MENSAJES
El primer día de cada mes, Nuestro Señor le dicta a Ana un nuevo mensaje para toda la humanidad sobre Su llamado a servir.
Agosto 1, 2011
Jesús
Queridos apóstoles: ustedes son los amigos de Mi Corazón, y como tales, les pido un poco de paciencia mientras los conduzco hacia la santidad. ¿Les gustaría ser más santos? Seguramente están convencidos de la bondad de Mis enseñanzas, pero sienten frustración porque en ocasiones no alcanzan sus expectativas. Aquí es cuando tienen que ser realmente pacientes y confiar en que Yo los estoy conduciendo tan rápidamente como es necesario. Recuerden que quizás algunas veces sentirán que es muy poco el progreso que han alcanzado, pero su decisión de permanecer a Mi lado en este proceso de santidad permitirá que el cielo mantenga la luz donde debe estar, es decir, en la necesidad de que ustedes examinen sus faltas en lugar de examinar las de los demás. ¡Qué fácil es ver las fallas de los demás! Es mucho más difícil identificar el dolor que está provocando que una persona cometa el mismo error una y otra vez. Y por esa razón es necesario que sean pacientes tanto con ustedes mismos como con los demás. Yo, Jesús, soy paciente con ustedes, y por eso ustedes deben ser pacientes con ustedes mismos y luego con los demás. No se distraigan con las cosas que suceden a su alrededor, y tampoco lleguen a pensar que la diversidad de sucesos o los grandes eventos significarán que pueden distraerse un poco del proceso de ser más santos cada día. No, queridos apóstoles. Con la mayor gravedad les digo que deben concentrarse seriamente en adquirir más santidad, porque su santidad y su compromiso en adquirirla es una parte crucial de Mi plan para llevar consuelo a los demás. Permítanme encargarme del mundo. Si diariamente atienden la condición de su alma, y si aman a los demás, entonces estarán cumpliendo con el plan que tengo para ustedes. Alégrense. Están comprometidos conmigo y Yo estoy eternamente entregado a ustedes.
Jesús
Queridos apóstoles: ustedes son los amigos de Mi Corazón, y como tales, les pido un poco de paciencia mientras los conduzco hacia la santidad. ¿Les gustaría ser más santos? Seguramente están convencidos de la bondad de Mis enseñanzas, pero sienten frustración porque en ocasiones no alcanzan sus expectativas. Aquí es cuando tienen que ser realmente pacientes y confiar en que Yo los estoy conduciendo tan rápidamente como es necesario. Recuerden que quizás algunas veces sentirán que es muy poco el progreso que han alcanzado, pero su decisión de permanecer a Mi lado en este proceso de santidad permitirá que el cielo mantenga la luz donde debe estar, es decir, en la necesidad de que ustedes examinen sus faltas en lugar de examinar las de los demás. ¡Qué fácil es ver las fallas de los demás! Es mucho más difícil identificar el dolor que está provocando que una persona cometa el mismo error una y otra vez. Y por esa razón es necesario que sean pacientes tanto con ustedes mismos como con los demás. Yo, Jesús, soy paciente con ustedes, y por eso ustedes deben ser pacientes con ustedes mismos y luego con los demás. No se distraigan con las cosas que suceden a su alrededor, y tampoco lleguen a pensar que la diversidad de sucesos o los grandes eventos significarán que pueden distraerse un poco del proceso de ser más santos cada día. No, queridos apóstoles. Con la mayor gravedad les digo que deben concentrarse seriamente en adquirir más santidad, porque su santidad y su compromiso en adquirirla es una parte crucial de Mi plan para llevar consuelo a los demás. Permítanme encargarme del mundo. Si diariamente atienden la condición de su alma, y si aman a los demás, entonces estarán cumpliendo con el plan que tengo para ustedes. Alégrense. Están comprometidos conmigo y Yo estoy eternamente entregado a ustedes.