AÑO 2006
30-03-2006(Exposición Santísimo Carismáticos)
Jesús:
¡Te basta un instante para comprobar que estoy locamente enamorado de ti! Que estos días de desolaciones no han sido más que un Regalo para mi amada, que la amo desde toda la eternidad. ¡Te amo! ¡Te amo! Mi amada ¿acoge el regalo o lo desdeña? ¿Lo tira al suelo? Este es mi Amor, ¿lo quieres? Nada del mundo. Toda mi Cruz. Mi Amor, más allá de la muerte. Aunque mueras. Yo quiero tu muerte, para tener Vida. Muere a ti misma. Muere a tus gustos, a tu idea de la felicidad en la tierra.Acoge mi Regalo. Sólo te pido esto: acoge mi Regalo. Y serás feliz.
¿Qué esperas? Estás esperando otro Regalo de Mí, pero no lo tendrás, porque éste es el Regalo que Yo reservo a mi esposa, a mis almas más queridas: la Cruz. La Cruz en la medida justa que pueda soportar. La Cruz al máximo a su medida.
¿Creías que era otra cosa? Aquí estoy, no me moveré hasta que tú me digas: «¡Sí! Sí, Maestro, y hasta sus últimas consecuencias.» Tedio y horror de la vida tendrás hasta que aceptes tu Cruz. Amor, amor y dolor, felicidad ahora y perpetua por aceptar el Regalo del Esposo a la esposa. Amén.
¡Sí!
16-05-2006
Virgen:
Aprobad Garabandal y que en España se dé a conocer Medjugorje. Estáis frenando todas las manifestaciones extraordinarias de mi Hijo, pero mi Hijo se abrirá camino. No quiero que se condene más gente ni que seáis responsables de su condenación por frenar mis manifestaciones extraordinarias ahora que hacen más falta.
No quiero todo el sufrimiento que se os avecina. Por favor, acogeos a mi Corazón. Éste se os brinda una vez más. Acogeos a mi Corazón para no tener que sufrir tanto. Que mi pueblo conozca que la Madre os ama, os ama, os ama…
22-05-2006
Jesús:
Venid y veréis. Observad cómo Yo os iré dando a vosotros más y más, más alegría, aunque las cosas no os vayan bien a los que no estén conmigo: tristeza, tristeza y tedio. Horror de la vida. Muerte. Se revolverán en su interior e intentarán atacaros, porque les echáis por tierra sus argumentos de vida, les recordáis lo que ellos deben hacer y no hacen. Les remuerde la conciencia y piensan: «Ataquemos al justo. Eliminémosle. Nos es insoportable su sola presencia. Con sus obras nos recuerda lo que debemos hacer y no hacemos. Eliminémosle»[1]
Hija, Yo os digo: os atacarán, os acecharán, mas vosotros estáis Conmigo y sólo podréis experimentar: alegría, alegría, alegría y la conciencia tranquila y en la paz.
¡Alegría! aunque en vuestro ambiente no tengáis amigos.
¡Alegría! en la soledad.
¡Alegría!, aunque la familia os dé la espalda. ¡Alegría! en la orfandad.
¡Alegría! aunque os calumnien y os persigan. ¡Alegría! en la derrota.
¡Alegría! aunque os quedéis sin nada. Alegría en la pobreza.
¡Alegría aunque os echen de la sinagoga! ¡Alegría al vivir en mi Templo!
¡Alegría aunque os procuren la muerte! ¡Alegría en mi martirio!
¡Ah, la alegría…! ¡Si supieras cuán grata me es la alegría![2] Quisiera que vosotros fuerais luces, bombillas vivientes. Quisiera que en vuestros rostros reflejarais la alegría que lleváis en vuestro interior. Mi alegría de Vida. Quisiera miraros y ver una sonrisa. Siempre. Aunque cueste. Aunque cueste a veces.
Hija, di a cada uno que sonríe, que me pone una sonrisa en la adversidad, que Yo le doy mi medalla de Amor. Que Yo le condecoro. Diles que cada vez que sonríen así, me imaginen a Mí viniendo hacia ellos y poniéndoles mi medalla, mi Medalla de Amor. Y cuando lleguen al Cielo serán como ese militar valiente en combate condecorado en el final de sus días. Trofeos de Amor.
El Espíritu Santo es como una Fuente que va del corazón hacia fuera, que tiene su punto álgido en la cara, reflejo del alma. Ella refleja vuestra transformación interna. Nace, va brotando desde dentro y sale hacia fuera como un surtidor. Para los demás. Para ser fuentes para los demás.
Acoged el Espíritu Santo. Decid a todos que acojan el Espíritu Santo. Yo os lo dono. Lo dono a mi Iglesia.
Hija, ¡el Espíritu Santo no se puede contener! Es como un gozo, un ímpetu que te hace saltar de tu propio yo y entregarte sin reservas, gozosa a lo que Dios te pide, a donde Dios te llama.
Es esa fuerza interior que te empuja a hacer lo que por ti no harías normalmente. Y a no sentir cansancio por ello. Si a ti, ahora, Yo te dijera que debes salir hacia cualquier sitio, irías, no te costaría trabajo. Ahora, a las 11 de la noche… irías, hija. No serías tú, sería mi Espíritu, esto es, una Fuerza que no es humana, sobrehumana, que actúa en la criatura y que hace ver la mano de Dios, que es Dios el que está ahí. Y no cabe la menor duda.
Te preguntas: y ¿cómo es que entonces, si es tan claro, hay gente que no lo ve? Es gente cerrada a la luz de Dios. Hoy en día abundan. Es gente cerrada al Amor. Es gente que no ama. No ama ni amará. Ni reconocería a Dios aunque viniera Él en Persona. Es gente que sólo me verá en los Castigos. Para ellos reservo los Castigos como Regalos de Amor. Sólo así verán.
¡Y los que ni aun así…! Sí, hija, desgraciadamente habrá muchos que ni aun así me verán. Para éstos quiero vuestros sacrificios. ¡Sacrificios! ¡Sacrificios! ¡Sacrificios! Para que no se puedan condenar. Para que me reconozcan. Para que el número de los condenados no sea alto. ¡Sacrificios!
Jesús, ¡qué alegría gozar de estos tiempos!
Sí, alégrate por ello. Dame gracias.
Parece que en España se ha pretendido alejar de los fieles tanto María Inmaculada como la Eucaristía. No me refiero a las iniciativas oficiales, sino a la praxis general, a los fieles, a los pastores que mueven a mis fieles. Entre mi pueblo no se reza el Rosario y no se acude a la Misa.
¡Esto es lo primero que tenéis que hacer! Nada de iniciativas para frenar los ataques a los cristianos. Los cristianos deben hacerse fuertes para no sucumbir a los ataques y para defender a la Iglesia.
Sí … sé que hay una iniciativa que une las dos Devociones.[3] Sí… sé que en algunos puntos se me es muy fiel. Pero el grueso del grupo de los creyentes va «apostatando por el foro». En aras del prestigio social y la comodidad. Abandonan al Dios Amor y a su Casa, la Madre.
La Devoción a mi Corazón es el remedio. Sí la gente no me conoce, no sabe lo que les amo y no me ama, los problemas seguirán ahí.
Dadme a conocer. Dadme a conocer como el Amor. Enseñad a la gente a tener trato conmigo. Trato personal. Que después vendrá el cambio de vida.
¡Oh, Yo quiero cristianos probados en el crisol![4] Os voy a probar. Sobre España van a venir grandes catástrofes. Os voy a probar, hijos míos. Luego vendréis a Mí.
Enseñad a la gente a amarme, a encontrarme.
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[1] Cfr. Sb 2,10ss.
[2] Cfr. Dt 5,16.33; 6,3.18.24; 7,7ss; etc.; Sal 68,4s; 104,34; Is 61,10; Ne 8,10; Mt 5,3-12; Lc 1,14; 1,45; 1,47s; 2,10; 10,20; Jn 15,11; 16,22; 17,13; Hch 2,46; 5,41; 8,8.39; 13,48.52; 15,34; Rm 15,13; 2 Co 7,4; 9,7; 13,11; Flp 3,1; 4,4; St 1,2; 1 Jn 1,4.
[3] Los dos amores: a Jesús y a María.
[4] Cfr. Sb 3,6; Prov 17,3.
[2] Cfr. Dt 5,16.33; 6,3.18.24; 7,7ss; etc.; Sal 68,4s; 104,34; Is 61,10; Ne 8,10; Mt 5,3-12; Lc 1,14; 1,45; 1,47s; 2,10; 10,20; Jn 15,11; 16,22; 17,13; Hch 2,46; 5,41; 8,8.39; 13,48.52; 15,34; Rm 15,13; 2 Co 7,4; 9,7; 13,11; Flp 3,1; 4,4; St 1,2; 1 Jn 1,4.
[3] Los dos amores: a Jesús y a María.
[4] Cfr. Sb 3,6; Prov 17,3.
Fuente: http://blog.vdcj-tomo-rojo.com/
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