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domingo, 17 de febrero de 2013

Los Ejércitos Celestiales están ya prontos para unirse a los ejércitos terrenos.

Dic 12_05 Los Ejércitos Celestiales están ya prontos para unirse a los ejércitos terrenos.ImprimirE-Mail
Rosario - (Nuestra Señora de Guadalupe)

Temas:
  • Éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombre y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros.
  • El hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor.
  • Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto así como podáis.
  • Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco vuestro corazón, no usaréis la mente.
  • Ésa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha.
  • Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros, deberéis ir uniendo todo en el Amor.

Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J.V.

En el Ofrecimiento, Habla la Santísima Virgen María. 
Sobre: Éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombre y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros. 
(Lenguas...) Hijitos Míos, Yo, vuestra Madre Santísima, la Siempre Virgen María, la Madre del Salvador, ¡cuánta Gracia!, ¡cuánta Gloria!, ¡cuánta alegría!, ¡cuánto Amor derramado sobre Mí!, la Humilde Esclava del Señor, ¡tantas Bendiciones que derramaba sobre la humanidad a través de Mí, la Sierva, la Esclava del Señor!, Yo, Instrumento Fiel del Señor, que a través de Mí, se Encarnaría el Salvador, el Dios Prometido, la Vida que tenía que llegar cuando las tinieblas estuvieran cubriendo y obscureciendo los corazones de los hombres, Yo, venía a traerles la Luz, en Mí se dió la Luz, acepté la Luz, acepté ésa Vida, acepté ése Amor.
Mis pequeños, gran necesidad en los corazones había, como ahora se necesita, los tiempos obscuros de antes, son los tiempos obscuros de ahora, pero ahora se le rechaza a la Presencia Viva del Salvador que estuvo entre los hombres.
Mis pequeños, estoy aquí nuevamente entre vosotros, para traer ésa Luz, para traer ésa vida, para hacer que los corazones se vuelvan al Amor Verdadero de Nuestro Dios.
Mis pequeños, ¡cuánta necesidad tiene el hombre y no se da cuenta de ello!, deambula en la obscuridad creyéndose mejor que su Dios y cuántas caídas tiene, no se da cuenta que necesita una guía. Yo he venido a Ser ésa Guía, éste es el Tiempo que el Padre Me ha dado para Ser nuevamente Guía entre los hombres y preparar el camino para la llegada de Mi Hijo a Reinar entre vosotros.
Mis pequeños, aceptad en vuestro corazón la Luz que os trajo Mi Hijo, Sus enseñanzas, Su Vida, Su ternura, Su ejemplo, ése Amor que tanto necesita el hombre. ¡Cambiad!, ¡cambiad!, reparad todo lo que el hombre ha hecho, no reparéis solamente lo vuestro, tomad lo de vuestro hermanos, reparad el mal que ha llevado a ésta humanidad a éste estado en el que está de pecado, de obscuridad, de tremenda obscuridad y de traición.
Se ha traicionado al Amor.
Entrad en Mi Corazón, Mis pequeños, para que entendáis lo que significa ésta traición al Amor de Dios.
Es un pecado grave, muy grave que debéis reparar con vuestro Amor. Daos, daos, Mis pequeños, como Yo me dí Al que Nos Creó, Al que es todo Amor, AL que Nos dió a  Su Hijo, que pasó por Mi Vientre y que Yo le entregué a todos vosotros. Dejad que Él Viva plenamente en vosotros, que se encarne en vosotros y que a través de vosotros, Él repare el daño que se ha hecho a Su Santísimo Corazón.
Amaos, amaos intensamente, Mis pequeños, como Él os ama. Amaos, Mis pequeños porque Él os ha traído ésa Vida que debéis tomar todos vosotros, Vida que recibisteis de vuestro Dios, vida deberéis dar a vuestros hermanos. Amaos y atraed los Cielos hacia la Tierra, en ése Amor Infinito que se debe derramar sobre todos vosotros, que es el Amor de todo un Dios.
Gracias, Mis pequeños, os amo y empezad una nueva vida desde el día de hoy.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: El hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor. 
Hijitos Míos, los pueblos, todos los pueblos de la Tierra, se unirán en un solo pueblo por el Amor. Fuisteis creados en el Amor y os deberéis unir nuevamente en el Amor. El Amor es el que os da vida, del Amor obtenéis vida y todos vosotros pertenecéis a un solo Amor.
No hay diferentes amores sobre la Tierra, es un solo Amor el que proviene de Mí, el que os da vida y el que os regresará a Mí, a la verdadera vida eterna.
Mientras estáis buscando la verdad, caéis en diferentes filosofías o teologías, pero cuando estéis buscando el Verdadero Amor, lo encontraréis.
El Amor debe estar patente en vuestra vida, debe guiar vuestra vida, estáis en donde estéis, os hayáis ido a donde os hayáis ido o lo que hayáis escogido. Es el error de satanás que se ha introducido en el corazón del hombre y os ha llevado por diferentes caminos, pero la Verdad es Una Mis pequeños, y ésta Verdad se llama Amor.
Cuando realmente estéis siguiendo el Verdadero Amor, que se os ha puesto en vuestro corazón, entonces estaréis guiados por la Verdad.
La Verdad viene de Mí y por la Verdad fuisteis creados. La Verdad tiene que estar también en vosotros. La Verdad tiene que hacer nido en vosotros para que deis fruto, fruto abundante y ése fruto será el amor. No hay un Verdadero Amor si no hay una Verdad Absoluta en vuestro corazón. Yo Soy el Absoluto, Yo Soy la Verdad Increada, Yo Soy vuestro Dios.
Aquellos que Me sigan, que Me busquen, que busquen Mi Verdad y Mi Amor, encontrarán el camino, no habrá obscuridad que se os anteponga. La Luz aparecerá inmediatamente cuando hayáis aceptado en vuestro corazón Mi Verdad y Mi Amor, desechando todo aquello que hayáis tomado de la Tierra, que os llevará solamente a la obscuridad.
BuscadMe, buscad ésa Verdad y ése Amor, para que se abra vuestro camino y al abrirse ayudéis a que se abra el camino de vuestros hermanos.
Mucha obscuridad ya os cubre, estáis en tinieblas, pero no os mantengáis en ellas, no creáis que todo ha terminado ahí, está profetizado que cuando las tinieblas os cubrieran, el siguiente paso sería la Luz y la Luz se dará, Mis pequeños; pero estando en la obscuridad encontraréis Mi Verdad y Mi Amor, porque habéis despreciado la Luz y al despreciarLa, la Verdad os hará daros cuenta de que vosotros mismos buscasteis la obscuridad.
Esta obscuridad será benéfica para la humanidad, porque es cuando el hombre meditará lo que perdió, Me perdió a Mí, vuestro Dios, perdió la Luz y el camino, perdió Mi Verdad y Mi Amor, ahora, en la obscuridad, encontraréis nuevamente la Luz, la añoraréis, os arrodillaréis y en humildad, pediréis nuevamente que venga la Verdad y el Amor a vuestro corazón para que regrese la Luz y, cuando ésta llegue, la amaréis intensamente y la protegeréis.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto así como podáis. 
Hijitos Míos, estáis a momentos de otro aniversario más de la Venida de Mi Hijo a la Tierra.
Éste aniversario, os pido que sea diferente a los anteriores, habéis recibido de Mí, vuestro Dios, enseñanzas que deben de haber hecho mella en vuestro corazón, en vuestra alma, en todo vuestro ser. Ya no podéis recibir éste aniversario de vida y de Amor como antiguamente lo recibíais, debéis meditar en el fondo de vuestro corazón, en lo más íntimo de vuestro ser, todas las bellezas que se desprenden por el Nacimiento de Mi Hijo, que debe significar para vosotros Mi Misericordia excelsa, Mi Misericordia que se derrama sobre todos vosotros.
Eran tiempos de obscuridad, el hombre deambulaba en la obscuridad. Un grupo de fariseos, de malos judíos, presionaban a su mismo pueblo y se aprovechaban de él, no los dejaban crecer, no os dejaban conocer por completo las profecías dadas en el Antiguo Testamento, a través de los Profetas, ellos las manipulaban y hacían con su pueblo lo que querían, pero por la oración de algunos de Mi pueblo, de Mi pueblo escogido, Mi Misericordia se derrama y viene el Salvador.
Primeramente Mi Misericordia se manifiesta entre los hombres para enviarles Mi Amor Encarnado. Es el Amor el que viene a la Tierra, cuando en los corazones había odio, había guerras, había maldad entre hermanos, ya no había amor entre los hombres y todo esto por la misma manipulación de satanás, que movía a los altos jefes de los pueblos, para aprovecharse de ellos y destruirlos. Satanás reinaba en pleno, era la obscuridad en ésos momentos y el Amor vino a destruir ése odio que reinaba en los corazones, miedo perverso que manipulaban los jefes de Mi pueblo, según ellos, amparados en la Palabra. Cometían atrocidades, pero viene el Amor con Sus enseñanzas, las enseñanzas Celestiales se dan a través del Verbo que se hizo Carne y al habitar entre vosotros enseñó cómo se debe vivir ésta Vida de Amor, necesariamente tuvo que ponerse en contra de lo que ya se vivía y es asó como se gana Su Muerte.
Vino a enseñarles el Amor, vino a enseñarles cómo se vive en el Cielo, cómo la Divinidad quiere que el hombre se manifieste. Vuestra alma es Celestial, es hechura Divina y ésta debe actuar y no se daba hasta que Él la eñseñó.
Vino a serviros, siendo el Hijo del Rey, siendo Dios, vino a hacerse Pequeño entre los hombres, para que los mismos hombres lo aceptaran, no vino a ordenar desde un trono, vino a servir y a arrodillarse ante el propio hombre, vino a pedirMe perdón a Mí, Su Dios, Su Padre, por el mal que Él estaba tomando en Sí. El mal de toda una humanidad, Él lo tomaba en Sí Mismo y se hacía Pecado, ante Mí, Su Padre. Se arrastró, pidiendo Misericordia por toda la humanidad, se dejó matar por el hombre inferior a Él, por ganar su libertad eterna.
Es el Amor de todo un Siervo de Dios, el que os vino a traer nueva vida, vino a partir las tinieblas que os cubrían, vino a daros un nuevo periodo de la humanidad, dejando atrás las tinieblas y el pecado y abriendo para vosotros el verdadero camino que llevaría a vuestra alma a pesa superioridad a la que estáis llamados todos vosotros. El antes y el después de Cristo se manifestaba en la Luz, en el Amor, en el servicio y todo dado en Mi Misericordia hacia todos vosotros.
Vosotros mismos deberéis tomar todo esto como ejemplo de vida, como ejercicio para vuestra vida y vuestra alma. Misericordia deberéis tener para con vuestros hermanos que están ahora en las tinieblas. Amor para ayudarles como os ayudó Mi Hijo y servir en la humildad de todo un Dios, haciéndoos pequeños, haciéndoos nada, permitiendo que os pisoteen, pero al pisotearlos, ellos podrán subir a través del arrepentimiento y de la verdad que llegue a sus corazón. Deberéis ser pequeños, para que vuestros hermanos crezcan y sean grandes ante Mis Ojos.
Se os dio mucho, Mis pequeños, mucho, ahora vosotros mismos deberéis de dar, tanto asó como podáis.
Acercaos a Mí, para que Yo os dé toda ésa Sabiduría, ése entendimiento, ésa Fuerza necesaria, que deberéis utilizar en éstos tiempos de gran lucha, nuevamente, contra las tinieblas. Deberéis partir nuevamente ésta época de la humanidad, como lo hizo Mi Hijo. Las tinieblas cubrían aquél tiempo, como os cubren ahora. Éste será otros tiempos en el que tendrá que ser dividido nuevamente por el amor, por la donación de vosotros, por la lucha, por la vida espiritual, vida de vuestro Dios.
Ya fuisteis enseñados por Mi Hijo a hacerlo y ahora os toca a vosotros hacer lo que Mi Hijo hizo por vosotros, por cada uno de vosotros. Traed el Amor, atraed Mi Amor a la humanidad en el sacrificio, en la donación o aún en la muerte, Yo estaré con vosotros, el tiempo se dará, las tinieblas tienen que ser vencidas nuevamente por la Luz. Yo Soy la Luz, y la Luz todo lo disipa.
Venid a Mí, confiad en Mí, que esto se tiene que dar nuevamente en Mi Misericordia.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco vuestro corazón, no usaréis la mente.
Hijitos Míos, orad fervientemente por la vida de vuestros hermanos. Sabéis que la oración es comunicación íntima Conmigo, con vuestro Dios. Ésa comunicación de pocos, es lo que hace que Mi Misericordia, se derrame sobre muchos.
Al estar oscurecida la mente y el corazón de los hombres, la oración ya no entra a formar parte de la vida del hombre. Ellos mismos han formado sobre ellos esas nubes obscuras que Me separan de su corazón. El hombre ya no quiere saber de su Dios. El hombre ya no quiere recordar todo lo que Mi Hijo os dio. El hombre ya no quiere regresar a la Luz y quiere vivir en las tinieblas. No sabe el hombre vivir en el Amor.
Mis pequeños, por eso he ido escogiendo alrededor del mundo almas, almas que quieran vivir en el Amor, que quieran... (Lenguas..., con mucho dolor).
Mis pequeños, el mundo conocerá las horas de terror, terror por haber destruido nuevamente el Amor. El hombre de aquél tiempo se quiso deshacer del Amor Encarnado y a partir de ahí, el mundo conoció el terror por haber negado el Amor. El mal quiso aprovecharse nuevamente del hombre y luchó más fuertemente contra el Amor, porque el Amor ya se había manifestado entre los hombres. Conoceréis ahora ésos momentos de gran terror, porque es cuando las fuerzas del mal tratarán de destruir el Amor que quede en el corazón de algunos hombres, pero no temáis, Mis pequeños, habéis sido escogidos para luchar contra las fuerzas del mal en éstos tiempos. Yo estaré con vosotros, la luz se dará en el tiempo marcado, pero se tendrá que luchar por ésa Luz, para que sea apreciada por ésta generación futura, quedaréis como ejemplo de entre los hombres por proteger la Luz y el Amor de vuestro Dios. Más no temáis Mis pequeños, que Mi Fuerza brotará de vuestro corazón... (Lenguas...,) Fuerza titánica espiritual saldrá de vuestro corazón y os remarco, vuestro corazón, no usaréis la mente, no usaréis las capacidades las capacidades que creéis tener como humanos, es vuestro corazón el que deberá actuar en éstos tiempos, por eso habéis sido enseñados en el Amor, para que sea el Amor en plenitud el que se manifieste en éstos tiempos.
De vuestro corazón saldrán virtudes, amor, donación, sencillez, humildad, servicio que es lo que doblegará a las fuerzas del mal. Dejad que el Amor en vuestro corazón se manifieste y luche contra las fuerzas del mal, es el Amor el que vencerá, Mis pequeños, solamente el Amor, (Lenguas...,)
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: Ésa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha. 
Hijitos Míos, los Ejércitos Celestiales están ya prontos para unirse a los ejércitos terrenos, vosotros pertenecéis a ése ejército que Yo he ido preparando. Los Ejércitos del Cielo, viven la Luz, ellos mismos van destruyendo la obscuridad que se presente a vuestro paso. Poco a poco, ésta lucha tremenda de Cielos contra los Infiernos se está dando, llegará a su cúlmen con una gran lucha, como nunca antes se ha visto en donde Yo, vuestro Dios, saldré vencedor.
Pero, Mis pequeños, mientras más oración y donación haya de vuestra parte, mientras más ayuda Me deis, menos almas caerán en la batalla y se condenarán.Algunas caerán para salvación de otras, pero otras caerán para condenación eterna y por ellas os pido que os vayáis dando en sacrificio, en donación, en servicio. Mucho tenéis que hacer, Mis pequeños, pero no dejéis que el mismo satanás os vaya haciendo creer que ésta batalla la va a ganar y os poniendo ante vosotros murallas insalvables que creáis que no se podrán atravesar, ¡no!, Mis pequeños, contáis Conmigo, con vuestro Dios. Todo lo creado Me pertenece y no hay nada que se interponga ante Mí, ni aún aquello que parezca imposible ante vuestros ojos. Sois pequeños, el demonio es muy poderoso y os puede hacer caer en un torbellino de duda y desesperación, pero no, Mis pequeños, confiad en Mí, cuando os sintáis desamparados, cuando sintáis que todo se os nubla, cuando sintáis que las tinieblas os aplastan. Acudid a Mí, acudid al Amor de los Amores, acudid a ésta Luz, acudid a vuestro Dios y todo se volverá nuevamente claro para vuestra mente, para vuestros ojos, para vuestro corazón.
El demonio tratará de utilizar todas sus argucias para destruiros, él os conoce perfectamente, porque ha visto que vosotros disteis vuestro “sí” a Mí, vuestro Dios. El “fiat” que disteis para ser preparados, para ser encaminados en la Verdad, es un “fiat” que a él le duele profusamente, perdió almas, almas como las vuestras que prefirieron la Luz y no las tinieblas y ahora tratará de vengarse y de atacaros fuertemente, pero recordad, Mis pequeños, que sus fuerzas son limitadas estando Conmigo, que es lo que debéis ya haber aprendido en todo éste tiempo en que Yo Me he dado a vosotros. Esa confianza ciega a Mí, vuestro Dios, es lo que os hará fuertes, extremadamente fuertes en estos momentos de la gran lucha.
Seguid adelante, luchando aquí en la Tierra y llegará el momento en que estaréis ya unidos a las Fuerzas del Cielo y así veréis aún a los mismo Ángeles luchar junto a vosotros, venciendo a las fuerzas del mal.
Que no os asuste satanás y sus secuaces, serán vencidos, ésta lucha, la ganaré Yo. 
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre. 
Sobre: Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros, deberéis ir uniendo todo en el Amor. 
Hijitos Míos, en el Antiguo Testamento, ante el pueblo escogido, se les ordenó, por los Mandamientos, adorar a Un solo Dios.
En la adoración, ciertamente, hay un respeto profundo, pero también hay una separación entre el hombre y Dios por temor. Era un Dios terrible ante ellos, se Me adoraba con temor, y Mi Hijo viene, no a pedir adoración, sino amor. Él cambia toda ésa visión de lo que debe de ser el amor del hijo hacia el Padre. En el amor, hay respeto todavía por Mí, por vuestro Dios, pero ya no Soy el Dios apartado del hombre, ya Soy el Padre que quiere que el hijo se acerque en confianza, que platique, que le exponga sus penas, que haga familia con Él, con el Cielo, con toda la Tierra, con todo lo creado.
Ésa es la renovación que debe de haber en el corazón del hombre, unir todo en el Amor, que hagamos familiar, que reunáis a vuestros hermanos en familia. Satanás ha querido separaros de Mí, destruyendo familias, destruyendo hermandad que debe de haber entre los hombres, separándoos de todo lo creado. Os dije que deberéis ser uno Conmigo, como la Trinidad Es.
Vosotros mismos deberéis ir uniendo todo lo que se ha separado y para ello primeramente deberéis olvidaros de vosotros mismos, deberéis dejar que el Amor, Mi Amor, el Amor que os enseño Mi Hijo, haga mella en vuestro corazón. Plantado está, pero debéis dejar que dé fruto y ése fruto debe ser ésa unión íntima Conmigo.
Todo fue separado por la maldad del pecado y vosotros deberéis ir uniendo todo en el Amor. Deberéis luchar contra vuestra propia maldad, contra vuestra concupiscencia, contra toda ésa mentalidad de destrucción, que tenéis en vuestro corazón, de separación. Todo deberá ser unión, vida íntima en la virtud y en el amor, es la única forma en que uniréis Cielos con Tierra, porque en el Cielo es una Familia en la que se vive, es una unidad, es un solo pensamiento, es un solo Amor.
Vosotros estáis divididos, en vosotros mismos hay maldad y hay bondad, estáis divididos con vuestros hermanos, hay amigos y enemigos, estáis divididos en los pueblos, hay fronteras, hay naciones, estáis divididos en todas vuestras capacidades, hay pobreza, hay riqueza.
Todo es división entre vosotros, Mis pequeños, deberéis evitar ya todo esto, deberéis pedir Mi ayuda para vosotros mismos y para los vuestros. Todo el mundo, la humanidad entera deberá volver a ésta unidad. Ya no más separaciones, un solo corazón, una sola mente, una sola vida.
Que Mi Gracia os cubra, que Mi Amor os proteja, que Mi Vida viva en vosotros, que Mi Amor fructifique en vuestro corazón y en vuestros actos.
Gracias por vuestra donación, Mis pequeños.


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jueves, 6 de octubre de 2011

Sep 30_11 Vuestras oraciones son poderosas ante el Cielo.


Rosario durante la Hora de Adoración (7 p.m.)
Temas:
  • Vuestra alma está protegida por Mi Corazón.
  • No ceséis en vuestra oración, no ceséis en vuestros deseos buenos y bellos de que se cumpla Mi redención en la Tierra entera.
  • El hacer vuestro examen de conciencia se vuelve una gracia muy grande para aquellos que Me aman.
  • Cuando vosotros invitáis a la comunión de los santos, estáis gozando espiritualmente en los goces que se dan en el Reino de los Cielos.
  • La Sabiduría consiste en que vosotros, al pedirMe la perfección, os dejéis mover por Mi Voluntad.
Mensajes de Dios Padre a J.V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Vuestra alma está protegida por Mi Corazón.
Hijitos Míos, mirad el corazón ensangrentado de Mi Hijo y el de María, a Mi Hijo, a Mi Jesús, a vuestro Dios, seguid adelante Mis pequeños. Vuestra alma está protegida por Mi Corazón. Seguid adelante, Mis pequeños, que vuestras oraciones son poderosas ante el Cielo. Seguid adelante, Mis pequeños, y que vuestro ejemplo sea el ejemplo de Mi Hijo sobre la Tierra. Os amo, Mis pequeños, os amo.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No ceséis en vuestra oración, no ceséis en vuestros deseos buenos y bellos de que se cumpla Mi redención en la Tierra entera.
Hijitos Míos, no sabéis, Mis pequeños el gozo que Me dais, cuando confiados os acercáis a Mí. Me pedís y Me dais la oportunidad de derramar Mis bendiciones sobre vosotros, sobre aquellos por los que pedís, sobre el género humano. Mis pequeños, si las almas comprendieran el gozo que Me dais cuando os acercáis a Mí con fe y sobre todo con amor, Mi corazón lleno de ese gozo Me derramaría abundantemente, pero el mismo hombre Me detiene. El mismo hombre al no venir a Mí con confianza y con amor, detiene Mi obra salvadora; detiene Mi obra de redención, pero sobre todo detiene la abundancia de bendiciones que quisiera derramar sobre toda la humanidad porque no hay quien las pida. Son tan pocas las almas que acuden a Mí para pedirMe por sus hermanos. Ciertamente os acercáis y pedís en forma egoísta para vosotros, nada más y para los vuestros. ¿Qué acaso no somos una familia? ¿Qué acaso vuestros hermanos, que viven en otras regiones, en otros países, no son vuestros hermanos? Somos una familia, y el amor os debe unir, Mis pequeños, os debéis acercar con más confianza a Mi vuestro Dios y debéis acercar, en vuestra oración, aún a la humanidad entera. Os he dicho que cuando vosotros, en lo personal, no podéis hacer grandes cosas para Mí, vuestra oración, unida a Mí, vuestro Dios, podemos hacer grandes cosas. La oración unida a la Mía, que es oración redentora, puede hacer que muchas almas vuelvan a Mí porque Yo voy a tocar sus corazones de una u otra una forma, Mis pequeños, porque os amo a todos y todos traéis el derecho al regreso a vuestra casa paterna. Por eso, Mis pequeños, no ceséis en vuestra oración, no ceséis en vuestros deseos buenos y bellos de que se cumpla Mi redención en la Tierra entera.
Orad, orad con el corazón, orad en intimidad conmigo, con vuestro Dios, pero sobre todo orad con fe y con plena confianza de que obtendréis, para vosotros y para los vuestros, lo que pidáis porque conozco vuestros corazones, porque vuestro corazón está lleno de amor y yo no le puedo negar nada a los corazones que aman y sobre todo que ven por las necesidades de sus hermanos, sea cual fuere su necesidad. Cuando vosotros realmente amáis queréis que vuestros hermanos tengan lo que necesitan y que tengan una vida digna porque sois Mis hijos, pero sobre todo orad por su cambio de vida espiritual. Hay tantos vacíos, espiritualmente hablando, y otros que han preferido escoger caminos que no son los correctos. Orad por todos ellos, orad por aquellos que hasta se sienten superiores a Mí porque han escogido caminos en donde satanás los engaña de tal forma que les crea soberbia a tal grado que se sienten superiores a todos vosotros y especialmente a Mí, vuestro Dios, porque pueden lograr lo que vosotros, como seres humanos, no estáis todavía preparados para recibir. Orad pues por esas almas engañadas, porque pueden perder el Reino de los Cielos.
Gracias mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El hacer vuestro examen de conciencia se vuelve una gracia muy grande para aquellos que Me aman.
Hijitos Míos, Mis pequeños, debéis crecer espiritualmente. Os diré cuál es la mejor forma: que en humildad reconozcáis vuestros pecados. Sí, Mis pequeños, ciertamente es la mejor forma, porque vosotros no queréis pedir perdón de aquello de lo cual vosotros estáis conscientes de haber hecho. Cuando vosotros entráis en vuestro interior y hacéis un examen de conciencia de vuestros actos, de vuestros pensamientos, de vuestras palabras, cuando Me contáis vuestros errores y Me los presentáis a Mí, vuestro Dios, para su perdón, en ese momento vosotros estáis reconociendo vuestros errores, vuestras faltas, vuestros pecados, todo aquello que daña Mi Corazón Divino, en ese momento, Mis pequeños, os estáis reconociendo pecadores pero, al decir pecadores, estáis reconociendo vuestra debilidad, la debilidad que os va a hacer grandes. Porque al saber cómo habéis actuado negativamente, al pedir perdón, Yo os voy a dar la fuerza necesaria para que podáis luchar contra aquellas faltas que estáis reconociendo con humildad pero, por otro lado, estáis pidiendo Mi Misericordia para que no las volváis a cometer.
Por eso os he dicho tanto, que continuamente debéis hacer vuestro examen de consciencia, muy profundo, muy humilde, muy personal, solamente ante Mí, vuestro Dios, y de esta forma Yo, con Mi Amor, os perdonaré, porque Yo no puedo dejar de verter Mis bendiciones sobre las almas que Me llaman con lágrimas, que Me piden perdón con el corazón en la mano.
Sí, Mis pequeños, amo a aquellas almas que saben pedir perdón y saben acudir a Mí por ayuda para su perfección. Por eso, el hacer vuestro examen de conciencia se vuelve una gracia muy grande para aquellos que Me aman, porque vosotros no podéis crecer si no tenéis esa humildad de saberos pecadores y que podéis recibir de Mi tantas bendiciones para vuestra perfección.
Gozad pues, esos momentos íntimos Conmigo, de vuestro examen personal y Yo, poco a poco, os iré llevando a esa perfección de vida.
Gracias mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando vosotros invitáis a la comunión de los santos, estáis gozando espiritualmente en los goces que se dan en el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, vosotros estáis en la Tierra, pero no pertenecéis a la Tierra. El Cielo entero está con vosotros. Si vosotros os pudierais dar cuenta, cuando estáis ante Mí, cuando estáis orando con el corazón, de todo lo que sucede a vuestro alrededor, os asombraríais y os alegraríais inmensamente: ángeles volando a vuestro alrededor, el Cielo entero uniéndoos en oración con ellos, uniendo todo, Mis pequeños, en una sola voz, la voz de la oración en el Amor.
Cuando vosotros estáis así, Mis pequeños, unidos a las oraciones del Cielo, cuando vosotros invitáis a la comunión de los santos, estáis gozando espiritualmente en los goces que se dan en el Reino de los Cielos y, os repito, no gozáis tanto como debierais porque estáis viviendo todavía en la Tierra pero luego os daréis cuenta, cuando estéis en el Reino de los Cielos, lo que un alma puede hacer y todo lo que está a vuestro alrededor cuando vosotros estáis uniéndoos en oración conjuntamente en la comunión de los santos: Yo Me derramo en bendiciones sobre vosotros, sobre el cielo, sobre el purgatorio, sobre todos aquellos, en los que vuestras oraciones están presentes, uniéndoos, Mis pequeños, así en una sola voz, estáis llegando a Mi corazón y de esta forma el universo entero será purificado. Cuanta necesidad tengo, Mis pequeños, de vuestras oraciones y de unión en una sola voz porque vosotros debéis vivir ya en la Unidad, como en la Unidad, de la Trinidad somos. Uníos pues, Mis pequeños, para que el Universo entero vuelva a unirse como estaba antes del pecado original: todos unidos a Mí, vuestro Dios y nuestra Santísima Trinidad.
Gracias mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: La Sabiduría consiste en que vosotros, al pedirMe la perfección, os dejéis mover por Mi Voluntad.
Mis pequeños, os pido que busquéis la perfección de vuestros actos, de vuestra vida, de vuestra misión sobre la Tierra. Debéis pedirMe Sabiduría como ya os he dicho otras veces. Ciertamente, necesitáis llegar a ser perfectos porque así os lo he pedido y Mi Hijo os lo recordó: que fuerais perfectos como Yo, vuestro Padre, Soy perfecto. Vosotros debéis también pedir sabiduría y la Sabiduría consiste en que vosotros, al pedirMe la perfección, os dejéis mover por Mi Voluntad, eso es sabiduría, Mis pequeños, porque Yo Soy el Perfecto. Si vosotros aprendéis a venir a Mí, a preguntarMe qué debéis hacer y luego seguís Mis Instrucciones que Yo, como Padre Perfecto os quiero dar, para vuestra vida sobre la Tierra, en ese momento estaréis actuando sabiamente, correctamente y eso os llevará a la perfección.
Cuando vosotros necesitáis lograr algo y no tenéis la respuesta, acudís a alguien que vosotros sabéis que os va a dar una guía, un consejo, os va a quitar dudas, porque sabéis que esa persona sabe más que vosotros y os va a ayudar a salir de ese atolladero, sea cual fuere el problema. ¿Quién más que Yo, Mis pequeños, que Yo vuestro Padre, os pueda dar la Sabiduría de cualquier cosa que tengáis sobre la Tierra? Yo conozco perfectamente todo, Yo lo he creado. Venid pues a Mí para que podáis resolver todo lo que se presente en vuestra vida.
Al pedirMe a Mí el consejo y la guía, vuestros actos serán perfectos y os repito: porque Yo Soy el Perfecto. Venid con confianza, sea cual fuere vuestro problema o necesidad, Yo conozco al hombre, Yo lo creé. Conozco sus debilidades. Conozco sus aciertos. Si vosotros Me seguís en Mis Instrucciones y en Mi Voluntad, vuestra perfección estará asegurada, Mis pequeños.
Gracias hijos Míos.

domingo, 22 de mayo de 2011

Evangelización en el Amor de Dios Padre

Mensaje de Dios Padre a JV el 10 de Junio de 1998


La Tibieza


 Hoy, hijos míos, quiero tocar un tema que Me molesta mucho, que es el de la tibieza.
 Cuántos corazones viven en ésta situación. Son tan pocos, pero tan pocos, los corazones que se han dado plenamente a Mí, que viven en Mí viven para Mí, que buscan Mis intereses. Los tibios, en general, son egoístas. Me buscan cuando necesitan algo, Me buscan para que Yo les solucione sus problemas, que eso está bien, pero lo hacen ya que agotaron todos los recursos humanos, sus capacidades, las de sus amistades y muchas veces, después de recurrir a brujos o hechiceros.

 Para ellos vengo a ser una opción más en la posibilidad de poderles solucionar sus problemas.

 NO hijos míos, Yo no Soy una opción más. Yo Soy la Fuente primaria de gracias y bendiciones. Aquél que se acerca a Mí con plena confianza de obtener lo que pide, sabiendo plenamente y con gran Fe, de que de Dios todo lo puede obtener, siempre y cuando vaya en la línea de su crecimiento espiritual y de su salvación, su santificación y de la de otros, eso siempre lo va a obtener, porque es el amor el que lo mueve a pedirme con amor para él y para los demás.
 Pero si son intereses mezquinos los que mueven su corazón a pedirme y a veces, a exigirme algo, tengan por seguro que no lo obtendrán, lo cual propicia en muchos el decir “es que Dios no me escucha”.
 Yo siempre escucho el clamor de mis hijos, pero ahora Yo pregunto ¿Y cuántos de vosotros escucháis Mi clamor?

 Vosotros sois mis instrumentos, porque así vosotros Me lo pedisteis al querer bajar a la Tierra para servirme. Yo cuido de vosotros en todos sentidos y aun cuando me seáis infieles o tibios, o aun cuando me volteéis la espalda, Yo no les quito el don de la vida, o el alimento o la salud, en venganza. En Mí no existe eso. Yo como Padre bondadoso espero y os doy lo necesario para que recapacitéis y os deis cuenta de Mi Amor y os veáis en vuestro interior y así, vosotros mismos, con humildad sincera, os deis cuenta de la forma en que Me pagáis todas Mis bendiciones.
 NO hijos Míos, no Soy un Dios de Terror, como muchos Me creen. Se imaginan que estoy esperando a que cometan un error para en ese momento llamarlos a cuentas y desquitarme de vuestra mala vida.
 Vosotros conocéis la vida de muchos santos, quienes antes de aceptar ser tocados por Mi gracia, fueron o perseguidores se Mi Santo Nombre, o asesinos o ladrones o simplemente, Yo no existía para nada en sus vidas. Y fue en uno de tantos momentos que Yo permito en la vida de Mis hijos, en que aceptaron esa conversión de amor y cambiaron radicalmente sus vidas y desde ese momento aceptaron seguir la luz y dejaron las tinieblas.
 Muchos de vosotros seguís viviendo en las tinieblas, a veces muy densas, a veces, medio transparentes y esa es la tibieza. No aceptáis, de una vez por todas, apartaos plenamente de ellas, porque os gusta lo que la Tierra ofrece y que va en contra de Mis mandatos. Observad que dije “la Tierra” y no Mi enemigo, ya que muchas veces vosotros os volvéis vuestros propios enemigos al aceptar lo que vuestras propias bajezas o impulsos hacia lo material os separan de Mí. Hacéis falsos dioses de personas, de cosas, de ideales malsanos y Yo quedo en segundo, en tercer plano o simplemente, no existo para vosotros.
 Recapacitad hijos Míos, os amo muchísimo, no os podéis imaginar cuánto. Abrid vuestros sentidos a Mi gracia, aceptad las ocasiones que os doy durante vuestras vidas para volver a Mí. Valorad Mi Infinito Ser, ante las cosas sin importancia que os separan de Mí. No prefiráis lo insignificante y efímero bien que os propone la Tierra, el mundo o Mi enemigo, al grandioso e infinito bien que sólo vuestro Padre Celestial os puede dar.
 No Me busquéis solo en vuestros momentos difíciles o en causas “imposibles”. Vivid plenamente en Mí, compartiendo vuestros pequeños y grandes momentos conmigo y así no os perderéis en problemas a los que llamáis imposibles, porque Yo saldré al encuentro de ellos antes de que vosotros os deis plena cuenta de esa imposibilidad de resolverlos. Si vosotros Me estáis compartiendo totalmente vuestras vidas, Yo, vuestro Padre, tomo totalmente vuestras necesidades. Abrid plenamente vuestros corazones a Mi Amor: Recordad que para Mí no hay imposibles. Vosotros veis vuestras vidas con pensamiento humano, el cual es imperfecto, finito. Yo Soy Dios Y Yo, Soy Omnipotente e infinito. Dadme vuestro todo, el cual es pequeñito y mísero y Yo lo cambiar por Mi TODO, el cual es inmenso y majestuoso; vosotros saldréis ganando os lo aseguro. Tenedme confianza y Fe plenas, Yo actuó en la plenitud del Amor y siempre Me doy del todo, no me guardo nada, ni actúo por conveniencia. No seáis tibios hijos Míos, pues por ser convenencieros, por coquetear con el mundo y por coquetear conmigo, cuando os conviene; os vomitaré de Mi boca. Son palabras duras, pero Yo os he formado para ser perfectos y para vivir plenamente en Mí; y no para la imperfección y que viváis a ratos para Mí y a ratos con Mí enemigo.

 Recapacitad hijos Míos, os amo tiernamente y los deseo totalmente para Mí. Os bendigo en Mí nombre, en el de Mi Hijo Jesús y en el del Santo Espíritu de Amor.

sábado, 21 de mayo de 2011

EVANGELIZACIÓN EN EL AMOR DE DIOS PADRE




Mensaje de Dios Padre a J. V., el 15 de Junio de 1998.
La Humildad y los Dones.

Hijos Míos, hoy les quiero hablar sobre la Humildad. Vosotros, todos la conocéis, pero muy pocos la practicáis. Mi enemigo y el mundo os hacen que la olvidéis muy pronto. Yo he dotado a cada una de Mis creaturas con muchos dones y tales dones NO os pertenecen, Me pertenecen, es un préstamo que, Yo Vuestro Padre, os concedo para poderme servir en la Tierra y poner dichos dones al servicio de la salvación de vuestros hermanos.


Recordad que lo único que os pertenece es vuestra voluntad y que, desgraciadamente, cuando no es la virtud la que la guía, muy fácilmente cae en las redes del pecado, específicamente, de la soberbia. Esta última os lleva a ver los dones recibidos por Mí, para vuestra misión temporal sobre la Tierra, y os los apropiáis y os empezáis a comparar ante los demás seres humanos, de forma que los dones que os debieran salvar a vosotros y a vuestros hermanos, se vuelven vuestros enemigos por vuestra soberbia, no por el valor en sí del don o la virtud.
Se los explicaré mejor, hay personas, Hijos Míos, a los que les he dado el don de la inteligencia en alto grado y ¿qué hacen con él? El don lo ponen a su servicio para aprovecharse de sus hermanos y no ponen el don para el servicio de sus hermanos.
Muchos de aquellos a los que les he permitido llegar a ser guías de los pueblos, les di dones para ponerlos al servicio de sus conciudadanos y lograr una vida mejor, primeramente a nivel espiritual y como consecuencia inmediata, también a nivel humano, porque en todos mis dones, lo que debe de predominar es el AMOR.

Pero Mi enemigo se mete y ¿qué sucede? el don es puesto para su propio servicio y no produce el bien que debiera haber producido en provecho de todos. Podríamos enumerar cada uno de los dones y con todos pasa lo mismo. Cuando os apropiáis de lo Mío, vosotros en vuestra pequeñez, no podéis sacarle el provecho debido.
Cuando con humildad, y al haber reconocido en cada uno de ustedes los dones recibidos, me los ponéis a Mí servicio, Yo los tomo de vosotros como si fueran vuestros y con gran alegría acompaño al alma dadivosa y ambos actuamos para la salvación de las almas y la propagación de Mí Reino sobre la Tierra.
Pero es solamente, cuando vosotros con plena libertad y humildad sincera que os donáis a Mí, vuestro Padre, cuando Yo puedo actuar plenamente.
La humildad es la llave que Me abre vuestro corazón y que Me permite derramarme completamente en gracias en las almas. No así con la soberbia. Cuando os posesionáis de Mis dones, cuando los usáis para vuestro propio bien, cuando los escondéis y no los dejáis fructificar, cerráis vuestras puertas de entrada a vuestro corazón y a vuestra mente y Yo, entonces, no puedo hacer nada. Yo no puedo forzar los corazones, respeto vuestra voluntad. Así les demuestro como vuestro Dios, en toda Su Omnipotencia, es primeramente humil-de. También se los demostré con el Nacimiento, Vida y Muerte de Mi Hijo Je-sucristo sobre la Tierra. Se los demostré con la Creación de Mí Hija, la Siempre Virgen María. Se los demuestro día a día con la Sagrada Eucaristía, todo Mí poder y toda Mi Presencia en ése pequeño pedacito de pan y obedeciendo, muchas veces a las órdenes de sacerdotes que no están en total estado de gracia o que, aún peor, han perdido la Fe en tan grande misterio de la Transubstanciación.
Hijos Míos, la Humildad, se dice, es la tierra fértil en la cuál florecen todas las demás virtudes, y florecen mas y se les da mas a aquellas almas quienes obteniendo poco o mucho de Mí, tanto en gracias como en dones, los ponen a Mí servicio y los reparten a los demás. Mientras más deis, más reci-biréis.
Yo Soy la Fuente Inagotable de gracias, venid a Mí, beberéis de Mí y ya no podréis separaros de Mí, puesto que me recibiréis en plenitud de Mí Amor.
Cuánto amor sincero se necesita para reconocerme a Mí, vuestro Creador como vuestro Dios. El alma soberbia no reconoce a otro Dios sino a sí misma.
¿Cómo podrá un alma soberbia hacer un buen uso de Mis dones en él y en los demás, si no permite a su Dios que la guíe? Volved, volved a la oración, al ayuno, a la penitencia para buscar la Humildad, éstas son armas espirituales que os separan de la soberbia y Me dejan libre el camino para poder actuar en vosotros en una forma sencilla y total. Yo no presiono, no obligo, Yo Vuestro DI0S y Señor os lo pide, os lo suplica con la verdadera humildad de vuestro DI0S. Dejadme actuar libre-mente en vosotros y os llevaré en alas de águila, en ascensión continuada hacia la santidad y hacia Mi Morada Eterna. Os amo hijos Míos os amo como solo Vuestro Padre Celestial puede amar a sus creaturas, pedacitos de Mi Mismo.

jueves, 10 de febrero de 2011

Mensajes de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. - México

Ene 13_11 Ahora es vuestro tiempo también de ser ésos corderos… Imprimir E-Mail
Rosario vespertino
Temas:
  • Yo no vine solamente para algunos, vine para todos, todos los hijos de Dios y, son hijos de Dios todos aquellos que se mueven en el amor.
  • Estáis viviendo momentos críticos en la historia de la humanidad y no sabéis cuánto os queda de vida antes de que os presentéis ante Mí, vuestro Dios.
  • Luchad pues, Mis pequeños, sólo será un momento, porque vuestra vida es un momento pequeñito de lo que es la eternidad y después de ésa lucha vendrá el triunfo y gozaréis Conmigo.
  • Tened cuidado pues, Mis pequeños, con vuestra forma de ser ante Mí, porque no Me tenéis respeto, porque Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y exijo el respeto que Me merezco.
  • Ya os he dicho que gocéis ya desde ahora, ésa Mi Promesa, de vuestro gozo inmenso que tendréis en estos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas que veréis.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: Yo no vine solamente para algunos, vine para todos, todos los hijos de Dios y, son hijos de Dios todos aquellos que se mueven en el amor.
Hijitos Míos, la salvación, es para todos. Yo, como Hermano vuestro, Jesucristo, Yo no puse objeción ni escogí a los que tenían que salvarse o no salvarse, Mi donación fue total para todos los tiempos. Yo no vine solamente para algunos, vine para todos, todos los hijos de Dios y, son hijos de Dios todos aquellos que se mueven en el amor, aquellos que saben amar, aquellos que saben vivir de acuerdo a Mi Voluntad y Mi Voluntad es la vida en el Amor.
Aquellos que se dejan guiar por satanás, realmente son los enemigos del Amor y, aunque, ellos están siendo contrarios a Mi Ley y a las Enseñanzas que Yo os dejé aún, en el arrepentimiento de corazón, pueden alcanzar la Gloria, pero tiene que haber un arrepentimiento de corazón.
Os digo todo esto, Mis pequeños, por los momentos que estáis viviendo en la humanidad. Estáis viviendo momentos difíciles, en donde la Fe y el Amor se han hecho a un lado, ya no se vive de acuerdo a las Enseñanzas Divinas, ya no se vive de acuerdo a las Leyes que Mi Padre os dio. Pero Yo ya sabía esto, Mis pequeños y, aún a pesar de ello, Me di por toda la humanidad y por todos los tiempos y Mi Gracia os alcanza a todos.
Vuestros pecados nunca van a ser mayores que Mi Perdón, si vosotros venís a Mí, arrepentidos y deseando Mi Perdón, siempre lo tendréis, Mis pequeños.
Ciertamente, las almas arrepentidas tendrán Mi Perdón, porque ya se dieron cuenta del mal en el que están viviendo, se dan cuenta que están dañando a Mis Leyes y a Mi Amor y así su arrepentimiento es muy válido, y es lo que les alcanza su salvación eterna.
Todo esto os lo digo, Mis pequeños, especialmente por aquellos que no buscan su salvación ni les interesa, porque no están Conmigo y, quizá, hasta ni conozcan lo que Yo os he pedido en Mis Leyes, en Mis Enseñanzas y así estas almas, se guían solamente por sus deseos carnales y, generalmente, viven en el mal también, atacando a sus hermanos continuamente. Estas almas no van a arrepentirse y es Mi deseo grande que vosotros oréis por ellas, porque ahí vuestra intercesión será valiosísima para la salvación de ellas. Os lo he pedido tanto, Mis pequeños, y os lo he pedido, porque hay una gran cantidad de almas, que vosotros ni imagináis, que pueden condenarse, si no fuera por las almas buenas que interceden por ellas. Vosotros os distraéis demasiado con las cosas del mundo, con vuestros propios intereses y olvidáis lo que tanto os pido, Mis pequeños. Os he dicho tanto que estáis aquí en la Tierra para servirMe y el servirMe quiere decir ser otros Cristos y así, como Yo Le gané muchas almas a Mi Padre para su salvación eterna, ahora Yo necesito de vosotros, para que alcancéis la salvación también de muchas, muchas almas por vuestra intercesión y por vuestra donación.
Estáis viendo cómo la humanidad ha caído en una decadencia fatal, no hay valores, no hay amor verdadero, no hay vida de donación, no hay deseo de superación espiritual, se vive solamente para el día.
En el amor solamente existe el gozo, el gozo externo y superficial y por eso hay separaciones inmediatas. Ya no existe el amor verdadero que perdura y que os lleva juntos hasta el fin de vuestra vida, dando un ejemplo bellísimo a vuestros hermanos, cuando realmente os amáis y que os amáis en lo más profundo de vuestro ser. Ya no lucháis por la unión del matrimonio verdadero, tan pronto empiezan los problemas os separáis, para caer posteriormente en errores que os vuelven a separar.
¡Cuánto error hay en el mundo, Mis pequeños! Y Yo lloraba por esto en Mi Agonía, por eso ahora es vuestro momento, Mis pequeños. Yo tuve Mi Agonía en el Huerto de los Olivos y vosotros estáis entrando en esa agonía, también, en donde Me acompañaréis. Lloraréis junto Conmigo y también podréis salvar muchas, muchas almas, junto Conmigo.
Son tiempos difíciles los actuales, por el dolor que veréis por todos lados, pero también tiempos muy bellos, en donde muchas almas se salvarán y precisamente por vuestra oración y vuestra intercesión.
PedidMe, Mis pequeños, Fortaleza para poder soportar las pruebas que tendréis, para que no perdáis ni Fe ni Esperanza ni Amor, sabiendo que Yo voy a estar junto a vosotros en todo momento, así como estaba Mi Madre, junto a Mí, orando, para darMe fuerza, para seguir adelante y seguirMe ofreciendo a Mi Padre, como Víctima de expiación por vuestros pecados.
Ahora es vuestro tiempo también de ser ésos corderos, ésas víctimas de expiación para la salvación de muchas almas y no temáis por ello, Mis pequeños, porque no os voy a pedir lo mismo que Yo padecí. Si estáis Conmigo y confiáis en Mí, pasaréis la prueba y la pasaréis, sobre todo, porque os daréis por amor a vuestros hermanos y por amor a Mí, porque sabéis que Mi Alegría va a ser grande al ver a vuestros hermanos sanos de todo mal, para que puedan entrar al Reino de los Cielos.
Os agradezco todo esto, Mis pequeños, agradezco vuestras oraciones y vuestra donación, el ofrecimiento de vuestros dolores, de vuestras penitencias, de vuestras alegrías, pero sobre todo, de vuestro amor. Estáis Conmigo, pero sobre todo, estad alegres, porque Yo estoy con vosotros y nada os faltará y especialmente en los momentos de la gran prueba.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Estáis viviendo momentos críticos en la historia de la humanidad y no sabéis cuánto os queda de vida antes de que os presentéis ante Mí, vuestro Dios.
Cuando os he pedido, Mis pequeños, el ser como niños, es por esa necesidad grande que tengo Yo, de que vuestras oraciones sean continuas y que lleguen directamente a Mi Corazón.
El niño siempre va a pedir por sus necesidades, importantes para su edad y no va a pedir por cosas superfluas, así como pedís vosotros cuando ya sois adultos. Si el niño ve una necesidad, también va a pedir por alguien más, pero va directamente a lo que más se necesita, sin rodeos, con sencillez y sobre todo, con una plena confianza de que va a recibir lo que está pidiendo, porque realmente lo pide de corazón. Aquellos niños que han recibido de sus padres una instrucción religiosa desde pequeñitos, esas almitas Me aman de corazón y, aunque tengan pocos años, ya saben reconocerMe y saben pedirMe. Han tenido plena confianza en lo que les dan sus padres y esa confianza también Me la tienen a Mí, como Padre, Dios y Creador, por eso Me recreo tanto en esas almas pequeñitas, porque Me aman de corazón, como aman a sus padres. No Me aman por obligación, no Me aman por conveniencia, Me aman, simplemente, porque ven el amor de sus padres en Mí. Más tarde van creciendo espiritualmente y su amor hacia Mí se va afianzando cada vez más y éstas almas que empezaron a llenarse de Mí, desde pequeñitas, son almas que van a tener toda una vida junto Conmigo y, sobre todo, van a atraer a otras almas a que vivan de la misma forma, porque están llenas de Mí y Me dan a los demás.
Esa es la gran responsabilidad de los padres hacia los hijos, el llenarlas de Mi Amor, para que ellas puedan después llenar de amor a sus hijos y, también, a muchas otras almas y así Mi Amor va pasando de generación en generación y esto se da porque Me amáis.
Os he dicho que nadie puede dar lo que no tiene y, si vosotros Me tenéis en vuestro corazón, Me daréis a los demás, porque sabéis que contáis con un tesoro inmenso dentro de vuestro corazón y querréis compartir ese tesoro inmenso para que también otros Me tengan a Mí.
Ciertamente vivo dentro de vosotros, Mi Reino está dentro de vosotros, pero muchos Me cerráis las puertas de vuestro corazón y no tratáis de buscar Mi Sabiduría para que actuéis perfectamente en vuestra vida. A pesar de que Yo vivo dentro de vosotros, Soy el Gran Desconocido, no Me hacéis caso, estoy ahí para ayudaros, ayudaros en vuestra vida, ayudaros en vuestras necesidades, para ayudaros en vuestra santidad, pero no Me hacéis caso, no Me buscáis, no Me deseáis y, así, vais desperdiciando toda una vida, vuestra vida, en la cual pudisteis haber llegado a altos niveles de espiritualidad y de conocimiento de Mi Voluntad, pero no os interesa, no os interesa buscarMe ni crecer más en el Amor que Yo os puedo dar. Pero os recuerdo, Mis pequeños, que tarde o temprano regresaréis a Mí y os pediré cuentas del don de la vida que os concedí, ¿qué hicisteis con él?, pero sobre todo, ¿os salvasteis y salvasteis a otros?
Os pido Mis pequeños que reflexionéis sobre todo esto, porque estáis viviendo momentos críticos en la historia de la humanidad y no sabéis cuánto os queda de vida antes de que os presentéis ante Mí, vuestro Dios.
Satanás está preparando una hecatombe mundial que muchos no podrán soportar y todo se dará de repente, ¿cómo estarán las almas, una la gran mayoría de ellas, de las que ahora existen?, ¿cómo estaréis todos vosotros cuando os presentéis ante Mí?
Yo estaré con vosotros, ciertamente, para levantaros en el momento más oportuno de vuestra vida, pero no quiero que lleguéis a Mí con una vida mediocre, con vuestras manos casi vacías de méritos que debisteis de haber ganado a lo largo de vuestra vida. Todavía os queda un tiempo y lo que no podáis hacer dentro de vuestra vida humana, hacedlo pues, a través de vuestra vida espiritual, ya sea en la oración, ya sea en todas las Misas que podáis ir todavía, en la recepción de la Sagrada Eucaristía, en las obras de Misericordia, en el amor que podáis dar a vuestros hermanos, sea quien sea. Haced lo que podáis, Mis pequeños, para que cuando regreséis a Mí, estéis felices, estéis contentos de haber hecho mucho por vuestros hermanos, sabiendo que todo aquello que hicisteis, Me lo hicisteis a Mí, vuestro Dios y que será recompensado inmensamente.
Os amo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón, recibid Mis Bendiciones. Así sea.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Luchad pues, Mis pequeños, sólo será un momento, porque vuestra vida es un momento pequeñito de lo que es la eternidad y después de ésa lucha vendrá el triunfo y gozaréis Conmigo.
Hijitos Míos, contrario a lo que está pasando actualmente, en donde, como os expliqué, no es el Verdadero Amor el que se está buscando, Yo os pido que realmente os volquéis a buscar el Verdadero Amor, que es el Mío. Y esto os lo digo, Mis pequeños, porque los que quedéis sobre la Tierra, entraréis a un Reino de Amor.
Viviréis Mi Amor, el Amor Verdadero y deberéis estar familiarizados con él, para que viváis gozando grandemente de todos Mis Bienes.
Ciertamente, ahora es difícil, para una gran cantidad de vosotros centraros en lo que debéis hacer, porque os distraen tantas cosas feas que están a vuestro alrededor, que os impiden que vosotros os concentréis en todo lo bello que Yo os he dado.
Ciertamente, el pecado de la carne os atrae y vosotros os olvidáis de la vida espiritual, que es la que tendréis eternamente. No estáis valorando las riquezas celestiales, riquezas infinitas, riquezas inconmensurables y os estáis dejando desviar por los bienes superfluos a donde os ha llevado satanás, bienes finitos que terminarán algún día y que no os dejarán nada bueno y, quizá, hasta sean un impedimento para que vosotros podáis entrar al Reino de los Cielos.
Mis pequeños, si esto no fuera tan importante, Yo no os hubiera mandado a Mi Hijo Jesucristo a que os instruyera en las Verdades de la Fe y el Amor. Satanás había obscurecido al mundo con el pecado a donde llevó a vuestros Primeros Padres. El hombre no tenía Luz y Yo os mandé la Luz, a través de Mi Hijo, para que conocierais nuevamente lo que vuestros Padres habían vivido y hacia donde Yo quería que nuevamente la humanidad, se dirigiera.
Mi Hijo se dio por todos vosotros para que vosotros crecierais nuevamente en el Amor, pero en el Amor Verdadero y en los Valores Celestiales.
La humanidad está confundida, porque se dejó confundir al no buscar las Verdades Divinas. Se os hace más fácil vivir en el mundo y para el mundo y no os queréis dar cuenta que viviendo en el mundo y para el mundo no tenéis cabida para un futuro eterno en el Reino de los Cielos. Yo Mismo os he dicho que no puedo vivir en un corazón en el cual se le ha dado cabida al pecado, al mundo, a la maldad. No es digno de Mí, de todo un Dios, que pueda Yo vivir junto aquél que es Mi enemigo y el vuestro. O estáis Conmigo o estáis contra Mí o Me abrís vuestro corazón a Mí, vuestro Dios o vivís con satanás, pero no podemos estar los dos juntos.
Esto entendedlo bien, Mis pequeños, porque recibiréis lo que  hayáis escogido. Si habéis abierto vuestro corazón a satanás, a sus obras, a su maldad, a su pecado, no podréis tener cabida en el Reino de los Cielos. Si os mantenéis en ese pensamiento y en ese deseo, estaréis traicionando toda la Obra de Mi Hijo, Me estaréis dando la espalda a Mí, vuestro Dios, a Mi Amor, a Mis deseos de vuestra salvación. Ese fue otro gran Dolor de Mi Hijo en la Pasión, en Su Agonía, el saber que muchas almas se iban a condenar aún a pesar de toda Su donación, de todo Su Amor derramado sobre los hombres. Él vino a separar el Bien del mal, Él os vino a dar los valores y las armas necesarias para vencer a satanás. Os dio el Discernimiento Santo para que vosotros pudierais entender perfectamente bien lo que era el vivir en las tinieblas y el vivir en la Luz, porque antes el hombre no tenía ésa posibilidad, porque satanás se había adueñado de la humanidad.
Estáis desperdiciando tanto, Mis pequeños y, sobre todo, estáis desperdiciando la oportunidad de una vida eterna en el Reino de los Cielos.
Es Mi Amor al que debéis seguir y del cual os debéis llenar, si realmente Me amáis y queréis una vida segura eternamente pero, si a pesar de Mis llamados, si a pesar de Mis deseos de vuestra salvación, si a pesar de todas las Enseñanzas que se os han dado, vosotros insistís en vivir dándoMe la espalda y traicionando Mi Amor y todo lo que se os dio, vuestra eternidad no será Conmigo, Mis pequeños.
Ciertamente, el seguirMe cuesta, duele, se sufre, porque estaréis luchando contra el mundo y el mundo se desquita contra todos aquellos que Me buscan, que quieren vivir el Amor Verdadero, Mis Preceptos, Mis Leyes, pero al final, tenéis el triunfo eterno.
Aquellos que viven para el mundo, ciertamente, satanás les facilita todo, porque los quiere para el mundo, no quiere que se den cuenta que viven mal, y así podéis ver cómo muchos de vuestros hermanos triunfan para las cosas del mundo y no os explicáis vosotros por qué pasa eso, si ellos viven en pecado y en maldad. Pero, así es como satanás, los va arraigando más al mundo, los hace exitosos, les da todo, los mantiene en el pecado sin que ellos mismos se den cuenta o no quieran darse cuenta, para que no Me busquen a Mí.
Os repito, seguirMe, es sufrir, es luchar contra lo adverso que os propone satanás, pero él le da a las almas ése gozo terreno por un tiempo pequeño, porque los tendrá sufriendo por toda la eternidad. En cambio, los que Me seguís, tendréis un sufrimiento, también pequeño, pero un gozo eterno, en donde os consentiré como no os imagináis. Simplemente, ved la vida de Mi Hijo, Él tuvo una Vida difícil, desde Su Nacimiento hasta Su Muerte, porque luchó contra el mundo, luchó contra la maldad, pero triunfó y, ahora, quiere que ése triunfo esté con vosotros.
Luchad pues, Mis pequeños, sólo será un momento, porque vuestra vida es un momento pequeñito de lo que es la eternidad y después de ésa lucha vendrá el triunfo y gozaréis Conmigo, Mis pequeños, os lo prometo y es un gran deseo Mío, como Padre y como Dios, que gozaréis inmensamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Tened cuidado pues, Mis pequeños, con vuestra forma de ser ante Mí, porque no Me tenéis respeto, porque Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y exijo el respeto que Me merezco.
Hijitos Míos, en las Escrituras se os habla de las obras de Misericordia. Este es tiempo de Misericordia, este es tiempo de Amor.
No veáis, como os he dicho, los acontecimientos de la purificación, porque ésos serán para bien de todos vosotros porque, como os he dicho ya, estos servirán para vuestra propia purificación y para la de vuestros hermanos.
El dolor es purificador pero, también la ayuda que os daréis los unos a los otros, al ver por el hermano necesitado, eso os llevará a la santidad, porque a eso os llevan las obras de Misericordia, os olvidáis de vosotros mismos para daros a vuestros hermanos.
Recordad y sabéis que siempre de un mal, que llegue a vosotros, siempre surge un bien. Es como los bosques, se incendian, dejan ésas ceniza que servirán de fermento para las nuevas plantas, les ayudarán a crecer, y así será ahora, Mis pequeños. Lo malo caerá, lo malo será pisoteado, la humanidad se apartará del mal porque verá que no os llevó a nada bueno. La humanidad se dará cuenta de que el mal que satanás fomentó por todo el mundo, os llevó a vuestra destrucción espiritual y aún material, y os llevó porque os apartasteis de la oración, de las buenas obras de Misericordia, de una vida de ejemplo, de una vida según lo que os enseñó Mi Hijo.
Ciertamente, vosotros, a lo largo de vuestra vida, ya habéis experimentado esto. En no pocas ocasiones, cuando os apartabais de Mí, todo se volvía adverso en vuestra vida, y apenas regresabais a Mí, Mis Bendiciones se derramaban sobre vosotros. Lo tenéis ejemplificado en el pueblo judío, ya os he explicado que, cuando estaban Conmigo, muchas Bendiciones recibían, pero apenas Me daban la espalda, muchos males caían sobre ellos.
¿Por qué no entendéis, Mis pequeños, de los hechos pasados?, estudiadlos y ved cómo estos se vuelven a suceder. Pero caéis y caéis en los mismos errores, porque creéis ser mejores a vuestros antepasados, creéis que los tiempos han cambiado, que todo ha evolucionado y que vosotros no caeréis en ése mal que vuestros antepasados tuvieron. Yo os he dicho que, ante Mí, todo es un eterno presente, que sois vosotros los que vivís en el tiempo, porque Yo vivo en la eternidad y, veo así pasar vuestro tiempo y volvéis a caer en vuestros mismos errores, porque no queréis aprender en lo que ya ha sucedido antiguamente. ¡Cuánto mal os podríais vosotros ahorrar en vuestras vidas!, pero el error persiste, porque estáis llenos de soberbia y esto os lleva a la maldad, porque la soberbia no deja crecer la virtud que debéis vosotros permitir en vuestra vida y en vuestro corazón.
A eso os ha llevado satanás, a que os llenéis de soberbia, creyéndoos autosuficientes, que no necesitáis de Mí, cuando sabéis perfectamente que todo lo que llega a vuestra vida proviene de Mí, de Mi Providencia Divina. ¿O, a poco creéis que satanás es el que está proveyéndoos de todo lo que necesitáis, cuando realmente él os quiere destruir, tanto de cuerpo como de alma? No seáis ingenuos, Mis pequeños, satanás no quiere vuestro bien, quiere vuestra destrucción y lo estáis viendo ya a vuestro alrededor y será cada vez peor si vosotros no reaccionáis a tiempo. Ya os había anunciado que los acontecimientos de la purificación cada vez se iban a ir empeorando si vosotros no poníais un “hasta aquí” a vuestra vida de pecado y de maldad.
Vosotros podéis detener toda esta destrucción, que se está dando a vuestro alrededor, mundialmente hablando. Podéis detener todo cuanto se os ha anunciado y profetizado y lo podréis detener si hay un verdadero cambio de vida y de actitud, regresando a Mí, regresando a las Virtudes y al Amor.
Mi Bien siempre se va a derramar sobre aquellas almas buenas, sobre aquellas almas que luchan por mantener Mi Presencia, primeramente, en sus corazones, en su vida y luego dándola a los demás. Si vosotros estáis sembrando todo lo que viene de Mí, cosecharéis Bendiciones, pero si os estáis poniendo en contra Mía y estáis siendo ejemplo de maldad y no estáis sembrando todo lo que se os ha pedido que deis, que fue lo que os dio Mi Hijo, no podréis recibir las Bendiciones que un alma buena recibe y que vosotros, tontamente, exigís recibir cuando no os las merecéis. Yo Soy un Dios Justo y doy Mis Bienes a aquellos que se los merecen, porque tratan de vivir Conmigo y en Mí. No seáis ingenuos en querer recibir Mis Bendiciones a manos llenas cuando estáis traicionándoMe y causándoMe tanto dolor con vuestra vida de pecado y de maldad entre vuestros hermanos. Ni los mismos que se comportan en el bien Me exigen, porque aceptan Mi Voluntad y saben que lo que llegue a su vida siempre será bueno, aunque, de repente, llegue a su vida algún momento de dolor, siempre sabrán que eso será bueno para ellos. Mientras que aquél que actúa en el mal y vive para el mal, se queja de todo, Me exige con grosería y no está conforme con lo que tiene.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, con vuestra forma de ser ante Mí, porque no Me tenéis respeto, porque Soy vuestro Dios, Soy vuestro Creador y exijo el respeto que Me merezco, os amo, pero también Soy Justo.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Ya os he dicho que gocéis ya desde ahora, ésa Mi Promesa, de vuestro gozo inmenso que tendréis en estos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas que veréis.
Hijitos Míos, os he hablado de bellezas inconmensurables, grandísimas, inimaginables, como regalo a todas aquellas almas que se mantengan fieles a Mis Leyes y a Mi Amor y así será, Mis pequeños. Sois demasiados pequeñitos para entender todo lo que todo un Dios os puede dar. Estáis tan limitados por el pecado, que no podéis comprender tantas cosas de lo que Yo os pueda dar.
Vuestro cuerpo ha quedado limitado por el Pecado Original, vuestra alma no se expande como debe ser por lo limitado que está vuestro cuerpo. Conocéis vida de santos y milagros que ellos han podido hacer y esto es una pequeña muestra de lo que las capacidades espirituales pueden lograr cuando estáis Conmigo. Si eso os asombra, Mis pequeños, todavía tendréis eso y más, si os mantenéis fieles a Mí.
¿Qué os cuesta, Mis pequeños, vivir en el Bien? A veces, hasta es más difícil obrar en el mal, porque os estáis cuidando de todo y de todos. Os escondéis, no vivís en paz y armonía, en cambio, cuando vivís en el Bien, gozáis inmensamente y vuestro gozo hace que otros gocen y, así, mantenéis un ambiente bello a vuestro alrededor pero, sobre todo, porque vosotros estáis gozando con el Bien que estáis haciendo.
Vendrán ésos momentos bellos que gozaréis cada uno de vosotros, según lo que hayáis dado y todos os compartiréis de ésa gran alegría que tendréis en vuestro corazón.
Seréis el Pueblo de Dios y eso ya dice mucho, Mis pequeños, porque todo aquél que está Conmigo, goza inmensamente. Por eso ya os he dicho que gocéis ya desde ahora, ésa Mi Promesa, de vuestro gozo inmenso que tendréis en estos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas que veréis.
Luchad, pues, contra todo lo malo y adverso que esté a vuestro alrededor, pero luchad con el amor que hay en vuestro corazón, no destruyendo, como el mismo satanás os destruye, sino llevando a las almas a vivir en las Virtudes, a vivir el Amor, a vivir como Mi Hijo os enseñó y así es como alcanzaréis a entrar en este Nuevo Reino que os daré que os he prometido y en el que quiero que estéis todos vosotros.
Gracias, Mis pequeños.