miércoles, 1 de junio de 2011

Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, a J. V.


Abr 20_11 Entendedlo bien, que Yo no “fui”, sino “Estoy” y “Soy”.



Rosario vespertino-miércoles de Semana Santa
Temas:
  • Cuando Yo os digo que Mi Sangre ha purificado el presente, el pasado y el futuro, es vuestro presente, es vuestro pasado, es vuestro futuro, porque Yo estoy en un eterno presente.
  • Necesito, Mis pequeños, ésa oración continua para las almas que van a padecer, ya sea dolor o muerte, en los acontecimientos por venir en cada uno de los países del mundo.
  • Arrepentíos de corazón, porque no os habéis dado al cien por ciento a la obra que Yo os encomendé, que es vuestra misión aquí en la Tierra.
  • Yo quiero que así sean todos vuestros méritos, dándoMe todo a Mí, vuestro Dios, pero siempre viéndoMe a los Ojos.
  • Vosotros también debéis entregar a Mi Hijo para expiación, primeramente por vuestros pecados y luego por los pecados de la humanidad.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María, a J. V.
Primer Misterio
Habla Nuestro Señor Jesucristo
Sobre: Cuando Yo os digo que Mi Sangre ha purificado el presente, el pasado y el futuro, es vuestro presente, es vuestro pasado, es vuestro futuro, porque Yo estoy en un eterno presente.
Hijitos Míos, muchos, muchos de vosotros quisierais ya estar descansando de los Mensajes que se reciben alrededor del mundo, porque, quizá, os sentís tensionados, pero os he dicho que mantengáis la paz en vuestro corazón, a pesar de lo que os digo. Y esto os lo digo, Mis pequeños, para que aquellos que no han entendido que, todavía, debéis regresar a Mí en paz, en armonía, buscándoMe en Mi Amor, aquellos regresarán por temor, pero que sea un temor que luego se vuelva amor, como ya os he pedido antes, porque vosotros no fuisteis creados para vivir en el temor, sino en el amor.
Mis pequeños, os he dicho que los acontecimientos se tienen que dar, pero van a ser para vuestro bien. La humanidad está tan distraída éstos días, en los que quisiera que Me acompañarais todos vosotros en Mis sufrimientos, en Mis dolores, en Mi abandono.
La humanidad sigue haciendo lo mismo que aquellos que Me rodeaban, en ésos momentos, cuando Yo también estuve sobre la Tierra. Sobre todo, el abandono es lo que más Me duele, Mis pequeños, estáis tan embebidos en el mundo, que queréis seguir viviendo para el mundo y en el mundo.
Buscáis los momentos de libertad para gozar en vuestro cuerpo, pero no le dais el Alimento a vuestra alma que se le debe dar. Y así, éstos momentos en que Me debierais acompañar para aliviar Mis dolores, se vuelven de más tristeza porque no tengo en quién apoyarMe. No tengo el hombro de un amigo, de un hermano, que Me deje descansar en él y que Me diga palabras de aliento, sobre todo, de amor.
Yo Me he dado plenamente por vosotros, para vuestra salvación y lo único que os pido, son momentos de apoyo moral, espiritual. Recordad que os he dicho que aunque ya éste acontecimiento de Mi donación, se dio, Yo Vivo en un eterno presente y lo que vosotros Me deis, hagáis, Me digáis a Mi Corazón, es como si Me lo estuvierais dando en ésos momentos. Y esto tenedlo siempre presente, Mis pequeños y entendedlo bien, que Yo no “fui”, sino “estoy” y “Soy”, en el mismo tiempo de vosotros.
Todo eso espiritual que Yo os di en ésos momentos, se ha venido dando a lo largo de los siglos, por eso, cuando Yo os digo que Mi Sangre ha purificado el presente, el pasado y el futuro, es vuestro presente, es vuestro pasado, es vuestro futuro, porque Yo estoy en un eterno presente y, al entenderlo así, Mis pequeños, debéis poner más atención a vuestra vida y a todo lo que Me deis. VedMe, no cerca a vosotros, sino junto a vosotros y en vosotros.
Mucho bien Me haréis, Mis pequeños, porque deseo vuestras palabras de amor y de aliento, palabras de amor y de aliento que no Me dieron ni siquiera Mis discípulos en los momentos difíciles de la Crucifixión, porque huyeron. No quiero que huyáis vosotros, quiero que estéis junto a Mí.
Yo os recompensaré infinitamente, Mis pequeños, por esos detalles de amor que Me dais, porque, aunque Soy Dios, también Soy Hombre y como Hombre, necesito de vuestra compañía, de vuestro aliento, de vuestro amor, de vuestra compasión, de vuestra presencia junto a Mí en éstos momentos difíciles que Yo estoy pasando aquí Crucificado. Y ved nuevamente que no os dije “que pasé”, sino que “estoy pasando”, porque como os dije, todo es un eterno presente para Mí. No veáis como histórico ése hecho, vedlo actual y con ello, os uniréis a Mí y aliviaréis a infinidad de almas que necesitan de conversión y de salvación.
Poneos junto a Mi Madre, junto a la Cruz, estoy con vosotros, vedMe Sufriente, vedMe Sangrante, vedMe Doliente, estoy aquí con vosotros.
AcompañadMe, Mis pequeños, dadMe palabritas de Amor, ved y oíd todo lo que dicen contra Mí, las blasfemias, groserías, no dejéis que Mis oídos escuchen todo eso, dadMe palabritas de amor a Mis Oídos, opacad todas ésas palabras de la chusma, que a pesar de que las amé, amé todas ésas almas que Me rodearon, las alimenté física y espiritualmente y se volvieron, la gran mayoría contra Mí.
No Me falléis, Mis pequeños en estos momentos. Estáis también vosotros junto a la Cruz. Sentid Mi Presencia, estáis aquí Conmigo, sentid el viento helado, que se empieza a dar porque se está metiendo el sol. La obscuridad empieza a caer, la gente se empieza a asustar, tocad Mis pies y, con eso, dadMe apoyo. Llorad junto Conmigo el error de los pecados del mundo y vuestros propios pecados. Llorad junto Conmigo toda esa maldad de la Iglesia incipiente y que se ha venido aumentando con los siglos. Llorad junto Conmigo ése desprecio tan grande de aquellos que Me debieran seguir, porque fueron bautizados, como Yo también fui bautizado por Juan. Sois parte de Mí, os quiero junto a Mí, os quiero Conmigo, no Me abandonéis también vosotros, estáis junto Conmigo al pié de la Cruz.
Acompañad a Mi Madre, ved cómo llora, ved cómo llora por Su Hijo y por Su Dios. Acompañadla a Ella también.
Mientras estéis en la Tierra, Mis pequeños, mucho podéis hacer para acompañarNos, a Mí y a Mi Madre en estos momentos y aún en los momentos a lo largo de Mi Vida de predicación. Acá también tuve momentos difíciles, porque los mismos fariseos y escribas no Me dejaban en paz, trataban de destruir Mi Obra y destruirMe a Mí con ella.
Orad, Mis pequeños para que esto no suceda.
Volved al presente, ellos están también en el presente y siguen tratando de destruir Mi Obra y de destruirMe del corazón de los hombres.
Se quisieron deshacer de Mí en la Cruz y no pudieron, porque no contaban con Mi Resurrección y por eso Me siguen atacando, aún en vuestro presente.
Orad, Mis pequeños, porque se siguen infiltrando por todos lados éstos judíos farisaicos, que quieren destruir lo que Yo os dejé con todo Mi Corazón, con todo Mi Amor y envuelto todo esto en Mi Sangre Preciosa.
¡Cuánto dolor tiene Mi Corazón! Porque Yo Me di por todos y por todos los tiempos y una gran cantidad de hermanos vuestros, aún en estos tiempos no aprecian lo que os di y os sigo dando, por eso es tan importante que vosotros entendáis vuestra presencia en la Tierra y, esto es, que con vuestra oración, vuestra intercesión, podáis lograr que infinidad de almas que están dándoMe su espalda y Me están atacando, puedan dejar que la Luz de Mi Santo Espíritu penetre en ellos y les haga ver la realidad por la que ellos, también, están aquí en la Tierra.
Buscad pues, Mis pequeños, que todos vuestros hermanos se puedan salvar, no os deis por vencido. En vuestra oración, incluid a la humanidad entera para su salvación eterna. Todo se puede lograr si vosotros tenéis Fe y confianza en uniros a Mí, vuestro Dios, vuestro Hermano, vuestro Salvador. Confiad, Mis pequeños y confiad en que Yo os puedo dar vuestra salvación. Orad, orad intensamente, no Me falléis, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Necesito, Mis pequeños, ésa oración continua para las almas que van a padecer, ya sea dolor o muerte, en los acontecimientos por venir en cada uno de los países del mundo.
Hijitos Míos, os pido que os adelantéis siempre a los acontecimientos, ciertamente, no sabréis qué va a suceder, pero os he estado hablando de purificación y purificación quiere decir dolor, para los pueblos de la Tierra.
Cuando os he dicho que preparéis ésos momentos, es para que vosotros pidáis por las almas que van a ser probadas en toda la Tierra y, como no sabéis en dónde seguirá el siguiente acontecimiento, os quiero en oración continua y, sobre todo, para que pidáis por las almas, para que les nazca ése deseo de arrepentimiento y de mejorarse moral y espiritualmente.
Necesito, Mis pequeños, ésa oración continua para las almas que van a padecer, ya sea dolor o muerte, en los acontecimientos por venir en cada uno de los países del mundo.
Cuando os he dicho que os adelantéis a orar por todas las almas, deseo que pidáis fuertemente para que tengan arrepentimiento en vida, porque es más válido. Es más seguro un arrepentimiento en vida que las oraciones que les digáis cuando ya han muerto, porque no sabréis si ésas almas se salvaron ya que es más seguro que se salven con un arrepentimiento en vida que con todas las oraciones después de su muerte.
Vuestras oraciones mueven corazones y, en estos momentos, no os dais cuenta de ello y no están vuestras oraciones aisladas, sino como os he enseñado, vuestras oraciones se unen a las oraciones de la Comunión de los Santos, pero ellas, en sí, tienen muy poquita fuerza. Aunque son millones y millones de almas las que están orando, todas ésas oraciones tendrán potencia infinita, cuando se unan a las de Mi Hijo, Oraciones de Cristo Jesús, que llegan a Mí, al Padre. Ciertamente, como Dios, en Mis Tres Divinas Personas, voy recibiendo todo y debéis dárMelo todo, ya sea a través de Mi Hija, a través de Mi Hijo Jesucristo, a través de Mi Santo Espíritu y todo eso llegará a Mí, como Padre que Soy de todo lo creado.
Vuestra oración, Mis pequeños, es importantísima, no os sintáis poca cosa, aunque sois pequeñitos, insignificantes ante Mis Ojos, ya no lo sois cuando os unís a Mi Hijo.
Cuando estáis orando, junto a Mi Hijo, vuestras oraciones se vuelven poderosísimas, no así cuando estáis orando solos, creyendo que vuestra oración está llegando a Mí en una forma muy fuerte, ya sea porque vuestros dolores en ese momento son muy grandes, pero no os dais cuenta que vuestros pecados, también son muy grandes y vuestra imperfección inmensa, porque estáis afectados, primeramente por el Pecado Original y después por los pecados que habéis cometido en toda vuestra vida. Aunque perdonados estén, van debilitando vuestras capacidades, porque el pecado os lleva al mundo y, si habéis pecado mucho, quiere decir que estáis muy arraigados al mundo.
Por eso, os he pedido tanto que entréis a vuestro interior, que entréis a vuestro corazón, donde habita Mi Santo Espíritu, para que os vaya apartando del mundo y que empecéis a volar hacia Mí. Uníos continuamente a los méritos de Mi Hijo, no despreciéis Nuestra Santísima Trinidad y todo lo que Mi Hija pueda hacer por vosotros para atraeros a Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
¡Tanto bien que podéis hacer con vuestra donación! Pero, aunque no comprendáis todo lo que podéis hacer, simplemente hacedlo, porque os lo pido, Mis pequeños, más tarde entenderéis todo esto que Yo os estoy diciendo, ya que si actuasteis según como os lo fui pidiendo, gozaréis con Mi Gozo. Lo que no quiero es que os arrepintáis, cuando lleguéis a Mí, de no haberMe escuchado, porque conoceréis el tiempo perdido que no aprovechasteis y que pudisteis haber hecho tanto por Mi Reino en la salvación de todas las almas y no lo hicisteis.
¡No desperdiciéis ni un segundo de vuestra vida, Mis pequeños, podéis hacer tanto por Mi Reino! Vosotros quizá os sentís ahora fuertes y que no necesitáis ayuda de vuestros hermanos, prácticamente en ninguna forma, porque os sentís muy fuertes, pero os llegará el momento en que ya os iréis acercando a Mí, en vuestra muerte humana y en ése momento es cuando os sentiréis tal y como sois, pequeños, débiles, con una imposibilidad fuerte de luchar contra vuestros defectos y poder levantar vuestro pasado a un olvido ante Mí. Que también eso quiero, Mis pequeños, que vuestro presente y vuestro actuar presente, haga que vuestro pasado no esté ante Mí, en vuestro Juicio Final.
¡Os amo tanto, Mis pequeños, que cómo quisiera que ya estuvierais todos alrededor Mío!, pero os falta aún poco, hacer más méritos, sobre todo, salvar más almas.
¡DadMe muchas almas, las necesito a todas! DadMe almas, porque Yo os di a Mi Hijo y vosotros, los que abristeis vuestro corazón a todas las Enseñanzas de Mi Hijo sobre la Tierra, habéis aprendido inmensamente el cómo se vive en el Cielo, y es Amor, puro Amor.
PedidMe, Mis pequeños que llene vuestro corazón con Mi Amor, para que os sintáis plenos y que sintáis la necesidad de daros por vuestros hermanos, porque así es el Amor.
Como os he explicado, el Amor es dinámico, no lo podéis detener y por eso Mi Amor debe llegar a todos los pueblos de la Tierra, por su dinamismo de salvación.
Os Bendigo, Mis pequeños y pedidMe continuamente que Mi Amor os cubra y os haga crecer, para que Me podáis dar muchas, muchas almas.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Arrepentíos de corazón, porque no os habéis dado al cien por ciento a la obra que Yo os encomendé, que es vuestra misión aquí en la Tierra.
Hijitos Míos, recordad el pasaje donde se os dice cómo se comportaban los cristianos en un principio. Eran alegres, muy alegres, se compartían lo que tenían, fuera poco o mucho y el amor estaba en ellos.
Ciertamente luego entró el mal y fue destruyendo esos grupos unidos en el amor. Estos son tiempos del reencuentro en el Amor que Yo os dejé, Mis pequeños.
Mi Vida sobre la Tierra no fue triste, fue alegre y sobre todo, dedicada a hacer la Voluntad de Mi Padre.
Por un momento imaginad que Yo hubiera sido un Mesías triste, enojón, impaciente, Yo no os hubiera dado un buen ejemplo. Si os he dado ejemplo, es porque viví en la Virtud, en Mis Virtudes excelsas y Divinas que os vine a enseñar y a las que estáis llamados, Mis pequeños, porque si Me seguís, vosotros tenéis la obligación y tenéis la Gracia de ser otros Cristos y de vivir y hacer las cosas que se Me vieron hacer a Mí, vuestro Dios.
En estos tiempos de tribulación, quiero que vuestros hermanos se den cuenta quiénes son los que Me siguen, los que están llenos de Mi Vida y de Mi Amor y ellos deben ser los cristianos, el grupo escogido de estos tiempos.
Por eso, dejad a un lado lo que sea tristeza, preocupación, todo aquello que os arraiga al mundo, eso no os va a dar el crédito que debéis tener, porque vosotros os presentáis como Cristianos, o sea, seguidores Míos y si estáis viviendo en forma diferente a la Mía, no os estáis comportando como os debéis comportar.
¿Habéis entendido esta lección, Mis pequeños? Dejad a un lado las tristezas y preocupaciones de la vida, porque realmente es ahí en donde radican vuestras preocupaciones, en el qué hacer si no tenéis de lo elemental, lo básico para vivir. No estáis confiando en Mi Providencia Divina, no estáis confiando en Mis Promesas, dejad pues vuestras preocupaciones, que os están dañando y Me están dañando, porque no crecéis en la confianza plena que debéis tener en Mí, no estáis ejercitando las Virtudes, especialmente la paz en vuestro corazón y en una confianza plena en Mi Voluntad.
Arrepentíos de corazón, porque no os habéis dado al cien por ciento a la obra que Yo os encomendé, que es vuestra misión aquí en la Tierra.
Algunos habréis dado el veinte por ciento, otros el cuarenta, otros el sesenta o aún el ochenta, pero difícilmente dais el cien por ciento, porque no os acercáis a Mí ni Me pedís ayuda para darlo. Venid a Mí y, en humildad, decidMe: “mi Jesús, mi Hermano, ¿en qué Te he fallado?, ¿en qué puedo mejorar?, ¿cómo puedo llegar a ésa perfección que nos has dicho que debemos buscar?”
Venid, Mis pequeños y no elucubréis, porque vuestras elucubraciones son imperfectas, porque vosotros sois imperfectos. Venid a Mí, para que Yo os enseñe y os guíe, confiad, confiad en Mi guía amorosa, Sabia y Santa, os quiero llevar por caminos de perfección, pero os debéis soltar plenamente a Mí, nadie más os podrá enseñar lo que Yo os enseñaré.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Yo quiero que así sean todos vuestros méritos, dándoMe todo a Mí, vuestro Dios, pero siempre viéndoMe a los Ojos.
Hijitos Míos, la gran mayoría de vosotros creéis que se necesitan acontecimientos fuertes, en la vida de cada uno de vosotros o de los pueblos, para que así ésos acontecimientos fuertes y dolorosos los podáis ofrecer y unir a los méritos de Mi Hijo, para que éstos salven muchas almas y no es así, Mis pequeños.
Os he explicado ya antes que todos vuestros actos deben estar envueltos en amor, si no hay amor en vuestros actos de donación, estos no sirven para nada.
Cuando vosotros Me dais algo, con ésa finalidad de salvación de almas, Me los debéis dar viéndoMe a los Ojos y os digo esto, porque de esa forma os daréis cuenta de que lo que Me estáis dando, Me lo estáis entregando de todo corazón y Yo quiero que así sean todos vuestros méritos, dándoMe todo a Mí, vuestro Dios, pero siempre viéndoMe a los Ojos.
Si os dais cuenta, aquellos que os engañan o aquellos que quieren haceros un mal, cuando están frente a vosotros, no os miran a vuestros ojos, tratan de esquivar vuestra mirada, voltean a todos lados, pero no miran a vuestros ojos.
Yo quiero que viváis Conmigo y para Mí, siempre, en una total honestidad de vida y esto se logra en la sencillez, como niños y, por eso, Mi Hijo os pidió tanto el ser como niños, porque si vuestras obras vienen directamente a Mi Corazón, aunque creáis que vuestras obras son pequeñas, si las unís al Amor de Mi Hijo, Yo las recibiré como si hubieran sido hechas por Mi Hijo y, de hecho lo son, porque Mi Hijo está viviendo en cada uno de vosotros. Vosotros, que habéis abierto vuestro corazón a Su acción, Le permitís Su entrada, Él os purifica y os perfecciona.
No caminéis solos en la vida, caminad siempre acompañados de Mi Hijo y así es como estaréis haciendo las mismas obras que se le vieron hacer a Mi Hijo y que ahorita haréis vosotros, Le daréis vida en vosotros, así Mi Hijo estará caminando en el mundo gracias a vosotros y Él estará llenando el mundo con Sus Bendiciones para la salvación de las almas. No os separéis nunca de Él, Mis pequeños. En los momentos buenos, en los momentos difíciles, dadLe la mano, caminad juntos, salvad almas juntos para Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Vosotros también debéis entregar a Mi Hijo para expiación, primeramente por vuestros pecados y luego por los pecados de la humanidad.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, pero también Madre de Mi Hijo y de Mi Dios, fue un Dolor grande el haber tenido que estar presente en ése Sacrificio tan cruento de Mi Hijo. Ciertamente, por un lado, sufría y por otro gozaba, igual que Mi Hijo.
Sufría al ver a Mi Hijo, el trato que se Le daba, como el de un ladrón o asesino, siendo que Él es puro Amor y se los demostró a ése pueblo infiel. Un pueblo escogido por el Padre, pero de cerviz dura y traicionera.
Mi Dolor era grande al ver cómo se Le trataba, pero también una alegría Divina Me inundaba en todo Mi Ser porque, en ése momento, Yo era Sacerdotisa entregando al Cordero en el Altar por la expiación de todos los pecados, pasados, presentes y futuros. Vosotros, por vuestro bautismo, también sois sacerdotes y quiero que estéis consientes, Mis pequeños, de esa realidad en que vosotros también debéis entregar a Mi Hijo para expiación, primeramente por vuestros pecados y luego por los pecados de la humanidad, pero quiero que os acerquéis a Mí, como Madre vuestra y que entendáis Mi Dolor, el Dolor de una Madre, que está viendo frente a Ella, cómo destrozan a Su Hijo y prácticamente no hay nadie que trate de defenderLo.
Vosotros, en vuestro sacerdocio bautismal, entregad al Padre a Su Hijo, a Mi Hijo, a vuestro Dios y Salvador y uníos a Él y gozad, también, por vuestra salvación, porque Su entrega es para vuestra salvación y la de vuestros hermanos. Estáis ofreciendo a Mi Hijo, como cordero, como se pedía antiguamente, que se llevara un animalito y que fuera sacrificado por el sacerdote del Templo para expiación de vuestros pecados. Al entregarMe a Mi Hijo, como Cordero, también estáis expiando vuestros pecados, pero que nazca también en vosotros ése deseo de mejora y de santificación, no os quedéis solamente en la expiación porque, de ahí, podéis caer y de nada serviría el que hubierais ofrecido al Cordero Divino por el perdón de vuestros pecados, debe haber en vosotros ése deseo de mejora, de crecimiento espiritual, de purificación total, para que podáis entrar al Reino de los Cielos.
Meditad todo esto, Mis pequeños, para que entendáis la realidad de este Misterio tan grande, Misterio de Amor, porque os quedáis solamente en el dolor y no hay alegría en vuestro interior. Meditadlo, Mis pequeños, venid a Mí, para que Yo, como Madre vuestra, os enseñe todo lo que debéis sacar de enseñanza de éste ofrecimiento de Amor de Nuestro Dios, Jesucristo, a Nuestro Dios, Padre.
Gracias, Mis pequeños.


martes, 31 de mayo de 2011

Mensajes a Luz de María - 26 y 29 de Mayo del 2011

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA


DADO EN LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN

BUENOS AIRES, ARGENTINA

29 DE MAYO DE 2011






Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:


MI AMOR LES PROTEGE EN TODO INSTANTE, ACÉRQUENSE A MI HIJO CON PERSEVERANCIA.


Acérquense a los Sacramentos. No se alejen del Alimento Eucarístico por excelencia, recíbanle continuamente para que la fe y la fortaleza crezcan instante a instante. Les amo.


MI CORAZÓN ES ARCA DE SALVACIÓN PARA TODA LA HUMANIDAD.

SEAN UNIDAD Y FUSIÓNENSE EN EL AMOR DE MI HIJO.

VENGAN A MÍ Y YO LES CONDUCIRÉ POR EL SENDERO DE LA OBEDIENCIA, DE LA HUMILDAD Y DEL AMOR.


No se aparten, no luchen unos contra otros, sean un sólo Corazón. Lo venidero no admite divisiones. Manténganse en unidad, no lo olviden.


Las calamidades se acercan, se ciernen sobre una humanidad carente de conciencia, carente de amor, entregada al desenfreno y subyugada por él.


En este instante en que las fuerzas del Cosmos se abalanzan sobre el hombre, sean conscientes de la presencia y del Amor de Mi Hijo Jesucristo. Han dejado de mirar el Germen de Dios en todo lo creado, se han sumido en la vanidad, en los falsos ídolos, en el idealismo, en lo superfluo y pasajero y han dejado de mirar a Mi hijo, presente en toda la Creación.


Les llamo urgentemente a orar, a no detener esa oración a la que les He llamado, a que sean perseverantes y en una sola voz, se eleve vuestra oración al Trono de la Santísima Trinidad. Sean hijos obedientes de Su Madre. Acudan con prontitud al llamado de conversión, acójanlo con amor, enmiéndense. Es urgente que toda la humanidad retorne al verdadero y único camino. No hay otro, no se excusen, no se detengan a ustedes mismos, acudan con prontitud y acojan la Misericordia de Mi Divino Hijo.


Oren hijos, oren por Japón el dolor continúa acercándose.
Oren intensamente por Rusia, oren intensamente por Rusia.
Oren hijos, no se aparten de la oración por Estados Unidos y por Méjico.


Les amo, les amo, les amo.

Oren por esta Mi Argentina, pronto padecerá.


LES AMO, LES AVISO, LES ADVIERTO PORQUE LES AMO.


NO TEMAN CONFÍEN.

QUIEN CONFÍA, MANTIENE LA PAZ EN SU CORAZÓN. QUIEN CONFÍA, MANTIENE SU CONCIENCIA EN PAZ.


Sean ejemplo de esta Madre, que se entregó al pie de la Cruz por cada uno de ustedes, y con Mi Hijo, me entregué a la Iglesia, les acogí al pie de la Cruz de Mi Hijo Jesucristo y con Él soy un solo Corazón y les invito a ustedes ser a un solo Corazón, con esta Su Madre, para elevar una oración digna hacia el Trono de la Santísima Trinidad.


Vengan a Mí, no me hagan esperar, conviértanse, conviértanse porque la Tierra se estremece y deben mantenerse firmes en la fe. Los embates naturales no les desesperen, sino que les hagan recapacitar en la urgencia de acercarse y de cambiar de vida: acercarse a Mi Hijo y de ser verdaderos y dignos hermanos de Él.

Les amo queden en paz.




Mamá María.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.



COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE



Hermanos (as):


MAMA MARÍA NOS LLAMA A SER UNIDAD, PORQUE SÓLO EN UNIDAD Y SIN DIVISIONES, LA HUMANIDAD LOGRARÁ ENCAMINARSE NUEVAMENTE HACIA SU ÚNICA Y VERDADERA CASA.


Debemos expandir nuestro amor para incluir en él a todos los seres humanos.


Mamá María nos llama a no temerle a lo venidero, sino en su lugar, nos invita a confiar, a entregarnos a la conversión con prontitud, tomados de Su Mano.


Lo que debe movernos con gran esperanza es la Misericordia Divina, para que nuestra meta no
sea sólo un buen propósito, sino una consciente realidad que nos lleve a reparar, a ministrarnos unos a otros y a abarcar a toda la humanidad en nuestras oraciones.


Mamá María nos alerta sobre más y nuevos embates y nos hace una amorosa petición para que seamos cumplidores del Primer Mandamiento, ya que si no se cumplen los Mandamientos, la criatura humana empobrece su espíritu.


SEAMOS BENDICIÓN LOS UNOS A LOS OTROS.


Amen.









MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA

26 DE MAYO DE 2011




Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:


Mi Corazón se duele ante el pecado de la humanidad. Éste es un imán que atrae calamidades hacia la Tierra. Les invito a la conversión, a la conversión: es urgente.


EL TIEMPO SE HA AGOTADO, LA MANO DE MI HIJO HA DESCENDIDO

Y ÉL VIENE CON SU MISERICORDIA Y CON SU JUSTICIA.


Mi Hijo no castiga. Son ustedes, son ustedes hijos amados, los que con el pecado que sobreabunda, se castigan a sí mismos.


¡Cuánto han destrozado esta Creación! ¡Cuánto se destrozan a sí mismos, olvidando que son Templos del Espíritu Santo! ¡Cómo, cómo se duele Mi Corazón Inmaculado ante tanta inmodestia!


PROCLAMEN LA VERDAD Y LEVANTEN LA VOZ.

PROCLAMEN LA INMINENCIA DE ESTE INSTANTE.


Hablen con Mi Mismo Corazón, el que urge a todo el Pueblo de Mi Hijo, a regresar y reencontrarse en el verdadero camino y único camino de salvación.


Oren, amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado, oren por Estado Unidos que se estremece.

Oren por Méjico, el llanto y el dolor vienen sobre él.

Oren amadísimos hijos, oren por España será traicionada y sufrirá. Oren por ese país.


Amados de Mi Corazón:


Oren por Ecuador. ¡Cuántos monstruos se acercan! Oren, el dolor se acerca, oren.


Los invito a orar y a reparar con sincero corazón. Continúen caminando y no miren hacia atrás.

Mi Hijo es misericordia infinita y espera al pecador verdaderamente arrepentido.


Les amo, les bendigo.


Queden en la paz de Mi Hijo.

Mamá María.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE

Hermanos (as):


MAMÁ MARÍA NOS HABLA CLARO.

EL PECADO SE HA ENCARNADO EN EL HOMBRE Y LE LLEVA A LA AUTODESTRUCCIÓN.


La inmediatez de lo mundano, de lo fácil, ha logrado que el hombre se acostumbre a todo sin dar nada de sí mismo.


La tecnología ha surcado caminos con ansias de poder y la lucha del más fuerte hace que se olvide la fraternidad.


El Amor Divino camina buscando corazones en los cuales posarse.


SEAMOS ESA GENERACIÓN FIEL A SU SEÑOR Y DIOS, FIELES A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

SEAMOS FRUTO DE BENDICIÓN.

SEAMOS TESTIMONIO DE FE.

SEAMOS UN IMÁN SAGRADO QUE ATRAIGA BENDICIONES.


Amén.

lunes, 30 de mayo de 2011

Mensaje de la Virgen el 27/5/11 en Madrid

Mis queridos hermanos del alma,
El viernes noche, por ser día de La Milagrosa, nos reunimos alrededor del árbol y rezamos fervorosamente el Santo Rosario. Nuevas personas se sumaron al rebaño, y previo relato de lo que allí sucede hace 23 años por parte de Alberto, humilde servidor de la Santísima Virgen y elegido por Ella, nos entregamos a la oración. La Madre nos regaló la presencia del vidente, el señor Antonio, instrumento o materia, como Ella lo llama aquí, pues padece cáncer y al día siguiente iba a ser ingresado para recibir su tratamiento; él avisó que no vendría pues diluviaba y porque debía estar aislado..pero sintió el llamado de María para pedir que lo fueran a buscar y llevarlo a rezar con nosotros. Nos dio mensaje a través suyo y os lo comparto; os adelanto que en el tercer misterio, cae en éxtasis, se arrodilla , agarra la cruz y comienza a hablar con voz dulce de mujer; es un mensaje muy largo en donde la Santísima Virgen nos habla de mucho; sobre todo de la humildad, nos advierte, nos alerta, nos enseña y nos da mucho amor; lo sentimos con sus palabras en boca de un hombre muy sencillo que jamás podría hablar así..en regalos tan grandes como una noche celestial , olor a flores a las 22.30 horas de la noche..con brisa que nos bendecía , a la que Ella acompañaba con sus palabras..escuchad..

Quedamos todos muy emocionados; fuimos atendidos y recibidos con inmenso amor por el grupo de personas que Ella formó; salimos con una llama ardiente en nuestra alma; con mucha sed de más y yo personalmente, con la misión de proclamar su grandeza en este bosque, por el que pasa tantísima gente delante en coche a diario y nadie sabe nada..tampoco me atrevo aún a difundirlo a cualquiera; voy escuchando en mi corazón a quién sí y a quién no..han vivido tantos años en recogimiento, siendo atacados y por ello sin difusión..cuando fui llamada por Nuestra Señora y sentí su presencia y voy a diario, por la proximidad de mi hogar, entendí que era un mensaje para llevar almas a este santo lugar.
Cada semana os iré contando. Ayer por la mañana fui pronto a besar el árbol, lo que significa para mí besarla a Ella y sentí necesidad de ir a misa de 10 a Las Carmelitas, porque ellas son informadas de lo que pasa..y piden ” que vengan nuevas palomitas al palomar..”
Alabado sea Dios.
Besos +
MENSAJE (27-MAYO-2011)

viernes, 27 de mayo de 2011

MENSAJE A LUZ DE MARÍA - 20 DE MAYO 2011

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A SU HIJA AMADA, LUZ DE MARÍA.
20 DE MAYO DE 2011




Amadísimos hijos:

LES AMO. MI VOLUNTAD RECLAMA A CADA UNO DE USTEDES. MI CASA LES RECLAMA.

El tiempo no es tiempo, el instante ya casi no es instante. Apremia a la humanidad un retorno al camino de Mi Amor. Cada uno es indispensable dentro de Mi Iglesia.

VENDRÁN TIEMPOS MEJORES EN DONDE LA PAZ REINARÁ POR SIEMPRE, EN DONDE SE SENTARÁN A MI MESA, Y RECOSTADOS EN MI PECHO, ESCUCHARÁN EL PALPITAR DE MI CORAZÓN.

Mas en este instante, último para esta generación, necesitan, necesitan retomar el camino de la Santidad. La verdad y la justicia no imperan, el desamor ha invadido no sólo el corazón, sino la mente, el pensamiento, el deseo, la iniciativa de los hombres.

Los grandes poderosos, dirigentes de las naciones, aceleradamente enrumban a aquellos que no tienen conciencia del manejo que ellos dan al uso del poder sobre los pueblos. Los entregan en manos del anticristo, les entregan en manos enemigas que se levantan poderosamente, y en un instante próximo, en este último instante, harán estremecer no sólo los cimientos aquí en la Tierra, de Mi Iglesia, sino que harán estremecer al ser humano.

El dolor será tal que el hombre quedará totalmente abatido. El dolor llegará a alcanzar límites que la mente humana aún ni siquiera tiene. El límite del dolor será impuesto por el anticristo. Colmado de maldad, se levanta ante Mi Pueblo totalmente anestesiado por todo lo mundano, por todo lo pecaminoso y por una tecnología vendida para el mal.

Amados hijos despierten.

ES NECESARIO UN DESPERTAR EN ESTE ÚLTIMO INSTANTE.

LOS ACONTECIMIENTOS HAN ALCANZADO A LA HUMANIDAD.

SE CIERNEN YA, POCO A POCO SOBRE TODA LA HUMANIDAD.

Oren, oren por Estados Unidos.

Oren por Brasil y Chile.

Oren por Europa. Conocerá el dolor.

Mi Misericordia no se detiene y el hombre la desprecia.

QUE LOS JUSTOS SE FUSIONEN A MÍ Y SE LEVANTEN CUAL MURALLA FUERTE DE ORACIÓN, DE OBRAS Y ACTOS PUROS HASTA MI CASA.

No les desamparo, tanto así, que existe el lugar en donde los justos reposan eternamente. Tanto así, que existe el lugar de purificación para ascender a Mi Casa. Tanto así, que el hombre se condena a sí mismo con sus obras y actos.

Yo soy Amor, el Alfa y la Omega, que permanece vigilante sobre Mi Creación. ¡Cuánta indiferencia! ¡Cuánta indiferencia de Mis hijos hacia sí mismos! No se aman, y menos aún a sus hermanos. Se miran con tanta indiferencia que Mi Corazón es lacerado continuamente.

Siento sangrar Mi Corazón por la proximidad inminente de un gran acontecimiento doloroso para la humanidad. He vertido Mi Sangre en la Cruz para rescatarles. Como Padre, respeto la libertad del hombre, pero como Padre, llamo y reclamo a los Míos. Como Padre Amoroso, advierto, no para que teman, sino para que recapaciten y vuelvan al camino de la Santidad.

NO SE ALEJEN DE MÍ. EL QUE PERMANECE UNIDO, PERMANECE PROTEGIDO.

Pronto, más pronto de lo que se imaginan, vendrán Mi Amor y Mi Justicia, y frente a cada uno les preguntarán: ¿Cuánto Amor tienes para dar? Las almas, sin poder sujetarse a sus caprichos humanos, se mirarán tal cual son ante el espejo de Mi Amor, y muchas almas sufrirán enormemente, se desgarrarán en el alma y en el ser; vivirán en carne propia las ofensas cometidas contra Mi Amor y Mi Misericordia.

Más, como Padre Amoroso, estoy frente a cada uno, esperando a que Me llamen. Mi Perdón no se niega a ninguno. Llamo al pecador, le invito a que Me mire, y derramaré Mi total e infinita Misericordia sobre él.

¡VENGAN, VENGAN A MÍ, VENGAN A MÍ, HIJOS!

¡ES URGENTE, ES INMINENTE!, ¡VENGAN!...

VENGAN A MÍ… LES AMO, LES BENDIGO Y LES SELLO CON MI SANGRE PRECIOSÍSIMA.

Su Jesús

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.



COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE

Hermanos (as):

Uno es el Creador.
Una la Cruz.
Uno el Salvador.
Una la Palabra.
Una la Vida Eterna.


HE MIRADO AL REY DE CIELOS Y TIERRA DERRAMAR LÁGRIMAS DURANTE ESTE LLAMADO...

! LÁGRIMAS, SI, LÁGRIMAS Y SOLLOZOS DE NUESTRO REDENTOR!

Imaginen, mirar y sentir en el ser no sólo físico sino en lo profundo de mi espíritu ese dolor que penetra las entrañas y le enmudece a uno. Así se mostró Nuestro Señor, llamando con lágrimas al pecador y ofreciéndonos a todos su infinita Misericordia.

Este llamado, es un recorrido por todos los eventos que se nos han anunciado. Es un recuento espiritual para que cada uno mida su conciencia, su proceder y su realidad.


Por favor hagamos conciencia sobre este instante del último instante que agoniza. Es urgente que exhortemos a todos los hermanos a un cambio radical. No continuemos crucificando a Quien nos ama.

Hermanos; postrados humildemente ante Jesús Crucificado, clamemos con humildad y dolor con el Santo Profeta David:

“¡Ten piedad de mí, oh Dios, por Tu bondad, por Tu gran compasión, borra mis faltas!

¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!

Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí.”

(Salmo 51 (50) Miserere)

RECORDEMOS: AMOR CON AMOR SE PAGA.


Amén.

ORACIÓN.

Oh Verdad infinita que no ocultas Tu Palabra dame el valor para mirarme por dentro, sin detenerme ante la aflicción que padezca mi ser.

Oh reflejo Poderoso, Verdad de Verdad revelada, no me angustie el Conocerte, sino vivir lejos de Ti.

No me desconozcas aunque sea de lejos ¡Mírame! la inconsciencia la mente apaga, el pecado las manos ata.

Oh, Amor infinito, libérame de esta vida de muerte háblame desde dentro, para que no me turben otras voces.

Verdad infinita, que del Cielo desciendes a la tierra, Sana, limpia mi corazón enfermo y así no pueda vivir lejos de Ti.

Verdad, de verdades revelada, ven y plasma en mí tu imagen, sella mi ser, reclámame de Tú propiedad.

Amén.


Evangelización en el Amor de Dios Padre

Mensaje de Dios Padre a J.V.

el 22 de julio, 1998.



La Santificación de vuestras Obras.


Hoy, hijitos Míos, os quiero hablar sobre la santificación de vuestras obras. Todos vosotros, grandes, pequeños, ricos o pobres, sanos o enfermos, todos pertenecéis al Cuerpo Místico de Dios, a Mí Cuerpo, a Mí Amor.

Todos vosotros tenéis una función específica en vuestras vidas para completar la Pasión y Redención de Mí Hijo. La misión de cada uno de vosotros es propia, no hay dos misiones iguales sobre la Tierra, al grado de que cuando uno de vosotros no quiere seguir la misión que se le confió libremente, atrasa o coarta Mí Obra Salvadora y tengo que pedir a otra alma la función que ésa alma llevaba para la salvación por vosotros.

Vosotros sois como las células del cuerpo humano, todas se alimentan de la misma sangre y todas vierten al torrente sanguíneo sus productos y así una y otras se ayudan. Con Mís Palabras, todos vosotros recibís Mí Vida a través de la Gracia y Bendiciones con que os vivifico día a día y vosotros tenéis que dar vida a los demás con vuestras obras, oraciones, buen ejemplo, penitencias, etc. Vosotros no debéis ni podéis permanecer estáticos, debéis ser dinámicos para que nada se detenga en Mí Obra de Salvación.

Ya os lo he explicado con anterioridad, pero os lo vuelvo a recordar. Muchas almas sobre la Tierra, desearían hacer grandes cosas por Mí, recuerdan la vida de Mis Apóstoles que iban y venían, hacían grandes milagros, morían mártires por el Nombre de Mí Hijo Jesucristo. Es muy loable vuestro deseo de Servirme y Yo lo tomo como si realmente lo hicierais, pero además os quiero explicar que lo podéis hacer.

Una persona postrada en su cama sufriendo, una persona en silla de ruedas que no se puede ya ni levantar, un anciano enclaustrado en un asilo, todos ellos pueden ser grandes apóstoles y misioneros. Primeramente y éste es el gran secreto, es unirse en el deseo, en el sufrimiento, en las alegrías, a la Vida de Mí Hijo sobre la Tierra. Al unir vuestro deseo de acompañar a Mí Hijo, en ése preciso momento vuestra alma vuela a Su Corazón. Ya sea vuestro deseo, obras, sufrimientos, actos humanos, todos quedan santificados en Mí Nombre, ya no estáis vosotros solos, ya no vivís abandonados o recluidos, estáis ahora realmente caminando y viviendo con Mí Hijo. Este es un gran regalo de Vuestro Padre y un amoroso Misterio de Mí Amor. Al así vivir unidos, en intimidad con Mí Hijo, estás compartiendo con Él, Sus alegrías, Sus Penas, Sus sufrimientos, Sus logros, Su Amor para con los demás y Su Triunfo Final. Una persona al así unirse perfectamente con Mí Hijo, Yo le concedo la Gracia de ya no sentirse sólo. Es tan grande, a veces, esa unión con Mí Hijo, que la gente a su alrededor “le sale sobrando”. Valga decirlo así, porque ven en ésa nueva vida de unión, una vida divina, tan bella, tan vivificante, tan satisfactoria para sus almas, que ya lo terreno queda ahora en un nivel muy secundario. Vivir la Vida Divina es un regalo muy grande y lo podéis gozar aun estando en la Tierra y llegará a su plenitud en Mí Casa Celestial.

Santificar y reparar vuestras obras, aún las pasadas, en la que aún no sabíais de éstos “trucos” de Mí Amor, son bendiciones muy grandes, ya que, como os he dicho, os amo tanto que os doy infinidad de ocasiones y medios para que alcancéis vuestra plenitud espiritual y podáis gozar de más bendiciones y más amor Mío al llegar a Mí Reino.

La ancianidad es un tiempo de gracia que os concedo con vuestra reflexión a vuestra vida pasada, para que podáis tomar los medios necesarios para vuestra purificación. Pero también es tiempo de Gracias que derramo en Mis ancianitos para la salvación de muchas, muchas almas que no han sabido aprovechar su tiempo pasado para su salvación.

Recordad, hijitos Míos, que Yo puedo ganar un alma y santificarla por toda la Eternidad en sólo segundos, aunque su vida pasada haya sido de grandes pecados. Mí Misericordia es infinita, Mí Corazón está abierto para todos Mis hijos sobre la Tierra. Mi Corazón está abierto para salvar almas. Unid, hijitos Míos, vuestro Corazón al Mío, vivid en el vuestro todos los momentos de Salvación de Mí Hijo. Haced vivir en vuestro corazón toda Su Bondad, compartid Sus Milagros y pedidlos para vuestros hermanos pasados, actuales y futuros. Penetrad íntimamente en todos los sentimientos de Mí Hijo, Él gozó mucho algunos momentos de Su Vida, Él lloró también por los pecados y por amor a los demás, Él temió también por los momentos que tendría, Él sintió soledades muy grandes, tanto Mía, en la Cruz, como la de los suyos, Él participó de todos los sentimientos humanos, grandes y pequeños. Os digo esto para que no sintáis que vuestra unión con Mí Hijo pueda pareceros imposible. Todos vuestros actos sencillos, aparentemente sin importancia, pero unidos a Sus actos, son grandes fuentes de salvación. Vosotros ancianitos, que vuestro caminar se os hace fatigoso, unid vuestro caminar a Su Caminar diario, llevando Mí Palabra a los pueblos a los que predicó, así vuestro caminar se santifica.

Al tomar un vaso con agua, algo tan sencillo y sin aparente importancia, dejad que las Manos de Mí Hijo tomen ése vaso con agua y que Él saboreé en vuestro paladar la frescura de ésa agua y deseando vosotros que apague Su Sed y así le daréis una gran alegría y se santificará vuestra acción que, aparentemente, carecía de importancia.

Cuando os vestís u os desvestís, también os podéis unir a Sus Actos. Él lo hacía diario, igual que vosotros, unid ésos momentos a Sus Momentos para que queden santificados.

Vuestra alegría al recibir a una visita que os ama, Él también recibió mucha gente que lo amaba. Recordadle ésos momentos gratos y así quedarán santificados. El tomar una medicina amarga o desagradable a vuestro paladar, Él también tuvo esa fea sensación y la aceptó por vosotros. Unid vuestra molestia a la de Él y así también salvaréis infinidad de almas.

En resumen, lo que os quiero hacer notar, es que son tantos los actos humanos desperdiciados a diario al no unirlos a los actos terrenos de Mí Hijo, que si todos vuestros actos, de todos vosotros Mis hijitos, fueran ofrecidos, vuestro Mundo sería ahora un Paraíso, el Purgatorio estaría vacío y ya no se condenarían más almas, Mis almas. Es muy fuerte el poder de la oración, pero es más fuerte cuando está unida a la de Mí Hijo. Aprovechad estos Grandes Misterios de Mí Amor para vuestra santificación y para la de los vuestros. Mí Misericordia os provee de muchos caminos para alcanzar Mí Gloria Eterna, no los desaprovechéis, hijos Míos. Muchas almas se arrepienten de no haber aprovechado Mis Dones y Ocasiones en vuestro engrandecimiento a vuestras almas.

Muchas almas, como muchos sabéis, Me piden una segunda oportunidad para aprovechar Mis Bendiciones. Yo no os doy dos oportunidades ya después de vuestra muerte, pero sí os doy infinidad de oportunidades durante vuestras vidas sobre la Tierra, vuestro error es el no Verme a Mí y a Mí Hijo en TODOS los acontecimientos de vuestras vidas y así dejáis pasar una a una todas las oportunidades que os doy.

Aprovechádlas hijitos Míos, y alcanzaréis en Mí Gloria alegrías inimaginables, porque, mientras más améis, a Mí, Vuestro Padre, y a vuestros hermanos en Mí, más recibiréis y os lo recuerdo, que nadie paga mejor que como vuestro Dios Amor, sabe pagar.

Yo os bendigo con todo Mi Corazón, con el de Mí Hijo y con el Amor Infinito del Espíritu Santo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

María Reina de la Paz - 25 mayo 2011


Mensaje de María Reina de la Paz
del 25 de mayo de 2011
¡Queridos hijos! Mi oración hoy es para todos ustedes que buscan la gracia de la conversión. Llaman a la puerta de mi Corazón, pero sin esperanza ni oración, en el pecado, y sin el sacramento de la Reconciliación con Dios. Abandonen el pecado y decídanse, hijitos, por la santidad. Solamente así puedo ayudarlos y escuchar vuestras oraciones e interceder ante el Altísimo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!