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jueves, 4 de abril de 2013

Mensajes 2011: María, Profetiza de los Últimos Tiempos





Estáis en el tiempo del no tiempo
Septiembre 8/11  (6:53 a. m.)  Sao Pablo, Brasil.
Hijos amados: os llamo a caminar tras las huellas de Jesús, regresad a Él; Él os espera como hijos pródigos: os quitará los harapos de pecado que lleváis puestos, lavará vuestros corazones de toda inmundicia, ceñirá en vuestros dedos el anillo nupcial; hará una fiesta: por haberos salido del mundo, por haber reconocido vuestras debilidades y haber empezado una nueva vida.
Huidle al mundo; porque, si continuáis en él, pereceréis.
Huidle al mundo, no seáis títeres de satanás.
Huidle al mundo, os estáis ahogando en vuestras pasiones, pasiones no refrenadas.
Huidle al mundo, os estáis dejando llevar por vuestros impulsos.
Si no ponéis límites a vuestra libertad: consecuencias nefastas os golpearán, consecuencias nefastas os llevarán a un lamento y llanto angustioso.
Estáis en el tiempo del no tiempo; convertíos del todo al Señor.
Estáis en el tiempo del no tiempo; consagraos a mi Inmaculado Corazón y recibid la marca de los elegidos de Dios.
Estáis en el tiempo del no tiempo; pedid la protección de San Miguel Arcángel: él os defenderá en este tiempo crucial de la historia, él os alejará el espíritu hostigador, él os llevará a andar por nuevos caminos.
Estáis en el tiempo del no tiempo; despertad de vuestro aletargamiento espiritual; no podréis hacer nada, el día que el Señor descargue, con toda su furia, su justa cólera sobre toda la humanidad.
Estáis en el tiempo del no tiempo; haced caso a mis mensajes; que mis palabras os muevan a un cambio, a un arrepentimiento.
Estáis en el tiempo del no tiempo; pronto el gran milagro; pronto la señal en el cielo atraerá la mirada, de todos los habitantes de la tierra.
Estáis en el tiempo del no tiempo; naced de nuevo, confesad vuestras culpas y pecados, y sed portadores de la luz de Jesucristo, mensajero de la Buena Nueva.
Os amo y os bendigo:
. Amén.
No os canséis de llevar la Buena Nueva
Septiembre 8/11  (8:22 a. m.)  Sao Pablo, Brasil.
Hijos amados: no os canséis de llevar la Buena Nueva a cada uno de vuestros hermanos. No os canséis de llevar sobre vuestros hombros el peso de mi cruz. Cruz Victoriosa que os salva, os libera. No os canséis en dar gloria al Santo Nombre del Señor predicando con vuestras vidas, testimoniando con vuestro ejemplo.
No os canséis en consolar el Corazón Agonizante de Jesús. Parece ser que, para la mayoría de los hombres: su muerte, su gloriosa muerte fue infructuosa. ¿Cómo ha de ser que Él, en su extremado amor para con todos vosotros, haya padecido todo tipo de atropellos y de sufrimientos, para llevar su estado victimario hasta el culmen máximo del martirio, y los hombres: persistan en sus pecados, degraden lo santo, lo bueno?
Hijos amados: escuchad mi lamento angustioso; orad: porque muchos de mis hijos, porque muchos pueblos se han prostituido peor, que los pueblos de Sodoma y Gomorra.
Orad, para que muchas almas reaccionen ante mis mensajes y se arrepientan de corazón de sus culpas.
Orad, para que todos aquellos, que corren velozmente al precipicio, hagan un alto en sus vidas y vuelvan como hijos pródigos al Señor.
La misericordia del Señor es eterna. Él os perdonará, Él os conducirá por nuevos caminos; caminos estrechos, que os llevan al Cielo.
Acoged con humildad: el Apostolado de Reparación y la consagración a mi Inmaculado Corazón.
Estas reservas de amor adelantarán el triunfo y el reinado de los Sagrados Corazones.
Estas reservas de amor os darán fuerza: para que soportéis la dura prueba, para que no seáis lesionados en la batalla que os espera.
Estas reservas de amor estaban guardadas, escondidas para este tiempo; tiempo, en el que todos los acontecimientos se desencadenarán uno a uno; tiempo abreviado, porque, de lo contrario, muchísimas almas se perderían; tiempo, en el que los dolores de parto han comenzado; tiempo, en el que veréis la gran señal en el cielo; señal visible, que será: una alerta para toda la humanidad, un aviso de que todo lo profetizado por mí habrá de cumplirse.
Es urgente, que, en vuestros países, deis inicio a las Cruzadas de Reparación. Cruzadas que os llevarán a la marcha, os unirán al grupo de los vencedores. Cruzadas que apaciguarán un poco, la justa cólera divina; porque, aún, así, el mundo no está exento del castigo: castigo por transgredir las leyes de Dios, castigo por haber abierto las puertas al pecado, castigo por haber dado primacía a las cosas del mundo y haber despreciado los bienes eternos.
Os amo y os bendigo:
. Amén.
Bondades de San José
Septiembre 8/11  (12:05 p. m.)  Aparecida, Brasil. (Santuario de Nuestra Señora Aparecida).
Hijos amados: rezad a San José; él tiene una gran misión en nuestra Iglesia; él fue él único hombre, en la tierra, digno de ser el padre adoptivo de Jesús y el esposo de la Madre del Salvador.
San José: os elevará en santidad, os acercará al Señor y os enseñará el camino que os lleva al Cielo.
San José sembrará en vuestro corazón, lirios perfumados que os adelantarán en virtud.
San José purificará vuestras almas, os dará brillo, luz.
San José os consolará, sentiréis su presencia, su protección.
San José os hará sentir repulsión por el pecado y horror por los sufrimientos del infierno.
San José os irá preparando, para el encuentro definitivo con Jesús, en su Reino.
San José: os llevará a descubrir misterios divinos, os acercará a la Ciencia de la Cruz, y junto con el Mártir del Calvario: moriréis al hombre viejo, resucitaréis a una vida nueva.
San José hará de vosotros, almas de profunda oración; a su lado, os haréis perfectos.
San José trabajará en vuestro ser, para que seáis aceptos y agradables al Señor.
San José: derramará, sobre vosotros, lluvias de gracias y de bendiciones; os acogerá con amor en su carpintería, porque sois sus hijos amados.

Arrepentíos, pueblo mío
Septiembre 8/11  (1:05 p. m.)  Aparecida, Brasil. (Santuario de Nuestra Señora Aparecida).
Hijos amantísimos de mi Inmaculado Corazón: haced un alto en vuestro  camino, volved al Señor, convertíos de corazón y reparad por vuestras culpas y pecados.
Difundid la consagración a mi Inmaculado Corazón; los ojos de mis hijos se deben abrir a una realidad; los corazones de mis hijos se deben conmover, ante mis palabras; mis mensajes deben producir cambios en sus vidas.
Elevad plegarias al Cielo y frente a la presencia viva y real de Jesús en la Eucaristía: recoged, adorad su Sangre Preciosa profanada.
Sanad sus Sagradas Llagas con el óleo bendito de la reparación.
Es necesario que mis hijos se incorporen, como soldados rasos, en las filas del Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes.
Es necesario que mis hijos conozcan el Apostolado de Reparación. Apostolado que convertirá muchas almas; apostolado que hará llorar de arrepentimiento, a muchos de mis hijos; apostolado que consolará nuestros Sagrados Corazones Unidos y Traspasados.
Arrepentíos, pueblo mío, no desperdiciéis esta gracia de amor en la tierra. He hecho historia en esta nación, bajo la advocación de Nuestra Señora Aparecida.
Aquí, en mi Santuario: escucharé vuestros lamentos, tomaré vuestras necesidades y las presentaré ante mi Hijo Jesús.
Aquí, en mi Santuario, os encaminaré a un proceso de conversión perfecta y transformante.
Aquí, en mi Santuario, os prenderé fuego de Amor Santo; fuego que quemará vuestras debilidades e imperfecciones.
Aquí, en mi Santuario, os estrecharé en mi regazo, sentiréis los abrazos de una buena Madre que os ama.
Hijos amados, reparad
Septiembre 7/11  (12:27 p. m.)  Uberaba, Brasil. (Parroquia San José - Ponte Alta).

Hijos amados: reparad, porque muchos de mis hijos se desvían del camino; reparad, porque satanás está cautivando con sus falsas seducciones, está llevando a las profundidades del infierno, muchísimas almas.
Jesús os trajo al Brasil, para que curéis las llagas abiertas de sus manos y sus pies. Consolad su agonizante Corazón, porque algunos de mis hijos predilectos se zambullen en el lodo de sus concupiscencias, en su desenfreno. Mi Hijo Jesús es fuertemente azotado, flagelado de manera inmisericorde.
¡Ay de aquellos que han sido llamados a un ministerio en la Iglesia y no predican con su ejemplo de vida!
¡Ay de aquellos a los que se le ha dado mucho y corresponden con ingratitud!
¡Ay de aquellos que llevan doble vida; tendrán que rendir cuentas al Señor, el día que sean llamados!
Reparad, porque el pecado es epidemia mortal, que está llevando a la muerte segunda, a muchos de mis hijos. Reparad, porque el espíritu del mal ha tomado como trofeo, a muchísimas almas.
Reparad, porque muchas creaturas han caído en la perdición, en las trampas ocultas que los llevarán al suplicio eterno.
Reparad, porque la inmoralidad es presentada como una conducta normal, el pecado es justificado.
Dejad una huella de Jesús en cada corazón.
Dejad el suave perfume del Señor, en cada paso.
Os amo y os bendigo: . Amén.

Atended a mis llamamientos, reaccionad
Septiembre 7/11  (1:52 p. m.)  Uberaba, Brasil. (Parroquia San José - Ponte Alta).

Amados hijos: una evidencia clara es la Misericordia Divina, derramada sobre vosotros.
Una evidencia clara es la presencia del Espíritu Santo. Espíritu que os guía, os conduce, os muestra la ruta que debéis andar.
Una evidencia clara es el llamamiento constante: a una conversión de corazón, a volver de regreso al Señor.
La oración que estáis haciendo: está obrando un cambio en el corazón, de algunos, de mis hijos.
La reparación, en Brasil, hará que la mirada de Dios se pose sobre este país: tambaleante, alejado de las leyes de Dios.
La reparación es medicina que sanará: almas enfermas, almas que padecen parálisis espiritual; porque, el pecado: les ha robado su libertad, les ha cortado las alas impidiéndoles experimentar mi amor.
Es urgente que muchos, de mis hijos, se unan a esta Cruzada de Reparación; porque: el pecado ha rebosado la copa del Padre Eterno; el pecado es la causa, que ha llevado a muchas almas al sufrimiento eterno.
Orad y pedid misericordia, para este pueblo jadeante; pueblo que sufrirá: por sus vejámenes, por sus atropellos para con el Amor Divino.
Orad y pedid misericordia: porque satanás persiste en su obstinación; merodea, ronda queriendo devorar, a muchos de mis hijos.
Atended a mis llamamientos; no seáis de mente obcecada: ¡reaccionad!
No esperéis a que llegue la prueba; porque muchos, en aquel momento: entrarán en desesperación, creerán que Dios se ha apartado de ellos. Sólo los convertidos al Señor: aguantarán, permanecerán confiados en Él.

Orad por la santificación de los sacerdotes
Septiembre 6/11  (6:17 p. m.)  Uberaba, Brasil. (Convento de la Toca de Assis).

Hijos amados: orad por la santificación de los sacerdotes; ellos son hijos predilectos de mi Inmaculado Corazón, ellos son fuertemente atacados por satanás; pues, él quiere destruirlos, llevarlos a los niveles más bajos de la degradación; porque conoce del gran milagro, que se obra a través de sus manos; conoce que, gracias a este prodigio, Jesús se perpetúa hasta la consumación de los siglos en la Hostia Consagrada.
Reparad, hijos carísimos, porque el demonio está haciendo de las suyas; está causando estragos, en algunos de los elegidos de Dios.
Reparad, porque Jesús es martirizado, maltratado cuando algunos de mis hijos predilectos celebran el Santo Sacrificio de la Eucarística, indignamente. Reparad e interceded, para que todos los sacerdotes vivan su ministerio, en suma santidad; para que prediquen con su ejemplo de vida, para que atraigan las ovejas perdidas, al rebaño cuyo Pastor es Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

Continuad con la misión

Septiembre 5/11 (4:15 p. m) Sao Pablo, Brasil. (Iglesia de Nuestra Señora Aparecida - Noema).

Hijos amados: continuad con la misión; yo os protejo, San Miguel Arcángel os asiste, mi Hijo Jesús os refugia en su Sacratísimo Corazón.

Muchas almas deben ser arrancadas de las garras de satanás. Muchas almas deben volver a Dios, muchas deben arrepentirse de corazón y hacer reparación por sus pecados, muchas almas deben despertar de su somnolencia espiritual. Muchas almas deben reaccionar, deben comprender que la misericordia de Dios es infinita. Muchas almas deben guiar su vida: de acuerdo al Evangelio, de acuerdo a las enseñanzas de las Sagradas Escrituras. Muchas almas, en el Brasil, deben acercarse a Jesús y caminar por los caminos estrechos que llevan el Cielo. Muchas almas deben abrazar la cruz, consagrarse a mi Inmaculado Corazón, porque el tiempo es corto; temo perderos.

Guardad mis palabras, en lo profundo de vuestro ser y uníos a esta Cruzada de Reparación, en el Brasil, y vuestras oraciones subirán como incienso, ante la presencia del Padre Eterno; vuestras oraciones se convertirán, en alabanzas a Dios Creador; vuestras oraciones se transformarán, en bendiciones para vosotros mismos.

Os amo y os bendigo, hijos amantísimos de mi Inmaculado Corazón:  Amén.

Ya es hora que despertéis, que reaccionéis

Septiembre 5/11  (4:45 p. m.) Sao Pablo, Brasil. (Iglesia de Nuestra Señora Aparecida - Noema).

Hijos amados: Jesús os está dando la última oportunidad de salvación; acoged el Apostolado de Reparación y la consagración a mi Corazón Inmaculado con humildad, como niños con corazón: limpio, puro, diáfano, cristalino.

No creáis que tengáis mucho tiempo para volver al Señor. El tiempo ha sido abreviado; porque de lo contario, muchísimas almas se perderían.

Hijos del Brasil: ya es hora que despertéis, ya es hora que reaccionéis; no podéis continuar impávidos, quietos, adormecidos; mirad, que en todos estos años: se os ha estado hablando, se os ha estado comunicando mensajes (dados a verdaderos profetas) y os tapáis vuestros oídos para no escuchar, ahogáis la voz de los mensajeros.

No seáis soberbios, sed humildes. Regresad a la Casa del Padre. Él os acogerá con amor, Él os sumergirá en Ríos de Agua Viva, os purificará de vuestras inmundicias e idolatrías.

Os llevo muy guardados en mi regazo materno.

Os doy mi bendición de Madre: Amén.

Hoy es el día de volver a Dios

Septiembre 5/11 (6:15 p. m.) Sao Pablo, Brasil.

Hijos amados: orad, para que muchos corazones sencillos, humildes se abran a la acción del Espíritu Santo; para que muchas almas acojan, en este país, la consagración a mi Inmaculado Corazón y el Apostolado de Reparación; porque muchos se hallan anclados al pecado, muchos han caído en las seducciones del mal; muchos se han apartado de Jesús, hiriendo cruelmente su Corazón Agonizante.

Necesitáis hacer penitencia y reparar por vuestros pecados; necesitáis zafaros de las garras de satanás. Necesitáis limpiar la hediondez de vuestros corazones, en los Ríos de la Gracia; necesitáis confesar vuestras culpas, enderezar vuestras sendas. El Señor os perdonará, olvidará vuestras ingratitudes y desprecios a sus Santas Leyes; os dará un abrazo, os hará sentir su amor, su misericordia.

¿Qué os ha dejado el pecado? Sin sabor, heridas, consecuencias. Pagaréis alto precio, si no os convertís; pagaréis alto precio, si no vivís de acuerdo al Evangelio; pagaréis alto precio, si continuáis en una vida de perdición, de desacato a los mandamientos; pagaréis alto precio, si no acogéis mis palabras.

Os llamo angustiosamente, para que hagáis cruzadas de reparación. Cruzadas que debilitarán a satanás, liberarán a muchos cautivos; darán vista, luz a muchos ciegos del espíritu; cruzadas que mermarán la Cólera Divina.

Hoy es el día de volver a Dios.

Hoy es el día de empezar una experiencia de amor, en el Señor.

Hoy es el día de dar fin: a vuestro libertinaje, a vuestros impulsos mezquinos, a vuestras concupiscencias, a vuestra falta de cordura.

Hoy es el día que Jesús os llevará sobre sus hombros, como ovejas heridas, ovejas que decidieron regresar al redil.

Hoy es el día que os sentiréis perdonados, si os abandonáis por entero a vuestro Padre Dios.

Os amo, os bendigo y os abraso con la llama de mi Amor Santo: Amén.

Escuchad mis palabras, despertad
Septiembre 4/11 (7: 40 a. m.) Sao Pablo, Brasil.

Mis amados hijos: Jesús os sigue y seguirá esperando a cada uno de vosotros, porque su misericordia es infinita, su amor no tiene medida, ni límite.

No persistáis en vuestro pecado; ya es hora que dejéis la vida de perdición, que lleváis hasta el momento. Jesús os perdonará, lavará y purificará vuestros corazones con su Sangre Preciosa.

Haced un alto en el camino y escuchad mis palabras; sacudíos: para que despertéis, para que decidáis andar sólo tras las huellas del Señor; para que os evitéis sufrimientos, el día que seáis llamados al Tribunal del Cielo y no sea que seáis arrojados al fuego eterno, al crujir y rechinar de dientes.

Como hijos pródigos regresad a la Casa del Padre. El os tratará con benignidad, con mansedumbre; porque conoce lo débiles que sois; comprended que os dejasteis arrastrar y seducir por satanás.

Ora para que reine: el pudor, la pureza y la castidad
Septiembre 4/11 (2:30 p. m.) Sao Pablo, Brasil.

Agustín, hijo amado, ora y pide perdón al Señor, porque son muchos los pecados que cubren de oscuridad al pueblo brasileño. Ora para que mis hijos se conviertan a Dios. Ora para que reine: el pudor, la pureza y la castidad; porque los pecados de la carne han llevado a muchísimas almas, a las profundidades del infierno. Los pecados de la carne han aumentado el virus del SIDA, epidemia y plaga mortal del final de los tiempos. Los pecados de la carne han hecho, que muchas almas sean trofeos de satanás. Los pecados de la carne han hecho, que la copa del Señor rebose en su justa cólera.

Por eso, pronto sobrevendrá una plaga mucho peor que la del SIDA; plaga que causará estragos, a una humanidad apartada y alejada de los caminos de Dios; plaga que hará tambalear de espanto a muchos que se hallan en pecado mortal; plaga que cuestionará a la ciencia, llevándola a una investigación profunda, porque no encontrarán la cura, no encontrarán los medios para contrarrestarla.

Reparad, hijos míos, y uníos al dolor y sufrimiento del corazón agonizante de mi Hijo Jesús.

Os amo y os bendigo:
. Amén.

No os contaminéis con filosofías extrañas

Septiembre 4/11 (5:33 p. m.) Sao Pablo, Brasil.

Hijos carísimos, os pido: orar por los que no oran, reparar por los que no reparan, adorar y alabar a Jesús presente en todos los Sagrarios de la tierra; porque muchos hombres no le acompañan, no le rinden la gloria merecida: por ser el Dios: Uno y Trino, por haberse quedado por todos los siglos, en la humilde apariencia del Pan Consagrado.

Haced que vuestros hermanos se unan al Apostolado de Reparación, porque Brasil debe volver al Señor.

Tengo muchos hijos pródigos, ausentes de la casa de Dios; hijos que se han dejado sacar de la verdad; hijos que se han dejado impresionar por otros pensamientos, por otras ideas, que aparentemente acercan a Dios; cuando en realidad les separa, les divide de la Iglesia fundada por Jesucristo.

Hijos amados, no os contaminéis con filosofías extrañas: espiritismo, candomblé, macumbé, vudú.

No creáis en la reencarnación, creed más bien en la resurrección.

No creáis en falsos dioses, creed más bien en el Dios verdadero, Dios que libera y salva.

No invoquéis a los espíritus; invocad a los Santos Ángeles, para que os ayuden durante vuestro peregrinaje en la tierra.

No practiquéis ritos diabólicos; practicad la caridad, para que se os borren multitud de vuestros pecados.

Elevad plegarias al Cielo, orad unos por otros
Septiembre 4/11 (7:10 p. m.) Sao Pablo, Brasil.

Hijos amados: vuestra Madre os llama angustiosamente para que elevéis plegarias al Cielo, para que oréis unos por otros, para que volváis de regreso al Señor.

Vuestra Madre os pide reparación, porque Jesús es ofendido; su Santo Nombre es ultrajado, sus leyes divinas son mal interpretadas, acomodadas a los pensamientos: de hombres concupiscentes, de hombres que caminan en la holgura, en la laxitud; de hombres sin espíritu de piedad, de conversión; de hombres que son guiados por las inspiraciones del espíritu del mal.

Vuestra Madre os pide orar por Brasil; porque muchos de mis hijos corren a una velocidad vertiginosa, directo al abismo.

Muchos de mis hijos aparentan ser buenos, cuando muy en el fondo de sus corazones llevan la ponzoña y el veneno demoníaco que mata a otros.

Muchos de mis hijos se ahogan en el pecado, han perdido la dirección en sus vidas.

Muchos de mis hijos cierran sus oídos a mi voz, endurecen sus corazones a mis palabras, les molesta cuando se les llama a un cambio, a una conversión perfecta y transformante.

El hedonismo es el dios del momento.

Desventuradas estas almas, que abusan de la misericordia de Dios.

Desventuradas estas almas, que juegan con la salvación.

Desventuradas estas almas, que no atienden a mis mensajes.

Desventuradas estas almas, que no quieren salir de los pozos de la perdición.

Desventuradas estas almas que caminan en vías contrarias al Señor.

Desventuradas estas almas, que no creen en la existencia: del Cielo, del Infierno y del Purgatorio.

Desventuradas estas almas, que serán sorprendidas, como vírgenes necias, en la segunda venida de mi Hijo Jesús.

No os hablo por hablar; estáis en un tiempo crucial, aún, no os ha llegado la hora de pasar por el cedazo de la tribulación. La prueba, aún, no ha comenzado; estáis a tiempo de arrepentiros, estáis a tiempo de reparar y de hacer penitencia por vuestras faltas y ofensas a Jesús Misericordioso.

Os bendigo y os arropo bajo mi manto celestial: Amén.

Consolad el agonizante Corazón de mi Hijo Jesús
Agosto15/ 11

Hijos amados: consolad el agonizante Corazón de mi Hijo Jesús. Muchos hombres le hieren, cercenan su Divino Corazón con espinas de ingratitud, de desamor.

Consolad su agonizante Corazón: porque sus llamamientos en este final de los tiempos, no son escuchados; son descalificados: por supuestos intelectuales, por algunos teólogos que dicen que Dios es sólo misericordia, y la justicia Divina la hacen a un lado.

Consolad su agonizante Corazón, porque en su segunda venida muchas de sus flores las encontrará marchitas.

Consolad su agonizante Corazón, porque satanás está arrancando bruscamente almas; se las está llevando consigo, a las profundidades del averno.

Consolad su agonizante Corazón, porque la humanidad continúa impávida, aletargada; no reacciona frente a los acontecimientos, no disciernen con la luz del Espíritu Santo; y muchos serán sorprendidos, muchos serán arrebatados por las garras de satanás, serán trofeos del espíritu del mal.

Consolad su agonizante Corazón, porque: muchos de mis hijos sufrirán en el tiempo fuerte de la tribulación, muchos entrarán en crisis, buscarán salidas equívocas, venderán sus almas al diablo.

Como profetiza de los últimos tiempos: os alerto, os aviso para que no seáis sorprendidos en forma desprevenida. ¡Haced oración! ¡Rezad el Santo Rosario! ¡Permaneced largas oras, en el Sagrario! ¡Limpiad vuestra alma de todo pecado! ¡Sólo los que permanezcan en estado de gracia, se salvarán! ¡Sólo los que permanezcan en estado de gracia, aguantarán la dura prueba!

Os amo, os bendigo, os estrecho en mi regazo materno y os colmo de paz: Amén.

Irradiad con vuestra luz al mundo
Agosto 14/11

Amados míos: cómo me complazco en sentir que estáis muy cercanos a mí. Cómo me complazco cuando hacéis vida, en vuestras vidas, mis mensajes. No os hablo por hablar; el Padre Eterno me ha encomendado la gran tarea, la misión sublime de profetizaros acontecimientos de trascendencia, para toda la humanidad.

Sólo os pido, confianza excesiva en la misericordia del Señor, abandono en su Divina Voluntad. Sólo os pido: no soltar de vuestras manos, de vuestros labios y vuestro corazón, el Santo Rosario; es el arma con el cual os haréis fuertes, en el tiempo de la tribulación. Soportaréis la gran prueba: si camináis guiados por la luz del Espíritu Santo, si sois dóciles a mis advertencias marianas. Temo perderos, temo que seáis arrebatados de mi seno maternal, temo que caigáis en laberintos sin salida.

Es hora de refugiaros en mi Inmaculado Corazón, consagrándoos a mi protección maternal.

Como profetiza de los últimos tiempos, os despierto: para que emprendáis la marcha, para que avivéis en la fe y para que consoléis el Agonizante Corazón de mi Hijo Jesús. Él sufre, Él padece, no es tratado con dignidad. Su Misterio de Amor es subvalorado, degradado, llevado a la nada.

Visitad a Jesús Sacramentado. Sed lámparas de Amor Divino; irradiad con vuestra luz al mundo; mundo cubierto con densas capas de oscuridad; porque el pecado ha arrebatado a muchísimos de mis hijos y les ha llevado a cavernas sin salida.

Os amo y os bendigo:  Amén.

Una gran batalla, una lucha espiritual
Agosto 14/11

Hijos amantísimos: una gran batalla, una lucha espiritual; potestades del Cielo contra potestades del Infierno. San Miguel Arcángel os defenderá; San Miguel Arcángel, junto conmigo venceremos al príncipe de las tinieblas.

No os dejéis enceguecer, ni ensordecer; no os dejéis confundir; satanás trabaja sutilmente, él muchas veces se camufla en lo aparentemente bueno.

Permaneced firmes en la fe; vivid el Evangelio, vivid la Palabra de Dios, amad mi Iglesia; Iglesia que pasará por una horrorosa crisis. Iglesia que sufrirá una gran sacudida; pero nada, ni nadie la podrá derribar; siempre prevalecerá, aún, en medio de las fuertes tempestades y vientos impetuosos.

Andad con paso firme y seguro, confiados en ser abrigados bajo el manto de la Misericordia del Señor; nada os pasará, si sois fieles a Jesús.

Un movimiento, una secta, brotada de las profundidades del averno, se ha estado gestando por años; tiene como fin: llevar a la mayoría de mis hijos al relajo espiritual; en minimizar y en llevar al mero simbolismo, la presencia verdadera de Jesús en la Eucaristía. Esta secta, brotada de las profundidades del averno, está causando estragos en el interior de la Iglesia; esta secta está llevando al detrimento moral, al caos espiritual.

Pronto la pantera negra y el dragón rojo serán destruidos, aniquilados. Pronto reinará la paz de Cristo en toda creatura. Pero antes que esto suceda, acontecimientos devastadores caerán, a la tierra, como fuerte tempestad. Conservad la calma, la paz y la confianza en el Señor.

La pantera negra o la masonería, el dragón rojo o el comunismo son inventos de satanás. No os dejéis confundir; sed fieles a las enseñanzas impartidas por los Padres de la Iglesia, por las Sagradas Escrituras, por el Magisterio y la Tradición.

Orad por mi hijo amado, Benedicto XVI: su misión es ardua, se halla en medio de algunos hombres con otros intereses. A él le protegeré, a él lo guardaré en uno de los Aposentos de mi Inmaculado Corazón.

Os amo y os bendigo: Amén.

Perseverad, confiad en el Señor
Agosto 14/11

Hijos míos: el tiempo se os aproxima, ya es el momento de guardar alimentos. El hambre llevará a la desesperación a muchísimos de mis hijos, el pan empezará a escasear. Las epidemias: en las plantas, en los animales y en el mismo hombre, aumentarán; a muchas de las enfermedades, no le hallarán cura. Poneos en las manos del Médico Divino que: salva, restaura, libera.

Caerán fuertes granizadas, que arrasarán con cultivos enteros.

La alteración de las estaciones climáticas será: más notoria, más visible a vuestros ojos humanos; el calentamiento global llevará a un detrimento del ecosistema.

Perseverad, confiad en el Señor; resistiréis la prueba, saldéis victoriosos en la batalla: si os consagráis a mi Inmaculado Corazón, si lleváis vida sacramental y optáis por ser hijos de la luz.

Os amo y os bendigo, hijos carísimos de mi Inmaculado Corazón: Amén.

Atended a mis llamamientos de amor

Agosto 12/11

Hijos amados: desde el momento, en que el Ángel Gabriel me anunciaba que iba a ser la madre del Salvador, la madre de Dios, acepté este proyecto divino. Dios Padre, me concedió la gracia de hacer en todo su Divina Voluntad. No puse objeción alguna, a sus Santos Designios. Vosotros atended a mis llamamientos de amor.

María, Profetiza de los últimos tiempos: os instruirá, os preparará para los grandes acontecimientos que están por llegar. Una buena madre siempre cuida de sus hijos; temo perderos, temo que satanás siembre en muchos corazones su aguijón ponzoñoso, temo que satanás se lleve consigo muchísimas almas.

El Cielo os avisa, el Cielo os alerta, y como Profetiza de los últimos tiempos, os anuncio sucesos que harán historia, dentro de la misma historia. Estos mensajes se difundirán por el mundo entero; pero los corazones engreídos, arrogantes y soberbios los rechazarán de plano.

Otra artimaña del demonio es enceguecer, ensordecer espiritualmente a mis hijos; es hacer de sus corazones, corazones de pedernal; siembra incredulidad, escepticismo. Él sabe que le queda poco tiempo, él sabe que muy pronto aparecerá en el cielo una mujer vestida de sol, con corona de doce estrellas, parada sobre la luna; él sabe que dentro muy poco, con mi talón, le pisaré su cabeza; él sabe que muy pronto mi Inmaculado Corazón triunfará y el Reino del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús se dará en todo el orbe, en todo el mundo.

María, Profetiza de los últimos tiempos: os quiere despertar a todos vosotros de vuestra somnolencia espiritual, os quiere llevar a fuentes fidedignas. Aquí en este libro caído del Cielo: os alentaré a permanecer, a perseverar en el Señor; os alentaré para que practiquéis heroicamente las virtudes y os hagáis santos; os comunico mensajes, anuncios proféticos que se irán cumpliendo paulatinamente. Las cosas de Dios se verifican, las cosas Dios se comprueban. El Cielo me ha asignado esta misión; ardua misión, porque los hombres de estos tiempos se hallan inmersos, en el racionalismo que les arrebata las bendiciones del Cielo, les lleva a caminar por sendas amplias y espaciosas; les lleva a transgredir, a desvirtuar las leyes y mandamientos del Señor.

María, Profetiza de los últimos tiempos, os previene de acontecimientos de trascendencia histórica, para que no permanezcáis impávidos, anclados; iréis a los lugares a donde Jesús os envíe.

Os amo y os bendigo: Amén.


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martes, 19 de marzo de 2013

Mensaje de María a Agustín del Divino Corazón, sábado 24 de Abril del 2010





LA FALSA IGLESIA SERA ANIQUILADA PORQUE EL IMPERIO DEL ANTICRISTO SERA RELATIVAMENTE CORTO (MENSAJE DE LA VIRGEN MARIA A AGUSTIN DEL DIVINO CORAZON. COLOMBIA)

SÁBADO 24 DE ABRIL DE 2010


Revelaciones dadas a Agustín del Divino Corazón (Colombia) 
Mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y María


El tiempo se os acaba

María Santísima dice:

Abril 23/08 (7:15 p.m.)


Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo.
Hijitos míos, haced caso a mis advertencias porque el tiempo se os está acabando y lo peor es que no os dais cuenta porque creéis que el final de los tiempos está demasiado lejano y pensáis que cuando llegue el momento ya no estaréis en la tierra, por eso vivís vuestro compromiso Bautismal medianamente, ya que vuestros pensamientos divagan de un lado para otro como veleta en alta mar.
Aún no habéis tomado conciencia de todo lo que os he venido previniendo porque os cuesta creer, se os hace difícil pensar que me valga de la incapacidad del instrumento para alertaros en todas las cosas que están por acontecer. Aún, no habéis entendido que Dios utiliza lo pequeño, lo que no cuenta, para mostraros que es Él.
Quitad de vuestros ojos las escamas que no os dejan ver, destapad vuestros oídos para que escuchéis mi voz, abrid vuestro corazón a mi presencia, abajad vuestro orgullo y creed, doblegad vuestra inteligencia y pensad como niños sin racionalizar los Misterios Divinos.
Oídme pequeñitos míos, dejarían de ser misterios el día en que todo sea revelado a vuestros ojos, hay muchas cosas en el cielo que en la tierra jamás las comprenderéis porque vuestra carne os aprisiona, os oprime ante tanta grandeza, ante tanta majestuosidad.
Tan sólo os pido que os dejéis conducir por Mí, porque os quiero equiparar para el combate, os quiero llevar de mi mano, os quiero amparar como una Madre abriga con ternura a su niño para que se duerma; os quiero refugiar en mi Inmaculado Corazón para que no os perdáis, para que no seáis sorprendidos a cualquier hora del día por la bestia y se lleve consigo a uno de mis hijos que no quiso acercarse a Dios porque siempre mantuvo corazón de acero, corazón que rebotaba a lo espiritual por su dureza, por su aparente fuerza.
Os quiero prevenir para evitaros sufrimientos, sufrimientos terribles que os acompañarían por una eternidad sin fin.
Os quiero alimentar de mi leche maternal para que estéis sanos, os quiero proteger de días aciagos.
Os quiero rescatar para la Nueva Jerusalén.
Sed dóciles a mis manifestaciones en medio de vosotros, porque es por la Misericordia Divina que os hablo, que os alerto, que os amonesto para que no caigáis en la trampa de satanás, porque él os quiere seducir presentándose a vosotros sutilmente disfrazado con piel de cordero para engañaros.
Que nadie os engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el hombre impío, el hijo de perdición, el adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. ¿No os acordáis que ya dije esto cuando estuve entre vosotros? Vosotros sabéis qué es lo que ahora le retiene, para que se manifieste en su momento oportuno. Porque el misterio de la impiedad ya está actuando. Tan sólo con que sea quitado de en medio del que ahora le retiene, entonces se manifestará el impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca, y aniquilará con la Manifestación de su Venida.
La venida del impío estará señalada por el influjo de satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que los hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad” (2 Tesalonicenses 2,3-12).
Hará los mismos milagros que me Hijo Jesús hizo en la tierra, se proclamará como el mesías, como el enviado.
Si alguno os dice: Mirad, el Cristo está aquí o allí, no lo creáis. Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. Mirad que os lo he predicho.
Así que si se os dice: Mirad, está en el desierto, no salgáis; mirad, está en lo interior de las casas, no lo creáis. Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre. Donde está el cadáver, allí se juntarán los buitres” (Mateo 24, 23-28).
Hijitos el día en que esté en medio de vosotros rehuidle a su mirada porque os eclipsará, tapad vuestros oídos a su voz, no sea que os seduzca y os haga siervos de satanás.
Impedid a toda costa, aún, con vuestra propia vida que seáis marcados con el sello de la bestia, porque días vendrán en que teniendo dinero no podréis comprar nada porque no estáis marcados.
No os preocupéis porque entre mis mismos elegidos intercambiaréis alimentos y cosas para que a través del trueque supláis vuestras necesidades. No os moriréis de hambre porque el cielo os alimentará con un maná especial como en los tiempos del antiguo testamento.
Estad atentos hijitos míos y discernid las Sagradas Escrituras porque “hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la bestia o con la cifra de su nombre.
¡Aquí se requiere sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la bestia; pues se trata de la cifra de un hombre. Su cifra es 666”(Apocalipsis 13,16-18).
Sed fieles a mi Hijo Jesús, sufrid dulcemente por Él que os recompensará, no os apartéis de la Verdadera Iglesia aunque aparentemente esté destruida, en ruinas. La falsa iglesia será aniquilada porque el imperio del anticristo será relativamente corto. “Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco; el que lo monta se llama Fiel y Veraz; y juzga y combate con justicia. Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza muchas diademas; lleva escrito un nombre que sólo él conoce; viste un manto empapado en sangre y su nombre es: Palabra de Dios. Los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco y puro, le seguían sobre caballos blancos. De su boca sale una espada afilada para herir con ella los paganos; él los regirá con cetro de hierro; él pisa el lagar del vino de la furiosa cólera de Dios Todopoderoso.
Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores. Luego vi un Ángel de pie sobre el sol que gritaba con fuerte voz a todas las aves que volaban por lo alto del cielo: Venid, reuníos para el gran banquete de Dios, para que comáis carne de reyes, carne de tribunos y carne de valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gente, libres y esclavos, pequeños y grandes.
Vi entonces a la bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos, reunidos para entablar combate contra el que iba montado en el caballo y contra su ejército. Pero la bestia fue capturada, y con ella el falso profeta el que había realizado al servicio de la bestia las señales con que seducía a los que habían aceptado la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen (los dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre). Los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de sus carnes” (Apocalipsis 19,11-21).
Pequeñitos de mi corazón conservad la sana doctrina, que vuestra fe no tambaleé ante los vientos huracanados que están por venir. “En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.
Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre, y esta es la promesa que él mismo os hizo: la vida eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe.
Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas -y es verdadera y no mentirosa- según os enseñó, permaneced en él.
Para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él” (1 Juan 2,24-29).
Conservad la calma confiando en el Triunfo de mi Inmaculado Corazón y en el Reinado del Sagrado Corazón. No tengáis miedo que con mi talón aplastaré la cabeza de la serpiente.
Os amo y os bendigo. …+ + +

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domingo, 3 de marzo de 2013

EJERCITO VICTORIOSO DE LOS SAGRADOS CORAZONES - Agustín del Divino Corazón - Coloquio 1

Coloquios con el Amor Divino
Coloquio 1
Julio 07/2012
1:27 p.m.

Alma: Señor bendice a este tu pueblo, Señor deja una huella imborrable en cada corazón.

Jesús: Ya he dejado una huella de amor, un toquecito de amor en cada corazón abierto y dispuesto en recibir mis gracias.
Ya he dejado una huella imborrable en cada alma generosa que ha escuchado mi llamado, mi voz; voz que ha calado en lo profundo de cada corazón y les ha llevado a suspirar de amor.

Alma: Señor que seas tú el timón de nuestras vidas, que seas tú Señor el capitán que dirija este navío por medio de la alta mar, que no nos de miedo atravesar por en medio de vientos fuertes encontrados o mareas altas.

Jesús: Soy el piloto de vuestras vidas, quiero tomar vuestros corazoncitos para Yo mismo direccionaros.
Quiero ser la brújula que os muestre el oriente y el occidente, el norte y el sur.
Quiero daros la seguridad y la certeza de que estando a mi lado nada os sucederá; podréis atravesar por en medio de los ríos y no os ahogaréis, podréis atravesar por en medio de fuertes torbellinos y no seréis arrastrados, y mucho menos arrancados de mi regazo paterno.
Quiero ser vuestra única ilusión, la máxima y la constante en vuestras vidas.
Quiero que penséis en Mí desde el mismo instante que abráis vuestros ojos en cada amanecer.
Quiero que sintáis el arropo de mi Madre en cada anochecer.

Alma: Señor danos la gracia de una conversión de corazón, danos la gracia Señor de pensar solamente en dar gloria y honra a tu santo nombre, danos la gracia Señor de sentirte siempre a nuestro lado aún en nuestros momentos de soledad.

Jesús: Sed como niños, comportaos como niños. Siempre permaneceré a vuestro lado, como un buen Padre vela por el bienestar de sus hijos. Aún en la soledad me haré sentir, aún en la tristeza verteré en vuestros corazones gotitas de mi amor, sorbitos de mi amor para que sonriáis y sintáis paz en medio del sufrimiento.
El día en que descubráis verdaderamente mi presencia en vuestras vidas, y sintáis que os he salido a vuestro camino y si sois dóciles, si lloráis vuestros pecados y reparáis por vuestras culpas, os concederé la gracia de una conversión de corazón, conversión perfecta y transformante, de tal modo que terminéis viendo con mis ojos, escuchando con mi oídos, tocando con mis manos, caminando con mis pies y sintiendo con mi corazón.

Alma: Señor despierta en cada uno de nosotros amor por la Eucaristía, ansias de soledad, deseos de escucharte desde tu Sagrario.

Jesús: Desde este mismo instante derramo rayitos de luz que brotan de mi Corazón Eucarístico, rayitos de luz que os herirán de amor y a partir de este instante sentiréis el anhelo de encontraros Conmigo en la soledad de mi nuevo Getsemaní. En mi excelso trono os haré sentir mi amor, sanaré vuestras heridas con el óleo bendito de mis sagradas llagas.

Desde este mismo instante renuevo vuestra manera de pensar y de actuar. Ya no podréis vivir si no me sentís a vuestro lado, ya no pasaréis de largo por una capilla o por un templo. Saetaré vuestros corazones con mis rayos de luz y os atraeré como imán se adhiere al metal, y por un instante, por unos minutos o quizás por unos segundos, os bastará encontraros Conmigo en esta pequeña porción del cielo en la tierra y os daré la fuerza que necesitáis para continuar con vuestra jornada, jornada del día en la que me rindáis gloria y alabanza por ser vuestro eterno Dios presente en la Sagrada Eucaristía.

Alma: Señor enséñanos a llevar la cruz, a cargar con la cruz de cada día, sin reproches, sin lamentos Señor, enséñanos señor a aceptar la cruz de la enfermedad.

Jesús: Amados míos entended que sin cruz no entráis al cielo. Acaso cuando fui aprehendido como un criminal, cuando mis huesos fueron dislocados y bruscamente extendido mi cuerpo santísimo en la cruz me lamenté, o lancé improperios contra todo un pueblo que me atacaba. Supe en todo obrar de acuerdo a la divina voluntad de mi Padre, antes bien, añoraba y deseaba el momento de abrazar la cruz, cruz que sería madero de victoria porque a través de mi muerte en cruz redimiría al género humano de todo pecado, a través de mi muerte en cruz pagaría vuestra deuda contraída por el pecado.

No penséis que ya no os amo cuando os sintáis enfermos, cuando decida probaros a través del sufrimiento, es que necesitáis pasar por el fuego de la tribulación, necesitáis ser refinados como oro y como plata.

Recordad que un corazón manchado, un corazón teñido de oscuridad o salpicado del lastre del mundo no podrá entrar al reino de los cielos. La cruz os pule, os talla, os da perfección. La cruz os asemeja al Mártir del Gólgota, al Mártir del Calvario.

Alma: Señor y qué decir aquellas veces cuando nos sentimos en momentos de desierto, en momentos de aridez, aquellas veces cuando no nos provoca orar, Señor, o la oración se hace demasiado rutinaria. ¿Qué hay que hacer?

Jesús: Amados míos, aún en el desierto sentiréis una fuente de agua viva, fuente de agua viva que os refrescará, fuente de agua viva que remojará la tierra estéril de vuestro corazón. Muchas almas, en momentos de desierto, en momentos cuando ya no sienten mi presencia, mis dádivas divinas, se alejan de Mí, caen de nuevo en los peñascos del mundo y muchas de estas pobres almas han sucumbido, han fracasado, han olvidado los pactos de amor que un día me juraron en el Sagrario.

En vuestros momentos de aridez espiritual acudid a la fuente de mi Sagrario. Si no os fluyen palabras, vuestra mera presencia es oración; si no os sale de vuestro interior palabras, me vasta con escuchar un “te amo” de vuestros labios, me vasta con escuchar “aquí estoy Señor, aún en mi aridez, aún en mi momento de desierto, pero tengo la fe, mis ojos y mi corazón puesto sen Ti”.

En vuestros momentos de aridez espiritual repetid jaculatorias, San Francisco de Asís entraba en éxtasis y en oración profunda con sólo repetir y decir “mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo, mi Dios y mi todo”.

En vuestros momentos de aridez espiritual pedidle también a vuestro santo ángel de la guarda, él como vuestro guardián y protector, os acercará a Mí, quebrantará vuestros espíritus y os sumergirá en alabanza contemplativa.

Alma: Señor, sabemos de que tú nos amas con amor de Padre, con amor de amigo, con amor de hermano; y ¿qué hemos de hacer cuando algunas veces ponemos nuestra confianza más en la creaturas, en los hombres, y vienen los desengaños, las heridas, las desilusiones?

Jesús: Amados míos, soy el Dios verdadero que ha bajado del cielo y se ha quedado hasta la consumación de los siglos en la Hostia consagrada.
Entended que el ser humano es frágil por naturaleza, el amor humano muchas veces coacciona, manipula, reprime, es egoísta; mientras que mi amor es ilimitado, incondicional.
Me doy sin reservas a todas aquellas almas que me buscan y de hecho me dejo encontrar.
Gran error poner vuestra confianza en los hombres. Si tenéis plena convicción que estoy en el Sagrario, venid a Mí, que aún en la simpleza de la Hostia consagrada me dejaré ver con vuestros ojos del alma. Aquí en el Sagrario seré vuestro confidente, vuestro amigo, amigo dispuesto en escucharos y en daros la ayuda que necesitáis en ese momento, quizás crucial de vuestras vidas. No pongáis vuestras ilusiones, vuestras esperanzas y confianzas en las creaturas. Soy el Dios que os ha engendrado en el vientre de vuestras madres, os he creado a mi imagen y semejanza; soy el Dios que todo lo puede y obra según sea vuestra fe, no os defraudaré, os consolaré, os levantaré, os animaré a continuar la marcha.
Siempre el amigo fiel os esperará en su Tabernáculo de amor.
Siempre Jesús, el humilde hijo del carpintero, os espera en su ebanistería divina para tallaros, puliros y daros perfección de alma y de espíritu.

Alma: Señor y qué hemos de hacer en aquellos momentos de desesperación, en aquellos momentos en que aún creyendo de que tu nos ayudas y nos auxilias, entra la congoja, entra el desánimo Señor.

Jesús: No permitáis que la turbación entre en vuestro corazón. La turbación os la pone el enemigo del alma para sembrar caos, para llevaros a la ruina espiritual.
Sosegad vuestro corazón agitado en mi presencia eucarística y sentid mi presencia eucarística, mis palabras como brisa suave que entrapan vuestra alma y os llevan a la paz, al regocijo.
Entended que todo problema tiene solución, no hay dificultad en la que no os pueda ayudar. Sólo necesitáis la fe de la hemorroísa, ella con su enfermedad tenía la convicción plena que con tan sólo tocar la orla de mi manto quedaría sana y vosotros qué fe tenéis en Mí, ¿acaso os encerráis en vuestros problemas, os ahogáis en vuestras dificultades?, ¿acaso llegáis a Mí en el último momento de vuestras vidas a contármelo todo? Cuando todo lo conozco, cuando todo lo sé.
La turbación de espíritu es gangrena mortal que os pudre interiormente y os hace añicos. Conservad la paz, excesiva confianza en Mí que todo lo puedo y obro prodigios grandes si sois dóciles, si sois obedientes y abiertos en recibir mis gracias.

Alma: Señor y cuando hemos pecado tanto, cuando nos hemos apartado tantos años de tus leyes, cuando hemos violado tus mandamientos Señor, cuando tantos años de nuestras vidas fueron desgastados y tantas veces abusamos de tu misericordia divina Señor, cuando no valoramos el sacramento de la confesión, nos confesábamos y al instante pecábamos. ¿Qué piensas de ello? ¿Qué quieres enseñarnos Jesús?

Jesús: Recordad que soy el buen pastor, que va tras la oveja perdida y una vez la encuentra la lleva sobre sus hombros y le sana sus heridas. ¿Cuál fue mi actitud con el hijo pródigo? Aquel hombre tentado por el mundo, aquel hombre saturado de pecado, ¿acaso le recriminé cuando se presento ante Mí pidiéndome perdón? De inmediato le puse ropajes nuevos, ceñí nuevas sandalias, puse en su dedo una argolla, eso mismo hago y haré con todos vosotros el día en que lleguéis a Mí pidiéndome perdón.

¿Qué hice con la mujer pecadora cuando fue vista, atrapada de manera infragante, mientras todo un pueblo le juzgaba? Yo escribía en la tierra, qué dije: quien esté libre de pecado que le arroje la primera piedra. A ella en ese instante le liberé de sus ataduras, de sus vicios y esclavitudes. Mi mirada de amor le purificó y le perfumó la hediondez que llevaba dentro, no la censuré, tan sólo le invité a ser buena, a cambiar de vida.

El amor es ternura, es terapia para el alma y el corazón herido, enfermo. Soy un Dios de misericordia y siempre os estaré esperando en mi tribunal abierto las 24 horas del día, tribunal en el que siempre entraréis siendo culpables y saldréis libres, exentos de toda culpa. Recordad que donde sobreabundó el pecado, sobre abunda la gracia. Reparad por vuestros pecados, tened un corazón contrito y humillado, y recibiréis gracias. Mi perdón ya os lo he dado, ¿acaso os parece poco mi muerte e inmolación en la cruz?

Alma: Señor, gracias por todo lo que tú nos enseñas, gracias Señor porque la paz entra en lo profundo de nuestro corazón y cala en la profundidad de nuestra alma ¿Cómo debemos de comportarnos? ¿Qué es lo que más te agrada a ti Señor? ¿Cuál es la mejor de las reparaciones que quieres que hagamos?

Jesús: Comportaos de acuerdo a mi Evangelio; os he dejado unas normas, unas leyes, mi Palabra divina no puede pasar desapercibida en vuestras vidas. Leed y meditad las Sagradas Escrituras, allí aprenderéis a ser santos.
La mejor de las reparaciones que podéis hacer y desagraviar los ultrajes a mi Sacratísimo Corazón es convirtiéndoos del todo a Mí, dejad la vida de pecado, el pecado es ruptura a mi filiación divina, el pecado deforma vuestra alma, ensombrece mi luz; el pecado os hace títeres de satanás.
La mejor de las reparaciones: una conversión de corazón, conversión perfecta y transformante.
Aprende a rechazar el pecado, buscad a toda costa la santidad, comportaos como ángeles en la tierra.

Alma: Señor, María, la mujer del fiat; María la elegida del Padre Eterno para ser tu madre, la Madre del salvador.

Jesús: Amadla en extremo, amándola a Ella me amáis a Mí, dejaos tomar de sus virginales manos porque es el camino seguro de encuentro Conmigo. Ella es la puerta del cielo siempre abierta. Su Corazón Inmaculado exalta de gozo cuando os escucha rezar el Santo Rosario, Santo Rosario que os hará fuertes en la tentación, Santo Rosario que formará una coraza de protección en vuestra vida espiritual y satanás no podrá con vosotros.
Cuando estaba en la cruz, pronunciando mis últimas palabras, llamé a mi amado discípulo Juan y le dije: Hijo ahí esta tu madre, y a mi Madre,Madre ahí está tu hijo. Desde aquel instante Ella os acogió a todos vosotros como sus hijos amados. Desde aquel instante Ella extendió su manto maternal sobre todos los hombres de cualquier época, de cualquier cultura. Y Ella siempre os estará esperando para abrazaros con la llama de su amor santo, Ella os estará esperando para interceder por vosotros en vuestras necesidades, dificultades.

Alma: Señor, tanto nos hablan del pecado, de las consecuencias nefastas del pecado Señor y caemos, te herimos, te lastimamos.

Jesús: Hijo amado, el pecado me lleva a un nuevo Getsemaní. El pecado flagela de manera inmisericorde mi cuerpo santísimo. El pecado agranda las llagas de mis manos y de mis pies. El pecado traspasa mi Corazón agonizante de lado a lado. El pecado deforma el alma de todos mis hijos. El pecado ha llevado a la condenación eterna a un sin número de almas. El pecado se roba mis gracias.

Permaneced en estado de gracia. Buscad al sacerdote, os perdonaré, os liberaré de vuestro yugo y esclavitud a través de su bendición.

Buscadme a Mí, cuantas veces caigáis os levantaré y os daré ánimos, fuerzas para que derrotéis las fuerzas tenebrosas del mal con el sacrificio, la mortificación, la penitencia. No juguéis con lo más sagrado de vuestras vidas, la salvación de vuestras almas; no os acomodéis jamás a los criterios del mundo. Pecado seguirá siendo pecado frente a mi presencia, el pecado trae consecuencias nefastas en vuestra vida espiritual, os separa de Mí, os pone una valla entre tú y Yo.

Lo oscuro no se mezcla con lo claro, vuestro corazón debe permanecer radiante como una estrella, nítido y transparente como el agua. No puede haber mitad oscuridad y mitad luz.

Haced un propósito en este día, alcanzar la santidad a toda costa. Imitad el heroísmo y la valentía de los santos, ellos supieron y aprendieron a vencerse a sí mismo, ellos domaron, colocaron freno al potro o caballo brioso que llevaban dentro; ellos se asemejaron al santo de los santos.

Alma: Señor y qué decir de aquellas personas que dudan de ti en la Eucaristía, o de aquellas personas que se atreven a recibir tu cuerpo y tu sangre en pecado mortal, personas que han recibido un mal consejo Señor y vemos que en este mundo actual lo sagrado va perdiendo valor e importancia.

Jesús: Un jueves santo, instituí el mandamiento del amor. Un jueves santo instituí el sacerdocio. Un jueves santo, decidí quedarme hasta el fin de los fines, hasta la consumación de los siglos presente en la sagrada Hostia. Pensé en vosotros, no quise dejaros solos y mucho menos huérfanos. Pero los intelectuales, los empíricos, aquellos que solo creen en aquello que puede ser controlado y verificado a través de los sentidos, siembran dudas en las almas sencillas y buenas.

Mi inventiva de amor parece ser que no ha sido lo suficiente para demostrarle a la humanidad entera mi gran amor, mi derroche de misericordia y ternura para con todos vosotros.

Vosotros que sí tenéis fe en Mí, reparad en el Sagrario por aquellos que creen que la hostia consagrada es un embuste, un engaño; tarde o temprano se darán cuenta del error, del gran error.

Vosotros que os acercáis a Mí con espíritu de fe, amadme por aquellos que no me aman, adoradme por aquellos que no me adoran, glorificadme por aquellos que no me glorifican. Y eso bastará para que el manto de mi misericordia se extienda, aún, sobre las almas más pecadoras, sobre las almas más embadurnadas de pecado.

Y qué decir de aquellos pobres hijos míos que sin las debidas licencias o disposición para recibirme en mi augusto sacramento se atreven a comulgar las especies del pan y del vino en pecado mortal. Pobres almas, están bebiendo y comiendo su propia condenación y destrucción. Pobres almas, hacen de sus corazones guillotinas de martirio para mi cuerpo adorable.

Vuestro corazón, amados míos, purificadlo en el sacramento de los ríos de la gracia, perfumadlo primero con el nardo de la santidad y de la virtud y una vez estéis aptos para recibirme no tengáis miedo, los latidos de mi Corazón Eucarístico se confundirán sin cesar con los vuestros.

Alma: Señor y aquellas personas que fueron llamadas para una vida sacerdotal, religiosa desde el vientre de sus madres y no te respondieron, o por cobardía lo dejaron todo.

Jesús: Hijo amado, a cada uno le encomiendo una misión, una tarea específica qué cumplir. Los hombres aún no han valorado ni han comprendido la grandeza y la dignidad del sacerdocio, algunos no han comprendido el gran amor y el derroche de misericordia que tengo con las almas consagradas. Almas que han dejado, aún, sus propias familias, veredas, pueblos o han tenido que salir de sus propios países para llevar la Buena Nueva a toda creatura.

Los hombres no han comprendido la grandeza de la vocación religiosa. Las almas que siendo llamadas a la vida sacerdotal o religiosa y se han dejado cautivar por el mundo, siempre llevarán un vacío en su corazón. Por momento, la nostalgia y el recuerdo, pero como soy un Dios compasivo, misericordioso, mi ternura y mi amor siempre, siempre les acompañará.

Si alguno de vosotros, sentís un llamado a dejarlo todo por el Todo, vale la pena que os aventuréis a caminar tras la huellas del Maestro de sandalias desgastadas. Vale la pena que no escatiméis en generosidad, os pagaré el ciento por uno.

Alma: Señor gracias por lo que tú nos enseñas, has invadido nuestro corazón de tu paz. Nos miras con amor, con ternura.
Señor, gracias porque tú sanas, gracias porque tú restauras, tú liberas. Gracias porque algo nuevo sentimos que obras en nuestras vidas. Aleluya Señor.