lunes, 11 de abril de 2011

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA 6 de Abril 2011

A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA
6 DE ABRIL DE 2011





Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:


MI AMOR MATERNO CLAMA POR MIS HIJOS.


¡Cuánta oscuridad embarga en este instante a la creación! Oscuridad reflejo de las almas de aquellos que permanecen en pecado.


Se acerca un gran gigante, se acerca aquel que con paso fuerte estremecerá a la humanidad. La calamidad no se hace esperar, el agua nuevamente azota la tierra y la tierra se doblega ante ella, y se derrumba causando gran dolor a Mis hijos. Les llamo una y otra vez a retomar el camino de la santidad.


¿AÚN NO COMPRENDEN QUE SIN ORACIÓN NO CAMINAN?


¿AÚN NO COMPRENDEN QUE ESTA MADRE LES LLAMA, LES INVITA,


LES EXHORTA A ENARBOLAR LA BANDERA DEL AMOR DIVINO?


Amadísimos hijos de Mi Corazón, retornen al camino verdadero, naden contra la corriente del mundo, caminen hacia la santidad, ya las agujas del reloj giran aprisa. Ante un tiempo que ha dejado de ser tiempo, ustedes marcan el ritmo del reloj lo marcan con el pecado, y este se acelera llevándoles hacia el cumplimiento de cuanto les He anunciado, Mi Corazón se duele, Mi Corazón se duele ante la magnitud del dolor que va a padecer Mi pueblo amado, Mi pueblo al que Mi Hijo me ha entregado para que lo proteja con Mi amor materno.


OREN HIJOS MĺOS, OREN, ÚNANSE, OREN AMADOS HIJOS.


Oren por Grecia, sufrirá grandemente.


Oren, oren por Chile. No se olviden de este pueblo que padece y padecerá.


Oren, mis amados hijos, oren por Hawai.


¡Cuánto dolor, cuánto dolor sobreviene! ¡Cuánto lamento, y aún no prestan atención a mis llamados!


Una y otra vez me acerco a ustedes y vuelven la espalda a mis llamados. Pero aun así, continuaré, continuaré porque una madre no se cansa de llamar a los suyos no se cansa de amar a los suyos. Conviértanse retornen a Mi Hijo, arrepiéntanse.


Un gigante se aproxima con paso firme y se abalanza moviendo las aguas con gran fuerza, haciendo estremecer la tierra y causando gran destrucción y dolor a mis hijos. Presten atención a mis llamados, examinen su vida, arrepiéntanse.


Unidos en una sola voz oren y clamen al Cielo. Mis hijos no permanecen solos, Mi Manto Materno cubre toda la humanidad, aquí les espero, acérquense a Mí. Mi seno permanece abierto, para aquel que busque refugio. Vengan a Mí. Permitan que les conduzca a Mi Hijo, emprendan el camino porque el tiempo ya no es tiempo.


Les amo, les amo, les bendigo.


Queden en la paz de Mi Corazón.


Les amo.


Mamá María.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE


Hermanos (as).


La bandera del Amor Divino, ¡qué sublimidad!


Nuestra Madre nos da una vez más la gran lección de humildad. La humilde por excelencia, la Madre de Dios nos llama a vivir una vida Cristocéntrica, libre de todo aquello que pueda detener nuestro paso hacia el centro que es Su Hijo, Nuestro Señor.


Miramos el reloj para disponer del tiempo, y nos dice nuestra Madre que las agujas del reloj giran más aprisa de lo que podemos mirar, así que es necesaria la oración, la reparación, ¡YA! y reflexionar sobre tanto y tanto llamado, que no se da por casualidad.


Hermanos, seamos sencillos de corazón y actuemos ya en nuestro interior, con prontitud, con esa seguridad de aquellos que sabiéndose hijos de la Madre, jamás están desamparados.



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