jueves, 20 de octubre de 2011

Sep 25_11 Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.

Rosario vespertino
Temas:
  • Os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo.
  • Siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra.
  • Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.
  • No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad.
  • Estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo, Dios Espíritu Santo, y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo.
(Lenguas…) Hijitos Míos, os pido que diariamente os cubráis con Mis Gracias, os cubráis con Mi Protección, os cubráis con Mi Vida, os cubráis con la Sangre de Mi Hijo, os lo digo, Mis pequeños, porque así como Yo os debo cubrir, y os cubro de hecho y os protejo, también satanás, continuamente está tratando de destruir las almas; trata de destruirlas con sus poderes satánicos. Ya os he dicho que estáis viviendo una gran lucha espiritual entre las Fuerzas Celestiales y las del maligno, y por eso debéis vosotros cubriros continuamente con todas las Gracias que provienen del Cielo, para destruir, no solamente para vosotros, toda la maldad con la que satanás os trata también de cubrir y destruir sino, también, a los vuestros.
Os he ido preparando, Mis pequeños, he ido preparando grupos alrededor de la Tierra, para que vayáis protegiendo, en cada lugar del mundo, a los vuestros, a vuestras ciudades, a vuestras iglesias, a todo lo que esté presente ante vosotros y que Me pertenece a Mí.
Mis pequeños, la lucha se va a ir acrecentando, los poderes del Infierno van a parecer, en un momento dado, superiores a Mis Bendiciones, pero recordad que lo que viene de Mí, lo que es Mío y los que son Míos, se mantienen en humildad, en sencillez, escondidos ante el mundo y, ahora sí, el mundo va a ser prácticamente de satanás.
Vosotros, los que estáis Conmigo, lo entendéis y por eso os he llevado hacia la sencillez, hacia la humildad, hacia la oración profunda, porque es ahí en donde vosotros vais a tener una gran fuerza espiritual, porque vosotros Me tendréis a Mí, vuestro Dios, en vuestro corazón, mientras que los que no están Conmigo, tienen a satanás en su carne, en lo exterior, en lo que es del mundo y lo que es carnal no tiene la fuerza de lo que es espiritual.
Entended pues esto perfectamente bien, Mis pequeños, porque vuestra vida, de ahora en adelante y cada vez más fuerte y quiero que Me lo pidáis, debe ser una vida espiritual y profunda, para que podáis tener ésa fuerza, con la que no solamente lucharéis, sino venceréis las fuerzas de satanás.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra.
Hijitos Míos, lo que es del mundo pertenece al mundo y da frutos para el mundo. Lo que es Mío, lo que es de Dios, da frutos para Mí.
Ciertamente vivís en el mundo, pero vuestros frutos son espirituales, Me transmitís a Mí, porque estáis llenos de Mí.
Ciertamente os reconocéis, los que vivís en el mundo y para el mundo, con los que vivís para Mí, para vuestro Dios, para dar vida espiritual. Sois como el agua y el aceite, no os podéis juntar, por eso os he dicho que en este momento se va a ir separando la humanidad y seréis apartados como el trigo y la cizaña. El agua y el aceite no se mezclan, se repelen, así estará la humanidad en breve pero, ciertamente, como estáis viviendo en el mundo pero no para el mundo, vosotros, los que sois Míos, seréis rechazados, como ya lo venís sintiendo de un tiempo para acá.
Satanás es del mundo, y ataca a todo aquél y todo aquello que no es del mundo. Os tratará de apartar, de destruir, porque su poderío se va engrandeciendo y quiere hacer ver, a los que le pertenecen, que él es realmente el que tiene el poder en el mundo y por eso veréis como que las fuerzas del mal serán superiores al Bien que viene de Mí.
Muchos de vuestros hermanos no sabrán qué hacer, dudarán y ahí es donde vendrá la Gran Confusión porque, como en la antigüedad, el pueblo judío quería un líder y eso era lo que veían en un Mesías que vendría, a vencer a aquello y aquellos que estaban en contra de su vida, de sus ideales. Satanás se ha encargado de llevar a la humanidad a otros ideales, muy contrarios a lo que Yo quiero que seáis, Mis pequeños.
El mundo acepta fácilmente el mal, porque es más fácil, se le permite todo, no tenéis que luchar contra vosotros mismos.
En cambio, aquellos que Me pertenecen, es una continua lucha contra las fuerzas del mal, contra todo aquello que ha sembrado en los corazones satanás, el ángel caído. Aquél que Me pertenece, vive para Mí, buscando que sus hermanos también vengan a Mí; el que vive para satanás, se da cuenta que cayó, no desea levantarse, goza en su maldad y quiere llevar a otros a vivir también en la podredumbre, en la cual, ya viven ellos.
Satanás perfectamente conoce a las almas que están Conmigo y las atacará y, de hecho, lo está haciendo ya, a través de aquellos que le siguen. Ya veis a vuestro alrededor cómo va decayendo la espiritualidad a todos niveles. No hay moralidad, no hay respeto, no hay vida espiritual, no hay hermandad, se han perdido tantos valores y no deseáis restituirlos. Los que estáis Conmigo, sufrís, porque estáis viendo que toda esta podredumbre se está dando a todos niveles: en los gobiernos, en la Iglesia, en las familias, en la sociedad, en vosotros mismos.
No os dejéis vencer, Mis pequeños, luchad contra lo que es del mundo, dejad que Yo, vuestro Dios, os purifique, os santifique. Tenéis la Fuerza de Mi Hijo, Él caminó por el mundo, luchó contra el mundo y lo venció, si pedís Su ayuda, lo podréis lograr también vosotros, Mis pequeños, pero debéis estar consientes en que deberéis vivir una vida ejemplar, como la de Mi Hijo, que deberéis luchar contra el mundo y sus pasiones, contra su libertinaje y su maldad, no os deberéis dejar que os guíe lo que es malo y no os apoyéis en él. Rectitud ante todo, Mis pequeños y eso es difícil, ahora que veis un mundo corrompido, pero debéis luchar contra ello, Mis pequeños, se puede vencer al mal, ciertamente no con vuestras fuerzas, sino con Mis Fuerzas, Fuerzas Divinas que os están apoyando y os están llevando hacia el Bien.
Apoyaos continuamente en Mí, vuestro Dios y cuando la maldad parezca que os cubre y no os da ya ningún respiro, llamadMe, implorad Mi Presencia y ahí estaré, Mis pequeños, aunque ciertamente nunca os abandono, pero Yo quiero que estéis consientes, sobre todo, cuando Me llamáis, porque vosotros no vivís en la perfección, sois todavía niños que os distraéis con tantas cosas y que os dejáis llevar por todo aquello que brilla, aunque sea falso.
Cuando vosotros ponéis toda vuestra voluntad y entendimiento para llamarMe, Yo Me hago patente en vuestra vida, os repito, siempre estoy con vosotros, pero al momento en que Me llamáis, vosotros ponéis vuestra voluntad a actuar y eso es lo que Me alegra, Mis pequeños, que seáis consientes de llamarMe, de vivirMe, y apoyaros y en Mí.
Os amo tanto, Mis pequeños y quiero que estemos siempre juntos, Yo no Me separo de vosotros, ¿trataréis vosotros de ya no separaros de Mí? Os lo agradeceré, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Espíritu Santo.
Sobre: Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual.
Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Espíritu Santo, Mis pequeños, (Lenguas…) Os quiero llevar, Mis pequeños, a la saciedad espiritual. Vosotros aún no conocéis lo que es ésta vida espiritual que Yo os quiero conceder, pero llenaros plenamente de ella; es una vida de Cielo, Mis pequeños, una vida de Amor Pleno.
Esta saciedad espiritual, a la que os quiero llevar, ciertamente, se dará en diferentes niveles, de acuerdo a vuestra espiritualidad, de acuerdo a vuestro amor, el que tenéis en vuestro corazón, el que dais a vuestros hermanos, pero ésta saciedad espiritual, consistirá en que no envidiaréis lo que el hermano tiene, porque estaréis colmados de Mi Gracia, así como cuando coméis y os saciáis y si se os ofrecen manjares suculentos extras, ya no los queréis, porque estáis saciados y así será, en éste nuevo tiempo por venir. Los que estéis bajo la Gracia de la Santísima Trinidad, en estos Cielos Nuevos y Tierras Nuevas que albergarán a las almas escogidas, a la buena semilla, a la que da buen fruto, la que iniciará una nueva era de amor en Dios, en el Amor Divino, seréis saciados, Mis pequeños, en Virtudes, en Amor, en hermandad. El mundo viejo ya no se presentará ante vosotros, su corrupción, su maldad, sus pecados, será un pasado para vosotros. Tal será la belleza espiritual que Yo os concederé, que no querréis voltear hacia atrás.
Ciertamente comprenderéis el pasado de pecado que hubo, pero el vivir ésta Gracia nueva, ésta vida nueva que se os concederá por Nuestra Gracia, por Nuestro Amor hacia vosotros, hará que vosotros veáis hacia el frente. Se os ha dicho que el Amor y sus frutos, son dinámicos, no los podéis detener, cuando ya los poseáis, querréis transmitirlos a los demás. A aquellos que veáis que no los poseen, será para vosotros un gozo inmenso transmitir lo que tendréis.
Estos serán tiempos de una hermandad Celestial aquí en la Tierra. Gozaréis lo que tanto se os ha prometido y lo agradeceréis de corazón, porque no os imaginabais tanta belleza, tanto Amor, tanta dulzura de vuestro Dios hacia vosotros. El pecado y la maldad que os rodean, no permiten que vosotros gocéis lo que es verdaderamente puro, espiritual. La maldad ha contaminado todo, vuestra espiritualidad deja mucho qué desear. Ciertamente se os concede a momentos, vivir destellos de ésta espiritualidad pura y es cuando vivís los éxtasis de Amor, que gozáis inmensamente, aunque sean pequeñitos.
Imaginad pues, Mis pequeños, el vivir en un éxtasis continuo, porque tendréis la Presencia Divina en vosotros, y a vuestro alrededor, a través de la donación que tendréis cada uno de vosotros viviendo como pueblo de Dios, será cuando entenderéis lo que se os dice en las Escrituras: “el pueblo de Dios”, porque tendréis ésa semejanza espiritual que gozaréis cuando os dé la plenitud a la que estáis llamados, plenitud espiritual que debéis desear ya desde ahora, porque es un regalo inmenso que se os ha prometido y que se os dará, Mis pequeños.
Agradeced infinitamente, a Nuestra Santísima Trinidad, estos regalos tan grandes que se os darán a cada uno de vosotros que, aunque pequeñitos sois, vuestro amor se engrandecerá cuando os unáis perfectamente a Nuestra Voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad.
Yo, Esclava del Señor, Pequeña Servidora de Nuestro Dios, Alabada por los santos ángeles, revestida por las Gracias de la Trinidad, Hermosa por las Virtudes con las que Me revistió Nuestro Dios y Señor. Vida Divina en Mí, porque Su Sierva Soy, grandes cosas ha hecho Mi Dios y Señor en Mí, Su Esclava y sigo Su Voluntad, no pregunto, acepto, obediente Soy a las órdenes de Mi Señor. En Mí rige Su Voluntad, en Mí se manifiesta, Su Amor y en Mi Pequeñez, se da Su Grandiosidad. Pequeña Soy y quiero seguir permaneciendo así, ante la Voluntad de Nuestro Dios y Señor.
Mis pequeños, Soy vuestra Madre, Madre de todo el género humano, Yo os cuido y os protejo, porque pertenecéis a Nuestro Dios.
Os amo, sois tan frágiles, Mis pequeños, dañáis tanto el Corazón de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, pero antes de que lleguen vuestros pecados y vuestra maldad a Nuestro Dios, os disculpo y trato de que vuestras faltas no dañen tanto al Corazón de Nuestro Dios.
Una madre hace esto y más, Mis pequeños, por sus hijos, para no molestar a su padre, a quien tanto le deben.
He ido alrededor del mundo, he visto tantas cosas que vosotros hacéis, Mis pequeños, que dañan tanto el Corazón de Nuestro Dios. He detenido Su Brazo de Justicia por mucho tiempo, porque os sigo disculpando, pero ya la maldad del mundo ha sobrepasado Su Divina Misericordia y por eso el tiempo de Justicia está ya sobre vosotros, pero con esto, Mis pequeños, no estoy anunciándoos desastres sin sentido, destrucción sin algún fin, el mal ha contaminado al Bien que se os dio, empezando con vuestra alma, que es un Bien inmenso que vosotros no apreciáis, porque al decir “alma”, Mis pequeños, es decir capacidades inmensas que, ciertamente, no conocéis en totalidad, pero que por Fe debierais cuidar y aceptar, porque cuando vuestra alma se libere de la maldad en la que ahora estáis viviendo, conoceréis las Potencias que ella tiene.
Ciertamente, como dice la oración, estáis viviendo en un valle de lágrimas, habéis venido a liberar al mundo, del mal al que cayó, con el Bien que se os enseñó, pero no habéis hecho vuestro mayor esfuerzo y el mal ha crecido demasiado y esto no puede seguir así, Mis pequeños, porque si se le permite, os ahogará y os destruirá y Nuestro Dios y Señor, Nuestro Creador, quiere lo mejor para vosotros. Su Divina Justica se dará, pero para destruir el mal, que hay a vuestro alrededor y que hay en vuestro interior. Cuando cometéis un mal, se os da un castigo para que os arrepintáis de él y no lo volváis a hacer, os habéis ganado el castigo, pero después de vuestro arrepentimiento, nuevamente la Gracia de Nuestro Dios os abrasará, os perdonará y os elevará a niveles inimaginables para vuestras almas, que ahora, esclavizadas están por el pecado.
Orad pues, Mis pequeños y arrepentíos de corazón de vuestros pecados y orad por los pecados de vuestros hermanos que tanto dolor han causado al Corazón de Nuestro Dios, a quien solamente Le debéis amor, respeto, vida. Caísteis en la muerte, en la muerte espiritual, porque la aceptasteis y la alimentasteis, no luchasteis contra el mal que os rodeaba y, así, la humanidad se ha ido destruyendo poco a poco, hasta llegar a lo que ahora veis a vuestro alrededor y en vuestro interior.
Vosotros mismos, los que aún tenéis discernimiento en vuestro corazón, os dais cuenta de ello, éste mundo ha caído tanto en la maldad, que ya no podéis vivir en él y Me refiero a vida espiritual, porque vivís atacados continuamente por todo aquello que os rodea y por muchos de vuestros hermanos que también os rodean, que ya se han contaminado y que se han dejado seducir fácilmente por satanás.
Este mal se puede detener y destruir, si vosotros cambiarais de vida y con sincero corazón os arrepintierais, como Yo Me di en totalidad a Él. Los verdaderos hijos entienden lo que la Madre les dice, porque la Madre les enseña, desde pequeñitos, lo que tienen que hacer.
Sed humildes y sencillos, sed dóciles a la Palabra y a la Voluntad de Nuestro Dios, servid a vuestros hermanos, sed ejemplo ante el mundo de las Gracias, de las Bendiciones y Dones que Nuestro Dios, en su Santísima Trinidad, os ha concedido. No escondáis la lámpara debajo de la cama o en el closet, vosotros sois lámparas que debéis salir ya, a alumbrar al mundo que está en obscuridad, que ha escogido el mal y al que le debéis decir, con vuestra presencia, con vuestra palabra, con vuestro ejemplo, que todavía hay Luz y ésa Luz está en vosotros y, por eso, deberéis iluminar a los que están a vuestro alrededor para que os sigan, porque vosotros estáis en Dios, vosotros llevaréis a vuestros hermanos, con vuestra vida de ejemplo, a encontrar al Verdadero Dios que debe guiar sus vidas, al Verdadero Dios que es el Dueño de vuestra existencia.
Venid pues, Mis pequeños y dejad que vuestra Madre os siga guiando, os siga protegiendo, siga intercediendo por vosotros. Implorad Mi Presencia en vuestra vida y en la de los vuestros, tenéis mucho qué hacer, pero Yo estaré con vosotros, os protegeré contra las fuerzas de satanás, que querrá apagar vuestra Luz, pero no podrá, porque es tiempo ya en que vosotros, los que sois Luz, tendréis una Fuerza descomunal que no podrá ser vencida por satanás. Es tiempo de que la Luz se dé a nivel universal, que se restaure todo lo que cayó por el Pecado y que regrese todo a la unidad, en el Amor de la Santísima Trinidad.
Rogad pues, Mis pequeños, junto Conmigo, a Nuestro Dios, que venga ya Mi Hijo a reinar sobre vosotros, que el mal quede encadenado, que el Bien sea vuestra verdadera vida.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
(Lenguas…) El Cielo entero canta: “Bendito el que viene en el Nombre del Señor, Bendito sea Nuestro Dios, que vendrá a Reinar sobre la Tierra, Bendito sea Su Santísimo Nombre, Bendita sea Su Presencia Divina que nos traerá la Paz, el Bien y el Amor a todos nosotros”.
El Cielo entero alabamos Su Santo Nombre, los ángeles y los santos, aquí en el Cielo, vivimos ya ése momento, lo gozamos.
Oh, Mis pequeños, Mis pequeños, grandes gozos tendréis sobre la Tierra, maravillas excelsas del Amor de Dios bajarán a la Tierra para llevaros hacia una nueva vida que gozaréis inmensamente. Los ángeles y los santos alaban Mi Santo Nombre.
Soy vuestro Dios y Redentor, Soy la Vida que ahora no tenéis, Soy vuestro Dios, que debo vivir en el corazón de cada hombre, porque vosotros debéis ser uno Conmigo, que como Dios, Soy uno con vosotros, cuando abrís vuestro corazón a Mi Voluntad, cuando Me dejáis vivir en plenitud en vosotros, os falta tanta Fe, Mis pequeños, para que os desarraiguéis de vosotros mismos.
Vuestros Primeros Padres quisieron vivir en su voluntad y se apartaron de Nuestra Voluntad y de esta forma perdieron todo lo que tenían. La soberbia, Mis pequeños, los destrozó y por eso os pido, Mis pequeños, volváis a la humildad y a la necesidad de ser uno con vuestro Dios.
Ellos se apartaron de ésa unidad y es el tiempo en que la humanidad tiene que entender que no podéis vivir apartados del tronco que os da vida, la Savia Divina que os da Verdadera Vida, que os da Sabiduría Santa, que os llena del Amor Infinito, con el cual podéis lograr todo.
Mis pequeños, vivir en el Amor, el Verdadero Amor, os concede Potencias, que la gran mayoría de vosotros no conocéis, ya que cuando vivís en el Verdadero Amor, hasta las mismas Escrituras os dicen que podréis lograr hacer grandes milagros.
Mover una montaña, Mis pequeños, es nada a lo que puede lograr el Verdadero Amor, con Milagros que se pueden dar al soltar vuestra voluntad pequeña a la Voluntad Infinita de vuestro Dios.
Os habéis arraigado demasiado a vuestro ser, a vuestras capacidades, a lo que conocéis, porque os falta Fe, confianza y seguridad en Mis Palabras y en Mis Promesas.
Queréis seguir viviendo en lo tangible y no os soltáis a lo intangible, que es la vida espiritual, pero que da frutos tangibles, visibles y bellísimos para vosotros y para vuestros hermanos.
Vivir en el Amor es una vida Divina a la que estáis llamados todos vosotros. Bajé a la Tierra para esto, Mis pequeños, para enseñaros cómo vivir el Verdadero Amor que se vive en el Reino de los Cielos.
No habéis querido entender, os di toda una Vida para que crecierais en Fe y dejarais lo tangible, pero seguís siendo ésos sujetos tercos, faltos de Fe y de confianza, almas pobres que prefieren vivir en esa mediocridad mundana y no en la riqueza espiritual a donde se os ha llamado para que viváis, ya desde la Tierra y luego eternamente.
Me habéis costado mucho, Mis pequeños, Mi donación fue por cada uno de vosotros y cuando Me despreciáis, Me duele tanto, porque Yo os veía a cada uno de vosotros, a lo largo de Mi Vida, durante Mis Dolores, durante Mi donación, durante Mi Muerte y Resurrección.
Vosotros mismos os sentís defraudados cuando tratáis de hacer un bien a un hermano vuestro y no se os agradece y hasta os desprecian por el bien que les hicisteis. Imaginad cómo Me siento Yo, en Mi Sensibilidad Divina y por millones de hermanos vuestros. Ese desprecio Me duele, Mis pequeños, Me di en totalidad por cada uno de vosotros y millones de vosotros Me despreciáis, no Me reconocéis como vuestro Salvador, no reconocéis Mi Amor por vosotros.
Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, estáis en el tiempo ya en que se os revelará directamente a vuestro corazón lo que he sido Yo, vuestro Dios, Jesucristo, para el bien de vuestra alma y de vuestra vida.
Orad, Mis pequeños por vosotros y por vuestros hermanos, para que ésta oportunidad que se os dará, sea fructífera y regresen muchas almas a Mí, con esto Me daréis un gozo inmenso. Mi Amor ciertamente soporta vuestra falta de amor hacia Mí, porque los padres siempre aman, a pesar del desprecio de los hijos.
Seguid pues luchando, Mis pequeños, por éste crecimiento de vida espiritual entre vosotros, por éste Amor que ha sido despreciado por multitudes, Mi Amor os ama y quiere lo mejor para vosotros. DadMe ése gozo como Yo Me doy por vosotros y gozo por aquellos que gozan Mi Donación que ha sido vuestra salvación.
Gracias, Mis pequeños.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Sep 22_11 Mi Amor debe purificar todo lo que satanás afectó y esto es, al Universo entero.



Rosario vespertino
Temas:
  • Cuando vosotros regresáis al Reino de los Cielos, vosotros llegaréis con diferentes niveles de espiritualidad y, con ello, también diferentes posiciones dentro del Reino de los Cielos.
  • Mi Amor debe purificar todo lo que satanás afectó y esto es, al Universo entero, porque el mal de satanás afectó a todo lo creado, a toda la Creación.
  • El hijo siempre se debe parecer al Padre y vosotros, todos vosotros sois Mis hijos y debéis transmitirMe a vuestros hermanos a través de vuestra presencia entre ellos.
  • Muy cerca estáis ya de la gran tribulación espiritual que tendréis, Mis pequeños, a nivel mundial, en donde satanás os tratará de engañar.
  • Os debéis dar por completo, como se dio Mi Hijo por vosotros, la remuneración que llegará a vosotros, será de Mi parte, será espiritual y será eterna.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Cuando vosotros regresáis al Reino de los Cielos, vosotros llegaréis con diferentes niveles de espiritualidad y, con ello, también diferentes posiciones dentro del Reino de los Cielos.

Hijitos Míos, como Padre que Soy de todos vosotros, Mi Gracia continuamente se está derramando sobre cada uno de vosotros y sobre la misión que a cada uno de vosotros os he asignado desde antes de que bajarais a la Tierra y tuvierais vuestra concepción.
Mis pequeños, para Mí valéis infinitamente, primeramente, porque es por Mi Amor que vosotros habéis sido creados y, si Mi Amor es Mi Esencia, vosotros sois parte de ésa Esencia y por eso os amo infinitamente como Yo Me amo a Mí infinitamente y por eso siempre os estoy cuidando y estoy buscando resolver todas vuestras necesidades, especialmente las espirituales, porque vosotros estáis solamente en la Tierra por un momento y vuestras necesidades materiales serán para ese momento de la eternidad. Vosotros sois Esencia Mía, Mi Esencia es Espiritual y es vuestra alma la que tiene que crecer en el ámbito de lo espiritual, pero equivocáis el camino cuando estáis en la Tierra y os dejáis llevar por los ardides de satanás, que os lleva hacia la mentira, hacia la maldad y os hace creer que vosotros necesitáis más lo material que lo espiritual y, así, la misión con la que vosotros ibais a ser grandes, después en el Reino de los Cielos por haberla cumplido satisfactoriamente, o quisiera Yo decir, perfectamente, por no aprovecharla, perdéis la oportunidad, porque perdisteis el tiempo en estar en las cosas del mundo y no creciendo en lo que os iba a dar Vida eternamente.
Sí, Mis pequeños, cuando vosotros regresáis al Reino de los Cielos, vosotros llegaréis con diferentes niveles de espiritualidad y, con ello, también diferentes posiciones dentro del Reino de los Cielos.
Os he hablado que en el Reino de los Cielos hay diferentes niveles de premiación y de acuerdo a lo que vosotros hayáis dado y permitido en vuestro corazón, es lo que os dará ésa posición después de que hayáis cumplido con vuestra vida terrena. Por eso, os vuelvo a repetir, deberéis estar más consientes de vuestra vida espiritual, para que deis vuestra máximo, porque ésta entrega que vosotros tengáis en la Tierra, será premiada en diferentes niveles en el Reino de los Cielos.
Buscad, pues, estar en los niveles más altos, cerca de Mí, vuestro Dios y veréis el gozo tan grande que recibiréis, que ahorita ni siquiera lo imagináis pero, en Fe, debéis actuar lo que Yo os pido, Mis pequeños. Luchad, que Yo os premiaré grandemente.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Mi Amor debe purificar todo lo que satanás afectó y esto es, al Universo entero, porque el mal de satanás afectó a todo lo creado, a toda la Creación.
Hijitos Míos, os quiero seguir hablando de Mi Amor. Vosotros, como os dije, fuisteis creados para traer amor a la Tierra. Vinisteis a luchar contra la maldad de satanás, vinisteis a sembrar amor donde existe odio, y maldad, contra todo aquello que no viene de Mí, sino del enemigo. Se os dieron dones, virtudes, capacidades venidas de Mí, vuestro Dios y todo ello para que vosotros primeramente crecierais en el Amor y, al estar llenos de Mi Amor, pudierais transmitirlo a vuestros hermanos.
Mi Amor debe purificar al Universo entero, no solamente a la Tierra en donde estáis viviendo ahora, Mis pequeños. Mi Amor debe purificar todo lo que satanás afectó y esto es, al Universo entero, porque el mal de satanás afectó a todo lo creado, a toda la Creación y la Creación es el Universo entero, junto con la Tierra, Mis pequeños, que, ciertamente, Adán y Eva estando en la Tierra, ellos causaron el mal al darse a satanás.
El mal no solamente se quedó en la Tierra, Mis pequeños, el mal afectó a la Creación entera y, os repito, es el Universo entero, todo lo visible e invisible, actualmente para vosotros, aquello que conocéis y aún lo que no conocéis, pero que Yo creé. Ahora os podéis dar cuenta del daño tan grande que provocó satanás y que ayudaron vuestros Primeros Padres para que se destruyera todo lo bello que Yo os había dado.
Cuando vosotros meditéis esto profundamente y Le pidáis a Mi Santo Espíritu, para que os ilumine y entendáis todo esto en profundidad, es cuando os daréis cuenta de cómo actúa satanás, él quiere destruir todo, todo lo que Yo creé para consentiros, para consentir al género humano, porque vosotros sois descendientes de vuestros Primeros Padres, aquellos Padres vuestros que Yo creé con un Infinito Amor y con un deseo grande de que llenaran, no solamente al mundo, sino al Universo entero de sus descendientes, pero el Pecado, éste Pecado tan grave, Original, que se cometió, destrozó la Obra que Yo tenía pensada para todos vosotros pero, ciertamente, no se va a detener, por eso envié a Mi Hijo, para ir preparando a la humanidad a su purificación, a través de la Redención, o sea, la salvación de todos vosotros, para devolveros la Gracia que se perdió por el Pecado Original.
Todo va a ser restaurado, pero para eso estáis vosotros aquí en la Tierra, Mis pequeños, para ayudar a Mi Hijo, para que vosotros ayudéis en la renovación de todo aquello que está dañado pero, para eso, os repito, primero os deberéis llenar de Mi Amor, de Mis Virtudes, de todo lo bueno que se os ha enseñado para que vosotros lo deis, porque nadie puede dar lo que no tiene en su mente ni en su corazón y para eso os he preparado, para que luchéis contra las fuerzas de satanás, no os deis por vencidos, Mis pequeños. Ciertamente satanás está tratando de debilitar vuestra fuerza espiritual pero, vosotros lo podréis contraatacar a través de la oración, como estáis ahora, con el rezo del Santo Rosario, con una vida espiritual de ejemplo, con una oración profunda siempre Conmigo, la vida en la Misericordia hacia vuestros hermanos con obras que realmente hablen de que vosotros estáis Conmigo, las buenas obras hacia vuestros hermanos necesitados, pensamientos sanos y bellos hacia los demás. Todo esto, todo lo bello tiene que salir de vuestro corazón, ciertamente, vosotros tenéis dentro de vuestro corazón el mal y el Bien por causa del Pecado Original, pero si vosotros empezáis a alimentar y a engrandecer ése Bien que tenéis dentro de vosotros, es como iréis cambiado todo, porque ayudaréis, también, a otros a que vayan pensando solamente en el Bien, porque verán vuestras obras, escucharán vuestras palabras, vivirán vuestra vida de ejemplo; pero si vosotros escogéis la parte mala, que tenéis también dentro de vosotros, y empezáis a hacerla crecer en lugar de ser buenas almas y ayudar a otras, al contrario, os destruiréis a vosotros mismos y destruiréis a todos aquellos que estén a vuestro alrededor y, además, daréis un mal ejemplo como ahora lo estáis viendo a vuestro alrededor, cómo, aparentemente, se está viendo más mal que Bien, porque estáis enriqueciendo ésa maldad que tenéis en vuestro corazón.
Las almas buenas se ganan el Reino de los Cielos, porque trabajaron en la parte buena que todos tenéis dentro de vosotros, las almas malas también se ganarán el Infierno porque hicieron crecer ésa maldad que tenéis dentro de vosotros. Sois libres, tenéis el libre albedrío para escoger, ¿qué parte de vosotros alimentaréis más, el Bien o el mal? Vosotros decidís, Yo os ayudaré cuando escojáis el Bien.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: El hijo siempre se debe parecer al Padre y vosotros, todos vosotros sois Mis hijos y debéis transmitirMe a vuestros hermanos a través de vuestra presencia entre ellos.
Hijitos Míos, os he platicado ya y preparado, para el cambio que se viene físico y espiritual, para la Tierra y el Universo entero y eso no os debe preocupar, como os he dicho tantas veces. Lo que os debe preocupar, es vivir de acuerdo a lo Yo os he pedido, que es una vida de Amor.
Estáis pensando todavía en cosas de la Tierra, en lo que perderéis con esta purificación o el qué pasará con las naciones: qué se destruirá, qué quedará y en elucubraciones y preocupaciones estáis perdiendo un tiempo precioso, que debiera ser un crecimiento espiritual en el Amor, Mis pequeños. Ya sea que vosotros os quedéis para habitar los Nuevos Cielos, las Nuevas Tierras, aquí, en este mundo que ahora conocéis, pero que será transmutado por Mi Amor, o si sois llevados al Reino de los Cielos por vuestra donación, por vuestro martirio, no importa en dónde estéis, vosotros deberéis estar llenos de Amor.
Si estáis pensando en cosas materiales, en cosas de mundo o en vuestra misma persona, estáis perdiendo el tiempo, os debéis preparar para el viaje final, cómo os presentaréis ante Mí o cómo quedaréis aquí, en las Nuevas Tierras que se os darán.
Os he dicho que la buena semilla es la que quedará, es la buena semilla del sembrador que por fin caerá en buena tierra. Yo pondré ésa buena tierra con las Nuevas Tierras que se os darán y los Nuevos Cielos que os cubrirán, ésas nuevas almas que estarán llenas de Mi Amor, ésas nuevas almas que darán vida de Amor, vida de Virtud, Mi Amor a sus hijos, para que Me amen a Mí, vuestro Dios y Creador y a Mi Santísima Trinidad; ésa es la semilla buena que ha de quedarse aquí en la Tierra. ¿Estáis preparados para ello, Mis pequeños? ¿Habéis dejado que Yo habite perfectamente y completamente en vuestro corazón, en todo vuestro ser, para que seáis vosotros también transmutados y seáis verdadera semilla de Amor, para que de vosotros crezca una estirpe digna de ser llamada hijos Míos, de éstos nuevos momentos, de éste futuro inmediato que ya tendréis? ¿Seréis ejemplo ante las naciones?, será un Nuevo Mundo, en donde habrá tanto Amor entre todos vosotros que viviréis prácticamente como se vive en el Cielo, ¿estáis preparados para ello?, ¿estáis creciendo en Virtudes y en Amor?
Os digo esto, Mis pequeños, para que no desperdiciéis vuestro tiempo elucubrando en lo que pasará, ésos son Mis Misterios y, vosotros, ni debéis tratar de pensar en ellos porque no tenéis las capacidades para ello; pensad en qué estáis haciendo con vuestra alma y cómo estáis ayudando también a vuestros hermanos para que su alma crezca en Amor y en Virtudes. Debéis ser también almas de ejemplo para el Reino de los Cielos, para que desde el Reino de los Cielos, las almas allá se enorgullezcan de vosotros, de vuestro trabajo aquí en la Tierra, para que cuando regreséis al Reino de los Cielos, al final de vuestra existencia, seáis alabados por vuestros hermanos que ya están en el Reino de los Cielos por vuestra misión bien cumplida o perfectamente bien cumplida aquí en la Tierra. A eso debéis añorar, Mis pequeños, a ése futuro, al cual ya estáis llegando, estáis a dos pasos de llegar.
Si estáis en la Tierra, dad el ejemplo ya desde ahora, no llevéis a vuestros hermanos al temor hablando de cosas que no vienen de Mí, debéis llenarlos de Mi Paz, como Mi Hijo los llenaba de Mi Paz con Su Presencia, con Su Palabra, con Sus Milagros, con el Amor con que trataba a todos aquellos que se acercaban a Él.
Así debéis actuar, Mis pequeños, dando amor, dando ejemplo de tener una vida íntima Conmigo, dando vida espiritual a vuestros hermanos, a través de vuestras palabras. ¡Tanto todavía podéis hacer y debéis hacer!, porque para eso os dio el don de la vida, no la desperdiciéis pues, Mis pequeños. Mucho todavía tenéis qué hacer ahora y a donde os toque después ser y estar. También deberéis ser ejemplo de que sois hijos Míos, que sois hijos de un Dios Verdadero e Infinitamente Bueno, un Dios de Ejemplo, de Vida Espiritual, porque el hijo siempre se debe parecer al Padre y vosotros, todos vosotros sois Mis hijos y debéis transmitirMe a vuestros hermanos a través de vuestra presencia entre ellos.
Os amo tanto, Mis pequeños y, os pido, no desperdiciéis más vuestro tiempo, que vuestro tiempo, en estos momentos, es importantísimo para la salvación de infinidad de almas que no quieren estar Conmigo y peor aún, hasta Me atacan, con ello perdiendo quizá, hasta su oportunidad de su salvación eterna. Orad por ellos para que puedan también tener su salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Muy cerca estáis ya de la gran tribulación espiritual que tendréis, Mis pequeños, a nivel mundial, en donde satanás os tratará de engañar.
Hijitos Míos, éste es el tiempo en que Mi Santo Espíritu os estará indicando el buen camino que debéis seguir cada uno de vosotros, de acuerdo a la misión que se os otorgó desde antes de que fuerais concebidos.
Estos son tiempos de gran confusión mundial, y todos deberéis estar prevenidos para que satanás no os lleve hacia el mal, y para eso es la oración continua y profunda de cada uno de vosotros, para que, aún a pesar de que se os ponga una prueba, en la cual todo parezca ser bueno, Mi Santo Espíritu, dentro de vosotros, os indicará, de alguna forma, la tentación que os está poniendo satanás, y vosotros podáis discernirla y no caigáis en los errores en los que ahora están cayendo tantos y tantos hermanos vuestros.
Ya os había dicho Mi Hijo Jesucristo, que iban a llegar momentos en que escucharíais “el Mesías está aquí o allá”, en las Sagradas Escrituras se os está previniendo de esto, Mis pequeños, pero ¿quién es el Verdadero Mesías? Es Mi Hijo y Él es el Único que os puede dar la Verdad y la tenéis en las Sagradas Escrituras. Las Verdades que se os han enseñado, son Verdades Eternas y ningún hombre, ni nadie las puede cambiar, porque son eternas, no fueron para un tiempo determinado y no son obsoletas porque ya vosotros estáis viviendo siglos después de que se os dieron estas Verdades, no, Mis pequeños, vosotros sois los que vivís en el tiempo y estas Verdades se os dieron fuera de tiempo, o sea, que son para toda la eternidad, son Verdades Divinas, son Verdades Eternas y nadie, os repito, nadie las puede cambiar y entonces, si llega algún supuesto mesías o algún guía espiritual que os diga cuales son las verdades que ahora debéis seguir, si no son de las que están escritas ya, en las Sagradas Escrituras que os diera Yo o que os diera Mi Hijo, no las deberéis seguir, ése será un falso profeta, porque estará yendo en contra de todo lo que es Verdadero y Santo que ya se os dio y que debéis seguir y con lo que os debéis proteger. No importa que la persona que veáis sea de un estatus social muy alto, sea una persona encumbrada, sea un personaje que haga supuestos milagros y obras maravillosas ante vuestros ojos y aunque resucitara muertos, aunque hiciera milagros aparentes, si está hablando en contra de lo que ya tenéis como Verdadero en las Sagradas Escrituras, no lo deberéis seguir.
Y esto os lo digo y os estoy previniendo con estas Palabras que os doy, porque muy cerca estáis ya de la gran tribulación espiritual que tendréis, Mis pequeños, a nivel mundial, en donde satanás os tratará de engañar con esto que os estoy diciendo. Os vendrá prometiendo cosas grandes y extraordinarias y con aparentes milagros que dejarán asombrados a la gran mayoría de vosotros y ahora os puedo decir, que sois los que no estáis Conmigo, porque aquellos que estáis Conmigo seréis protegidos con la Luz del Espíritu Santo pero, desgraciadamente, es una gran mayoría mundial la que no está viviendo protegida porque no estáis Conmigo y serán engañadas las masas, las masas mundiales y os dejaréis engañar por estos supuestos milagros y artificios de satanás.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, con aquellas artimañas con las que satanás os tratará de engañar para llevaros por aquellos caminos errados y de muerte eterna.
Os pido mucha oración, mucha oración profunda, que estéis Conmigo y tomados de la Mano de Mi Hija, la Siempre Virgen María. Tomad de las Escrituras toda su Sabiduría y belleza y así estaréis protegidos contra los engaños de satanás, de sus palabras engañosas, de sus supuestos milagros y de sus grandiosidades, que solamente os llevarán hacia el error espiritual. Sed humildes y sencillos, nunca tratéis de ser más que los demás, aunque tengáis dones especiales que Yo os haya otorgado, porque si los tenéis, deberéis ser como Mi Hijo, servidor de todos y humildes y aquél que se ensoberbezca con ellos, ya perdió lo más esencial que debe tener un servidor Mío, que es la humildad, tened cuidado, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os debéis dar por completo, como se dio Mi Hijo por vosotros, la remuneración que llegará a vosotros, será de Mi parte, será espiritual y será eterna.
Sí, Mis pequeños, os quiero puntualizar esto, de lo que os he hablado, anteriormente, sobre Mi Sabiduría y de la inteligencia.
El hombre siempre está buscando sobresalir y, además, con ello, aprovecharse de sus hermanos y apoderarse de sus bienes terrenos. El hombre utiliza su inteligencia para quitarle a sus hermanos los bienes que ellos tienen, y puede ser a través de guerras, a través de engaños y robos y también a través de lo que vosotros ofrecéis a vuestros hermanos con vuestro trabajo diario que, sí, ciertamente, lo hacéis en una forma ejemplar, y con esto diciendo que lo hacéis muy bien, pero que lo cobráis con altos precios para seguirle quitando a vuestros hermanos sus bienes, cuando vosotros debéis servir a vuestros hermanos con los dones que se os han dado y, os vuelvo a repetir, que cuando se os dan dones especiales, son para servir y no para que os apoderéis de los bienes que tienen vuestros hermanos, cuando cobráis excesivamente por el trabajo que realizasteis para ayudarles. De esto ya os había hablado, Mis pequeños y os lo vuelvo a repetir, porque al utilizar vuestra inteligencia humana, estáis actuando, la más de las veces, en el mal, en el egoísmo. Estáis buscando enriqueceros y siempre mantener una posición alta ante los demás, para que os alaben, porque eso es lo que busca el hombre y, es a lo que os lleva satanás, al ensoberbecimiento de las almas, a crecer en vanidad, en poder, pero siempre en lo material, satanás nunca os va a llevar hacia un bien espiritual y, de esta forma, vosotros podéis tener un discernimiento seguro de que si la persona que os está prestando un bien, con su trabajo, está en Dios o no está en Dios, si vive de acuerdo al Ejemplo de Mi Hijo en la Tierra, cuando Él les ayudó y que os sigue ayudando aún en éste tiempo con vuestra Salvación, con Su Providencia, con Sus regalos de Milagros patentes.
¿Cuánto os cobra Mi Hijo?, y os está dando infinitamente más de lo que cualquier hombre sabio e inteligente, supuestamente sabio entre los hombres, os está ofreciendo. Vosotros los catalogáis así, como sabios en su profesión, porque tienen un grado superior de inteligencia ante los demás, pero que no tienen la Sabiduría Divina que viene de Mí, que es de donación, de respeto hacia Mis Leyes, de respeto en amor hacia vosotros. Si vosotros vivís en Caridad y en ayuda hacia vuestros hermanos, viviréis en honestidad, viviréis dándoos en servicio hacia ellos, manteniéndoos pequeños y ayudándoles a crecer y a mantener lo que deben tener para que vivan dignamente en la Tierra. Vosotros sois los que mantenéis ésas divisiones sociales porque no os cuidáis unos a otros como verdaderos hermanos. Dones, Virtudes, capacidades tenéis todos vosotros, pero algunos de vosotros os aprovecháis de vuestros hermanos y les hacéis creer que sois superiores y así mantenéis ésas posiciones sociales que no deben existir, porque todos vosotros sois hermanos, todos sois Mis hijos, todos os debéis ayudar los unos a los otros.
En lo que debéis crecer, os vuelvo a repetir, es en lo espiritual y ahí es en donde debéis luchar, contra vuestras inclinaciones malas, hacia todo aquello que os lleva hacia el materialismo, a los vicios, a la destrucción espiritual.
Debéis luchar contra vuestras pasiones desordenadas, debéis luchar contra ésa falta de amor hacia vuestros hermanos. Vinisteis a producir amor, no vinisteis a destruir a vuestros hermanos ni a hacerlos menos que vosotros. Si realmente hay amor en vuestro corazón, os debéis dar por completo, como se dio Mi Hijo por vosotros, la remuneración que llegará a vosotros, será de Mi parte, será espiritual y será eterna y vosotros estáis buscando una remuneración material para sentiros superiores a los demás, por los bienes terrenos que tenéis, y sois tontos, porque esto solamente será por un breve tiempo y lo perderéis todo cuando regreséis a Mí. Lo espiritual os acompañará eternamente, todo el bien que produjisteis en la Tierra, se verá palpablemente. Cuando regreséis a Mí, os daréis cuenta del bien que hicisteis y os recompensaré por ello, pero ¡ay! de vosotros si perdisteis vuestro tiempo en llenaros vuestros bolsillos con la falta de Caridad hacia vuestros hermanos porque, cuando estéis ante Mí, lloraréis y os arrepentiréis de lo que hicisteis, pero vuestro Juicio estará ya ante Mí y ya nada podréis hacer para reparar el mal que hicisteis cuando teníais vida Terrena.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, no desperdiciéis vuestro tiempo y daos a vuestros hermanos como os daríais a Mí si estuviera Yo frente a vosotros pidiendo vuestra ayuda, por eso Mi Hijo os dijo que cuando un hermano vuestro os pidiera algo, era a vuestro mismo Dios al que Le estaríais dando ése bien. Todo lo que Me deis a Mí, que estéis dando a vuestros hermanos, será recompensado grandemente en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.

martes, 18 de octubre de 2011

Escenas de los éxtasis y la vida cotidiana en Garabandal



Mari Loli y Jacinta están en los pinos aprendiendo a rezar el Rosario y dan a besar a la Virgen pequeñas piedras. Loli da a besar a la Virgen una medalla. Escenas del día del primer Mensaje, de mucha lluvia y tormentas, y de la multitud que vino ese día. Las niñas en las faenas del campo y en labores cotidianas. Finalmente un marcha extática de Conchita y otra de Loli dando a besar el Crucifijo. Se incluyen algunos fragmentos de marchas extáticas de Conchita y Loli dando a besar el Crucifijo y algunos cánticos de las niñas en éxtasis. En los Pinos se ve al Párroco, D. Valentín Marichalar, con algunos Sacerdotes y al P. Luis María Andréu S.J. pocos días antes de la Visión del Milagro.


18 de Octubre 1961 / 2011, A 50 AÑOS DEL 1° MENSAJE EN GARABANDAL, ESPAÑA.



“Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia. Pero antes tenemos que ser buenos. Y si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y, si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande”.

La Virgen quiere que lo hagamos para que Dios no nos castigue.



Testimonio de Marichu Herrero

(testigo ocular de ese día del primer Mensaje)

Marichu Herrero tiene de este día recuerdos inolvidables que ella vivió personalmente.

Dice Marichu:

El 18 de octubre de 1961 amaneció lloviendo a cántaros en toda la provincia de Santander. Nosotros salimos a buena hora de la capital de la Montaña, y ya en el alto de Carmona, pequeño puerto de unos seiscientos metros de altura, tuvimos que ponernos en caravana, una larguísima caravana de coches, que nos precedían, y que sin duda iban, como nosotros, hacia San Sebastián de Garabandal.

La lluvia, que no paraba, había convertido todo el camino de subida a Garabandal en un lodazal. Sosteniendo en una mano el paraguas y manteniendo libre la otra para los resbalones, emprendimos la marcha a pie. Había trayectos en que lograbas dar un paso, y luego, por el suelo resbaladizo, retrocedías, a lo mejor, dos.

Recuerdo aquella ascensión como un verdadero camino del Calvario, buen símbolo del sacrificio y la penitencia que se nos iban a pedir a todos con el mensaje. ¡Más de tres horas duró nuestra penosísima marcha, a pesar de que la quisimos acortar tomando un atajo, que luego nos resultó bastante más duro que el acostumbrado camino!.

Llegamos hacia la una y media de la tarde. La muchedumbre lo invadía todo en espera del "acontecimiento". Porque yo creo que todos esperábamos no sé qué, algo verdaderamente extraordinario; confieso que yo también lo esperaba, a pesar de que pocos días antes me habían advertido Loli y Jacinta, que no había qué esperar "milagro" alguno, porque a ellas lo único que les había dicho la Virgen era que tenían que hacer público el mensaje, según tantas veces habían anunciado.

Al ver cómo esta todo, me lamenté de no haber ido a misa antes de salir de Santander. Entonces alguien me dijo: "Vete a la iglesia, que están celebrando misas, casi sin interrupción, desde esta madrugada". Corrí, bueno, quise correr, pues era tal la aglomeración, que con dificultad pude ir abriéndome paso hasta la iglesia.

Efectivamente, se estaba celebrando una misa, era la última, pues se acababa el tiempo hábil; me quedé asombrada de la cantidad de religiosos y sacerdotes que había allí. Me alegré de no quedarme sin misa, pues aunque no era día de precepto, tenía algo de distinguido, por celebrarse la fiesta de San Lucas, el evangelista que más nos ha hablado de la Virgen.

Al llegar al pueblo y junto a la casa de Ceferino, desde debajo del paraguas levanté los ojos y percibí a Loli detrás de su ventana, en la planta de arriba. Nos miraba a todos con esa su mirada, tan transparente, tan pura, y parecía no admirarse mucho de las multitudes que no cesaban de llegar.

Poco después me encontré con Elena García Conde, de Oviedo, que me dijo: Estoy impresionada. Hablé antes con Loli y ella, de pronto, exclamó: "¡Ay!, Si supieran quién está hoy aquí, entre ellos". ¡Lo ha dicho de una manera impresionante!. Por favor, Marichu, pregúntale tú, a ver de quién habla.

Divisé a don Valentín el párroco; iba de un lado para otro, ajetreadísimo, nervioso. En una de sus pasadas, me acerqué a él, y después de los saludos, se desahogó en seguida: ¡Dios mío! No sé lo que va a pasar aquí. Estoy verdaderamente asustado de toda esta multitud. ¡Y que no les va a gustar el mensaje!".

-- ¡Ah! Pero ¿usted ya conoce el mensaje?.

-- Sí, desde ayer por la tarde, que me lo dio Conchita.

-- ¿Y qué dice?.

-- Hay que aguardar. Tienen que leerlo ellas esta tarde. Pero no sé, a mí me parece, no sé, me parece como pueril, como de niño pequeño. Estoy muy preocupado, por la gente, que no sé qué espera.

Aproveché la ocasión para preguntarle lo de Loli. ¿A quién podría referirse la niña con esas enigmáticas palabras?.

Se quedó desconcertado de momento; guardó silencio unos instantes, como pensando, y luego me dijo: No sé; pero bien pudiera tratarse de San José, como hoy es miércoles. Entonces fui yo la desconcertada, pues no sé por qué había pensado que la persona misteriosa de que hablaba Loli bien podía ser el P. Pío de Pietrelcina, el conocidísimo y veneradísimo capuchino de las llagas.

También San José está presente como Patrono y protector de la Iglesia universal a quién la Iglesia le reza:

A vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Volved benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo. Apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción. Asistidnos propicio desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas. Y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora defended a la Santa Iglesia de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad.

El tiempo seguía empeorando, y la gente se cobijaba como podía en las casas y bajo los soportales. Hay que reconocer que los vecinos del pueblo se portaron con la gente lo mejor que pudieron. Y tuvieron que ejercitar no poco la caridad y la paciencia, pues la multitud, que todo lo inundaba, les estropeó sus sembrados, les machacó mucha hierba. A pesar de las considerables pérdidas que todo esto suponía, no oí quejarse a nadie, ni promover alborotos. ¡Podíamos aprender!.

El cielo parecía ensañarse con nosotros. A la lluvia, constante y fuerte, empezó a unirse un frío horrible, que culminó en una granizada y que hacia las cinco o seis de la tarde se convirtió en agua-nieve.

Aunque encontré refugio en una casa, donde me dieron de comer, no podía sustraerme al ambiente de las calles y callejas, animadísimas, en las que podían oírse diversos idiomas, aunque predominando, naturalmente, el español.

El comportamiento del público no era uniforme. Había bastantes mujeres que se portaban mal: bebían, estaban disipadas, sin espíritu de oración y algunas hasta se reían de lo que pudiese suceder, quitándole importancia o atribuyéndolo al demonio. Los hombres, en general, mostraban mayor respeto; y también los jóvenes, que se encontraban allí en gran número.

Era fácil comprobar que quienes habían subido con buena fe, estaban contentos, animados, con las mejores esperanzas; rezaban, y no se cuidaban mucho de las inclemencias del tiempo. Y, probablemente, muchos de ellos ni siquiera habían comido.

Ante cada una de las casas de las niñas videntes estaban apostadas parejas de la Guardia Civil a caballo, impidiendo la entrada de los innumerables curiosos que buscaban a toda costa conocer, hablar y besar a las niñas, verdaderas protagonistas de aquella concentración a escala internacional. En la única casa en que yo logré entrar fue en la de Jacinta, cuya madre, María, me apreciaba, y fue conmigo de una gentileza que nunca podré olvidar.

Conchita, al hablar en su diario de la aparición del día 4 de julio, tercera aparición de la Virgen, escribe:

La Virgen, siempre sonriendo, lo primero que nos dijo fue: "¿Sabéis lo que quería decir el letrero que traía el ángel debajo?", y nosotros exclamamos a la vez: "¡No, no lo sabemos!" Y dice Ella: "Quería decir un mensaje, que os lo voy a decir, para que el 18 de octubre lo digáis vosotras al público", y nos lo dijo. Es lo siguiente...

Luego nos explicó qué quería decir el mensaje y cómo lo teníamos que decir nosotras en el portal de la iglesia y que se lo dijéramos a don Valentín, para que lo dijese él en los Pinos a las diez y media de la noche.

Oscureció muy pronto; no sólo porque a mediados de octubre los días son ya notablemente cortos, sino también porque el cielo estaba del todo encapotado. A eso de las ocho, don Valentín ya no fue capaz de resistir más a las presiones de los comisionados y fue en busca de las niñas, para hacer las cosas, no según las instrucciones que ellas habían recibido, sino a tenor de lo que ellos acababan de acordar. Se suprimiría lo del portal de la iglesia y todo se haría rápidamente en los Pinos.

La voz corrió en seguida por todos los grupos: "¡A los Pinos!, ¡A los Pinos!", y hacia allá empezó a moverse la masa, bastantes estaban ya allí, bajo el terrible aguacero.


Marchábamos a trompicones en la oscuridad, chapoteando en una especie de riada de lodo, piedras y palos que bajaba de la vertiente de los Pinos; nos caíamos, rodábamos a veces, gateábamos echando mano a las piedras grandes del suelo o a las zarzas de las orillas. Y a pesar de tantas caídas y trompicones, no supe de nadie que se rompiera un hueso o se lastimara en lo más mínimo. ¿No le parece asombroso?.

Debo confesar que yo acabé la subida de bastante mal humor. Entre el miedo que me causan las multitudes desordenadas, la lata que me dieron a lo largo del trayecto, preguntando y preguntando sin cesar, y la contrariedad de no encontrar allí un puesto a gusto, me fui enervando notablemente. Por fin, me situé arriba de los Pinos, como a unos setenta metros de ellos, en la pendiente de la derecha; la multitud me impedía acercarme más. No se veía del todo mal, porque había muchas linternas encendidas.

Al cabo de un rato, de improviso, entre una multitud que las envolvía, y protegidas por varias parejas de guardias a caballo, aparecieron a cierta distancia las cuatro frágiles siluetas de las niñas. Cuando ya estuvieron arriba, el agua-nieve que nos calaba y casi cegaba, dejó de caer; las nubes negras y bajísimas empezaron a ser barridas por un vendaval, y apareció la luna. Una luz pálida iluminó entonces los Pinos y al grupo de guardias, niñas, sacerdotes, etc., que estaban bajo mi punto de observación. Confieso que aquello me resultó de pronto verdaderamente impresionante.

Las niñas dieron a don Valentín el pobre papel del mensaje, estaba firmado por las cuatro: Debajo del nombre, cada una había puesto su edad: Conchita González, doce años. María Dolores Mazón, doce años. Jacinta González, doce años. Mari Cruz González, once años, porque según las instrucciones de la Virgen, él debía ser quien lo proclamara en los Pinos.

Pero don Valentín, dice Conchita en su diario, lo "leyó para él solo, y después que lo leyó, nos le dio a nosotras, para leerle; y le leímos las cuatro juntas".

Yo distinguí claramente la voz infantil de Conchita leyendo el mensaje. Después, porque a las niñas no se les había oído bien, repitieron la lectura en voz alta dos hombres.

Durante las explicaciones del mensaje que la Virgen les fue dando a las niñas, se les mostró una gran copa, dentro de la cual caían espesas gotas de tonalidad oscura, como de sangre. Las gotas de sangre significan los pecados, las ofensas a Dios y el sufrimiento de Dios por los pecados. Por ello la Virgen pide Oración, Penitencia y Reparación. Cuando la Virgen hablaba de la copa y del castigo, se oscurecía su semblante y se apagaba notablemente su voz.

Cuando acabó la lectura del Mensaje en los Pinos, mis amigas se empeñaron en volver en seguida y de prisa a Santander, sin detenernos más en el pueblo y así me perdí algo que por lo visto fue maravilloso: cuando las niñas bajaban de los Pinos, con la Guardia Civil, y la multitud asediándolas, al llegar al "cuadro", entraron súbitamente en éxtasis; dándose la vuelta, empezaron a mirar hacia los Pinos, pues su visión venía de allí, y andando hacia atrás bajaron al pueblo. Creo que todo acabó ante las puertas de la iglesia; y me han dicho que fue de verdad maravilloso.

Yo bajé con la multitud, y como muchos, en parte descontenta y en parte impresionada. Ya no se oía, como a la subida, a grupos que rezaban el rosario o cantaban himnos.

Por debajo del pueblo es cuando empecé a sentir más miedo; la avalancha de gente bajaba con prisas, a toda velocidad, resbalando por el barro y empujando. Para que no faltara nada, se desencadenó una tormenta como no he visto. Los truenos retumbaban atronadores por aquellos valles, y los rayos caían sin cesar, cegándonos de luz. ¡Cuánto invoqué a San Miguel!.

Como me resbalaba y perdía el equilibrio, y temía que la gente acabara pisoteándome, me senté en el suelo, a un lado del camino, abrumada por el miedo. Dos hombres, cuyo rostro no pude reconocer por la oscuridad, me tomaron cada cual por un brazo, y así pude llegar hasta Cosío. No sé quiénes serían; pero de todo corazón digo: ¡Que Dios se lo pague!. El último kilómetro tuve que hacerlo descalza sobre aquel lodazal de piedras sueltas; se me rompieron los zapatos y tuve que tirarlos. Sin embargo, crease milagro o no, no sufrí el menor roce en mis pies, se me quedaron tan intactos como si hubiese bajado sobre una alfombra.

Cuando a hora muy avanzada de la noche me encontré al fin en mi cuarto de Santander, lloré desconsolada. Me parecía que Garabandal había terminado para siempre. Yo no podía dudar de la verdad de las apariciones que había presenciado; me hubiese dejado matar por defenderlas. ¿Qué había pasado entonces en aquel decepcionante 18 de octubre?. ¿Es que habíamos defraudado a la Virgen, y ya no volvería?. Me partía el alma este pensamiento, y así fue aquella noche para mí una verdadera "noche oscura", quizás la única en lo que se refiere a Garabandal.

Dos días después, el 20, se le oyó a Jacinta en éxtasis: Ya no nos cree nadie, ¿sabes?... Así que ya puedes hacer un milagro muy grandísimo para que vuelvan muchos a creer..." La respuesta de la Virgen fue sonreír y decirle: "Ya creerán".

Estoy segura de que ese 18 de octubre tiene que estar plagado de anécdotas interesantes y más o menos inexplicables. De una cosa no puedo dudar: que los Ángeles del Señor tuvieron que velar sobre cada uno de nosotros, para que, como dice el salmo, "no tropezarán nuestro pies contra las piedras del camino". Creo que todos volvimos ilesos a casa; yo, por lo menos, no he sabido nunca de ningún accidente. Y esto me parece un grandísimo milagro.

Todo lo de aquel día se me ha quedado profundamente grabado en la memoria, dándome la imagen de un día de ilusión y de penitencia, quizá pálida imagen de lo que pueda ser el día del "Aviso", pues todo en el ambiente parecía estar para probarnos, y realmente fue una jornada de purificación. Nunca cosa alguna me ha dado tanta impresión del temor de Dios como lo sucedido en aquel día.

lunes, 17 de octubre de 2011

Mensaje a Luz de María - 15 de octubre del 2011

MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
15 DE OCTUBRE DEL 2011

 

Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:

LES AMO, ARDEN DENTRO DE MI CORAZÓN.

 
Adéntrense en el sendero Misericordioso del Amor Divino y encuentren en Él las bondades, de quien siendo todo poder, es a la vez todo clemencia.

AMADOS: CONVERGEN ACONTECIMIENTOS Y CUMPLIMIENTO.

Mirarán la batalla del mal contra Mis hijos y el triunfo de Mi Corazón Inmaculado. Mis fieles viven la persecución que arremeterá crudamente por manos del usurpador, aliado de satanás.

La tierra se estremece unida al agua y purifica al hombre, en esto verán una Gran Señal de PURIFICACIÓN. Los instantes son acortados, la humanidad desprecia los llamados de la naturaleza mutilada y agónica.

La Iglesia será grandemente confundida y despreciada, probada y acrisolada. Al final será victoriosa como victorioso es el Nombre del Señor, dueño de Cielos y Tierra.

Amados Míos, les gesto en Mi Vientre para que renazcan en criaturas crecidas en la fe. Cuando el mundo decrece, los Míos son conducidos por Mí para que mantengan la seguridad de la Protección Materna.

El Pueblo Fiel es alumbrado permanentemente, se mantiene en el pleno mediodía, sin oscuridad.


Hijos, les guío. Para quien confía, una palabra basta. A quien no confía, mil palabras no son suficientes y la oscuridad no se aleja.

Los instantes venideros son de lamento en el cuerpo y en el espíritu para quien no posee fe.

Oren, hijos, por Estados Unidos.
Oren, por Méjico llorará.
Oren por Australia, padecerá.
Oren por Japón.

Amados, las fuerzas emergen de las entrañas de la tierra. Aún no comprenden que todo lo creado mantiene una sintonía y ustedes deben ser bendición.

Han vagado por el desierto, el paso se torna difícil.

 
Los falsos profetas proliferan, el pueblo se subleva, la inmoralidad recrudece, el falso dios se levanta en medio de vítores.

Amados Míos, no desprecien Mis llamados, atiéndanlos con respeto y humildad.

Aliméntense del Cuerpo y Sangre de Mi Hijo, vivan fusionados en Su Amor.

Les bendigo, les mantengo en Mi Vientre.


Mamá María.


AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.

 



COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
AL MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
15 DE OCTUBRE DEL 2011


Hermanos (as):


Mama María me permitió la siguiente visión.


Una piedra preciosa de color rojo: un rubí finamente cortado y detallado. Lo miré con detenimiento y dentro del rubí vi un corazón que comenzó a emerger, un Corazón atravesado por un puñal, claramente miro que es el Corazón de la Madre.


De pronto aparece el sol en el zenit, y se unen el Corazón y el sol. El Rubí simboliza el Corazón de la Madre que brilla con el resplandor del sol. Se refleja en el firmamento, del cual descienden miles de ángeles que auxilian a los hombres en la tierra, y los presentan ante la Madre Santísima y Ella ante la Santísima Trinidad.


Hermanos (as): esta visión nos demuestra la poderosa mediación de la Virgen Santísima, por eso la llamamos Medianera de Todas las Gracias.
Amén.

sábado, 15 de octubre de 2011

Mensajes del Padre Gobbi: PROCLAMAD EN TODAS PARTES EL RETORNO DE MI HIJO (MARIA) - ITALIA.

Padre Gobbi:
Fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano, en el año 1972. La Virgen nos confirma en estos mensajes la llegada del tiempo anunciado en el libro del Apocalipsis

La Señora le dijo al P. Gobbi:
“¡Proclamad en todas partes el retorno de mi Hijo! Es inminente, y por ello las señales de la gran tribulación, descrita en los libros sagrados, estamos viéndolas ya: Apostasía general, trastornos atmosféricos, grandes sequías, enfermedades incurables, inundaciones, guerras sangrientas, a pesar de los esfuerzos por conseguir la paz…”
La amenaza de la apostasía se ha cumplido fielmente, incluso la falta de fe ha penetrado dentro de la Iglesia, como recordó Pablo VI, cuando sinceramente arrepentido, pronunció aquellas palabras con las que reconocía, que “El humo del infierno había entrado dentro de la Iglesia de Dios”, palabras pronunciadas el 29 de junio de 1972 y repetida la idea, en ese mismo año, el día 15 de noviembre, cuando dijo “Que después del Concilio se esperaban días de luz y primavera para la Iglesia, cuando han sido de oscuridad y tinieblas, por haber intervenido el poder maligno de Satanás”.
La Virgen lo dijo:
“El Espíritu Santo bajará como fuego, pero de un modo distinto a su anterior Venida. Será un fuego purificador que renovará la tierra desde sus mismas entrañas.”
Fue especialmente importante el mensaje transmitido el 18 de septiembre de 1988, durante la celebración de un cenáculo para sacerdotes y seglares que tuvo lugar en Lourdes, en donde la Virgen Santísima pidió que se le consagrase “un período de diez años”, a partir de aquel día.
“Entráis en el período final del segundo advenimiento”.
“Pido que paséis conmigo estos diez años que son decisivos porque entráis en el período final del Segundo Advenimiento, que conduce a la Gloriosa Venida de mi Hijo.”
“Durante este período de tiempo (1988 – 1998) se cumplirá la Gran Tribulación, que os ha sido predicha en la Sagrada Escritura y se manifestará el Misterio de la Iniquidad preparado para la difusión de la Apostasía General.”
También se cumplirán mis profecías, a partir de la Salette, y se harán realidad los secretos revelados a algunos de mis hijos, y todos los acontecimientos por Mí.
Es necesario que os dejéis formar por Mi acción Materna para preparos para recibir al Señor que viene”.
Se han cumplido los diez años y tienen que venir de un momento a otro, aparte de la “Apostasía general” que estamos viviendo, el Aviso, el Milagro, la Señal en el firmamento … el profeta del Anticristo y en continuación el Anticristo en persona, la conversión del pueblo judío, los tres días de tinieblas, y el castigo e diluvio de fuego…

viernes, 14 de octubre de 2011

Por la felicidad de los Míos, Mis elegidos – Jesús, de Léandre Lachance


Pensamiento del Día

Pensée 1D_07: Hijo/a mío/a, si supieras cómo soy de feliz de correr hacia ti, de estrechar tu corazón contra el Mío, de cortar tus cadenas que te atan a las cosas del mundo para que te vuelvas completamente libre, que puedas disfrutar de tu viviente, la verdadera libertad de hijos de Dios…El camino de tu libertad es el Amor. El camino del Amor es el de acoger al Amor en su verdadera Fuente. Tiernamente, Te amo.

El Pensamiento del Día de hoy se ha extraído del libro Por la felicidad de los Míos, Mis elegidos – Jesús, de Léandre Lachance, volumen 1, número 181.

Porque el Amor te ama, tú te vuelves Amor.
Porque el Amor me ama, yo me vuelvo Amor.