan y de un lugar donde ser cobijado, una Iglesia pura, y esa pureza todo el gran rebaño la verá y veréis que se levantará sobre toda la faz de la tierra y su luz será el faro de un nuevo mundo, un mundo donde la palabra, aquella que se encuentra escrita EN EL LIBRO SAGRADO, EN EL LIBRO DE LA VERDAD Y LA VIDA, FLORECERÁ E INGRESARÁ EN CADA UNO DE VUESTROS CORAZONES Y SERÉIS FIELES Y VERDADEROS HIJOS DE VUESTRO PADRE. ÉL OS ESPERA UNIDO AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO, EN CADA UNO DE VOSOTROS, AMADOS PEQUEÑOS, AHORA QUEDA LA DECISIÓN DE CONSTRUIR EN TOTAL UNIDAD LA GRAN NACIÓN BASADA EN EL AMOR DE CRISTO JESÚS O QUE OS PERDÁIS ENTRE LA INMENSA NIEBLA Y LUEGO LA GRAN OSCURIDAD.
Hijitos míos, únanse a vuestros Pastores y vuestros Pastores que vayan a buscar a las ovejas perdidas, escuchad la voz de vuestro Papa y seguid cada uno de sus pedidos, entrelazad vuestras manos para la defensa de mi morada y cuidad de cada uno de mis Hijos e Hijas predilectas, aquellos que están junto a JESÚS, aquellos que son verdaderos misioneros en la tierra de su palabra y siguen por el mismo sendero, y rezad por aquellos que se apartaron de él y que a través de la oración vuelvan al sendero y vuelvan a ponerse al frente de sus rebaños guiándolos a la tierra fértil donde os encontraréis con el amor, la pureza y la humildad.
Os amamos hijos míos, os ruego, los tiempos están más acelerados y corren mucho en estos días, y en vosotros, en vuestras manos, queda si deseáis vivir en la luz o en la eterna oscuridad. Reflexionad, os ruego, y únanse todos juntos al INMACULADO CORAZÓN DE JESÚS. OS AMO. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
07/06/2011 01:15 Horas.
Dice Santa María:
Hijos míos, si cada uno de vosotros escucharais mi voz, si os pusierais a leer los mensajes que os doy a mis hijitos en los distintos continentes, si aprendierais a meditar de cada una de las palabras que hay escritas en ellos y comenzarais a preparar vuestras almas y vuestros corazones para un nuevo mundo, un mundo basado en el amor de CRISTO JESÚS, basado en la unidad de todos los pueblos y con corazones y almas trasformadas a través de la Llama del Eterno Amor y todos os dierais la mano como verdaderos hijos del mismo Padre. Si por un instante os dejarais de pelear, de escuchar la voz del ángel desterrado y caminarais rumbo a la luz, esa luz que os irá guiando por el sendero de la paz, pero la paz no tan sólo para vuestro mundo sino también para vuestros corazones y vuestras almas, para que comencéis a vivir en armonía y os encontréis cada uno de vosotros con ese niño que está adentro de vuestros corazones, ese niño lleno de inocencia, pureza, amor y paz y le permitierais salir y extender sus manitos e ir al encuentro de vuestros hermanos uniéndose todos en el verdadero sendero de la paz, esa paz que no tenéis, esa paz que tanto deseáis pero no hacéis nada para volver a ella. Es tan simple, es tan sencillo obtenerla, sólo tenéis que limpiar vuestros corazones y vuestras almas de todo pecado, y para ello tenéis todos que volver al principio, y el principio se encuentra dentro de mis muros, tenéis que volver, y al volver, hablad con vuestros Pastores, pedid la confesión pero una confesión verdadera y profunda, no dejando en ningún lugar de vuestros corazones un sólo acto que muchas veces por vergüenza no lo dices, entonces la confesión que hacéis no es la real porque estáis ocultando algo que habéis cometido. Amados hijos, a nosotros nada podéis ocultar porque todo lo vemos y nada es tan terrible si realmente lo confesáis desde el corazón y con un profundo arrepentimiento para poder recibir en un corazón y un alma libre de todo pecado el Cuerpo y la Sangre de mi amado Hijo.
Por eso os ruego que comencéis a reflexionar cada una de mis palabras, volved al comienzo, os vengo pidiendo desde ya hace muchos años QUE RETORNÉIS AL ENCUENTRO CON CRISTO JESÚS, QUE LO ABRACÉIS, QUE OS PONGÁIS DE RODILLAS FRENTE A ÉL Y LE PIDÁIS PERDÓN POR TODOS VUESTROS PECADOS, SABÉIS, AMADOS HIJITOS, QUE ÉL OS PERDONARÁ PORQUE ÉL OS AMA A CADA UNO DE VOSOTROS, sabéis bien que vuestro Padre, Hijo y Espíritu Santo, unidos los tres en uno trino, os quieren entregar su Llama Eterna del Amor que parte de sus Inmaculados Corazones, sabéis que yo he venido a vuestro mundo a mostrarme y a traerles la palabra de mi Hijo, y a través de Él la de vuestro Padre, para que retoméis el sendero de la luz, para que renunciéis para siempre al ángel desterrado y a las fuerzas del mal, para que os unáis todos como hace miles de años y caminéis unidos como un verdadero rebaño. Por eso os pido y os ruego que salgáis a buscar a las ovejas perdidas, traedlas de vuelta al gran rebaño, que les habléis y escuchéis a cada uno de ellos, que les tramitáis mi pedido, diles que vuestra Madre y Madre de todos ellos os ama y que está sufriendo mi corazón porque os veo tan distantes de mi morada, tan apartados entre vosotros mismos, siempre peleando y agrediéndose, en un mundo de violencia, odios y rencores, envidias y guerras. No os puedo comprender, tenéis todo para poder vivir en armonía y ser inmensamente felices si cada uno de vosotros compartierais con aquél que nada posee, si aprendierais que esta tierra no es propiedad de ninguno en especial sino de todos vosotros y nadie os puede tomar o quitar lo que mi amado Señor os entregó para que pudierais vivir en armonía y paz, esa armonía y esa paz que hace muchos años habéis perdido porque sólo pensáis y sois guiados por hombres con ansias de poder a pelear entre hermanos, a quitaos la vida sin ningún remordimiento y a tomar todo por la fuerza sin importarles el dolor y el sufrimiento por el cual tienen que atravesar tantos hermanos vuestros a lo largo y ancho de vuestro mundo, hasta la tierra está siendo castigada por vosotros, ella que os da todo para que podáis vivir, pero si siguen en este mismo sendero, si no os arrepienten, si no volvéis al principio, si no comenzáis a trataros como verdaderos hermanos, a compartir el pan, a compartir la justicia y la paz, todo veréis que se desvanecerá, todo veréis que se perderá en una inmensa y profunda oscuridad y el dolor llenará vuestros ojos de lágrimas y entonces callará para siempre el canto de las aves y el murmullo del viento se convertirá en un inmenso estruendo que soplará sobre pueblos y ciudades cada vez con más furia e intensidad y desde las entrañas de la tierra veréis despedir en las altas cumbres el fuego que descenderá sobre vosotros y el mar comenzará a levantarse y a volver a tomar lo que por vosotros os fue quitado. Todo se perderá, pero vosotros, amados hijitos míos, no os dais cuenta, es como si estuvierais sumergidos en un sueño tan pesado que no despiertan frente a las demostraciones de la Madre Tierra, frente a mi presencia advirtiéndolos que sois vosotros mismos los que si no volvéis a la oración, al encuentro, al amor, a construir la paz a través de la oración del Santo Rosario, si no volvéis a mi morada, a la unidad de todas las religiones y a oír y comprender lo que os pide continuamente también a vosotros, mis Hijos e Hijas predilectas, aquél que se encuentra en el SILLÓN DE PEDRO, QUIEN HA SIDO ELEGIDO A TRAVÉS DE LOS MIEMBROS DE MI MORADA COMO VUESTRO PAPA, QUIEN OS PIDE LA UNIDAD, LA HUMILDAD Y QUE SALGÁIS A EVANGELIZAR A TODO UN MUNDO QUE, OS REPITO, ESTÁ TAN ALEJADO DE ESA PAZ, ARMONÍA, MISERICORDIA, JUSTICIA Y AMOR. TIENE QUE VOLVER A REINAR SOBRE TODOS VOSOTROS, TENÉIS QUE VOLVER A RESTAURAR EN VUESTRO MUNDO LA PALABRA, Y LA PALABRA LA ESCUCHARÉIS Y LA PODÉIS LEER EN EL LIBRO SAGRADO, ALLÍ ESTÁ LA VERDAD, ALLÍ SE ENCUENTRA ESCRITO TODO LO QUE LOS DISCÍPULOS OS DEJARON PARA QUE EL REBAÑO ESTÉ SIEMPRE UNIDO Y DESDE HACE AÑOS MI AMADO HIJO Y VUESTRA MADRE OS HABLAMOS PARA QUE VOLVÁIS A LA UNIDAD Y ESA UNIDAD SEA LA LUZ DE TODO EL MUNDO, UN MUNDO BASADO EN LA PAZ Y QUE APRENDÁIS A VIVIR EN ARMONÍA CON LA TIERRA Y CON CADA UNO DE VUESTROS HERMANOS, QUE OS AYUDÉIS Y QUE CAMINÉIS UNIDOS RUMBO AL GRAN ENCUENTRO CON CRISTO JESÚS.
Hijitos míos, os ruego volved al comienzo, volved al amor, dejad que salga de vuestros corazones la luz unida de la Llama del Eterno Amor de mi Inmaculado Corazón junto a la luz del CORAZÓN INMACULADO DE MI AMADO HIJO JESÚS.
Os amamos, os ruego a todos vosotros la unidad, os pido a mis Hijos predilectos la unidad también entre ellos y sed fieles a vuestro Papá. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
06/06/2011 15:04 Horas.
Dice Cristo Jesús:
Hermanos Míos, recibid en estos días la Llama del Amor que emana Mi corazón para que la recibáis cada uno de vosotros, para que estemos unidos a través de la luz, del amor, de la pureza y la humildad. Quiero que Mi Llama ingrese en cada uno de vosotros, quiero que la llevéis siempre y cuidéis de ella y a su vez la hagáis entrega a todos vuestros hermanos y hermanas en el mundo. Yo os pido que la recibáis en este día tan especial que será para todos vosotros, en este momento, para que hagáis cambiar el mundo en el cual vosotros viven, para que a través de su luz podáis comenzar todos a alcanzar la esperanza y la paz que de Mi corazón quiero entregarles a cada uno de vosotros.
Amados hermanos Míos, Yo pronto vendré a estar unido a todos vosotros y caminaré junto a cada uno de vosotros, Yo os enseñaré el sendero de la luz, os hablaré y os guiaré por este camino, un camino que os he dejado para que siempre sigáis Mis pasos, para que cada día estéis más cerca de Mi amado Padre y de vuestro Padre que os ama y os cuida y espera que todos vosotros, sus amados hijos, estén juntos en unidad en el gran rebaño llevando en vuestras manos simplemente la luz de una nueva era, de un nuevo mundo, para que la oscuridad ya no tenga más lugar en ningún rincón de los continentes, para que seáis libres criaturas de la creación y podáis vivir en armonía y paz y que el amor y la esperanza crezcan día a día llevándolos rumbo al gran encuentro donde todas las almas serán luz, la luz que ha de iluminar todos los pueblos y naciones del mundo, y es ahí donde Me veréis descender, se abrirán las puertas del Reino de los Cielos y he de descender junto a los Ángeles y Arcángeles para caminar junto a cada uno de vosotros, para enseñarles a través de las palabras cómo debéis continuar, cómo tenéis que vivir en un mundo basado por las leyes divinas, las leyes que cada uno de vosotros veréis en los Sagrados Mandamientos y debéis cumplir con cada una de ellas, y a su vez todos vosotros tenéis que estar unidos y en esa unidad entregar a vuestros hermanos la misericordia, el amor y la paz y derramando sobre toda la tierra, amados hermanos Míos, siempre y en todo momento la semilla del amor, sí, hermanos Míos, del amor para vivir en armonía y en justicia, para que ninguno más tenga que pasar por sufrimiento, dolor y soledad, para que los corazones junto a las almas se unan para traer la verdadera paz, la paz que os entregaré para que aprendáis a vivir en un mundo lleno de felicidad.
Os espero a cada uno de vosotros en Mi morada, espero que vengáis a estar junto a Mi lado, que Me acompañéis y sentiréis el calor que os entregaré a todos vosotros que ha de partir de Mi corazón para ingresar en el vuestro y en cada una de vuestras almas para que seáis libres, sí, hermanos Míos, libres como Mi Padre desea que seáis y en esa libertad seáis verdaderos mensajeros de su amor, que nadie quede en vuestro mundo solo, separado, que todos escuchéis Mis palabras, las palabras que os vengo a traer en nombre de Mi Padre y para que después de miles de años recibáis en vuestros corazones arrepentidos y después de vuestra confesión el perdón de vuestros pecados y una nueva oportunidad para vivir en armonía y paz. Únanse con Mis discípulos, vuestros Pastores, y caminad todos juntos por el sendero de la luz, haced grande y santa Mi Iglesia y la Iglesia de Mi amada Madre, ella está al frente de Mi morada, ella es la que lleva en sus manos vuestros pedidos e intercede ante Mi Padre, ella es quien, por el inmenso amor que emana su corazón de Madre de todos vosotros, le ha pedido una nueva oportunidad para todos vosotros, sus hijos tan amados. Por eso os tenéis que unir y hacer, como os he dicho, Grande y Santa a mi amada Iglesia en vuestro mundo y que ella se levante sobre todos los pueblos y naciones y que su luz ilumine todos los continentes llevándolos por un sendero de unidad, paz, misericordia, justicia, esperanza y amor. Amén.
CRISTO JESÚS.
06/06/2011 03:15 Horas.
Dice Santa María:
Hijo mío, llegó el tiempo del gran encuentro, el tiempo de la unidad de todos vosotros, de buscar por el sendero de la luz el amor, y el amor viene rumbo a todos vosotros de la mano de mi amado Hijo que parte de su Inmaculado Corazón para iluminar todas vuestras almas de pureza y de luz y esa luz iluminará los corazones de todos vuestros hermanos. Ha llegado el momento de la Evangelización, pero la Evangelización que os vengo pidiendo desde ya hace muchos años, esa Evangelización que ha de descender dentro de pocos días como ya lo hizo hace miles de años sobre los Apóstoles, ahora todos aquellos que abracéis la cruz y a mi amada Iglesia, todos aquellos que seáis verdaderos apóstoles de ella y misioneros de la palabra, sentiréis descender sobre cada uno de vosotros la Llama del entendimiento, de la pureza, del amor y de la justicia y la fuerza para salir a caminar a lo largo de vuestro mundo sembrando en los corazones aún más endurecidos la semilla de la palabra, del amor y la misericordia. Iréis también reuniendo a todas las ovejas descarriadas y a aquellas que un día eran parte del gran rebaño y se marcharon tentadas a través de la mentira buscando a mi amado Señor en otros lugares donde fueron engañadas y os enseñaron que todo lo que habían aprendido a través del Libro Sagrado, aquél que se encuentra en mi morada, no era la realidad. Yo os puedo asegurar que allí está toda la verdad, sólo en él, y lo que a cada uno de vosotros os fueron enseñando está basado en la mentira y en la ambición de aquellos que se encuentran al frente de cada lugar que frecuentáis, allí no está la verdad, allí se encuentran las palabras de aquellos que quisieron hacer que mi morada se quedara sola, que vosotros no acudierais más al encuentro con el Padre, Hijo y Espíritu Santo, y de mí siempre cuestionan mi presencia como Madre de mi amada Iglesia y muchas de las religiones en las cuales hoy os tienen atrapados no creen en mí ni en mi Hijo y no os dais cuenta que muchos de ellos estaban en nuestro rebaño igual que ustedes, que fueron parte de él pero no les interesó el verdadero amor y la verdadera fe, ellos fueron tentados y se separaron en búsqueda de una posición y de esa forma debilitar mi morada, pero, amados hijitos míos, no lo pudieron llevar adelante y no lo podrán hacer, ellos están con las fuerzas del mal, ellos injurian y ensucian la Casa de vuestro Padre y por ende vuestra propia Casa, no os dejan pensar, no os dejan actuar, os tienen como prisioneros, pero ha llegado la hora en que despertaréis de ese largo sueño, de esa inmensa noche y se posará sobre cada uno de vosotros el Espíritu Santo llenando vuestros corazones y vuestras mentes de comprensión y de sabiduría y aprenderéis a vivir en unidad y volveréis a comprender dónde se encuentra la verdad y dónde está la mentira, dónde está el engaño y dónde la realidad, y entonces, os aseguro, volveréis al gran rebaño, volveréis a tomar la mano de vuestros hermanos y hermanas y caminaréis todos juntos por los senderos fértiles, llenos de luz, cantando alabanzas y rezando a vuestro amado Señor y pediréis perdón por todos los pecados cometidos y seréis perdonados porque vuestro Padre os ama, porque Él os quiere y siempre os ha amado a cada uno de vosotros porque sois sus amados hijos e hijas y en todos estos años, a través del Hijo y del Espíritu Santo, os ha hablado y en los últimos tiempos he venido yo a vuestro encuentro, he descendido hasta vuestro mundo para encontrarme con mis hijos e hijas entregándoles mis mensajes para la gran unión, para que os preparéis para cuando mi Hijo vuelva a caminar entre todos vosotros. Os ruego tenéis que estar preparados, tenéis que comprender que en mi morada se encuentra toda la verdad y esa verdad está iluminada por la luz eterna de vuestro amado Padre, sed luz vosotros también para iluminar el sendero de millones de vuestros hermanos que están perdidos, rescatadlos de las garras del ángel desterrado, id junto a vuestros Pastores y sed fieles a mi amada morada, sed humildes misioneros, peregrinos por el mundo de la palabra, enseñad el amor que emana el corazón de mi Hijo y vivid en unidad y eterno amor. Preparaos, amados hijitos e hijitas mías, para la llegada del Espíritu Santo, preparad vuestros corazones y vuestras almas para recibir la eterna bendición, venid a recibir las aguas de la eterna purificación, aquellas que os devolverán a mi morada y al estar en ella estaréis eternamente protegidos de todo ataque y comenzaréis entre todos a levantar la gran nación de CRISTO JESÚS basada sobre sus Sagrados Mandamientos y haciendo brillar en todo el mundo y sobre todos los corazones la luz eterna del amor, la pureza, la humildad, la sencillez y la justicia.
Os ruego, volved a mi morada, volved a caminar todos juntos y rezad siempre en todo momento el Santo Rosario, rezadle a mi amado Hijo la Coronilla, liberad vuestras almas a través de la confesión y recibid el Cuerpo y la Sangre preciosa de mi amado Hijo JESÚS, que Él more en cada corazón y seáis luz para esta nueva era, para estos nuevos tiempos de esperanza, de armonía y de misericordia.
Os amo amados hijos míos, os ruego volved a ser verdaderos misioneros del amor y de la paz. Amén.