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martes, 24 de diciembre de 2013

Mensaje de Dios Padre, el Niñito Jesús, y la Santísima Virgen María a J. V. Dic 19_13 Vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor.

Dic 19_13 Vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor.ImprimirE-Mail
MENSAJE DE NAVIDAD - Rosario vespertino.

Temas:
  • PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor.
  • Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos.
  • Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres.
  • Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais.
  • ¡No os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo.

Mensaje de Dios Padre, el Niñito Jesús, y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla La Santísima Virgen María. 
Sobre: PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor.
Hijitos Míos, os voy a hablar de la alegría del momento de la Anunciación, Mis pequeños. Ciertamente fui preparada por la Santísima Trinidad para ser la Madre del Salvador, ciertamente se Me dio una Creación especial, Inmaculada, Santa, Bellísima en cuerpo y alma.
Ciertamente fui creada para ser el medio por el cual, Mi Hijo, el Salvador, vendría al Mundo. Mi Ser, desde Mi Nacimiento, estaba lleno de Mi Señor. Tantas bellezas, tantas Virtudes, la Llena de Gracia.
Mis pequeños, ¡cuánto se derramó Mi Señor en Mí!, ¡Cuánto Amor! Y tenía que ser Perfecta por Su Gracia, porque, de Mí, tenía que nacer el Perfecto, el Santo de los Santos.
Yo, Su Sierva y ahora, Su Madre, Le iba a alimentar, iba a vivir en Mí.
Una madre da vida al hijo de sus entrañas, pero aquí, era Mi Dios, Mi Creador, el que, al Vivir en Mí, Me daba Vida, Me daba Gozo, un Gozo incomparable, bellísimo, Santísimo. Yo Le alimentaba en Su Cuerpo, Él Me alimentaba en Mi Alma, era un éxtasis amoroso, Mi Dios en Mí, Mi Señor, Mi Creador y ahora, el Salvador. La Promesa del Padre realizándose en Mí, Su Sierva, Su Esclava. ¡Cuánto Amor derramó en Mí, Mi Señor y Mi Dios! ¡Pero qué regalo tan grande!, de ser quien Le cuidara, Le alimentara, Le enseñara a ser un Pequeño Niño en el Mundo y, ayudarLe a crecer en humildad, para presentarse después ante los hombres como un Dios-Hombre.
Mis pequeños, ésta vida que Me regaló Nuestro Dios, éste éxtasis de Amor, es un regalo inmenso, no hay nada comparable, escoger a ésta Su Sierva, para llevar en Su Vientre al Dios Hecho Hombre.
¡Cuánto aprendí de Él! ¡Cuánto gocé de Él! ¡Cuánta Vida Me dio! Os quiero compartir éste gozo, Mis pequeños y os quiero preparar también, para que vosotros abráis vuestro corazón, para que Mi Hijo, vuestro Dios y Salvador también pueda Vivir en vosotros.
PedídMelo, Mis pequeños, para que Yo os prepare, para que en éste Aniversario de Su Nacimiento, pueda nacer en vosotros y gocéis los éxtasis de Amor, que Yo, vuestra Madre, Maestra y Guía, tuve y sigo recordando con tanto Amor. Estas delicadezas de Nuestro Dios, son tan grandes, tan delicadas, que uno pasa toda la eternidad agradeciendo a Nuestro Dios y Creador por Sus Bendiciones.
DejadMe pues, Mis pequeños, que os prepare, para que vosotros, siendo Mis hijos, podáis gozar también las bellezas con las que Nuestro Dios os quiere regalar y así empecéis a gozar el Cielo en la Tierra, como Yo lo gocé y lo gozaré en cada uno de vosotros, cuando Mi Hijo se Encarne en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla el Niñito Jesús.
Sobre: Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos.
Hijitos Míos, hermanos Míos, imaginad por un momento, que vosotros invitáis a muchos niños y personas queridas a vuestra casa, a celebrar vuestro cumpleaños y, ciertamente, llegan todos ellos, con regalos en las manos, y vosotros os emocionáis porque los veis a todos reunidos y traen regalos y, vosotros, estáis contentos porque es vuestro cumpleaños y os imagináis que todos ellos están pensando en vosotros, porque es vuestro cumpleaños pero, de repente, se apartan de vosotros, se van a otro lugar y se empiezan a intercambiar ésos regalos. Los regalos no eran para vosotros, eran para ellos, se los intercambiaron y os dejaron abandonados, era vuestro cumpleaños, vosotros los invitasteis, vosotros quisisteis que fueran a celebrar con vosotros ésa alegría de cumplir un año más, pero se olvidaron de vosotros. Ellos están gozando de la fiesta, que era vuestra fiesta, pero se apartaron e hicieron su propia fiesta y vosotros os quedasteis solos, sin ningún regalo, nadie se acercó a deciros cosas bonitas, a felicitaros por un año más. Os quedáis tristes porque nadie os recuerda y ellos están contentos porque tienen un regalo que les dio algún amigo, algún pariente, pero ése regalo no fue para vosotros.
Soy el Niñito Jesús, Soy vuestro Salvador y así, como Niño paso, año tras año, viendo cómo se reúnen en torno Mío, aparentemente, pero la reunión no es para Mí, es para ellos. Se reúnen con amor fraterno, pero el amor se lo dan entre ellos y no hay nada para Mí.
Se celebra Mi cumpleaños, es una Fiesta Divina, es una Fiesta del Cielo, se celebra la Promesa de Mi Padre, de enviar al Salvador para protegeros de satanás y de todas sus obras, él ya tenía al mundo en tinieblas y Yo vengo como Luz, para alumbrar nuevamente la vida de los hombres y para darles una guía de salvación, pero el Mundo os sigue jalando, os sigue apartando de Mí.
Los seres humanos no Me buscan, no Me recuerdan, ciertamente, quizá pongan algún Nacimiento por ahí, junto a un árbol inmenso, un árbol lleno de esferas y de luces, que opaca el recuerdo de la Venida del Salvador a salvar al género humano y para abriros nuevamente las Puertas del Cielo que estaban cerradas por el Pecado Original.
Esto es un acontecimiento Celestial, el Cielo celebra éste acontecimiento tan grande y lo goza inmensamente y lo agradece a Mi Padre, vuestro Padre, vuestro Dios. Y, vosotros, una gran mayoría de hogares, Me dejan abandonado y solamente se reúnen en familia, en vuestra familia, Yo no Soy parte de vuestra familia.
Es triste esto, Mis pequeños, porque mientras el Cielo celebra éste acontecimiento tan grande, un acontecimiento Universal, la gran mayoría de las familias ni Me recuerdan, todo se queda en lo humano, en un intercambio de regalos del Mundo y poco hay de lo espiritual entre ellos.
Os pido, Mis pequeños, que vosotros os acordéis, aunque sea un momentito, en ése día, en que Yo vengo al Mundo a traer Luz, la Luz Divina, la Luz Salvadora, en ése día, en que vuestro Salvador, empieza Su Misión para salvar al género humano y para enseñaros nuevamente cómo se debe vivir el Amor que se vive en el Cielo.
Ojalá Me deis, algunos minutitos para que Yo pueda vivir en vuestro corazón aunque sea unos momentos, antes de que Me dejéis abandonado, solo, en el Pesebre y os vayáis con los vuestros a hacer una fiesta en la que no estoy invitado Yo, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres.
Hijitos Míos, Yo Vine al Mundo para mostraros el Amor que se Vive en el Cielo. Yo, Soy todo Amor, Soy el reflejo del Padre, de vuestro Creador y vosotros fuisteis creados también para ser reflejo del Amor de vuestro Dios.
Yo Soy el Amor Encarnado y os di toda una Evangelización para que vivierais el Amor y que el Amor se diera en todos los corazones para que, a pesar de la maldad que se vivía y se sigue viviendo, no entrara a vuestro corazón y predominara el Amor entre los hombres, porque, al final, es el Amor el que vencerá.
Con esto, Mis pequeños, os quiero advertir hacia dónde os está queriendo llevar satanás. Lo estáis viendo a través de los medios de comunicación, es la maldad, es la destrucción, es la lucha fraterna, pero, si os dais cuenta, está la venganza atrás de todo ello y es maldad por maldad.
Mi Padre os dice: ¿Dónde estaríais todos vosotros si Yo actuara en venganza con lo que Le hicisteis a Mi Hijo y con lo que hacéis de mal todos los días? Si Yo os pagara con la misma moneda, con el mal que tenéis en vuestro corazón, no quedarían almas sobre la Tierra.
Me visteis a Mí, vuestro Salvador, caminar en el mundo y, a pesar de los ataques que constantemente tenía, de aquellos que se habían vendido a satanás, no los ataqué con la misma moneda, ni aún a Mis Mismos verdugos. Pude haber enviado a legiones de ángeles a destruirlos y no lo hice porque, entonces, toda Mi Evangelización de Amor se hubiera venido para abajo, no hubiera servido para nada.
Estáis rodeados de maldad en éstos momentos, satanás se ha entronizado en toda la Tierra. Estáis viendo injusticias, estáis viendo muertes, secuestros, maldad fraterna, maldad en muchas formas y, en vuestro corazón, ¿qué es lo que está sucediendo?, ¿hay amor o hay maldad? ¿Estáis perdonando a los que están causando el mal y pedís por ellos, por su conversión, o estáis pensando cómo contraatacar con otro  mal?, que, de ésta forma, no estáis siendo ejemplo de amor, primeramente ante Mí, vuestro Dios y, luego, por dar un mal ejemplo ante vuestros hermanos.
Se os dio el don de la vida para que fuerais ejemplo de amor y de respeto a otra vida humana, a un hermano vuestro que está en el error, que está enfermo de maldad, que ha sido tomado por satanás pero que, vosotros, en lugar de ayudarle, orando por él, poniéndolo en Mi Corazón, para que le salve, al contrario, lo hundís más, al desear cosas negativas y maldad hacia su persona, hacia su alma y, de ésta forma, ante Mis Ojos, no sois dignos hijos de Dios, ni almas que merezcan entrar al Reino de los Cielos, porque vuestra alma no está actuando en el Amor, sino en el odio y en la venganza.
Meditad esto, Mis pequeños, porque satanás os está llevando a eso, a que no seáis dignos hijos de Dios porque un alma así, llena de odio y de venganza no puede entrar al Reino de los Cielos. El ataque de satanás es muy sutil, se aprovecha de vuestra carnalidad, caída en el pecado y no crecida en la virtud, por eso hay tantas y tantas almas que se pierden y tantas y tantas más, que tienen que pasar mucho tiempo en el Purgatorio, para limpiar ésta sed de maldad y de venganza que ha crecido en vuestro corazón.
Para eso vine Yo, vuestro Dios Encarnado, para enseñaros cómo se debe de pagar a aquellos que os tratan en el mal y es, deseando un bien, deseando una conversión, deseándoles su salvación eterna. Sé que eso es difícil para vosotros, caídos en el pecado y con una espiritualidad débil, pero contáis Conmigo, con vuestro Dios y Salvador. Uníos Conmigo, para que Yo os haga crecer en la virtud, para que Yo Me pueda Encarnar en vosotros y para que podáis salvar a infinidad de almas, que ahora son instrumentos de satanás. Yo vine para la salvación de todas las almas y de todos los tiempos, vine para EncarnarMe en todos, para que éste Mundo, sea un Mundo de Amor, para que Yo pueda convivir entre los hombres, pero hombres ya transformados por Mi Gracia, por el Ejemplo que Yo os dejé.
Recordad eso siempre, vosotros solos no podréis alcanzar nunca vuestra salvación, satanás es muy fuerte para vosotros, pero Yo Soy mucho más fuerte que él y, si estáis Conmigo, aseguraréis vuestra salvación eterna y la salvación de muchas almas, que para eso vinisteis a la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais.
Hijitos Míos, cuando escogí a Mis apóstoles y, escogí solamente a doce, ciertamente, había muchos que Me seguían, pero escogí solamente a doce y esto es para haceros saber que no necesito multitudes para lograr un cambio. Pocas almas, como ya os he dicho antes, totalmente sueltas a Mi Voluntad, pueden lograr que Mis Gracias, Mis Bendiciones, caigan sobre multitudes y se logren milagros, conversiones, cambios, que parecerían difíciles de lograr y se logran, porque son almas entregadas totalmente a Mi Voluntad.
Estos son momentos en que hay multitudes que viven en el mal y, si pudierais ver los pequeños grupos con los que cuento alrededor del Mundo, no lo creeríais, sois muy pocos los que estáis Conmigo para los tantos millones de almas que vivís ahora en vuestro Mundo.
Vosotros, cuando os entregáis plenamente a Mí, es Mi Gracia la que está fluyendo a través de vosotros, es Mi Divinidad a través de vosotros, son Mis Potencias a través de vuestra pequeñez y, por eso, se logran tantas bendiciones sobre multitudes, pueblos, naciones, porque Soy Yo, vuestro Dios actuando a través de vuestra pequeñez y de vuestro pequeño número.
Quisiera Yo que todo el Mundo estuviera en ésa situación, de ser vehículos Míos, que a través de cada uno de vosotros, todas Mis Potencias se derramaran sobre vuestros hermanos, Me daríais una dicha muy grande, el ver a cada una de las almas existentes en éste momento sobre la Tierra, iluminadas por Mí y ser transmisores fieles de Mis potencias de Amor, porque ellas mismas estarían viviendo en Mi Amor, totalmente sueltas a Mi Voluntad.
Os repito esto tanto, Mis pequeños, de estar sueltos a Mi Voluntad, y para ello,  primeramente, Me debéis pedir la humildad y el abandono, para que Yo os pueda mover como Yo quisiera que fuerais, como una manguera por la que pasa el agua, ése líquido que va a dar vida a las plantas. Vosotros, por vosotros mismos, no podéis dar vida a vuestros hermanos, es Mi Gracia, la que pasa a través de vosotros, Mi Sabiduría, Mis Potencias, las que os llenan primeramente a vosotros y salen de vosotros para el bien de vuestros hermanos, porque vosotros no tenéis las capacidades espirituales para lograr un cambio en algún hermano vuestro que lo necesite.
Cuando logréis ser inertes a vosotros mismos, que seáis ésa manguera que solamente pueda hacer su bien cuando alguien la toma y la dirige hacia la planta, hacia el árbol, hacia el césped y riega, dándoles un bien a ellos, es cuando entráis realmente en acción para cumplir con vuestra misión en la Tierra. Sed inertes a vosotros mismos, no engrandeceros con lo que no os pertenece, sed vida para vuestros hermanos, porque Yo, Soy el que está dando vida a través de vosotros. No os apropiéis de nada, porque Yo, Soy el Dueño de vosotros por completo. Cuando aprendáis eso, Mis pequeños, es cuando seréis de ése grupo que necesito para que, unidos, podáis cambiar a pueblos y naciones, de la maldad en que ahora viven a un bien que necesitan para su salvación y para que podáis vivir en las Tierras Nuevas que se han de dar, Tierras llenas de la Voluntad de Nuestra Santísima Trinidad, Tierras de Amor, Tierras de hermandad en Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: ¡No os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo.
Hijitos Míos, ¡no os imagináis cuánto os necesito de regreso!, Soy el Rey de la Parábola del hijo pródigo. Sois los hijos que os apartasteis del palacio, de Mis cuidados, de Mis Enseñanzas, de Mi Amor. Quisisteis actuar por vosotros mismos, pero vuestras capacidades no os dieron para más, no estabais capacitados, todavía, para llevar la vida que se vive en el palacio y vuestra carnalidad y vuestras pasiones os llevaron a vivir en el mal.
Estáis sufriendo porque vuestra espiritualidad no era madura todavía, vivíais en el palacio, en Mi palacio, pero quisisteis hacer lo que vosotros queríais, visteis el mundo y lo que el enemigo del palacio os ofrecía. Creísteis que ése cambio de vida era bueno para vosotros y le seguisteis, os hicisteis de amistades que tenían ésa mentalidad.
Ciertamente, cuando salisteis del palacio, llevabais buenas intenciones, pero las fuisteis perdiendo, ésa era vuestra riqueza y ya que perdisteis vuestras riquezas,riquezas espirituales, los que os rodeaban, porque os veían diferentes, os abandonaron, ya no tenían más qué quitaros, traíais Luz, pero os volvisteis tinieblas como ellos y, ya que os apagasteis, nadie os hizo caso.
Estuvisteis en el lodo, entre los puercos, o sea, os llenasteis de pecado, de maldad, ya no servíais para nada, no erais transmisores de Luz, o sea, de buenas cosas que aprendisteis en el palacio, pero Yo cuido a los Míos, meditasteis y os disteis cuenta que habíais perdido todo, que vuestra vida era inútil, viviendo según vuestra voluntad, según vuestras pasiones, según vuestras capacidades tan limitadas que teníais y que perdisteis aún lo poco que teníais. Pero sois Mis hijos y siempre os estoy llamando, siempre estoy viendo a lo lejos, si ya venís por el camino, si ya atendisteis Mi Llamado y le seguisteis. Estoy esperando en el palacio, envío a Mis sirvientes a cuidaros mientras estáis en el Mundo, para que os protejan, para que os guíen, para que entréis en vosotros mismos y os deis cuenta de vuestra realidad, que sin Mí, no podéis hacer cosas buenas, porque vuestra espiritualidad deja mucho que desear, pero cuando sois inteligentes y sabios, cuando atendéis a Mi Llamado, que está en vuestro corazón y entra en vosotros ésa Sabiduría de arrepentiros de vuestro error y de tratar de regresar a lo bello que teníais antes de vuestro error, ahí estoy Yo, vuestro Rey, vuestro Dios, viendo hacia el horizonte, esperando que volváis y, tan pronto os veo, inmediatamente voy en vuestra búsqueda, os abrazo, os beso, y os agradezco que hayáis atendido a Mi Llamado y os regreso a vuestro hogar, en el palacio.
Sois ésas almas, como el hijo pródigo, necesitadas de Mí, que os debéis llenar de humildad y reconocer que al estar en la maldad, sois inservibles, que estáis produciendo maldad y no el bien, para lo que fuisteis creadas. Pero con esto os quiero decir, que no os desaniméis, que tenéis vida todavía y que vuestra vida puede cambiar, como la del hijo pródigo, que después de haber caído a lo  más bajo, al lodo, vivir entre los puercos, que es vivir en lo más bajo de las pasiones del hombre, se recuperó, y cada uno de vosotros se puede recuperar, hasta alcanzar la santidad de vida.
Para Mí, no hay imposibles, Mis pequeños, el imposible está en vuestro interior, al no reconocerMe como vuestro Dios, que Soy Omnipotente, que Soy Misericordioso, que perdono cualquier falta, aún por más grande que os imaginéis que pueda ser. Aunque hayáis caído a las pasiones más bajas, a las más horrendas, vuestra alma puede ser purificada nuevamente y os puedo poner nuevas vestiduras y un anillo al dedo, queriéndoos con esto decir que estáis perdonados y que volvéis a ser hijos Míos, con el derecho de habitar nuevamente en el Reino de los Cielos. No hay imposibles para Mí, vuestro Dios, simplemente, acercaos, con humildad, con un corazón contrito y lleno de amor y Yo estaré ahí, observando desde lo alto del castillo vuestra llegada y gran alegría Me daréis, porque un alma que estaba perdida, recibió Mi Llamado, se humilló y regresa a Mí, para ser nuevamente, un hijo Mío, que habitará nuevamente en el lugar que le pertenece, que es el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños, os amo a todos, porque fuisteis creados por Amor y vosotros tenéis Mi Amor, no lo desperdiciéis.
Gracias, Mis pequeños.
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sábado, 24 de noviembre de 2012

Mensaje de Dios Padre a J. V. - Octubre 25 del 2012

Oct 25_12 Pronto tendréis entre vosotros a supuestos hermanos vuestros venidos de los cielos...
Rosario vespertino
Temas:
  • Soltaos totalmente a Nuestra Voluntad, para que os sigamos llevando a ésta metamorfosis espiritual, en la que gozaréis infinitamente.
  • No pasáis el tiempo con vuestros hijos, dejándoles la verdadera herencia que va a ser para ellos salvación eterna.
  • Haced todo en Mi Presencia, vivid continuamente Conmigo y, cada vez más, Mis pequeños, enfrascaos en ésta idea de vivir ya plenamente Conmigo para que vuestro paso a los Nuevos Tiempos se os haga más fácil y sencillo.
  • Se os develarán los ojos y conoceréis cosas que hasta ahora se os han ocultado por el pecado, por la maldad de satanás y porque no estabais capacitados para comprenderlas.  
  • Serán avalados, con engaño de personas ilustres entre vosotros, personas de autoridad, haciéndoos creer que vendrán a ayudaros, que vendrán a compartir lo bueno que tengan que, supuestamente, os llevarán hacia un bien, y será todo lo contrario, Mis pequeños, os engañarán, como satanás sabe engañar, para llevaros hacia el mal, para llevaros a un libertinaje total, en donde Yo, vuestro Dios, no apareceré en lo absoluto.
  • Estos son Mis tiempos, pero también son los vuestros, os repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré a vuestro lado ayudándoos en éstos tiempos difíciles.

Mensaje de Dios Padre, Dios Espíritu Santo y la Santísima Virgen María a J. V.

Ofrecimiento, Habla Dios Espíritu Santo
Sobre: Soltaos totalmente a Nuestra Voluntad, para que os sigamos llevando a ésta metamorfosis espiritual, en la que gozaréis infinitamente.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, os he dicho que estoy habitando  entre vosotros y especialmente en éste tiempo de cambio. Algunos de vosotros estáis ya sintiendo el cambio, ya no os sentís como antes, ya vivís como alejados de lo que era antes vuestra vida y de lo que teníais a vuestro alrededor. Está habiendo ya un cambio espiritual, que luego se volverá también físico.
Los que estáis viviendo en el Amor y para el Amor, estáis teniendo ya ésa metamorfosis, viviendo una vida espiritual más alta, más bella, estáis viendo ya la vida vuestra y la de los vuestros en una forma muy diferente, muy objetiva, más espiritual.
Vuestra vida actual y futura, ya no será como la que vivisteis, como la que tuvisteis en el pasado, viviréis la promesa del cambio, la promesa que os hemos venido dando a todos vosotros en Nuestra Santísima Trinidad.
Ciertamente sentiréis que vuestra vida pasada se va esfumando, olvidaréis claramente lo que vivisteis y aún lo cercano pasado lo estaréis olvidando. Se os está preparando para vivir el futuro inmediato de cambio que se os dará por haber sido fieles a la Palabra y al Amor.
De eso deberéis estar muy contentos, Mis pequeños. Para los que están con Nosotros, (Lenguas…), para los que estáis viviendo en el Amor y para el Amor, estáis viviendo éste cambio necesario porque no os podéis presentar en los Nuevos Tiempos de la misma forma en como vivisteis vuestro pasado. Debéis crecer y ser purificados en las Virtudes, en el Amor, en la Caridad para con vuestros hermanos, en la vida fraterna que deberéis llevar todos vosotros como familia futura, a donde os estamos llevando.
Se os había hablado de un cambio, pero Nosotros, en Nuestra sencillez, en Nuestro respeto y en Nuestro Amor hacia todos vosotros, estáis viendo la delicadeza con que os vamos llevando. El tiempo pasado va desapareciendo y casi no vais sintiendo el cambio, es delicado ése cambio porque así lo queremos, porque así vosotros no os asustáis. Sí, estáis viendo a vuestro alrededor cosas tremendas que se van dando, pero esto es para los que no han estado preparándose para el cambio, porque no quieren vivir en el Amor, para ellos, el cambio sí va a ser tremendo, pero vosotros, los que quisisteis vivir en el Amor y aceptasteis como verídicos, y con gusto, las Palabras que se os han venido diciendo de tiempo acá, sois los consentidos de Nuestro Amor.
Es la sencillez de todo un Dios el que os va llevando, os repito, con delicadeza, con respeto, a un Amor inmenso, que pronto conoceréis.
Alegraos pues, Mis pequeños, (Lenguas…), de que todo un Dios de Amor, os va guiando, os va protegiendo, os va cuidando de todo lo que sucede a vuestro alrededor. Ya que estáis viendo y sintiendo lo que os estoy diciendo, entrad en más confianza a lo que se os ha dicho y no temáis. Soltaos totalmente a Nuestra Voluntad, para que os sigamos llevando a ésta metamorfosis espiritual, en la que gozaréis infinitamente porque es un regalo inmenso de todo un Dios en Su Santísima Trinidad, a Sus pequeñas creaturas que han creído en la Verdad de su Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No pasáis el tiempo con vuestros hijos, dejándoles la verdadera herencia que va a ser para ellos salvación eterna.
Hijitos Míos, vosotros os afanáis, inútilmente, en dejarles a vuestros hijos herencias, herencias materiales. Perdéis toda una vida en luchar por obtener más de lo material para poder dejar bien, económicamente, a vuestra familia y especialmente a vuestros hijos. Perdéis el tiempo en ello y no pasáis el tiempo con vuestros hijos, dejándoles la verdadera herencia que va a ser para ellos salvación eterna.
Sí, Mis pequeños, perdéis el tiempo, aunque bien Me podríais decir que estáis trabajando para su sustento y es verdad y lo debéis hacer, Mis pequeños, pero sustento es diferente a afanarse y no dar tiempo a lo que es verdadero y eterno, que es Mi Palabra, que es la enseñanza de Mi Amor a vuestros hijos, que es el prepararlos espiritualmente para que ellos también puedan dejar una vida espiritual a los suyos, además de vivirla, para bien de los que están a su alrededor.
Os afanáis en buscar vuestra mejora en vuestra posición económica ante vuestros hermanos, pero qué desgracia cuando veáis, en vuestro Juicio, que no les dejasteis a ellos la herencia que les iba a servir para vivir Conmigo eternamente. Cuántos conocéis que, ciertamente, tienen de lo material en abundancia pero, espiritualmente hablando, no son nada, no son ejemplo ante vosotros, no hay amor en su corazón. ¿Acaso vosotros creéis que Yo dejaré entrar al Reino de los Cielos a alguien que no Me ama, que nada más ha buscado lo material, que se ha olvidado de lo espiritual, que Yo no he sido Alguien en su vida, que no Me ha buscado, ni en las buenas ni en las malas? Son almas vacías, almas quizá hasta negativas, almas estériles, que no sirven para lo que fueron creadas.
Se os ha dado el don de la vida para transmitir lo Bello que Soy Yo, vuestro Dios, Mi Amor entre vuestros hermanos, para combatir el mal que os rodea, y eso no lo enseñasteis a vuestros hijos y quizá ni vosotros mismos os afanasteis en perfeccionaros en el Amor, en las Virtudes, en las Enseñanzas Divinas que se os han dado.
¡Cuánto desperdicio de tiempo para vosotros mismos y para vuestros hijos! Si no les habéis dado las bases, difícilmente ellos las buscarán, porque no las conocen, no saben que existan, pero sí saben que hay que tener mucho dinero, muchos valores materiales para poder vivir bien en la Tierra.
¡Cuánta tristeza Me dan éstas almas vacías!, pero más tristeza Me da el alma de sus padres, que no supieron darles una verdadera herencia para que pudieran vivir eternamente Conmigo, mucho lo lamentarán, porque no las prepararon para que amaran a su Dios.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Haced todo en Mi Presencia, vivid continuamente Conmigo y, cada vez más, Mis pequeños, enfrascaos en ésta idea de vivir ya plenamente Conmigo para que vuestro paso a los Nuevos Tiempos se os haga más fácil y sencillo.
Hijitos Míos, con todo lo que va a suceder, que se les ha profetizado, las almas que Nos han seguido, que han buscado los Mensajes que se os han dado alrededor del Mundo, que han procurado llevar una mejora espiritual, lejos de perder la Fe, al ver todo lo que sucederá, que a ojos de vuestros hermanos lo verán malo, todo lo contrario será para vosotros; creceréis todavía más en espiritualidad, en Fe, en Amor, porque estaréis viviendo las promesas que se os dieron.
Debéis estar muy agradecidos, Mis pequeños, porque ésa Gracia se os dio y vosotros la aceptasteis. Se os escogió para vivir Nuevos Tiempos y vosotros procurasteis seguir con obediencia y con mucho deseo lo que se os daba en Profecía, en Conocimiento y con mucho Amor, Mis pequeños, porque es el Amor el que os ha ido guiando. Es el Amor, Mi Amor, el que os va a ayudar en la transición que tendréis y es Mi Amor el que os va a consentir en éstos Nuevos Tiempos por llegar, que estáis ya a las puertas de ellos, Mis pequeños.
En ningún momento dudéis de lo que vaya a suceder. Os podría decir y pedir, que cerrarais vuestros ojos, que taparais vuestros oídos y que os dejarais llevar en Alas de Mi Amor, en Alas de Mi Voluntad. Dejaos consentir, porque vosotros Me habéis consentido, defendisteis Mi Palabra y Mi Amor entre vuestros hermanos, a pesar de que os atacaban y  ridiculizaban y, a veces, aún hasta dentro de vuestra propia familia. Ahora es cuando se darán cuenta aquellos, que vosotros ibais por el buen camino, que vosotros habíais escogido lo Verdadero, lo Santo y que ellos se habían dejado llevar por los engaños de satanás y por una vida regalada, una vida fácil, sin problemas, sin sufrimientos, que satanás os ponía y que vosotros aceptasteis.
Dejaos pues consentir, Mis pequeños, sois el resto fiel, el resto santo, la semilla que va a dar mucho fruto para los Nuevos Tiempos por venir. Sois ésa semilla escogida, que quedó después de haber limpiado toda la semilla existente, fuisteis vosotros los elegidos.
Sed fecundos pues, Mis pequeños, y empezad ya desde ahora, a entrenaros en el dar, en el vivir más en Mi Amor, a saberos entregar totalmente a lo que Yo os he pedido.
Haced todo en Mi Presencia, vivid continuamente Conmigo y, cada vez más, Mis pequeños, enfrascaos en ésta idea de vivir ya plenamente Conmigo para que vuestro paso a los Nuevos Tiempos se os haga más fácil y sencillo, que no tengáis ése asombro de aquellos que sí van a padecer un cambio tremendo.
Os he dicho, Yo Soy Sencillo, Yo Soy el más Simple. Aún a pesar de ser un Dios Todopoderoso, Yo os voy tomando de la Mano, como niños pequeñitos y a cada uno de vosotros os conozco mejor que vosotros mismos. Dejaos llevar por Mí, por vuestro Dios y veréis que todo será sencillo y lo gozaréis, porque Soy muy respetuoso, os he dicho, no presiono, simplemente os llevo a como vosotros estéis acostumbrados.
Os amo, Mis pequeños, recibid Mis Bendiciones y congratulaos Conmigo, porque Yo estaré plenamente con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Se os develarán los ojos y conoceréis cosas que hasta ahora se os han ocultado por el pecado, por la maldad de satanás y porque no estabais capacitados para comprenderlas.  
Hijitos Míos, éste es un tiempo intermedio en el que seréis también pesados, de vuestras buenas obras y de vuestras malas obras. No es el Fin del Mundo ó Fin del Tiempo, es el Tiempo Intermedio, en el que se le dará a la humanidad, que quede, la oportunidad de hacer crecer ésa familia que Yo quiero que seáis todos vosotros. Es un Tiempo Intermedio, en el que Mi Amor debe fructificar en alto grado. Es un Tiempo Intermedio en el que vosotros entraréis en contacto con vuestros hermanos que habitan otros planetas, no estáis solos, Mis pequeños, Yo creé a muchos hermanos vuestros, pero ellos también tuvieron la gran prueba, porque satanás afectó al Universo entero.
Fuisteis afectados por su pecado y muchos Me traicionaron, éste es el tiempo en que será eliminado el mal del Universo y se os pondrá nuevamente a prueba, buscando el Bien, dejándoos llevar por Mis Enseñanzas porque, ciertamente, Mis Enseñanzas son para el Universo entero, para toda la Creación. Yo creé desde un Principio los cielos y la Tierra, pero, cuando Me refiero a “los Cielos”, estoy hablando del firmamento entero, galaxias, constelaciones, que en éstos momentos son inalcanzables para vosotros, por el Pecado a donde os llevó satanás, pero que en éstos tiempos por venir, se os darán ésas capacidades, para que vosotros conozcáis a otros hermanos vuestros que están en otras galaxias, planetas, constelaciones.
Yo Soy un Dios dadivoso, Yo Soy un Dios creativo, Yo Soy un Dios de Vida y llené de Vida al Universo entero.
Alegraos Conmigo, Mis pequeños, porque son tiempos hermosos por venir. Cuando os he dicho que deberéis buscar ser familia, es con vuestra familia Universal, conoceréis nuevas mentalidades, conoceréis otros lugares bellísimos, porque eso es lo que Yo hago, Mis pequeños, lo Mío es perfecto, lo Mío es bello, todo lo que sale de Mí es para el Bien de Mis creaturas, de todo lo que Yo he creado.
Os amo tanto, Mis pequeños y quiero que todo sea purificado para que nuevamente quede todo como fue creado en un Principio.
Orad pues con todo vuestro corazón, desde lo más profundo, para que se venga ya éste tiempo que os he prometido, para que se dé ya el Juicio de éste Tiempo, de éste periodo, antes del Juicio Final.
Arrodillaos ante Mi Presencia y abrid vuestros brazos en cruz, para recordar que tuvisteis un Salvador que tomó vuestros pecados, los pecados del Universo entero, para purificaros a todos vosotros. Que vuestros momentos sean ya Mis momentos, que vuestras alegrías sean compartidas Conmigo, que vuestras tristezas Me las deis, para que Yo os reconforte. PedidMe Sabiduría, para que podáis comprender mejor Mi Amor y lo gocéis cada vez más, Mis pequeños.
Se os develarán los ojos y conoceréis cosas que hasta ahora se os han ocultado por el pecado, por la maldad de satanás y porque no estabais capacitados para comprenderlas. Entended que el Pecado destruyó vuestras capacidades y quedasteis muy limitados. Con éste tiempo de purificación que tendréis, después de ella, tendréis nuevamente Sabiduría Santa, en muy alto grado, y es cuando os daréis cuenta realmente de lo que Yo creé para vosotros, el Paraíso que Yo creé para todas Mis creaturas. AgradecedMe en Fe lo que Yo hice por vosotros y lo que tendréis. Es Mi Promesa que gozaréis. Agradeced en Fe Mi Amor hacia vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Pronto tendréis entre vosotros a supuestos hermanos vuestros venidos de los cielos que convivirán entre vosotros. 
Hijitos Míos, como Padre que Soy, os prevengo, como un padre o una madre puede prevenir, ante el peligro, a sus hijos.
Pronto tendréis entre vosotros a supuestos hermanos vuestros venidos de los cielos que convivirán entre vosotros.
Ciertamente, serán avalados, con engaño de personas ilustres entre vosotros, personas de autoridad, haciéndoos creer que vendrán a ayudaros, que vendrán a compartir lo bueno que tengan que, supuestamente, os llevarán hacia un bien, y será todo lo contrario, Mis pequeños, os engañarán, como satanás sabe engañar, para llevaros hacia el mal, para llevaros a un libertinaje total, en donde Yo, vuestro Dios, no apareceré en lo absoluto.
Amparados con ése supuesto bien, os llevarán a pecar y os llevarán a una falsa felicidad.
Estad atentos, Mis pequeños, y no sigáis a aquellos que os lleven por una falsa espiritualidad, que vayan en contra de las Enseñanzas que se os han dado.
Mi Hijo os dijo, “el que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y Me siga”, la Cruz, Mis pequeños, es dolor, es preocupación y es luchar, por lo que es Mío, porque Mi Hijo luchó entre los hombres, para daros lo que Yo os estaba regalando en Conocimiento y en Amor hacia todos vosotros y Mi Hijo lo tomaba para vuestra salvación y Se daba por vosotros, para que pudierais gozar nuevamente en el Reino de los Cielos.
Estos supuestos hermanos vuestros, os llevarán a todo lo contrario, os harán olvidar de las Palabras, del Amor, de las Virtudes que vosotros debéis seguir, no os dejéis engañar, Mis pequeños.
Os vuelvo a repetir, os prevengo, como un padre o una madre, que ama inmensamente a sus hijos, os pueden prevenir y ayudar para que no caigáis en el error y podáis sucumbir eternamente por ése error. Preparaos mucho con la oración, preparaos mucho con la Palabra, aceptad el sacrificio, aceptad el ataque de vuestros hermanos, sed estoicos en lo que se os ha enseñado, no os mováis de lo que Yo os he dado y aseguraréis vuestro bien eterno.
Orad por vuestros hermanos que podrán ser engañados fácilmente porque, a pesar de que se os dio la Palabra a todos, no todos la dejaron entrar a su corazón.
Como os he dicho antes, muchos hermanos vuestros buscan solamente los placeres de éste mundo y el llenarse de lo material, éstos son vuestros hermanos que más fácilmente pueden ser engañados. Orad por ellos, salvadMe almas, Mis pequeños, porque satanás va a dar éste golpe tremendo a la humanidad y pocos soportarán ésta prueba.
SeguidMe siendo fieles y cuando os sintáis fatigados, agobiados y sin ninguna salida, venid a Mí, Mis pequeños, que Yo os cargaré y os llevaré a lugares libres de peligro, simplemente, dejaos mover por Mi Voluntad, pero haced todo lo que podáis hacer por vuestros hermanos, como Mi Hijo lo hizo por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla La Santísima Virgen María.
Sobre: Estos son Mis tiempos, pero también son los vuestros, os repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré a vuestro lado ayudándoos en éstos tiempos difíciles.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la siempre Virgen María. Sabéis que éstos son Mis tiempos, los tiempos que Nuestro Padre y Nuestro Dios Me ha concedido para uniros en familia, para ayudaros en vuestra purificación, para llevar el rebaño a Mi Hijo, el rebaño que se ha ganado Su Amor.
Estos son tiempos de la Gran Lucha entre la Mujer y la serpiente, satanás. Estos son tiempos en que él será vencido por Mi Pequeñez. Estos son tiempos en que será vista la Omnipotencia de Nuestro Dios a través de Su Humilde Esclava. Estos son tiempos en que viviréis el Amor de Nuestro Dios, que Yo os he enseñado y os enseñaré, que he vivido, que he gozado por Mi Hijo, por Mi Esposo, por Mi Padre y Dios.
Son tiempos hermosos, Mis pequeños, difíciles para aquellos que no han sabido aprender la lección, hermosos para aquellos que se han mantenido en Fe a todo lo que se os dio. Os pido, Mis pequeños, que invoquéis Mi Nombre continuamente, porque satanás no soporta escuchar Mi Nombre.
En Mi Pequeñez, en Mi donación, en el cumplimiento de Mi Misión, se Me Santificó y él no puede soportar la Santificación de ésta Humilde Creatura que vencerá su arrogancia, su soberbia, su prepotencia. Es Mi Humildad, Mi Sencillez, el regalo de Mi voluntad a la Voluntad de la Santísima Trinidad, lo que le vencerá. Él, que se cree poderoso, superior a Nuestro Dios, ¡cuánta arrogancia y maldad existe en él!, conoció su error demasiado tarde, por eso os pido, Mis pequeños, que no caigáis en sus juegos satánicos.
Cuando vosotros os creéis superiores a vuestros hermanos, cuando les menospreciáis, cuando no les ayudáis, cuando no hay Caridad en vuestro corazón para haceros pequeños y ayudar a uno que, quizá sea más pequeño, a vuestros ojos, recordad que, posiblemente sea más grande que vosotros mismos a los Ojos de Nuestro Dios.
Mis pequeños, la Humildad siempre os va a traer grande regalos, pero una Humildad de corazón, una sencillez santa, una vida de donación, viviendo la Voluntad de Nuestro Dios en todo. Esa Soy Yo, Mis pequeños, la Sencilla, la Humilde, la Virtuosa, y por eso Soy la Santa, la Santa Virgen María, que os está ayudando a que alcancéis también vuestra santidad.
Estos son Mis tiempos, pero también son los vuestros, os repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré a vuestro lado ayudándoos en éstos tiempos difíciles a vencer la maldad de satanás y a volveros creaturitas consentidas de Nuestro Dios, como Yo Misma lo Soy.
Gracias, Mis pequeños.



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jueves, 25 de octubre de 2012

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.

Mzo 21_05 Soy un Dios de Misericordia, Soy un Dios de Amor.ImprimirE-Mail



Rosario

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo. 
(Lenguas...)
Hijitos Míos, fui bajado de la Cruz, Muerto ante los hombres, despreciado por los hombres, creyendo que con eso Me habían vencido, creyendo que con eso su pecado iba a quedar sin castigo.
Mis pequeños, Soy un Dios de Misericordia,  Soy un Dios de Amor, siempre busco a aquellas almas buenas en quienes apoyarMe, antes que estar buscando vuestra maldad para castigaros. Voy buscando dentro de vuestro corazón, cómo agradeceros, para ensalzaros, y cómo llevaros hasta lo más íntimo de Mi Corazón por vuestras obras buenas, por vuestras obras santas.
Soy un Dios de Amor y así como el imán atrae al hierro, así Mi Alma, Mi Corazón se deja atraer por vuestras buenas obras. Yo Juzgo al hombre por sus obras buenas, por su donación a Mí, por el cuidado que tuvo con sus hermanos, por la expansión del Reino que dejó durante su vida aquí en la Tierra. Juzgo al hombre por ésos actos de bondad, en los cuáles Mi Presencia se translució a través de él.
Yo Juzgo al hombre en la bondad, Mis pequeños y no en el error. Conozco vuestra pequeñez y no le hago tanto caso como en el deseo del alma en tratar de superarse. Me gustan las almas que, después de haber caído, se levantan para su perfección, ésas son las almas que valen ante Mis Ojos, almas que no se quedaron caídas en el pecado, almas que no se que dieron por vencidas después del ataque satánico, sino que se levantaron y lucharon contra él, tomando de Mis Fuerzas, porque Yo siempre estoy junto a las almas caídas, siempre estoy junto a todas las almas.
Yo Soy esa Fuente de Vida, Yo Soy ese Alimento Divino de Quien podéis tomar, de Quien podéis comer para vuestra santidad y para que vuestro fruto sea abundante.
Mis pequeños, Yo deseo la Vida en el alma, no la muerte que produce el pecado, levantaos, no os quedéis en el pecado llorando vuestra culpa. Levantaos sonrientes, sabiendo que estoy junto a vosotros, reparando, perdonándoos y queriendo vuestra perfección para la Gloria eterna, sed humildes y sencillos, que así es como encontraréis Mi Bondad y Mi Misericordia.
Sed prudentes, para que, caminando por el mundo, podáis ayudar en lugar de destrozar almas con vuestro mal ejemplo. Sed niños, para que podáis confiar plenamente en las Bondades de vuestro Dios y podáis soltaros totalmente a Mi Divina Voluntad, aceptando en vuestro corazón todo lo que Yo os pida, para levantar a vuestros hermanos con vuestro ejemplo y con vuestra palabra a la vida íntima con vuestro Dios para la salvación de sus almas.
Vivid pues, unidos a Mi Corazón, para que tengáis siempre ése deseo grande de servicio, de servicio a vuestro Dios y así caminemos unidos en el mundo, llevando la Palabra de Nuestro Padre, para que unidos podamos ayudarles en su salvación y para que unidos vivamos el gozo del Cielo por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, os pido nunca os canséis de vivir en la oración. La oración íntima, la oración profunda, la oración de corazón es la que acerca el alma a Mi Corazón.
Mis pequeños, muy pocas son las almas que mantienen ese coloquio Conmigo, con vuestro Dios, Yo Viviendo en el corazón de las almas, Viviendo en las almas y para las almas. Son tan pocos los que se acuerdan de Mí, los que se acercan a Mí con esa familiaridad de hijo con Padre, para platicarMe, para agradecerMe, para pedirMe simplemente, para acompañarMe.
Vivo abandonado en las almas, Soy el Huésped a Quien no se le hace caso. Por eso, Mis pequeños, cuando encuentro almas, con quienes platicar, almas sencillas, almas pequeñas, almas confiadas, las llevo a profundidades más íntimas y con ellas Me recreo y en ellas puedo hacer grandes cosas.
Os pido, Mis pequeños, que seáis de ésas almas íntimas, pequeñas y confiadas en las cuales Yo pueda hacer Mi Paraíso Terrenal, que Yo pueda bajar de los Cielos a Gozar en vosotros, que Yo pueda transmitir Mi Vida y que se pueda Vivir entre vuestros hermanos a través de vosotros.
Almas confiadas y puras que dejen ver a su Dios, que sean Luz entre los hombres, que sean palabra de aliento para las almas caídas.
Mis pequeños, Yo os bendigo y os agradezco éstos momentos de intimidad, de confianza, de amor que Me dais a Mí, vuestro Dios. Son momentos de recreo que Yo tengo. Proseguid vuestra obra, buscad vuestro perfeccionamiento, pedidMe lo que deseéis, que Yo os daré todo lo necesario para vuestra santidad aquí en la Tierra y para una vida íntima, muy cerquita en Mi Corazón, en el Reino del los Cielos. El que lucha por un ideal, lo consigue y si estáis buscando ésa intimidad con vuestro Dios, la conseguiréis y la gozaréis por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, Madre vuestra, Madre del todo el género humano.
Mis pequeños, la tarea de una madre es muy grande, muy loable, es una tarea bendecida por Nuestro Padre Dios, porque no solamente estamos llamadas a transmitir vida física, sino vida espiritual.
Una madre se da por los hijos, una madre sufre por los hijos, una madre puede morir por los hijos, por ésa profundidad de amor que tiene hacia ellos. El demonio ha atacado especialmente a la mujer, sabiendo de esa posición tan grande que tiene ante los Ojos de Nuestro Dios.
La mujer se ha dejado vencer por su vanidad, por su soberbia y se ha apartado de ése Bien tan grande que le ha concedido Nuestro Padre Dios, el don de dar vida física y el don de dar vida espiritual. La mujer se ha tragado el anzuelo, como el pez y ha producido muerte, su propia muerte y la de sus hijos. Se ha salido del camino que le trazó Nuestro Padre Creador desde el Principio de los tiempos porque en la mujer puso Su confianza para la transmisión de la vida, apoyada por su esposo, ya que entre los dos tenían que crear grandes almas para el Reino de Nuestro Dios.
Mis pequeños, debéis volver a uniros en familia. La mujer tiene que pedir ésa humildad, tiene que pedirMe esa ayuda para dar lo que tiene que dar, como madre, como esposa, como hija de Nuestro Dios. La vida espiritual, básicamente la va a transmitir la madre, pero el demonio la ha tomado con engaños, la mujer no quiere ya vivir ésa vida espiritual, ya no quiere vivir ésa cercanía con su Dios, ni la transmisión de los valores que la llevarán a ella y a sus hijos directamente al Reino de los Cielos.
Orad mucho, Mis pequeños, para proteger a la mujer contra los ataques del enemigo. Que el Don de la Vida, que es Sagrado, no se cancele por solamente el placer que ahora busca la humanidad. El Don de la Vida es necesario para la propagación del Reino y estáis evitándolo por vuestro egoísmo, por vuestra maldad.
Ahora la mujer se ha vuelto instrumento de satanás, no solamente evitando el Don de la Vida, sino volviéndose causa de escándalo y de pecado, buscando solamente los placeres efímeros del mundo, destruyendo hogares y corazones.
Hijas Mías, mujeres en el mundo entero, vedMe a Mí, vuestra Madre, Yo también sufrí y he sufrido para levantaros a todos vosotros. He sufrido en Mi Hijo los ataques del mundo y ahora sufro por esa negación en vuestro corazón a los planes de vuestro Dios. Volved vuestros ojos a Nuestro Dios, antes de que sea demasiado tarde. Arrepentios de vuestro mal proceder, negaos a vosotras mismas quitando ésos placeres mundanos, al buscar el pecado para destruiros y destruir a los que estén a vuestro alrededor y tomad nuevamente las bellezas, las virtudes que os dio Nuestro Dios, como transmisoras de vida humana y espiritual.
No os imagináis, Mis pequeñas, los regalos tan grandes que recibe una madre en el Reino de los Cielos que supo ser verdadera madre, que supo verdaderamente darse por una familia, que supo transmitir la vida de Amor de su Padre Dios. Fuisteis llamadas a la vida y no solamente para dar vida, sino para hacerla vivir dentro de vuestro vientre y entregarla a vuestro Dios.
Vuestra tarea es grande en la Tierra, tan grande, que el demonio lo sabe y por eso os ataca tanto. Volved a la pureza, volved a la santidad, volved a dar Vida a vuestros hijos, a vuestros hermanos. Volved a uniros a la Vida de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. 
Hijitos Míos, disipad de vuestra mente y de vuestro corazón todo aquello que os haga creer que de vuestro Dios puede salir un acto de maldad hacia el hombre, fuisteis creados por Amor y con Amor por vuestro Dios, por Mí, vuestro Padre y Creador.
Al estar Conmigo y al proceder de Mí, vuestra función es Amor. Amar a vuestros hermanos, amar a vuestro Dios, ésa es la misión del hombre y así os lo dijo Mi Hijo: “Amaos los unos a los otros como Yo os he Amado”.
La Creación es Amor, todo fue creado para el Bien. Se os dio la tarea de mantener ése Bien, la Creación completa quedó sometida a vosotros para que la cuidarais y para que ella misma glorificara a su Dios.
Habéis querido aprovecharos de las riquezas de la naturaleza para ensalzaros, para llenar vuestras propias arcas, para sentiros importantes ante vuestros hermanos.
Os vuelvo a repetir: La Naturaleza y todo lo Creado quedó sometido a vuestros pies, por vuestro amor, no para aprovecharos de ella, sino para engrandeceros y engrandecer a vuestros hermanos. Las primicias de la tierra, debieran ser para Mí, todo lo más bello que la tierra produjera debiera ser ofrecido a Mí, vuestro Dios.
Debierais de compartir, en amor fraterno, todo lo que ella produjera, pero en lugar de compartir, acaparasteis para llenar vuestros graneros, para enriqueceros y así destruir vuestra alma. Habéis buscado vuestro propio bien, acaparando lo que no es vuestro, sino de todos vosotros y eso, Mis pequeños se ha terminado ya. No habéis obrado con justicia ni con amor con los bienes que se os dieron para cuidar. No obrasteis con equidad y os tratasteis de aprovechar de vuestros hermanos, vendiendo lo que no es vuestro, llevándolos a la miseria y al hambre, cuando todo se os dio como regalo. Vuestro corazón podrido por el mal ha producido frutos malos y así no podéis llamaros hijos de Dios.
La misma Naturaleza se vuelve contra el hombre, porque ella no fue tratada con dignidad y con respeto y en lugar de ayudarla a su crecimiento, la despreciasteis, la azotasteis, la destruisteis, ella se volverá contra el hombre para clamar venganza, para clamar justicia.
Los tiempos se terminan, el cambio vendrá y volveréis a esos bellos momentos del principio en donde deberéis obrar con amor, con respeto, con hermandad cuidándoos unos a otros, viviendo el Cielo en la Tierra.
Yo estaré con vosotros, Mis pequeños, cuidaos mientras tanto con lo que tengáis, compartid lo que tengáis con vuestros hermanos y no temáis de que se os termine, porque aquel que dé de corazón, de lo que gratuitamente se le dio, se le multiplicará. Es Mi Promesa de Padre y de Dios, porque aquel que obra de corazón, ése está Conmigo y nada le faltará.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, vuestra vida en la Tierra, tiene que ser en total fraternidad, deberéis vivir como se Vive en el Cielo, compartiendo de los Bienes que Yo os di gratuitamente y que debéis transmitir a vuestros hermanos para su crecimiento espiritual.
Muchos Dones se os han dado y mucho los habéis desperdiciado, porque no vivís para el Reino de vuestro Dios. Vivís tan comprometidos para las cosas del mundo que no gozáis ni apreciáis de los Dones que Yo os he concedido.
Pronto se os olvida vuestra misión en la Tierra, que es espiritual y os involucráis rápidamente con las cosas del mundo, de sus placeres, de su perversión.
Vinisteis a traer ésa fraternidad Celestial a vuestros hermanos, vinisteis para hacer vivir esa vida Celestial entre vosotros, ésa es vuestra misión en la Tierra. Se os han dado las capacidades y los Dones para lograrlo, pero los habéis hecho a un lado y preferisteis tomar lo que es del mundo y habéis hecho que ésos Dones se desperdiciaran.
Por eso os pedía, desde el principio de éste Santo Rosario, vivir en ésa unión Conmigo a través de la oración, para que Yo os vuelva a instruir, para que Yo os vuelva a indicar el camino, para que Yo os pueda nuevamente regresar al plan Divino por el que vinisteis.
Entrad pues, en ésa intimidad, para que uséis de ésos Dones que Yo os he dado, para que tengáis la Fortaleza de apartaros del mundo y tengáis ésa Caridad hacia vuestros hermanos de atraerlos hacia Mí y para que también los ayudéis a que puedan hacer uso de ésos Dones con los que fuisteis constituidos.
Todos vosotros deberéis tender a la unidad, ser Uno con la Trinidad y eso solamente se logrará a través de esa fraternidad santa que deberéis llevar a  cabo y que deberéis de hacerla crecer en el Amor y en el respeto. El amor no se obliga, el amor se da, el amor se impone en los corazones con el ejemplo y con el respeto.
Volved a Mí, Mis pequeños, traedMe a vuestros hermanos. Volvedles a abrir las puertas hacia el Paraíso Terrenal a través de vuestros actos, sed ejemplo de vida, de vida en Dios, de Vida Divina. Tened la Fortaleza de apartaros de las insidias del mal y de sus engaños, en donde os hace creer que el mundo y sus riquezas son los que os darán la libertad y el placer que debe tener el alma, que debe tener el hombre. No os dejéis engañar, Mis pequeños, por los bienes efímeros de la Tierra, buscad los intereses Divinos, que ahí radica vuestra tarea.
Me tenéis a Mí en vuestro corazón, tenéis todas Mis Potencias en vuestro corazón, usadlas, usadlas Mis pequeños para el bien de vuestros hermanos y para que se logren Mis intereses con el triunfo del Amor sobre toda la humanidad. El Amor de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

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domingo, 14 de octubre de 2012

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V. - MZO 21 - 2012

Mzo 21_05 Soy un Dios de Misericordia, Soy un Dios de Amor.ImprimirE-Mail
Rosario

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J.V.

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo. 
(Lenguas...)
Hijitos Míos, fui bajado de la Cruz, Muerto ante los hombres, despreciado por los hombres, creyendo que con eso Me habían vencido, creyendo que con eso su pecado iba a quedar sin castigo.
Mis pequeños, Soy un Dios de Misericordia,  Soy un Dios de Amor, siempre busco a aquellas almas buenas en quienes apoyarMe, antes que estar buscando vuestra maldad para castigaros. Voy buscando dentro de vuestro corazón, cómo agradeceros, para ensalzaros, y cómo llevaros hasta lo más íntimo de Mi Corazón por vuestras obras buenas, por vuestras obras santas.
Soy un Dios de Amor y así como el imán atrae al hierro, así Mi Alma, Mi Corazón se deja atraer por vuestras buenas obras. Yo Juzgo al hombre por sus obras buenas, por su donación a Mí, por el cuidado que tuvo con sus hermanos, por la expansión del Reino que dejó durante su vida aquí en la Tierra. Juzgo al hombre por ésos actos de bondad, en los cuáles Mi Presencia se translució a través de él.
Yo Juzgo al hombre en la bondad, Mis pequeños y no en el error. Conozco vuestra pequeñez y no le hago tanto caso como en el deseo del alma en tratar de superarse. Me gustan las almas que, después de haber caído, se levantan para su perfección, ésas son las almas que valen ante Mis Ojos, almas que no se quedaron caídas en el pecado, almas que no se que dieron por vencidas después del ataque satánico, sino que se levantaron y lucharon contra él, tomando de Mis Fuerzas, porque Yo siempre estoy junto a las almas caídas, siempre estoy junto a todas las almas.
Yo Soy esa Fuente de Vida, Yo Soy ese Alimento Divino de Quien podéis tomar, de Quien podéis comer para vuestra santidad y para que vuestro fruto sea abundante.
Mis pequeños, Yo deseo la Vida en el alma, no la muerte que produce el pecado, levantaos, no os quedéis en el pecado llorando vuestra culpa. Levantaos sonrientes, sabiendo que estoy junto a vosotros, reparando, perdonándoos y queriendo vuestra perfección para la Gloria eterna, sed humildes y sencillos, que así es como encontraréis Mi Bondad y Mi Misericordia.
Sed prudentes, para que, caminando por el mundo, podáis ayudar en lugar de destrozar almas con vuestro mal ejemplo. Sed niños, para que podáis confiar plenamente en las Bondades de vuestro Dios y podáis soltaros totalmente a Mi Divina Voluntad, aceptando en vuestro corazón todo lo que Yo os pida, para levantar a vuestros hermanos con vuestro ejemplo y con vuestra palabra a la vida íntima con vuestro Dios para la salvación de sus almas.
Vivid pues, unidos a Mi Corazón, para que tengáis siempre ése deseo grande de servicio, de servicio a vuestro Dios y así caminemos unidos en el mundo, llevando la Palabra de Nuestro Padre, para que unidos podamos ayudarles en su salvación y para que unidos vivamos el gozo del Cielo por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, os pido nunca os canséis de vivir en la oración. La oración íntima, la oración profunda, la oración de corazón es la que acerca el alma a Mi Corazón.
Mis pequeños, muy pocas son las almas que mantienen ese coloquio Conmigo, con vuestro Dios, Yo Viviendo en el corazón de las almas, Viviendo en las almas y para las almas. Son tan pocos los que se acuerdan de Mí, los que se acercan a Mí con esa familiaridad de hijo con Padre, para platicarMe, para agradecerMe, para pedirMe simplemente, para acompañarMe.
Vivo abandonado en las almas, Soy el Huésped a Quien no se le hace caso. Por eso, Mis pequeños, cuando encuentro almas, con quienes platicar, almas sencillas, almas pequeñas, almas confiadas, las llevo a profundidades más íntimas y con ellas Me recreo y en ellas puedo hacer grandes cosas.
Os pido, Mis pequeños, que seáis de ésas almas íntimas, pequeñas y confiadas en las cuales Yo pueda hacer Mi Paraíso Terrenal, que Yo pueda bajar de los Cielos a Gozar en vosotros, que Yo pueda transmitir Mi Vida y que se pueda Vivir entre vuestros hermanos a través de vosotros.
Almas confiadas y puras que dejen ver a su Dios, que sean Luz entre los hombres, que sean palabra de aliento para las almas caídas.
Mis pequeños, Yo os bendigo y os agradezco éstos momentos de intimidad, de confianza, de amor que Me dais a Mí, vuestro Dios. Son momentos de recreo que Yo tengo. Proseguid vuestra obra, buscad vuestro perfeccionamiento, pedidMe lo que deseéis, que Yo os daré todo lo necesario para vuestra santidad aquí en la Tierra y para una vida íntima, muy cerquita en Mi Corazón, en el Reino del los Cielos. El que lucha por un ideal, lo consigue y si estáis buscando ésa intimidad con vuestro Dios, la conseguiréis y la gozaréis por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla la Santísima Virgen María.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, Madre vuestra, Madre del todo el género humano.
Mis pequeños, la tarea de una madre es muy grande, muy loable, es una tarea bendecida por Nuestro Padre Dios, porque no solamente estamos llamadas a transmitir vida física, sino vida espiritual.
Una madre se da por los hijos, una madre sufre por los hijos, una madre puede morir por los hijos, por ésa profundidad de amor que tiene hacia ellos. El demonio ha atacado especialmente a la mujer, sabiendo de esa posición tan grande que tiene ante los Ojos de Nuestro Dios.
La mujer se ha dejado vencer por su vanidad, por su soberbia y se ha apartado de ése Bien tan grande que le ha concedido Nuestro Padre Dios, el don de dar vida física y el don de dar vida espiritual. La mujer se ha tragado el anzuelo, como el pez y ha producido muerte, su propia muerte y la de sus hijos. Se ha salido del camino que le trazó Nuestro Padre Creador desde el Principio de los tiempos porque en la mujer puso Su confianza para la transmisión de la vida, apoyada por su esposo, ya que entre los dos tenían que crear grandes almas para el Reino de Nuestro Dios.
Mis pequeños, debéis volver a uniros en familia. La mujer tiene que pedir ésa humildad, tiene que pedirMe esa ayuda para dar lo que tiene que dar, como madre, como esposa, como hija de Nuestro Dios. La vida espiritual, básicamente la va a transmitir la madre, pero el demonio la ha tomado con engaños, la mujer no quiere ya vivir ésa vida espiritual, ya no quiere vivir ésa cercanía con su Dios, ni la transmisión de los valores que la llevarán a ella y a sus hijos directamente al Reino de los Cielos.
Orad mucho, Mis pequeños, para proteger a la mujer contra los ataques del enemigo. Que el Don de la Vida, que es Sagrado, no se cancele por solamente el placer que ahora busca la humanidad. El Don de la Vida es necesario para la propagación del Reino y estáis evitándolo por vuestro egoísmo, por vuestra maldad.
Ahora la mujer se ha vuelto instrumento de satanás, no solamente evitando el Don de la Vida, sino volviéndose causa de escándalo y de pecado, buscando solamente los placeres efímeros del mundo, destruyendo hogares y corazones.
Hijas Mías, mujeres en el mundo entero, vedMe a Mí, vuestra Madre, Yo también sufrí y he sufrido para levantaros a todos vosotros. He sufrido en Mi Hijo los ataques del mundo y ahora sufro por esa negación en vuestro corazón a los planes de vuestro Dios. Volved vuestros ojos a Nuestro Dios, antes de que sea demasiado tarde. Arrepentios de vuestro mal proceder, negaos a vosotras mismas quitando ésos placeres mundanos, al buscar el pecado para destruiros y destruir a los que estén a vuestro alrededor y tomad nuevamente las bellezas, las virtudes que os dio Nuestro Dios, como transmisoras de vida humana y espiritual.
No os imagináis, Mis pequeñas, los regalos tan grandes que recibe una madre en el Reino de los Cielos que supo ser verdadera madre, que supo verdaderamente darse por una familia, que supo transmitir la vida de Amor de su Padre Dios. Fuisteis llamadas a la vida y no solamente para dar vida, sino para hacerla vivir dentro de vuestro vientre y entregarla a vuestro Dios.
Vuestra tarea es grande en la Tierra, tan grande, que el demonio lo sabe y por eso os ataca tanto. Volved a la pureza, volved a la santidad, volved a dar Vida a vuestros hijos, a vuestros hermanos. Volved a uniros a la Vida de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. 
Hijitos Míos, disipad de vuestra mente y de vuestro corazón todo aquello que os haga creer que de vuestro Dios puede salir un acto de maldad hacia el hombre, fuisteis creados por Amor y con Amor por vuestro Dios, por Mí, vuestro Padre y Creador.
Al estar Conmigo y al proceder de Mí, vuestra función es Amor. Amar a vuestros hermanos, amar a vuestro Dios, ésa es la misión del hombre y así os lo dijo Mi Hijo: “Amaos los unos a los otros como Yo os he Amado”.
La Creación es Amor, todo fue creado para el Bien. Se os dio la tarea de mantener ése Bien, la Creación completa quedó sometida a vosotros para que la cuidarais y para que ella misma glorificara a su Dios.
Habéis querido aprovecharos de las riquezas de la naturaleza para ensalzaros, para llenar vuestras propias arcas, para sentiros importantes ante vuestros hermanos.
Os vuelvo a repetir: La Naturaleza y todo lo Creado quedó sometido a vuestros pies, por vuestro amor, no para aprovecharos de ella, sino para engrandeceros y engrandecer a vuestros hermanos. Las primicias de la tierra, debieran ser para Mí, todo lo más bello que la tierra produjera debiera ser ofrecido a Mí, vuestro Dios.
Debierais de compartir, en amor fraterno, todo lo que ella produjera, pero en lugar de compartir, acaparasteis para llenar vuestros graneros, para enriqueceros y así destruir vuestra alma. Habéis buscado vuestro propio bien, acaparando lo que no es vuestro, sino de todos vosotros y eso, Mis pequeños se ha terminado ya. No habéis obrado con justicia ni con amor con los bienes que se os dieron para cuidar. No obrasteis con equidad y os tratasteis de aprovechar de vuestros hermanos, vendiendo lo que no es vuestro, llevándolos a la miseria y al hambre, cuando todo se os dio como regalo. Vuestro corazón podrido por el mal ha producido frutos malos y así no podéis llamaros hijos de Dios.
La misma Naturaleza se vuelve contra el hombre, porque ella no fue tratada con dignidad y con respeto y en lugar de ayudarla a su crecimiento, la despreciasteis, la azotasteis, la destruisteis, ella se volverá contra el hombre para clamar venganza, para clamar justicia.
Los tiempos se terminan, el cambio vendrá y volveréis a esos bellos momentos del principio en donde deberéis obrar con amor, con respeto, con hermandad cuidándoos unos a otros, viviendo el Cielo en la Tierra.
Yo estaré con vosotros, Mis pequeños, cuidaos mientras tanto con lo que tengáis, compartid lo que tengáis con vuestros hermanos y no temáis de que se os termine, porque aquel que dé de corazón, de lo que gratuitamente se le dio, se le multiplicará. Es Mi Promesa de Padre y de Dios, porque aquel que obra de corazón, ése está Conmigo y nada le faltará.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Hijitos Míos, vuestra vida en la Tierra, tiene que ser en total fraternidad, deberéis vivir como se Vive en el Cielo, compartiendo de los Bienes que Yo os di gratuitamente y que debéis transmitir a vuestros hermanos para su crecimiento espiritual.
Muchos Dones se os han dado y mucho los habéis desperdiciado, porque no vivís para el Reino de vuestro Dios. Vivís tan comprometidos para las cosas del mundo que no gozáis ni apreciáis de los Dones que Yo os he concedido.
Pronto se os olvida vuestra misión en la Tierra, que es espiritual y os involucráis rápidamente con las cosas del mundo, de sus placeres, de su perversión.
Vinisteis a traer ésa fraternidad Celestial a vuestros hermanos, vinisteis para hacer vivir esa vida Celestial entre vosotros, ésa es vuestra misión en la Tierra. Se os han dado las capacidades y los Dones para lograrlo, pero los habéis hecho a un lado y preferisteis tomar lo que es del mundo y habéis hecho que ésos Dones se desperdiciaran.
Por eso os pedía, desde el principio de éste Santo Rosario, vivir en ésa unión Conmigo a través de la oración, para que Yo os vuelva a instruir, para que Yo os vuelva a indicar el camino, para que Yo os pueda nuevamente regresar al plan Divino por el que vinisteis.
Entrad pues, en ésa intimidad, para que uséis de ésos Dones que Yo os he dado, para que tengáis la Fortaleza de apartaros del mundo y tengáis ésa Caridad hacia vuestros hermanos de atraerlos hacia Mí y para que también los ayudéis a que puedan hacer uso de ésos Dones con los que fuisteis constituidos.
Todos vosotros deberéis tender a la unidad, ser Uno con la Trinidad y eso solamente se logrará a través de esa fraternidad santa que deberéis llevar a  cabo y que deberéis de hacerla crecer en el Amor y en el respeto. El amor no se obliga, el amor se da, el amor se impone en los corazones con el ejemplo y con el respeto.
Volved a Mí, Mis pequeños, traedMe a vuestros hermanos. Volvedles a abrir las puertas hacia el Paraíso Terrenal a través de vuestros actos, sed ejemplo de vida, de vida en Dios, de Vida Divina. Tened la Fortaleza de apartaros de las insidias del mal y de sus engaños, en donde os hace creer que el mundo y sus riquezas son los que os darán la libertad y el placer que debe tener el alma, que debe tener el hombre. No os dejéis engañar, Mis pequeños, por los bienes efímeros de la Tierra, buscad los intereses Divinos, que ahí radica vuestra tarea.
Me tenéis a Mí en vuestro corazón, tenéis todas Mis Potencias en vuestro corazón, usadlas, usadlas Mis pequeños para el bien de vuestros hermanos y para que se logren Mis intereses con el triunfo del Amor sobre toda la humanidad. El Amor de vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.

jueves, 16 de febrero de 2012

Ene 19_12 Este consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar…


Rosario vespertino
Temas:
  • Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
  • Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
  • Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
  • En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
  • Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
  • Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María a J. V.
Ofrecimiento, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Nuestro Dios y Señor Me permite estar aquí con vosotros y con toda la humanidad, para llevaros por caminos seguros, para llevaros a vuestra salvación eterna. Momentos difíciles ya están a la puerta y se vendrán incrementando al tiempo por venir.
Será un año de cambios que deberéis tomarlos en agradecimiento, porque ya os lo ha dicho Nuestro Padre y Nuestro Dios, que deberéis tomarlo como purificación de vuestros pecados y para vuestro bien futuro.
Ciertamente el mal sabe lo que vendrá, satanás no quiere que las almas se salven, vosotros vinisteis a llevar una misión para la salvación de las almas y la restauración del Reino de Mi Hijo sobre la Tierra. Esa es la verdadera misión de los hijos de Dios, amar y dejar amor.
¿Pero qué tanto habéis hecho cada uno de vosotros?, porque ya se os ha dicho que seréis juzgados por el amor que dejasteis en la Tierra. Las almas, distraídas están, buscan otros intereses muy diferentes a los cuales vinisteis para cumplir con vuestra misión, misión Divina, porque es una misión a la cual prometisteis a Nuestro Padre y Nuestro Dios servirLe y cumplirla con amor, con obediencia, con respeto y poco de ello habéis hecho, Mis pequeños.
No estáis trabajando para vuestra misión y con esto, para aliviar la maldad que os rodea y preparar también a muchas almas a su salvación eterna. Ni vosotros mismos estáis preparados para vuestra salvación eterna. Una gran mayoría de vosotros, alejados estáis de vuestros deberes Divinos, que es el cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Nuestro Dios.
Al contrario, mucho mal estáis cometiendo y con ello os habéis vuelto francamente seguidores de satanás. Como hijos Míos, Me da vergüenza y pena aceptar esta situación. No os imagináis lo que vuestro Dios y Señor os ama y Yo también, Mis pequeños. Tanto que se os ha dado con el don de la vida, con los cuidados que se os han prodigado para vuestro crecimiento físico y espiritual. Tanto que habéis tenido a lo largo de vuestra vida y Le pagáis así a Nuestro Dios que tanto Nos da con todo Su Corazón. Le pagáis convirtiéndoos en ser otros demonios, tratando de destruir lo que Él tanto os ha dado con Amor.
Ciertamente hay mucha maldad en vuestro corazón y todo esto tiene que ser purificado, Mis pequeños, no se puede vivir en Dios aceptando lo que satanás os ofrece. Ciertamente el pecado se irá incrementando, satanás conoce vuestras debilidades y os irá atacando sobre éstas debilidades que tenéis para que caigáis en sus garras y no podáis salir y así venceros eternamente.
Cuando vosotros tenéis un malestar, os proveéis de algo para evitar ése malestar y ya no tenerlo más. Usáis los medicamentos adecuados para evitar ésas molestias y dolores. El pecado lo conocéis, vuestras debilidades las conocéis y conocéis también el remedio, que es la vida de la Gracia y los Sacramentos y, con eso, podéis vosotros crecer y vencer a satanás. Pero no queréis tomarlo, queréis seguir manteniéndoos contra los bienes de vuestro Dios, bienes que os han hecho crecer, que os han cuidado, que os han dado todo. Su Divina Providencia os ha provisto de tanto, tanto en lo material como en lo espiritual, habéis sido cuidados toda vuestra vida contra los ataques de satanás, y podríais decir que no lo habéis visto, pero espiritualmente, esto ha sido una realidad.
A todas las almas que bajan a servir a Nuestro Dios a la Tierra, a todas las ataca satanás a lo largo de su vida y esto debéis aceptarlo como artículo de Fe, porque es una realidad, pero Nuestro Dios, de muchas formas, manda protección a vuestra alma y a vuestro cuerpo para que satanás no os destroce como él quisiera hacerlo, especialmente en lo espiritual.
¡Qué ingratitud la vuestra, Mis pequeños!, que teniendo todo lo bueno de Nuestro Dios, lo traicionéis, estáis aceptando en vuestra vida lo que satanás os está dando por muchos medios.
Os habéis vuelto sensuales, solamente lo que vuestro cuerpo goce es lo que aceptáis y, además, le dais más vida y goce a vuestros sentidos y olvidáis el valor tan grande que tienen las Potencias del alma, infinitamente superiores a vuestras capacidades humanas, pero vuestra falta de Fe a todas las Promesas de Nuestro Dios, os hace preferir lo que vuestros sentidos pueden apreciar.
Por eso os repito, Mis pequeños, que el cambio que se ha de venir en estos meses por venir, serán para iros purificando de vuestra sensualidad y crezcáis en vuestra espiritualidad. Es un bien que os está regalando vuestro Padre y vuestro Dios, porque ciertamente no llegaréis al Reino de los Cielos si seguís creciendo en vuestros sentidos y no en vuestra espiritualidad.
Aceptad, mis pequeños, de corazón y con agradecimiento, lo que sucederá a nivel mundial y en lo particular, en cada uno de vosotros, porque cada uno de vosotros sois muy valiosos para Nuestro Dios y Él os cuida a cada uno de vosotros como perlas preciosas. A los Ojos de Nuestro Dios, valéis muchísimo y tomadlo así, como un regalo espiritual. Defended lo que Nuestro Dios os ha dado a cada uno de vosotros, en dones, en virtudes, en capacidades físicas y espirituales y dejaos mover por Su Gracia, por Su Voluntad, por Su Amor para servirLe como Él se Lo merece. Ya no traicionéis a Nuestro Dios que tanto os da, que tanto os provee, que tanto os ama.
Si cambiáis, Mis pequeños, los acontecimientos de la purificación mundial e individual, serán menores. El cambio que debéis sufrir todos vosotros y aún el mundo entero, no será tan drástico ni doloroso. Ciertamente el Universo entero cambiará y cambiará para bien, Mis pequeños, todo esto os lo digo para que no actuéis con pesimismo, porque muchos de vuestros hermanos, a vuestro alrededor, ven los acontecimientos por venir como una situación pesimista, de destrucción, de pérdida y no, Mis pequeños, ya se os ha explicado que se os quitará todo aquello que os ha llevado a darle la espalda a Nuestro Dios, a todo aquello que os quita la Gracia, que os quita la belleza de vuestra alma.
Estáis acostumbrados a embellecer vuestro cuerpo, ahora aprenderéis a embellecer vuestra alma con todo lo que sucederá, porque lo que sucederá os llevará a que vosotros vayáis apreciando lo que vuestra alma puede tener y con lo que puede crecer. Y cuando gocéis de estos bienes de vuestra alma, es cuando reconoceréis todo lo que Nuestro Padre y Nuestro Dios hizo por vosotros en la Creación de cada uno de vosotros en lo individual. Todos vosotros sois Sus hijos, pero cada uno de vosotros sois diferentes, pero tendiendo hacia el Bien.
Buscad pues ésa relación íntima, amorosa con Nuestro Dios, porque Él se lo merece, porque un Padre se merece todo de sus hijos, porque un padre se da en totalidad por el bien de los hijos y aquí tenéis, como Nuestro Padre se dio en totalidad, a través de Su Hijo, de Mi Hijo Jesucristo.
Tenéis tanto, Mis pequeños, no desperdiciéis lo que tenéis escondido en lo espiritual, éste será el tiempo en el que renacerá. Muchos de vosotros tenéis las bases que vuestros padres os dieron, pero que no quisisteis seguir. Se os dio de pequeños una Evangelización de amor, amor hacia Nuestro Dios y os apartasteis de ella, pero la Luz de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, os ayudará a que todo lo que tenéis olvidado dentro de vuestro ser, todas ésas oraciones bellas, todo el amor de vuestros padres enseñándoos oraciones, cuando erais pequeños, brotarán nuevamente en vuestra mente, en vuestro corazón y en vuestros labios.
Ayudaréis a muchos de vuestros hermanos a que el paso, que tendréis que dar todos, sea más sencillo, pero sobre todo, repito, amoroso y agradecido, porque Nuestro Dios es Dios de Amor y todo lo que proviene de Él, es Amor y puntualizo esto, Mis pequeños, nada se da sin Su Voluntad, si algo se da, es porque Nuestro Dios lo permite y si Él lo permite, como os dije, todo viene de Su Amor. Por eso, lo que se vaya a dar, a nivel mundial, a nivel Universal y a nivel particular, todo está permitido y controlado por la Voluntad de Nuestro Dios y, todo, lleno de Su Amor.
Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
Espero lo entendáis, Mis pequeños y que vuestra vida vaya cambiando hacia la Virtud en la que fuisteis creados, en la que debéis crecer y en la que debéis morir para renacer nuevamente en el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños y siempre estaré con vosotros, Yo, vuestra Madre, os cuidaré en todo momento, porque son Mis tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad. Nada es desconocido para Mí, porque todo lo he creado Yo.
Vuestros Padres, vuestros Primeros Padres, tenían el conocimiento infuso de lo creado, pero no tenían el conocimiento total que tengo Yo, como Dios y Padre de ellos.
Les regalé infinidad de dones y capacidades, sabiduría, inteligencia y amor pero, aún a pesar de todas estas cualidades y capacidades grandiosas, cayeron en las redes de satanás, en sus engaños, en su maldad.
Las capacidades de ellos no existen en ningún ser humano en la actualidad, ni después de su caída. A lo que voy, Mis pequeños, es explicaros que ellos tenían capacidades y conocimiento infinitamente superior al que ahora tenéis, vivían en santidad, porque Yo estaba con ellos.
Si vosotros ahora conocierais cómo eran ellos antes del Pecado Original, envidiaríais tal situación, quizá lloraríais de coraje por la pérdida de todas éstas capacidades por haberse vuelto hacia satanás. Algún día lo conoceréis, pero por Amor a ellos, los perdonaréis, como ahora ellos Me piden perdón por el mal que causó su desobediencia, su pecado, su error, que echó a perder a la Creación Universal.
Os explico esto, Mis pequeños, porque si ellos tenían capacidades infinitamente mayores a las vuestras y cayeron ante las mentiras de satanás, vosotros, si no pedís Mi ayuda, si no os protegéis con Mi Santísima Trinidad, si no pedís ayuda a vuestra Madre, la Siempre Virgen María, al Cielo entero, satanás fácilmente os puede destruir. No os imagináis, Mis pequeños, su poderío, sus capacidades y por eso lo limito.
Ciertamente le doy permiso para que os pruebe, pero conociendo Yo vuestra pequeñez, no le permito que os ataque con todo su poderío, no lo soportaríais Mis pequeños y, aunque satanás es infinitamente inferior a Mí, porque Yo Soy su creador, también lo doté de capacidades inmensas, porque fue el arcángel más importante en el Cielo.
No juguéis con el mal ni broméis minimizando el poder de satanás, también él mismo permite eso, para que vosotros no os protejáis con Mi Gracia y con Mi ayuda, Mis pequeños, porque cuando bromeáis, os sentís superiores o le quitáis importancia a un ser real, que existe y que es peligrosísimo para vuestra vida eterna. Él os confunde, él os manipula, él os lleva por caminos errados, para que no os protejáis con todo lo que Yo os puedo dar para que lo podáis vencer y, esto es principalmente con el amor. Y si realmente amáis y amáis de corazón, empezaréis con ello a defenderMe a Mí, a buscarMe a Mí, a crecer en Mí y a transmitirMe a Mí y, al hacer esto, Mis pequeños, estaréis también ayudando a hermanos vuestros a protegerse contra las acechanzas del mal.
Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación, si no venís a Mí y pedís Mi ayuda y Mi protección, si os mantenéis en vuestra negligencia, en vuestra tontería, satanás os destruirá. Él no tiene corazón, no se detendrá en tratar de destruiros, en él no hay nada de bondad, por eso os prevengo, Mis pequeños.
Ciertamente no permitiré que os ataque con todo su poder, pero será inmenso para aquellos que no estén protegidos. Los que están Conmigo, aunque sufran su ataque, no morirán en la maldad y en el pecado, vivirán, porque están Conmigo, porque cuando Yo estoy en un alma, no estoy parcialmente, estoy en totalidad y a ésas almas no las puede destruir satanás, porque Yo Soy Completo en ellas. CuidadMe en vuestro ser, cuidadMe con vuestros pensamientos sanos y con un corazón limpio y caritativo, mientras Me mantengáis en vuestro ser, satanás no os destruirá, os atacará, pero venceremos juntos, porque Yo estoy en totalidad con vosotros. Sed sabios y entended todo esto que os estoy dando, porque creáis o no creáis, sucederán todas éstas cosas.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
 

Hijitos Míos, Mi Evangelización fue de Amor. En el tiempo en que llegué a la Tierra, era un tiempo de confusión, como el que estáis viviendo ahora. Ciertamente, había mal y bien, como ahora también existe, pero Yo os vine a enseñar el Bien en el que debéis vivir y transmitir, porque os he dicho que aquel que se llena con Mi Bien, necesariamente lo transmite, porque no podéis detener Mi Amor en vuestro ser, porque aquél que se llena con Mi Amor, se le vuelve una necesidad el darla a sus hermanos.
Mi Amor es Vida, Mi Amor es cambio, es un regalo Divino para los hombres y entendedlo así, Mis pequeños. Yo, siendo Dios, el Hijo del Dios Verdadero, vine a la Tierra a dar un regalo inmenso, un regalo Divino, que no se conocía en la Tierra. Todo un Dios entre los hombres y no se apreció éste hecho.
Os he dado toda una Evangelización de Amor y no de temor, como muchos quieren ver estos momentos de la humanidad. Vivís en las tinieblas, como se vivía en aquél tiempo, pero ahora estáis peor, Mis pequeños, porque tuvisteis Mi Evangelización y la hicisteis a un lado, no estáis viviendo las Bondades que Yo os Enseñé, por eso la obscuridad, ciertamente ya os cubre, porque vosotros mismos habéis hecho a un lado la Luz que Yo traje, la Luz que debía rodearos y daros vida íntima y Divina, pero despreciasteis todas Mis Bondades Divinas y preferisteis seguir en la obscuridad y, por eso ahora, el mundo se debate en estos errores, en esta maldad que vosotros mismos habéis permitido que creciera.
Si el mal hubiera sido atacado con todo lo que Yo os vine a Enseñar, estaríais viviendo el Paraíso. En el Paraíso no había maldad y eso es lo que debéis vosotros ahora buscar y recuperar y solamente es a través de ése cambio personal. Para ello debéis pedir Mi ayuda, porque vosotros mismos no podéis, Mis pequeños.
Necesitáis de Mí, necesariamente, pero sobre todo, empezando a vivir lo que ya se os enseñó. No debéis tomar todo aquello que satanás os da, porque estáis desperdiciando Mis Enseñanzas y Mi Venida a la Tierra.
Quiero que entendáis esto perfectamente bien, Mis pequeños, el Dios del Universo Infinito, Creador, se hizo pequeñito para venir a vosotros y Me tuvisteis personalmente. Me tocaron, vivieron Conmigo, Me conocieron y aún así, Me despreciaron. Aquellos que ahora han aceptado en su corazón todas Mis Enseñanzas y que Yo permito Me gocéis, cuando entráis en oración profunda, cuando vivís en Mí, sentís lo que aquella gente buena sintió cuando Me tuvieron aquí en la Tierra.
Cada uno de vosotros Me puede tener en su corazón, sentirMe y vivirMe, pero debéis desearlo de corazón y debéis poner todo vuestro empeño para que Yo pueda vivir en vosotros. Dad el primer paso, Mis pequeños y Yo haré todo lo posible después para estar en vosotros y permanecer tanto como vosotros queráis que Yo permanezca en vuestro ser. Yo no Me impongo, Yo no interfiero con vuestros planes, Yo Soy Dócil y acepto lo que Me deis, acepto hasta los mendrugos de amor que Me dais. Ojalá pudierais vivir atentos a Mi Vida en vosotros, pero os distraéis demasiado y Yo sufro porque no Me hacéis caso. Quiero ser el amigo íntimo, quiero ser aquél amigo en el que confiéis plenamente, aquél amigo al que le confiáis todo vuestro ser, vuestro conocimiento, vuestras preocupaciones, vuestros logros, vuestros errores y que, además, os puedo ayudar y puedo recuperar perfectamente para vosotros vuestra pureza y llevaros a la santidad de vida, porque un amigo, por más amigo que sea, no os puede dar lo que Yo os puedo dar.
Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo, Mis pequeños, porque lo hizo con vuestros Primeros Padres, que tenían capacidades mucho más grandes de las que vosotros ahora tenéis. LlevadMe en lo profundo de vuestro ser. Os va a tratar de distraer con tantas cosas negativas y pecaminosas que hay a vuestro alrededor y que podréis obtener fácilmente, pero si vosotros cedéis a sus encantos, a sus engaños, a sus maniobras malas, os va a destruir, pero si Me lleváis plenamente en vosotros, ante la duda, Me podréis preguntar y os responderé, os llevaré por buenos caminos, os protegeré de tantos males que habrá a vuestro alrededor y, si Me lo permitís, también os llevaré a una santidad de vida tal, que ahora no conocéis, y que os ayudará a pasar fácilmente de la Tierra al Reino de los Cielos.
DejadMe pues vivir plenamente en vosotros, como ya lo han permitido hermanos vuestros en el tiempo y, ésa es la santidad de vida, ésos son los santos que conocéis. Me dejaron vivir plenamente en ellos y, los que convivían con ellos, creían verlos a ellos, pero realmente Me estaban viendo a Mí. Lo que sale de un alma santa, es Mi Presencia, es Mi Vida y ahora lo podéis tener cada uno de vosotros, pero dejadMe actuar, Mis pequeños, y ése será un gran regalo para vuestras almas, el dejarMe vivir plenamente en vosotros.
Gracias, mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás. 
 

Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra os aconsejo, Mis pequeños, en vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Ahora os ha llevado la ciencia, os han llevado los espectáculos a haceros creer que podéis luchar frente a frente contra la maldad y no importa el grado de maldad, siempre habrá armas poderosas que podrán vencer al mal y, así se os engaña en vuestro ser, porque vosotros creéis que necesitáis armas poderosas para vencer al mal que os pueda atacar. No importa qué tipo de mal sea, pero contaréis siempre con un arma poderosísima para vencer a ése mal y estas son ilusiones con las que os engaña satanás también.
La sencillez, la humildad y sobre todo, buscando el respaldo Divino, es como realmente podréis destruir la maldad de satanás.
Ved a todos aquellos, grandes santos, grandes hombres de las Sagradas Escrituras, cómo fueron venciendo a la maldad cuando se iba a presentar ante ellos, era la humildad, era la sencillez, apoyados en el Poder Divino, pidiendo siempre ayuda a Nuestro Dios, abajándose ellos ante la realidad que estaban viviendo y que tenían que vencer que, ciertamente, veían imposible, con sus propias fuerzas, vencer la maldad que se venía contra ellos pero, al abajarse, al aceptar su pequeñez, su debilidad y pidiendo ayuda con humildad, obtuvieron la ayuda Divina y vencieron.
Os he dicho que sois ésos Davides en este tiempo, luchando contra Goliat. Si la fantasía actual os lo enseñara, como ahora lo veis en los medios de comunicación, David saldría a luchar contra Goliat con un arma poderosa, con un arma que todo lo destruye, poniéndose David superior a Goliat por el arma poderosa que traería, pero la realidad fue otra. Primeramente oró, aceptando su pequeñez y pidiendo que, a través de él, la Fuerza Divina le diera ésas capacidades para vencer a Goliat, al satanás de ése momento y así debe ser vuestra posición actual ante los ataques del enemigo. Primeramente, la oración y si es posible, la oración conjunta, que será más poderosa, al reconocer vosotros vuestra pequeñez, sabiendo que no podréis vencer con vuestras fuerzas humanas al mal que se os venga. En ése momento, la Fuerza Divina caerá sobre vosotros y podréis vencer ése mal y, no por vosotros, porque vosotros seréis solamente instrumentos, la Fuerza Divina pasará a través de vosotros y podréis vencer al mal.
Yo, como Madre vuestra estaré aconsejándoos y llevándoos de la mano. En ningún momento crezcáis en soberbia, creyendo que algún arma que tengáis por ahí, podrá vencer el mal que os aceche. La oración es infinitamente más poderosa que cualquier arma que tengáis sobre la Tierra, porque la oración, unida al Cielo, se vuelve infinita. Este consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar, porque la vida de un santo, que vence las dificultades contra el mal, siempre va a estar respaldada en la oración, en la sencillez y en la humildad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
 
 

Hijitos Míos, el Pecado os llevó a la división, empezando Conmigo, con vuestro Dios. El hombre, vuestros Primeros Padres, vivían unidos a Mí, pero prefirieron pecar y no se imaginaron lo que su Pecado iba a traer para ellos y para su descendencia, que sois todos vosotros, y vino la división.
Satanás os quiere separar de Mí y os quiere separar a cada uno de vosotros de vivir como hermanos y lo ha ido logrando, porque cada vez más os veis con temor unos a otros. No os buscáis como hermanos, os peleáis por cualquier cosa pero, principalmente, no acudís a Mí, ya no hay una unión perfecta entre vosotros y Yo, vuestro mismo corazón está dividido, no habito Yo perfectamente en vuestro ser.
En vosotros mismos hay Bien y hay mal y no lucháis por tener un mayor Bien en vosotros ni en vuestros actos hacia vuestros hermanos. Vuestro mundo está dividido, os separan fronteras, os separan idiomas, os separan culturas, os separan religiones.
Yo Soy Uno en Mi Santísima Trinidad y todos deberéis volver nuevamente a la unidad y ésta purificación que se vendrá, para la humanidad y para el Universo entero, os llevará otra vez a la unidad, todo volverá a ser bello, todos unidos en Mi Amor, todos unidos en Mi Amor Divino, todos unidos en familia, todos unidos para nuevamente vivir Mi Voluntad y actuar en Mi Voluntad.
¿Acaso esto se os hace temeroso, os da miedo esto, Mis pequeños? ¿Se os hace malo esto que os quiero dar? ¿Entonces por qué teméis a lo que se os va a dar, si será para vuestro bien, para el mundo entero, para el Universo entero? Habrá amor por todos lados, os trataréis como verdaderos hermanos, pero llenos de Mi Amor, con el Amor que se vive en los Cielos y que aún no conocéis. Es un Amor de donación total hacia vuestro hermano necesitado.
Conoceréis las bellezas del Amor Perfecto, del Amor Verdadero, del Amor que no busca dar para luego recibir. Vuestro mundo ya no tendrá fronteras, hablaréis el mismo idioma, habrá alegría entre todos los hombres. La maldad os dejará por un tiempo y gozaréis de los Bienes Celestiales. Conoceréis lo que se había Creado para vosotros y Me agradeceréis Mis regalos, Mis Bondades, Mis cuidados para con cada uno de vosotros. Os sentiréis hijos consentidos, porque eso es lo que hago con cada uno de vosotros, sois Mi Creación cada uno de vosotros y Yo consiento a Mi Creación.
Sabiduría habrá en vosotros, Conocimiento infuso se os dará. Recuperaréis, en gran porcentaje, de los Bienes que vuestros Primeros Padres tenían y eso os ayudará a que luchéis y os apliquéis a seguir buscando más, porque eso os pertenece, ése regalo que di a vuestros Primeros Padres, os pertenece, pero quiero que vosotros también trabajéis por obtener mucho más de lo que ahora tenéis.
Os estoy prometiendo tiempos bellísimos que ni siquiera imagináis, sois tan pequeños, tan inseguros que no podéis imaginar la magnificencia de Mis regalos.
Creed pues en todo esto que os digo y que podréis obtener si os mantenéis en Mi Gracia, creciendo en el Amor, viviendo en las Virtudes.
Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros. Yo no os engaño, porque Soy la Verdad Absoluta, no os pongo trampas, porque en Mí, solamente hay ésa Verdad que no os puede engañar y que siempre quiere vuestro Bien.
La Verdad también debe habitar en vosotros, ya desde ahora, para que el gran engañador no os haga caer en sus redes.
PedidMe os ayude a que seáis transparentes ante Mis Ojos, que no haya nada de maldad, que no se pueda esconder ningún mal en vuestro ser en vuestros actos, ni en vuestros pensamientos, os quiero perfectos, pero también debéis luchar por esa perfección, Yo os ayudaré y veréis que, con Mi Amor Infinito, lo lograréis porque os quiero como Creé a vuestros Primeros Padres, con ésa perfección que solamente Mi Divinidad puede crear.
Debéis cerrar ya vuestra mente, vuestros labios, vuestro corazón, a los ataques de satanás, porque él tratará de impedir que vosotros alcancéis la perfección de Mi Amor en vosotros.
Venid a Mí y os levantaré, si estáis caídos, no hay pecado que no pueda perdonarse, no hay pecador que no pueda alcanzar la santidad. Yo puedo transformar la maldad en Bien si vosotros os arrepentís de corazón. Sed humildes y sencillos y buscadMe, para que alcancéis Mis Bienes.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mi Bendición abra vuestras capacidades para que busquéis la perfección de vida y la santidad de vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
 

Hijitos Míos, entre Mis Enseñanzas hacia vosotros, os dije: “Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.
El Reino de Dios es la vida espiritual, es el Amor, es el alimento que debéis darle a vuestra alma y vuestra alma tiene capacidades inmensas, inconmensurables. Vuestro cuerpo y vuestra alma, ahora no están en sintonía, vuestro cuerpo, ahora está como cárcel para vuestra alma.
Con vuestros Primeros Padres, su cuerpo y su alma, eran una unidad, caminaban al unísono, vivían en Mi Ser, como Dios y en Mi Voluntad. La Bondad iba unida en cuerpo y alma, hasta que cometieron el Pecado Original.
Ahora vuestro cuerpo tiende al mal, vuestra alma tiende al Bien, hasta eso dividió el Pecado, vuestro mismo ser no camina al unísono.
Vuestra tarea, Mis pequeños, es hacer que vuestro cuerpo y vuestra alma, estén Conmigo, trabajen para Mí y se llenen de Mí, de Mi Gracia de Mi Gloria, que vivan en pureza y santidad, es un trabajo de todos los días, es el vencerse a sí mismos, buscando un Bien Superior.
Vuestra alma, que tiene capacidades más fuertes, tiene que dominar a vuestro cuerpo y también llevar a vuestro cuerpo a la santidad de vida. Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Cuando estáis llenos de Mí, Mis pequeños, porque buscasteis primero el Reino de Dios, la añadidura son la infinidad de regalos que vosotros obtenéis por Mi conducto y, es cuando se os dan los dones especiales, cada uno empieza a tener capacidades grandes, dones que Mi Santo Espíritu os concede para el Bien vuestro y el de vuestros hermanos. Mi Gracia fluye a través de vosotros y milagros se obtienen a través de vuestra intercesión, de vuestra oración, de vuestra donación. Empezáis a vivir una vida espiritual muy profunda y Conmigo y empezáis a tener experiencias espirituales bellísimas, que son los regalos que Yo le doy a las almas que primero Me buscaron y que no buscaban primero la añadidura, porque en éste tiempo se busca más la añadidura y nada más a nivel mundano pero, desgraciadamente, ahora os ha atacado más satanás y os está llevando a buscar una añadidura espiritual, pero maligna y así engaña, llevándoos a buscar poderes satánicos para destruir todo lo bueno que Yo os di y, por eso, veis ahora a vuestro alrededor tanto mal, tantas desviaciones, tanta mentira, pero sobre todo, tanto ataque hacia Mí y hacia lo Mío. Ya se os había profetizado que llegaría un momento en que veríais tanta maldad en el mundo, que satanás se sentaría en su trono, haciéndoos creer que venció a Mi Gracia, que venció a Mi Amor, que venció a Mi Poder y esto nunca podrá ser, Mis pequeños, pero ya lo estáis viendo a vuestro alrededor, cómo se habla más de maldad y de todo aquello que pertenece a satanás y poco se habla de Mí, de Mi Amor, de Mis Leyes, de Mi Ejemplo sobre la Tierra.
Buscad pues, Mis pequeños, primero lo espiritual, venciendo todo aquello con lo que satanás os quiera dar un placer efímero, pecaminoso y destructivo para vuestra alma y, al luchar por tenerMe a Mí y no soltarse de Mí, obtendréis los regalos, que es la añadidura, espiritual y humana que os daré. Son Mis regalos de Amor con los que Yo consiento a las almas que se mantienen buscándoMe, que tarde o temprano Me encontrarán y que también encontrarán una nueva vida, de la cual ya no querrán soltarse.
Gracias, Mis pequeños.