sábado, 8 de diciembre de 2012

Jul 08_05 Sin Amor, nada sois.


Mensaje.


Mensaje de Dios Espíritu Santo a J.V.

Primer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo. Sobre: Se os quiere llevar a la perfección, a una vida santa, que para eso estoy Yo, pero os entercáis en seguir así, en ésa mediocridad espiritual, no queréis dar vuestro “sí” a vuestro Dios. 

(Lenguas…) Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, Soy el Dios del Amor, Soy el Dios de la Esperanza, Soy el Dios de la Vida, Vivo en cada uno de vosotros, os guío, os protejo, os aconsejo, os doy Vida, os voy guiando durante vuestra vida, os doy los dones necesarios para que cumpláis vuestra misión, os alcanzo la Salvación mediante vuestra santificación.
Soy vuestro Dios que en éstos tiempos está trabajando fuertemente para que se logre ése cambio, cambio tan necesario ya entre vosotros; estoy habitando entre vosotros.
Voy mediando los acontecimientos, los voy disminuyendo a través de vuestra conversión, interior. El ataque del demonio es fortísimo, os dais cuenta solamente de una pequeña cantidad de su fuerza, como el iceberg que solamente asoma la punta, pero realmente el poder del demonio es fortísimo, pero Yo lo voy deteniendo, logrando en vosotros el Amor en vuestro corazón.
¡Cuánto se os ha dicho, Mis pequeños! que con el Amor, con la Fe, podéis hacer grandes milagros, grandes cosas, en vosotros mismos y en vuestros hermanos. Y aunque el hombre no escucha, Yo estoy moviendo corazones para que regresen al camino de la Gracia y del Amor.
Yo Soy vuestro Dios y también estoy al servicio de Nuestro Padre, es Su Amor el que Me mueve, es Su Vida en Mí, es Su Amor el que os engrandece por Mi medio.
Mis pequeños, abrid vuestro corazón, dejadMe trabajar en vosotros, dejadMe llenaros con todos los regalos con los que el Padre os quiere engrandecer ante Sus Ojos.
Sois pequeñitos porque así os queréis mantener, podríais ser grandes en potencias espirituales, si comprendierais el deseo de vuestro Dios por hacerlo, Él solamente quiere que os abandonéis totalmente a Su Voluntad.
Os cuesta tanto ello, Mis pequeños, porque vuestra soberbia, vuestra ceguera, no os quieren dejar avanzar. Tenéis todo, Nos tenéis a Nosotros para lograr ése cambio y ésa perfección espiritual, pero vosotros no queréis, no queréis poner de vosotros mismos para vuestra mejora. A veces es miedo, a veces es despreocupación, a veces es sordera; os entercáis en querer seguir viviendo en ésa mediocridad espiritual, en ése estercolero en que se ha convertido el mundo.
Mis pequeños, un mundo bello y grande podríais empezar a producir al soltaros totalmente a la Voluntad del Padre, que es todo Amor, que quiere todo lo mejor para vosotros y que, contrariamente satanás no lo desea, porque no quiere que gocéis lo que él ya no puede gozar.
Se os quiere llevar a la perfección, a una vida santa, que para eso estoy Yo, pero os entercáis en seguir así, en ésa mediocridad espiritual, no queréis dar vuestro “sí” a vuestro Dios, el “hágase” de vuestra Madre, la Siempre Virgen María y ése “hágase” es “disuélveme, destroza en mi todo aquellos que está frustrando Tus Planes, Padre mío, en mí”.
Se os está queriendo dar un Paraíso y vosotros no queréis tomarlo y ello es gratuito, Mis pequeños, se os va a dar así, en la sencillez, en la Fe, en ésa aceptación de corazón de dejar que vuestro Dios trabaje en vosotros, os renueve, os perfeccione, os haga nuevos en vosotros mismo y ante el mundo. Estáis llamados a ser algo grande, sois la obra maestra de la Creación y queréis manteneros en ésa mediocridad.
Grandes dones, grandes potencias están por derramarse sobre aquellos que así lo acepten, que se hagan pequeños, humildes, sencillos y que se den cuenta de su deficiencia espiritual.
Aquél que está enfermo, no toma tratamiento contra la enfermedad hasta que no la acepta. Vosotros estáis enfermos, Mis pequeños y la enfermedad se llama pecado, soberbia, separación de la Voluntad con vuestro Dios.
Así como estáis, Mis pequeños, no podéis hacer grandes cosas porque el demonio os ha envuelto en grandes mentiras, en grandes espejismos espirituales que no permiten vuestra mejora y al no saber vosotros, con Sabiduría Santa, lo que se puede lograr con los dones de vuestro Dios, con los dones que Yo tengo que derramar sobre vosotros, os tengo que ayudar porque vosotros no sabéis pedir.
Pongamos el ejemplo del niño que va a los primeros años de la escuela. Para ellos se les hace imposible construir un edificio, un estadio o una casa, no tienen idea por donde empezar, porque no tienen las capacidades para ello. Pero así como van estudiando y creciendo para después aprender a construir, todo se les hace fácil, porque ya saben cómo lograr el ideal que tenían de pequeños.

Y así debe ser con vosotros, vuestro ideal debiera ser ésa perfección, ésa santidad a la que estáis llamados. Ciertamente se os hacen imposible muchas cosas que habéis aprendido en los Evangelios, pero cuando alcanzáis ésa superioridad espiritual, se os hace fácil, pero porque ya estudiasteis, porque ya las aceptasteis en vuestro corazón, porque ya os unisteis a vuestro Creador y así vuestro Creador, en Su Santísima Trinidad, puede lograr grandes cosas a través de vosotros, porque os volvéis instrumentos sencillos, instrumentos humildes, instrumentos donados a Su Voluntad.
Mientras no aceptéis ésta realidad, Mis pequeños, todo se os va hacer imposible. Se os hace imposible, en cierta forma, creer en ésos Cielos Nuevos, en ésas Tierras Nuevas, en ésa vida en paz, en armonía, con toda la creación, con el Universo entero, se os hace imposible, porque no os habéis introducido en vuestro corazón, no queréis avanzar espiritualmente, no queréis soltar todo aquello que está impidiendo vuestro vuelo directo al Corazón de vuestro Dios. Hay mucho lastre negativo en vuestro corazón, en vuestra mente, en vuestro conocimiento y eso impide que podáis llenaros de las Verdades, de las Potencias de vuestro Dios.
Hasta que no os deis cuenta de ello, Mis pequeños y os quedéis desnudos ante vuestro Dios, libres de todo mal de la Tierra, de todo ése lastre negativo, cuando le digáis a Nuestro Padre “aquí estoy, límpiame, purifícame, quítame todo aquello que impida que yo sea para Ti el instrumento fiel que Tu quieres”, hasta ése momento, Mis pequeños estaréis viviendo en la mediocridad.
Tenéis que tener Fe en que vuestro Dios quiere hacer grandes cosas con cada uno de vosotros y no le tenéis confianza a vuestro Dios, no tenéis confianza en la Promesa que se os da, de los grandes regalos que Él puede daros.
Tenéis que aumentar vuestra Fe, pidiéndoMela. O ¿acaso os ha faltado Amor a lo largo de vuestra vida? Él os ha dado todo, os ha provisto de todo, en lo material y en lo espiritual, ¿le tenéis desconfianza ahora que ya sois adultos en cuerpo y maduros espiritualmente?, ¿aún le tenéis desconfianza a vuestro Dios de que Él os pueda mentir y no os dé lo que os ha prometido?
Esto, Mis pequeños es un gran dolor a Su Corazón, porque no confiáis en lo que vuestro Dios os está queriendo dar y os promete constantemente.
Vosotros decís, que los bienes, las riquezas, los tesoros, son para los decididos, los que luchan por conseguir un ideal. ¿Se os parece poco, el ideal de ser perfectos y de ser santos?
No estáis dando todo vuestro “sí”, aún permanecéis arraigados a las cosas del mundo, os queréis llenar solamente de cosas del mundo. Queréis ser algo grande ante vuestros hermanos con las cosas del mundo, con riquezas efímeras, gustos efímeros, cuando las potencias espirituales van a ser permanentes. Todo lo que logréis en lo espiritual, lo tendréis por siempre aquí y por toda la eternidad y son potencias que no solamente aquí se podrán seguir acrecentando, sino posteriormente también.
El Amor siempre os va a engrandecer ante los Ojos de vuestro Dios y ante los ojos de los hombres, si no os llenáis de ésta potencia tremenda que es el Amor, nada seréis, Mis pequeños, nada seréis. Podréis tener todas las riquezas del mundo, sin Amor, nada sois, podréis hacer tantas cosas por vuestros hermanos, pero si no hay Amor en vuestros actos, en vuestros deseos, en vuestros pensamientos, no sirve nada de eso, Mis pequeños, todo queda en la soberbia humana, en la vanidad, en la mentira.
Si no lográis dar ése paso en el Amor, Amor que os va a transformar completamente, no seréis nada para vuestra vida eterna.
Acudid a Mí, vuestro Dios Espíritu Santo, Yo, que habito en vosotros y os conozco perfectamente, dejad que Yo os envuelva con el Amor, os purifique como perlas preciosas, dejadMe llevaros  ante la Presencia del Padre, para que Él esté contento con la obra que Yo haga en vosotros y Él pueda hacer grandes cosas a través de vosotros por vuestros hermanos, por el engrandecimientos de Su Reino, por el engrandecimiento del Amor.
DejadMe Vivir plenamente en vosotros y veréis grandes cambios, no solamente en vosotros, sino en lo que produzcáis vosotros con Nuestra ayuda, con Nuestro Consejo, con Nuestro Poder Divino.
Sed sencillos, humildes, pero deseosos de la perfección a la que fuisteis llamados, en la que fuisteis creados, en el Principio. Gracias, Mis pequeños.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario