Mzo 22_05 Muchos ataques tiene el alma continuamente, las fatalidades espirituales son constantes. |
Rosario.
Mensaje de Dios Padre a J.V.
Primer Misterio.
Hijitos Míos, mucho amor, mucha comprensión, mucha dedicación deberéis tener sobre las almas abatidas, sobre las almas sufrientes, sobre las almas separadas, sobre las almas pecadoras. La Caridad hacia ellos debe ser total, son almas que necesitan regresar, son almas enfermas, son almas a las cuales se les han cerrado prácticamente todas las salidas.
Deberéis darles Luz, deberéis guiarlas, deberéis estar con ellas, para protegerlas de los ataques del enemigo que se multiplicarán así como el enemigo las va perdiendo. El enemigo está confiado y seguro de las almas que ya ha destruido moral y espiritualmente, aunque sabe que a través de la oración, a través de la donación de un alma buena, él puede perder a ésas almas que ya tiene encadenadas en el pecado ó en la perversión. Por eso os pido, Mis pequeños, ser perseverantes en la oración, en la penitencia, para que puedan quitarle almas al enemigo, para que puedan devolverles la vida espiritual a ésas almas que ya se sienten muertas, que ya no tienen salvación.
Manteneos en la oración, manteneos en la búsqueda. No desperdiciéis las oportunidades que se os den cuando un hermano vuestro cruce vuestro camino y necesite de vuestra oración, de vuestra palabra, de vuestro ejemplo. Orad por ellos y llenadlos de Mí, de Mi Alimento de Vida, que en vuestra oración siempre estén vuestros hermanos presentes en vuestras intenciones. No los despreciéis por el pecado que hayan cometido ó en el que estén continuamente, la Salvación es para todos, Mi Sangre fue derramada para todos, pero como ellos no la piden, porque no se sienten dignos, porque así se los hace entender el demonio, vosotros sois los que deberéis luchar por la salvación de ésas almas.
Ayudadles, Mis pequeños, ayudadles, os lo pido.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio.
Hijitos Míos, por eso os he pedido la oración interior, para que ella os proteja de los ataques del enemigo. Él está continuamente acechando a las almas, tratando de desviarlas.
Os he explicado ya, que a veces utilizará medios que aparentemente no son pecaminosos, para que no os deis cuenta de que habéis puesto vuestra atención en otras cosas que no son las Mías. Otras veces sí os llevará por el pecado, porque conoce vuestra naturaleza, naturaleza caída y conoce vuestra incapacidad para levantaros, ó vuestra dificultad para negar lo que no es Mío y que Me causa dolor por vuestro pecado.
Él os conoce perfectamente y va a utilizar los medios para separaros de Mí, por eso deberéis estar atentos, con el discernimiento, que deberéis pedir continuamente, con la pureza, que deberéis pedirle a Mi Madre, con el Amor con el que Nosotros, Nuestra Santísima Trinidad os debemos de cubrir, para que estéis siempre pendientes de vuestra alma y la de vuestros hermanos.
Muchos ataques tiene el alma continuamente, las fatalidades espirituales son constantes. Hay tantas almas que caen y muchas se condenan por haberse dejado llevar por vuestros instintos, por vuestra malicia, por vuestra desesperación.
Al manteneros en ésa vida interior, en ésa vida continua de oración, estaréis protegidos, porque Nosotros os estaremos llevando de la mano, guiando vuestro camino, alumbrando vuestra misión.
Ayudad, ayudad a vuestros hermanos que veáis atribulados, que veáis débiles, que veáis impotentes para levantarse por sí mismos. Eso os lo hará saber el Espíritu Santo. Muchos Dones recibe el alma cuando se encuentra en esa oración profunda, en ésa oración continua, porque está con su Creador, está con su Salvador, está con el Dios que da la Vida.
Por eso os digo, os repito y os recomiendo, manteneos en la oración continua y profunda con vuestro Dios y así recibiréis grandes Bendiciones.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio.
Hijitos Míos, vosotros sabéis que lo que Yo permito en vuestra vida, lo permito para vuestro bien. Sabéis que nada sucede por casualidad y siempre va a ser para bien. Así que, Mis pequeños, confiados en esto que os digo, no despreciéis cuando Yo os mande alguna prueba ó un dolor, alguna molestia a vuestro cuerpo ó a vuestra alma, ofrecédMelo, que Yo Me di en totalidad por vosotros. Unios inmediatamente a Mis méritos para que salvemos a muchas almas y especialmente a la vuestra.
Obviamente, es más valioso el regalo que Me dais cuando sale de vosotros mismos, que son las penitencias y los sacrificios que vosotros mismos os imponéis, porque de ésta forma estáis venciendo vuestro “yo”, estáis venciendo vuestras comodidades y así, vuestro acto tiene un doble valor. Pero cuando el alma no está dispuesta a ofrecerse de ésa forma, Yo tengo que permitir que le sobrevenga algo, para que le ayude a esa purificación, a su santificación ó a moverla nuevamente a regresar al camino indicado por Mí desde toda la eternidad.
Todo siempre va a ser para vuestro bien, aceptadlo y agradecedlo, Mis pequeños, porque es preferible mitigar aquí vuestros dolores causados por vuestro pecado, que mitigarlos en el Purgatorio, que ahí se impondrán esos dolores para vuestra purificación.
Aprovechad todos los momentos de vuestra vida para ofrecerlos, no necesariamente todos serán de dolor, también las alegrías, también la convivencia con vuestro Dios, el hacerle caso a su Dios, a Mí, que se Me olvida tanto, que se Me aparta tanto de la vida del hombre, esos momentos que también Me dais en compañía, también son grandes a Mis Ojos y también son reparadores para el alma. Así que dadMe todo, Mis pequeños, todo lo que suceda en vuestra vida, que siempre será para vuestro bien y para el de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio.
Hijitos Míos, cuando Creé a vuestros Primeros Padres, Yo les di grandes bendiciones, grandes Dones, que vosotros en éstos momento no podéis vislumbrar. El conocimiento que tenían de Mí, era inmenso, la oración interior os lleva a ello, a irMe conociendo en profundidad, a ir gozando de Mis Bienes. El tiempo en el que estáis viviendo, es tiempo de recuperación de Dones y ése tiempo lo hacéis más fructífero a través de ésa vida interior. Por eso las almas santas, por eso las almas en las cuales veis grandes Dones, porque hacen grandes milagros, son así, por esa vivencia íntima Conmigo. Yo así voy premiando a las almas que Me han dado su tiempo.
El amigo comparte con el amigo lo que tiene, pero aquél que tiene un excelente amigo lo hace partícipe de sus secretos íntimos.
Qué más puedo Yo dar a vosotros que Soy vuestro Padre, que Soy más que un amigo íntimo, Yo, que Soy vuestro Creador y que quiero retornaros a ése Principio, al Principio en el que fueron Creados vuestros Primeros Padres, quiero retornaros a la perfección. Y eso lo vais logrando, Mis pequeños, vais avanzando cuando realmente Me buscáis con ahínco, con amor, con respeto y sobre todo con el deseo de poner en acción vuestros Dones, los que Yo os dé cómo regalo para servir a vuestros hermanos.
Yo en Amor os doy y vosotros en Amor dais.
Por eso, como Amigo íntimo, como Padre, os doy éste consejo, manteneos constantemente en intimidad Conmigo y así obtendréis grandes Dones, grandes Regalos espirituales, pero no Me busquéis por ello, porque vuestra soberbia os puede hacer caer, por vuestro envanecimiento de sentiros mejores que vuestros hermanos, en lugar de obtener el bien, caeréis y no obtendréis nada, porque la soberbia, la vanidad bloquean el flujo de Mis Bienes hacia el alma. Acudid a Mí con amor, con humildad y con el deseo de llenaros de Mis Bienes para ayudar a vuestros hermanos y atraerlos hacia Mí.
Ese es el trabajo continuo del alma, la perfección a través de la oración profunda y la Caridad en la donación de lo que habéis obtenido de Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio.
Hijitos Míos, las tentaciones continuamente las tiene el hombre y vuestra voluntad libre es la que acepta ó rechaza ésa tentación, todo dependiendo del estado de Gracia en le que estéis y la Virtud a la que hayáis llegado por vuestro trabajo cotidiano.
La tentación es como aquél vendedor ó aquellas vendedoras que se os presentan durante el día, ó los escaparates que os ofrecen cosas para que compréis. Simplemente deberéis rechazar todo aquello que no sirva para vuestro crecimiento espiritual. Deberéis rechazar todo aquello que os lleve a la muerte eterna.
Al vivir en la virtud, al vivir en el Amor, al vivir en esa oración íntima, la Sabiduría, el discernimiento os indicarán dónde está la mentira del demonio, dónde está esa tentación que os llevará a destruir vuestra vida espiritual, ó aún peor, destruir vuestro estado de Gracia.
El estado de Gracia deberéis cuidarlo como perla preciosa. El estado de Gracia os asegura esa comunicación Conmigo. La vida en la pureza, la vida en la castidad, la vida en las buenas intenciones, en las buenas obras, os aseguran esa vida espiritual Conmigo y os dan protección contra las tentaciones que os pone el demonio a lo largo de vuestra vida, a lo largo de vuestro día y aún en la noche.
Manteneos firmes en ésa vida espiritual, en ése estado de Gracia y así las Virtudes se fortalecerán. Por eso os digo que el soldado se fortalece en la lucha y gana ésa corona de victoria por haber luchado y así vosotros también ganaréis ésa corona de victoria al luchar y vencer contra las tentaciones que os ponga el mal.
Cuando una tentación se os presente, que aparente ser buena, inmediatamente acudid a Mí, para que la Luz de Mi Santo Espíritu os dé el camino indicado a seguir. No os dejéis llevar por esa falsa presentación que os ponga el demonio, a veces será dulce a vuestros sentidos ó bella a vuestra vista, ó buena a vuestros labios y creeréis que no hay malicia en ello, pero ya que lo toméis, os he dicho, será como ese fruto amargo en donde sentiréis como vuestras entrañas sufren, porque caísteis en la tentación.
Manteneos firmes, manteneos unidos a Mí a través de la oración y así como niños, como niños confiados, como hijos que confían en su Padre ó en su Madre, preguntadnos, ante los acontecimientos, qué es lo que deberéis hacer.
Las tentaciones del mal tienen mucha inteligencia, mucha sabiduría maligna que os pueden vencer fácilmente. Os lo repito esto mucho, Mis pequeños, porque vuestra soberbia os hace creer que podéis vencer al mal con vuestras propias fuerzas y así es como muchas almas caen en sus redes y aún almas escogidas, que en un momento dado se llenaron de soberbia creyéndose superiores porque ya estaban cerca de Mí. No, Mis pequeños, el mal es poderoso, muy poderoso y sin Mí, no podréis vencer, sois muy pequeñitos todavía para creer que lo podréis vencer en el campo de batalla sin Mi ayuda.
Acudid siempre a Nosotros para que os ayudemos a caminar por caminos seguros y os ayudemos a decidir con Sabiduría Santa.
Gracias, Mis pequeños.
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CARTA APOSTÓLICA
EN FORMA DE MOTU PROPRIO
PORTA FIDEI
DEL SUMO PONTÍFICE
BENEDICTO XVI
CON LA QUE SE CONVOCA EL AÑO DE LA FE
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