jueves, 19 de julio de 2012

El mensaje del Padre a Madre Eugenia Elisabetta Ravasio


El Mensaje del Padre

Madre Eugenia Elisabetta Ravasio



1o Fascículo parte A
1o de Julio de 1932




Fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. !He aquí finalmente el día para siempre bendito de la promesa del Padre Celestial!

Hoy terminan los largos días de preparación y me siento cerca, muy cerca de la llegada del Padre mío y Padre de todos los hombres.

!Algunos minutos de oración y después todas las alegrías espirituales! !Tengo sed de oírlo y de verlo!

Mi corazón ardiente de amor se abre con una confianza tan grande que he podido constatar que hasta ahora no había estado tan confiada con nadie.

Pensar en mi Padre me lanzaba en una loca alegría.

!Finalmente cánticos comienzan a oírse. Algunos ángeles vienen y me anuncian la feliz llegada! Sus cantos son tan bellos que me propuse de transcribirlos apenas posible.

Esta armonía cesó por un instante y he aquí el cortejo de elegidos, de querubines y de serafines, con Dios nuestro Creador Padre nuestro.

Postrada, con el rostro en el suelo, hundida en mi nada, recité el Magníficat. Enseguida el Padre me dijo que me sentara con El para escribir lo que había decidido decirle a los hombres.

Toda la corte que lo había acompañado desapareció. El Padre se quedó solo conmigo y antes de sentarse me dijo:

!Te lo dije ya y te lo repito: no puedo donar una vez más a mi Hijo predilecto para demostrarles a los hombres mi amor! Ahora es para amarlos y para que conozcan este amor que yo vengo en medio de ellos, tomando el aspecto y semejanza, y la pobreza.

Mira, !pongo en el suelo mi corona y toda mi gloria para tomar la actitud de un hombre común!"

Después de haber tomado la actitud de un hombre común poniendo su corona y su gloria a sus pies, puso el globo del mundo sobre su corazón, sosteniéndolo con la mano izquierda, y se sentó junto a mí. !Puedo sólo decir algunas palabras, ya sea sobre su llegada y sobre la actitud que se dignó asumir, ya sea sobre su amor! En mi ignorancia no encuentro palabras para expresar lo que El me hizo entender.

"!Paz y salvación, dijo, para ésta casa y para el mundo entero! !Que mi potencia, mi amor y mi Espíritu Santo toquen los corazones de los hombres, para que toda la humanidad se encamine hacia la salvación y venga hacia su Padre, que la busca para amarla y salvarla!

Que mi Vicario Pío XI comprenda que estos días son días de salvación y de bendición. Que no se deje escapar la oportunidad de llamar la atención de los hijos hacia el Padre, que viene para darles el bien en esta vida y para prepararles la felicidad eterna.

Escogí este día para iniciar mi obra entre los hombres porque es la fiesta de la Sangre Preciosa de mi hijo Jesús. Tengo la intención de bañar con esta sangre la obra que estoy iniciando, para que de grandes frutos para la humanidad entera".



He aquí el verdadero objeto de mi venida:

1) - Vengo para eliminar el temor excesivo que mis criaturas tienen de mí, y para hacerles comprender que mi alegría está en ser conocido y amado por mis hijos, es decir, por toda la humanidad presente y futura.

2) - Vengo para traerles la esperanza a los hombres y a las naciones. !Cuántos la han perdido desde hace mucho tiempo! Esta esperanza les hará vivir en paz y con seguridad, trabajando para la salvación.

3) - Vengo para hacerme conocer así como soy. Para que la confianza de los hombres aumente contemporáneamente con el amor hacia mí, el Padre, que tiene una sola preocupación: velar sobre todos los hombres, y amarlos como hijos.

El pintor se deleita contemplando el cuadro que pintó; !Así mismo yo me complazco, me alegro, viniendo en medio de los hombres, obra maestra de mi creación!

El tiempo apremia. Quiero que el hombre sepa lo más pronto posible que lo amo y que siento la más grande felicidad estando con el, como un Padre con sus hijos.

Yo soy el Eterno y cuando vivía solo ya había pensado en usar toda mi potencia para crear seres a mi imagen y semejanza. Pero se necesitaba primero la creación material para que estos seres pudieran encontrar su apoyo: entonces fue la creación del mundo. Lo llenaba con todo lo que yo sabia que era necesario para los hombres: el aire, el sol y la lluvia, y muchas otras cosas que yo sabía que eran necesarias para sus vidas.

!Al final, la creación del hombre! Me complací de mi obra. El hombre comete pecados, pero es entonces cuando, justamente, se manifiesta mi bondad infinita. Para vivir entre los hombres creé y escogí, en el Antiguo Testamento, a los profetas, a quienes comuniqué mis deseos, mis penas y mis alegrías, para que los transmitieran a todos.

Más crecía el mal y más mi bondad me apremiaba a comunicarme con las almas justas para que transmitieran mis órdenes a los que causaban desórdenes. Y así, a veces, tuve que usar la severidad para reprenderlos, no para castigarlos - porque eso habría hecho sólo mal - para alejarlos del vicio y dirigirlos hacia el Padre y Creador, a quien, ingratamente, habían olvidado y desconocido. Más tarde el mal sumergió tanto el corazón de los hombres que me vi obligado a enviar plagas al mundo para que el hombre se purificara por medio del sufrimiento, la destrucción de sus bienes y hasta la pérdida de la vida: fue el diluvio, la destrucción de Sodoma y de Gomorra, las guerras del hombre contra el hombre, etc.

Siempre he querido quedarme en este mundo entre los hombres. Y así, durante el diluvio estaba cerca de Noé, el único justo de ese entonces. También durante las otras plagas encontré siempre un justo con el cual morar y, a través de él, viví en medio de los hombres de aquel tiempo, y así fue siempre.

El mundo a menudo ha sido purificado de su corrupción por mi infinita bondad hacia la humanidad. Y entonces continuaba a escoger algunas almas en las cuales me complacía para que, por medio de ellas, pudiera deleitarme con mis criaturas, los hombres.

Le prometí al mundo el Mesías. !Qué no he hecho para preparar su venida, mostrándome en las figuras que lo representaban hasta mil y mil años antes de su venida!

Porque, Quién es este Mesías? De dónde viene? Qué hará en la tierra? Quién viene a representar?



El Mesías es Dios. - Quién es Dios? Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

- De dónde viene, o mejor dicho, quién le ordenó venir en medio de los hombres? Yo, su Padre, Dios.

- A quién representará en la tierra? A su Padre, Dios.

- Qué hará en la tierra? Hará conocer y amar al Padre, Dios.

- No dijo?:

"No sabéis que es necesario que me ocupe de las cosas del Padre mío?" (" nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse?" S. Lucas, c. 2 v. 49). "He venido sólo para hacer la voluntad del Padre mío" "Todo lo que pediréis al Padre mío en mi nombre os lo concederé" "Le rezaréis así: Padre nuestro que estás en los Cielos..." y más adelante, dado que vino para glorificar el Padre y hacerlo conocer a los hombres, dijo: "Quién me ve, ve a mi Padre" "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí" "Nadie viene al Padre sino es por medio de mí" "Nemo venit ad Patrem nisi per me" - (S. Juan c. 14 v. 6). "Quienquiera esté conmigo está también con el Padre mio", etc., etc. Oh hombres, concluid que por toda la eternidad he tenido solo un deseo, hacerme conocer y amar por los hombres, deseando incesantemente de estar con ellos.

Queréis una prueba auténtica de este deseo que tengo y que apenas he explicado?

Por qué le ordené a Moisés que construyera el tabernáculo y el Arca de la Alianza si no es porque tenía el deseo ardiente de venir a vivir, como un Padre, un hermano, un amigo de confianza, con mis criaturas, los hombres? Y a pesar de esto me olvidaron, me ofendieron con culpas innumerables. Sin embargo, para que se recordaran de Dios, su Padre, y del único deseo que tiene de salvarlos, le di mis mandamientos a Moisés para que teniéndolos y cumpliéndolos se recordaran del Padre infinitamente bueno, todo absorto en la salvación de ellos, salvación presente y eterna.

Todo esto cayó otra vez en el olvido y los hombres se hundieron en el error y en el temor, considerando que cansaba mucho el cumplir con los mandamientos, así como los había transmitido a Moisés. Hicieron otras leyes, que iban de acuerdo con sus vicios, para poder cumplirlas más fácilmente. Poco a poco, con el temor exagerado que tenían de mí, me olvidaron aún más y me llenaron de ultrajes.

Y sin embargo, mi amor por estos hombres, mis hijos, ni siquiera se ha detenido. Cuando constaté bien que ni los patriarcas, ni los profetas habían podido hacer que los hombres me conocieran y me amaran, decidí venir yo mismo.

Pero, cómo hacer para encontrarme en medio de los hombres? No había otro medio que el de ir yo mismo en la segunda persona de mi divinidad.



Me reconocerán los hombres? Me escucharán?



Para mi nada del futuro estaba escondido; a estas dos preguntas respondí yo mismo:

"ignorarán mi presencia aun estando cerca de mí. En mi Hijo me maltratarán, a pesar de todo el bien que les hará. En mi hijo me calumniarán, me crucificarán para hacerme morir".



Me detendré por esto?

No, mi amor por mis hijos, los hombres, es demasiado grande.



No me detuve allí: reconoceréis bien que os he amado más que a mi Hijo predilecto, por así decir, o para decirlo todavía mejor, más que a mi mismo.

Lo que os digo es totalmente verdadero, que si hubiese bastado una de mis criaturas para expiar los pecados de los otros hombres, por medio de una vida y una muerte semejante a la de mi Hijo, hubiera titubeado. Por qué? Porque habría traicionado mi amor haciendo sufrir a una criatura que amo, en vez de sufrir yo mismo en mi Hijo. No he querido nunca hacer sufrir a mis hijos.

Este es, en breve, la historia de mi amor hasta mi venida, por medio de mi Hijo, en medio de los hombres.

La mayor parte de los hombres conoce todos estos hechos, pero ignora lo esencial: es decir, !que fue el amor el que condujo todo!

Sí, es el amor, es esto lo que quiero hacerles notar. Ahora este amor está olvidado. Quiero recordárselos para que aprendan a conocerme así como soy. Para que no estéis atemorizados como esclavos, con un Padre que os ama hasta este punto.

Mirad, en esta historia estamos sólo al primer día del primer siglo, y quisiera conducirla hasta nuestros días: hasta el siglo XX .

!Oh, cómo los hombres han olvidado mi amor de Padre! !Y sin embargo os amo muy tiernamente! En mi Hijo, es decir en la persona de mi Hijo hecho hombre, !qué no he hecho todavía! La divinidad en esta humanidad se veló, quedó pequeña, pobre y humillada. Conduje con mi Hijo una vida de sacrificios y de trabajo. !Recibí sus oraciones para que el hombre tuviera un camino trazado y caminara siempre seguro en la justicia, para que llegase hasta mi.!

!Cierto, puedo muy bien comprender la debilidad de mis hijos! Por esto le pedí a mi Hijo que les donara los medios para levantarse después de las caídas. Estos medios los ayudarán a purificarse de los pecados, para que sean todavía los hijos de mi amor. Principalmente son los siete sacramentos y sobre todo el gran medio para salvarse que es el Crucifijo, que es la Sangre de mi Hijo, que en cada instante se derrama sobre vosotros, siempre y cuando lo queráis, ya sea con el sacramento de la penitencia, ya sea con el santo sacrificio de la Misa.

Mis queridos hijos, desde hace veinte siglos os colmo de estos bienes con gracias especiales y !el resultado es mísero!

!Cuántas criaturas mías, que se han vuelto hijas de mi amor por medio de mi Hijo, se han lanzado muy rápidamente en el abismo eterno! En verdad, no han conocido mi infinita bondad, !Yo os amo mucho! (expresión preferida por Sor Eugenia y que se repite a menudo).

Por lo menos vosotros, que sabéis que he venido personalmente para hablaros, para haceros conocer mi amor, por piedad de vosotros mismos no os lancéis en el precipicio. !Yo soy vuestro Padre!

Es posible que después de haberme llamado Padre y de haberme demostrado vuestro amor, encontréis en mi un corazón tan duro y tan insensible que os deje perecer? !No, no, no lo creáis! !Yo soy el mejor de los padres! !conozco las debilidades de mis criaturas! !venid, venid a mí con confianza y amor! Y yo perdonaré después de vuestro arrepentimiento. !Aunque vuestros pecados fueran repugnantes como el fango, vuestra confianza y vuestro amor me los harían olvidar, y así no seréis juzgados! Yo soy justo, es verdad, pero !el amor paga todo!

Escuchad, hijos míos, hagamos una suposición para que tengáis la seguridad de mi amor. Para mi vuestros pecados son como el hierro y vuestros actos de amor como el oro. !Aunque me entregarais mil kilos de hierro no sería tanto cuanto si me donarais diez kilos de oro! Esto significa que con un poco de amor se rescatan enormes iniquidades.

Este es un pequeñísimo aspecto de mi juicio sobre mis hijos, los hombres, todos sin excepción. Por lo tanto hay que llegar hasta mí. !Yo estoy tan cerca de vosotros! Entonces, es necesario amarme y glorificarme para que no seáis juzgados, o por lo menos para que seáis juzgados con amor infinitamente misericordioso.

!No lo dudéis! Si mi corazón no fuera así !habría ya exterminado el mundo cada vez que se hubiese cometido el pecado! Mientras que, vosotros, sois testigos, en cada instante se manifiesta mi protección, mediante gracias y beneficios. Podéis concluir que existe un Padre sobre todos los padres, que os ama y que no cesará nunca de amaros, siempre y cuando lo queráis.



Vengo en medio de vosotros por dos caminos: !La Cruz y la Eucaristía!



La Cruz es el camino que baja en medio de mis hijos, porque es por medio de ella que os hice redimir por mi Hijo. Y para vosotros, la Cruz es el camino que sube hacia mi Hijo, y desde mi Hijo hacia mí. Sin ella nunca podríais llegar, porque el hombre, con el pecado, ha atraído sobre sí mismo el castigo de la separación de Dios.

En la Eucaristía yo vivo en medio de vosotros como un Padre en su familia. Quise que mi Hijo instituyese la Eucaristía para hacer de cada tabernáculo un depósito de mis gracias, de mis riquezas y de mi amor, para darlos a los hombres, mis hijos.

Es siempre por estos dos caminos que hago descender mi omnipotencia y mi infinita misericordia.

... Ahora que he demostrado que mi Hijo Jesús me representa entre los hombres, y que por medio de él vivo constantemente en medio ellos, quiero demostraros también que vengo entre vosotros por medio de mi Espíritu Santo.

La obra de esta tercera persona de mi divinidad se cumple sin ruido, y a menudo el hombre no se da cuenta. Pero para mi es un medio muy idóneo para vivir, no só1o en cl tabernáculo sino también en el alma de todos los que están en estado de gracia, para establecer mi trono y vivir siempre como un verdadero Padre que ama, protege y sostiene a su hijo. Nadie puede comprender la alegría que siento cuando estoy a solas con un alma. Nadie ha comprendido todavía los deseos infinitos de mi corazón de Dios Padre de ser conocido, amado y glorificado por todos los hombres, justos y pecadores. Por lo tanto, son estos tres homenajes que deseo recibir de parte del hombre, para que yo sea siempre misericordioso y bueno, aun con los grandes pecadores.

!Qué no he hecho por mi pueblo, desde Adán hasta José, padre adoptivo de Jesús, y desde José hasta hoy día, para que el hombre me diese un culto especial, que me es debido, como Padre, Creador y Salvador! Sin embargo, !este culto especial, que he deseado tanto, no me ha sido todavía dado!

En el Éxodo podéis leer que hay que ensalzar a Dios con un culto especial. Sobre todo los salmos de David contienen esta enseñanza. En los mandamientos que yo mismo di a Moisés puse en primer lugar "Adorarás y amarás perfectamente a un solo Dios".

Bien, amar y ensalzar a una persona son dos cosas que van juntas. Dado que os he colmado de muchos bienes, !tengo, por lo tanto, que ser alabado por vosotros en modo particular!

Dándoos la vida !he querido crearos a mi imagen y semejanza! Por lo tanto, !vuestro corazón es sensible como el mío, y el mío como el vuestro!

Qué no haríais si uno de vuestros vecinos os hiciera un pequeño favor para complaceros? El hombre más insensible conservaría para esa persona un agradecimiento inolvidable. Cualquier hombre buscaría también lo que mayor placer le haría a esa persona, para recompensarla por el servicio recibido. Bien, yo, yo seré mucho más agradecido con vosotros, asegurando la vida eterna, si vosotros me hacéis el pequeño favor de glorificarme como os lo pido.

Reconozco que me alabáis en mi Hijo, y que existen algunos que saben elevar todo hacia mi por medio de mi Hijo, !pero son pocos! !Sin embargo no penséis que glorificando a mi Hijo no me glorificáis! !Claro que si, me glorificáis porque yo vivo en mi Hijo! Por lo tanto, !todo lo que es gloria para él lo es también para mí!

Pero yo quisiera ver al hombre glorificar a su Padre y Creador con un culto especial. Mientras más me glorificáis más glorificáis a mi Hijo, dado que, por mi voluntad, él se hizo Verbo encarnado y vino en medio de vosotros para haceros conocer a aquél que lo mandó.

Cuando me conozcas, amaréis, a mí y a mi Hijo predilecto, más de lo que amáis ahora. Mirad cuantas criaturas mías, que se han vuelto mis hijos por medio del misterio de la redención, no están en el prado que he establecido para todos los hombres, mediante mi Hijo. Mirad cuántos otros, y vosotros lo sabéis, ignoran la existencia de estos prados, y cuántas criaturas, que han salido de mis manos, y de las cuales yo conozco la existencia mientras que vosotros la ignoráis. !No conocen ni siquiera la mano que las ha creado!

!Oh, como quisiera hacerles saber que Padre Omnipotente soy para vosotros y como lo sería también para ellos con mis gracias! Quisiera hacerles transcurrir una vida más dulce con mi ley. Quisiera que fuerais a donde ellos en mi nombre y que les hablarais de mí. Sí, decidles que tienen un Padre que, después de haberlos creado, quiere darles los tesoros que posé. Sobre todo decid que pienso en ellos, que los amo y quiero darles la felicidad eterna. !Ah! Os lo prometo: los hombres se convertirán más rápidamente.

miércoles, 18 de julio de 2012

Revelaciones a Padre Juan


20 Agosto 2011

Mensaje de Dios

 A MIS HIJOS OBEDIENTES
Amaos, amaos, amaos; íntimamente unos a otros en el amor de Mamita María, vuestra amorosa capitana. Míos, entre vosotros, con vosotros, para vosotros sólo el amor: ese es el fundamento esencial. el dulce, tierno y poderoso amor; seréis invencibles si os amáis en el corazón de Mamita María. Ella fue invencible porque amó; todo lo vivió desde el amor, todo lo sufrió desde el amor, más aún ella también se crucificó por amor; nunca la pudo tocar el mal ni en lo más mínimo por que su vida sólo fue amarme, amarme, amarme en mi Hijo querido. Imitadla en tan excelso grado de amor. Míos, míos y siempre míos: conformad bajo mi poder amoroso un gran ejército de amor; un escuadrón poderoso e invencible de amor. Conformad la grandeza de los soldados valerosos bajo el estandarte de María Reina; seréis invencibles en mi Divino Amor y misericordia. El enemigo ha bajado con furia dando golpes destructivos sobre esta pobre humanidad; cuantas cosas vendrán más sobre el mundo por su soberbia y abandono de Mi Presencia. El enemigo pidió tiempo para golpear con furia este soberbio mundo y aunque tanto me duela mi corazón paternal ha sido el mismo hombre quien ha invitado al dragón infernal a vivir íntimamente con él. Con dolor y tristeza veo como el hombre creado por mi más grande amor, se aleja más y más de mí. Todo lo que pasa en la humanidad en todos los niveles, tanto espirituales como naturales, son para llevar al hombre a volver a mí, pero nada, su lejanía toca los mismos infiernos y su desobediencia hiere mi corazón; y si le he permitido al dragón infernal sus maldades, es para advertirle al mundo que debe convertirse a mi amado corazón, siempre abierto a la misericordia, pero cada día se aleja más y más y el infierno abre sus fauces nauseabundas para tragar a la humanidad. ¡Ay! cuantos mueren diariamente y se van al lugar de las profundidades por no haber aceptado mi más grande misericordia. ¡Ay! cuanto más daré plazo a esta pobre humanidad, y cuantas cosas pasarán más graves aún en todos los niveles del mundo, que vosotros veréis, y nadie se convierte por que los grandes del mundo ven todo tan natural, y peor aún, los mismos jerarcas ven todo como sí fuera común que pasara; se ve que nunca leen las sagradas escrituras. Sólo a los humildes, de rodillas, desvelo mis misterios. Míos: y cuanto odio en sus entrañas infernales os tiende cada día el fatal enemigo.  Se revuelve en su furia buscando como haceros daño; Vosotros mis niños sólo debéis obedecer, creed y obedeced, creed y amad, creed y sed humildes, creed y perseverad, creed y reparad, creed y luchad, creed como bebes en los brazos de su mamita; no os preocupéis, el enemigo como rayo arde de furia y se desgañita buscando destruiros pero sois míos, os lo aseguro y garantizo. Sed míos y sólo míos, manteneos así: firmes y valientes y no podrá contra vosotros, yo responderé por vosotros en el Corazón valiente de vuestra Reina y Capitana. Sólo os pido fidelidad y obediencia a todo los que os he dicho y mandado; Sed muy humildes y obedientes.  Lastima que la Iglesia Santa dejó de escuchar mi voz, para buscar sus propias voces e intereses y estructurarse a su manera y no a mi voluntad; mirad con dolor como el enemigo se ha infiltrado en mi Santa Iglesia y como la jerarquía sólo vive acomodada a los placeres y deseos del mundo. ¡Ay! cuanto llora mí corazón por mi Iglesia Santa. Son tan pocos los que me aman. La falsa modestia, la falsa tolerancia, la falsa diplomacia, la falsa relación con el mundo entre otras cosas, han hecho de mi iglesia el hazme reír del demonio; cuanto se burla de mi iglesia y su jerarquía, viendo que ya ni me invocan y que sus oraciones son hechas por cumplir y no por amor. Cuanto se mofa el pérfido enemigo de mi Iglesia, cuanto goza viéndola revolcarse con el mundo y sus placeres, porque los que dirigen mi iglesia prefirieron su voz a mi voz y sólo viven preocupados de que el mundo los acepte y dejaron así de predicar la verdad, la única verdad. Ya muchos de mis ministros son sólo funcionarios vendidos al mundo y sus placeres, que apóstoles de mi reino. ¡Que dolor! Como se ha compaginado en mi Iglesia la mentira como verdad. Ya no se creen en las verdades del evangelio, sino en las falsas teologías modernas, que se creen más grandes y capaces de interpretar lo que es sagrado. ¡Que dolor! sentir a los pastores de mi rebaño negando la misma palabra de mi hijo en el Santo Evangelio. Hay muchos que se creen dioses, capaces hasta de negar la presencia de mi Hijo en el Santísimo Sacramento, o hasta lo que se ha llegado en mi Santa Iglesia, de dejar que personas que no han sido consagrados, osen tomar en sus manos lo más sagrado en el cielo y en la tierra, como es la presencia de mi hijo, tanto dándolo como recibiéndolo, profanando así la grandeza de mi Hijo, que ni siquiera María se atrevió a tocar en su divina presencia Eucarística. Ni los coros angélicos se atreven a mirar a mi Hijo; pero los jerarcas con falsedades, llevados por el mal lo han hecho y cuanto duele mi corazón. Es un pecado que clama venganza al cielo como muchos otros; o de aquellos que se creen que pueden hasta decir que el demonio no existe como si fueran dioses. Estúpidos corazones abandonados y esclavos de las garras del mal, como lo hicieron vuestros primeros padres. ¡Ay! En los seminarios y casas de formación religiosa ya poco o nada se vive la verdad: son formados por sus propias conveniencias y los demonios han puesto firmes moradas en estos centros, porque sus oraciones son tan pocas y las pocas tan vacías y las vacías sin amor. Ya no se vive la verdad. ¡Cuantos escándalos!, cuantos se ven cada día y cuantos se vienen peores para mi Iglesia.  Esto es un signo claro que la formación para la vida consagrada está fallando casi en su totalidad. Lo que más me duele es que nadie hace nada y los que desean, son acallados por los que piensan que el poder que Yo les di, es para mandar arbitrariamente y no en la verdad; y muchas cosas más que me duele sentirlas en este momento y mejor no me refiero a ellas por que me duele. Aún así los amo tanto y espero cada día con ansia su conversión. Si os digo todo este es para que oréis, oréis y reparéis. Orad,  orad y reparad: nunca juzguéis; vosotros firmes en la verdad. ¡Firmes! Firmes en la verdad de la sagrada escritura, firmes en la fe verdadera de mi Santa Iglesia, ¡firmes mis soldados valientes;  ¡De vosotros, por que la respuesta es vuestra! ¡Firmes mis niños, nunca crezcáis! Sólo escuchad la voz de vuestro Padre Celestial que os ama. ¡Humildes, muy humildes en mi corazón, como vuestra Mamita María! ¡Os amo tanto, tanto, Cada día haced que mi corazón sonría al sentir vuestro corazón firme en la fe y en la verdad; hacedme sentir orgullso Os amo, sed muy humildes. Muchas otras cosas os comunicaré si permanecéis firmes. Parte de este mensaje podéis darlo a conocer a otras personas de vuestra confianza, todo con el fin de que se acerquen más a mi divina misericordia. ¡Míos, sólo míos, sólo míos! Dadme vuestro corazón y dejad que yo palpite en vosotros, dejadme ser vuestro amor, vuestro único amor. Dejadme palpitar en vosotros, mis niños. Os amo tanto, tanto mis bebes preciosos. Os doy todo mi amor en el corazón de vuestra Reina y Capitana Divina María. Amadla con tanta entrega, que sequéis sus lágrimas por esta pobre humanidad. Os amo míos. Míos, míos. Niños de mi predilección.          Al P.J


lunes, 16 de julio de 2012

Virgen del Carmen



Nuestra Señora del Carmen es una de las advocaciones de María mas extendidas en el mundo. Es patrona de diferentes países, entre ellos Chile e Israel y de cientos de ciudades. También es patrona de los pescadores y navegantes, y de la Marina.
Desde que los antiguos ermitaños se establecieron en el Monte Carmelo, los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.
A mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo.
Desde su monasterio, en el principio, no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni tampoco, el título de la advocación, no respondían a una imagen en especial. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
La fiesta de Nuestra Señora del Carmen es el 16 de julio, ya que según la tradición, fue el 16 de julio de 1251 la fecha del regalo del escapulario por parte de la Virgen a San Simón Stock.


PALABRAS DE BENEDICTO XVI, 15-VII-06
“El Carmelo, alto promontorio que se yergue en la costa oriental del Mar Mediterráneo, a la altura de Galilea, tiene en sus faldas numerosas grutas naturales, predilectas de los eremitas. El más célebre de estos hombres de Dios fue el gran profeta Elías, quien en el siglo IX antes de Cristo defendió valientemente de la contaminación de los cultos idolátricos la pureza de la fe en el Dios único y verdadero. Inspirándose en la figura de Elías, surgió al Orden contemplativa de los «Carmelitas», familia religiosa que cuenta entre sus miembros con grandes santos, como Teresa de Ávila, Juan de la Cruz, Teresa del Niño Jesús y Teresa Benedicta de la Cruz (en el siglo, Edith Stein).
Los Carmelitas han difundido en el pueblo cristiano la devoción a la Santísima Virgen del Monte Carmelo, señalándola como modelo de oración, de contemplación y de dedicación a Dios. María, en efecto, antes y de modo insuperable, creyó y experimentó que Jesús, Verbo encarnado, es el culmen, la cumbre del encuentro del hombre con Dios. Acogiendo plenamente la Palabra, «llegó felizmente a la santa montaña», y vive para siempre, en alma y cuerpo, con el Señor.
A la Reina del Monte Carmelo deseo hoy confiar todas las comunidades de vida contemplativa esparcidas por el mundo, de manera especial las de la Orden Carmelitana, entre las que recuerdo el monasterio de Quart, no muy lejano de aquí [Valle de Aosta].
Que María ayude a cada cristiano a encontrar a Dios en el silencio de la oración.”

viernes, 13 de julio de 2012

No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra... (27-Junio-2012)




Jun 27_12 No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra...
Rosario vespertino
Temas:
  • Os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador.  
  • Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación.
  • En Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí.
  • Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal.
  • Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador.
Hijitos, ciertamente se os hace difícil aceptar Mi Voluntad, porque muchas veces va en contra de vosotros mismos, de vuestros intereses, de vuestras decisiones, pero recordad que Yo no pienso como piensa el hombre. Mi Pensamiento es Sabio, Mi Pensamiento es constructivo, Mi Pensamiento es de Vida, Mi Pensamiento es de Amor.
Vosotros, al estar afectados por el Pecado Original, no pensáis de esta forma y, especialmente, cuando estáis alejados de Mí, vuestro pensamiento se vuelve destructivo o materialista. Vosotros cambiáis continuamente de manera de pensar, de manera de actuar y Yo no, Mis pequeños. Yo Soy estable en Mi Ser, pero vosotros no entendéis la forma en cómo actúo Yo, y no entendéis que todo lo que Yo deseo para vosotros es para vuestro bien.
Buscáis muchas cosas alrededor de vuestra vida que os van a llevar a una destrucción, espiritual, principalmente y, a veces, entre pueblos, o física, haciéndoos daño en lo personal.
Yo busco lo mejor para vosotros y vosotros no lo entendéis, porque buscáis lo que vuestros sentimientos o vuestras necesidades, mundanas o desviadas, están queriendo tener, pero Yo no actúo así, Mis pequeños, y tengo que ir en contra de vuestros pensamientos o de vuestra manera de ser, porque no es la correcta. Yo quiero la salvación de todos vosotros, Yo quiero que vosotros paséis sobre la Tierra, como si fuera el Paraíso que tenían vuestros Primeros Padres, pero vosotros os alejáis de Mí y, ciertamente, voy tras de vosotros, buscando vuestra conversión, buscando vuestra salvación, buscando vuestro Bien eterno y, por eso, os digo que vuestros pensamientos no son los Míos, porque vosotros estáis nada más buscando lo que necesitáis dentro de vuestro tiempo y Yo estoy buscando lo que necesitáis para vuestro futuro eterno.
Es por eso que vuestros pensamientos no serán nunca como los Míos, porque estáis muy limitados, estáis nada más buscando lo que va a ser vuestro bien terrenal y vuestro bien terrenal es muy limitado, es egoísta, no buscáis realmente lo que os va a santificar y Yo sí estoy buscando vuestra santificación.
Por eso os pido, Mis pequeños, que confiéis plenamente en Mí, en lo que pase en vuestra vida, que eso os va a hacer reflexionar y eso va a llevar a que vosotros lleguéis a Mi Pensamiento, que va a ser purificador y santificador. Os amo, Mis pequeños, confiad en Mí plenamente.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación.
Hijitos Míos, pronto se os olvida todo lo que Yo hice por vosotros para vuestra salvación eterna. Si tan solo vosotros meditarais, cuando menos quince minutos diarios, en pensar en Mí, en vuestro Hermano Jesucristo, en todo lo que hice por cada uno de vosotros, no solamente en Mis momentos de dolor, sino también en Mis momentos bellos, cuando Yo hacía Milagros por vuestros hermanos, cuánto gusto Me daríais.
Hay tantas y tantas cosas, tantos pasajes en las Escrituras, que vosotros podríais meditar por horas, por días y lo desperdiciáis esto, Mis pequeños.
Quince minutos diarios os llevarían a la santidad de vida, os llevarían a tener un lugar muy cercano al Corazón de Mi Padre, en el Reino de los Cielos, eternamente, porque os volveríais otro Cristo. Comprenderíais mejor todo lo que Yo hice por vosotros, os daría la Luz Divina, Luz de Sabiduría, para que entendierais mejor las Escrituras, y entendierais mejor Mi posición como Salvador y Redentor de cada uno de vosotros.
Mis pequeños, es tan grande, tan bello lo que Yo hice por cada uno de vosotros. Estabais cada uno de vosotros en Mi Mente y en Mi Corazón, a lo largo de Mi estancia aquí en la Tierra, Me daba por vuestras necesidades espirituales, vivía para vuestra salvación, pedía para que tuvierais Luz, Luz Divina y que pudierais vosotros comprender lo que es el Amor Divino, que vosotros no tenéis o no queréis tener aquí en la Tierra, porque preferís los amoríos mundanos a conocer el Amor Divino que os daría una Luz inmensa para que pudierais comprender lo que es vuestro Dios, lo que es vuestra eternidad, lo que es vivir realmente sumergidos en la Voluntad de la Santísima Trinidad.
Tratad, Mis pequeños, empezad aunque sea un minuto a diario, recordándoMe, agradeciéndoMe, buscándoMe, tratando de encontrar el Conocimiento Divino, que no está escondido, sino que está a la luz de las Escrituras para que todos vosotros lo podáis entender. Tratad, Mis pequeños y Yo os iré llevando, cada vez más, a que vayáis buscándoMe y veréis que el tiempo será corto después, que buscaréis estar más tiempo Conmigo, porque ya la Luz del Conocimiento, la Luz de Sabiduría os hará entender y amaréis lo que Yo hice por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: En Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí.
Hijitos Míos, en Nuestra Santísima Trinidad, todo es unión, todo lo que sale de Mis Manos Creativas, todo es unión, porque tiene que regresar a Mí, todo lo que ha sido creado tiene que cumplir Mis Designios y tarde o temprano, tiene que regresar a Mí, ya sea bueno o ya sea malo. Ya sea bueno, para que tenga su premio eterno, ya sea malo, para que obtengan su castigo eterno.
Todo lo que viene de Mí, Mis pequeños, produce unión y vosotros lo veis, primeramente, en vuestra vida. Lo veis con vuestra familia, lo veis con los que os rodean.
Meditad, Mis pequeños, si vosotros producís unión dentro de vuestro hogar, dentro de la oficina, dentro de donde trabajáis, dentro de la sociedad. ¿Realmente estáis actuando como en Mi Santísima Trinidad o estáis apartando los corazones? Satanás es lo que ha hecho, satanás destruye, separa, mata, no busca unión y vosotros también lo estáis viendo actualmente, cómo alrededor del mundo hay desunión, guerras, ataques de unos contra otros. Os peleáis por un mendrugo de pan, os peleáis por tener más que los demás, os peleáis por tener un puesto más alto. Vosotros mismos estáis divididos en vuestro interior.
Mis pequeños, debéis uniros a Mí, vuestro Dios, debéis ir desechando la maldad que habita en vuestro corazón, debéis luchar contra eso aunque, ciertamente, lo lleváis dentro de vuestro ser por el Pecado Original. Vosotros, si os lo proponéis, sacaréis una buena parte de lo malo que tenéis dentro de vosotros y Yo os ayudaré a que encontréis vuestra perfección y, de esta forma, vuestros actos, cada vez serán  más bellos, para que os podáis presentar ante Mí, de vuestra mejor forma e inmediatamente después de una pequeña purificación, os unáis eternamente en Mi Santísima Trinidad.
Luchad pues, Mis pequeños, por alcanzar ésa perfección a la que todos vosotros estáis llamados. Buscad la unión, de todos los que os rodean, con vuestra oración, buscad la unión de todos los pueblos de la Tierra, buscad la unión con el Universo entero. No estáis solos en el Universo, buscad la unión, Mis pequeños, de un solo Amor, de un solo Corazón, todos vosotros Conmigo, en Mi Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal.
Hijitos Míos, en estos momentos el Universo entero se convulsiona, no solamente es la Tierra la que está padeciendo ésta convulsión, que le llevará a su purificación por el Pecado Original, por la tentación de satanás. Toda la Creación fue afectada, todo ha sido afectado en el mal y, lo que estáis viendo y veréis en los cielos, es parte de la convulsión que se está dando a nivel Universal, a nivel planetario. No se os permitirá conocer todo en estos momentos, todo lo que sucede fuera de la Tierra, porque no soportaríais tanto cambio, tanta maldad, cómo satanás ha tratado de destruir Mi Obra de Creación.
Ciertamente que no conocéis vosotros las capacidades satánicas en pleno y que tampoco voy a permitir que se dé sobre vosotros, porque no sobreviviríais, por eso, os pido tanto vuestra donación a Mi Santísima Voluntad, vuestra donación a través de la oración, a través de vuestras buenas obras, a través de vuestros pensamientos sanos y santos. Yo quiero que cada uno de vosotros sea verdaderamente bueno, por eso os he pedido ser otros Cristos, porque la salvación y el cambio, con la donación de Mi Hijo, fue Universal.
Satanás está tratando de destruir todo lo creado y por eso viene Mi Hija, Pequeña, una Pequeña Creatura, a la que no quiso obedecer satanás por ser una Creatura, él, siendo un arcángel se sentía infinitamente mayor que Ella y por eso, ésa Pequeña Creatura le va a aplastar su cabeza, le va a aplastar su soberbia.
Vosotros, siendo hijos de Nuestra Pequeña Creatura, María, la Siempre Virgen, que es inmensamente superior a cualquier arcángel, os da el ejemplo para que vosotros también crezcáis ante Nuestros Ojos, ante Nuestra Santísima Trinidad.
Ella alcanzó de Nosotros tantas Bondades, Gracias, Bendiciones, Dones, Virtudes, por su Humildad, que vosotros, debéis seguir Su ejemplo. ¿Por qué vosotros, si sois infinitamente inferiores a Nuestra Creatura amada, la Virgen María, os creéis superiores a Ella y aún a los mismos ángeles y arcángeles? Vosotros estáis actuando como satanás, os estáis llenando de soberbia y cuando os llenáis de soberbia, ya no aceptáis Mis Mandatos, Mis Leyes, Mis Órdenes. No confiáis en Mi Amor, no lo queréis tomar para vosotros mismos, no os queréis llenar de él para darlo a vuestros hermanos. Tened cuidado, Mis pequeños, porque estáis en el momento cumbre de purificación Universal, son segundos los que os faltan para que lleguéis a la gran hecatombe, donde se dividirá el Bien del mal, donde vendrá el Juicio de los buenos y los malos. ¿Cómo está vuestro corazón? ¿Cómo son vuestros actos? ¿Cómo respetáis Mis Leyes y Mi Amor?
Tened cuidado pues, Mis pequeños, con vuestro actuar actual y el del futuro cercano, porque os estáis jugando vuestra eternidad. Si sois malos, si os habéis llenado de la maldad de satanás, le seguiréis a él eternamente. Tened cuidado, Mis pequeños, os amo, pero vosotros no queréis amarMe, vuestra maldad os ha llenado de obscuridad y no pensáis correctamente.
Venid a Mí, para que tengáis ésa Luz Divina y veáis la realidad de vuestra Creación, de vuestra misión, de vuestro propio ser, os quiero a todos, os quiero a todos de regreso.
Vosotros, los que habéis buscado el Bien, orad por vuestros hermanos que viven en el error, que satanás les ha obnubilado su mente a tal grado, que no quieren conocer la Verdad, la niegan, la atacan, ayudadles, Mis pequeños, son vuestros hermanos, éste es tiempo de Amor, éste es tiempo de ayuda, éste es tiempo de salvación.
No veáis esta purificación como destructiva, sino es tiempo de salvación para aquellos que viven en el mal. Si vosotros, los que Me decís que estáis en el Bien y buscáis el Bien, demostradlo, orando por vuestros hermanos que viven en el mal y salvadles, para su gozo eterno.
Gracias, Mis pequeños.

Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.
Hijitos Míos, ya se os ha explicado cómo satanás ataca usando una piel de oveja, o sea, aparentando un bien para todos vosotros y os engaña, de tal forma, que vosotros realmente creéis, de corazón, que ése bien os ayudará, pero os prevengo, Mis pequeños, de que satanás ha afectado a muchos de vuestros hermanos y aún a hermanos vuestros, que llegarán después, -de vuestros cielos-, hermanos caídos, hermanos afectados por el pecado de satanás, que os tratarán de engañar y os llevarán a un pecado mayor y es principalmente la separación de Mí, de Mi Ser, de Mi Pensamiento, de Mi Amor para con vosotros.
Mis pequeños, mucho mal viene hacia vosotros, mucho mal ya está entre vosotros y vosotros no os estáis protegiendo debidamente. Se os ha venido previniendo desde muchos años atrás de todo el mal que sufriréis y que podríais haber aminorado, pero no tomasteis en serio Mis Palabras. Mi Hija, la Siempre Virgen María, se preocupó también por advertiros de lo que pasará o de lo que podría pasar en vuestro mundo, pero no habéis querido entender. Muy pocos tomaron en cuenta Nuestras advertencias, Nuestros consejos y cambiaron de vida y empezaron a vivir vida de oración, mientras muchos otros llevan vida de falsedad, de error, de pecado.
Mis pequeños, Soy un Dios Sensible, Mi Misericordia es Infinita y hablar de Misericordia, Mis pequeños, es hablar de ésa sensibilidad en el Amor. Con un arrepentimiento de corazón, podríais cambiar todo, podéis constatarlo en las Sagradas Escrituras. Cuando se le anunciaba a un rey, a un pueblo, su mal proceder, se rasgaban las vestiduras, aceptando sus pecados, su error, dormían en el suelo, se cubrían con sayal y ceniza, imponiéndose una penitencia, para que Yo olvidara sus pecados. Ciertamente, sus pecados eran enormes y con ése pequeño sacrificio y penitencia que se permitían en su ser, Yo los perdonaba.
Los pecados de ahora, Mis pequeños, ciertamente también son enormes pero, Mi Misericordia, también es inmensa. Yo podría perdonaros y protegeros de los ataques tan fuertes de satanás, pero no entendéis. Haced penitencia, aceptando vuestros errores y pidiendo perdón por ellos, de corazón, y veréis cómo podréis gozar de Mi Misericordia y de Mi Perdón, pero si no queréis hacer caso, a Mis peticiones, que os convienen para vuestro bienestar, tendréis que padecer vuestro error. No os imagináis, Mis pequeños, cómo será probada la Tierra, nunca antes se ha dado algo como lo que veréis, pero no queréis entender, vuestra soberbia no os permite razonar éstas Palabras que salen de vuestro Creador, vuestro corazón no se mueve al arrepentimiento, no se mueve a la conversión. El dolor, os moverá hacia vuestra conversión, hacia vuestro arrepentimiento, os arrodillaréis, ya no buscando el perdón de corazón, sino os arrodillaréis con temor, ciertamente, buscando Mi Perdón, pero con temor, con terror de que no seáis tocados por el mal tan fuerte que caerá sobre vosotros.
Ciertamente, la purificación se tenía que dar, pero no tenía que darse tan fuerte como la tendréis. Ojalá podáis entender todavía, en el corto tiempo que os queda, para que aminoréis vuestro dolor.
Gracias, Mis pequeños.

miércoles, 11 de julio de 2012

Dios Padre se Manifiesta - Junio 20 del 2012




Jun 20_12 A vosotros os corresponde solamente orar y uniros a Mi Hijo, la lucha ya se está dando.


Rosario vespertino.
Temas:
  • Mi Corazón, adolorido está, porque quedan pocos, muy pocos al pie de la Cruz, muy pocos aceptan también su cruz, otros, menos se acuerdan de ofrecerMe su cruz y unirla a la Mía para la salvación.
  • Os pido que os acordéis más seguido de Mí, que Me agradezcáis de corazón y si así lo hacéis, más recibiréis de Mí, vuestro Dios, porque Yo consiento a las almas agradecidas.
  • Llevad una vida más íntima, más espiritual, que con ella os protegeréis fuertemente contra sus ataques, los momentos son críticos, lo material cambiará totalmente.
  • Os pido os unáis espiritualmente a todos vuestros hermanos que están sobre la Tierra orando, ofreciéndose, dándoMe todo su ser, su corazón, su vida, que Yo uniré todo lo vuestro a los Bienes que Mi Hijo derramó sobre vosotros.
  • Sabéis perfectamente en vuestro corazón lo que tenéis qué hacer, porque Mi Santo Espíritu habita en vosotros, dejadMe a Mí las preocupaciones, dejadMe a Mí, protegeros.

Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.

Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Corazón, adolorido está, porque quedan pocos, muy pocos al pie de la Cruz, muy pocos aceptan también su cruz, otros, menos se acuerdan de ofrecerMe su cruz y unirla a la Mía para la salvación.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo, Mi Corazón adolorido está, porque se vuelve a repetir el momento en el cual Yo estoy en la Cruz. ¿Cuántos había al pie de la Cruz acompañándome? Prácticamente todos Mis discípulos, apóstoles, las multitudes que Me seguían, en ése momento todos Me abandonaron, tres, solamente estaban.
Mis pequeños, por eso está adolorido Mi Corazón y vosotros mismos lo veis: ¿cuántos van quedando en las iglesias?, ¿cuántos van a la oración? Muy pocos, muy pocos se mantienen acompañándoMe, muy pocos tratan de mantenerse en estado de Gracia y en oración acompañándoMe, muy pocos buscan mantenerse en Gracia sirviendo a sus hermanos y orando por los necesitados, muy pocos os ayudáis los unos a los otros en vuestras necesidades materiales y espirituales.
Ya no hay vida, ya no hay vida espiritual, buscáis solamente lo superfluo y, en los momentos de prueba, os escapáis de Mí, por temor, porque no queréis manteneros viviendo en Gracia y preferís ser como las multitudes y pasar desapercibidos porque no queréis que os señalen como gente de oración, os da vergüenza ser gente de oración.
Mis pequeños, por eso, son momentos de tribulación, porque al faltar oración, satanás va adquiriendo más poder sobre vosotros. La oración, la Gracia, la vida que lleváis íntima Conmigo, le quita poder, pero al faltar oración entre vosotros, le vais quitando ataduras a satanás y aprovecha para atacaros.
Si vosotros realmente fuerais más inteligentes os daríais cuenta de las mentiras de satanás, porque muchos, muchos de vuestros hermanos se van con él, porque él os promete cosas buenas, os promete bienes de la Tierra, os promete fama, fortuna y tantas cosas que al hombre interesan pero, ¿qué veis en la realidad, cuando vosotros dejáis la oración, cuando él empieza a adquirir más poder sobre vosotros? No os está regalando nada, no os lleva hacia el Bien. No gozáis, sino al contrario, estáis padeciendo cada vez más y más y vosotros no queréis entender todo esto que sucede a vuestro alrededor, porque no os queréis soltar a Mi Gracia y a Mi Amor y, os vuelvo a repetir, para no ser señalados como hermanos Míos, porque os da vergüenza que os señalen como hermanos de Cristo Jesús.
¡Qué tristeza Me da todo esto, Mis pequeños!, por eso Mi Corazón, adolorido está, porque quedan pocos, muy pocos al pie de la Cruz, muy pocos aceptan también su cruz, otros, menos se acuerdan de ofrecerMe su cruz y unirla a la Mía para la salvación de vuestros hermanos.
De vosotros depende vuestro futuro, vosotros tenéis la posibilidad de tener una fuerza de oración muy grande, porque va a ir unida a la Mía y con eso se le quitaría poder a satanás, pero os da vergüenza ser hijos Míos, hermanos de Cristo Jesús.
Os pido recapacitéis, os pido que ya no Me soltéis, que Me acompañéis en todo momento, que viváis para Mí, vuestro Dios, lo que tenéis que vivir. Nuestra Santísima Trinidad está sobre vosotros, Nuestra Santísima Trinidad os protege en todo momento, ¿por qué teméis si Nosotros os estamos cuidando?
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido que os acordéis más seguido de Mí, que Me agradezcáis de corazón y si así lo hacéis, más recibiréis de Mí, vuestro Dios, porque Yo consiento a las almas agradecidas.
Hijitos Míos, la diferencia que hay entre los hijos de la Luz, que son Mis verdaderos hijos, con los hijos del Mundo, es vuestra espiritualidad. Los que estáis Conmigo, utilizáis muchos de vuestros momentos y quisiera decir todos, pero os distraéis mucho y esos momentos, cuales quiera que sean, Me los ofrecéis y así vuestras obras se van espiritualizando y vais adquiriendo un grado de espiritualidad fuerte que va a ayudar a vuestros hermanos en la transformación de la Tierra y la transformación de sus almas.
Vosotros debéis ir ofreciendo todos los momentos de vuestra vida, todos vuestros actos, todo lo que suceda en ella, así como Mi Hijo se unió perfectamente a Mí y todo Me era ofrecido por Él.
Los que no están Conmigo, los que son olvidadizos o muy pocas veces se acuerdan de Mí, no Me ofrecen su vida y nada más se la pasan exigiéndoMe por sus necesidades, sin acordarse de que Soy un Dios Sensible, un Dios que necesita también el amor de Sus creaturas, aunque, ciertamente, por Ser Dios, no necesito de nadie para ser feliz, pero vuestros ofrecimientos, agradecimientos, halagos, todo eso lo tomo, Mis pequeños, como alimento, como vida, como alegría a Mi Corazón.
Vosotros mismos necesitáis ser amados, ser comprendidos, os gusta ser apapachados, que haya alguno de vuestros hermanos que se ocupe de vosotros, que se acuerde de vosotros de vez en cuando, porque, ciertamente estáis en el Mundo acompañados de millones de almas. No vivís solos y, necesariamente, vosotros buscáis el amor de vuestros hermanos y también vosotros tenéis el deseo de dar el que lleváis en vuestro corazón.
Difícilmente el hombre puede dar y dar sin esperar recibir, porque necesitáis compañía, porque necesitáis que vuestros actos sean acreditados por vuestros hermanos y, esto es, que al momento en que vosotros deis, por lo menos tengáis el agradecimiento de vuestros hermanos. Difícilmente dais sin esperar recibir, porque no estáis llenos de amor, como Yo lo estoy, y vosotros necesitáis el amor de vuestros hermanos, para que también os desarrolléis espiritualmente, anímicamente y aún humanamente. Vuestra vida tiene que estar llena de amor, dando y recibiendo y, de esta forma, camináis más seguros y más alegres durante vuestra misión sobre la Tierra y, así como vosotros necesitáis recibir y dar, acordaos de Mí, Mis pequeños, que Soy un Dios Providente, que os doy a manos llenas, que os cuido en todo momento, que os protejo de todo mal.
Tomad en cuenta todas estas situaciones y muchas más, a lo largo de vuestra vida, en que Yo estoy pendiente de vuestras necesidades y de vuestros cuidados, solamente os pido que os acordéis más seguido de Mí, que Me agradezcáis de corazón y si así lo hacéis, más recibiréis de Mí, vuestro Dios, porque Yo consiento a las almas agradecidas. Vosotros mismos sobre la Tierra, también consentís a aquellos que os agradecen.
Buscad el bien de vuestros hermanos y necesariamente éste regresará a vosotros. Si vosotros empezáis a ampliar vuestro círculo dando más a vuestros hermanos, atendiéndoles mejor en sus necesidades materiales y espirituales, de ésta forma Mi Amor irá fluyendo por toda la Tierra. El Amor logra hacer Milagros que vosotros ni imagináis, Mis pequeños. Todos vosotros lleváis una vida externa que todo el mundo ve y una vida íntima que solamente Yo veo, y no necesariamente son iguales.
Así que, Mis pequeños, tratad de ayudar a vuestros hermanos en todo lo que podáis y se os ha dicho en las Escrituras, que Me veáis a Mí, vuestro Dios, en cada uno de vuestros hermanos. Dad y recibiréis, sed agradecidos y recibiréis todavía más.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Llevad una vida más íntima, más espiritual, que con ella os protegeréis fuertemente contra sus ataques, los momentos son críticos, lo material cambiará totalmente.
Hijitos Míos, llamad intensamente, con vuestro corazón abierto, a vuestro Dios Espíritu Santo, a Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros y que en estos momentos es importantísimo, para que vosotros obtengáis del Él grandes cuidados y Bendiciones.
Sabéis que éstos son momentos críticos de la humanidad, pero momentos críticos para vuestra alma, Mis pequeños. Os sigo insistiendo que vosotros debéis mirar hacia vuestro interior, que no veáis el exterior ni las cosas materiales, éstas van a cambiar en éstos momentos de la transfiguración Universal, lo importante en vosotros es vuestra alma y debéis pedirLe a vuestro Dios Espíritu Santo, que os transforme, que os transfigure, que os haga cambiar, porque actualmente, vuestra alma solamente ve lo del mundo y satanás así os va haciendo creer que lo del mundo es lo más importante, que os debéis llenar de cosas del mundo para que valgáis más. Os distrae grandemente con cosas superfluas, os produce necesidades imperiosas en vuestra vida que son superfluas a ella. Buscáis afanosamente cosas y cosas del mundo que no os van a servir para vuestra salvación eterna y, peor aún, os distraéis cuando ya tenéis ésas cosas de valor que habéis adquirido del mundo y os preocuparéis todavía más, porque no sabéis dónde esconderlas para que vuestros hermanos no os las quiten.
Estáis viendo por todos lados la maldad y vosotros os llenáis de miedos y, si esto entendierais, en lugar de vivir con temores, buscaríais en qué forma os podíais proteger del mal, y ésta es, os la he dicho ya varias veces, la de la oración y la donación total de vuestro ser a Mi Ser Divino.
Todo lo que tenéis en lo material, lo perderéis, vuestra transfiguración os llevará a entender los valores del alma, contra los valores materiales. Cuando entendáis, gracias a Mi Santo Espíritu, todo esto, que suena simple y sencillo, pero que para vosotros es tan difícil, porque estáis muy arraigados a ello, entonces es cuando comprenderéis todo el Bien que Yo derramé sobre vosotros, cómo os cuidé a lo largo de vuestra vida y cómo Me fallasteis continuamente.
PedidMe perdón, Mis pequeños, por todo el daño que Le habéis hecho a Mi Corazón, a Mi Amor hacia vosotros. Mucho mal habéis dejado que se desate alrededor del mundo y ése mismo mal os está atacando a vosotros y os va engañando. Os peleáis los unos con los otros por tantas razones y estas razones, generalmente, son humanas, materiales, sin importancia para vuestra salvación eterna. Si buscarais más la espiritualidad en vuestra vida, todo cambiaría porque sería como vivir en la pureza, en lo que es limpio, en lo que os va a salvar. Al estar buscando lo material, os vais hundiendo, a tal grado, que os ahoga, primeramente, porque os afanáis mucho por conseguir lo material, lo del mundo y en seguida, porque os preocupáis demasiado porque no os lo roben.
PedidMe, pues, a Mi Santo Espíritu, que os dé Sabiduría Santa, Discernimiento Santo, para que satanás no os siga engañando, como lo ha venido haciendo hasta ahora, y vosotros lo habéis aceptado en vuestra vida.
Mientras más os dejéis engañar por él, menos podréis derrotarle porque ésos miedos os ahogarán y vosotros necesitáis una vida espiritual fuerte, firme, a prueba de todo, para que podáis luchar contra sus capacidades.
Insisto, Mis pequeños, llevad una vida más íntima, más espiritual, que con ella os protegeréis fuertemente contra sus ataques, los momentos son críticos, lo material cambiará totalmente. Lo espiritual os hará crecer a niveles que no os imagináis y que gozaréis.
Buscad pues que Yo derrame Mis Bendiciones sobre vosotros, para que busquéis y encontréis ésa vida espiritual que tanto necesitáis. No dudéis, Mis pequeños, ya no son tiempos para dudar, ya debéis ser de una sola pieza, ya no podéis dudar, porque en la duda podréis perder.
Buscad vuestra santificación, dejando que Mi Voluntad se haga en vosotros, dejad que vuestro Dios trabaje en vosotros y para vosotros y así aseguraréis vuestro triunfo y el de vuestros hermanos, por los cuales, vosotros intercedéis.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido os unáis espiritualmente a todos vuestros hermanos que están sobre la Tierra orando, ofreciéndose, dándoMe todo su ser, su corazón, su vida, que Yo uniré todo lo vuestro a los Bienes que Mi Hijo derramó sobre vosotros.
Hijitos Míos, en una competencia, sabéis que gana el mejor, pero para ganar, os exigís mucho trabajo atrás. Nadie gana sin haber trabajado antes fuertemente, sin haber puesto antes todo su empeño y toda su atención, para logar la meta a la que queréis  llegar. En cualquier tipo de competencia, tanto física, como espiritual, vosotros debéis poner mucho de vuestra parte y, llamo competencia espiritual, a vuestra vida de todos los días, porque ciertamente estáis atacados continuamente por satanás y hay una competencia muy fuerte entre el cuerpo, vuestro cuerpo y vuestra alma, vuestra espiritualidad y es una competencia muy fuerte, porque vuestro cuerpo continuamente os está llevando hacia el mundo; satanás, con sus tentaciones, os hace creer que lo del Mundo es lo que vale más y llega un momento, a veces, que vosotros perdéis realmente la finalidad de vuestra vida y, así, os va haciendo perder la competencia, porque vais perdiendo en lo espiritual.
Creéis que vais ganando la competencia, porque os vais llenando de valores del mundo, pero la realidad es otra, estáis perdiendo, porque vuestra finalidad, como seres humanos, es el Reino de los Cielos y éste Reino es espiritual, es Reino de Amor, es Reino de Esperanza, es Reino de Alegría, es Reino de múltiples gozos y bellezas. Ciertamente, en lo material, obtendréis goces, pero serán momentáneos y muchos de ellos, os llevarán al pecado, que ciertamente, primero gozaréis y luego sufriréis.
En lo espiritual, Mis pequeños, tenéis Mi Vida en vosotros, tenéis un futuro total y vuestro futuro está ahí. Se os ha dado un momento de lo eterno para que vosotros viváis y, es un pequeño momento, que si no lo aprovecháis o lo aprovecháis mal, podréis perder la alegría que os podríais ganar eternamente y todo porque os dejasteis llevar por los malos consejos de satanás. Le dais mucho valor a la fama, a vuestro nombre, a sobresalir sobre vuestros hermanos, a tener lo último que os ofrece el mundo y no os dais cuenta de ésta falsedad porque no tenéis un sabio discernimiento y no pedís Nuestra ayuda, a Nuestra Santísima Trinidad. Falláis demasiado y ciertamente os amo, porque Soy vuestro Padre y Creador.
Todo esto, que suena a regaño, Mis pequeños, ciertamente es un regaño amoroso, pero buscando vuestra mejora, estáis perdiendo la competencia, estáis perdiendo la carrera de la vida y Yo no quiero que vosotros perdáis, porque os podréis perder eternamente y eso causa un sufrimiento grande en el Reino de los Cielos. Todos vosotros estáis destinados para un goce eterno, satanás lo sabe, pero os distrae continuamente y vosotros, os olvidáis de esto continuamente. Os lo repito y os lo repito, como los padres amorosos también repiten a sus hijos las lecciones diarias de la vida y, si realmente lo vieras desde otro punto de vista, si fuerais obedientes, si buscarais vuestra perfección, os podría decir que es fácil el vivir en el Bien y para el Bien y, para eso os mandé a Mi Hijo Jesucristo, para que de Él tomarais Ejemplo de Vida y dierais amor a vuestros hermanos.
No os pido cosas extraordinarias para vuestra salvación, cosas imposibles, todo es sencillo en el Amor.
Satanás sí os hace las cosas difíciles y aún así las aceptáis en vuestra vida, las buscáis afanosamente, y con tal de obtener lo que deseáis, cometéis graves faltas, porque queréis tener, a como dé lugar, un bien que luego ése bien, se volverá un mal para vuestra vida y para vuestro futuro.
¿Por qué no entendéis, Mis pequeños, lo que Yo os trato de explicar? Soy vuestro Padre, Soy vuestro Dios, busco lo mejor para vosotros, os protejo continuamente contra los ataques de satanás, que vosotros no veis. Os cuido, a pesar de vosotros mismos, porque vosotros mismos os descuidáis. Una coraza de Gracia os protege, que es Mi Gracia sobre vosotros, pero vosotros ni siquiera de eso os dais cuentaEstáis en terrenos de satanás, él es el príncipe de éste Mundo y no creáis que no haya ataques sobre vosotros o que os consienta por estar en su reino, no, Mis pequeños, por eso Mi Gracia continuamente tiene que estar cayendo sobre vosotros para proteger vuestro cuerpo y vuestra alma y de eso no os dais cuenta, ni Me agradecéis nada en lo absoluto.
Os voy cuidando para que deis fruto y que ése fruto salve almas, como Mi Hijo os enseñó, pero ¿cuántos de vosotros realmente estáis pensando en ésa que es vuestra finalidad por vuestra creación? No fuisteis creados solamente para venir a la Tierra y gozar, como muchos hermanos vuestros os platican. No, Mis pequeños, hay una cruz en cada uno de vosotros, como la tuvo también Mi Hijo. Aún siendo Dios, por ésa Cruz, os da vuestra santificación y se la da a vuestros hermanos, cuando Me la ofrecéis.
Os pido os unáis espiritualmente a todos vuestros hermanos que están sobre la Tierra orando, ofreciéndose, dándoMe todo su ser, su corazón, su vida, que Yo uniré todo lo vuestro a los Bienes que Mi Hijo derramó sobre vosotros y esto para quitarle poder a satanás y no os dañe como quisiera dañaros. Os he dicho que en la unión está vuestra fuerza, y ya estáis en la batalla, Mis pequeños. No seáis tan inocentes, como muchos quieren creer, tratando de evitar preocupaciones, haciendo creer que no pasa nada a vuestro alrededor. No es así, estáis ya en la batalla, -no vendrá-, estáis ya en la batalla y que la ganaréis si os mantenéis Conmigo, si dejáis que Mi Gracia fluya a través de vosotros, porque es la forma en que vosotros ganaréis, dejando que Mi Voluntad trabaje a través de vosotros. Vosotros no podéis actuar solos, la fuerza de satanás es mucho mayor que la vuestra, pero él no puede nada contra Mí.
Dejad pues que Mi Gracia fluya, olvidaos de vosotros mismos, dejad que Yo, vuestro Dios, tome posesión de vuestro ser, esto es lo más sabio que podréis hacer. Yo, vuestro Dios, trabajaré por vosotros, os salvaré, pero dejadMe actuar a través de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Sabéis perfectamente en vuestro corazón lo que tenéis qué hacer, porque Mi Santo Espíritu habita en vosotros, dejadMe a Mí las preocupaciones, dejadMe a Mí, protegeros.
Hijitos Míos, ya os había pedido que no estuvierais elucubrando en vuestro futuro cercano. Os he dicho que ciertamente tendréis dificultades, pero también os he dicho que Yo os estaré protegiendo. Toda dificultad que tendréis, será para vuestro bien, será para el bien de vuestros hermanos.
Vuestra obligación, como hijos Míos, hijos del Dios Verdadero, es la de producir amor, salvar almas, llevar a vuestros hermanos, que están prácticamente condenados, a su salvación eterna.
Los hijos pequeños no se preocupan por lo que sus padres tienen que hacer para que puedan recibir su alimento y sus cuidados. Vosotros no tenéis ésa obligación todavía porque sois pequeños, por eso os pido que no os metáis en los campos que no os corresponden.
A vosotros os corresponde solamente orar y uniros a Mi Hijo, la lucha ya se está dando, como os he dicho. Se está librando en los Cielos y en la Tierra, las huestes Celestiales, los santos ángeles, os están cuidando y protegiendo de todo mal. Vuestra Madre, la Siempre Virgen María, está impidiendo que la fuerza de satanás se de en pleno. Los Méritos de Mi Hijo os están dando fortaleza, os están dando Vida, por eso os pido que no perdáis tiempo en elucubraciones y os llenéis de preocupaciones que no son de vuestra edad, por así decirlo.
Dejad que vuestro Padre y vuestros hermanos mayores, protejan vuestro cuerpo y vuestra alma y vosotros haced lo que tenéis qué hacer, de acuerdo a vuestra edad espiritual y a vuestra misión sobre la Tierra.
El mismo satanás os llena de preocupación y, de esta forma, vosotros os apartáis de la oración y solamente perdéis el tiempo en elucubrar cómo salir de tal o cual problema, que el mismo satanás ha inventado para que vosotros os preocupéis.
El niño, en una familia, tiene obligaciones pequeñas, los padres o los hermanos mayores, tienen obligaciones más importantes, haced pues lo que tenéis qué hacer, de acuerdo a vuestro grado de espiritualidad, de acuerdo a vuestra misión, de acuerdo a lo que Yo he pedido a cada uno de vosotros.
Sabéis perfectamente en vuestro corazón lo que tenéis qué hacer, porque Mi Santo Espíritu habita en vosotros, dejadMe a Mí las preocupaciones, dejadMe a Mí, protegeros, Yo Soy vuestro Dios, y no tenéis por qué preocuparos, puesto que Soy el Omnipotente, el Eterno y nada ni nadie puede nada contra Mí, contra Mi Amor, contra Mis Potencias.
Así pues, preocupaos de lo que os tenéis que preocupar cada uno de vosotros de acuerdo a vuestra edad. Sois pequeños, haced las cosas pequeñas que tenéis qué hacer, pero hacedlas con dedicación y con amor.
Gracias, Mis pequeños.