Mostrando entradas con la etiqueta a J. V.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta a J. V.. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de enero de 2012

DIOS PADRE SE MANIFIESTA - DIC.13.2011

Dic 13_11 Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo.
Rosario vespertino.
Temas:
  • Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras.
  • Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados.
  • Una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo.
  • Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
  • Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras. Hijitos Míos, vosotros vais a la escuela para aprender y con ello, cuando vosotros aprendéis, vais normando vuestra vida, pero vida humana, para que vosotros podáis ganar lo suficiente para poder vivir y cubrir vuestras necesidades materiales. Vais creciendo y vuestro conocimiento va aumentando, pero va aumentando para que vosotros ganéis más en lo económico, esto es bueno Mis pequeños, porque tenéis necesidades humanas, pero también tenéis necesidades Divinas.
Se os ha dejado toda una Evangelización Divina, toda una Evangelización de Amor que os dejó Mi Hijo Jesucristo.
Vosotros tenéis también una parte espiritual, no solamente tenéis un cuerpo aislado, tenéis, también alma, alma espiritual y tenéis que crecer también dentro del ámbito espiritual. Si vosotros, Mis pequeños, no os alimentáis con la Palabra Divina que se os ha dado, ¿cómo podréis crecer, cómo podréis dar fruto?
Primeramente ésta obligación se da en familia con los padres. Ciertamente, los padres de familia, deben estar versados en el conocimiento de la Palabra que Mi Hijo os ha dado, que Mi Hijo Vivió, que Mi Hijo hizo Vida, porque se tenía el conocimiento desde antiguo que Yo os di, Yo, que como Padre que os protejo en todo momento, os di a través de los profetas.
Mi Hijo vino a hacer patente todo ése Conocimiento, todas ésas Verdades y también las obligaciones, porque se os dieron los Mandamientos que debierais haber seguido, pero no los habéis seguido, Mis pequeños, os habéis apartado del conocimiento Divino, os habéis apartado de la Palabra, que ésta os lleva a las obras buenas.
Ciertamente estáis viviendo en un medio adverso porque satanás quiere destruir todo lo bello que Yo os he dado, pero ¿qué habéis hecho vosotros, Mis pequeños?, os habéis mantenido solamente en la vida humana, estáis buscando solamente lo económico y ¿qué ha pasado?, os estáis peleando por lo económico y no estáis respetando a vuestro hermano porque no habéis crecido en lo espiritual.
Ciertamente los Mandamientos que Yo os he dado, son para que vosotros os perfeccionéis en el Amor. Vuestra naturaleza humana cayó por el Pecado Original y os ha dado los Mandamientos para que vosotros detuvierais vuestra caída humana y en eso debierais poner toda vuestra fuerza, porque, ciertamente el hombre tiende a dejarse llevar por sus pasiones, por su pecado, por sus intereses personales y cuando Yo os he dado Mis Mandamientos, Mis Leyes, es para que vosotros detuvierais ésos vicios y ésa caída humana que debierais detener con vuestra vida espiritual. Estáis viviendo el caos mundial, no vivís ya con seguridad, vivís en la maldad porque nada más alimentasteis la vida humana y satanás ya camina por vuestras calles, como os había dicho y, con esto os quiero decir que la maldad tiene total libertad entre vosotros porque no le estáis deteniendo con vuestra vida espiritual, con la vida en la Gracia, con la vida virtuosa que debierais seguir todos vosotros.
Si estáis así, Mis pequeños, llenos de temores, de maldad, de corrupción, de vicios, es por vuestra culpa, porque no habéis alimentado vuestra alma con el elemento Divino que se os ha dado en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, vosotros sois los únicos que podéis detener esto, porque si Yo interviniera sería una imposición, que Me gustaría, ciertamente, para detener todo el mal que existe en el mundo, pero vosotros, que destruisteis lo bueno que se os dio, lo debéis reconstruir. A Mi Hijo Le costó mucho vuestra recuperación hacia el estado de Gracia. Él es el Salvador, Él os dio los lineamientos que debéis seguir para salvaros, pero vosotros tenéis que poner de vuestra parte y por eso Yo os dejo en total libertad y vosotros debéis restaurar lo que habéis echado a perder.
Si no lo hacéis, Mis pequeños, vuestro sufrimiento cada vez va a ser mayor, ya no querréis salir de vuestras casas, el ataque de satanás cada vez será mayor y el terror os consumirá.
Si vosotros volvéis a la oración, a la vida en la Gracia, a la vida en Virtud, si os unís todos, pero en una verdadera oración de corazón y arrepentidos volvéis a Mí, Yo os ayudaré, porque Soy vuestro Padre y os amo, Yo no quiero que estéis sufriendo, pero vosotros habéis dado cabida en vuestro corazón a toda la maldad que se ha desatado por todos lados, en cierta forma, vosotros la habéis propiciado, pero no queréis hacer nada para detener toda ésa maldad que os está aplastando. Hasta que no os arrodilléis, Me pidáis perdón y empecéis a vivir vida de Gracia, de Virtud y de amor entre vosotros, como verdaderos hermanos, todo esto cambiará.
Aunque Yo quisiera detener todo, que ciertamente podría, vuestro corazón no habría cambiado, puedo detener acontecimientos malos, pero si vuestro corazón todavía está propiciando todo lo malo, los tendréis nuevamente. Vuestro corazón debe cambiar hacia el amor, vuestro corazón debe regresar a todo aquello que Yo os pedí en un Principio: respetar Mis Leyes, respetar Mi Amor, respetar todo aquello que Yo os he dado y lo que os he pedido y, hasta que no regreséis a ello, que haya un verdadero cambio interno, es cuando tendréis el Nuevo Mundo entre vosotros, porque vosotros mismos lo habréis propiciado, habréis puesto los cimientos para que se dé entre todos los hombres.
Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras, porque vosotros habréis cambiado ya desde vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. 
  Hijitos Míos, en las Escrituras habéis leído sobre las vírgenes prudentes. Mis pequeños, vosotros debéis ser ésas vírgenes prudentes, pero ¿qué quiere decir esto? Debéis ser vírgenes en pureza espiritual, y prudentes, actuar en Sabiduría para que no perdáis ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual, porque llegará el Esposo, o sea, llegaré Yo, vuestro Dios y al tomar vuestra alma veré si está en buen estado, si habéis conservado ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual. Cuando Yo regrese, ¿cuántas almas estarán en ésa situación, Mis pequeños? ¿Cuántas almas estarán puras?, porque se han mantenido en Gracia que, aunque, ciertamente, caéis en pecado, pero buscáis el recibir los Sacramentos para que volváis a estar en ése estado de Gracia que el alma necesita para poder llegar al Reino de los Cielos.
¿Cuántas almas habrán?, cuando veis a vuestro alrededor todo se ha corrompido, todo está en obscuridad, toda la malicia que hay en los corazones. Si ahorita, en éste momento, viniera Yo, vuestro Salvador, ¿cómo estaríais, Mis pequeños si Yo os recogiera en éste momento? ¿Estaríais aptos para entrar al Reino de los Cielos? ¿Vuestra alma está en estado de Gracia?
Mis pequeños, ésta es una tarea, de todos los días, para vuestra alma, para que vosotros os mantengáis siempre en pureza, llevando todos Mis Dones y capacidades Divinas, con las que Yo os regalo, y poniendo todo en práctica.
Yo no vine a la Tierra nada más a enseñar, Viví todo lo que Yo enseñaba y eso es lo que debéis hacer también vosotros, Mis pequeños, vivir Mis Enseñanzas. Ciertamente, en estos tiempos, es difícil hablar de Mí, de Mis Leyes, de Mis Palabras, de Mis enseñanzas, porque ya no muchos de vuestros hermanos os van a secundar, la gran mayoría de vuestros hermanos no quieren saber de Mí, no quieren saber de Mis Enseñanzas, no quieren vivir en Mi Amor, pero si así no quieren escuchar, menos quieren vivir lo que se os ha pedido que aprendáis.
Ciertamente os sentiréis que ya no pertenecéis a éste mundo, todo a vuestro alrededor se pone en vuestra contra, estáis hablando ya de cosas muy diferentes de las que hablan vuestros hermanos. Sois raros ante el mundo, como Yo fui raro también entre los hombres. Traía otra religión diferente a la que se vivía, traía costumbres diferentes a las que se enseñaban en el Templo. Yo, vuestro Salvador, también sufrí mucho, porque el mismo Templo no Me aceptaba, las almas se sensibilizaban, ciertamente, al escuchar Mis Palabras de Enseñanza, pero pocos querían tener el compromiso de seguirlas y lo mismo os está sucediendo a vosotros, Mis pequeños. Yo traje la Luz al mundo cuando todo era tinieblas y en estos momentos de la humanidad estáis viviendo lo mismo, todo son tinieblas a vuestro alrededor, tinieblas espirituales, y vosotros sois la Luz, sois Yo en vosotros. Vosotros sois valientes, vosotros sois verdaderos hijos de Dios, vosotros estáis viviendo lo que Yo viví para el bien de vuestros hermanos. Pero pocos escuchan y muchos os atacan, pero os pido, Mis pequeños, que os mantengáis así, algo dejaréis en las almas, que cuando se vengan los momentos difíciles, recordarán y eso les ayudará para su salvación eterna.
Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. Os he dicho que aquél que quiera ser como el Maestro, tendrá que pasar por lo mismo que pasó el Maestro. Vosotros conocéis Mi Vida sobre la Tierra, ciertamente algunos Me apoyaban y Me amaban y otros Me rechazaban, Me atacaban y, otros más, hasta Me llevaron a la Muerte.
Estos son momentos en que, quizá, muchos de vosotros seréis llevados también a la muerte por mantenerse en la Luz, por mantenerse en la vida que Yo os he enseñado. Y así, como se quisieron deshacer de Mí, en lo Humano, que ciertamente, Me asesinaron los del Templo, y aunque en lo humano no viví ya entre vosotros, Mi Vida Espiritual se ha mantenido en vosotros, pero en éstos tiempos quieren destruir lo espiritual que Yo os dejé.
Ya de bastante tiempo para acá, ciertos grupos humanos se han propuesto destruir lo que Yo os dejé, pero no os preocupéis, Mis pequeños, Mi Promesa persiste y no podrán acabar con lo Mío, nunca, vendrá el fin del mundo y Mi Palabra permanecerá.
Así que manteneos confiados, Mis pequeños, porque Yo estoy con vosotros. Estáis sufriendo lo que vuestro Salvador sufrió, pero también tendréis la Gloria, que Yo, como Dios y Salvador vuestro, tengo y os daré.
Os amo, Mis pequeños, manteneos confiados en el gran tesoro que tenéis, que es Mi Vida en vosotros, Mi Palabra en vosotros, Mi Amor en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo.
  Hijitos Míos, estáis viviendo tiempos de gran vaciedad espiritual, y en estos tiempos, estáis llenando esos vacíos con lo que tomáis del mundo y no os estáis interiorizando y buscando en la profundidad de vuestro corazón lo que ahí radica.
Hay mucha distracción en el mundo, pero sobre todo, en vuestra mente y en vuestro corazón.
No estáis sufriendo plenamente lo que es esa vaciedad espiritual, pero va a llegar el momento en que todos os veréis en lo profundo, veréis vuestro interior y estaréis viviendo plenamente esa vaciedad espiritual, si es que estáis así. No habrá nada a vuestro alrededor, dentro de lo humano, que pueda llenar en alguna forma esa vaciedad, como ahora lo hacéis. Estaréis solos ante Mí, os veréis tal como sois y os mediréis con Mi Amor y con Mi Sabiduría Divina.
Os veréis tal como sois y lo que habéis hecho y sobre todo, lo que dejasteis de hacer, que eso es lo que ha causado vuestra vaciedad espiritual. Os llenasteis de cosas del mundo, ¿pero acaso ésas llenan vuestra alma y la satisfacen?, no, Mis pequeños, vuestra alma necesita del alimento espiritual, como ya os lo he dicho, vuestra alma necesita de la recompensa de las buenas obras que vosotros debéis hacer, vuestra alma necesita de las Gracias de vuestra oración que vosotros hacéis para agradarMe, para agradecerMe y para pedir por vuestros hermanos. Pero nada de esto hacéis, Mis pequeños y así vuestra alma se queda raquítica y nulificada.
Ojalá tuvierais en vuestro corazón ése dolor que os llevara a buscarMe y a empezar a llenar vuestra alma del alimento Divino que la haga crecer, para que vosotros os sintáis satisfechos y sobre todo, seguros de presentaros ante Mí, cuando Yo os llame a cuentas.
Esta vaciedad espiritual, para muchas almas es desesperante y no saben con qué llenarla y buscan a través del vicio, de la maldad y de tantas cosas del mundo, superfluas y malas, para llenar éste espacio en vuestra alma, pero no pueden, porque éste espacio en vuestra alma es espiritual y si no lo llenáis, como os dije, de una vida espiritual dentro de lo Divino, nunca tendréis la oportunidad de llenar lo que os falta, sobre todo, de crecer y al crecer, dar fruto, que los frutos son los que os van a dar un grado mayor o menor en el Reino de los Cielos.
Meditad esto, Mis pequeños, y meditadlo profundamente, porque una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo, porque más os vaciaréis y menos llegaréis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
Hijitos Míos, cuando vosotros educáis a vuestros hijos, especialmente cuando hacen algún mal, les reprocháis éste mal y hasta los castigáis si el mal fue más grave. Podréis darles una nalgada o castigarlos en su cuarto, sufren ellos el castigo, pero por vuestro amor, casi inmediatamente después, lo cambiáis por un bien y les dais un dulce, un abrazo, un beso, para que vean que no solamente es el castigar lo que está en vuestro corazón, sino que lo hacéis porque queréis todo su bien y por eso les dais todo lo que les gusta para que se olviden del dolor por el del castigo ganado, obtenido por el mal que cometieron.
Lo que tendréis, Mis pequeños, en la purificación mundial, os lo merecéis, porque, ciertamente, lo que cometisteis, lo cometisteis sabiendo lo que estabais haciendo, sobre todo, muchos de vosotros, que no estáis viviendo vida espiritual, sabéis perfectamente lo que cometisteis, porque no hay ley que os esté deteniendo ni que respetéis para que vosotros no cometáis las imprudencias y las maldades que hacéis.
Ciertamente, os repito, os merecéis el castigo que se vendrá, que será para vuestro bien, pero inmediatamente Yo os daré el dulce, para que no se quede solamente en vuestra mente y en vuestro corazón el castigo que, ciertamente, os lo merecéis, pero Yo, como Padre Bueno y amorosísimo, trataré que vosotros no sufráis tanto, porque os amo.
Todo esto servirá para que vosotros cambiéis vuestra mentalidad y regreséis a Mí, Mis pequeños, porque Yo quiero todo lo mejor para vosotros, porque Yo ya no vivo en vuestro corazón, ya no recibo vuestros agradecimientos, vuestras alabanzas o simplemente, vuestra compañía.
Yo Me merezco todo, porque Yo os he dado el don de la vida, pero vosotros lo estáis desperdiciando. No vivís una vida que esté dando fruto bueno, estáis produciendo fruto malo y tan es así, que estáis viendo los resultados a vuestro alrededor, porque no estáis viviendo en paz, en armonía, no estáis viviendo como verdaderos hermanos que se respeten unos a otros y se ayuden unos a otros. Solamente trabajáis para lo vuestro y si alguien os pide algo de lo vuestro, lo apartáis de vuestro camino y hasta con grosería.
Por eso el cambio va a ser benéfico, porque después de que os haga recapacitar lo que realmente sois ante Mis Ojos y que os veáis internamente, como Yo os veo, esto os hará recapacitar. Aquellos, en los cuales todavía exista el Amor en su corazón, lo tomarán para bien pero, ciertamente, todavía habrá almas que no crean todo este bien que Yo os voy a mostrar y que sigan rechazando Mi Presencia en ellos y alrededor de ellos.
¡Pobres hermanos vuestros, porque ellos van directamente a la condenación eterna! ¡Tanto se ha hecho por todos vosotros! ¡Tanto se os ha dado, hasta la última gota de la Sangre de Mi Hijo se vertió para vosotros y vuestro corazón no se conmueve en compasión ni en amor!
Para muchos de vosotros la Redención de Mi Hijo, Su Donación, Su Amor por vosotros, ha sido inútil. Por más que se os enseñe, que se os recuerde, que se os diga, no movéis vuestro corazón hacia un cambio verdadero de vida para ser un fruto bueno.
Orad por ellos, Mis pequeños, para que alguna alma de estas pueda tener un cambio favorable y con eso, ganar su salvación eterna.
Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
No os echéis la culpa unos a los otros de lo que cometéis, vuestro Juicio es personal, os juzgaré por lo que cada uno de vosotros hayáis hecho, como Me hayáis servido, como hayáis amado a vuestros hermanos, qué lugar Me disteis en vuestra vida, cuánto amor vivisteis para crecer espiritualmente y alcanzar vuestra santidad.
He hecho mucho por cada uno de vosotros, ahora, haced mucho por Mí también, Mis pequeños, para agradarMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios. El padre ama a los hijos y les enseña cómo amar, y los hijos, si son buenos, también amarán al padre, porque reconocerán todo lo bueno que se les dio para su crecimiento, para su vida, para su futuro.
Os amo, Mis pequeños, y dad todo lo que podáis porque os quiero de regreso en el Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual.
Hijitos Míos, Mi Padre, vuestro Dios, Me dio de regalo para toda la humanidad, Él se conmovió de todos los hombres cuando se vivía en obscuridad, cuando se vivía bajo la maldad de satanás y Me manda a Mí, Su Hijo para ser Luz del Mundo, Luz de las naciones, Soy un regalo para toda la humanidad, de ése momento, pasada y futura.
Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo, os vengo a dar el conocimiento del Cielo y vengo a vivir lo que se vive en el Cielo.
Esto es muy importante que lo entendáis, Mis pequeños, el vivir con las Enseñanzas que Yo os di y que Me visteis hacer, si vosotros las hacéis, estaréis preparando fácilmente vuestra entrada en el Reino de los Cielos. No sentiréis un cambio fuerte porque si empezáis a vivir el amor aquí en la Tierra, será fácil entrar en el Reino de los Cielos, por el amor que ya estabais viviendo aquí en la Tierra y que estabais dando como ejemplo, como Yo os lo di cuando estuve entre los hombres.
Yo, como regalo para la humanidad, Soy un regalo espiritual, Soy un regalo de crecimiento de vida, Soy un regalo para las almas. Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual, que vuestra alma esté limpia, que vuestra alma esté llena de amor, como cuando Yo Me presenté ante los pastores y ellos se llenaron de Mi Amor.
Yo quiero que vosotros, cuando os reunáis ante Mí, con vuestras familias, vuestra alma esté llena de amor. Os habéis acostumbrado, como os dije, solamente a dar cosas materiales, pero en vuestro corazón hay maldad, hay pecado, hay rencor. Las reuniones, que debieran ser de amor, muchas acaban en pleitos, porque tenéis problemas en vuestras familias y no os amáis verdaderamente los unos a los otros, aún siendo familia, aún siendo hermanos. Entonces ¿para qué os reunís si no vais a dar amor? Recordad que estáis ante Mi Presencia, Soy vuestro Dios y Salvador y la Evangelización que os vine a traer principalmente, es vida de amor.
Os debéis reunir llenos de vida, vida espiritual, que vuestra túnica sea blanca, que es vuestra alma la que debe estar limpia, como os pedí, en estado de Gracia. Que estéis vestidos correctamente para la Fiesta, ése es el mayor regalo que Me podríais dar y que podríais dar a vuestros hermanos, que sea una Noche de Paz, que sea un Noche de Amor, que sea una Noche para recordar que el Amor llegó a la Tierra y que debéis vivir el Amor entre todos vosotros para poder llegar, en algún momento, al final de vuestra misión, al Reino del Amor.
DadMe ése regalo, Mis pequeños, que vuestra alma esté limpia ante Mi Presencia. id al Sacramento de la Reconciliación, confesad vuestros pecados, arrepentíos de vuestra mala vida y veréis que recibiréis infinidad de Bendiciones el día de Mi Cumpleaños, el día en que os reuniréis ante Mi Presencia, porque, así, como los pastores recibieron infinidad de regalos y Bendiciones al ir a visitarMe, también éste año podréis recibir infinidad de Bendiciones de parte Mía, porque Me visitaréis con ésa alma de niños, con ésa alma pura, con ésa alma que busca su santidad, como la tenían aquellos pastores y que quiero que la tengáis vosotros.
Gracias, Mis pequeños.


jueves, 13 de enero de 2011

Revelaciones Privadas a José Luis Belmonte, Argentina




08/01/2011                                                    15:25 Horas.


Dice Santa María:

Amados hijos míos, cuándo comprenderán que tienen que estar siempre unidos, que en la unidad encontraréis la paz y la armonía adentro de vuestros corazones y avanzaréis todos rumbo al sendero que os ha de llevar al gran encuentro, rumbo a la luz que emana el Corazón de mi Hijo que llegará a cada uno de vosotros iluminando vuestras almas y purificando vuestros pecados, cuando todos toméis conciencia que de la única forma de poder ingresar al Reino de los Cielos y vivir la vida después de la vida será cuando confeséis vuestros pecados con total arrepentimiento y dolor, cuando abracéis vuestras cruces sin preguntar por qué tengo yo que llevar una cruz que me pesa pudiendo ser libre y no tener que cargar con ella, por qué todo me está pasando a mí y os desesperéis y preguntéis continuamente el porqué, y os preguntaré, por qué no vosotros y sí vuestros hermanos, en qué os diferenciáis de cada uno de ellos, porque mi Hijo la llevó hasta entregarse por cada uno, Él que estaba limpio de todo pecado, y tomó sobre sus hombros los pecados de todos vosotros y cargó la cruz y la besó y le pidió al Padre que os perdonara uno a uno, y vosotros qué habéis hecho en todos estos años, os pregunto y quisiera que ésta misma pregunta os detuvieran un instante y en el silencio total os la hicieran y escucharan desde su interior la voz que os dice, simplemente todo, habéis hecho todo, pero todo aquello que sabíais que mortificarías no sólo a vuestros hermanos sino a vuestro Padre, habéis abrazado la ambición y el poder, os habéis apartado del gran rebaño y al apartarte de él os separasteis de mi morada dejando solo a vuestro Hermano sin que nada os importara, sin pensar un sólo instante que Él os espera cada día y espera que os deis cuenta que tenéis que volver, pero volver envueltos en la Llama del Amor, la misericordia y la paz para ser un verdadero misionero de la palabra, para volver a ser un verdadero Hijo de vuestro Padre, para no volver a juzgar más a nadie sobre vuestra tierra, y todo lo contrario, llevar la cruz bien en alto, abrazarte a ella y a cada paso que dais besarla y poner a sus pies todo lo que vayáis haciendo durante vuestro día. Hijos míos, si no construyen un mundo basado en la regla más importante que es el amor, si no aprenden a tender vuestros brazos y tomar la mano de aquel que está caído y os lo ayudan a levantar, pero sin repetirle a cada minuto lo que habéis hecho, si se entregan desde el corazón a la oración y os hacéis verdaderos misioneros del amor de CRISTO JESÚS y salgas a llevar la palabra puerta por puerta, si no comenzáis a tratar de rescatar de la oscuridad a millones de vuestros hermanos que se encuentran perdidos entre ella y no les permite ver la luz del amor, esa luz que brilla en toda su intensidad marcando el sendero que os guía a CRISTO JESÚS, entonces todo se perderá, todo será soledad, todo será llanto e inmenso dolor, y vosotros, amados pequeños míos, seréis los únicos culpables de hacer que la belleza se pierda, que la rosa más bella ya no florezca y que el canto de las aves no se escuche más sobre toda la tierra y el sol se oculte para dar lugar a la inmensa noche que os traerá lluvias, tormentas, huracanes, las altas cumbres harán escuchar su rugir arrojando fuego y lava sobre pueblos, y la tierra, vuestra tierra, no dejará de moverse continuamente, donde hay hielo habrá desiertos de arena y donde hay desiertos de arena habrá témpanos de hielo, y llegará lo peor, cometeréis el peor error que hará enlutar a una gran parte de vuestro mundo, caerá fuego lanzado por el hombre sobre pueblos y naciones, y todo eso ha de ser si no comienzan a vivir en unidad, si no retoman el sendero a mi morada, si no confiesan, como os he dicho, vuestros pecados, si no ponéis vuestras rodillas en tierra y piden perdón, si no rompen las ataduras por las cuales el ángel desterrado no os permite ir al gran encuentro. Amados hijos míos, nosotros os amamos, vuestro Padre os ama y ya os he dicho y os volveré a decir con la sencillez más grande en cada una de mis palabras, no os dais cuenta que he venido por pedido de mi Señor a decirles que les está dando una nueva oportunidad y vosotros no escuchan, por qué no os detenéis aunque sea un instante a oír, por qué están tan apresurados detrás del poder y riquezas que de nada os servirán, no comprenden que vosotros mismos estáis llevando a vuestro mundo a un final, no pueden comprender que vuestra tierra agoniza, y si ella agoniza con ella agonizarán todos vosotros, no pueden comprender que tienen que volver a estar unidos y no separados y peleados entre hermanos como os encontráis todos vosotros, cada uno se encuentra sumergido en distintas religiones habiendo abandonado la casa del Padre, habiéndole dado la espalda a mi Hijo, no escuchando mis pedidos y mis súplicas de Madre de todos vosotros, hasta cuándo estaréis en semejante postura, hasta cuándo tendrán que sufrir tantos pequeños porque vosotros sólo piensan en ambiciones y ser los dueños de todo, y de esa forma llevan a la agonía, al sufrimiento, al dolor, a las injusticias más crueles a millones de mis hijos, dónde estáis vosotros, amados Hijos predilectos, que no salen, dónde os encontráis que no escucho vuestras voces levantándose sobre aquellos que manchan mi morada y que masacran y persiguen a vuestros propios hermanos, es que estáis tan ocupados en pelear también por el poder que no podéis salir a defender mis muros y a muchos pastores como vosotros que son castigados y perseguidos igual que vuestros rebaños, hasta cuándo estaréis quietos y dejándose someter, si vosotros sabéis que en la unidad, en la oración, retomarán el sendero y entonces el mundo volverá a florecer y el mundo volverá a levantarse en la unidad y el amor y caminarán todos juntos, no habrá ya nunca más dolor sobre la tierra ni oscuridad, pero para ello tenéis que todos volver a unirse, no pueden seguir habiendo diferencias entre todos vosotros, no podéis seguir en la oscuridad y en el silencio, llegó la hora en que unidos vosotros a mis milicias celestiales salgáis a combatir contra el ángel desterrado, contra las fuerzas del mal, nada tenéis que temer, yo estoy entre vosotros, yo iré al frente de ella como capitana y Madre de todos vosotros. Despierten amados hijitos míos, vuelvan al sendero de la luz, vuelvan a la unidad de los pueblos, vuelvan a mi morada, vuestra morada, y en ella haced que su luz se eleve sobre los continentes y de esa forma esté de pie entre cantos y alabanzas para recibir a mi amado Hijo que muy pronto ha de descender para volver a caminar entre vosotros, para guiarlos como buen Pastor y para enseñarles a vivir una vida plena en el amor, la paz, la misericordia y el eterno amor. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

10/01/2011                                                    04:00 Horas.


Dice Santa María:

Hijos míos, cuántos de vosotros realmente estáis al servicio de mi Iglesia, cuántos sienten en vuestros corazones la Llama del Amor que he depositado para que la trasmitan a su vez a todos mis pequeños, cuántos salen a caminar y observan el dolor de todos vuestros hermanos de los pueblos y naciones que están siendo llevados por un sendero de injusticia y de dolor, cuántos ven en las miradas el pedido de ayuda, de encontrarse entre vosotros para hablar, para que os escuchéis, cuántos de vosotros habéis aprendido a acompañar a todos aquellos que viven en la más inmensa pobreza y luchar desde la palabra, hasta todo lo que tengáis a vuestro alcance, para que os oigan los gobernantes y miren a sus pueblos y los asistan en los momentos por los que os toca atravesar, cuántos de vosotros cuidan de la madre tierra, de la naturaleza, cuántos observan a todos aquellos que se apartaron de mi rebaño y van en su búsqueda y os preocupan porque se alejaron de la morada, se alejaron del rebaño y están solos, perdidos en medio de las tinieblas y han quedado a merced del ángel desterrado, que si no los vais a buscar, tened la más plena seguridad, que con inmensa astucia llegará a cada uno de ellos y con inmensos engaños los conducirá rumbo al sendero que en su final les ha de arrebatar sus almas. Por eso hoy os pregunto para que a su vez hagáis conocer mi pregunta a todos vuestros hermanos, y especialmente a mis Hijos predilectos, está muy claro que me gustaría que fueran sinceros y me dijeran lo que nosotros estamos observando desde ya hace muchos años, un total abandono entre todos, un total desinterés por aquellos que tanto sufren y padecen, un total desinterés por llegar a cada uno de ellos y sentarse a hablar y conducirlos de vuelta a mis muros y de esa forma no permitir que ninguna de mis criaturas ya más sean arrebatadas de mi morada, todos quieren vivir en un mundo de armonía y paz, pero nunca os preguntasteis quiénes son los culpables de no vivir en ese mundo, no pensasteis por un sólo minuto qué hicieron cada uno de vosotros para que esa paz y esa armonía se extienda sobre todos los continentes en vez de permitir y alimentar en las mentes de muchos las guerras, las discusiones, el odio, los rencores, las envidias como hoy hay en toda vuestra tierra sin importaos de nada el mal que muchas veces estáis cometiendo y el dolor que lleváis a vuestros hermanos, pero no os diré quiénes sois los culpables de tanta dejadez, porque si os ponéis una mano en vuestros corazones os daréis cuenta que todos sois culpables de lo que está sucediendo sobre todos los continentes, no podéis decir que no sois culpables porque todos sabéis, amados hijitos, que es tan culpable aquel que ejecuta como aquel que permite o hace que está mirando para otro lugar y no se dan cuenta, y os aseguro que muchos de vosotros sois los que miran para otro lugar con tal de no comprometerse y no salir en la defensa de ese hermano que tanto sufre y es sometido a las más crueles injusticias, hay entre todos vosotros una palabra que os venimos escuchando desde ya hace muchísimos años, es una palabra que vosotros habéis inventado que es no me debo METER porque si lo hago me traerá problemas y no quiero problemas, total a mí no me está sucediendo, y no os podéis dar cuenta primero que estáis abandonando a un hermano y que después vendrán por vosotros, y cuando eso ocurra qué haréis, a quiénes culparán de lo que os está ocurriendo a vosotros, a todos en vuestro mundo os puedo yo decir hoy con total dolor, a mi amado Señor como siempre lo hacéis cuando repiten continuamente por qué Señor me ocurre esto a mí, qué he hecho de malo, si cumplo yendo a vuestra morada, oyendo misa y confesando mis pecados, pero os olvidáis de algo importante que no sólo eso es vivir en comunión con CRISTO JESÚS, para vivir en eterna comunión con Él hay que caminar, y al caminar llevar su palabra y de esa forma evangelizar, hay que vivir en la sencillez, en la modestia y no levantar la voz nunca sino hablar, hacer comprender que lo que están haciendo no es lo correcto, enseñarles a vivir en unidad y a amar a todos vuestros hermanos por igual, a que tienen que estar todos unidos y no separados como lo están en estos tiempos. Por eso, amados hijitos, ya no culpéis más a mi Hijo, a vuestro Padre, al Espíritu Santo, a mí, vuestra Madre, a los Santos culpándolos de todo aquello que os ocurre y os pasáis diciendo que no os escuchamos, que no os ayudamos, que os dejamos sumergirse en las aguas turbulentas y hundirse en la más inmensa oscuridad, hace cuántos años que en todos los continentes ven mi presencia, hace cuántos años que a través de mis hijos e hijas que he elegido os hago llegar mis palabras, os advierto, os guío, os ruego que se unan, que no os separéis más del sendero de la luz, y a vosotros, amados pequeños, os digo desde mi corazón y quisiera que al leer esta pregunta reflexionen pero realmente y con la más inmensa sencillez digáis la verdad, sabéis que no os detenéis, amados hijitos, nunca, siguen cometiendo lo mismo y no paráis a darle la mano a  aquellos pequeños que tanto sufren, dejasteis que mi Iglesia en muchas partes de vuestro mundo sea manchada, no os importa si muchos de mis Hijos predilectos son injuriados y perseguidos, si son encarcelados, entonces, amados pequeños, no todos, pero aquellos que habéis permitido todo esto igual que aquellos Hijos predilectos que también os callan la boca y no salen en la defensa de sus hermanos, no podéis venir a decirnos por qué os ocurren algunas cosas que os hacen sufrir porque nosotros, tenéis que tener la más plena seguridad, nada tenemos que ver, sois vosotros mismos los que generan todo lo que os ocurre y están generando el final de los tiempos porque muchos de vosotros alimentan, os repito, tanto odio en vuestros corazones en vez de amor, el amor, hijitos míos, es lo único que ha de salvar vuestras almas y vuestro mundo, si no hay amor, si no tenéis esperanza, si no profesáis la fe, entonces estará todo perdido y sólo habrá oscuridad y en medio de esa oscuridad mucho dolor en todos los corazones de mis amados pequeños. Quiero decirles que los amo, os lo repito todos los días y cada minuto, que estoy entre vosotros es la verdad que no queréis ver y que no quieres comprender, que sufro y de mis ojos parten lágrimas por el inmenso dolor por el cual me hacéis atravesar, por eso hoy os ruego y os pido a través de mi Hijo que os unan y comiencen la gran unidad, es la última oportunidad que mi amado Señor os entregará, Él os ama, tenéis que comprenderlo, no os perdáis más entre las tinieblas, vuelvan a mi morada, confiesen, pequeños míos, vuestros pecados pero no vuelvan a caer nunca más, mantengan vuestras almas limpias, que sean la luz de esta nueva era, que sean la luz de las nuevas generaciones y construid entre todos de vuelta el Reino de mi amado Señor, haced una Iglesia fuerte y SANTA, sí, hijitos míos, SANTA como lo es en el REINO DE LOS CIELOS, y venid a mi encuentro y al encuentro de vuestro Padre, Hijo y Espíritu Santo unidos en la divina trinidad y el amor. Yo os pido desde mi corazón de Madre, volved y amaos unos a otros, os ruego amados hijitos míos, os ruego. Os amo. Amén.
SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.

lunes, 3 de enero de 2011

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Dic 07_10 Estando Conmigo, Mis pequeños, ya no debéis temer a nada.
Rosario vespertino


Temas:
• Los ayudaréis a vivir Conmigo, les enseñaréis lo que os he enseñado a todos los grupos que he escogido, como el vuestro, alrededor del mundo.
• Si vosotros Me dierais vuestra libertad, avanzaríamos más rápido y empezaríais ya a gozar lo que os quiero dar.
• La finalidad de estos Mensajes que se os han dado alrededor del mundo, es para que conocierais Mi Amor.
• Vuestra mente no alcanza a imaginar lo que Yo, vuestro Dios, os daré y daré a los vuestros. Confiad y venid.
• Uníos de corazón cada uno de vosotros, con todos vuestros hermanos alrededor de la Tierra y todos unidos a Mí, vuestro Dios para vencer las fuerzas de satanás.
• Yo estoy con vosotros, Mis pequeños, para enseñaros el camino, para tomaros de la mano y llevaros hacia este Mundo Nuevo.


Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.


Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Los ayudaréis a vivir Conmigo, les enseñaréis lo que os he enseñado a todos los grupos que he escogido, como el vuestro, alrededor del mundo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y todo lo que veis y tenéis, Me pertenece, Yo os lo he dado a todos vosotros, pero muchos de vuestros hermanos no agradecen lo que tienen y no aprecian Mi Obra en sus vidas.
Estoy con vosotros y Me Manifiesto a vosotros, porque vosotros sí apreciáis lo que os doy, apreciáis cada momento de vuestra vida, Me lo agradecéis y Me lo ofrecéis. Ciertamente tenéis olvidos y distracciones, pero también volvéis tan pronto podéis, y por eso os amo tanto, porque estáis continuamente recordándoMe, en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestras palabras, en el ejemplo que dais a vuestros hermanos. Os amo mucho, Mis pequeños, y así quiero que esté toda la humanidad, como vosotros, unidos en familia, Conmigo, con vuestro Padre y vuestro Dios, deseando siempre el Bien hacia los demás, sabiendo que este Bien se ha de regresar hacia vosotros.
Cuando un alma buena busca el Bien en su corazón, Yo Me regocijo y Me entrego a esa alma, esa alma Me recibe y se llena de más Amor, Sabiduría y Bendiciones y así esa alma se vuelve a dar, porque es tanto lo que Le doy al alma, que ella lo da a sus hermanos y así, también, el alma, llena de Mí, se regocija de poder dar a sus hermanos las cosas bellas que Yo le doy, que vive y que goza.
Así se va a ir formando la nueva familia sobre la Tierra, Mis pequeños, a partir de Mi Presencia en vuestra vida y sobre todo en vuestro corazón, aceptándoMe a Mí como lo más importante en vuestra vida.
Poco a poco vuestros hermanos irán entendiendo lo que ya os he explicado a vosotros, vosotros los ayudaréis a crecer, los ayudaréis a vivir Conmigo, les enseñaréis lo que os he enseñado a todos los grupos que he escogido, como el vuestro, alrededor del mundo. Os he dicho que sois Mis apóstoles de estos tiempos y será una tarea bellísima y que gozaréis inmensamente, que es la de transmitir Mi Vida a vuestros hermanos. Gozaréis Mi Amor en vuestra vida, gozaréis Mi Vida en vosotros y, sobre todo, no solo por tenerLa, sino por darLa.
Ante vosotros estoy, Mis pequeños y os Bendigo, Bendigo a los vuestros, Bendigo vuestra vida, os Bendigo con Mi Amor y la Sangre Preciosa de Mi Hijo, que Se dio por vosotros, os purifique y os fortifique para los momentos que vendrán, en donde necesitaréis una Fuerza especial, Divina, Celestial, para que vosotros salgáis airosos de la prueba y que también podáis ayudar a vuestros hermanos a salir victoriosos de ella. El Cielo entero está ayudándoos, no os preocupéis, dejad que Yo tome las riendas de vuestra vida y la de vuestros hermanos, para que todo salga de acuerdo a Mi Voluntad y veréis lo que Yo, vuestro Padre, puedo hacer para el futuro de la humanidad.
Cosas bellísimas y grandísimas os esperan, si estáis Conmigo, si dejáis que Yo actúe en vuestra vida y, sobre todo, si aceptáis en Fe lo que Yo haga en vosotros y en este Mundo Nuevo que os voy a dar.
AgradecedMe de corazón que esté Yo en vuestra vida y gozad de Mi Presencia en vosotros, porque hay tantos de vuestros hermanos que no toman en cuenta Mi Presencia y Mi ayuda en su vida. AgradecedMe en el nombre de ellos.
Yo os Bendigo, en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el de Mi Espíritu Santo, Amén, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Si vosotros Me dierais vuestra libertad, avanzaríamos más rápido y empezaríais ya a gozar lo que os quiero dar.
Hijitos Míos, he hecho mucho en vuestro corazón, lo he abierto a Mi Amor, vosotros mismos sentís que no sois los mismos de años pasados a como estáis ahora, con lo que os he enseñado. Tenéis una Sabiduría Santa, recibida directamente de Mí. Es Mi Sabiduría Santa, recibida directamente de Mí, vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad y por parte también de Mi Hija, la Siempre Virgen María. Vuestra vida debe haber cambiado ya y ahora podéis estar seguros que estáis viviendo ya más en el Amor, en el Amor que Yo os he pedido que viváis, porque es el Amor que os encontraréis, en más alto grado, cuando os unáis a vuestros hermanos del Cielo.
Vosotros debéis todavía luchar contra las fuerzas del mal que os rodean, y que el mismo mal impide que vosotros crezcáis más, por eso deberéis pedirMe, continuamente, que os vaya apartando cada vez más de lo que es del mundo, para que viváis más íntimamente Conmigo y así vayáis entendiendo Mis Designios de Amor que se os han dado a lo largo de la historia.
Ciertamente con Mi Hijo tuvisteis esas Enseñanzas directamente de Él, ya fuera a través de Su Palabra, ya fuera a través de su Su actuación, pero tuvisteis estas Enseñanzas palpables en el mundo, no contadas por nadie, sino que vosotros las vivisteis, porque es lo que se os ha dado en las Sagradas Escrituras, es Palabra Viva, Divina y eficaz.
Mis pequeños, estáis llamados a ser grandes, pero esto solamente vosotros, con vuestra donación, lo podréis lograr, por eso os pido tanto que seáis dóciles a Mi Voluntad y Mi Voluntad es llevaros hacia la perfección en el Amor.
Todavía tenéis mucho, mucho en qué avanzar. Yo Soy vuestro Padre y Soy el gran Maestro del Amor y por eso deseo llevaros a niveles altísimos, primeramente, hacia donde estaban vuestros Padres y luego, todavía a ser superada esa etapa tan grande que les di a ellos, porque sois sus descendientes y porque Mi Bien es Infinito, nunca se acaba. Ellos tenían que ser llevados también cada vez más a niveles espirituales más altos de lo que ya estaban y os toca a vosotros, ahora, por ser sus descendientes, por ser sus hijos esta Gracia tan grande y así iréis creciendo cada vez más y más en Mis Misterios de Amor, en Bendiciones, en capacidades del alma y aún del cuerpo.
Con esto os podréis dar cuenta que os quiero llevar a regalos inimaginables, pero para ello, solamente requiero vuestra voluntad totalmente suelta a Mí y que seáis dóciles a Mis Inspiraciones Paternas.
Los padres siempre quieren lo mejor para los hijos y sois Mis hijos y quiero grandes cosas para vosotros. Entendedlo, dejadMe que Yo ya actúe en libertad para vosotros, porque sois grandes, porque sois hijos Míos, hijos de un Dios, hijos de un Dios Creador.
Así como Yo no escatimo en daros grandes cosas, vosotros ya no escatiméis en que os deis plenamente a Mi Voluntad.
Mi Voluntad tiene que volver a reinar sobre los hombres y sobre todo lo creado y hacia allá os estoy llevando. Si vosotros Me dierais vuestra libertad, avanzaríamos más rápido y empezaríais ya a gozar lo que os quiero dar. Realmente vosotros sois los que impedís Mi Paso, pero Yo respeto vuestro libre albedrío.
Iréis viendo poco a poco cómo se irá renovando todo y es cuando entenderéis todas Mis Palabras y todo lo que he hecho en el pasado para mejoraros. Por lo pronto, en Fe y en amor, agradecedMe lo que estoy haciendo con vosotros y lo que voy a hacer con toda la humanidad.
Os Bendigo, Mis pequeños, gracias por estar Conmigo, con vuestro Dios.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: La finalidad de estos Mensajes que se os han dado alrededor del mundo, es para que conocierais Mi Amor.
Hijitos Míos, la finalidad de estos Mensajes que se os han dado alrededor del mundo, es para que conocierais Mi Amor. El Amor de todo un Dios que os creó para amarMe y ser amados por Mí.
El hecho de que estéis ya Conmigo, os debe llenar de una paz infinita y de un Amor excelso. Estáis conociendo ya el Amor de vuestro Dios y Creador, cómo os he cuidado a lo largo de vuestra vida, desde la concepción.
Si vosotros os detenéis un momento, si os adentráis en vuestro corazón y repasáis vuestra vida, y realmente os ponéis a recordar cada momento de vuestra vida, en donde Yo he estado, veréis que nunca Me he apartado de vosotros. Aún en los momentos difíciles, ahí he estado Yo, acompañándoos, protegiéndoos, ayudándoos a resolver vuestros problemas, ayudándoos a crecer espiritualmente, ayudándoos y acompañándoos a ayudar a vuestros hermanos en sus necesidades. Compartiendo Mi Sabiduría con vosotros, tantas y tantas cosas con que Yo os he ayudado a cada uno de vosotros y, si realmente os dais cuenta de corazón, de Mi Presencia en vuestra vida, lo único que os queda a vosotros, es el agradecimiento de corazón hacia Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador. Soy el Amor, Soy el Verdadero Amor que vuestro ser debe seguir y buscar.
Estando Conmigo, Mis pequeños, ya no debéis temer a nada, aún a pesar de los acontecimientos que se os han anunciado que han de venir, que serán muy destructivos por un lado, pero constructivos por el otro. Vosotros, ya no debierais inmutaros ni temer ante lo que se os venga, puesto que ya estáis llenos de Mi Amor y, al estar llenos de Mi Amor, deberéis confiar plenamente en lo que Yo, vuestro Padre, vaya a hacer en la humanidad entera, en vuestro mundo y en el universo.
¿O qué acaso los niños pequeños cuestionan el actuar de sus padres? Cuando sois pequeñitos, simplemente os dejáis mover por lo que vuestros padres quieran de vosotros. Si vuestra madre quiere cambiar un mueble de un lugar a otro, vosotros no lo cuestionáis, simplemente lo aceptáis y así será en estos tiempos. Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, haré cambios en la Tierra, haré cambios en los corazones de los hombres y no Me deberéis de cuestionar, y es Mi Mundo, es el Mundo que Yo he compartido con vosotros y que Me lo estáis destruyendo. Os lo di para que lo cuidarais y en lugar de cuidarlo, lo vais destruyendo poco a poco.
Con vuestra vida sucede lo mismo, ciertamente es vuestra, pero Yo os la concedí y es vuestra para que la cuidarais y que algún día Me la tendríais que devolver, pero poco a poco la habéis destruido y no habéis alcanzado esos niveles de espiritualidad que Yo quería que alcanzarais. No lograsteis hacer esa familia Celestial que Yo quería que hicierais aquí en la Tierra, puesto que si hubierais seguido las Enseñanzas de Mi Hijo y os hubierais unido todos en esas Enseñanzas y Amor que os dejó, ya debierais haber constituido esa familia Terrena y que se iba a unir perfectamente a vuestra Familia Celestial.
Tantas y tantas cosas que Yo le pedí al hombre que siguiera, pero el hombre se dejó llevar más por las insidias y consejos malos de satanás e hicisteis a un lado todo lo que Yo os pedí, pero sobre todo, lo que Yo os pedí que cuidarais más, era vuestra alma, vuestro cuerpo y todo lo creado en la naturaleza, en vuestro mundo, en el universo. Y por eso, Mis pequeños, tengo que detener ya todo el mal que os está rodeando, pero sobre todo que se ha introducido a vuestro corazón y que os impide llevar a cabo la tarea que se os encomendó. Ya no sois capaces de hacer lo que Yo os pedí, porque no estáis Conmigo, porque no dejáis que sea Mi Presencia en vosotros la que os aconseje. Queréis caminar como un niño crecido, soberbio, incapaz y así está la humanidad entera, queriendo caminar y hacer las cosas sin Mi Guía Paterna y Sabia y, como no quiero que sigáis echando a perder todo, empezando con vuestra alma, vengo a detener el poder de satanás, para que no os siga dañando a vosotros y siga dañando todo lo creado.
Ciertamente os va a doler un poco este cambio, y a otros mucho, pero será para vuestro bien y luego Me lo agradeceréis, Mis pequeños, cuando veáis todo lo que recuperaréis con Mi Poder y con Mi Gracia.
Vosotros no tenéis esas capacidades, Yo sí las tengo, porque Soy vuestro Dios y Creador. Os enseñaré cómo era todo en el Principio, cómo fue el Paraíso Terrenal, que les di a vuestros Primeros Padres. Conoceréis los Misterios pasados, os daréis cuenta de los errores tan graves y tan grandes a los que os llevó satanás a lo largo de los siglos, conoceréis el Misterio de la Redención y Me agradeceréis Infinitamente lo que se logró con ello.
Conoceréis vuestra vida, lo que Yo os di, el potencial Divino que tenéis en vuestro corazón, en vuestra alma, en todo vuestro ser pero que, por desgracia, quisisteis caminar solos, no aprovechasteis todo ese potencial. Conoceréis tantas cosas que se cerraron a vuestra mente y a vuestro corazón por causa del Pecado Original y cuando conozcáis todo ello y que se os devolverá, saltaréis de alegría y, espero ver el agradecimiento grande de vuestro corazón hacia Mí, por todo lo que os he dado y que todavía os daré.
Con todo esto os quiero dar a entender que Mi Bondad se ha derramado sobre vosotros a través de los siglos. Que Yo no Soy ese Padre malo y destructivo que muchos creéis que Soy. Conoceréis Mi Bondad Infinita y así, lo que pensabais de Mí, será borrado y alabaréis Mi Santo Nombre por todo lo que Yo os he dado, Mis pequeños, y sobre todo porque fuisteis cuidados desde vuestra concepción y Mis Brazos siempre se abrieron para estrecharos cerca de Mi Corazón, para perdonar vuestros pecados, para enjugar vuestras lágrimas, para compartir vuestras alegrías. Siempre estuve ahí junto a vosotros, pero no Me hacíais caso. Todo esto lo sabréis y os lo quiero dar, Mis pequeños, para que Me conozcáis en profundidad y conozcáis lo que es el Verdadero Amor de todo un Dios que os creó.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Vuestra mente no alcanza a imaginar lo que Yo, vuestro Dios, os daré y daré a los vuestros. Confiad y venid.
Hijitos Míos, todos vosotros, los que estáis viviendo actualmente sobre la Tierra, venís sufriendo el proceder de vuestros parientes, de vuestros hermanos que os antecedieron y que su pecado os sigue afectando.
Ahora vosotros estáis recibiendo en pleno, Mis cuidados y Mi Amor, porque así, vosotros podréis detener toda esta ola de maldad que se desarrolló a través de los siglos y que no quisieron detener vuestros ancestros.
Es el tiempo, Mis pequeños, en que Mi Gracia os tocará, en que viviréis momentos bellísimos de Mi Amor y gozaréis el que os haya tocado estos momentos de la historia de la humanidad, para que pudierais vosotros detener la maldad de siglos al volveros hacia Mí, hacia Mi Amor.
El solo deseo vuestro del cambio, eso os da una Gracia muy grande y, además, ese deseo cae sobre toda la humanidad. Por eso os pido, Mis pequeños, que os llenéis de buenos deseos y estos, os aseguro, se van a materializar para el bien vuestro y para el de todos vuestros hermanos.
Recordad que para hacer un bien, éste siempre nace primero en vuestro corazón y luego lo realizáis, lo mismo sucede cuando hacéis un mal, lo meditáis en vuestro corazón y luego lo realizáis.
Si os he dicho que ahora viviréis en un Bien, ya desde ahora, Mis pequeños, empezad pues a llenar vuestro corazón de todas las cosas bellas que Mi Santo Espíritu os dé en vuestra mente y en vuestro corazón, para que vosotros la vayáis potencializando y estas se realicen en vuestra vida y en la de vuestros hermanos.
Dejad ya a un lado todo aquello que os pueda dañar y que pueda dañar a vuestros hermanos. Todas las malas acciones, todos los malos pensamientos, todos los malos tratos con que os habéis venido atacando mutuamente, dejadlo ya a un lado. Si sois Mi familia de la Tierra, que os uniréis a la del Cielo, deberéis ser como Mi Hijo os enseñó.
Cada uno de vosotros meditad esto y pedid Mi ayuda, Mi Gracia, para que vosotros vayáis cambiando hacia lo bello y santo que quiero de cada uno de vosotros.
El vivir en el amor es lo más grande que pueda tener un alma. Si el alma Me busca, si el alma se llena de Mí, entonces vuestro ser, tenderá hacia la santificación, hacia la Verdad, hacia llenarse de Mi Amor.
Amor os vino a dar Mi Hijo, por Amor Yo os creé, el Amor todo lo contiene, vosotros deberéis de volver a vivir en el Amor. No podéis vosotros solos lograr esto, necesitáis forzosamente acudir a Mí, porque Yo Soy la Fuente del Amor y si no venís a Mí, y Me lo pedís, no lo podréis conseguir por otro lado.
Estoy Yo aquí esperando, Mis pequeños, a que vengáis a beber de la Fuente del Amor y os llenéis de Mí, para que ya cambiéis, primeramente vosotros, para que os llenéis de Mi Vida, y la podáis dar a vuestros hermanos y los atraigáis a ellos también hacia la Fuente de Mi Amor.
Vosotros fuisteis escogidos, desde antes de que nacierais, para estos momentos de la humanidad. Disteis vuestro “fiat”, disteis vuestro “sí” para que Yo pudiera actuar en vosotros, en vuestra vida, para el bien de vuestros hermanos, para el bien de Mi Reino. Os lo agradezco, Mis pequeños, y vuestra recompensa será grande. Poco tiempo falta ya para que se una plenamente el Cielo con la Tierra y gocéis, Mis pequeños, las Gracias y Bendiciones que Yo os quiero dar, pero os pido que os soltéis a Mí y a Mis Deseos.
Esto os lo repito tanto, Mis pequeños, porque teméis vosotros soltaros a Mí, teméis a lo desconocido, pero os he dado toda una Evangelización de Amor para que Me conocierais. Vosotros ya no podéis temer el que os soltéis plenamente a Mí, debierais desear ya ese momento y a ojos cerrados venir a Mí y a ojos cerrados aceptar Mis indicaciones, porque debéis ya confiar plenamente en Mí, vuestro Dios, como niños pequeñitos, como niños confiados al amor de sus padres, sabiendo que ningún mal vendrá sobre vosotros. No soportaría, Mis pequeños, que de vosotros saliera duda, que de vosotros no hubiera una confianza plena hacia Mí, porque os he dado tanto y por tanto tiempo, que ya no debe haber ni en vuestra mente ni en vuestro corazón, ningún tipo de duda.
Venid a Mí, os lo pido, Mis pequeños, y veréis hasta dónde os puedo llevar. Vuestra mente no alcanza a imaginar lo que Yo, vuestro Dios, os daré y daré a los vuestros. Confiad y venid.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Uníos de corazón cada uno de vosotros, con todos vuestros hermanos alrededor de la Tierra y todos unidos a Mí, vuestro Dios para vencer las fuerzas de satanás.
Hijitos Míos, os prevengo, no os dejéis intimidar por todo lo que satanás provocará en vuestro mundo, porque quiere vuestra destrucción y no quiere el Bien Supremo que os voy a conceder. Actuará como fiera herida, tratando de destruir todo aquello que se le ponga enfrente (Lenguas…) Tratará de destruir todo aquello y aquellos que se interpongan entre su maldad y Mi Amor.
Será una lucha tremenda, Mis pequeños, en donde él luchará nuevamente contra Mi Amor, pero Mi Amor que está ya en vuestros corazones.
Si primeramente, antes del Tiempo, él atacó Mi Amor, vosotros después, en Mi Creación, recibisteis Mi Amor, para que Lo cuidarais en vuestro corazón y ahora él tratará de destruir esa parte de Mí, que tenéis cada uno de vosotros, porque habéis abierto vuestro corazón para recibir Mi Amor Divino.
Tratará de destruir todo lo creado que Yo os di para vuestra recreación y para vuestra vida humana. No quiere saber nada de lo que el Amor hace, quiere destruir todo, porque él Lo perdió. Así que, todo lo visible e invisible, tratará de destruirlo y esa es la gran lucha en la que estáis ya ahora, Mis pequeños, pero si vosotros os llenáis de Mi Amor y os mantenéis en Él, pase lo que pase, lo podréis vencer.
Os he dicho que vosotros tenéis una partecita Mía, de Mi Amor. Sabéis que a Mí no Me puede vencer porque Soy su Dios y Creador. Si vosotros os mantenéis aislados, en la forma individualista en la que habéis vivido, no tendréis una gran fuerza para atacarlo, pero si vosotros os unís y unís ese Amor, ese pequeño Amor que tenéis Mío, cada uno de vosotros, entonces os uniréis en un Amor grande y Poderoso que lo vencerá fácilmente, por eso os he pedido tanto la unión, la unión de voluntades, la unión de corazón, la unión en Mí, vuestro Dios, y así es como la humanidad, el resto fiel, vencerá, porque os uniréis en Mi Amor, en Mis Potencias Amorosas y satanás no podrá contra ellas.
Por eso os pido nuevamente la unión, Mis pequeños, que os unáis de corazón con vuestros hermanos alrededor de la Tierra, que os unáis con vuestros hermanos del Cielo, con vuestros hermanos en el Purgatorio, que os unáis fuertemente en Mi Amor, para que podáis vencer a satanás. Mientras más os vayáis uniendo, él irá perdiendo su poder, porque el Amor, Mi Amor, el Verdadero Amor lo irá debilitando y así es como será vencido al final por un Soplo, sí, un Soplo.
Espero pues, Mis pequeños, que entendáis esto y que ya no os mantengáis en forma individual, uníos de corazón cada uno de vosotros, con todos vuestros hermanos alrededor de la Tierra y todos unidos a Mí, vuestro Dios para vencer las fuerzas de satanás y disminuir los acontecimientos de la Purificación. El Amor lo puede todo, porque Mi Amor es Infinito.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Yo estoy con vosotros, Mis pequeños, para enseñaros el camino, para tomaros de la mano y llevaros hacia este Mundo Nuevo.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, que os cuido y sobre todo en estos tiempos de cambio.
Satanás Me teme, satanás no se acerca a Mí, satanás quiere destruir a aquellos hijos Míos, a aquellos que están junto a Mí, que Me buscan, pero sobre todo, que Me invocan.
Para eso han sido tantas apariciones, Mis pequeños, alrededor del mundo, para que vosotros os acordarais que tenéis una Madre, que cuidándoos está. Una Madre que os está protegiendo contra las garras de satanás, contra la fiera hambrienta, contra aquella fiera que quiere destruir vuestra vida y la de los vuestros.
Estos son tiempos en que os estoy cuidando, Mis pequeños, tiempos, en los cuales la Mujer vestida de Sol con la Luna bajo Sus Pies, arrollará a satanás y a sus secuaces. He de destruir la maldad de satanás y sus ataques contra vosotros.
Por eso os pido, Mis pequeños, que os acerquéis a Mí, que estéis Conmigo, que busquéis Mi Gracia, que busquéis Mi Amor, que busquéis Mi Protección, porque todo lo que Yo hago y haré por vosotros, es la Voluntad de Nuestro Padre y Nuestro Dios.
Debéis volver, Mis pequeños a los momentos bellos de vivir en familia, del vivir bajo la Voluntad de Nuestro Padre Dios, que Yo acepté con Mi “Fiat”. Se hizo en Mí, Su Santa Voluntad y tuvisteis, Mis pequeños, la Redención.
Quiero de cada uno de vosotros, también ese “fiat”. Los hijos aprenden de los padres, vosotros sois Mis hijos, vosotros debéis dar ese “fiat”, porque Yo, vuestra Madre lo di y si Yo os llevé en momentos grandísimos y bellísimos de la humanidad al traeros a Mi Hijo, con vuestro “fiat”, también os uniréis a momentos grandísimos y bellísimos en la vida por venir de todo el género humano, del resto fiel que quedará, porque abrieron también su corazón hacia el Amor de Mi Hijo.
Son momentos de historia, Mis pequeños, que recordarán vuestros descendientes, son momentos de cambio, en donde vosotros sois protagonistas de este cambio y que venceréis porque vivís en el Amor, en el Amor que os dio Mi Hijo, el Amor que obró en Mí para que Yo fuera la Madre del Salvador, el Amor que va a cambiar a este mundo por el mundo bello que se les dio a vuestros Primeros Padres y que volverá ahora.
Estáis a momentos, Mis hijitos, del gran cambio, del cambio benéfico que tendrá el resto fiel. Es la Promesa de Nuestro Dios que se hará patente en vuestras vidas y Yo estoy con vosotros, Mis pequeños, para enseñaros el camino, para tomaros de la mano y llevaros hacia este Mundo Nuevo, al Mundo del Amor, porque el Amor habitará entre vosotros. Mi Hijo vivirá con vosotros, Mis pequeños, el resto fiel se ganará este gran regalo por Fe, por confianza y sobre todo, por un Amor muy especial que nació y ha crecido y se ha aumentado en vosotros por haber buscado la Fuente del Amor.
Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os siga alentando, os siga cuidando, os siga aliviando de los dolores y heridas que os causa satanás por defender la Obra de Mi Hijo. Y os vuelvo a repetir, satanás no puede contra Mí ni contra Mis hijos, por eso os pido os mantengáis junto a Mí, junto a Mi Hijo y os llevaré a todos hacia la vida que Nuestro Padre ha escogido para vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María, a J. V. - Septiembre 26/2010



Sept 26_10 Un tiempo más tendréis de arrepentimiento y para reparar vuestro mal.
Rosario vespertino
Temas:
  • Tendréis Luz de Mi Santo Espíritu sobre vosotros, y sabréis qué hacer con todos los regalos espirituales que recibiréis.
  • Este es tiempo en que las almas tendrán un profundo coloquio Conmigo, con vuestro Dios.
  • Estáis ya aquí, en estos tiempos predichos, gozando Conmigo, con vuestro Dios.
  • Moved vuestro corazón a una oración continua, junto Conmigo, con vuestra Madre, para salvar a vuestros hermanos.
  • No le temáis al sufrimiento, no le temáis al dolor, especialmente sabiendo que, con ello, muchas almas salvaréis.
  • Ahora os dais cuenta de cómo el dolor fue purificador para vosotros.
  • AgradecedMe pues, todo lo que tengáis en vuestra vida, lo que Yo os he dado, lo que estáis viviendo y viviréis.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María, a  J. V.
Ofrecimiento, Habla Dios Padre,
Sobre: Tendréis Luz de Mi Santo Espíritu sobre vosotros, y sabréis qué hacer con todos los regalos espirituales que recibiréis.
(Lenguas...) Hijitos Míos, os acompaño dándoos Mi Paz, dejándoos Mi Amor. Os habéis reunido para que Yo esté entre vosotros y vosotros Me dais alegría, Yo por eso Me derramo sobre vosotros, también en gran alegría, en Paz y Amor.
Esto es lo que Yo he ido creando alrededor del mundo, núcleos de Amor por todas partes, en el silencio para los hombres, en lo escondido para la mayoría de vuestros hermanos, mientras, aquellos, distraídos en el mundo. Vosotros estáis Conmigo, dándoMe éstos momentitos de amor con los que Yo gozo y por eso, también, os hago gozar a vosotros, por la alegría que Me dais mientras muchos de vuestros hermanos, causándoMe daño están, con su olvido, con sus pecados, con su maldad, con su negligencia, como Martha. Vosotros habéis escogido la mejor parte, María así lo quiso, Martha distraída en las cosas del mundo y María, embelesada en Mí, su Dios.
Os amo tanto, Mis pequeños, veo también vuestro corazón triste, afligido, por todo lo que veis a vuestro alrededor.
Son los dolores del pecado, son los dolores de la maldad, que ya van a terminar pronto, Mis pequeños.
Es el parto Divino, es el dolor antes del parto. Se sufre, como Mi Hijo sufrió antes de daros Su Vida por vuestra salvación y estos son momentos, Mis pequeños, en que Mi Amor os cubrirá, os protegerá y gozaréis de Mi Presencia en vuestra vida, porque Yo he de cuidar a los Míos y vosotros sentiréis, realmente, Mi Presencia en vuestra vida, protegiéndoos, contra todo el mal que se va a desatar sobre la Tierra, sobre vuestros hermanos.
Ciertamente sufriréis, pero en menor grado, porque ya habéis venido sufriendo por haber escogido la mejor parte, por haberMe escogido a Mí, vuestro Dios. Muchos hermanos vuestros os han dañado en cuerpo y alma por haberMe escogido, porque estáis Conmigo, porque no sois como ellos. Estáis en el mundo, pero no sois del mundo y eso les molesta a muchos de vuestros hermanos, porque no os entienden, porque no quieren entenderos, porque el querer entenderos, es aceptarMe a Mí, vuestro Dios, en su vida y eso no lo quieren hacer.
Gozad, Mis pequeños, de las Bendiciones que os traigo y que derramo sobre vosotros, tomadlas de corazón, recibidlas con los brazos abiertos y vertedlas sobre todos aquellos que más necesiten de su salvación. No toméis Mis Bendiciones, Carismas que os daré, dones especiales que recibiréis, no los toméis, Mis pequeños y los pongáis bajo la cama o las encerréis en un cajón, se os da todo esto para que ayudéis a vuestros hermanos, y como tendréis Luz de Mi Santo Espíritu sobre vosotros, y sabréis qué hacer con todos los regalos espirituales que recibiréis, por eso os pido que no escondáis éstos regalos que os dé.
Os Bendigo, Mis pequeños, os Bendigo con Mi Corazón de Padre, con Mi Corazón de Hijo con Mi Corazón de Mi Santo Espíritu. Quedaos en Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Este es tiempo en que las almas tendrán un profundo coloquio Conmigo, con vuestro Dios.
J. V. dice: Estoy viendo una densa neblina, es una carretera, hay policías en donde está el tráfico, pero es una neblina muy densa, no se ve prácticamente nada. Los policías siguen haciendo señalamientos para que los coches y camiones vayan despacio. La neblina va cubriendo todo, ya no se ve nada.
Llegará un momento, Mis pequeños, en que tendréis ésta densa neblina que está viendo Mi hijo y es para que detengáis vuestra vida, para que dejéis que Yo, vuestro Dios, la guíe a lugares seguros. Eso es lo que haré con muchos hermanos vuestros, aprovecharé situaciones climatológicas para ir apartando las almas buenas, para que no tengan que sufrir lo mismo que aquellos que se han portado mal. La neblina es para apartaros de las miradas de los hombres y las almas queden totalmente sueltas a Mí, ellas Conmigo y Yo con ellas y de ésta forma obligaré el cambio.
Es intercambio de palabras, de pensamientos, entre vosotros Mis hijos y Yo, vuestro Dios. Este es tiempo en que las almas tendrán un profundo coloquio Conmigo, con vuestro Dios. Es cuando las almas se darán solas, aisladas de sus hermanos, de la gente, y es cuando tendréis en lo particular, cada uno de vosotros, ése coloquio Conmigo, con vuestro Dios. Os presentaréis, tal y como habéis sido, a rendir cuentas de vuestra vida.
Muchos momentos tendréis con estos encuentros Conmigo y servirán para vuestro arrepentimiento y para volver a Mí, vuestro Dios.
Hasta el más valiente temerá estos momentos, porque se encontrará a sí mismo frente a Mí, vuestro Dios. Se verá tal como ha sido y sabrá qué es lo que ha sido aceptable para Mí y lo que no ha sido aceptable, y que reprobaré. Veréis vuestra maldad claramente y ante Mi Presencia. Veréis porqué actuasteis mal contra Mí y contra vuestros hermanos y os juzgaréis ante Mis Ojos. Un tiempo más tendréis de arrepentimiento y un tiempo más tendréis para reparar vuestro mal de toda una vida, de vuestra propia vida.
Yo Soy vuestro Dios y os doy la oportunidad de que os veáis ante Mis Ojos y os juzguéis verdaderamente, de acuerdo a los Mandamientos y a las Enseñanzas que se os dieron. Tendréis tiempo del arrepentimiento para que vuestra alma no se pierda eternamente.
Esto es Mi Misericordia, Mis pequeños, Mi Misericordia quiere decir salvación. Os estoy dando todavía oportunidades para que recapacitéis de ésta vida de error y de tanta maldad que habéis producido a lo largo de vuestra vida y también para que reparéis tanto mal que habéis causado a Mi Corazón y a Mi Santísima Trinidad.
No temáis vosotros, Mis pequeños, los que habéis luchado por estar Conmigo a lo largo de vuestra vida, Yo os he de cuidar, pero os pido que cuidéis lo Mío sobre la Tierra.
Mis Bendiciones quedan sobre vosotros y sobre los vuestros.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Estáis ya aquí, en estos tiempos predichos, gozando Conmigo, con vuestro Dios. (J. V. tiene una visión)
(Lenguas...) Seréis nuevamente, Mis pequeños, Mis niñitos, que jugaréis alrededor Mío, Yo, feliz estaré, Yo, vuestro Dios, viéndoos jugar y gozar de todos los regalos y Bendiciones que Yo os daré, Mis pequeños.
Estáis ya aquí, en estos tiempos predichos, gozando Conmigo, con vuestro Dios. Ved, ved a vuestro alrededor, ved las bellezas que Yo he creado para vosotros. Ved ésta nueva vida que Yo os he prometido desde antiguo y que ahora se hace patente en vuestra vida. Ved cómo Mis Promesas se realizan, estáis ya Conmigo, tuvisteis Fe, tuvisteis confianza, tuvisteis Esperanza en lo que Yo os prometía y os mantuvisteis así, esperando en vuestro Dios y ahora os regalo con todo esto, Mis pequeños y con lo que todavía vendrá para consentiros.
Dejad ya atrás el dolor, el dolor de la purificación, ése dolor y ésas penas amargas de la maldad que os aprisionaba, que os golpeaba, que no os dejaba vivir plenamente. Ahora sois libres, corred, Mis pequeñitos, gozad con ésta dulzura de Mi Corazón que se ha desbordado para premiaros.
Ahora sois Mis consentidos, ahora Me tenéis ya con vosotros. Me veis, Me tocáis y eso os da una alegría inmensa. Jugad, Mis pequeños, gritad de gozo, quiero ver ésas caritas alegres, sencillas, como de niños nuevamente, que se han ganado su premio por haber hecho bien su tarea. ¿Qué os parece, Mis pequeños, todo esto que os estoy dando ya, ahora?
Manteneos así, Mis pequeñitos, jugando con un corazón limpio, agradeciéndoMe todas Mis Bendiciones, Mi Amor. Comportaos ya como ésos pequeñitos obedientes y buenos.
El dolor ya se acabó, ahora son los tiempos de la alegría y de la dulzura de estar con vuestro Dios.
Ved, Mis pequeños, ¿cómo sí se iba a realizar todo lo que Yo os había prometido? Vosotros confiasteis en Mí, he aquí vuestro regalo, ved aquí Mis bellezas, ved aquí vuestra nueva vida, Conmigo, con vuestro Dios.
He ido juntando el rebaño, sois parte del rebaño, Mis pequeños, os he dado esto a vosotros, los que estáis aquí reunidos, para que gocéis ya desde ahora Mis Promesas y para que mantengáis en vuestro corazón ésta alegría que tendréis cuando paséis a éstos momentos gloriosos, Divinos.
¡No os imagináis, Mis pequeños, cuánto deseo que ya estéis ahí!, ¡cuánto deseo ya que Me rodeéis, descanséis de todo este mal que ahora os rodea!, pero falta poco, Mis pequeños, dejad que Mi Santo Espíritu os invada para que acabéis de hacer vuestra tarea y la hagáis lo mejor posible, quisiera decir Yo, perfecta, para que luego paséis aquí, Conmigo, a gozar de éstos regalos inmensos que no os imagináis, pero que gozaréis y que quiero que ya Me empecéis a agradecer, porque es algo que no os imagináis, pero que gozaréis inmensamente.
Os Bendigo, Mis pequeños y, gracias, por estar aquí Conmigo con vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María,
Sobre: Moved vuestro corazón a una oración continua, junto Conmigo, con vuestra Madre, para salvar a vuestros hermanos.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Recibo la Luz de Nuestro Dios, recibo Su Vida, para que Yo os la pueda dar a todos vosotros. Me extasío ante Su Presencia Divina, gozo las bellezas de Su Amor. Yo, siendo tan Pequeña y recibiendo tantas Gracias y Bendiciones de Nuestro Dios.
Me pide vuestra protección, Me pide salvación para todos vosotros y Yo, con alegría de Madre accedo a Sus peticiones.
Mis pequeños, Yo os cuido y os vengo a proteger de los ataques de satanás.
Estáis viviendo estos momentos difíciles de un cambio en la humanidad, para entrar a una etapa bellísima, que os regalará Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad.
Os voy cuidando a todos vosotros alrededor del mundo.
Hay almas buenas, hay almas vacías, hay almas traicioneras, hay almas malvadas, hay almas mentirosas, y hay almas que se han vendido al enemigo. Ya no hay amor en muchas almas. Ya no buscan a Nuestro Dios para que Su Amor, el Amor de Nuestro Dios, guíe su vida. Ya no buscan vivir en las Verdades Enseñadas, ya no luchan por eliminar el error y la maldad de sus corazones. Son almas apáticas, almas necias, almas indolentes, almas impávidas, son almas muertas, caminan por el mundo sin ninguna esperanza, sin ninguna meta, no llevan nada en su corazón.
¡Cuántos hermanos vuestros, viven así, Mis pequeños!, como almas muertas, obscuras, que viven el momento, que no tienen futuro, es pura obscuridad en su vida.
Orad por ellos, Mis pequeños, para que la Luz Divina que ahora Me da Nuestro Padre, Nuestro Dios, pueda llegar a ellas, para que les toque su mente y su corazón, para que encuentren el “por qué” de su vida, para que encuentren ésa paz que ahora no tienen, para que busquen el Alimento de su corazón, que ahora no encuentran.
Orad Conmigo, Mis pequeños, no os separéis de Mí, vuestra Madre, para que Me ayudéis en la salvación de vuestros hermanos. AyudadMe en la salvación de tantos hermanos vuestros que no tienen un “por qué” para seguir viviendo.
¡Cuánta vaciedad hay en su vida!, ¡cuánta obscuridad en su pensamiento y en su corazón!
PediMe, Mis pequeños, por éstas almas de vuestros hermanos, que si siguen así, fácilmente tendrán condenación eterna. Moved vuestro corazón a una oración continua, junto Conmigo, con vuestra Madre, para salvar a vuestros hermanos. Sed caritativos con ellos, dándoles, “salvación con crecimiento” espiritual. TraedMe a todas éstas almas que pueden morir eternamente, traédMelas, Mis pequeños, que vuestra oración no se detenga, que vuestras peticiones prestas estén a unirse a las Mías, para que Le podamos llevar, a Nuestro Padre Dios la salvación de vuestros hermanos.
Os amo, Mis pequeñitos, sois Mis hijos predilectos de éstos tiempos, vosotros, los que oráis, los que buscáis el manteneros en vida espiritual, los que mantenéis el Amor Vivo de Nuestro Dios en vuestro corazón.
Os Bendigo y os amo, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No le temáis al sufrimiento, no le temáis al dolor, especialmente sabiendo que, con ello, muchas almas salvaréis.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Jesucristo, vuestro Hermano, vuestro Salvador.
Yo vine a tomar los pecados del mundo y purificarlos con Mi Sangre, Mi Sangre Divina, Mi Sangre Amorosísima.
Yo vine, Mis pequeños, a terminar con la maldad de satanás en los corazones, y a daros nueva Vida, Vida en el Espíritu.
Yo vine a preparar vuestro corazón, para que la Luz del Espíritu Santo llegara a vosotros, y os purificara y vosotros tuvierais una nueva vida que seguir, una nueva vida antes desconocida para el hombre.
Yo, os abría las Puertas nuevamente del Reino de los Cielos, os abría nuevamente las puertas de la Gracia que habíais perdido por el Pecado Original y, al tener nuevamente abiertas las puertas de vuestro corazón y de todo vuestro ser, la Luz del Espíritu Santo, podía ya actuar perfectamente en vosotros, se podía ya mover perfectamente dentro de vuestro ser, llenándoos de Sabiduría, de Bendiciones, de dones, de Gracias especiales, por fin el hombre volvía a tener Vida, Vida Divina en su ser. Pero para muchos, toda esta grandiosidad Divina que se os dio, fue nula, así de desperdiciada, no la habéis ni siquiera agradecido, no habéis apreciado lo que del Cielo se os ha dado.
Ahora es vuestro tiempo, Mis pequeños, los que queréis hacer de vuestra vida, otra vida de Cristo, dejándoMe a Mí, vuestro Dios, Jesucristo vivir plenamente en vosotros y que seáis ahora vosotros los que toméis ésa responsabilidad, como Yo la tomé, obedeciendo a Mi Padre, de orar, de interceder, de daros por vuestros hermanos, por su salvación eterna.
Orad y salvad ésas almas que tan alejadas de la vida en la Gracia, de la vida en el amor. Es ahora vuestro tiempo de ofreceros como víctimas a Nuestro Padre Dios, para la salvación del alma de vuestros hermanos. No necesariamente sufriréis como Yo sufrí por vosotros, pero vuestro sufrimiento, aunque sea pequeño, le alcanzará la salvación a muchas almas.
Conozco vuestro corazón, conozco todo vuestro ser y Yo sé cuánto podéis dar, dentro de vuestras capacidades, para salvar a vuestros hermanos. No le temáis al sufrimiento, no le temáis al dolor, especialmente sabiendo que con ello, muchas almas salvaréis para el Reino de los Cielos y esto se os recompensará abundantemente cuando regreséis a vuestro Hogar Eterno.
Simplemente, donaos a Mí, vuestro Dios, Jesucristo y dejadMe a Mí, vivir plenamente en vosotros, para que Yo tome vuestra vida, todo vuestro ser y pueda darMe, junto con vosotros, por la salvación de vuestros hermanos. Así, Yo, vuestro Dios, seguiré trabajando gracias a vosotros, gracias a vuestra donación, gracias a nuestra vida en dos, viviendo uno solo, Yo en vosotros con vuestra donación y permiso.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ahora os dais cuenta de cómo el dolor fue purificador para vosotros.
Hijitos Míos, puedo decir ya que vosotros sois almas en las que puedo confiar, que ya habéis pasado la tribulación, que ya habéis visto y sentido lo que los bienes del mundo pueden causar en vuestra vida y lo que los bienes espirituales también hacen en vosotros.
Habéis sufrido con la falta de los bienes del mundo, y aún así os habéis mantenido Conmigo, en confianza y aceptando Mi Voluntad en vuestra vida.
De una u otra forma, habéis sido acrisolados y ahora puedo deciros que pongo Mi Confianza en vosotros, para que vosotros, toméis de Mí, vuestro Dios, Mis dones, Mis capacidades, Mis Poderes Divinos para ayudar a vuestros hermanos, porque, ciertamente, ya no buscaréis lo del mundo, ya no buscaréis aquello que os va a separar de Mí, ya no os dejaréis fácilmente engañar por satanás, porque ya vivisteis en el mundo y no lo quisisteis. Con Mi Gracia y con Mi Amor, con Sabiduría Divina pudisteis darle la espalda a todo aquello con lo cual satanás os engañaba y os llevaba por caminos erráticos y del mal.
Así he ido purificando a las almas que he escogido alrededor del mundo, para que Me ayuden a éste cambio que pronto se dará.
Ahora os dais cuenta de cómo el dolor fue purificador para vosotros, los problemas que tuvisteis Me los ofrecisteis y los aceptasteis con amor y con docilidad en lugar de volveros contra Mí, de blasfemarMe y de apartaros de la vida espiritual a donde Yo os había llevado.
Os he amado desde antes de que fuerais aquí en la Tierra y vosotros, ciertamente, con caídas, pero también con levantadas, habéis seguido vuestro caminar hacia Mí. No os habéis querido desviar de vuestro camino, y habéis aceptado Mis regaños amorosos de Padre, Mis castigos, que como Padre tenía derecho a daros, para que recapacitarais de la mala vida que llevabais, o de las desviaciones que habíais escogido y que no eran las correctas.
Ahora estáis ya plenamente Conmigo y, aún a pesar de que se ve todavía un futuro incierto y obscuro, estáis confiando plenamente en Mí, vuestro Dios y por eso derramo Mis Bendiciones a través de Mi Santo Espíritu, sobre cada uno de vosotros, para que recibáis en pleno lo que Yo quiero que recibáis y con lo que Me honraréis en la Tierra ante vuestros hermanos, para que podáis ayudarMe, en estos tiempos de tribulación, para que llevéis Mi Amor ante vuestros hermanos, para que llevéis ésta Luz y Vida que aplastará las tinieblas de satanás.
Sois Mis elegidos y os agradezco, Mis pequeños, la confianza que Me disteis, a pesar de la purificación que Yo permitía en cada uno de vosotros. Os Bendigo con Mi Corazón, os Bendigo con todo Mi Ser.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: AgradecedMe pues, todo lo que tengáis en vuestra vida, lo que Yo os he dado, lo que estáis viviendo y viviréis.
(Lenguas...) Ve, Mi pequeño, la devastación que se ve en los campos, pero no veáis, Mis pequeños, en esta devastación, destrucción, destrucción total. Todo esto que sucederá, será como cuando un bosque se incendia, lo que antes era verde y bello, ciertamente queda todo carbonizado, destruido, aparentemente sin vida, pero la vida latente está. Pasan los días, las semanas y los meses y empezáis a ver nuevos brotes que van saliendo del suelo, que van saliendo de entre las ruinas. Ésos árboles quemados, sin vida, son los que dan nueva vida a ésas nuevas plantitas.
Ésas cenizas se han mezclado en el suelo y son las que nutren ahora a ésas nuevas plantitas que crecen y se fortifican y, esto es lo que sucederá ahora, Mis pequeños.
Serán arrasados los pueblos de la Tierra, pero con ésa sangre se nutrirá a muchas almas; poco a poco, éstas almas crecerán en la Verdad y en el Amor. Toda ésta devastación que se dará y la sangre que correrá, será para dar nueva vida, como fue la de Mi Hijo.
Mi Hijo Jesucristo os vino a dar ése ejemplo, dio hasta la última gota de Su Sangre Divina por vosotros, para que después empezaran a crecer las nuevas y verdaderas almas que darían Gloria de Mí, vuestro Dios, a la Tierra.
Y por eso os he pedido que no veáis maldad, que no veáis solamente destrucción en lo que se vendrá, sino deberéis estar pendientes de la nueva vida que se dará por la sangre y por donación, por el dolor y la prueba que permitiré para que se termine el mal en el mundo y se dé la nueva vida en el Amor entre vosotros.
Por eso os pido que agradezcáis en todo momento lo que Yo permita en la vida del hombre alrededor de la Tierra, porque el dolor, os repito, y la donación que hagáis de todo vuestro ser, unidos a la causa de Mi Hijo, que fue la salvación y purificación de todas las almas, es lo que dará ésa nueva vida que os he prometido, de lo cual vosotros seréis partícipes y por lo cual tendréis un lugar muy importante y cercano a Mi Corazón en el Reino de los Cielos. Por eso, éstos son tiempos en que debéis agradecer el que Yo haya permitido que viváis para servirMe. Soy vuestro Dios y Yo tengo un Plan de Salvación y vosotros estáis dentro de ése Plan de Salvación.
AgradecedMe pues, todo lo que tengáis en vuestra vida, lo que Yo os he dado, lo que estáis viviendo y viviréis.
Gracias, Mis pequeños.