sábado, 26 de mayo de 2012

LLAMADOS ANGUSTIOSOS DEL CORAZÓN AGONIZANTE DE JESÚS (25 Y 26 Mayo 2012)


AGUSTÍN DEL DIVINO CORAZÓN

Mayo 25/2012
6:21 a.m.


Hijos amados: buscad siempre la verdad, verdad que encontrareis en las Sagradas Escrituras, Magisterio de la Iglesia y Tradición.

Estáis inmersos en un mundo de mentiras, mentiras con apariencia de verdad. Satanás os presenta falsos dioses, placeres efímeros que han llevado a muchísimos de mis hijos al dolor, al sufrimiento. Satanás suele utilizar personas buenas para confundir, confusión que os lleva al error, a la incoherencia; no os dejéis arrastrar por filosofías llamativas y extrañas, ellas tienen un matiz de oscuridad, olor a infierno.

Manteneos firmes en Mí que soy el camino, la verdad y la vida. No busquéis lo que no se os ha perdido. En mi Iglesia lo encontraréis todo: los sacramentos, siete fuentes de gracia; mi presencia real y verdadera en mi misterio de amor divino: la Sagrada Eucaristía; efusión del Espíritu Santo con sus dones y carismas; almas místicas que se han asociado a mi Sagrada Pasión con la riqueza invaluable que fluye desde dentro de mi cuerpo místico; un Papa con autoridad infalible, unos sucesores y representantes Míos en la tierra con la facultad de retener y perdonar.

Así es, manteneos firmes en la verdad porque vientos fuertes de doctrina soplan y soplarán sobre vosotros. Un movimiento gestado en las profundidades del infierno ha sumergido a muchos de mis hijos en las tinieblas. Satanás en su astucia, os quiere cautivar, os va segando lentamente para el día en que se presente el hombre sin ley, caigáis en sus artimañas.

Estad atentos y vigilantes a los cambios de orden moral, religioso, económico, político; cambios que de momentos llevarán al mundo a una falsa paz para después adentrarlo en las penumbras de la desesperación, de la tiranía.

Mis llamados angustiosos son voz de alerta para un mundo en crisis, mundo subyugado por el poder de las tinieblas, mundo hedonista, mundo apartado de los principios divinos que llevan al encuentro con la verdad plena, verdad que os hace libres.

No desatendáis a los ruegos de un Padre amoroso que busca vuestra salvación.


Mayo 25/2012
7:40 a.m.


Hijos amados, Jesús de nuevo os hace un llamado angustioso para que no perdáis el rumbo en vuestras vidas. La puesta del sol que os lleva a descubrir el lugar donde vivo, a encontraros Conmigo para que viváis una experiencia que os marque, os deje huella.

El tiempo que estáis viviendo es un tiempo de oscuridad, de tinieblas. Los hombres andan por caminos falsos, arenas movedizas que los pueden llevar al vacío, sumergirlos en un abismo sin salida.

Dolor, llanto, desesperación escucháis por todas partes; niñas y jóvenes que se venden al mejor postor; bebés que aún sin nacer se hacen mártires, son acribillados por las manos de su propia madre; muertes de almas inocentes por doquier, desempleo, escases de alimentos y hambrunas en algunas partes del mundo; los poderosos subyugan a los débiles, discriminación racial, conflictos armados, secuestros, extorsiones, abusos de autoridad, delincuencia juvenil, satanismo, pornografía infantil. ¿Acaso no son motivos suficientes para llorar? ¿No son motivos suficientes para entrar en agonía y sufrimiento extremo? ¿No son motivos suficientes para vivir de nuevo los dolores de mi Sagrada Pasión?

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si me he hecho Cordero Inmolado para daros vida.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si fui vendido por el traidor Judas.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Si fui aprehendido como el peor criminal.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? A sabiendas de que tuve muchos perseguidores y enemigos a mi alrededor.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Abriendo el corazón al pecado, a la desgracia.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Revolcándoos en el fango de vuestras pasiones y concupiscencias.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Reteniendo el salario justo de los obreros y empleados.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Uniéndoos al bando de los desdichados, de los impíos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Cerrando vuestro corazón a la gracia.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Camuflando vuestra maldad con apariencia de buenos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Persiguiendo a mis verdaderos profetas, calumniándoles y poniéndoles emboscadas para que caigan.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Coartando la acción del Espíritu Santo, impidiéndole que actúe y se mueva en una Iglesia carismática.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Con vuestros propósitos poco serios y decididos de conversión.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Cuestionando y poniendo en duda los avisos del cielo y advertencias marianas en este final de los tiempos.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Acomodando y malinterpretando mi Palabra a vuestro antojo.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Encarnizándoos contra mis sacerdotes como si fueseis aves de rapiña en busca de su presa.

¿Por qué me crucificáis de nuevo? Endureciendo vuestros corazones a mis llamados angustiosos, cuando muy pronto escucharéis un ruido estentóreo en el cielo, cuando muy pronto fuego del cielo descenderá a la tierra para purificarla y renovarla, cuando muy pronto el gran milagro y la gran señal anunciarán de mi segunda venida.

Hijos amados, con mi Corazón compungido y atravesado por dardos de desamor os bendigo en este día. Y os pido que os ofrendéis como hostias vivas de amor y contribuyáis en algo por la salvación de las almas.


Mayo 26/2012
7:00 a.m.



Hijos amados, escuchad mi llamado angustioso en este día, vivid mis mandamientos para que seáis sabios; convertíos de corazón para que entréis a formar parte de los elegidos, de los predestinados a vivir en una de mis moradas celestiales.

Quiero que entendáis la urgencia de mis llamados angustiosos, dadlos a conocer, la premura del tiempo lo exige.

Es necesario que todos los hombres escuchen mi voz, se detengan por un instante a meditar en mis palabras, a unirse a los sufrimientos de mi nuevo Getsemaní porque soy maltratado, azotado, clavado en la cruz, coronado de espinas por los pecados del mundo entero.

¿Por qué sois tan renuentes a los llamados y avisos del cielo? Meditad en las Sagradas Escrituras y estad atentos a los signos profetizados por mi Madre, Ella tiene la misión en este final de los tiempos de allanar mi camino para mi segunda venida.

No seáis tan débiles, no os dejéis engañar por satanás; él os hace creer que no existe, que el infierno se vive en la tierra, os hace sentir atracción por el pecado para después pasaros una cuenta de cobro: condenación y desdicha eterna.

Estáis en el tiempo en el que todo lo profetizado por mi Madre se cumplirá.

Estáis en el tiempo de ver aparecer en el cielo una gran señal, un gran milagro.

Estáis en el tiempo en que la humanidad entera pronto beberá del cáliz de la amargura.

Estáis en el tiempo en que todos vosotros pasaréis por el fuego de la prueba, seréis acrisolados como a oro y plata.

Recordad que mi agonizante Corazón sobreabunda en misericordia. Os he perdonado, me he hecho Mártir del Gólgota para pagar vuestra deuda contraída por el pecado. Os invito a ganarle la batalla a satanás, a destruirle con una conversión perfecta y transformante, a debilitarle con el rezo del Santo Rosario.

No hay tiempo para que os entretengáis en las bagatelas del mundo, sed santos en el lugar que os he puesto, sed santos en la vocación en la que os he llamado, sed santos para que impregnéis de nardo purísimo el mundo que os rodea, sed santos para que testimoniéis con vuestra vida en un mundo sumergido en el caos, en la crisis.

Orad y reparad para que las fuerzas tenebrosas del mal no os hagan daño.

Orad y reparad para cuando os llegue el momento en el que seáis perseguidos por ser mis discípulos, enfrentéis al adversario con valentía.

Orad y reparad para que el desmoronamiento de algunas naciones no os lleve al desespero.

Orad y reparad por Medio Oriente para que los rumores de guerra no os amilanen, os acobarden.

Orad y reparad para que las potencia mundiales me reconozcan como al Rey del universo, como al dueño de todo cuanto existe.

Preparaos para un gran acontecimiento, acontecimiento que hará noticia, acontecimiento que llevará al asombro a la humanidad entera.

Os bendigo y derramo sobre vosotros mi Santo Espíritu para que os mantengáis firmes en la lucha.


Mayo 26/2012
9:30 a.m.




Hijos amantísimos, aquieto vuestros corazones con mi voz, endulzo la amargura de vuestra alma con el óleo bendito de mis sagradas llagas, impregno de mi paz vuestro espíritu con mi presencia.

Venid, agrupaos a mi alrededor y escuchad mis llamados angustiosos, mis lamentos divinos. No seáis de aquellos que piensan que fue infructuosa mi muerte de cruz, no seáis de aquellos que piensan y sienten que todo está perdido, no seáis de aquellos que esperan el último momento de sus vidas para convertirse, no creáis que la misión de los profetas es la de llevaros al miedo o al temor, ellos son mis mensajeros para que despierten a una humanidad somnolienta, atestada de maldad y de pecado.

Quiero que comprendáis que mi agonizante Corazón sobreabunda en misericordia pero también en justicia. No desdeñéis la acción del Espíritu Santo, no desaprobéis de inmediato los mensajes que hacen alusión a mi segunda venida, el no aceptarlos sería como arrancar algunas páginas de la Biblia que hacen referencia a mi pronto regreso.

Queráis o no instauraré mi Reino en la Tierra.

Queráis o no el mundo volverá al orden primero de la creación.

Queráis o no me valdré de los profetas para interpelaros y llevaros a un cambio; me valdré de los profetas para que sean como Juan el Bautista y allanen camino a mi segunda venida; me valdré de los profetas para que su voz que es mi voz ablanden la dureza de los corazones y los mueva a una conversión perfecta y transformante; me valdré de los profetas para que el mundo entero conozca de los grandes acontecimientos y manifestaciones del cielo que llevarán a muchísimos de mis hijos a buscarme, a soltar las amarras del pecado para ser libres; me valdré de los profetas para que mi voz haga eco aun en los corazones soberbios, corazones que tarde o temprano tendrán que aceptar y comprender la veracidad de mis palabras.

Orad por un pueblo que se pierde por falta de conocimiento.

Orad por un pueblo que corre velozmente al precipicio.

Orad por un pueblo que será purificado como en los tiempos de Noé.

María mi Madre es Arca de Salvación para todos vosotros.

María mi Madre es Puerta del Cielo que os lleva a un encuentro eterno Conmigo.

María mi Madre es Estrella de la Evangelización para un mundo que se zambulle en la ignorancia espiritual y religiosa.

María mi Madre os espera en el Getsemaní de mi sagrario para que juntos consoléis mi agonizante y sufriente corazón.


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