La Humanidad pecadora que se ha apartado de Dios Altísimo para vivir peor que en los tiempos de Sodoma y Gomorra, o en tiempos de Babel, va directamente y en picado hacia la perdición eterna. Padres, madres, hijos, hermanos, tíos sobrinos, familias enteras, van camino de la condenación eterna, porque su rostro no lo quieren volver a Dios y erradicar sus pecados actuales, que llevan al abismo eterno de las tinieblas a familias enteras. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos de Dios ¿dónde están vuestras luces? ¿dónde vuestra razón e inteligencia? Una bestia Me da más gloria que vosotros que os tenéis por seres racionales. pero hijos, ¿no os dais cuenta que a lo largo de la historia el pecado ha sido siempre castigado por Dios?
Mando catástrofes para que os hagan despertar del letargo mortal en que estáis y no sois capaces de daros cuenta que el Cielo reclama adoración, moral, virtud, y vosotros seguís pecando y pecando sin importaros para nada las consecuencias terribles que el pecado os traerá a vosotros y a vuestros hijos. Yo, Jesús, os hablo.
Decís que amáis a vuestros hijos y los dejáis en manos de Satanás que los inducen a la orgia, a la bebida, a la promiscuidad, al aborto, a toda clase de excesos y, darán cuentas a Dios de sus deleznables acciones y no les aconsejáis porque vosotros mismos vivís sumidos en el materialismo, en deseos terrenales, a veces viles, innobles, y no tenéis tiempo para dar culto a Dios. Estáis lanzando a vuestros hijos a la condenación eterna, porque no les dais ejemplo ni les habláis de Dios, ni de moral alguna y los dejáis a su aire bajo el pretexto de que (ya) son mayores de edad. ¡Ay generación corrupta, contaminada como ninguna otra por el pecado, por el crimen del aborto! ¡Malditos seréis! ¡Malditos vosotros y vuestros hijos! que lamentaran eternamente la permisividad que le disteis y tolerasteis, haciendo caso omiso a lo que descubrís y veis. Yo, Jesús, Juez Eterno, os hablo y os advierto.
Quien lea estos mensajes que los ponga en practica, Porque sino ellos mismos serán acusadores de sus deleznables acciones. Yo, Jesús, el Hijo de Dios Altísimo, os hablo. Paz a quien propague estos mensajes.
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