jueves, 6 de enero de 2011

Mensaje de la Santísima Virgen María - 27 de Diciembre de 2010

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU HIJA AMADA LUZ DE MARÍA

27 DE DICIEMBRE DE 2010





Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:


LA ORACIÓN ES BÁLSAMO ANTE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.
EL PUEBLO QUE ORA UNIDO ES PODEROSO.
RECIBE LA MISERICORDIA DIVINA.

Les bendigo constantemente.
Les aliento  a continuar el camino de la conversión.
Les renuevo Mi llamado a la oración, ofrecida por toda la humanidad.
¡Cuánto palpita Mi Corazón al mirar al hombre indiferente a cuanto acontece!
Las señales no se hacen esperar. Suceden unas tras otras, sin descanso en su afán de alertarles.
La creación se ha unido con su fuerza para mostrarle al hombre su poder. Hijitos, el lamento será generalizado.

La tierra ya no dará sus frutos, el hombre padecerá hambruna. La tierra se cierra a quienes le han envenenado.

Amados, el agua, con agua se unirá, desplazando la tierra que cede gustosa. La tierra desea limpiarse de cuanto pecado le ha colmado el hombre y se sumergirá para renovarse.

Hijos, no desprecien Mis llamados. Yo les conduzco a Mi Hijo.

La violencia se impone en el hombre, sacudido por la desesperación.

Oren por Chile, la muerte pasará;  oren por Mis hijos.
Oren por la Rivera francesa, lamentará en gran medida.
Oren por Europa: sufrirá, padecerá, lamentará.
Oren por Argentina, oren.

Amados Míos, la oración es bálsamo ante la Santísima Trinidad, el pueblo que ora unido es poderoso. Recibe la Misericordia Divina.

La Iglesia será nuevamente golpeada. Oren por Mi amado Vicario.

Hijitos, el cáliz amargo del padecer de la humanidad se ha vertido. Reparen, oren, conviértanse. Caminen en santidad, aunque les miren con desprecio.  Acumulen tesoros en el Cielo. Compartan la misma mesa en unidad y en fraternidad, amándose como hermanos que son.

Satanás ha infiltrado su veneno en el corazón humano, llevándole a padecer a causa de su propia mano, dándose muerte unos a otros. Los demonios socavan la mente del hombre,  le arrastran hacia los vicios para que éstos les consuman.

Los avances tecnológicos traerán una tragedia a la humanidad.

Hijitos, no caigan en la desesperanza. Mi Hijo les protege constantemente.

La esperanza de la vida eterna es luz para Mis hijos.

Los reyes de la tierra padecerán. Los humildes de corazón viven en santidad, apegados a las Escrituras y siendo cumplidores de la Voluntad Trinitaria. El amor de Mi Hijo  deja huellas de vida eterna en quienes se acercan con verdadero arrepentimiento y deseos de conversión.

El sol brillará con mayor intensidad, causando dolor. Bajo la sombra de Dios el hombre descansará.
Unidos, mantengan la lámpara encendida.  El aceite que rebose para que la luz no falte.
Les bendigo. Mantengan  la fe  cual bandera que ondula en lo alto del Cielo.

Les amo.
Queden en Mi Paz.

Les amo.
Mamá María.

AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.


COMENTARIO DEL INSTRUMENTO SOBRE EL MENSAJE
                                                                                                               
Hermanos (as):

HUMILDAD, SENCILLEZ DE CORAZÓN, FRATERNIDAD, AMOR ENTRE HERMANOS, SON REGLAS  SIN LA CUALES LA HUMANIDAD NO TENDRÁ FUTURO.

Una Madre que lleva en su Seno a cada uno de los hombres y no deja de llamarles a la conversión para que ninguno se pierda.

Una Madre que previene a Sus hijos, sobre el destino que les sobreviene, pero a la vez, da las pautas para aminorar la intensidad de cuanto se avecina.

Humildad, sencillez de corazón, fraternidad, amor entre hermanos, son reglas sin las cuales la humanidad no tendrá futuro.

La mente humana, utilizada por el demonio, es vencida por la dureza del corazón insensible que se ha entregado a los vicios;  entre ellos, el de la carne que extermina la familia, base de la sociedad.

La tecnología es utilizada para la superación que ha llevado al hombre a caer en lo más bajo. Esta será mañana el verdugo.

El agua buscó a la tierra para lavarla del pecado del hombre. En este instante, es la tierra la que busca el agua para sumergirse y no mirar el padecer humano.

Nuestra Madre  nos da una regla, sin la cual, el cristiano no puede llamarse cristiano: ÁMENSE COMO HERMANOS, OREN UNOS POR OTROS.
Amén.

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