viernes, 11 de mayo de 2012

Llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús


AGUSTIN DEL DIVINO CORAZÓN


Mayo 07 de 2012

02:45 p.m.

Hijos amados: Os hablo de nuevo, sois sumamente importantes para Mí, volved al redil que un día dejasteis. Os daré a beber del agua viva, sanaré vuestras heridas, os llevaré sobre mis hombros y os daré del alimento que perdura y os da salvación y vida eterna; convertíos de corazón, os he dejado mi Evangelio, una norma de vida, para que os salvéis, para que entréis a formar parte de los elegidos, para que habitéis en una de mis moradas de los cielos.

Tantas veces, mi Madre insistentemente os advierte de grandes eventos, de grandes sucesos que harán historia, profecías Marianas que habrán de cumplirse, porque van en concordancia perfecta con las Sagradas Escrituras.

Cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si estáis a unos pasos de la hecatombe, del cataclismo; cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si pronto en el firmamento veréis la gran señal; cómo no despertar de este adormilamiento espiritual, si pronto descenderé a la tierra a instaurar mi Reino de Gloria.

Os espero, para extender sobre todos vosotros el manto de mi misericordia. Os espero, para guardaros y protegeros en uno de los aposentos de mí Sagrado Corazón.

Os amo y os bendigo.



Mayo 8 de 2012

12:10 pm

Amados hijos, no os olvidéis de la tarea que os he puesto: reparar por vuestros pecados y los pecados del mundo entero, mundo que yace en las tinieblas y en la oscuridad, mundo que corre velozmente al abismo.

Despertad, salid del estado pasmoso en el que os encontráis. Tomad muy en serio mis palabras, discernidlas bajo la luz del Espíritu Santo y aceptad que estáis en un tiempo decisivo de la historia. Estáis al culmen de ver realizadas las profecías predichas por mi Madre Santísima. Ella en ningún momento ha querido inquietaros o sembrar caos en vuestros corazones. Lo que ella busca es vuestra salvación.

A todos os quiere abrigar bajo los pliegues de su Sagrado manto, a todos los quiere abrasar con la llama de amor santo de su Inmaculado Corazón. ¿Por qué os cuesta tanto comprender que estáis en el fin de los tiempos? ¿Por qué no entendéis que estáis en el tiempo del no tiempo? Venid en pos de Mí, postraos a los pies de mi sagrada cruz, pedid al Padre Eterno que llueva sobre la tierra su misericordia.

Os amo y os bendigo



Mayo 8 de 2012

12:18

Hijos míos os hago un llamado angustioso. Mi corazón agonizante sufre porque los hombres se han apartado de mi camino, se han olvidado que vivo en todos los tabernáculos del mundo.

Mi agonizante corazón sufre porque muchos niegan mi verdadera presencia en la Eucaristía.

Mi agonizante corazón sufre porque muchos se alimentan de mi cuerpo y beben de mi sangre en pecado, almas que comen y beben su propia condenación.

Mi agonizante corazón sufre porque muchas almas han caído en los engaños y seducciones del mundo, mundo distante y apartado de mis leyes divinas.

Mi agonizante corazón sufre porque tantas almas caen diariamente a las profundidades del infierno como hojas de los arboles caen en tiempo de otoño.

Mi agonizante corazón sufre porque la humanidad entera no está preparada para mi pronto regreso, regreso en el que instauraré en la tierra mi reino de paz, justicia y misericordia.

Mi agonizante corazón sufre por la dureza de corazón de muchos de mis hijos, corazón cerrado a la acción del Espíritu Santo, corazón cubierto de mosto y herrumbre del mundo.

Hijos amados escuchad los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, sacudíos de vuestro sueño letargo y empezad ahora mismo un proceso de conversión perfecta y transformante en vuestras vidas.

Pronto la gran prueba hará estremecer y gemir.

Los dolores de parto ya han comenzado.

Estad atentos a las señales del cielo, señales que os anuncian mi retorno glorioso a la tierra.

Recibid mi bendición sacerdotal en este día.



Mayo 9 de 2012
7:37 a.m

Amados hijos retornad a Mí, andad por el camino angosto y pedregoso que os lleva al cielo. Dejad vuestra antigua vida de pecado, soltaos de las amarras que os esclavizan, os anclan, amarras que os impiden volar para que os encontréis Conmigo.

Satanás y legiones de demonios han sido soltados de las profundidades del infierno para seducir y engañar. Ellos saben que les queda poco tiempo, ellos saben que serán encadenados y arrojados a los abismos infernales por un periodo de mil años.

No seáis tan intrépidos en vuestro proceder. Las malas acciones traen consigo consecuencias nefastas para vuestra vida, las malas acciones destrozan y cercenan mi agonizante corazón.

Escuchad en este día mi llamado angustioso, acudid al sacerdote, confesad vuestros pecados y reparad por vuestras culpas. Seréis sumergidos en ríos de agua viva para que quedéis puros, radiantes como la luz del sol.

Escuchad en este día mi llamado angustioso dejaos guardar en uno de los aposentos de mi Divino Corazón para que seáis protegidos durante el tiempo fuerte de la tribulación, tiempo en el que los vivos desearán estar en el lugar de los muertos, tiempo en el que os sentiréis asediados, perseguidos por profesar públicamente vuestra fe, tiempo en el que algunos de mis hijos derramarán su sangre como los primeros cristianos.

Escuchad en este día mi llamado angustioso la gran crisis, la gran hecatombe caerá sobre la tierra como tempestades devastadoras, como huracanes violentos que se llevan consigo todo lo que encuentran a su paso.

Escuchad en este día mi llamado angustioso, aún estáis a tiempo de reconocer vuestros errores, de enmendar vuestras faltas y de regresar como hijos pródigos a la casa paterna que un día abandonasteis.

Escuchad en este día mi llamado angustioso y discernid bajo la luz del Espíritu santo los acontecimientos que estáis viviendo, aceptad los anuncios proféticos de mi Madre. Pronto veréis aparecer en el cielo una mujer vestida de sol con corona de doce estrellas parada sobre la luna, pronto escuchareis el sonar de las trompetas que os anuncian mi segunda venida.

Os bendigo y os renuevo para que caminéis en pos de Mí y postréis todo vuestro ser a los pies del Mártir del Gólgota.



Mayo 9 de 2012
11:40 a.m


Derramo mi Santo Espíritu sobre vosotros, abrid las puertas de vuestros corazones a mi presencia, dejaos seducir por Mí y caminad tras el eco inconfundible de mi voz.

Escuchad mi llamado angustioso, muchas almas perecen por falta de conocimiento, muchas almas han caído en los engaños de satanás, muchas almas se han desviado de camino apartándose de la verdad del Evangelio, del Magisterio de la Iglesia y de la Tradición.

Hago un llamado angustioso a toda la humanidad porque muy pronto podréis comprender la magnitud de mis palabras y la trascendencia de los mensajes de mi Madre dados en todas las partes del mundo.

Quiero pediros en este instante conversión de corazón, no perdáis más el tiempo en las cosas del mundo, no os dejéis distraer de las cosas que sí son verdaderamente importantes para la salvación de vuestra alma.

He abreviado el tiempo porque mi amor y mi misericordia por todos vosotros es infinita, he abreviado el tiempo para evitar la pérdida de muchísimas almas.

No tengáis miedo os protegeré, os cuidaré.

No tengáis miedo seréis asistidos por San Miguel Arcángel, seréis revestidos de una fuerza sobre natural para que no decaigáis en la batalla que se os aproxima.

Consolad mi agonizante corazón, muchos de los hombres no creen en mi pronto regreso, muchos de los hombres se han olvidado que vendré de nuevo a la tierra para juzgarles con misericordia paro también con justicia.

Sed santos, responded al llamado angustioso que os hace en este día vuestro amado Jesús, el Mártir del Gólgota que ha dado su vida por todos vosotros.



Mayo 10 del 2012
5:08 a.m


Hijos amados escuchad de nuevo mi llamado angustioso. Mi corazón agonizante languidece por el desamor de muchos de mis hijos, hijos que caminan velozmente al abismo porque sus corazones se han cerrado a mis gracias, sus corazones están impregnados del lodo de sus pecados. Es urgente que toméis consciencia de la proximidad de los acontecimientos,
aún no estáis preparados para un encuentro definitivo conmigo, aún os falta mayor conversión de corazón, aún sois débiles en el cumplimiento de mis mandatos divinos, aún os falta más amor por el prójimo.

Mi llamado angustioso es que os alejéis del pecado y reparéis por vuestras culpas.

Permaneced vigilantes porque no sabéis ni el día ni la hora en que seáis llamados a mi tribunal divino para juzgaros en justicia.

Permaneced vigilantes porque pronto el ruido estentóreo en el cielo os anunciará de mi segunda venida.
Permaneced vigilantes porque la batalla espiritual desatada entre las potestades del cielo y las potestades del infierno pronto llegará a su final.

Permaneced vigilantes, pronto veréis un nuevo amanecer.

Os baño con mi sangre preciosa para que adquiráis la fuerza que necesitáis frente al duro combate.

Os bendigo.


Mayo 10 de 2012
12:40 p.m


Hijos amados es Jesús el que os habla, quiero prender fuego de amor divino en vuestros corazones, quiero fusionaros con mi divinidad para que seamos uno, quiero estrecharos en mi regazo paterno y levantaros hacia el cielo como ofrenda de amor.

Atended a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, estad con vuestras lámparas encendidas con suficiente reserva de aceite para cuando os llegue el día de mi retorno glorioso no os sorprenda como las vírgenes necias.

Pronto la sucesión de los acontecimientos llegarán a su final y ¿cómo debéis prepararos para mi segunda venida? Convirtiéndoos de corazón, viviendo mi Evangelio, siendo portadores de mi luz divina y llevando la Buena Nueva a toda creatura.

No permitáis que mis llamados angustiosos caigan al vacío o se evaporen como el viento, mis palabras os deben llevar a un cambio a una transformación espiritual en vuestras vidas.

Consolad mi agonizante corazón
, uníos al apostolado de reparación y adorad mi sangre preciosa muchas veces despilfarrada y profanada.

Os bendigo, os guardo en uno de los aposentos de mi Sacratísimo Corazón.



Mayo 11 de 2012
7:10 a.m.


Hijos míos dejad que sea Yo el que guíe vuestro caminar en la tierra, dejad que sea Yo el que os muestre la ruta que os lleva al cielo; dejad que sea Yo el que os despoje de vuestras viejas vestiduras y os revista con ropajes nuevos; dejad que sea Yo el que arranque toda impureza e imperfección de vuestro corazón; dejad que sea Yo el que corra el velo de vuestros ojos y así podáis ver y discernir las señales de los últimos tiempos, señales que hablan por sí mismas, señales que son el preludio de mi segunda venida, señales que os comunican un nuevo amanecer.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, mirad: el manto de mi misericordia se extiende aún sobre la humanidad entera; si tuviese que padecer de nuevo y sufrir el calvario que experimenté en aquellos momentos en que di mi vida para daros vida, descendería a la tierra dispuesto a beber otra vez el cáliz de la amargura.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús
, estáis al borde de un cataclismo universal y aun así persistís en el pecado, aun así os prestáis para que satanás haga de muchos de vosotros sus títeres, aun así cerráis vuestros corazones a las gracias, a las advertencias de mi Madre en este final de los tiempos.

No cerréis vuestros oídos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo con su irreverencia frente al sacramento de amor, los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo con su vida perniciosa, vida amoldada a los criterios del mundo pero ausente de mis mandamientos; los hombres azotan cruelmente mi cuerpo santísimo cuando se toman el derecho de acabar con la vida y dar fin a un plan proyectado desde la eternidad.

Escuchad mis llamados angustiosos, retomo las palabras de mi Madre: estáis en el tiempo del no tiempo, estáis en el fin de los fines. Venid a Mí que os sanaré de la lepra del pecado, volved a Mí que os alimentaré del maná celestial y os daré fuerza para que resistáis a la gran prueba.

Os bendigo, os animo a abrazar mi cruz y a esperar con gozo y júbilo mi pronta venida.


Mayo 11 de 2012
7:25 a.m.


Sufrí, padecí, fui cruelmente maltratado, siendo inocente fui llevado como cordero al matadero, exhalé mi último suspiro en el madero de la cruz. ¿A caso os parece poco el amor que os tengo? ¿A caso necesitáis de más evidencias para creer en Mí? ¿A caso os parece insuficiente que me haya quedado presente hasta la consumación de los siglos en la Hostia consagrada? ¿Qué esperáis para que regreséis a Mí? ¿Qué necesitáis para que dejéis el mundo y os soltéis de las cadenas oxidadas del pecado?.

No esperéis convertiros en el último momento de vuestras vidas, arrepentíos en este mismo instante y regresad a Mí. Mis llamados angustiosos os deben mover a un cambio, a vivir con radicalidad el Evangelio. Mis llamados angustiosos os deben despertar de vuestra somnolencia espiritual, os deben animar a luchar con tesón por la salvación de vuestra alma. Mis llamados angustiosos son una alerta del cielo para mi pronta venida, venida en la que habré de instaurar en la tierra mi reino de paz, de amor y de justicia. Mis llamados angustiosos deben ablandar la dureza de vuestros corazones, de llevaros a tomar conciencia de la importancia de los avisos del cielo para este tiempo decisivo en la historia.

Recibid mi bendición y mi protección en este día de gracia.



Mayo 11 de 2012
2:12 p.m.


Hijos amados no desatendáis mis llamados angustiosos, la copa de mi Padre rebosa en su justa cólera. Satanás sigue cautivando a muchísimos de mis hijos, les ha despertado codicia por los bienes materiales, ha sembrado en sus corazones apetencias desordenadas.

Este pueblo se ha prostituido peor que los habitantes de Sodoma y Gomorra, este pueblo corre a una velocidad vertiginosa directo al abismo, este pueblo me crucifica de nuevo.

Mi llamado angustioso en este día es que reparéis por una humanidad indolente, de duro corazón. La maldad carcome el corazón de algunos hombres, la incredulidad, la renuencia a las advertencias y avisos del cielo hieren mi agonizante corazón.

Venid al Getsemaní de los sagrarios, doblad vuestras rodillas y rezad con vuestros brazos en cruz para que mi misericordia sea derramada como torrencial del agua sobre la tierra.

Sed receptivos a los llamados angustiosos del corazón agonizante de Jesús, haced que el mundo entero los conozca y los acoja como perlas finas, como tesoros de cuantiosa suma que necesitan ser cuidados, protegidos.

Os bendigo y os espero en mi tabernáculo de amor divino para que con vuestra presencia deis consuelo a mi corazón agonizante.




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