Por la felicidad de los Míos, Mis elegidos – Jesús
9 de enero, 6:45 a.m.
173. –
Ustedes son actualmente testigos de la impotencia del hombre en esta tierra
“Hijo Mío: Aprendan a entregar todo entre las manos del Padre, aprendan a tenerle confianza en todo. Ustedes son actualmente testigos de la impotencia del hombre en esta tierra.
Sin Dios, el hombre es nada. Él sólo es el Omnipotente.
Ustedes serán cada vez más testigos de esta realidad y de esta verdad.
Conmigo, Mi Santa Madre, los Santos y Santas del Paraíso y de la tierra, los santos Ángeles, ruegan al Padre para que los acontecimientos que han comenzado a vivir abran los ojos de los corazones a esta verdad, que los corazones regresen hacia Dios.
Todos, sin excepción, son llamados a volverse hacia Dios, a abrir sus corazones para convertirse en Amor.
El gran combate que se libra en lo invisible va a manifestarse cada vez más en las cosas materiales, permitiéndoles así ver con sus propios ojos la impotencia del hombre y la Omnipotencia de Dios.
Miren la Omnipotencia del Padre.
Miren Su gran Misericordia.
Miren Su Amor.
Entréguense completamente entre Sus manos.
Háganle confianza en todo.
Denle sus “sí” total, incondicional e irrevocable.
Acojan Su Amor.
Conviértanse en Amor.
Entreguen el Amor.
Felices ustedes de estar ya en este camino del Amor.
Ustedes se convierten en Amor. Tú te conviertes en
Amor.
Tiernamente, te quiero.”
Porque el Amor te ama, tú te vuelves Amor.
Porque el Amor me ama, yo me vuelvo Amor.
Porque el Amor me ama, yo me vuelvo Amor.
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