sábado, 13 de octubre de 2012

Mensaje de Dios Padre a J.V. en Mzo. 18 de 2005

Mzo 18_05 La inspiración Divina, siempre está en el corazón del hombre.ImprimirE-Mail
Rosario.


Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María a J.V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, cuando los poderes de satanás aparezcan como venciendo al mundo entero, cuando la humanidad entera se sienta aplastada por su poder, cuando la humanidad pecadora, al sentir la maldad de Mi enemigo se sienta pisoteada, se sienta aniquilada y por ello pida perdón por sus faltas, por su olvido, por su traición hacia Mí, es cuando Yo vendré y le quitaré las almas arrepentidas y las almas fieles.
Desgraciadamente el hombre, por su soberbia, por su indiferencia, solamente cuando ya se siente abatido y sin un camino claro por el cuál seguir, es cuando se acerca a Mí y esto no debiera ser así, Mis pequeños, es vuestra falta de Fe la que hace que vosotros no os mantengáis en el camino correcto, en el camino del Bien. Queréis incursionar por caminos diferentes, os creéis lo suficientemente  fuertes e inteligentes, como para salir a investigar en ésta selva de maldad y de terror, a otra aventuras espirituales y qué sorpresa se lleva el hombre, cuando, por causa de buscar éstas nuevas sorpresas, de investigar nuevas sensaciones, desviarse hacia otros dioses, otras filosofías, como ayer os decía, es cuando el hombre se da cuenta de que sin Mí, no podrá salir adelante.
Insistís, en vuestra soberbia, de que podéis incursionar  por lugares diferentes a los que Mi Hijo os dio y de que sois lo bastante inteligentes como para poder rechazar el ataque de en el momento en que queráis. Vuestra soberbia os lleva a una gran tontería, porque no queréis ver la potencia del mal y cómo, mediante sus trucos y sus mentiras, os puede vencer fácilmente, cuando camináis solos.
Sois pequeños, sois como niños traviesos, mal educados, que no habéis querido aprender la lección y queréis hacer de vuestra vida vuestra propia elección. Queréis formar vuestras propias leyes y enseñarlas a los hombres y pronto os dais cuenta de que procedéis en el error, en el engaño, porque vuestra caída ha sido fuerte, dolorosa, y a veces grave.
 Aquél que no se quiere mantener bajo Mi protección, actuando en Mi Divina Voluntad, necesariamente, sufrirá. Para eso os he dado los Mandamientos, para eso os he dado Leyes, Decretos, Formas de vida, para que al manteneros en Mí, no sufráis  o si permito que sufráis, será para vuestro bien y para el de vuestros hermanos.
El mantenerse en Mí, os va a asegurar protección y salvación eterna, gozos inimaginables, bellezas infinitas, Sabiduría Santa.
Queréis formar vuestro propio mundo y cómo os dijo Mi Hijo, “El que no está Conmigo, desparrama”, así al querer hacer vuestro propio mundo, desparramáis, echáis a perder todo, no tenéis las capacidades para guiar a éste mundo. Si no podéis ni con vosotros mismos, ¿Cómo queréis hacer grandes cosas que están totalmente fuera de vuestras capacidades?
Aquél que está Conmigo, os dijo Mi Hijo, que iba a poder hacer grandes cosas, aún mayores de las que se le vieron hacer a Él. Yo fluyo a través de las almas dóciles, de las almas buenas, de las almas santas. DejadMe fluir a través de vosotros, preparad vuestro interior, dadme Vida a Mí, antes que a vosotros mismos, porque si Me dais Vida a Mí, vuestra vida será grande.
Tratad de mejoraros, tratad de invertir más tiempo en buscarme, tratad de invertir más tiempo en ayudar a vuestros hermanos, porque una Fe sin obras, de nada sirve.
DejadMe, dejadMe serviros, para que podáis servir a vuestros hermanos con el mismo ejemplo que Yo os di, ése mismo ejemplo lo daréis a vuestros hermanos.
Es el Amor, Mis pequeños, es el Amor el que hace el gran cambio en las almas. Si vuestros actos no están envueltos en Amor, decaen, no sirven, queda en simple altruismo, no hay Caridad de vuestra parte. Debéis daros en el Amor, sufrir en el Amor, aceptad todo lo que Yo permita en vuestra vida con Amor, aunque no entendáis, simplemente, aceptad Mi Voluntad. Volved, volved al Principio, pedidles a vuestros Primeros Padres que os lleven a vivir nuevamente a esa Divina Voluntad del Paraíso, para que todo sea renovado y Santificado por Mí, vuestro Dios.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos Míos, vuestras oraciones, vuestros deseos, todo aquello que hacéis por las almas es un rocío santificante para las almas del Cielo, un rocío refrescante para las ánimas del Purgatorio y un rocío Salvífico para todas las almas de la Tierra.
Vuestras oraciones nunca, nunca se desperdician y todas ellas producen fruto que vuela hacia el Cielo. Como Yo os decía, Mi Palabra es como esa gota de agua que cae de la nube, llega a la tierra, fecunda y regresa dando frutos al Cielo.
Yo os enseñe a orar, Yo os enseñe a vivir en la Tierra, para eso bajé, para que fuera Maestro, Guía, Luz, Verdad aquí en la Tierra y ahora vosotros estáis haciendo lo mismo, con vuestra oración, con vuestras penitencias, con vuestros sacrificios.
La vida que Yo os di, que os dio Mi Padre, que os dio el Santo Espíritu de Amor, ahora está dando fruto, regresa al Cielo y Nos alegramos de vuestra donación pero, Mis pequeños, son infinidad de almas las que tenéis que salvar. El hombre en su pequeñez no puede, pero para eso estoy Yo, para llenaros de la Verdad, en éste mundo de mentira, en éste mundo de espejismos, porque llega un momento en que ya el hombre no sabe qué es Verdad y qué es mentira, qué es lo Bueno y qué es lo malo. A ése punto os ha llevado satanás, a poder dudar entre lo Bueno y lo malo. Aquí es donde el hombre ya encuentra obscuridad y ya no puede caminar solo, no debe caminar solo.
Por eso en todo momento, deberéis invocarme, deberéis pedirMe Mi ayuda, para que vuestros actos queden Bendecidos y Santificados, para que Yo os lleve por el camino seguro, tanto para vosotros mismos como para vuestros hermanos.
Manteneos firmes en la prueba, manteneos firmes y seguros de que Yo os daré lo que necesitéis. No os separéis ya en ningún momento, poned todos vuestros sentidos y toda vuestra atención en lo que Yo quiero, en lo que Yo deseo del hombre, como Yo les pedí a Mis Apóstoles en el Huerto de los Olivos, orad, orad, manteneos despiertos, manteneos atentos, porque ya es la hora.
Ahora os digo a vosotros, Mis pequeños, alrededor del mundo, orad, orad, ya es el tiempo, el tiempo de la gran traiciónel tiempo de la entrega de los que Me traicionan, que entregarán a Mi Pedro a las garras de satanás, ahora es el tiempo de las tinieblas, el tiempo en donde se verá quienes son realmente los hijos de Dios, porque para los hijos de Dios no existen las tinieblas, ellos siempre verán la Luz, la Luz que los guiará por el Buen Camino, es Mi Sabiduría Santa que estará delante de ellos, que seré Yo, protegiéndoos.
No desfallezcáis, a pesar de que todo ya se vea perdido. Mi Poder es Infinitamente más grande que los poderes de satanás, los cuales se soltarán en su totalidad en breve, desgraciadamente apoyados por multitud de vuestros hermanos.
Orad por ellos, orad fuertemente por ellos.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, ya se os ha dicho que la lucha será fuerte, pero Yo, vuestra Madre estaré con vosotros protegiéndoos y guiándoos.
Sabed que el mismo Cielo podría hacer todo. La lucha fácilmente la podrían llevar los Ángeles, los Arcángeles, los mismos Santos ya en el Cielo, pero Nuestro Padre Dios permite vuestra ayuda para vuestros méritos, para que os ganéis éste Paraíso Prometido.
Es un Don Divino que se os permita entrar a la lucha, que estéis ayudando a vuestro Dios para vencer, porque eso ya es un hecho, que el Cielo vencerá y el que estéis invitados a la gran lucha os va a traer más regalos, ahora y por toda la Eternidad. Ahora, en éste tiempo inmediato por llegar, será el Paraíso aquí en la Tierra y en lo futuro, vuestro regreso al Reino de los Cielos.
Si se os permite estar en ésta gran lucha, es para que triunféis con vuestro Dios, para que viváis ésos momentos de Gloria, para que podáis ver al enemigo bajo Mis pies, como está Profetizado y os alegréis Conmigo, vuestra Madre, de que haya vencido para la Gloria de Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Por eso os he pedido que Me acompañéis, que luchéis Conmigo, que confiéis plenamente, porque frente a Mí, vuestra Madre, él no puede nada, pero sí tratará de atacaros fuertemente, como ya lo está haciendo.
Yo soy como la gallina que protege a sus polluelos debajo de sus alas, pero su el polluelo se sale, el gavilán lo puede atacar y destruir. Manteneos bajo Mis Alas, Mis pequeños, manteneos bajo Mi Protección.
DejadMe a Mí obrar en vosotros, Yo, vuestra Madre, Esposa del Santo Espíritu de Amor, Madre del Verbo Encarnado, Hija del Padre, se Me ha dado el Poder en éstos momentos de guiar los Ejércitos Celestiales y los terrenos.
Es un honor grande estar sirviendo a Nuestro Dios y a Su Gloria, y éste honor de la Madre pasa a los hijos y esto es lo que quiero compartir con cada uno de vosotros, que os gloriéis Conmigo, que gocéis Conmigo éstos momentos en que le entregaremos nuevamente a Nuestro Padre Dios, en Su Santísima Trinidad, a la humanidad nueva, a la humanidad que perseveró, a la humanidad fiel.
Yo os Bendigo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón. Gracias, Mis pequeños, por vuestras oraciones, gracias por vuestra felicidad, gracias por el trabajo que están haciendo para la difusión del Amor, del conocimiento de las Verdades de vuestro Dios a través de éstos Mensajes que se os dan y que pertenecen al Mundo entero, os bendigo y bendigo a vuestras familias.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. 
Hijitos míos, la oración perseverante, la oración de corazón, es la que logra los grandes Milagros.
Como se os decía alguna vez, estáis obligados a producir Milagros y esto es a través del amor que pongáis en vuestras intenciones. La Fe, el Amor,  son los que mueven a Mí Corazón para que se logren ésos Milagros.
Debéis poneros en el lugar de ésas almas afectadas, tratad de sentir su dolor, tratad de sentir su opresión, el abandono a Mi Gracia, su vida de pecado, su maldad satánica. Entrad en el corazón de vuestros hermanos que están dividiendo a la Iglesia, que están destruyendo la espiritualidad de vuestros hermanos alrededor del mundo. Entrad, entrad en el corazón de todos ellos y por ellos, vosotros pidáis Misericordia, pidáis ayuda, pidáis liberación, pidáis Gracia y Amor.
Ellos no pueden, Mis pequeños, ellos no pueden, ayudadles, que Yo os escucharé y Mi Misericordia se derramará sobre ellos, porque, aunque han actuado mal, no quiero que Mi Justicia los alcance. Yo Soy un Dios de Amor, Soy vuestro Padre Creador y le doy al alma siempre las oportunidades, muchas de ellas, infinidad de ellas,  para que se arrepientan y regresen a Mi. Nunca abandono al alma, pero Yo pido y os pido que seáis familia, que os cuidéis los unos a los otros, como Mi Hijo os enseño, porque así creceréis en Amor y en Virtud y así, en vez de criticar, estaréis actuando en Caridad y en Amor.
Entrad en su corazón, entendedlos y aunque no los entiendas, aunque no entendierais su mal proceder, entrad en su corazón, como si vosotros mismos fuerais los autores del pecado que ellos están cometiendo o la maldad en la que viven, arrodillaos por ellos, interceded por ellos, tomad su alma como vuestra y pedid perdón por ellos.
Quiero haceros crecer en Virtud, en Amor y así preparad el Reino en la Tierra, para que Mi Hijo llegue a Reinar en corazones sanos y santos.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. 
Hijitos Míos, la inspiración Divina, siempre está en el corazón del hombre, pero no todos la saben escuchar y mucho menos la desean actuar.
Cuando se vive en estado de Gracia, es cuando esa inspiración es bien escuchada; cuando se vive en la Caridad, en la Misericordia, es cuando esa inspiración es actuada.
La donación libre, espontánea, amorosa es necesaria en los hijos de Dios, es característica de los hijos de Dios, es salir a buscar antes de que se les pida la ayuda.
Debéis estar dispuestos, Mis pequeños, a actuar, a vivir las inspiraciones que se os den. Todos vosotros, hijos Míos, sobre la Tierra, debierais ser instrumentos dóciles, libres, donados totalmente a Mi Voluntad y ahí, en cada uno de vosotros, en lo más profundo de vuestro corazón, debiera Reinar Mi Amor, debiera Reinar Mi Presencia continua.
Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, siempre os estaré dando ésas inspiraciones, para ayudar a vuestros hermanos, para engrandecer vuestra alma, para preparar el Reino, para que viváis unidos a vuestra Familia Celestial.
Yo habito realmente en lo más profundo de vuestro corazón, pero muchos de vuestros hermanos Me dejan ahí, en lo más profundo, Me cierran puertas para no querer escucharMe, para que Yo no les indique su actuar en ésta vida. Cuando el alma aprende a abrir las puertas de su corazón, de su mente, de su ser, es cuando Yo reino en el alma, es cuando el Reino de Dios está presente en el alma. Yo Soy el Reino de Dios en las almas, Yo Soy el que da Vida, el que da gozo, el que da salud, el que da Amor a las almas.
Para aquel que interioriza, Me encuentra, ésa alma goza inmediatamente, goza su vida, pero más goza la oración íntima, viven realmente momentos de Cielo cuando están Conmigo, porque un mundo infinito se abre ante ellos, capacidades nuevas se encuentran, Sabiduría Eterna obtienen, pero sobre todo el Amor de vuestro Dios se manifiesta a través de ellos.
Yo no me hago el escurridizo, Yo no Me escondo a las almas, especialmente a aquellas que están tratando de buscarMe.
Tomad vuestro tiempo en la oración, y veréis cómo vuestro tiempo será premiado y cómo vuestro gozo será inmenso, porque podréis hablar con vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños. 

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