jueves, 18 de octubre de 2012

Mensaje de Dios Padre a J. V. el 24 de Marzo del 2005

Mzo 24_05 Hermosa Oración a la Santísima Trinidad de la Santísima Virgen María.ImprimirE-Mail
Rosario (JUEVES SANTO)

Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María  a J.V.
Habla Dios Padre: 
Hijitos Míos, cuidad en todo momento la condición de vuestra alma, especialmente, buscad la pureza y la santidad en las almas de los pequeños. Los niños pequeños son como esponjas que absorben todo lo que está a su alrededor, todo lo que ven, todo lo que escuchan, todo lo que tocan.
Vuestra alma a lo largo de su tiempo sobre la Tierra, sigue siendo así, una esponja y así como se queda lo bueno, también se queda lo malo.
El alimento que debéis dar al alma, tratad de buscarle lo mejor, tratad de buscarle lo mejor para que crezca saludable, para que crezca santa y luego pueda dar mucho fruto.
Un alma que está siempre en Mi Presencia, va a ser un alma saludable, un alma que tarde ó temprano se va a emparentar con la Mía, con Mi Presencia, con Mi Sabiduría, con Mi Amor. Y así, al final de vuestro tiempo se va a presentar bella, deseosa de unirse Conmigo y no tendrá miedo ni temores en el paso de lo que llamáis muerte, va a ser la entrega de vuestro ser a Mi Ser, el bello paso del regreso a la Casa del Padre. El alma que vive en Mí, regresa fácilmente a Mí.
Como os dije, un alma que siempre está en Mi Presencia, en ningún momento se separa y el paso de la muerte, es sencillo y deseado.
Orad por aquellos que viven en la distracción del mundo, que alimentan a su alma con alimento parco, alimento que no nutre, alimento malo, esas almas sí sufren con el paso de la entrega, con el paso de la muerte, porque no sabrán qué hacer, no sabrán cómo dirigirse a Mí, no tendrán cosas valiosas qué presentarMe, como regalos de la Tierra que son las almas que vosotros cuidasteis y salvasteis a través de vuestra oración, a través de vuestra donación.
Tratad de guiar a todas las almas que se acerquen a vosotros, para que no regresen con las manos vacías, que no regresen temerosas, que realmente vean que el regreso es un gozo inmenso para el alma, que no le teman al Amor de los Amores, que Soy Yo, su Dios.
Como os dais cuenta, deberéis ser Vida de Amor, misioneros de Mi Amor, deberéis tenerMe siempre presente en vuestro corazón y así, vuestras palabras y vuestros actos serán los Míos y no los vuestros.
Si Yo Vivo en vosotros en primer lugar, antes que vosotros mismos, vuestros actos y vuestra vida, será la Mía y no la vuestra y así es cómo a través de vuestro ejemplo muchas almas se salvarán y eso es lo que Yo deseo de cada uno de vosotros, que seáis instrumentos dignos para el Cielo, instrumentos salvíficos, como lo fue Mi Hijo.
Gracias, Mis pequeños.
Habla Dios Padre: 
Hijitos Míos, la vida del hombre, no está apartada de los ojos del Cielo. El Cielo entero ve el actuar del hombre durante toda su vida, aunque los pensamientos más íntimos solamente los conozco Yo, vuestro Dios.
Las almas del Cielo están viendo vuestro actuar, aún lo más escondido queda abierto a la Vida del Cielo. Las almas del Cielo continuamente están en oración por cada uno de vosotros. Lo mismo, las almas del Purgatorio están en continua oración por la lucha que tenéis que llevar sobre la Tierra.
Las almas del Cielo, ya Santificadas, son vuestros intercesores, son realmente vuestras almas hermanas en las cuales debéis confiar plenamente, porque ellas continuamente están buscando vuestra santificación, vuestra protección y sobre todo, oran fuertemente para que podáis llevar a cabo vuestra misión en la Tierra.
Hijitos Míos, no os podéis imaginar el valor real que tiene un alma sobre la Tierra. La vida de cada uno de vosotros sobre la Tierra, mientras lleváis a cabo vuestra misión, es importantísima para los planes del Cielo, por eso el demonio os ataca tanto, ataca tanto a las almas sobre la Tierra, ataca tanto a vuestra vida, porque vosotros, cuando realmente os dais en totalidad a Mí, le hacéis mucho daño al infierno, le quitáis muchas almas al enemigo, pero sobre todo lleváis amor y conversión, le quitáis poder al enemigo al volveros instrumentos fieles del Amor de vuestro Dios.
Él sabe todo esto y os va desviando en falsos amoríos, os desvía en intereses mundanos u os lleva hacia el pecado, para que no podáis dar el fruto debido.
Os digo esto, Mis pequeños, para que os deis plena cuenta del valor tan grande que tenéis ante los Ojos de vuestro Dios y ante los ojos del enemigo mientras estáis sobre la Tierra. Si no valierais para los bienes del Cielo, si vuestra misión no sirviera, el enemigo no os atacaría.
Por eso el alma que se emparenta Conmigo, el alma que se vuelve otro Cristo, se vuelve un enemigo fortísimo contra los planes del enemigo, contra los planes del mal, os volvéis Luz Divina, que ayudará a la salvación de muchas almas y a la preparación de Mi Reino sobre la Tierra.
Ese es el mayor temor que tiene el demonio a las almas que se han donado a Mi Gracia y a Mi Bendición, que las almas vayan imponiendo Mi Amor sobre la Tierra a través de su ejemplo, a través de su palabra, a través de la ayuda que le dan a otras almas.
Las almas que más ayudan a que el Reino venga, son almas mucho más atacadas a las cuales debéis proteger con vuestra oración, con vuestra penitencia, con vuestro ayuno, con vuestra vida de donación. A muchas de ellas, vosotros no las conocéis, pero vuestra intención llega a Mi Corazón y Yo derramo Mis Bendiciones sobre ellas para que puedan proseguir su obra.
Manteneos Mis pequeños en la oración, manteneos en la vida en la Gracia para que podáis ayudarMe con vuestra donación, en ésta purificación de la Tierra, para ir eliminando todo el mal, toda la basura que no sirve, para que venga a implantarse el Reino de los Cielos aquí en la Tierra y para que Yo, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad, venga a Reinar entre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Habla Dios Espíritu Santo:
Pequeños Míos, os quiero instruir en los trucos que utiliza satanás para desviar a las almas. Yo, vuestro Dios Espíritu Santo, que conozco lo más profundo de las almas, que conozco vuestro corazón, os quiero ir ayudando, aleccionando, para que os podáis proteger contra los trucos y fuerzas del mal.
Sabed que la oración es poderosísima, el amor que vosotros producís, a través de la oración, produce grandes desastres para el infierno.
Mis pequeños, cuando oréis, entrad en vuestro corazón. Dentro de vuestro corazón estamos Nosotros, en la Santísima Trinidad, arrodillaos ante Nosotros, entregad vuestra mente, vuestros pensamientos, vuestros oídos, vuestros sentidos, entregádmelos ahí dentro de vuestro corazón, que debe ser vuestro hogar espiritual, vuestra capillita, donde deberéis presentaros puros, donados y quiero daros una explicación sobre ésta donación.
Debe ser un tiempo en el cual no estéis de prisa, un tiempo de regalo totalmente para vuestro Dios, en donde, con tranquilidad y paz, estéis ante Nosotros y así, en Presencia real ante Nosotros en vuestro corazón, olvidaos totalmente del mundo exterior, atendiendo a vuestro Dios. Con todas vuestras potencias, empezaréis a orar, a platicar, a ofrecer, a interceder. Entrad en ése coloquio Divino, entrad en ésa familiaridad en la oración y así os tomaremos, entraréis en esa intimidad que solamente Nosotros os podemos dar.
Al purificaros de todo lo exterior, al purificaros en vuestros pensamientos, al purificaros de todo aquello que os pueda separar de Nosotros, empezaréis con vuestros rezos. Vuestra oración, vuestro rezo, debe ser muy íntimo, debe de ser en Presencia Divina, debéis respetar de aquí en adelante, Nuestra Presencia en vosotros y esto os lo digo para evitar todo tipo de distracción,  de preocupación mundana ó personal.
Ciertamente deberéis ejercitaros en ello y sobre todo, poned todo de vuestra parte, porque el maligno os empezará a atacar más.
Cuando venga el ataque, cuando venga la distracción, postraos dentro de vuestro corazón, postraos dentro de vuestro corazón ante Nosotros, postraos y así, pondréis todos vuestros sentidos nuevamente a disposición de vuestro Dios.
Vivimos realmente en vuestro interior y no queremos seguir siendo Huéspedes, Huéspedes a los que no se les hace caso.
Sois almas consentidas, sois almas a las que hemos apartado del mundo, sois almas a las que hemos puesto Nuestro Ser y Nuestros deseos para grandes obras, debéis poner más de vuestra parte para atender a vuestro Dios y ya no dejarNos olvidados dentro de vuestro ser.
Deberéis hacer vida con Nosotros en todo momento, os vuelvo a repetir, deberéis ejercitaros en ello. Poco a poco, vuestro corazón se irá adentrando, Nos irá tomando más en cuenta y así, después, cuando salgáis del Sagrario, salgáis de la Iglesia y hagáis vuestra vida rutinaria, estaréis aún postrados dentro de vuestro corazón, atendiéndoNos, mimándoNos, dejándoos guiar por lo que Nosotros queramos. Vuestra mente, vuestro corazón, todos vuestros actos estarán ya a disposición de vuestro Dios y vuestra vida cambiará, vuestros actos  cambiarán, vuestras palabras cambiarán por esa vida íntima que deberéis llevar de ahora en adelante.
Vivid ésa intimidad y veréis los Regalos que obtendréis.
Gracias, Mis pequeños.
Habla Dios Espíritu Santo: 
Hijitos Míos, os sigo instruyendo, al estar ya ante Nuestra Presencia, en vuestro corazón, aprenderéis a escuchar Nuestras intenciones, aprenderéis a escuchar a vuestro Dios y lo que quiere realmente de cada uno de vosotros.
Os llevaré a conocer la raíz del mal, la soberbia. Siendo la raíz, prácticamente de todo mal que existe sobre la Tierra, deberéis tratar de luchar contra ella. Lucharéis con Fuerzas Divinas, deberéis ser cautos, deberéis ser sabios, sencillos y humildes. Todos vosotros afectados por el Pecado Original, estáis padeciendo por ésta raíz del pecado primario, que fue desobediencia, causado por la soberbia del hombre, causado por la soberbia de satanás.
Si vosotros aprendéis a ir a la esencia de cada pecado, a la raíz de cada pecado, encontraréis la soberbia y deberéis protegeros con la Humildad. La Humildad os llevará a la sencillez y la Humildad os abrirá todas las puertas de la Gracia.
Al ser humildes, todas las Virtudes florecerán. Ved aquí Nuestra Obra Maestra, la Siempre Virgen María, que en Su Humildad, aceptó Nuestra Vida en Ella, Nuestro trabajo en Ella, Nuestra Voluntad en Ella.
El demonio, os lleva a oponeros a todo aquello que sea superior a vosotros, que os sintáis como esclavos, que os sintáis sumisos.
Nuevamente os presento a Mi Esposa, la Siempre Virgen María, Su Sumisión, además de Ser Perfecta la llevó a esa Santidad Infinita. Ella podía actuar por Sí Misma, porque así se le Creó y prefirió someterse a Nuestras Ordenes.
A vosotros os hace creer el espíritu del mal que no debéis someteros a nadie, que no os arrodilléis ante nadie, que vosotros sois grandes y eso le encanta al hombre, sentirse grandes, sentirse poderosos.
Cuando no tenéis las Virtudes, ni la Gracia, ni los poderes, como para sentiros así, la soberbia solamente os debilita y os aparta más de la Fuente Divina que proviene de Nosotros.
El alma soberbia, no puede crecer, el alma soberbia no acepta consejo ni alimento especial, el alma soberbia se vuelve autónoma y si realmente utilizáis la Sabiduría, os daréis cuenta que en vuestra autonomía, por ser tan pequeños, tan miserables, no podréis vivir solos y vuestra caída es inevitable.
En la Humildad podéis reconoceros así, miserables, pequeños, faltos del alimento Divino y así el alma sencilla, el alma humilde, corre a la Fuente Divina, a alimentarse, a purificarse, a sanear todo aquello que la está separando de ésta Gracia que solamente puede venir de vuestro Dios.
La soberbia, manejada como lo hace el espíritu del mal, os va carcomiendo, os va destruyendo, sin que os deis cuenta, porque os mantiene ciegos a la realidad, os va ensalzando con bellas palabras, con bellos pensamientos, cuando realmente estáis llevando una podredumbre interna. Os va haciendo creer grandes a los ojos de los hombres, cuando realmente estáis disminuyendo ante los Ojos Divinos.
El alma soberbia, al no aceptar consejo, al no aceptar guía Divina, se va obscureciendo, y sobre todo, va causando destrozos para el Reino de Dios por su mal ejemplo, por su falsa guía, por su inmodestia, por su maldad.
Las almas soberbias se vuelven instrumentos del mal, sin que se percaten de ello. Al verse a sí mismas, ya no hay nada que valga para ellas a su alrededor, se sienten perfectas, se sienten dioses y así llevó el demonio a vuestros Primeros Padres hasta éste punto, a sentirse dioses.
Tened cuidado Mis pequeños, cuando empiecen vuestros hermanos a ensalzaros, a haceros creer ser grandes ante los hombres, cuando os eleven por sobre los hombres, tened cuidado, Mis pequeños, porque puede ser el principio de vuestra caída.
El hombre nunca se debe separar de la Fuente Divina, debe ser raíz que absorba los nutrientes para su buen crecimiento y sobre todo para su buen sostén. No os envanezcáis, Mis pequeños, porque vosotros nunca podréis ser dioses. Si estáis separados de Nosotros, ni siquiera podréis dar Vida a alguno de vuestros hermanos y ésa es vuestra misión sobre la Tierra. Dar verdadera Vida para el Reino de vuestro Dios.
Sois mensajeros del Amor y en vuestra pequeñez, lograréis esto. Humillaos en todo momento, deberéis sentiros pequeños en todo momento, pero deberéis sentiros hijos en todo momento también, para que podáis recibir de vuestro Dios el Alimento Divino.
Manteneos así, pequeñitos y necesitados de Nuestra Gracia y sin que os deis cuenta, os elevaremos a niveles muy altos de espiritualidad, manteniéndoos pequeñitos, para que no echéis a perder la Grandeza de vuestro Dios en vuestro interior y en la obra que está haciendo en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Habla la Santísima Virgen María:
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María... (Lenguas...)
Alabado sea Mi Dios en Su Santísima Trinidad, por haber puesto Sus Ojos en ésta Humilde Sierva, en la pequeñez de su Esclava, alabado sea por siempre Mi Dios, Dios de los Cielos, Dios de la Tierra, Dios del Infinito... (Lenguas...)
Bendito sea Mi Dios Padre Creador, que Me tuvo en Su Pensamiento desde siempre,
Bendita sea Tu obra en Mí, Mi Señor y Mi Dios, Mi Creador,
Bendito sea Mi Padre,
Bendito sea Mi Dios,
Bendito el Creador de todo cuando existe, de todo cuanto se ve y lo que no se ve, (Lenguas...)
Bendito sea Tu Santo Nombre,
Bendito sea todo aquello que ha salido de Tus Manos Creadoras,
Bendita sea Tu Palabra Divina,
Bendito sea Tu Poder Creador,
Bendita sea Tu Vida de Siempre,
Bendita sea Tu Eternidad,
Bendito sea Mi Dios,
Bendito sea Mi Dios Espíritu Santo, Mi esposo,
El Dios que Me poseyó,
El Dios por el que tengo todos los Dones y Virtudes,
El Dios por el que Soy para Mi Dios y para los hombres,
El Dios por el que Soy Madre de Mi Dios, Madre del Verbo,
Bendito sea Mi Esposo, el Amor,
El Amor por el que Vivo,
El Amor por el que Me he dado,
El Amor por el que he vencido al mal,
El Amor por el que he sido llamada para pisar la cabeza del que es todo mal, satanás.
Bendito sea el Espíritu del Señor, Mi Dios, que al poseerMe, dio Vida en Mi Vientre,
Vientre Divino,
Vientre Sano,
Vientre Santo,
Vientre limpio de toda impureza,
Vientre que dio la Verdadera Vida del Cielo para el género humano.
Gracias, Mi Dios, Mi Esposo, Mi Don Divino en el Amor.
Gracias, por esa Vida Divina que Creaste en Mi interior,
Gracias porque Me colmaste de Bendiciones y Me sigues manteniendo así, colmada de Bendiciones y de Amor,
Amor Divino y Santo,
Amor ProCreador,
Gracias, gracias, Mi Dios. (Lenguas...)
Bendito sea Mi Hijo,
Bendito sea Mi Dios Engendrado en Mi Vientre Virginal,
Bendito seas por siempre Mi Dios y Señor, a Quien alabo, a Quien beso, desde que fuiste concebido en Mí, Tu Sierva, Tu Madre, Mi Pequeño, Mi Dios, el Salvador,
Bendito sea Mi Dios, que Me tomaste como Tabernáculo Viviente, para llevarte ante todas las Naciones,
Bendita sea Tu Vida en Mí,
Bendito Tú, que Te hiciste Pequeñito y Te dignaste tomar Carne de Mí, Sangre de Mí, Vida de Mí,
Mi Pequeño, Mi Dios a Quien alabo y Bendigo, a Quien adoro, de Quien Soy Su Esclava,
Gracias, Mi Dios Divino,
Ser Divino en Mi Ser,
Pequeñito, Yo, que no Soy nada, Te dignaste venir a Mí, Mi Dios, Mi Dios, ¿Quién Soy Yo, para que Te hayas fijado en Mí? ¿Quién Soy Yo, sino la Esclava de Mi Señor?
Mi Pequeño, que por Ti, Soy conocida por todas las Naciones, por los Cielos y la Tierra,
¡Ay! ¡Mi Señor, Mi Señor!, aquí estoy Yo, para hacer Tu Voluntad,
¡Gracias! Gracias, gracias, gracias, hágase en Mí, nuevamente Vuestra Santa Voluntad en Vuestra Santísima Trinidad,
Gracias, gracias, gracias, gracias, Mis pequeños, gracias.


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