Mostrando entradas con la etiqueta Mis pequeños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mis pequeños. Mostrar todas las entradas

martes, 13 de marzo de 2012

Mar 01_12 Esa es vuestra principal misión, Mis pequeños, ir destruyendo la maldad.



Rosario vespertino
Temas:
  • Cuando entendáis, y con humildad aceptéis vuestra pequeñez y Me dejéis a Mí, actuar para vuestro bien, es cuando empezaréis a ser sabios.
  • Imaginad el Dolor de Nuestro Dios, cuando vosotros mismos estáis tan adoloridos porque veis que vuestros hijos están cayendo en errores graves.
  • Os vuelvo a repetir, ¿de qué sirve pues vuestra vida sobre la Tierra, si no estáis produciendo amor?
  • No toméis los momentos de la purificación como algo doloroso e inservible, Yo estoy viendo por la salvación de las almas, no estoy viendo por el bienestar humano que, ciertamente, a muchas almas las ha llevado a su condenación eterna.
  • Si realmente vosotros os aplicarais en esta misión que tenéis en la Tierra, que es la de producir amor y salvar almas, haríais grandes adelantos y así éste mundo podría cambiar hacia el bien rápidamente.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando entendáis, y con humildad aceptéis vuestra pequeñez y Me dejéis a Mí, actuar para vuestro bien, es cuando empezaréis a ser sabios.
Hijitos Míos, todo debe volver al Primer Orden como ya os he explicado anteriormente. Yo, en Mi Perfección Divina, todo lo creé para que el hombre lo gozara, para que vosotros, Mis hijos, gozarais de Mis perfecciones. Con el Pecado Original todo se alteró y estáis viviendo una imperfección Universal.
Yo quiero que vosotros ya gocéis lo que vuestros Primeros Padres gozaron antes de su Pecado, con el cual se opusieron a Mi Voluntad y, con esto, os quiero decir, Mis pequeños, que como ellos se opusieron a Mi Voluntad, vosotros debéis buscar el estar bajo Mi Voluntad.
En una familia, cuando los hijos se dejan guiar perfectamente por la voluntad de sus padres, por su experiencia, todo saldrá mejor que si los mismos hijos administraran el hogar. Y esto es obvio, Mis pequeños, porque los hijos no tienen la experiencia de los padres, no saben qué hacer en determinados momentos y si ellos los guiaran, todo sería un caos dentro del hogar.
El Mundo es vuestro hogar y también el Universo entero, todos vosotros no tenéis las capacidades que Yo, como Dios, tengo y por eso, si os dejáis guiar por Mi Voluntad, todo entrará en un Orden Perfecto.
Vosotros no tenéis perfección, no buscáis la perfección, porque no la conocéis, por eso os pido, Mis pequeños, docilidad y sobre todo, un deseo grande de dejaros guiar por Mi Sabiduría Divina, aceptando vuestra pequeñez, aceptando vuestra nada, para que Yo pueda actuar en Mi Perfección para bien de todos vosotros.
Si vosotros sois sabios, entenderéis que esto os conviene, Mis pequeños, porque vosotros no sois capaces de atender a un Universo y llevarlo a la perfección en todos sentidos. Sentís que lleváis ya muchos años sobre la Tierra y creéis que ya tenéis toda la sabiduría y capacidades para poder administrar al mundo entero y os seguís dando sorpresas unos a otros por vuestra incapacidad para lograr lo que quisierais.
Os falta tanto, Mis pequeños, pero sobre todo, humildad, porque si os dejarais guiar, especialmente aceptando vuestra nulidad, Yo haría grandes cosas para vuestro bien, pero no Me dejáis moverMe a Mi antojo entre vosotros, Mis pequeños, por vuestra soberbia, cada quien quiere hacer su voluntad porque os creéis sabios os creéis inteligentes y más sabios e inteligentes que Yo Mismo, vuestro Dios.
Cuando entendáis, y con humildad aceptéis vuestra pequeñez y Me dejéis a Mí, actuar para vuestro bien, es cuando empezaréis a ser sabios.
Mis pequeños, entended que quiero lo mejor para vosotros, no sois capaces, os repito, de guiar vuestro hogar, dejadMe pues hacerlo a Mí, vuestro Dios y gozaréis infinitamente el Orden Perfecto a donde Yo os voy a llevar.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Imaginad el Dolor de Nuestro Dios, cuando vosotros mismos estáis tan adoloridos porque veis que vuestros hijos están cayendo en errores graves.
Hijitos Míos, Yo Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y he sido puesta como Arca de Salvación para todas las almas en estos tiempos, y remarco, para todas las almas, porque todas las almas sois hijos de Dios e hijos Míos.
Estos son tiempos de gran tribulación, de la difusión de grandes errores, son tiempos en que infinidad de almas Le han sido arrebatadas a Nuestro Dios por las artimañas de satanás.
Son tiempos de una gran tribulación espiritual, en donde, desde pequeños, a muchos hermanitos vuestros, como no se les ha enseñado a vivir y a amar a Nuestro Dios, son arrebatadas y son puestas al servicio del mal. No os imagináis el dolor que esto Nos causa aquí, en el Reino de los Cielos, ver tantas almitas que desde muy temprana edad han perdido su inocencia.
Satanás sabe cómo hacer que el Corazón de Nuestro Dios quede muy adolorido y esto es, quitándoles la inocencia a los pequeños y llevándolos hacia caminos del mal, que antiguamente, vuestros hijos no tenían ni idea de ello.
Si vosotros mismos veis en la sociedad cómo los valores se han perdido, os duele esto y especialmente cuando ha caído esta desgracia en vuestros hijos, aún a pesar de vuestros esfuerzos para mantenerlos en las Enseñanzas de Mi Hijo.
Imaginad el Dolor de Nuestro Dios, cuando vosotros mismos estáis tan adoloridos porque veis que vuestros hijos están cayendo en errores graves que les van a afectar fuertemente en su vida futura, en su vida adulta. Es obvio que si no hay bases fuertes, si su espiritualidad no está bien cimentada, si sus valores no han sido desarrollados en base a lo que Nuestro Dios Nos pide, ¿qué se puede esperar de estos niños y jóvenes, de estos momentos, en su edad adulta? Al no haber buenos cimientos, todo el edificio se tiene que derrumbar necesariamente y, el derrumbarse quiere decir vida de pecado grave, además, al no haber valores, van a pasar por sobre todas aquellas personas que se pongan antes que ellos, y por eso veis tanto destrozo espiritual, moral, social. Os repito, no hay valores y eso os ha llevado a un desperdicio de almas, porque venís a la Tierra a servir a Nuestro Dios, creando amor a vuestro alrededor, de acuerdo al amor que habéis recibido, pero en una gran mayoría de corazones, solo hay resentimientos, dolores, hay maldad, hay inmoralidad ¿cómo puede un alma crecer en el bien si ha sido enseñada a vivir en el mal?
Orad por vuestros hermanitos, en su inocencia, en su adolescencia, que han perdido todos sus valores y están contagiando al resto de sus hermanos y sobre todo, a los más pequeños, para que se dejen llevar por los Decretos de Nuestro Padre Dios en Su Santísima Trinidad.
Ya no dañéis al Corazón de Nuestro Dios, reparad continuamente por los pecados del mundo. Mucho amor se os ha dado, regresadLe también amor a Nuestro Dios, que tanto se merece.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os vuelvo a repetir, ¿de qué sirve pues vuestra vida sobre la Tierra, si no estáis produciendo amor?
Hijitos Míos, estáis viviendo maldad por todos lados y esto lo provoca satanás, para que vuestro corazón se llene de ésa maldad y no podáis crear en vuestro corazón amor para hacerlo crecer, que ésa es la finalidad principal de cada uno de vosotros aquí en la Tierra.
Se os ha dado vida, pero vida espiritual, para que vosotros la compartierais con vuestros hermanos.
La maldad ha ido imperando y vosotros no estáis luchando contra ella, satanás ha sembrado la maldad por todos lados y vosotros no hacéis gran cosa para ir destruyendo ésa maldad, sino por el contrario, vosotros, al ser atacados en la maldad, en lugar de actuar en el bien, de responder con un bien a ése mal que recibís, al contrario, también devolvéis un mal. ¿De qué sirve pues vuestra presencia aquí en la Tierra? Os he enviado para que fuerais produciendo amor, para que fuerais destruyendo la maldad de satanás en el mundo. Os envié a Mi Hijo, que vivió entre la maldad del mundo, pero sembró la Bondad que vosotros debéis tomar y seguir con Su Misión, porque debéis ser otros Cristos en este tiempo.
Esa es vuestra principal misión, Mis pequeños, ir destruyendo la maldad, primeramente, en vuestro corazón, ir contestando a toda la maldad, que llega a vosotros, con un bien, para que de esta forma, vosotros crezcáis en Virtudes y, además, deis buen ejemplo a vuestros hermanos, porque si no estáis enseñando el bien, ¿cómo lo van a aprender vuestros hermanos, especialmente dentro de una familia?
Vais creciendo y estáis viviendo en la sociedad, cambiáis de grupos sociales al llevar a los hijos a la escuela, al ir al trabajo, en todas ésas situaciones en la que estáis a lo largo de vuestra vida, debéis dar ejemplo de que no vais a vivir el mal, sino al contrario, vais a cambiar todo el mal que os rodea por el Bien que os enseñó Mi Hijo Jesucristo.
Y os vuelvo a repetir, ¿de qué sirve pues vuestra vida sobre la Tierra, si no estáis produciendo amor?
Gracias, mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No toméis los momentos de la purificación como algo doloroso e inservible, Yo estoy viendo por la salvación de las almas, no estoy viendo por el bienestar humano que, ciertamente, a muchas almas las ha llevado a su condenación eterna.
Hijitos Míos, ya os había profetizado las grandes calamidades y desastres mundiales, pero ¿existe un mayor desastre que es el de la pérdida de las almas? Si permito los desastres van a ser para el bien y para la salvación de las almas porque, al ver el mal que se les avecina, les dará tiempo de arrepentimiento. Dentro de la maldad que estáis viviendo, muchas almas mueren en grave pecado.
Mis pequeños, buscad el bien, buscad el bien en vuestra vida, pedid por las almas que están viviendo ése mal que las está condenando.
Aceptad lo que Yo permita en el mundo, que será para vuestro bien y para la salvación de infinidad de almas. Habéis perdido las riquezas de la espiritualidad que os enseñó Mi Hijo Jesucristo. Él vivió ése gran dolor en el Huerto, al ver estos momentos, en que infinidad de almas viven como si Él no hubiera venido a enseñaros nada.
Muchas almas viven en pecados graves, toda la Evangelización de Mi Hijo para ellos no sirvió, muchas se condenarán, ése fue uno de los grandes Dolores, y lo sabéis, Mis pequeños, de Mi Hijo en el Huerto de los Olivos.
No os imagináis, Mis pequeños, el dolor que se vive en el Cielo y especialmente el Dolor que Me causáis, vosotros, los que os condenáis. Yo hago hasta lo imposible para que las almas se salven, busco el bien de cada uno de vosotros. Yo no estoy buscando vuestra condenación eterna, a pesar de vuestros defectos, de vuestra maldad, de vuestros errores, os amo y busco vuestro arrepentimiento para vuestra salvación eterna y vosotros ¿cómo respondéis?, respondéis con el mal al Bien que Yo os estoy regalando.
Os entercáis viviendo en el mal que os condenará, satanás ha vertido su veneno en la humanidad, haciéndoos creer que no hay un futuro, que la vida que vivís aquí en la Tierra es la única, no se habla de vida futura ni de un alma dentro de vosotros. Los errores de satanás han llevado a infinidad de almas a su condenación eterna, porque no habéis dejado que las Palabras, las Enseñanzas, la Vida de Mi Hijo Jesucristo entre en vosotros. Él es Sabiduría Eterna, Él ha vencido a satanás y muchos, muchos de vosotros le hacéis más caso a las enseñanzas de satanás que a las de vuestro Dios Encarnado.
¿Cómo es posible que le creáis al mal y que neguéis la existencia del Bien? La Presencia de Mi Hijo sobre la Tierra sigue estando entre vosotros, sigue viviendo entre vosotros, os sigue dando Sus Bendiciones y Su Alimento, os sigue dando salvación eterna y vosotros, muchos de vosotros no queréis responder a Su Llamado, a Su Misericordia Infinita.
Por eso he de permitir los desastres fuertes a vuestro alrededor y, especialmente, sobre aquellas almas que se han entercado en su maldad, para que al sentir esta maldad, estos males a vuestro alrededor, estos desastres que, ciertamente eliminarán a muchas almas sobre la Tierra, tengan un momento de Sabiduría y se puedan arrepentir. Así que no toméis los momentos de la purificación como algo doloroso e inservible, Yo estoy viendo por la salvación de las almas, no estoy viendo por el bienestar humano que, ciertamente, a muchas almas las ha llevado a su condenación eterna.
Orad pues, Mis pequeños y ayudadMe a que estas almas que se han entercado en el mal regresen al bien y con esto a su salvación eterna.

Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Si realmente vosotros os aplicarais en esta misión que tenéis en la Tierra, que es la de producir amor y salvar almas, haríais grandes adelantos y así éste mundo podría cambiar hacia el bien rápidamente.
(Lenguas…) Hijitos Míos, ciertamente estáis viendo mucha maldad a vuestro alrededor, pero estos son tiempos también de Bendición, os he dado las capacidades para que podáis salvar a infinidad de almas. Así como estáis viendo la maldad a vuestro alrededor, también debe surgir la Bondad dentro de vuestro corazón. Para lograr el cambio en el mundo, debéis empezar en vosotros mismos. No podéis exigir a los demás lo que vosotros mismos no estáis dando.
Estáis viviendo en un mundo que conocéis, gracias a todos los medios de comunicación que, aunque, ciertamente, se trabaja mucho en la mentira y en la maldad, os dais cuenta de la maldad que se está dando a todos niveles alrededor del mundo. Si cada uno de vosotros, realmente, tomara el papel espiritual que le corresponde, iríais cambiando en gran medida a este mundo. Recordad que la oración en la Comunión de los Santos se vuelve poderosísima y de esta forma vosotros podéis ayudar en la salvación a infinidad de almas, pero debéis empezar con vosotros mismos, al dar ejemplo de que Yo vivo en vosotros. Empezáis a ayudar a los que están a vuestro alrededor, primeramente en vuestro hogar y luego con aquellos con los cuales os movéis en la sociedad. Enseguida vuestra oración llegará a lugares alejados, recónditos, más tarde, vuestra oración de corazón, ayudará a las ánimas del Purgatorio a pasar al Reino de los Cielos.
Si realmente vosotros os aplicarais en esta misión que tenéis en la Tierra, que es la de producir amor y salvar almas, haríais grandes adelantos y así éste mundo podría cambiar hacia el bien rápidamente. Esto es si tomarais vuestra tarea en serio y os aplicarais a desarrollarla. Satanás, sabiendo esto, os pone muchas tentaciones para que olvidéis vuestra misión sobre la Tierra y os aboquéis a vivir solamente con los bienes de este mundo, o con los placeres de este mundo, olvidándoos de vuestras obligaciones espirituales y para lo que fuisteis enviados a la Tierra, al Yo, daros el don de la vida.
Aplicaos pues, Mis pequeños, a hacer lo que debéis hacer para vuestro bien y el de vuestros hermanos, sois Mi familia y debéis ayudar a vuestros hermanos a que se salven, o ¿acaso en vuestra familia terrena no ayudáis a vuestros hermanos en lo que necesitan?
Ciertamente hay familias que no se aman, pero en una familia en donde existe el amor, todos los hermanos se cuidan. Los padres primeramente han cuidado a los hijos y los hijos agradecidos también ayudarán a sus padres en su ancianidad.
Estáis viviendo momentos difíciles y todos os debéis unir en un solo corazón y en una sola finalidad: destruir el mal para sembrar el Bien que Mi Hijo os enseñó.
Uníos pues en oración, uníos en vida espiritual y dejad que Mi Santo Espíritu os guíe, para que hagáis de este mundo, el vergel que ya debierais estar viviendo hace tiempo.
Gracias, Mis pequeños.

jueves, 16 de febrero de 2012

Ene 19_12 Este consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar…


Rosario vespertino
Temas:
  • Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
  • Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
  • Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
  • En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
  • Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
  • Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, y la Santísima Virgen María a J. V.
Ofrecimiento, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Nuestro Dios y Señor Me permite estar aquí con vosotros y con toda la humanidad, para llevaros por caminos seguros, para llevaros a vuestra salvación eterna. Momentos difíciles ya están a la puerta y se vendrán incrementando al tiempo por venir.
Será un año de cambios que deberéis tomarlos en agradecimiento, porque ya os lo ha dicho Nuestro Padre y Nuestro Dios, que deberéis tomarlo como purificación de vuestros pecados y para vuestro bien futuro.
Ciertamente el mal sabe lo que vendrá, satanás no quiere que las almas se salven, vosotros vinisteis a llevar una misión para la salvación de las almas y la restauración del Reino de Mi Hijo sobre la Tierra. Esa es la verdadera misión de los hijos de Dios, amar y dejar amor.
¿Pero qué tanto habéis hecho cada uno de vosotros?, porque ya se os ha dicho que seréis juzgados por el amor que dejasteis en la Tierra. Las almas, distraídas están, buscan otros intereses muy diferentes a los cuales vinisteis para cumplir con vuestra misión, misión Divina, porque es una misión a la cual prometisteis a Nuestro Padre y Nuestro Dios servirLe y cumplirla con amor, con obediencia, con respeto y poco de ello habéis hecho, Mis pequeños.
No estáis trabajando para vuestra misión y con esto, para aliviar la maldad que os rodea y preparar también a muchas almas a su salvación eterna. Ni vosotros mismos estáis preparados para vuestra salvación eterna. Una gran mayoría de vosotros, alejados estáis de vuestros deberes Divinos, que es el cumplimiento de los Mandamientos de la Ley de Nuestro Dios.
Al contrario, mucho mal estáis cometiendo y con ello os habéis vuelto francamente seguidores de satanás. Como hijos Míos, Me da vergüenza y pena aceptar esta situación. No os imagináis lo que vuestro Dios y Señor os ama y Yo también, Mis pequeños. Tanto que se os ha dado con el don de la vida, con los cuidados que se os han prodigado para vuestro crecimiento físico y espiritual. Tanto que habéis tenido a lo largo de vuestra vida y Le pagáis así a Nuestro Dios que tanto Nos da con todo Su Corazón. Le pagáis convirtiéndoos en ser otros demonios, tratando de destruir lo que Él tanto os ha dado con Amor.
Ciertamente hay mucha maldad en vuestro corazón y todo esto tiene que ser purificado, Mis pequeños, no se puede vivir en Dios aceptando lo que satanás os ofrece. Ciertamente el pecado se irá incrementando, satanás conoce vuestras debilidades y os irá atacando sobre éstas debilidades que tenéis para que caigáis en sus garras y no podáis salir y así venceros eternamente.
Cuando vosotros tenéis un malestar, os proveéis de algo para evitar ése malestar y ya no tenerlo más. Usáis los medicamentos adecuados para evitar ésas molestias y dolores. El pecado lo conocéis, vuestras debilidades las conocéis y conocéis también el remedio, que es la vida de la Gracia y los Sacramentos y, con eso, podéis vosotros crecer y vencer a satanás. Pero no queréis tomarlo, queréis seguir manteniéndoos contra los bienes de vuestro Dios, bienes que os han hecho crecer, que os han cuidado, que os han dado todo. Su Divina Providencia os ha provisto de tanto, tanto en lo material como en lo espiritual, habéis sido cuidados toda vuestra vida contra los ataques de satanás, y podríais decir que no lo habéis visto, pero espiritualmente, esto ha sido una realidad.
A todas las almas que bajan a servir a Nuestro Dios a la Tierra, a todas las ataca satanás a lo largo de su vida y esto debéis aceptarlo como artículo de Fe, porque es una realidad, pero Nuestro Dios, de muchas formas, manda protección a vuestra alma y a vuestro cuerpo para que satanás no os destroce como él quisiera hacerlo, especialmente en lo espiritual.
¡Qué ingratitud la vuestra, Mis pequeños!, que teniendo todo lo bueno de Nuestro Dios, lo traicionéis, estáis aceptando en vuestra vida lo que satanás os está dando por muchos medios.
Os habéis vuelto sensuales, solamente lo que vuestro cuerpo goce es lo que aceptáis y, además, le dais más vida y goce a vuestros sentidos y olvidáis el valor tan grande que tienen las Potencias del alma, infinitamente superiores a vuestras capacidades humanas, pero vuestra falta de Fe a todas las Promesas de Nuestro Dios, os hace preferir lo que vuestros sentidos pueden apreciar.
Por eso os repito, Mis pequeños, que el cambio que se ha de venir en estos meses por venir, serán para iros purificando de vuestra sensualidad y crezcáis en vuestra espiritualidad. Es un bien que os está regalando vuestro Padre y vuestro Dios, porque ciertamente no llegaréis al Reino de los Cielos si seguís creciendo en vuestros sentidos y no en vuestra espiritualidad.
Aceptad, mis pequeños, de corazón y con agradecimiento, lo que sucederá a nivel mundial y en lo particular, en cada uno de vosotros, porque cada uno de vosotros sois muy valiosos para Nuestro Dios y Él os cuida a cada uno de vosotros como perlas preciosas. A los Ojos de Nuestro Dios, valéis muchísimo y tomadlo así, como un regalo espiritual. Defended lo que Nuestro Dios os ha dado a cada uno de vosotros, en dones, en virtudes, en capacidades físicas y espirituales y dejaos mover por Su Gracia, por Su Voluntad, por Su Amor para servirLe como Él se Lo merece. Ya no traicionéis a Nuestro Dios que tanto os da, que tanto os provee, que tanto os ama.
Si cambiáis, Mis pequeños, los acontecimientos de la purificación mundial e individual, serán menores. El cambio que debéis sufrir todos vosotros y aún el mundo entero, no será tan drástico ni doloroso. Ciertamente el Universo entero cambiará y cambiará para bien, Mis pequeños, todo esto os lo digo para que no actuéis con pesimismo, porque muchos de vuestros hermanos, a vuestro alrededor, ven los acontecimientos por venir como una situación pesimista, de destrucción, de pérdida y no, Mis pequeños, ya se os ha explicado que se os quitará todo aquello que os ha llevado a darle la espalda a Nuestro Dios, a todo aquello que os quita la Gracia, que os quita la belleza de vuestra alma.
Estáis acostumbrados a embellecer vuestro cuerpo, ahora aprenderéis a embellecer vuestra alma con todo lo que sucederá, porque lo que sucederá os llevará a que vosotros vayáis apreciando lo que vuestra alma puede tener y con lo que puede crecer. Y cuando gocéis de estos bienes de vuestra alma, es cuando reconoceréis todo lo que Nuestro Padre y Nuestro Dios hizo por vosotros en la Creación de cada uno de vosotros en lo individual. Todos vosotros sois Sus hijos, pero cada uno de vosotros sois diferentes, pero tendiendo hacia el Bien.
Buscad pues ésa relación íntima, amorosa con Nuestro Dios, porque Él se lo merece, porque un Padre se merece todo de sus hijos, porque un padre se da en totalidad por el bien de los hijos y aquí tenéis, como Nuestro Padre se dio en totalidad, a través de Su Hijo, de Mi Hijo Jesucristo.
Tenéis tanto, Mis pequeños, no desperdiciéis lo que tenéis escondido en lo espiritual, éste será el tiempo en el que renacerá. Muchos de vosotros tenéis las bases que vuestros padres os dieron, pero que no quisisteis seguir. Se os dio de pequeños una Evangelización de amor, amor hacia Nuestro Dios y os apartasteis de ella, pero la Luz de Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, os ayudará a que todo lo que tenéis olvidado dentro de vuestro ser, todas ésas oraciones bellas, todo el amor de vuestros padres enseñándoos oraciones, cuando erais pequeños, brotarán nuevamente en vuestra mente, en vuestro corazón y en vuestros labios.
Ayudaréis a muchos de vuestros hermanos a que el paso, que tendréis que dar todos, sea más sencillo, pero sobre todo, repito, amoroso y agradecido, porque Nuestro Dios es Dios de Amor y todo lo que proviene de Él, es Amor y puntualizo esto, Mis pequeños, nada se da sin Su Voluntad, si algo se da, es porque Nuestro Dios lo permite y si Él lo permite, como os dije, todo viene de Su Amor. Por eso, lo que se vaya a dar, a nivel mundial, a nivel Universal y a nivel particular, todo está permitido y controlado por la Voluntad de Nuestro Dios y, todo, lleno de Su Amor.
Con un Padre así, Mis pequeños, no podéis temer nada y siendo Nuestro Dios, no debéis temer nada, vuestra respuesta solamente debe ser agradecimiento, docilidad y aceptación total a Su Voluntad.
Espero lo entendáis, Mis pequeños y que vuestra vida vaya cambiando hacia la Virtud en la que fuisteis creados, en la que debéis crecer y en la que debéis morir para renacer nuevamente en el Reino de los Cielos.
Os amo, Mis pequeños y siempre estaré con vosotros, Yo, vuestra Madre, os cuidaré en todo momento, porque son Mis tiempos.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación.
Hijitos Míos, Soy vuestro Padre y vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad. Nada es desconocido para Mí, porque todo lo he creado Yo.
Vuestros Padres, vuestros Primeros Padres, tenían el conocimiento infuso de lo creado, pero no tenían el conocimiento total que tengo Yo, como Dios y Padre de ellos.
Les regalé infinidad de dones y capacidades, sabiduría, inteligencia y amor pero, aún a pesar de todas estas cualidades y capacidades grandiosas, cayeron en las redes de satanás, en sus engaños, en su maldad.
Las capacidades de ellos no existen en ningún ser humano en la actualidad, ni después de su caída. A lo que voy, Mis pequeños, es explicaros que ellos tenían capacidades y conocimiento infinitamente superior al que ahora tenéis, vivían en santidad, porque Yo estaba con ellos.
Si vosotros ahora conocierais cómo eran ellos antes del Pecado Original, envidiaríais tal situación, quizá lloraríais de coraje por la pérdida de todas éstas capacidades por haberse vuelto hacia satanás. Algún día lo conoceréis, pero por Amor a ellos, los perdonaréis, como ahora ellos Me piden perdón por el mal que causó su desobediencia, su pecado, su error, que echó a perder a la Creación Universal.
Os explico esto, Mis pequeños, porque si ellos tenían capacidades infinitamente mayores a las vuestras y cayeron ante las mentiras de satanás, vosotros, si no pedís Mi ayuda, si no os protegéis con Mi Santísima Trinidad, si no pedís ayuda a vuestra Madre, la Siempre Virgen María, al Cielo entero, satanás fácilmente os puede destruir. No os imagináis, Mis pequeños, su poderío, sus capacidades y por eso lo limito.
Ciertamente le doy permiso para que os pruebe, pero conociendo Yo vuestra pequeñez, no le permito que os ataque con todo su poderío, no lo soportaríais Mis pequeños y, aunque satanás es infinitamente inferior a Mí, porque Yo Soy su creador, también lo doté de capacidades inmensas, porque fue el arcángel más importante en el Cielo.
No juguéis con el mal ni broméis minimizando el poder de satanás, también él mismo permite eso, para que vosotros no os protejáis con Mi Gracia y con Mi ayuda, Mis pequeños, porque cuando bromeáis, os sentís superiores o le quitáis importancia a un ser real, que existe y que es peligrosísimo para vuestra vida eterna. Él os confunde, él os manipula, él os lleva por caminos errados, para que no os protejáis con todo lo que Yo os puedo dar para que lo podáis vencer y, esto es principalmente con el amor. Y si realmente amáis y amáis de corazón, empezaréis con ello a defenderMe a Mí, a buscarMe a Mí, a crecer en Mí y a transmitirMe a Mí y, al hacer esto, Mis pequeños, estaréis también ayudando a hermanos vuestros a protegerse contra las acechanzas del mal.
Os prevengo, Mis pequeños, con todo esto que os estoy enseñando, porque el ataque de satanás, en éste tiempo por venir, es un ataque que nunca habéis visto en la historia de la humanidad, estos son tiempos decisivos, son tiempos de cambio, son tiempos de purificación, si no venís a Mí y pedís Mi ayuda y Mi protección, si os mantenéis en vuestra negligencia, en vuestra tontería, satanás os destruirá. Él no tiene corazón, no se detendrá en tratar de destruiros, en él no hay nada de bondad, por eso os prevengo, Mis pequeños.
Ciertamente no permitiré que os ataque con todo su poder, pero será inmenso para aquellos que no estén protegidos. Los que están Conmigo, aunque sufran su ataque, no morirán en la maldad y en el pecado, vivirán, porque están Conmigo, porque cuando Yo estoy en un alma, no estoy parcialmente, estoy en totalidad y a ésas almas no las puede destruir satanás, porque Yo Soy Completo en ellas. CuidadMe en vuestro ser, cuidadMe con vuestros pensamientos sanos y con un corazón limpio y caritativo, mientras Me mantengáis en vuestro ser, satanás no os destruirá, os atacará, pero venceremos juntos, porque Yo estoy en totalidad con vosotros. Sed sabios y entended todo esto que os estoy dando, porque creáis o no creáis, sucederán todas éstas cosas.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo.
 

Hijitos Míos, Mi Evangelización fue de Amor. En el tiempo en que llegué a la Tierra, era un tiempo de confusión, como el que estáis viviendo ahora. Ciertamente, había mal y bien, como ahora también existe, pero Yo os vine a enseñar el Bien en el que debéis vivir y transmitir, porque os he dicho que aquel que se llena con Mi Bien, necesariamente lo transmite, porque no podéis detener Mi Amor en vuestro ser, porque aquél que se llena con Mi Amor, se le vuelve una necesidad el darla a sus hermanos.
Mi Amor es Vida, Mi Amor es cambio, es un regalo Divino para los hombres y entendedlo así, Mis pequeños. Yo, siendo Dios, el Hijo del Dios Verdadero, vine a la Tierra a dar un regalo inmenso, un regalo Divino, que no se conocía en la Tierra. Todo un Dios entre los hombres y no se apreció éste hecho.
Os he dado toda una Evangelización de Amor y no de temor, como muchos quieren ver estos momentos de la humanidad. Vivís en las tinieblas, como se vivía en aquél tiempo, pero ahora estáis peor, Mis pequeños, porque tuvisteis Mi Evangelización y la hicisteis a un lado, no estáis viviendo las Bondades que Yo os Enseñé, por eso la obscuridad, ciertamente ya os cubre, porque vosotros mismos habéis hecho a un lado la Luz que Yo traje, la Luz que debía rodearos y daros vida íntima y Divina, pero despreciasteis todas Mis Bondades Divinas y preferisteis seguir en la obscuridad y, por eso ahora, el mundo se debate en estos errores, en esta maldad que vosotros mismos habéis permitido que creciera.
Si el mal hubiera sido atacado con todo lo que Yo os vine a Enseñar, estaríais viviendo el Paraíso. En el Paraíso no había maldad y eso es lo que debéis vosotros ahora buscar y recuperar y solamente es a través de ése cambio personal. Para ello debéis pedir Mi ayuda, porque vosotros mismos no podéis, Mis pequeños.
Necesitáis de Mí, necesariamente, pero sobre todo, empezando a vivir lo que ya se os enseñó. No debéis tomar todo aquello que satanás os da, porque estáis desperdiciando Mis Enseñanzas y Mi Venida a la Tierra.
Quiero que entendáis esto perfectamente bien, Mis pequeños, el Dios del Universo Infinito, Creador, se hizo pequeñito para venir a vosotros y Me tuvisteis personalmente. Me tocaron, vivieron Conmigo, Me conocieron y aún así, Me despreciaron. Aquellos que ahora han aceptado en su corazón todas Mis Enseñanzas y que Yo permito Me gocéis, cuando entráis en oración profunda, cuando vivís en Mí, sentís lo que aquella gente buena sintió cuando Me tuvieron aquí en la Tierra.
Cada uno de vosotros Me puede tener en su corazón, sentirMe y vivirMe, pero debéis desearlo de corazón y debéis poner todo vuestro empeño para que Yo pueda vivir en vosotros. Dad el primer paso, Mis pequeños y Yo haré todo lo posible después para estar en vosotros y permanecer tanto como vosotros queráis que Yo permanezca en vuestro ser. Yo no Me impongo, Yo no interfiero con vuestros planes, Yo Soy Dócil y acepto lo que Me deis, acepto hasta los mendrugos de amor que Me dais. Ojalá pudierais vivir atentos a Mi Vida en vosotros, pero os distraéis demasiado y Yo sufro porque no Me hacéis caso. Quiero ser el amigo íntimo, quiero ser aquél amigo en el que confiéis plenamente, aquél amigo al que le confiáis todo vuestro ser, vuestro conocimiento, vuestras preocupaciones, vuestros logros, vuestros errores y que, además, os puedo ayudar y puedo recuperar perfectamente para vosotros vuestra pureza y llevaros a la santidad de vida, porque un amigo, por más amigo que sea, no os puede dar lo que Yo os puedo dar.
Estos son tiempos en los que debéis tenerMe a Mí como vuestro Amigo personal, porque mucha tribulación habrá, satanás os tratará de engañar con tantas cosas y él puede hacerlo, Mis pequeños, porque lo hizo con vuestros Primeros Padres, que tenían capacidades mucho más grandes de las que vosotros ahora tenéis. LlevadMe en lo profundo de vuestro ser. Os va a tratar de distraer con tantas cosas negativas y pecaminosas que hay a vuestro alrededor y que podréis obtener fácilmente, pero si vosotros cedéis a sus encantos, a sus engaños, a sus maniobras malas, os va a destruir, pero si Me lleváis plenamente en vosotros, ante la duda, Me podréis preguntar y os responderé, os llevaré por buenos caminos, os protegeré de tantos males que habrá a vuestro alrededor y, si Me lo permitís, también os llevaré a una santidad de vida tal, que ahora no conocéis, y que os ayudará a pasar fácilmente de la Tierra al Reino de los Cielos.
DejadMe pues vivir plenamente en vosotros, como ya lo han permitido hermanos vuestros en el tiempo y, ésa es la santidad de vida, ésos son los santos que conocéis. Me dejaron vivir plenamente en ellos y, los que convivían con ellos, creían verlos a ellos, pero realmente Me estaban viendo a Mí. Lo que sale de un alma santa, es Mi Presencia, es Mi Vida y ahora lo podéis tener cada uno de vosotros, pero dejadMe actuar, Mis pequeños, y ése será un gran regalo para vuestras almas, el dejarMe vivir plenamente en vosotros.
Gracias, mis pequeños.

Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: En vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás. 
 

Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra os aconsejo, Mis pequeños, en vuestra sencillez, en vuestra humildad, en vuestra nada, es como seréis grandes a los Ojos de Nuestro Dios y, además, eso mismo os dará una protección inmensa contra los ataques de satanás.
Ahora os ha llevado la ciencia, os han llevado los espectáculos a haceros creer que podéis luchar frente a frente contra la maldad y no importa el grado de maldad, siempre habrá armas poderosas que podrán vencer al mal y, así se os engaña en vuestro ser, porque vosotros creéis que necesitáis armas poderosas para vencer al mal que os pueda atacar. No importa qué tipo de mal sea, pero contaréis siempre con un arma poderosísima para vencer a ése mal y estas son ilusiones con las que os engaña satanás también.
La sencillez, la humildad y sobre todo, buscando el respaldo Divino, es como realmente podréis destruir la maldad de satanás.
Ved a todos aquellos, grandes santos, grandes hombres de las Sagradas Escrituras, cómo fueron venciendo a la maldad cuando se iba a presentar ante ellos, era la humildad, era la sencillez, apoyados en el Poder Divino, pidiendo siempre ayuda a Nuestro Dios, abajándose ellos ante la realidad que estaban viviendo y que tenían que vencer que, ciertamente, veían imposible, con sus propias fuerzas, vencer la maldad que se venía contra ellos pero, al abajarse, al aceptar su pequeñez, su debilidad y pidiendo ayuda con humildad, obtuvieron la ayuda Divina y vencieron.
Os he dicho que sois ésos Davides en este tiempo, luchando contra Goliat. Si la fantasía actual os lo enseñara, como ahora lo veis en los medios de comunicación, David saldría a luchar contra Goliat con un arma poderosa, con un arma que todo lo destruye, poniéndose David superior a Goliat por el arma poderosa que traería, pero la realidad fue otra. Primeramente oró, aceptando su pequeñez y pidiendo que, a través de él, la Fuerza Divina le diera ésas capacidades para vencer a Goliat, al satanás de ése momento y así debe ser vuestra posición actual ante los ataques del enemigo. Primeramente, la oración y si es posible, la oración conjunta, que será más poderosa, al reconocer vosotros vuestra pequeñez, sabiendo que no podréis vencer con vuestras fuerzas humanas al mal que se os venga. En ése momento, la Fuerza Divina caerá sobre vosotros y podréis vencer ése mal y, no por vosotros, porque vosotros seréis solamente instrumentos, la Fuerza Divina pasará a través de vosotros y podréis vencer al mal.
Yo, como Madre vuestra estaré aconsejándoos y llevándoos de la mano. En ningún momento crezcáis en soberbia, creyendo que algún arma que tengáis por ahí, podrá vencer el mal que os aceche. La oración es infinitamente más poderosa que cualquier arma que tengáis sobre la Tierra, porque la oración, unida al Cielo, se vuelve infinita. Este consejo, Mis pequeños, es de lo más valioso que os puedo dar, porque la vida de un santo, que vence las dificultades contra el mal, siempre va a estar respaldada en la oración, en la sencillez y en la humildad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros.
 
 

Hijitos Míos, el Pecado os llevó a la división, empezando Conmigo, con vuestro Dios. El hombre, vuestros Primeros Padres, vivían unidos a Mí, pero prefirieron pecar y no se imaginaron lo que su Pecado iba a traer para ellos y para su descendencia, que sois todos vosotros, y vino la división.
Satanás os quiere separar de Mí y os quiere separar a cada uno de vosotros de vivir como hermanos y lo ha ido logrando, porque cada vez más os veis con temor unos a otros. No os buscáis como hermanos, os peleáis por cualquier cosa pero, principalmente, no acudís a Mí, ya no hay una unión perfecta entre vosotros y Yo, vuestro mismo corazón está dividido, no habito Yo perfectamente en vuestro ser.
En vosotros mismos hay Bien y hay mal y no lucháis por tener un mayor Bien en vosotros ni en vuestros actos hacia vuestros hermanos. Vuestro mundo está dividido, os separan fronteras, os separan idiomas, os separan culturas, os separan religiones.
Yo Soy Uno en Mi Santísima Trinidad y todos deberéis volver nuevamente a la unidad y ésta purificación que se vendrá, para la humanidad y para el Universo entero, os llevará otra vez a la unidad, todo volverá a ser bello, todos unidos en Mi Amor, todos unidos en Mi Amor Divino, todos unidos en familia, todos unidos para nuevamente vivir Mi Voluntad y actuar en Mi Voluntad.
¿Acaso esto se os hace temeroso, os da miedo esto, Mis pequeños? ¿Se os hace malo esto que os quiero dar? ¿Entonces por qué teméis a lo que se os va a dar, si será para vuestro bien, para el mundo entero, para el Universo entero? Habrá amor por todos lados, os trataréis como verdaderos hermanos, pero llenos de Mi Amor, con el Amor que se vive en los Cielos y que aún no conocéis. Es un Amor de donación total hacia vuestro hermano necesitado.
Conoceréis las bellezas del Amor Perfecto, del Amor Verdadero, del Amor que no busca dar para luego recibir. Vuestro mundo ya no tendrá fronteras, hablaréis el mismo idioma, habrá alegría entre todos los hombres. La maldad os dejará por un tiempo y gozaréis de los Bienes Celestiales. Conoceréis lo que se había Creado para vosotros y Me agradeceréis Mis regalos, Mis Bondades, Mis cuidados para con cada uno de vosotros. Os sentiréis hijos consentidos, porque eso es lo que hago con cada uno de vosotros, sois Mi Creación cada uno de vosotros y Yo consiento a Mi Creación.
Sabiduría habrá en vosotros, Conocimiento infuso se os dará. Recuperaréis, en gran porcentaje, de los Bienes que vuestros Primeros Padres tenían y eso os ayudará a que luchéis y os apliquéis a seguir buscando más, porque eso os pertenece, ése regalo que di a vuestros Primeros Padres, os pertenece, pero quiero que vosotros también trabajéis por obtener mucho más de lo que ahora tenéis.
Os estoy prometiendo tiempos bellísimos que ni siquiera imagináis, sois tan pequeños, tan inseguros que no podéis imaginar la magnificencia de Mis regalos.
Creed pues en todo esto que os digo y que podréis obtener si os mantenéis en Mi Gracia, creciendo en el Amor, viviendo en las Virtudes.
Con todo esto que os prometo, Mis pequeños, ¿todavía hay temor en vuestro corazón para lo que vendrá? Si así es, es que no creéis en Mí y esto Me duele, Mis pequeños, debe haber una Fe absoluta en Mis Palabras y en Mis deseos hacia vosotros. Yo no os engaño, porque Soy la Verdad Absoluta, no os pongo trampas, porque en Mí, solamente hay ésa Verdad que no os puede engañar y que siempre quiere vuestro Bien.
La Verdad también debe habitar en vosotros, ya desde ahora, para que el gran engañador no os haga caer en sus redes.
PedidMe os ayude a que seáis transparentes ante Mis Ojos, que no haya nada de maldad, que no se pueda esconder ningún mal en vuestro ser en vuestros actos, ni en vuestros pensamientos, os quiero perfectos, pero también debéis luchar por esa perfección, Yo os ayudaré y veréis que, con Mi Amor Infinito, lo lograréis porque os quiero como Creé a vuestros Primeros Padres, con ésa perfección que solamente Mi Divinidad puede crear.
Debéis cerrar ya vuestra mente, vuestros labios, vuestro corazón, a los ataques de satanás, porque él tratará de impedir que vosotros alcancéis la perfección de Mi Amor en vosotros.
Venid a Mí y os levantaré, si estáis caídos, no hay pecado que no pueda perdonarse, no hay pecador que no pueda alcanzar la santidad. Yo puedo transformar la maldad en Bien si vosotros os arrepentís de corazón. Sed humildes y sencillos y buscadMe, para que alcancéis Mis Bienes.
Os bendigo, Mis pequeños y que Mi Bendición abra vuestras capacidades para que busquéis la perfección de vida y la santidad de vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
 

Hijitos Míos, entre Mis Enseñanzas hacia vosotros, os dije: “Buscad primero el Reino de Dios y lo demás se os dará por añadidura”.
El Reino de Dios es la vida espiritual, es el Amor, es el alimento que debéis darle a vuestra alma y vuestra alma tiene capacidades inmensas, inconmensurables. Vuestro cuerpo y vuestra alma, ahora no están en sintonía, vuestro cuerpo, ahora está como cárcel para vuestra alma.
Con vuestros Primeros Padres, su cuerpo y su alma, eran una unidad, caminaban al unísono, vivían en Mi Ser, como Dios y en Mi Voluntad. La Bondad iba unida en cuerpo y alma, hasta que cometieron el Pecado Original.
Ahora vuestro cuerpo tiende al mal, vuestra alma tiende al Bien, hasta eso dividió el Pecado, vuestro mismo ser no camina al unísono.
Vuestra tarea, Mis pequeños, es hacer que vuestro cuerpo y vuestra alma, estén Conmigo, trabajen para Mí y se llenen de Mí, de Mi Gracia de Mi Gloria, que vivan en pureza y santidad, es un trabajo de todos los días, es el vencerse a sí mismos, buscando un Bien Superior.
Vuestra alma, que tiene capacidades más fuertes, tiene que dominar a vuestro cuerpo y también llevar a vuestro cuerpo a la santidad de vida. Vuestra alma, al estar Conmigo, porque estáis buscando primero al Reino de Dios, podrá llevar más fácilmente a vuestro cuerpo en un camino de rectitud, llenos de Virtud y dando ejemplo grande a vuestros hermanos.
Cuando estáis llenos de Mí, Mis pequeños, porque buscasteis primero el Reino de Dios, la añadidura son la infinidad de regalos que vosotros obtenéis por Mi conducto y, es cuando se os dan los dones especiales, cada uno empieza a tener capacidades grandes, dones que Mi Santo Espíritu os concede para el Bien vuestro y el de vuestros hermanos. Mi Gracia fluye a través de vosotros y milagros se obtienen a través de vuestra intercesión, de vuestra oración, de vuestra donación. Empezáis a vivir una vida espiritual muy profunda y Conmigo y empezáis a tener experiencias espirituales bellísimas, que son los regalos que Yo le doy a las almas que primero Me buscaron y que no buscaban primero la añadidura, porque en éste tiempo se busca más la añadidura y nada más a nivel mundano pero, desgraciadamente, ahora os ha atacado más satanás y os está llevando a buscar una añadidura espiritual, pero maligna y así engaña, llevándoos a buscar poderes satánicos para destruir todo lo bueno que Yo os di y, por eso, veis ahora a vuestro alrededor tanto mal, tantas desviaciones, tanta mentira, pero sobre todo, tanto ataque hacia Mí y hacia lo Mío. Ya se os había profetizado que llegaría un momento en que veríais tanta maldad en el mundo, que satanás se sentaría en su trono, haciéndoos creer que venció a Mi Gracia, que venció a Mi Amor, que venció a Mi Poder y esto nunca podrá ser, Mis pequeños, pero ya lo estáis viendo a vuestro alrededor, cómo se habla más de maldad y de todo aquello que pertenece a satanás y poco se habla de Mí, de Mi Amor, de Mis Leyes, de Mi Ejemplo sobre la Tierra.
Buscad pues, Mis pequeños, primero lo espiritual, venciendo todo aquello con lo que satanás os quiera dar un placer efímero, pecaminoso y destructivo para vuestra alma y, al luchar por tenerMe a Mí y no soltarse de Mí, obtendréis los regalos, que es la añadidura, espiritual y humana que os daré. Son Mis regalos de Amor con los que Yo consiento a las almas que se mantienen buscándoMe, que tarde o temprano Me encontrarán y que también encontrarán una nueva vida, de la cual ya no querrán soltarse.
Gracias, Mis pequeños.

domingo, 8 de enero de 2012

DIOS PADRE SE MANIFIESTA - DIC.13.2011

Dic 13_11 Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo.
Rosario vespertino.
Temas:
  • Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras.
  • Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados.
  • Una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo.
  • Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
  • Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras. Hijitos Míos, vosotros vais a la escuela para aprender y con ello, cuando vosotros aprendéis, vais normando vuestra vida, pero vida humana, para que vosotros podáis ganar lo suficiente para poder vivir y cubrir vuestras necesidades materiales. Vais creciendo y vuestro conocimiento va aumentando, pero va aumentando para que vosotros ganéis más en lo económico, esto es bueno Mis pequeños, porque tenéis necesidades humanas, pero también tenéis necesidades Divinas.
Se os ha dejado toda una Evangelización Divina, toda una Evangelización de Amor que os dejó Mi Hijo Jesucristo.
Vosotros tenéis también una parte espiritual, no solamente tenéis un cuerpo aislado, tenéis, también alma, alma espiritual y tenéis que crecer también dentro del ámbito espiritual. Si vosotros, Mis pequeños, no os alimentáis con la Palabra Divina que se os ha dado, ¿cómo podréis crecer, cómo podréis dar fruto?
Primeramente ésta obligación se da en familia con los padres. Ciertamente, los padres de familia, deben estar versados en el conocimiento de la Palabra que Mi Hijo os ha dado, que Mi Hijo Vivió, que Mi Hijo hizo Vida, porque se tenía el conocimiento desde antiguo que Yo os di, Yo, que como Padre que os protejo en todo momento, os di a través de los profetas.
Mi Hijo vino a hacer patente todo ése Conocimiento, todas ésas Verdades y también las obligaciones, porque se os dieron los Mandamientos que debierais haber seguido, pero no los habéis seguido, Mis pequeños, os habéis apartado del conocimiento Divino, os habéis apartado de la Palabra, que ésta os lleva a las obras buenas.
Ciertamente estáis viviendo en un medio adverso porque satanás quiere destruir todo lo bello que Yo os he dado, pero ¿qué habéis hecho vosotros, Mis pequeños?, os habéis mantenido solamente en la vida humana, estáis buscando solamente lo económico y ¿qué ha pasado?, os estáis peleando por lo económico y no estáis respetando a vuestro hermano porque no habéis crecido en lo espiritual.
Ciertamente los Mandamientos que Yo os he dado, son para que vosotros os perfeccionéis en el Amor. Vuestra naturaleza humana cayó por el Pecado Original y os ha dado los Mandamientos para que vosotros detuvierais vuestra caída humana y en eso debierais poner toda vuestra fuerza, porque, ciertamente el hombre tiende a dejarse llevar por sus pasiones, por su pecado, por sus intereses personales y cuando Yo os he dado Mis Mandamientos, Mis Leyes, es para que vosotros detuvierais ésos vicios y ésa caída humana que debierais detener con vuestra vida espiritual. Estáis viviendo el caos mundial, no vivís ya con seguridad, vivís en la maldad porque nada más alimentasteis la vida humana y satanás ya camina por vuestras calles, como os había dicho y, con esto os quiero decir que la maldad tiene total libertad entre vosotros porque no le estáis deteniendo con vuestra vida espiritual, con la vida en la Gracia, con la vida virtuosa que debierais seguir todos vosotros.
Si estáis así, Mis pequeños, llenos de temores, de maldad, de corrupción, de vicios, es por vuestra culpa, porque no habéis alimentado vuestra alma con el elemento Divino que se os ha dado en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, vosotros sois los únicos que podéis detener esto, porque si Yo interviniera sería una imposición, que Me gustaría, ciertamente, para detener todo el mal que existe en el mundo, pero vosotros, que destruisteis lo bueno que se os dio, lo debéis reconstruir. A Mi Hijo Le costó mucho vuestra recuperación hacia el estado de Gracia. Él es el Salvador, Él os dio los lineamientos que debéis seguir para salvaros, pero vosotros tenéis que poner de vuestra parte y por eso Yo os dejo en total libertad y vosotros debéis restaurar lo que habéis echado a perder.
Si no lo hacéis, Mis pequeños, vuestro sufrimiento cada vez va a ser mayor, ya no querréis salir de vuestras casas, el ataque de satanás cada vez será mayor y el terror os consumirá.
Si vosotros volvéis a la oración, a la vida en la Gracia, a la vida en Virtud, si os unís todos, pero en una verdadera oración de corazón y arrepentidos volvéis a Mí, Yo os ayudaré, porque Soy vuestro Padre y os amo, Yo no quiero que estéis sufriendo, pero vosotros habéis dado cabida en vuestro corazón a toda la maldad que se ha desatado por todos lados, en cierta forma, vosotros la habéis propiciado, pero no queréis hacer nada para detener toda ésa maldad que os está aplastando. Hasta que no os arrodilléis, Me pidáis perdón y empecéis a vivir vida de Gracia, de Virtud y de amor entre vosotros, como verdaderos hermanos, todo esto cambiará.
Aunque Yo quisiera detener todo, que ciertamente podría, vuestro corazón no habría cambiado, puedo detener acontecimientos malos, pero si vuestro corazón todavía está propiciando todo lo malo, los tendréis nuevamente. Vuestro corazón debe cambiar hacia el amor, vuestro corazón debe regresar a todo aquello que Yo os pedí en un Principio: respetar Mis Leyes, respetar Mi Amor, respetar todo aquello que Yo os he dado y lo que os he pedido y, hasta que no regreséis a ello, que haya un verdadero cambio interno, es cuando tendréis el Nuevo Mundo entre vosotros, porque vosotros mismos lo habréis propiciado, habréis puesto los cimientos para que se dé entre todos los hombres.
Recordad que Yo no impongo, Yo os iré ayudando a construir lo que vosotros mismos empecéis a hacer, Yo os guiaré y juntos tendremos estos Nuevos Cielos y estas Nuevas Tierras, porque vosotros habréis cambiado ya desde vuestro interior.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. 
  Hijitos Míos, en las Escrituras habéis leído sobre las vírgenes prudentes. Mis pequeños, vosotros debéis ser ésas vírgenes prudentes, pero ¿qué quiere decir esto? Debéis ser vírgenes en pureza espiritual, y prudentes, actuar en Sabiduría para que no perdáis ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual, porque llegará el Esposo, o sea, llegaré Yo, vuestro Dios y al tomar vuestra alma veré si está en buen estado, si habéis conservado ésa virginidad, o sea ésa pureza espiritual. Cuando Yo regrese, ¿cuántas almas estarán en ésa situación, Mis pequeños? ¿Cuántas almas estarán puras?, porque se han mantenido en Gracia que, aunque, ciertamente, caéis en pecado, pero buscáis el recibir los Sacramentos para que volváis a estar en ése estado de Gracia que el alma necesita para poder llegar al Reino de los Cielos.
¿Cuántas almas habrán?, cuando veis a vuestro alrededor todo se ha corrompido, todo está en obscuridad, toda la malicia que hay en los corazones. Si ahorita, en éste momento, viniera Yo, vuestro Salvador, ¿cómo estaríais, Mis pequeños si Yo os recogiera en éste momento? ¿Estaríais aptos para entrar al Reino de los Cielos? ¿Vuestra alma está en estado de Gracia?
Mis pequeños, ésta es una tarea, de todos los días, para vuestra alma, para que vosotros os mantengáis siempre en pureza, llevando todos Mis Dones y capacidades Divinas, con las que Yo os regalo, y poniendo todo en práctica.
Yo no vine a la Tierra nada más a enseñar, Viví todo lo que Yo enseñaba y eso es lo que debéis hacer también vosotros, Mis pequeños, vivir Mis Enseñanzas. Ciertamente, en estos tiempos, es difícil hablar de Mí, de Mis Leyes, de Mis Palabras, de Mis enseñanzas, porque ya no muchos de vuestros hermanos os van a secundar, la gran mayoría de vuestros hermanos no quieren saber de Mí, no quieren saber de Mis Enseñanzas, no quieren vivir en Mi Amor, pero si así no quieren escuchar, menos quieren vivir lo que se os ha pedido que aprendáis.
Ciertamente os sentiréis que ya no pertenecéis a éste mundo, todo a vuestro alrededor se pone en vuestra contra, estáis hablando ya de cosas muy diferentes de las que hablan vuestros hermanos. Sois raros ante el mundo, como Yo fui raro también entre los hombres. Traía otra religión diferente a la que se vivía, traía costumbres diferentes a las que se enseñaban en el Templo. Yo, vuestro Salvador, también sufrí mucho, porque el mismo Templo no Me aceptaba, las almas se sensibilizaban, ciertamente, al escuchar Mis Palabras de Enseñanza, pero pocos querían tener el compromiso de seguirlas y lo mismo os está sucediendo a vosotros, Mis pequeños. Yo traje la Luz al mundo cuando todo era tinieblas y en estos momentos de la humanidad estáis viviendo lo mismo, todo son tinieblas a vuestro alrededor, tinieblas espirituales, y vosotros sois la Luz, sois Yo en vosotros. Vosotros sois valientes, vosotros sois verdaderos hijos de Dios, vosotros estáis viviendo lo que Yo viví para el bien de vuestros hermanos. Pero pocos escuchan y muchos os atacan, pero os pido, Mis pequeños, que os mantengáis así, algo dejaréis en las almas, que cuando se vengan los momentos difíciles, recordarán y eso les ayudará para su salvación eterna.
Manteneos Mis pequeños, llevando la Luz a donde hay tinieblas, tratando a todos con amor, aunque seáis rechazados y, aún, hasta atacados. Os he dicho que aquél que quiera ser como el Maestro, tendrá que pasar por lo mismo que pasó el Maestro. Vosotros conocéis Mi Vida sobre la Tierra, ciertamente algunos Me apoyaban y Me amaban y otros Me rechazaban, Me atacaban y, otros más, hasta Me llevaron a la Muerte.
Estos son momentos en que, quizá, muchos de vosotros seréis llevados también a la muerte por mantenerse en la Luz, por mantenerse en la vida que Yo os he enseñado. Y así, como se quisieron deshacer de Mí, en lo Humano, que ciertamente, Me asesinaron los del Templo, y aunque en lo humano no viví ya entre vosotros, Mi Vida Espiritual se ha mantenido en vosotros, pero en éstos tiempos quieren destruir lo espiritual que Yo os dejé.
Ya de bastante tiempo para acá, ciertos grupos humanos se han propuesto destruir lo que Yo os dejé, pero no os preocupéis, Mis pequeños, Mi Promesa persiste y no podrán acabar con lo Mío, nunca, vendrá el fin del mundo y Mi Palabra permanecerá.
Así que manteneos confiados, Mis pequeños, porque Yo estoy con vosotros. Estáis sufriendo lo que vuestro Salvador sufrió, pero también tendréis la Gloria, que Yo, como Dios y Salvador vuestro, tengo y os daré.
Os amo, Mis pequeños, manteneos confiados en el gran tesoro que tenéis, que es Mi Vida en vosotros, Mi Palabra en vosotros, Mi Amor en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo.
  Hijitos Míos, estáis viviendo tiempos de gran vaciedad espiritual, y en estos tiempos, estáis llenando esos vacíos con lo que tomáis del mundo y no os estáis interiorizando y buscando en la profundidad de vuestro corazón lo que ahí radica.
Hay mucha distracción en el mundo, pero sobre todo, en vuestra mente y en vuestro corazón.
No estáis sufriendo plenamente lo que es esa vaciedad espiritual, pero va a llegar el momento en que todos os veréis en lo profundo, veréis vuestro interior y estaréis viviendo plenamente esa vaciedad espiritual, si es que estáis así. No habrá nada a vuestro alrededor, dentro de lo humano, que pueda llenar en alguna forma esa vaciedad, como ahora lo hacéis. Estaréis solos ante Mí, os veréis tal como sois y os mediréis con Mi Amor y con Mi Sabiduría Divina.
Os veréis tal como sois y lo que habéis hecho y sobre todo, lo que dejasteis de hacer, que eso es lo que ha causado vuestra vaciedad espiritual. Os llenasteis de cosas del mundo, ¿pero acaso ésas llenan vuestra alma y la satisfacen?, no, Mis pequeños, vuestra alma necesita del alimento espiritual, como ya os lo he dicho, vuestra alma necesita de la recompensa de las buenas obras que vosotros debéis hacer, vuestra alma necesita de las Gracias de vuestra oración que vosotros hacéis para agradarMe, para agradecerMe y para pedir por vuestros hermanos. Pero nada de esto hacéis, Mis pequeños y así vuestra alma se queda raquítica y nulificada.
Ojalá tuvierais en vuestro corazón ése dolor que os llevara a buscarMe y a empezar a llenar vuestra alma del alimento Divino que la haga crecer, para que vosotros os sintáis satisfechos y sobre todo, seguros de presentaros ante Mí, cuando Yo os llame a cuentas.
Esta vaciedad espiritual, para muchas almas es desesperante y no saben con qué llenarla y buscan a través del vicio, de la maldad y de tantas cosas del mundo, superfluas y malas, para llenar éste espacio en vuestra alma, pero no pueden, porque éste espacio en vuestra alma es espiritual y si no lo llenáis, como os dije, de una vida espiritual dentro de lo Divino, nunca tendréis la oportunidad de llenar lo que os falta, sobre todo, de crecer y al crecer, dar fruto, que los frutos son los que os van a dar un grado mayor o menor en el Reino de los Cielos.
Meditad esto, Mis pequeños, y meditadlo profundamente, porque una cantidad grande de vosotros estáis vacíos espiritualmente y tened cuidado de no tratar de llenar, como os dije, éste hueco en vuestro corazón, con cosas del mundo, porque más os vaciaréis y menos llegaréis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
Hijitos Míos, cuando vosotros educáis a vuestros hijos, especialmente cuando hacen algún mal, les reprocháis éste mal y hasta los castigáis si el mal fue más grave. Podréis darles una nalgada o castigarlos en su cuarto, sufren ellos el castigo, pero por vuestro amor, casi inmediatamente después, lo cambiáis por un bien y les dais un dulce, un abrazo, un beso, para que vean que no solamente es el castigar lo que está en vuestro corazón, sino que lo hacéis porque queréis todo su bien y por eso les dais todo lo que les gusta para que se olviden del dolor por el del castigo ganado, obtenido por el mal que cometieron.
Lo que tendréis, Mis pequeños, en la purificación mundial, os lo merecéis, porque, ciertamente, lo que cometisteis, lo cometisteis sabiendo lo que estabais haciendo, sobre todo, muchos de vosotros, que no estáis viviendo vida espiritual, sabéis perfectamente lo que cometisteis, porque no hay ley que os esté deteniendo ni que respetéis para que vosotros no cometáis las imprudencias y las maldades que hacéis.
Ciertamente, os repito, os merecéis el castigo que se vendrá, que será para vuestro bien, pero inmediatamente Yo os daré el dulce, para que no se quede solamente en vuestra mente y en vuestro corazón el castigo que, ciertamente, os lo merecéis, pero Yo, como Padre Bueno y amorosísimo, trataré que vosotros no sufráis tanto, porque os amo.
Todo esto servirá para que vosotros cambiéis vuestra mentalidad y regreséis a Mí, Mis pequeños, porque Yo quiero todo lo mejor para vosotros, porque Yo ya no vivo en vuestro corazón, ya no recibo vuestros agradecimientos, vuestras alabanzas o simplemente, vuestra compañía.
Yo Me merezco todo, porque Yo os he dado el don de la vida, pero vosotros lo estáis desperdiciando. No vivís una vida que esté dando fruto bueno, estáis produciendo fruto malo y tan es así, que estáis viendo los resultados a vuestro alrededor, porque no estáis viviendo en paz, en armonía, no estáis viviendo como verdaderos hermanos que se respeten unos a otros y se ayuden unos a otros. Solamente trabajáis para lo vuestro y si alguien os pide algo de lo vuestro, lo apartáis de vuestro camino y hasta con grosería.
Por eso el cambio va a ser benéfico, porque después de que os haga recapacitar lo que realmente sois ante Mis Ojos y que os veáis internamente, como Yo os veo, esto os hará recapacitar. Aquellos, en los cuales todavía exista el Amor en su corazón, lo tomarán para bien pero, ciertamente, todavía habrá almas que no crean todo este bien que Yo os voy a mostrar y que sigan rechazando Mi Presencia en ellos y alrededor de ellos.
¡Pobres hermanos vuestros, porque ellos van directamente a la condenación eterna! ¡Tanto se ha hecho por todos vosotros! ¡Tanto se os ha dado, hasta la última gota de la Sangre de Mi Hijo se vertió para vosotros y vuestro corazón no se conmueve en compasión ni en amor!
Para muchos de vosotros la Redención de Mi Hijo, Su Donación, Su Amor por vosotros, ha sido inútil. Por más que se os enseñe, que se os recuerde, que se os diga, no movéis vuestro corazón hacia un cambio verdadero de vida para ser un fruto bueno.
Orad por ellos, Mis pequeños, para que alguna alma de estas pueda tener un cambio favorable y con eso, ganar su salvación eterna.
Todos vosotros tenéis cabida en el Reino de los Cielos, pero os la debéis ganar y es con vuestra vida activa en el Amor.
No os echéis la culpa unos a los otros de lo que cometéis, vuestro Juicio es personal, os juzgaré por lo que cada uno de vosotros hayáis hecho, como Me hayáis servido, como hayáis amado a vuestros hermanos, qué lugar Me disteis en vuestra vida, cuánto amor vivisteis para crecer espiritualmente y alcanzar vuestra santidad.
He hecho mucho por cada uno de vosotros, ahora, haced mucho por Mí también, Mis pequeños, para agradarMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios. El padre ama a los hijos y les enseña cómo amar, y los hijos, si son buenos, también amarán al padre, porque reconocerán todo lo bueno que se les dio para su crecimiento, para su vida, para su futuro.
Os amo, Mis pequeños, y dad todo lo que podáis porque os quiero de regreso en el Reino de los Cielos, a donde pertenecéis.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual.
Hijitos Míos, Mi Padre, vuestro Dios, Me dio de regalo para toda la humanidad, Él se conmovió de todos los hombres cuando se vivía en obscuridad, cuando se vivía bajo la maldad de satanás y Me manda a Mí, Su Hijo para ser Luz del Mundo, Luz de las naciones, Soy un regalo para toda la humanidad, de ése momento, pasada y futura.
Al venir Yo, Mis pequeños, os traigo los regalos del Cielo, os vengo a dar el conocimiento del Cielo y vengo a vivir lo que se vive en el Cielo.
Esto es muy importante que lo entendáis, Mis pequeños, el vivir con las Enseñanzas que Yo os di y que Me visteis hacer, si vosotros las hacéis, estaréis preparando fácilmente vuestra entrada en el Reino de los Cielos. No sentiréis un cambio fuerte porque si empezáis a vivir el amor aquí en la Tierra, será fácil entrar en el Reino de los Cielos, por el amor que ya estabais viviendo aquí en la Tierra y que estabais dando como ejemplo, como Yo os lo di cuando estuve entre los hombres.
Yo, como regalo para la humanidad, Soy un regalo espiritual, Soy un regalo de crecimiento de vida, Soy un regalo para las almas. Satanás os ha llevado a que viváis el recuerdo de Mi Nacimiento con regalos materiales. Es Mi día, Mis pequeños, es Mi Nacimiento, es Mi Cumpleaños y Yo quiero que vosotros os presentéis ante Mí, llenos de vida espiritual, que vuestra alma esté limpia, que vuestra alma esté llena de amor, como cuando Yo Me presenté ante los pastores y ellos se llenaron de Mi Amor.
Yo quiero que vosotros, cuando os reunáis ante Mí, con vuestras familias, vuestra alma esté llena de amor. Os habéis acostumbrado, como os dije, solamente a dar cosas materiales, pero en vuestro corazón hay maldad, hay pecado, hay rencor. Las reuniones, que debieran ser de amor, muchas acaban en pleitos, porque tenéis problemas en vuestras familias y no os amáis verdaderamente los unos a los otros, aún siendo familia, aún siendo hermanos. Entonces ¿para qué os reunís si no vais a dar amor? Recordad que estáis ante Mi Presencia, Soy vuestro Dios y Salvador y la Evangelización que os vine a traer principalmente, es vida de amor.
Os debéis reunir llenos de vida, vida espiritual, que vuestra túnica sea blanca, que es vuestra alma la que debe estar limpia, como os pedí, en estado de Gracia. Que estéis vestidos correctamente para la Fiesta, ése es el mayor regalo que Me podríais dar y que podríais dar a vuestros hermanos, que sea una Noche de Paz, que sea un Noche de Amor, que sea una Noche para recordar que el Amor llegó a la Tierra y que debéis vivir el Amor entre todos vosotros para poder llegar, en algún momento, al final de vuestra misión, al Reino del Amor.
DadMe ése regalo, Mis pequeños, que vuestra alma esté limpia ante Mi Presencia. id al Sacramento de la Reconciliación, confesad vuestros pecados, arrepentíos de vuestra mala vida y veréis que recibiréis infinidad de Bendiciones el día de Mi Cumpleaños, el día en que os reuniréis ante Mi Presencia, porque, así, como los pastores recibieron infinidad de regalos y Bendiciones al ir a visitarMe, también éste año podréis recibir infinidad de Bendiciones de parte Mía, porque Me visitaréis con ésa alma de niños, con ésa alma pura, con ésa alma que busca su santidad, como la tenían aquellos pastores y que quiero que la tengáis vosotros.
Gracias, Mis pequeños.


jueves, 20 de octubre de 2011

Sep 25_11 Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.

Rosario vespertino
Temas:
  • Os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo.
  • Siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra.
  • Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.
  • No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad.
  • Estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, Dios Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo, os lo digo, Mis pequeños, porque así como Yo os debo cubrir, y os cubro de hecho y os protejo, también satanás, continuamente está tratando de destruir las almas; trata de destruirlas con sus poderes satánicos. Ya os he dicho que estáis viviendo una gran lucha espiritual entre las Fuerzas Celestiales y las del maligno, y por eso debéis vosotros cubriros continuamente con todas las Gracias que provienen del Cielo, para destruir, no solamente para vosotros, toda la maldad con la que satanás os trata también de cubrir y destruir sino, también, a los vuestros.
Os he ido preparando, Mis pequeños, he ido preparando grupos alrededor de la Tierra, para que vayáis protegiendo, en cada lugar del mundo, a los vuestros, a vuestras ciudades, a vuestras iglesias, a todo lo que esté presente ante vosotros y que Me pertenece a Mí.
Mis pequeños, la lucha se va a ir acrecentando, los poderes del Infierno van a parecer, en un momento dado, superiores a Mis Bendiciones, pero recordad que lo que viene de Mí, lo que es Mío y los que son Míos, se mantienen en humildad, en sencillez, escondidos ante el mundo y, ahora sí, el mundo va a ser prácticamente de satanás.
Vosotros, los que estáis Conmigo, lo entendéis y por eso os he llevado hacia la sencillez, hacia la humildad, hacia la oración profunda, porque es ahí en donde vosotros vais a tener una gran fuerza espiritual, porque vosotros Me tendréis a Mí, vuestro Dios, en vuestro corazón, mientras que los que no están Conmigo, tienen a satanás en su carne, en lo exterior, en lo que es del mundo y lo que es carnal no tiene la fuerza de lo que es espiritual.
Entended pues esto perfectamente bien, Mis pequeños, porque vuestra vida, de ahora en adelante y cada vez más fuerte y quiero que Me lo pidáis, debe ser una vida espiritual y profunda, para que podáis tener ésa fuerza, con la que no solamente lucharéis, sino venceréis las fuerzas de satanás.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra.
Hijitos Míos, lo que es del mundo pertenece al mundo y da frutos para el mundo. Lo que es Mío, lo que es de Dios, da frutos para Mí.
Ciertamente vivís en el mundo, pero vuestros frutos son espirituales, Me transmitís a Mí, porque estáis llenos de Mí.
Ciertamente os reconocéis, los que vivís en el mundo y para el mundo, con los que vivís para Mí, para vuestro Dios, para dar vida espiritual. Sois como el agua y el aceite, no os podéis juntar, por eso os he dicho que en este momento se va a ir separando la humanidad y seréis apartados como el trigo y la cizaña. El agua y el aceite no se mezclan, se repelen, así estará la humanidad en breve pero, ciertamente, como estáis viviendo en el mundo pero no para el mundo, vosotros, los que sois Míos, seréis rechazados, como ya lo venís sintiendo de un tiempo para acá.
Satanás es del mundo, y ataca a todo aquél y todo aquello que no es del mundo. Os tratará de apartar, de destruir, porque su poderío se va engrandeciendo y quiere hacer ver, a los que le pertenecen, que él es realmente el que tiene el poder en el mundo y por eso veréis como que las fuerzas del mal serán superiores al Bien que viene de Mí.
Muchos de vuestros hermanos no sabrán qué hacer, dudarán y ahí es donde vendrá la Gran Confusión porque, como en la antigüedad, el pueblo judío quería un líder y eso era lo que veían en un Mesías que vendría, a vencer a aquello y aquellos que estaban en contra de su vida, de sus ideales. Satanás se ha encargado de llevar a la humanidad a otros ideales, muy contrarios a lo que Yo quiero que seáis, Mis pequeños.
El mundo acepta fácilmente el mal, porque es más fácil, se le permite todo, no tenéis que luchar contra vosotros mismos.
En cambio, aquellos que Me pertenecen, es una continua lucha contra las fuerzas del mal, contra todo aquello que ha sembrado en los corazones satanás, el ángel caído. Aquél que Me pertenece, vive para Mí, buscando que sus hermanos también vengan a Mí; el que vive para satanás, se da cuenta que cayó, no desea levantarse, goza en su maldad y quiere llevar a otros a vivir también en la podredumbre, en la cual, ya viven ellos.
Satanás perfectamente conoce a las almas que están Conmigo y las atacará y, de hecho, lo está haciendo ya, a través de aquellos que le siguen. Ya veis a vuestro alrededor cómo va decayendo la espiritualidad a todos niveles. No hay moralidad, no hay respeto, no hay vida espiritual, no hay hermandad, se han perdido tantos valores y no deseáis restituirlos. Los que estáis Conmigo, sufrís, porque estáis viendo que toda esta podredumbre se está dando a todos niveles: en los gobiernos, en la Iglesia, en las familias, en la sociedad, en vosotros mismos.
No os dejéis vencer, Mis pequeños, luchad contra lo que es del mundo, dejad que Yo, vuestro Dios, os purifique, os santifique. Tenéis la Fuerza de Mi Hijo, Él caminó por el mundo, luchó contra el mundo y lo venció, si pedís Su ayuda, lo podréis lograr también vosotros, Mis pequeños, pero debéis estar consientes en que deberéis vivir una vida ejemplar, como la de Mi Hijo, que deberéis luchar contra el mundo y sus pasiones, contra su libertinaje y su maldad, no os deberéis dejar que os guíe lo que es malo y no os apoyéis en él. Rectitud ante todo, Mis pequeños y eso es difícil, ahora que veis un mundo corrompido, pero debéis luchar contra ello, Mis pequeños, se puede vencer al mal, ciertamente no con vuestras fuerzas, sino con Mis Fuerzas, Fuerzas Divinas que os están apoyando y os están llevando hacia el Bien.
Apoyaos continuamente en Mí, vuestro Dios y cuando la maldad parezca que os cubre y no os da ya ningún respiro, llamadMe, implorad Mi Presencia y ahí estaré, Mis pequeños, aunque ciertamente nunca os abandono, pero Yo quiero que estéis consientes, sobre todo, cuando Me llamáis, porque vosotros no vivís en la perfección, sois todavía niños que os distraéis con tantas cosas y que os dejáis llevar por todo aquello que brilla, aunque sea falso.
Cuando vosotros ponéis toda vuestra voluntad y entendimiento para llamarMe, Yo Me hago patente en vuestra vida, os repito, siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra, Mis pequeños, que seáis consientes de llamarMe, de vivirMe, y apoyaros y en Mí.
Os amo tanto, Mis pequeños y quiero que estemos siempre juntos, Yo no Me separo de vosotros, ¿trataréis vosotros de ya no separaros de Mí? Os lo agradeceré, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, Mis pequeños, (Lenguas…) Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual. Vosotros aún no conocéis lo que es ésta vida espiritual que Yo os quiero conceder, pero llenaros plenamente de ella; es una vida de Cielo, Mis pequeños, una vida de Amor Pleno.
Esta saciedad espiritual, a la que os quiero llevar, ciertamente, se dará en diferentes niveles, de acuerdo a vuestra espiritualidad, de acuerdo a vuestro amor, el que tenéis en vuestro corazón, el que dais a vuestros hermanos, pero ésta saciedad espiritual, consistirá en que no envidiaréis lo que el hermano tiene, porque estaréis colmados de Mi Gracia, así como cuando coméis y os saciáis y si se os ofrecen manjares suculentos extras, ya no los queréis, porque estáis saciados y así será, en éste nuevo tiempo por venir. Los que estéis bajo la Gracia de la Santísima Trinidad, en estos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas que albergarán a las almas escogidas, a la buena semilla, a la que da buen fruto, la que iniciará una nueva era de amor en Dios, en el Amor Divino, seréis saciados, Mis pequeños, en Virtudes, en Amor, en hermandad. El mundo viejo ya no se presentará ante vosotros, su corrupción, su maldad, sus pecados, será un pasado para vosotros. Tal será la belleza espiritual que Yo os concederé, que no querréis voltear hacia atrás.
Ciertamente comprenderéis el pasado de pecado que hubo, pero el vivir ésta Gracia nueva, ésta vida nueva que se os concederá por Nuestra Gracia, por Nuestro Amor hacia vosotros, hará que vosotros veáis hacia el frente. Se os ha dicho que el Amor y sus frutos, son dinámicos, no los podéis detener, cuando ya los poseáis, querréis transmitirlos a los demás. A aquellos que veáis que no los poseen, será para vosotros un gozo inmenso transmitir lo que tendréis.
Estos serán tiempos de una hermandad Celestial aquí en la Tierra. Gozaréis lo que tanto se os ha prometido y lo agradeceréis de corazón, porque no os imaginabais tanta belleza, tanto Amor, tanta dulzura de vuestro Dios hacia vosotros. El pecado y la maldad que os rodean, no permiten que vosotros gocéis lo que es verdaderamente puro, espiritual. La maldad ha contaminado todo, vuestra espiritualidad deja mucho qué desear. Ciertamente se os concede a momentos, vivir destellos de ésta espiritualidad pura y es cuando vivís los éxtasis de Amor, que gozáis inmensamente, aunque sean pequeñitos.
Imaginad pues, Mis pequeños, el vivir en un éxtasis continuo, porque tendréis la Presencia Divina en vosotros, y a vuestro alrededor, a través de la donación que tendréis cada uno de vosotros viviendo como pueblo de Dios, será cuando entenderéis lo que se os dice en las Escrituras: “el pueblo de Dios”, porque tendréis ésa semejanza espiritual que gozaréis cuando os dé la plenitud a la que estáis llamados, plenitud espiritual que debéis desear ya desde ahora, porque es un regalo inmenso que se os ha prometido y que se os dará, Mis pequeños.
Agradeced infinitamente, a Nuestra Santísima Trinidad, estos regalos tan grandes que se os darán a cada uno de vosotros que, aunque pequeñitos sois, vuestro amor se engrandecerá cuando os unáis perfectamente a Nuestra Voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad.
Yo, Esclava del Señor, Pequeña Servidora de Nuestro Dios, Alabada por los santos ángeles, revestida por las Gracias de la Trinidad, Hermosa por las Virtudes con las que Me revistió Nuestro Dios y Señor. Vida Divina en Mí, porque Su Sierva Soy, grandes cosas ha hecho Mi Dios y Señor en Mí, Su Esclava y sigo Su Voluntad, no pregunto, acepto, obediente Soy a las órdenes de Mi Señor. En Mí rige Su Voluntad, en Mí se manifiesta, Su Amor y en Mi Pequeñez, se da Su Grandiosidad. Pequeña Soy y quiero seguir permaneciendo así, ante la Voluntad de Nuestro Dios y Señor.
Mis pequeños, Soy vuestra Madre, Madre de todo el género humano, Yo os cuido y os protejo, porque pertenecéis a Nuestro Dios.
Os amo, sois tan frágiles, Mis pequeños, dañáis tanto el Corazón de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, pero antes de que lleguen vuestros pecados y vuestra maldad a Nuestro Dios, os disculpo y trato de que vuestras faltas no dañen tanto al Corazón de Nuestro Dios.
Una madre hace esto y más, Mis pequeños, por sus hijos, para no molestar a su padre, a quien tanto le deben.
He ido alrededor del mundo, he visto tantas cosas que vosotros hacéis, Mis pequeños, que dañan tanto el Corazón de Nuestro Dios. He detenido Su Brazo de Justicia por mucho tiempo, porque os sigo disculpando, pero ya la maldad del mundo ha sobrepasado Su Divina Misericordia y por eso el tiempo de Justicia está ya sobre vosotros, pero con esto, Mis pequeños, no estoy anunciándoos desastres sin sentido, destrucción sin algún fin, el mal ha contaminado al Bien que se os dio, empezando con vuestra alma, que es un Bien inmenso que vosotros no apreciáis, porque al decir “alma”, Mis pequeños, es decir capacidades inmensas que, ciertamente, no conocéis en totalidad, pero que por Fe debierais cuidar y aceptar, porque cuando vuestra alma se libere de la maldad en la que ahora estáis viviendo, conoceréis las Potencias que ella tiene.
Ciertamente, como dice la oración, estáis viviendo en un valle de lágrimas, habéis venido a liberar al mundo, del mal al que cayó, con el Bien que se os enseñó, pero no habéis hecho vuestro mayor esfuerzo y el mal ha crecido demasiado y esto no puede seguir así, Mis pequeños, porque si se le permite, os ahogará y os destruirá y Nuestro Dios y Señor, Nuestro Creador, quiere lo mejor para vosotros. Su Divina Justica se dará, pero para destruir el mal, que hay a vuestro alrededor y que hay en vuestro interior. Cuando cometéis un mal, se os da un castigo para que os arrepintáis de él y no lo volváis a hacer, os habéis ganado el castigo, pero después de vuestro arrepentimiento, nuevamente la Gracia de Nuestro Dios os abrasará, os perdonará y os elevará a niveles inimaginables para vuestras almas, que ahora, esclavizadas están por el pecado.
Orad pues, Mis pequeños y arrepentíos de corazón de vuestros pecados y orad por los pecados de vuestros hermanos que tanto dolor han causado al Corazón de Nuestro Dios, a quien solamente Le debéis amor, respeto, vida. Caísteis en la muerte, en la muerte espiritual, porque la aceptasteis y la alimentasteis, no luchasteis contra el mal que os rodeaba y, así, la humanidad se ha ido destruyendo poco a poco, hasta llegar a lo que ahora veis a vuestro alrededor y en vuestro interior.
Vosotros mismos, los que aún tenéis discernimiento en vuestro corazón, os dais cuenta de ello, éste mundo ha caído tanto en la maldad, que ya no podéis vivir en él y Me refiero a vida espiritual, porque vivís atacados continuamente por todo aquello que os rodea y por muchos de vuestros hermanos que también os rodean, que ya se han contaminado y que se han dejado seducir fácilmente por satanás.
Este mal se puede detener y destruir, si vosotros cambiarais de vida y con sincero corazón os arrepintierais, como Yo Me di en totalidad a Él. Los verdaderos hijos entienden lo que la Madre les dice, porque la Madre les enseña, desde pequeñitos, lo que tienen que hacer.
Sed humildes y sencillos, sed dóciles a la Palabra y a la Voluntad de Nuestro Dios, servid a vuestros hermanos, sed ejemplo ante el mundo de las Gracias, de las Bendiciones y Dones que Nuestro Dios, en su Santísima Trinidad, os ha concedido. No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad, que ha escogido el mal y al que le debéis decir, con vuestra presencia, con vuestra palabra, con vuestro ejemplo, que todavía hay Luz y ésa Luz está en vosotros y, por eso, deberéis iluminar a los que están a vuestro alrededor para que os sigan, porque vosotros estáis en Dios, vosotros llevaréis a vuestros hermanos, con vuestra vida de ejemplo, a encontrar al Verdadero Dios que debe guiar sus vidas, al Verdadero Dios que es el Dueño de vuestra existencia.
Venid pues, Mis pequeños y dejad que vuestra Madre os siga guiando, os siga protegiendo, siga intercediendo por vosotros. Implorad Mi Presencia en vuestra vida y en la de los vuestros, tenéis mucho qué hacer, pero Yo estaré con vosotros, os protegeré contra las fuerzas de satanás, que querrá apagar vuestra Luz, pero no podrá, porque es tiempo ya en que vosotros, los que sois Luz, tendréis una Fuerza descomunal que no podrá ser vencida por satanás. Es tiempo de que la Luz se dé a nivel universal, que se restaure todo lo que cayó por el Pecado y que regrese todo a la unidad, en el Amor de la Santísima Trinidad.
Rogad pues, Mis pequeños, junto Conmigo, a Nuestro Dios, que venga ya Mi Hijo a reinar sobre vosotros, que el mal quede encadenado, que el Bien sea vuestra verdadera vida.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
(Lenguas…) El Cielo entero canta: “Bendito el que viene en el Nombre del Señor, Bendito sea Nuestro Dios, que vendrá a Reinar sobre la Tierra, Bendito sea Su Santísimo Nombre, Bendita sea Su Presencia Divina que nos traerá la Paz, el Bien y el Amor a todos nosotros”.
El Cielo entero alabamos Su Santo Nombre, los ángeles y los santos, aquí en el Cielo, vivimos ya ése momento, lo gozamos.
Oh, Mis pequeños, Mis pequeños, grandes gozos tendréis sobre la Tierra, maravillas excelsas del Amor de Dios bajarán a la Tierra para llevaros hacia una nueva vida que gozaréis inmensamente. Los ángeles y los santos alaban Mi Santo Nombre.
Soy vuestro Dios y Redentor, Soy la Vida que ahora no tenéis, Soy vuestro Dios, que debo vivir en el corazón de cada hombre, porque vosotros debéis ser uno Conmigo, que como Dios, Soy uno con vosotros, cuando abrís vuestro corazón a Mi Voluntad, cuando Me dejáis vivir en plenitud en vosotros, os falta tanta Fe, Mis pequeños, para que os desarraiguéis de vosotros mismos.
Vuestros Primeros Padres quisieron vivir en su voluntad y se apartaron de Nuestra Voluntad y de esta forma perdieron todo lo que tenían. La soberbia, Mis pequeños, los destrozó y por eso os pido, Mis pequeños, volváis a la humildad y a la necesidad de ser uno con vuestro Dios.
Ellos se apartaron de ésa unidad y es el tiempo en que la humanidad tiene que entender que no podéis vivir apartados del tronco que os da vida, la Savia Divina que os da Verdadera Vida, que os da Sabiduría Santa, que os llena del Amor Infinito, con el cual podéis lograr todo.
Mis pequeños, vivir en el Amor, el Verdadero Amor, os concede Potencias, que la gran mayoría de vosotros no conocéis, ya que cuando vivís en el Verdadero Amor, hasta las mismas Escrituras os dicen que podréis lograr hacer grandes milagros.
Mover una montaña, Mis pequeños, es nada a lo que puede lograr el Verdadero Amor, con Milagros que se pueden dar al soltar vuestra voluntad pequeña a la Voluntad Infinita de vuestro Dios.
Os habéis arraigado demasiado a vuestro ser, a vuestras capacidades, a lo que conocéis, porque os falta Fe, confianza y seguridad en Mis Palabras y en Mis Promesas.
Queréis seguir viviendo en lo tangible y no os soltáis a lo intangible, que es la vida espiritual, pero que da frutos tangibles, visibles y bellísimos para vosotros y para vuestros hermanos.
Vivir en el Amor es una vida Divina a la que estáis llamados todos vosotros. Bajé a la Tierra para esto, Mis pequeños, para enseñaros cómo vivir el Verdadero Amor que se vive en el Reino de los Cielos.
No habéis querido entender, os di toda una Vida para que crecierais en Fe y dejarais lo tangible, pero seguís siendo ésos sujetos tercos, faltos de Fe y de confianza, almas pobres que prefieren vivir en esa mediocridad mundana y no en la riqueza espiritual a donde se os ha llamado para que viváis, ya desde la Tierra y luego eternamente.
Me habéis costado mucho, Mis pequeños, Mi donación fue por cada uno de vosotros y cuando Me despreciáis, Me duele tanto, porque Yo os veía a cada uno de vosotros, a lo largo de Mi Vida, durante Mis Dolores, durante Mi donación, durante Mi Muerte y Resurrección.
Vosotros mismos os sentís defraudados cuando tratáis de hacer un bien a un hermano vuestro y no se os agradece y hasta os desprecian por el bien que les hicisteis. Imaginad cómo Me siento Yo, en Mi Sensibilidad Divina y por millones de hermanos vuestros. Ese desprecio Me duele, Mis pequeños, Me di en totalidad por cada uno de vosotros y millones de vosotros Me despreciáis, no Me reconocéis como vuestro Salvador, no reconocéis Mi Amor por vosotros.
Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
Orad, Mis pequeños por vosotros y por vuestros hermanos, para que ésta oportunidad que se os dará, sea fructífera y regresen muchas almas a Mí, con esto Me daréis un gozo inmenso. Mi Amor ciertamente soporta vuestra falta de amor hacia Mí, porque los padres siempre aman, a pesar del desprecio de los hijos.
Seguid pues luchando, Mis pequeños, por éste crecimiento de vida espiritual entre vosotros, por éste Amor que ha sido despreciado por multitudes, Mi Amor os ama y quiere lo mejor para vosotros. DadMe ése gozo como Yo Me doy por vosotros y gozo por aquellos que gozan Mi Donación que ha sido vuestra salvación.
Gracias, Mis pequeños.