Rosario - (Nuestra Señora de Guadalupe)
Temas:
- Éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombre y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros.
- El hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor.
- Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto así como podáis.
- Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco vuestro corazón, no usaréis la mente.
- Ésa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha.
- Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros, deberéis ir uniendo todo en el Amor.
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.
En el Ofrecimiento, Habla la Santísima Virgen María. Sobre: Éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombre y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros. (Lenguas...) Hijitos Míos, Yo, vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María, la Madre del Salvador, ¡cuánta Gracia!, ¡cuánta Gloria!, ¡cuánta alegría!, ¡cuánto Amor derramado sobre Mí!, la Humilde Esclava del Señor, ¡tantas Bendiciones que derramaba sobre la humanidad a través de Mí, la Sierva, la Esclava del Señor!, Yo, Instrumento Fiel del Señor, que a través de Mí, se Encarnaría el Salvador, el Dios Prometido, la Vida que tenía que llegar cuando las tinieblas estuvieran cubriendo y obscureciendo los corazones de los hombres, Yo, venía a traerles la Luz, en Mí se dió la Luz, acepté la Luz, acepté ésa Vida, acepté ése Amor.
Mis pequeños, gran necesidad en los corazones había, como ahora se necesita, los tiempos obscuros de antes, son los tiempos obscuros de ahora, pero ahora se le rechaza a la Presencia Viva del Salvador que estuvo entre los hombres.
Mis pequeños, estoy aquí nuevamente entre vosotros, para traer ésa Luz, para traer ésa vida, para hacer que los corazones se vuelvan al Amor Verdadero de Nuestro Dios.
Mis pequeños, ¡cuánta necesidad tiene el hombre y no se da cuenta de ello!, deambula en la obscuridad creyéndose mejor que su Dios y cuántas caídas tiene, no se da cuenta que necesita una guía. Yo he venido a Ser ésa Guía, éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombres y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros.
Mis pequeños, aceptad en vuestro corazón la Luz que os trajo Mi Hijo, Sus enseñanzas, Su Vida, Su ternura, Su ejemplo, ése Amor que tanto necesita el hombre. ¡Cambiad!, ¡cambiad!, reparad todo lo que el hombre ha hecho, no reparéis solamente lo vuestro, tomad lo de vuestro hermanos, reparad el mal que ha llevado a ésta humanidad a éste estado en el que está de pecado, de obscuridad, de tremenda obscuridad y de traición. Se ha traicionado al Amor.
Entrad en Mi Corazón, Mis pequeños, para que entendáis lo que significa ésta traición al Amor de Dios.
Es un pecado grave, muy grave que debéis reparar con vuestro Amor. Daos, daos, Mis pequeños, como Yo me dí Al que Nos Creó, Al que es todo Amor, AL que Nos dió a Su Hijo, que pasó por Mi Vientre y que Yo le entregué a todos vosotros. Dejad que Él Viva plenamente en vosotros, que se encarne en vosotros y que a través de vosotros, Él repare el daño que se ha hecho a Su Santísimo Corazón.
Amaos, amaos intensamente, Mis pequeños, como Él os ama. Amaos, Mis pequeños porque Él os ha traído ésa Vida que debéis tomar todos vosotros, Vida que recibisteis de vuestro Dios, vida deberéis dar a vuestros hermanos. Amaos y atraed los Cielos hacia la Tierra, en ése Amor Infinito que se debe derramar sobre todos vosotros, que es el Amor de todo un Dios. Gracias, Mis pequeños, os amo y empezad una nueva vida desde el día de hoy. Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: El hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor. Hijitos Míos, los pueblos, todos los pueblos de la Tierra, se unirán en un solo pueblo por el Amor. Fuisteis creados en el Amor y os deberéis unir nuevamente en el Amor. El Amor es el que os da vida, del Amor obtenéis vida y todos vosotros pertenecéis a un solo Amor.
No hay diferentes amores sobre la Tierra, es un solo Amor el que proviene de Mí, el que os da vida y el que os regresará a Mí, a la verdadera vida eterna.
Mientras estáis buscando la verdad, caéis en diferentes filosofías o teologías, pero cuando estéis buscando el Verdadero Amor, lo encontraréis.
El Amor debe estar patente en vuestra vida, debe guiar vuestra vida, estáis en donde estéis, os hayáis ido a donde os hayáis ido o lo que hayáis escogido. Es el error de satanás que se ha introducido en el corazón del hombre y os ha llevado por diferentes caminos, pero la Verdad es Una Mis pequeños, y ésta Verdad se llama Amor.
Cuando realmente estéis siguiendo el Verdadero Amor, que se os ha puesto en vuestro corazón, entonces estaréis guiados por la Verdad.
La Verdad viene de Mí y por la Verdad fuisteis creados. La Verdad tiene que estar también en vosotros. La Verdad tiene que hacer nido en vosotros para que deis fruto, fruto abundante y ése fruto será el amor. No hay un Verdadero Amor si no hay una Verdad Absoluta en vuestro corazón. Yo Soy el Absoluto, Yo Soy la Verdad Increada, Yo Soy vuestro Dios.
Aquellos que Me sigan, que Me busquen, que busquen Mi Verdad y Mi Amor, encontrarán el camino, no habrá obscuridad que se os anteponga. La Luz aparecerá inmediatamente cuando hayáis aceptado en vuestro corazón Mi Verdad y Mi Amor, desechando todo aquello que hayáis tomado de la Tierra, que os llevará solamente a la obscuridad.
BuscadMe, buscad ésa Verdad y ése Amor, para que se abra vuestro camino y al abrirse ayudéis a que se abra el camino de vuestros hermanos.
Mucha obscuridad ya os cubre, estáis en tinieblas, pero no os mantengáis en ellas, no creáis que todo ha terminado ahí, está profetizado que cuando las tinieblas os cubrieran, el siguiente paso sería la Luz y la Luz se dará, Mis pequeños; pero estando en la obscuridad encontraréis Mi Verdad y Mi Amor, porque habéis despreciado la Luz y al despreciarLa, la Verdad os hará daros cuenta de que vosotros mismos buscasteis la obscuridad.
Esta obscuridad será benéfica para la humanidad, porque es cuando el hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor, ahora, en la obscuridad, encontraréis nuevamente la Luz, la añoraréis, os arrodillaréis y en humildad, pediréis nuevamente que venga la Verdad y el Amor a vuestro corazón para que regrese la Luz y, cuando ésta llegue, la amaréis intensamente y la protegeréis. Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto así como podáis. Hijitos Míos, estáis a momentos de otro aniversario más de la Venida de Mi Hijo a la Tierra. Éste aniversario, os pido que sea diferente a los anteriores, habéis recibido de Mí, vuestro Dios, enseñanzas que deben de haber hecho mella en vuestro corazón, en vuestra alma, en todo vuestro ser. Ya no podéis recibir éste aniversario de vida y de Amor como antiguamente lo recibíais, debéis meditar en el fondo de vuestro corazón, en lo más íntimo de vuestro ser, todas las bellezas que se desprenden por el Nacimiento de Mi Hijo, que debe significar para vosotros Mi Misericordia excelsa, Mi Misericordia que se derrama sobre todos vosotros.
Eran tiempos de obscuridad, el hombre deambulaba en la obscuridad. Un grupo de fariseos, de malos judíos, presionaban a su mismo pueblo y se aprovechaban de él, no los dejaban crecer, no os dejaban conocer por completo las profecías dadas en el Antiguo Testamento, a través de los Profetas, ellos las manipulaban y hacían con su pueblo lo que querían, pero por la oración de algunos de Mi pueblo, de Mi pueblo escogido, Mi Misericordia se derrama y viene el Salvador.
Primeramente Mi Misericordia se manifiesta entre los hombres para enviarles Mi Amor Encarnado. Es el Amor el que viene a la Tierra, cuando en los corazones había odio, había guerras, había maldad entre hermanos, ya no había amor entre los hombres y todo esto por la misma manipulación de satanás, que movía a los altos jefes de los pueblos, para aprovecharse de ellos y destruirlos. Satanás reinaba en pleno, era la obscuridad en ésos momentos y el Amor vino a destruir ése odio que reinaba en los corazones, miedo perverso que manipulaban los jefes de Mi pueblo, según ellos, amparados en la Palabra. Cometían atrocidades, pero viene el Amor con Sus enseñanzas, las enseñanzas Celestiales se dan a través del Verbo que se hizo Carne y al habitar entre vosotros enseñó cómo se debe vivir ésta Vida de Amor, necesariamente tuvo que ponerse en contra de lo que ya se vivía y es asó como se gana Su Muerte.
Vino a enseñarles el Amor, vino a enseñarles cómo se vive en el Cielo, cómo la Divinidad quiere que el hombre se manifieste. Vuestra alma es Celestial, es hechura Divina y ésta debe actuar y no se daba hasta que Él la eñseñó.
Vino a serviros, siendo el Hijo del Rey, siendo Dios, vino a hacerse Pequeño entre los hombres, para que los mismos hombres lo aceptaran, no vino a ordenar desde un trono, vino a servir y a arrodillarse ante el propio hombre, vino a pedirMe perdón a Mí, Su Dios, Su Padre, por el mal que Él estaba tomando en Sí. El mal de toda una humanidad, Él lo tomaba en Sí Mismo y se hacía Pecado, ante Mí, Su Padre. Se arrastró, pidiendo Misericordia por toda la humanidad, se dejó matar por el hombre inferior a Él, por ganar su libertad eterna.
Es el Amor de todo un Siervo de Dios, el que os vino a traer nueva vida, vino a partir las tinieblas que os cubrían, vino a daros un nuevo periodo de la humanidad, dejando atrás las tinieblas y el pecado y abriendo para vosotros el verdadero camino que llevaría a vuestra alma a pesa superioridad a la que estáis llamados todos vosotros. El antes y el después de Cristo se manifestaba en la Luz, en el Amor, en el servicio y todo dado en Mi Misericordia hacia todos vosotros.
Vosotros mismos deberéis tomar todo esto como ejemplo de vida, como ejercicio para vuestra vida y vuestra alma. Misericordia deberéis tener para con vuestros hermanos que están ahora en las tinieblas. Amor para ayudarles como os ayudó Mi Hijo y servir en la humildad de todo un Dios, haciéndoos pequeños, haciéndoos nada, permitiendo que os pisoteen, pero al pisotearlos, ellos podrán subir a través del arrepentimiento y de la verdad que llegue a sus corazón. Deberéis ser pequeños, para que vuestros hermanos crezcan y sean grandes ante Mis Ojos.
Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto asó como podáis.
Acercaos a Mí, para que Yo os dé toda ésa Sabiduría, ése entendimiento, ésa Fuerza necesaria, que deberéis utilizar en éstos tiempos de gran lucha, nuevamente, contra las tinieblas. Deberéis partir nuevamente ésta época de la humanidad, como lo hizo Mi Hijo. Las tinieblas cubrían aquél tiempo, como os cubren ahora. Éste será otros tiempos en el que tendrá que ser dividido nuevamente por el amor, por la donación de vosotros, por la lucha, por la vida espiritual, vida de vuestro Dios.
Ya fuisteis enseñados por Mi Hijo a hacerlo y ahora os toca a vosotros hacer lo que Mi Hijo hizo por vosotros, por cada uno de vosotros. Traed el Amor, atraed Mi Amor a la humanidad en el sacrificio, en la donación o aún en la muerte, Yo estaré con vosotros, el tiempo se dará, las tinieblas tienen que ser vencidas nuevamente por la Luz. Yo Soy la Luz, y la Luz todo lo disipa. Venid a Mí, confiad en Mí, que esto se tiene que dar nuevamente en Mi Misericordia. Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco vuestro corazón, no usaréis la mente. Hijitos Míos, orad fervientemente por la vida de vuestros hermanos. Sabéis que la oración es comunicación íntima Conmigo, con vuestro Dios. Ésa comunicación de pocos, es lo que hace que Mi Misericordia, se derrame sobre muchos.
Al estar oscurecida la mente y el corazón de los hombres, la oración ya no entra a formar parte de la vida del hombre. Ellos mismos han formado sobre ellos esas nubes obscuras que Me separan de su corazón. El hombre ya no quiere saber de su Dios. El hombre ya no quiere recordar todo lo que Mi Hijo os dio. El hombre ya no quiere regresar a la Luz y quiere vivir en las tinieblas. No sabe el hombre vivir en el Amor.
Mis pequeños, por eso he ido escogiendo alrededor del mundo almas, almas que quieran vivir en el Amor, que quieran... (Lenguas..., con mucho dolor).
Mis pequeños, el mundo conocerá las horas de terror, terror por haber destruido nuevamente el Amor. El hombre de aquél tiempo se quiso deshacer del Amor Encarnado y a partir de ahí, el mundo conoció el terror por haber negado el Amor. El mal quiso aprovecharse nuevamente del hombre y luchó más fuertemente contra el Amor, porque el Amor ya se había manifestado entre los hombres. Conoceréis ahora ésos momentos de gran terror, porque es cuando las fuerzas del mal tratarán de destruir el Amor que quede en el corazón de algunos hombres, pero no temáis, Mis pequeños, habéis sido escogidos para luchar contra las fuerzas del mal en éstos tiempos. Yo estaré con vosotros, la luz se dará en el tiempo marcado, pero se tendrá que luchar por ésa Luz, para que sea apreciada por ésta generación futura, quedaréis como ejemplo de entre los hombres por proteger la Luz y el Amor de vuestro Dios. Más no temáis Mis pequeños, que Mi Fuerza brotará de vuestro corazón... (Lenguas...,) Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco, vuestro corazón, no usaréis la mente, no usaréis las capacidades las capacidades que creéis tener como humanos, es vuestro corazón el que deberá actuar en éstos tiempos, por eso habéis sido enseñados en el Amor, para que sea el Amor en plenitud el que se manifieste en éstos tiempos.
De vuestro corazón saldrán virtudes, amor, donación, sencillez, humildad, servicio que es lo que doblegará a las fuerzas del mal. Dejad que el Amor en vuestro corazón se manifieste y luche contra las fuerzas del mal, es el Amor el que vencerá, Mis pequeños, solamente el Amor, (Lenguas...,) Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Ésa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha. Hijitos Míos, los Ejércitos Celestiales están ya prontos para unirse a los ejércitos terrenos, vosotros pertenecéis a ése ejército que Yo he ido preparando. Los Ejércitos del Cielo, viven la Luz, ellos mismos van destruyendo la obscuridad que se presente a vuestro paso. Poco a poco, ésta lucha tremenda de Cielos contra los Infiernos se está dando, llegará a su cúlmen con una gran lucha, como nunca antes se ha visto en donde Yo, vuestro Dios, saldré vencedor.
Pero, Mis pequeños, mientras más oración y donación haya de vuestra parte, mientras más ayuda Me deis, menos almas caerán en la batalla y se condenarán.Algunas caerán para salvación de otras, pero otras caerán para condenación eterna y por ellas os pido que os vayáis dando en sacrificio, en donación, en servicio. Mucho tenéis que hacer, Mis pequeños, pero no dejéis que el mismo satanás os vaya haciendo creer que ésta batalla la va a ganar y os poniendo ante vosotros murallas insalvables que creáis que no se podrán atravesar, ¡no!, Mis pequeños, contáis Conmigo, con vuestro Dios. Todo lo creado Me pertenece y no hay nada que se interponga ante Mí, ni aún aquello que parezca imposible ante vuestros ojos. Sois pequeños, el demonio es muy poderoso y os puede hacer caer en un torbellino de duda y desesperación, pero no, Mis pequeños, confiad en Mí, cuando os sintáis desamparados, cuando sintáis que todo se os nubla, cuando sintáis que las tinieblas os aplastan. Acudid a Mí, acudid al Amor de los Amores, acudid a ésta Luz, acudid a vuestro Dios y todo se volverá nuevamente claro para vuestra mente, para vuestros ojos, para vuestro corazón.
El demonio tratará de utilizar todas sus argucias para destruiros, él os conoce perfectamente, porque ha visto que vosotros disteis vuestro “sí” a Mí, vuestro Dios. El “fiat” que disteis para ser preparados, para ser encaminados en la Verdad, es un “fiat” que a él le duele profusamente, perdió almas, almas como las vuestras que prefirieron la Luz y no las tinieblas y ahora tratará de vengarse y de atacaros fuertemente, pero recordad, Mis pequeños, que sus fuerzas son limitadas estando Conmigo, que es lo que debéis ya haber aprendido en todo éste tiempo en que Yo Me he dado a vosotros. Esa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha.
Seguid adelante, luchando aquí en la Tierra y llegará el momento en que estaréis ya unidos a las Fuerzas del Cielo y así veréis aún a los mismo Ángeles luchar junto a vosotros, venciendo a las fuerzas del mal.
Que no os asuste satanás y sus secuaces, serán vencidos, ésta lucha, la ganaré Yo. Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros, deberéis ir uniendo todo en el Amor. Hijitos Míos, en el Antiguo Testamento, ante el pueblo escogido, se les ordenó, por los Mandamientos, adorar a Un solo Dios.
En la adoración, ciertamente, hay un respeto profundo, pero también hay una separación entre el hombre y Dios por temor. Era un Dios terrible ante ellos, se Me adoraba con temor, y Mi Hijo viene, no a pedir adoración, sino amor. Él cambia toda ésa visión de lo que debe de ser el amor del hijo hacia el Padre. En el amor, hay respeto todavía por Mí, por vuestro Dios, pero ya no Soy el Dios apartado del hombre, ya Soy el Padre que quiere que el hijo se acerque en confianza, que platique, que le exponga sus penas, que haga familia con Él, con el Cielo, con toda la Tierra, con todo lo creado.
Ésa es la renovación que debe de haber en el corazón del hombre, unir todo en el Amor, que hagamos familiar, que reunáis a vuestros hermanos en familia. Satanás ha querido separaros de Mí, destruyendo familias, destruyendo hermandad que debe de haber entre los hombres, separándoos de todo lo creado. Os dije que deberéis ser uno Conmigo, como la Trinidad Es.
Vosotros mismos deberéis ir uniendo todo lo que se ha separado y para ello primeramente deberéis olvidaros de vosotros mismos, deberéis dejar que el Amor, Mi Amor, el Amor que os enseño Mi Hijo, haga mella en vuestro corazón. Plantado está, pero debéis dejar que dé fruto y ése fruto debe ser ésa unión íntima Conmigo.
Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros deberéis ir uniendo todo en el Amor. Deberéis luchar contra vuestra propia maldad, contra vuestra concupiscencia, contra toda ésa mentalidad de destrucción, que tenéis en vuestro corazón, de separación. Todo deberá ser unión, vida íntima en la virtud y en el amor, es la única forma en que uniréis Cielos con Tierra, porque en el Cielo es una Familia en la que se vive, es una unidad, es un solo pensamiento, es un solo Amor.
Vosotros estáis divididos, en vosotros mismos hay maldad y hay bondad, estáis divididos con vuestros hermanos, hay amigos y enemigos, estáis divididos en los pueblos, hay fronteras, hay naciones, estáis divididos en todas vuestras capacidades, hay pobreza, hay riqueza.
Todo es división entre vosotros, Mis pequeños, deberéis evitar ya todo esto, deberéis pedir Mi ayuda para vosotros mismos y para los vuestros. Todo el mundo, la humanidad entera deberá volver a ésta unidad. Ya no más separaciones, un solo corazón, una sola mente, una sola vida.
Que Mi Gracia os cubra, que Mi Amor os proteja, que Mi Vida viva en vosotros, que Mi Amor fructifique en vuestro corazón y en vuestros actos. Gracias por vuestra donación, Mis pequeños.
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