domingo, 25 de noviembre de 2012

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J.V. - Nov 8 del 2012

Nov 08_12 No temáis, Mis pequeños, a todo lo que vendrá, porque Yo estaré con vosotros.ImprimirE-Mail
Rosario vespertino.
Temas:
  • Seguid pues adelante, Mis pequeños, manteniéndoos unidos a Mí en vuestro interior y, aunque las tormentas, las heladas, el frío se venga sobre vosotros, no temáis, Yo os estaré protegiendo.
  • Grandes Bendiciones, grandes cosas se os avecinan, pero debéis dejarMe actuar a Mí, vuestro Dios, os lo suplico, Mis pequeños, porque Soy un Padre amoroso.
  • Con todas las mentiras, falsedades que se vendrán pronto, para querer borrar Mi Santa Presencia y Mi Santo Nombre en todo el mundo, si no habéis tenido una instrucción espiritual que os proteja, sucumbiréis fácilmente.
  • Yo Soy un Dios de Amor, Yo Soy un Dios de Bendiciones, Yo Soy un Dios de Vida, y satanás es todo lo contrario y, si es todo lo contrario, Mis pequeños, si no os gusta sufrir, si no os gusta morir de hambre o morir en manos de vuestros mismos hermanos, ¿por qué os mantenéis obstinadamente en el mal?
  • Recordaréis vuestra vida y ofreceréis los dolores y molestias que vendrán para purificar la maldad que produjisteis a lo largo de vuestra vida, y eso os llevará a un bien supremo.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Seguid pues adelante, Mis pequeños, manteniéndoos unidos a Mí en vuestro interior y, aunque las tormentas, las heladas, el frío se venga sobre vosotros, no temáis, Yo os estaré protegiendo.
Hijitos Míos, cuando el viento arrecia, cuando las nevadas caen, vosotros, intuitivamente, os metéis en vuestro hogar, no salís por el frío, por el peligro que hay afuera y os mantenéis en el calor del hogar, con vuestra familia, con vuestros seres queridos. Os prevengo, Mis pequeños, porque ya estáis a punto de los grandes fríos, pero el gran frío de la soledad, de la falta de Fe, de la falta de Amor, de la maldad que existe a vuestro alrededor. Estos son tiempos, como os he venido anunciando, de que entréis en el calor de vuestro corazón, en donde Yo habito, en donde Yo os doy ése calor de familia, ése calor Paterno, que os va a mantener fuertes para soportar los fríos exteriores, o sea, la maldad que se vendrá sobre toda la humanidad.
Mis pequeños, vosotros, los que habéis entendido y buscado Mis Palabras y Mis Enseñanzas, entrad ya a vuestro interior, acompañadMe, dadMe también vuestro calor y así, unidos, que sea un calor que también alimente a muchos que están viviendo el frío y la soledad de la falta de Amor y la falta de Fe que hay en sus corazones.
No temáis, Mis pequeños, a todo lo que vendrá, porque Yo estaré con vosotros. Os he dicho que Yo cuido a los Míos y, especialmente a aquellos que Me están dando entrada en su corazón y que están recibiendo Mi Calor de Padre, que son Mis Enseñanzas, que es Mi Misma Vida en vosotros. ¡Cuánta alegría Me dais vosotros, Mis pequeños!, porque puedo encontrar corazones que Me aman, veo que todavía hay almas que se han entregado a Mí y el recibimiento, dentro de vuestro corazón, Me causa la alegría que muchas, muchas otras almas no Me dan.
Os agradezco, Mis pequeños, vuestro amor, vuestras delicadezas, el dejarMe realmente vivir en vuestro interior, compartiendo lo vuestro Conmigo que, ciertamente, Me merezco todo, porque Soy vuestro Dios y todo lo que tenéis Yo os lo di, pero hay tan pocas almas que se dan cuenta de esto, todavía creen que su trabajo les dio todo lo que tienen, y ¡qué equivocados están!
Seguid pues adelante, Mis pequeños, manteniéndoos unidos a Mí en vuestro interior y, aunque las tormentas, las heladas, el frío se venga sobre vosotros, no temáis, Yo os estaré protegiendo, la maldad quedará por fuera, Mi Amor, estará en lo más profundo de vuestro corazón, cuidadMe, dadMe todo vuestro tiempo y vuestra vida, porque Yo os voy a dar la Mía en toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Grandes Bendiciones, grandes cosas se os avecinan, pero debéis dejarMe actuar a Mí, vuestro Dios, os lo suplico, Mis pequeños, porque Soy un Padre amoroso.
Hijitos Míos, ciertamente éstos son tiempos de Misericordia, son momentos de Caridad, son momentos de las Bienaventuranzas. Os he dicho que de un mal siempre va a surgir un Bien. Vosotros vais a tener un cambio en cuerpo y alma, pero para poder tener éste cambio, os tenéis que desprender del hombre viejo y eso duele, Mis pequeños, porque estáis muy arraigados a lo que existe, a lo que habéis venido viviendo, no estáis acostumbrados a vivir en ésa Gracia, en ése Amor tan grande que brota de Mí, vuestro Dios. Os habéis vuelto más del mundo y menos de Mí y, ahora es tiempo de que iréis perdiendo todo aquello que es del mundo y que os ha arraigado al mundo. Os he dicho que vosotros debéis volar hacia Mí, pero tenéis demasiado lastre, que os está deteniendo para que vengáis hacia Mí, pero sobre todo, os falta mucha Fe y confianza en lo que Yo os estoy preparando.
Cuando se os ha dicho que seáis como niños, es para que vosotros os dejéis mover por Mi Gracia libremente, que no Me pongáis obstáculos. Si realmente hubierais actuado así, así, desde hace tiempo ya habríais recibido todos Mis regalos, ya habríais recibido el cambio que tendréis y, además, no hubiera sido doloroso, porque es más doloroso cuando vosotros os oponéis y no dejáis actuar Mi Gracia sobre vosotros. Cuando os movéis en libertad de actuación, dejándoMe a Mí moldearos nuevamente, todo se hace más fácil, menos doloroso, porque no estaréis viviendo en la maldad en la que ahora estáis viviendo.
Mis pequeños, ¡cómo quiero que viváis en la santidad!¡cómo quiero que viváis ya el Cielo en la Tierra!, pero eso depende de vosotros, Mis pequeños, Me debéis dejar actuar en total libertad. Os imagináis vosotros demasiadas cosas. Vosotros no os movéis en la santidad, no os movéis en la Pureza, no os movéis en la Vida Santífica a donde os quiero llevar. Ciertamente estáis afectados por el Pecado Original, pero Yo puedo modificar vuestro cuerpo y vuestra alma y vais a tener ése cambio por Mi Gracia y por los Méritos de Mi Hijo.
Grandes Bendiciones, grandes cosas se os avecinan, pero debéis dejarMe actuar a Mí, vuestro Dios, os lo suplico, Mis pequeños, porque Soy un Padre amoroso. Se os hace raro el que Yo os pida con súplica vuestro cambio, pero ¿qué no hace un padre o una madre por los hijos para que éstos estén en el Bien? Hasta dan su propia vida para protegerlos del mal y Yo os estoy ahora tratando de proteger del mal que os rodea.
Si vosotros entendierais mejor todo esto, Mis pequeños y si realmente vierais el mal que os rodea y el que se va a venir sobre vosotros fuertemente, si no hacéis un cambio de vida, entonces comprenderíais por qué os estoy suplicando. ¡Cambiad, Mis pequeños!, venid a Mí, es por vuestro Bien, no os quiero perder eternamente, porque satanás os quiere destruir, quiere destruir Mi Obra, quiere destruir la Creación entera. Regresad pues, Mis pequeños, os amo de todo Corazón.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Con todas las mentiras, falsedades que se vendrán pronto, para querer borrar Mi Santa Presencia y Mi Santo Nombre en todo el mundo, si no habéis tenido una instrucción espiritual que os proteja, sucumbiréis fácilmente.
Hijitos Míos, una de las cosas que más le molesta a satanás, es Mi Nacimiento, el que Yo haya venido al mundo y el que Yo haya traído la Luz que fuera disipando las tinieblas que él había sembrado por doquier. Soy la Luz del Mundo y os vine a enseñar cómo debíais transmitirla también vosotros. Os vine a regalar Mi Luz, para que vosotros también fuerais Luz en las tinieblas que os rodean.
Por todos lados hay tinieblas, Mis pequeños, por todos lados hay maldad, pero Mi Luz, que es Mi Amor, que son Mis Gracias y Bendiciones, pueden acabar fácilmente con la maldad de satanás. Él ataca a todos los que están en la Luz, pero tarde o temprano la Luz se dará, porque él ya no podrá atacar tanta Luz, que irá quitándole poder. Es por eso, Mis pequeños, que os volváis Luz en estos tiempos.
Se vuelve a recordar, en pocas semanas, la fiesta, la gran fiesta del Cielo, de la Tierra, del Universo entero, en que Yo, vuestro Dios, Me encarné para estar entre vosotros pero, por otro lado, Mis pequeños, como es una fiesta tan grande, que satanás, en su maldad, no quiere que se recuerde, irá tratando de destruir todo recuerdo Mío e impondrá su maldad, pero cubierta con una aparente felicidad y, de eso debéis tener cuidado, Mis pequeños, porque nadie debe opacar Mi Santo Nombre. Yo Soy vuestro Dios y no hay nada que deba de estar sobre Mí, pero él tratará de hacerlo y os engañará, Mis pequeños.
Ya os ha ido quitando la devoción y el amor a Mi Santo Nombre, a Mi Santa Presencia entre vosotros. Muchos de vuestros hermanos no han tenido ni lo básico de una educación espiritual, que se les da desde pequeños a todos vosotros. Es una tristeza, Mis pequeños, que éstos niños, quizá ahora jóvenes o adultos, no hayan tenido una vida espiritual que los fuera protegiendo a lo largo de su vida. Las almas necesitan alimento, todas las almas necesitan crecer, como también crece el cuerpo. Vosotros, cubrís vuestro cuerpo para protegeros de las inclemencias, os alimentáis para que estéis sanos, os protegéis de muchas formas contra las enfermedades y vuestra alma, ¿qué recibe, Mis pequeños, si estáis tan alejados de Mí? ¡Tantas y tantas almas que están raquíticas, que están débiles, que no tienen cómo protegerse contra los ataques de satanás y caen!, caen fácilmente ante los errores que él os pone continuamente.
Ahora, imaginad con todas las mentiras, falsedades que se vendrán pronto, para querer borrar Mi Santa Presencia y Mi Santo Nombre en todo el mundo, si no habéis tenido una instrucción espiritual que os proteja, sucumbiréis fácilmente a sus artimañas, a sus mentiras, e iréis por caminos equivocados, que os podrán llevar a la condenación eterna.
Vosotros, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, orad, orad por vuestros hermanos, que no tienen ésa protección espiritual, pero vuestra oración e intercesión, se las dará. Son vuestros hermanos, sois familia y debéis protegerlos, porque si hay amor en vuestro corazón y compasión por éstas almas débiles, debéis cuidarlas, debéis protegerlas, debéis reforzarlas, para que no caigan en manos del enemigo. Es tiempo de Caridad y tiempo del Amor que se debe dar en todos los corazones.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo Soy un Dios de Amor, Yo Soy un Dios de Bendiciones, Yo Soy un Dios de Vida, y satanás es todo lo contrario y, si es todo lo contrario, Mis pequeños, si no os gusta sufrir, si no os gusta morir de hambre o morir en manos de vuestros mismos hermanos, ¿por qué os mantenéis obstinadamente en el mal?
Hijitos Míos, los grandes de la Tierra, los poderosos, los que mandan en los gobiernos, los que se han vuelto instrumentos físicos de la maldad de satanás, se han confabulado para tratar de destruir a la humanidad entera, a quitaros todo aquello que Yo os he dado, a llevaros a una destrucción espiritual, moral, física. Satanás sabe que su tiempo ya terminó y está utilizando toda su fuerza para tratar de destruir cuantas almas pueda, porque él os tiene odio porque, vosotros, Mis pequeños, todavía podéis triunfar, llegar al Reino de los Cielos y gozar eternamente Conmigo, él ya no puede, recuerda el Bien que tenía y no quiere que vosotros lo poseáis, él os quiere alejar de Mi Bien Divino y va a tratar de utilizar toda su fuerza a través de los poderes del mundo.
Os he dicho que la maldad ya os rodea, pero el peor mal, Mis pequeños, son las luchas fraternas, es la matanza de unos y de otros, porque él sabe que eso Me molesta mucho, que Me duele mucho ver cómo vosotros, como hermanos, os hacéis daño los unos a los otros, os quitáis vuestros bienes, os quitáis la vida en luchas fraternas.
Os tratará de atacar quitándoos lo material, porque él sabe que estáis muy arraigados a lo material y si vosotros perdéis de lo material que tenéis, trataréis de quitarle a vuestro hermano de lo que él tiene, y esto ya lo estáis viendo a vuestro alrededor.
Estáis viendo cómo muchas naciones están perdiendo su economía, y empiezan los problemas fraternos. Los alimentos escasearán y cuando hay hambre, Mis pequeños, perdéis la razón, no respetáis ninguna ley, matáis hasta por un mendrugo de pan y por eso está causando tantos desastres en vuestras cosechas, en vuestros ganados, en vuestros alimentos, para que os destruyáis los unos a los otros.
Cuánta maldad tiene satanás y no queréis ver esto, Mis pequeños, os he tratado de prevenir durante años y no habéis querido detener todo éste mal al volver a Mí, y a respetar Mis Mandamientos, a respetar Mi Amor.
Sí, veréis a vuestro alrededor mucha maldad, luchas fraternas, y vosotros debéis orar para que todo se detenga. Ciertamente, estos son tiempos de cambio, pero el cambio se debe hacer hacia el Amor. Satanás, os está llevando a un mal mundial, pero recordad, que Yo nunca os abandono y que siempre, de un mal que él provoca, saldrá un Bien que os fortalecerá y elevará vuestra espiritualidad. Pero necesito de vosotros, necesito de vuestro optimismo y con esto os quiero decir, que no perdáis en ningún momento la Fe en Mí, vuestro Dios. Yo sé que vuestro cuerpo necesita alimento y también sé que vuestra alma es la que necesita más alimento, por eso, os he dicho, que así como se os vaya quitando de lo material, vosotros iréis creciendo en lo espiritual, pero debéis estar consientes de esto, pero además, debéis respetar Mi Voluntad. 
Si vosotros Me permitís, a Mí, purificar vuestra vida pasada, limpiar todo el mal que habéis hecho, os podré llevar fácilmente a un futuro bellísimo, que no conocéis, pero vuestro corazón empezará a anhelar, lo pondré en vuestro corazón. Yo pondré en vuestro interior algunos de éstos regalos que os enamorarán y que buscaréis, desde ése momento, y desearéis tener más.
Yo Soy un Dios de Amor, Yo Soy un Dios de Bendiciones, Yo Soy un Dios de Vida, y satanás es todo lo contrario y, si es todo lo contrario, Mis pequeños, si no os gusta sufrir, si no os gusta morir de hambre o morir en manos de vuestros mismos hermanos, ¿por qué os mantenéis obstinadamente en el mal? Haceos ésta pregunta, Mis pequeños,  llevadla a vuestro interior y meditadla muy bien, ¿por qué os mantenéis en el mal, os rodeáis de él, lo aceptáis cuando os está llevando hacia lo que no deseáis?, o ¿acaso os da vergüenza vivir en el Bien, buscar el amor y vivir como verdaderos hermanos? Vosotros mismos os estáis acarreando ése mal, detenedlo y buscad Mi Bien. Yo os ayudaré a que alcancéis el Bien que os he prometido, pero poned de vuestra parte, destruid la maldad de satanás, cambiando vuestra vida hacia el Bien y nada os faltará, os lo prometo, Mis pequeños. La felicidad volverá a vosotros, seréis libres, porque satanás os lleva a encadenaros y a que vosotros no tengáis ésa libertad que Yo deseo para cada uno de vosotros. Mi Bien es para todos, buscadlo y veréis lo que Yo puedo hacer en vuestra vida.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Recordaréis vuestra vida y ofreceréis los dolores y molestias que vendrán para purificar la maldad que produjisteis a lo largo de vuestra vida, y eso os llevará a un bien supremo.
Hijitos Míos, parece difícil aceptar lo que os voy a decir, pero es para vuestro bien, debéis estar alegres en éstos momentos de tribulación. Ya os había dicho, hace tiempo, que ésta tribulación tenía que venir, pero que no os fijarais en ella, sino que os fijarais y esperarais los momentos grandes y bellos que tendréis después de ella.
Esto es similar al parto, el parto es doloroso, pero siempre esperando a ver la creaturita, a ése bebé que nacerá que será una sorpresa para los padres, pero que lo esperan con tanta alegría y, al verlo que nace, se olvida el dolor y nace grandemente el amor, un nuevo amor por esa creaturita. Ese regalo, tuvo una donación total, tuvo sacrificio de varios meses, tuvo dolores y momentos de alegría al sentir su movimiento en el vientre.

Mis pequeños, se está acercando para vosotros el momento del final del parto, cuando es más doloroso, pero, también, cuando sabéis que viene algo muy bello, que tanto os he prometido.
También son momentos de purificación por los dolores que se han de pasar. Recordaréis vuestra vida y ofreceréis los dolores y molestias que vendrán para purificar la maldad que produjisteis a lo largo de vuestra vida, y eso os llevará a un bien supremo. Serán tiempos de arrepentimiento, de haber desperdiciado el tiempo que Yo os concedí para producir un Bien aquí en la Tierra, para que os pudierais ganar el Reino de los Cielos, por eso os repito, éste tiempo es de purificación, que os debe dar alegría porque, gracias a éste tiempo de dolor, tendréis mucho tiempo de alegría posterior.
Así pues, os repito, aceptadlo y agradecedlo, para que podáis ganar Mis Bendiciones.
Gracias, Mis pequeños.


www.diospadresemanifiesta.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario