Rosario vespertino
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Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando entendáis, y con humildad aceptéis vuestra pequeñez y Me dejéis a Mí, actuar para vuestro bien, es cuando empezaréis a ser sabios. Hijitos Míos, todo debe volver al Primer Orden como ya os he explicado anteriormente. Yo, en Mi Perfección Divina, todo lo creé para que el hombre lo gozara, para que vosotros, Mis hijos, gozarais de Mis perfecciones. Con el Pecado Original todo se alteró y estáis viviendo una imperfección Universal.
Yo quiero que vosotros ya gocéis lo que vuestros Primeros Padres gozaron antes de su Pecado, con el cual se opusieron a Mi Voluntad y, con esto, os quiero decir, Mis pequeños, que como ellos se opusieron a Mi Voluntad, vosotros debéis buscar el estar bajo Mi Voluntad.
En una familia, cuando los hijos se dejan guiar perfectamente por la voluntad de sus padres, por su experiencia, todo saldrá mejor que si los mismos hijos administraran el hogar. Y esto es obvio, Mis pequeños, porque los hijos no tienen la experiencia de los padres, no saben qué hacer en determinados momentos y si ellos los guiaran, todo sería un caos dentro del hogar.
El Mundo es vuestro hogar y también el Universo entero, todos vosotros no tenéis las capacidades que Yo, como Dios, tengo y por eso, si os dejáis guiar por Mi Voluntad, todo entrará en un Orden Perfecto.
Vosotros no tenéis perfección, no buscáis la perfección, porque no la conocéis, por eso os pido, Mis pequeños, docilidad y sobre todo, un deseo grande de dejaros guiar por Mi Sabiduría Divina, aceptando vuestra pequeñez, aceptando vuestra nada, para que Yo pueda actuar en Mi Perfección para bien de todos vosotros.
Si vosotros sois sabios, entenderéis que esto os conviene, Mis pequeños, porque vosotros no sois capaces de atender a un Universo y llevarlo a la perfección en todos sentidos. Sentís que lleváis ya muchos años sobre la Tierra y creéis que ya tenéis toda la sabiduría y capacidades para poder administrar al mundo entero y os seguís dando sorpresas unos a otros por vuestra incapacidad para lograr lo que quisierais.
Os falta tanto, Mis pequeños, pero sobre todo, humildad, porque si os dejarais guiar, especialmente aceptando vuestra nulidad, Yo haría grandes cosas para vuestro bien, pero no Me dejáis moverMe a Mi antojo entre vosotros, Mis pequeños, por vuestra soberbia, cada quien quiere hacer su voluntad porque os creéis sabios os creéis inteligentes y más sabios e inteligentes que Yo Mismo, vuestro Dios.
Cuando entendáis, y con humildad aceptéis vuestra pequeñez y Me dejéis a Mí, actuar para vuestro bien, es cuando empezaréis a ser sabios.
Mis pequeños, entended que quiero lo mejor para vosotros, no sois capaces, os repito, de guiar vuestro hogar, dejadMe pues hacerlo a Mí, vuestro Dios y gozaréis infinitamente el Orden Perfecto a donde Yo os voy a llevar.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Imaginad el Dolor de Nuestro Dios, cuando vosotros mismos estáis tan adoloridos porque veis que vuestros hijos están cayendo en errores graves. Hijitos Míos, Yo Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y he sido puesta como Arca de Salvación para todas las almas en estos tiempos, y remarco, para todas las almas, porque todas las almas sois hijos de Dios e hijos Míos.
Estos son tiempos de gran tribulación, de la difusión de grandes errores, son tiempos en que infinidad de almas Le han sido arrebatadas a Nuestro Dios por las artimañas de satanás.
Son tiempos de una gran tribulación espiritual, en donde, desde pequeños, a muchos hermanitos vuestros, como no se les ha enseñado a vivir y a amar a Nuestro Dios, son arrebatadas y son puestas al servicio del mal. No os imagináis el dolor que esto Nos causa aquí, en el Reino de los Cielos, ver tantas almitas que desde muy temprana edad han perdido su inocencia.
Satanás sabe cómo hacer que el Corazón de Nuestro Dios quede muy adolorido y esto es, quitándoles la inocencia a los pequeños y llevándolos hacia caminos del mal, que antiguamente, vuestros hijos no tenían ni idea de ello.
Si vosotros mismos veis en la sociedad cómo los valores se han perdido, os duele esto y especialmente cuando ha caído esta desgracia en vuestros hijos, aún a pesar de vuestros esfuerzos para mantenerlos en las Enseñanzas de Mi Hijo.
Imaginad el Dolor de Nuestro Dios, cuando vosotros mismos estáis tan adoloridos porque veis que vuestros hijos están cayendo en errores graves que les van a afectar fuertemente en su vida futura, en su vida adulta. Es obvio que si no hay bases fuertes, si su espiritualidad no está bien cimentada, si sus valores no han sido desarrollados en base a lo que Nuestro Dios Nos pide, ¿qué se puede esperar de estos niños y jóvenes, de estos momentos, en su edad adulta? Al no haber buenos cimientos, todo el edificio se tiene que derrumbar necesariamente y, el derrumbarse quiere decir vida de pecado grave, además, al no haber valores, van a pasar por sobre todas aquellas personas que se pongan antes que ellos, y por eso veis tanto destrozo espiritual, moral, social. Os repito, no hay valores y eso os ha llevado a un desperdicio de almas, porque venís a la Tierra a servir a Nuestro Dios, creando amor a vuestro alrededor, de acuerdo al amor que habéis recibido, pero en una gran mayoría de corazones, solo hay resentimientos, dolores, hay maldad, hay inmoralidad ¿cómo puede un alma crecer en el bien si ha sido enseñada a vivir en el mal?
Orad por vuestros hermanitos, en su inocencia, en su adolescencia, que han perdido todos sus valores y están contagiando al resto de sus hermanos y sobre todo, a los más pequeños, para que se dejen llevar por los Decretos de Nuestro Padre Dios en Su Santísima Trinidad.
Ya no dañéis al Corazón de Nuestro Dios, reparad continuamente por los pecados del mundo. Mucho amor se os ha dado, regresadLe también amor a Nuestro Dios, que tanto se merece.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os vuelvo a repetir, ¿de qué sirve pues vuestra vida sobre la Tierra, si no estáis produciendo amor? Hijitos Míos, estáis viviendo maldad por todos lados y esto lo provoca satanás, para que vuestro corazón se llene de ésa maldad y no podáis crear en vuestro corazón amor para hacerlo crecer, que ésa es la finalidad principal de cada uno de vosotros aquí en la Tierra.
Se os ha dado vida, pero vida espiritual, para que vosotros la compartierais con vuestros hermanos.
La maldad ha ido imperando y vosotros no estáis luchando contra ella, satanás ha sembrado la maldad por todos lados y vosotros no hacéis gran cosa para ir destruyendo ésa maldad, sino por el contrario, vosotros, al ser atacados en la maldad, en lugar de actuar en el bien, de responder con un bien a ése mal que recibís, al contrario, también devolvéis un mal. ¿De qué sirve pues vuestra presencia aquí en la Tierra? Os he enviado para que fuerais produciendo amor, para que fuerais destruyendo la maldad de satanás en el mundo. Os envié a Mi Hijo, que vivió entre la maldad del mundo, pero sembró la Bondad que vosotros debéis tomar y seguir con Su Misión, porque debéis ser otros Cristos en este tiempo.
Esa es vuestra principal misión, Mis pequeños, ir destruyendo la maldad, primeramente, en vuestro corazón, ir contestando a toda la maldad, que llega a vosotros, con un bien, para que de esta forma, vosotros crezcáis en Virtudes y, además, deis buen ejemplo a vuestros hermanos, porque si no estáis enseñando el bien, ¿cómo lo van a aprender vuestros hermanos, especialmente dentro de una familia?
Vais creciendo y estáis viviendo en la sociedad, cambiáis de grupos sociales al llevar a los hijos a la escuela, al ir al trabajo, en todas ésas situaciones en la que estáis a lo largo de vuestra vida, debéis dar ejemplo de que no vais a vivir el mal, sino al contrario, vais a cambiar todo el mal que os rodea por el Bien que os enseñó Mi Hijo Jesucristo.
Y os vuelvo a repetir, ¿de qué sirve pues vuestra vida sobre la Tierra, si no estáis produciendo amor?
Gracias, mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No toméis los momentos de la purificación como algo doloroso e inservible, Yo estoy viendo por la salvación de las almas, no estoy viendo por el bienestar humano que, ciertamente, a muchas almas las ha llevado a su condenación eterna. Hijitos Míos, ya os había profetizado las grandes calamidades y desastres mundiales, pero ¿existe un mayor desastre que es el de la pérdida de las almas? Si permito los desastres van a ser para el bien y para la salvación de las almas porque, al ver el mal que se les avecina, les dará tiempo de arrepentimiento. Dentro de la maldad que estáis viviendo, muchas almas mueren en grave pecado.
Mis pequeños, buscad el bien, buscad el bien en vuestra vida, pedid por las almas que están viviendo ése mal que las está condenando.
Aceptad lo que Yo permita en el mundo, que será para vuestro bien y para la salvación de infinidad de almas. Habéis perdido las riquezas de la espiritualidad que os enseñó Mi Hijo Jesucristo. Él vivió ése gran dolor en el Huerto, al ver estos momentos, en que infinidad de almas viven como si Él no hubiera venido a enseñaros nada.
Muchas almas viven en pecados graves, toda la Evangelización de Mi Hijo para ellos no sirvió, muchas se condenarán, ése fue uno de los grandes Dolores, y lo sabéis, Mis pequeños, de Mi Hijo en el Huerto de los Olivos.
No os imagináis, Mis pequeños, el dolor que se vive en el Cielo y especialmente el Dolor que Me causáis, vosotros, los que os condenáis. Yo hago hasta lo imposible para que las almas se salven, busco el bien de cada uno de vosotros. Yo no estoy buscando vuestra condenación eterna, a pesar de vuestros defectos, de vuestra maldad, de vuestros errores, os amo y busco vuestro arrepentimiento para vuestra salvación eterna y vosotros ¿cómo respondéis?, respondéis con el mal al Bien que Yo os estoy regalando.
Os entercáis viviendo en el mal que os condenará, satanás ha vertido su veneno en la humanidad, haciéndoos creer que no hay un futuro, que la vida que vivís aquí en la Tierra es la única, no se habla de vida futura ni de un alma dentro de vosotros. Los errores de satanás han llevado a infinidad de almas a su condenación eterna, porque no habéis dejado que las Palabras, las Enseñanzas, la Vida de Mi Hijo Jesucristo entre en vosotros. Él es Sabiduría Eterna, Él ha vencido a satanás y muchos, muchos de vosotros le hacéis más caso a las enseñanzas de satanás que a las de vuestro Dios Encarnado.
¿Cómo es posible que le creáis al mal y que neguéis la existencia del Bien? La Presencia de Mi Hijo sobre la Tierra sigue estando entre vosotros, sigue viviendo entre vosotros, os sigue dando Sus Bendiciones y Su Alimento, os sigue dando salvación eterna y vosotros, muchos de vosotros no queréis responder a Su Llamado, a Su Misericordia Infinita.
Por eso he de permitir los desastres fuertes a vuestro alrededor y, especialmente, sobre aquellas almas que se han entercado en su maldad, para que al sentir esta maldad, estos males a vuestro alrededor, estos desastres que, ciertamente eliminarán a muchas almas sobre la Tierra, tengan un momento de Sabiduría y se puedan arrepentir. Así que no toméis los momentos de la purificación como algo doloroso e inservible, Yo estoy viendo por la salvación de las almas, no estoy viendo por el bienestar humano que, ciertamente, a muchas almas las ha llevado a su condenación eterna.
Orad pues, Mis pequeños y ayudadMe a que estas almas que se han entercado en el mal regresen al bien y con esto a su salvación eterna.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Si realmente vosotros os aplicarais en esta misión que tenéis en la Tierra, que es la de producir amor y salvar almas, haríais grandes adelantos y así éste mundo podría cambiar hacia el bien rápidamente. (Lenguas…) Hijitos Míos, ciertamente estáis viendo mucha maldad a vuestro alrededor, pero estos son tiempos también de Bendición, os he dado las capacidades para que podáis salvar a infinidad de almas. Así como estáis viendo la maldad a vuestro alrededor, también debe surgir la Bondad dentro de vuestro corazón. Para lograr el cambio en el mundo, debéis empezar en vosotros mismos. No podéis exigir a los demás lo que vosotros mismos no estáis dando.
Estáis viviendo en un mundo que conocéis, gracias a todos los medios de comunicación que, aunque, ciertamente, se trabaja mucho en la mentira y en la maldad, os dais cuenta de la maldad que se está dando a todos niveles alrededor del mundo. Si cada uno de vosotros, realmente, tomara el papel espiritual que le corresponde, iríais cambiando en gran medida a este mundo. Recordad que la oración en la Comunión de los Santos se vuelve poderosísima y de esta forma vosotros podéis ayudar en la salvación a infinidad de almas, pero debéis empezar con vosotros mismos, al dar ejemplo de que Yo vivo en vosotros. Empezáis a ayudar a los que están a vuestro alrededor, primeramente en vuestro hogar y luego con aquellos con los cuales os movéis en la sociedad. Enseguida vuestra oración llegará a lugares alejados, recónditos, más tarde, vuestra oración de corazón, ayudará a las ánimas del Purgatorio a pasar al Reino de los Cielos.
Si realmente vosotros os aplicarais en esta misión que tenéis en la Tierra, que es la de producir amor y salvar almas, haríais grandes adelantos y así éste mundo podría cambiar hacia el bien rápidamente. Esto es si tomarais vuestra tarea en serio y os aplicarais a desarrollarla. Satanás, sabiendo esto, os pone muchas tentaciones para que olvidéis vuestra misión sobre la Tierra y os aboquéis a vivir solamente con los bienes de este mundo, o con los placeres de este mundo, olvidándoos de vuestras obligaciones espirituales y para lo que fuisteis enviados a la Tierra, al Yo, daros el don de la vida.
Aplicaos pues, Mis pequeños, a hacer lo que debéis hacer para vuestro bien y el de vuestros hermanos, sois Mi familia y debéis ayudar a vuestros hermanos a que se salven, o ¿acaso en vuestra familia terrena no ayudáis a vuestros hermanos en lo que necesitan?
Ciertamente hay familias que no se aman, pero en una familia en donde existe el amor, todos los hermanos se cuidan. Los padres primeramente han cuidado a los hijos y los hijos agradecidos también ayudarán a sus padres en su ancianidad.
Estáis viviendo momentos difíciles y todos os debéis unir en un solo corazón y en una sola finalidad: destruir el mal para sembrar el Bien que Mi Hijo os enseñó.
Uníos pues en oración, uníos en vida espiritual y dejad que Mi Santo Espíritu os guíe, para que hagáis de este mundo, el vergel que ya debierais estar viviendo hace tiempo.
Gracias, Mis pequeños. |
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martes, 13 de marzo de 2012
Mar 01_12 Esa es vuestra principal misión, Mis pequeños, ir destruyendo la maldad.
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