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jueves, 29 de enero de 2015

¿Cuándo ocurrirá el Milagro?

Muchos creyentes en Garabandal esperan todos los años el Gran Milagro que se ha profetizado y no tienen en cuenta, sin embargo; todas las cosas que Nuestra Señora ha dicho que deben ocurrir antes. En esta entrevista, el Padre François Turner, destacado historiador de Garabandal, esclarece tan importente tema.
P.  Algunos que parecen estar al menos bastante bien informados sobre Garabandal esperaban que el Milagro ocurriese en 1984. ¿Cómo pudieron esperar el Milagro si los demás acontecimientos que, según Nuestra Señora, deben precederle no han sucedido aún?
R.  En primer lugar, conviene recordarles a los lectores de GARABANDAL los siguientes hechos fundamentales: 1) El Milagro ocurrirá un Jueves, a las 8.30 de la tarde; 2) En Marzo, Abril o Mayo; 3) Entre el siete y el diecisiete, ambos excluídos; 4) En la fiesta de un mártir de la Eucaristía, que no es español, y que tiene un nombre extraño (al menos para los españoles); 5) Coincidirá con un acontecimiento raro, importante y feliz para la Iglesia y la Cristianidad, que ocurrirá el mismo día del Milagro.
P.  Antes de que ocurra el Milagro, ¿no se supone que el Obispo de Santander tiene que recibir una señal personal que le haga levantar la prohibición que pesa sobre los sacerdotes de no subir a la aldea?
R.  Sí, y el Obispo sabe que esto ha sido anunciado. ¿Será algo sobrenatural? Algunos así lo creen, otros no. Conchita ha dicho que será una prueba muy grande.
P.  Mari Loli ha dicho que antes del Milagro, el Comunismo dominará el mundo. ¿Se puede decir que el Comunismo domina ahora el mundo ?
R.  Se está extendiendo. No es posible conjeturar hasta qué punto habrá llegado antes de que ocurra el Milagro.
P.  Mari Loli también ha dicho que poco antes del Milagro, a los sacerdotes les será muy difícil decir misa. ¿Se puede decir que esa situación existe ya ?
R.  No hemos llegado aún a ese extremo.
[PICTURE]: El padre François Turner, Domínico de Blois, y destacado escritor e historiador, está preparando, con la colaboración del Profesor Jacques Serre, una cronología de los sucesos de Garabandal, día a día.
P.  Conchita ha dicho que la Santísima Virgen dará tiempo antes del Milagro para difundir el Mensaje con el permiso de la Iglesia ¿Diría usted que hasta el momento hemos tenido ese permiso ?
R.  Lo tienen. En 1966 el Papa Pablo VI anuló toda la sección del Libro de Derecho Canónico relativa a la censura de libros (cánones 1384 a 1405). Cuando se le preguntó a la Santa Sede si esta anulación se aplicaba también al canon 1399, que trata de las revelaciones privadas, su respuesta, en 1967, fue afirmativa. Como se trata de una disposición del derecho consuetudinario, no es necesario, actualmente, solicitar permiso para difundir los mensajes de Garabandal ni tampoco puede prohibirse su difusión mediante un edicto. La Santa Sede .indicó, sin embargo, que las revelaciones no deben poner en peligro ni la fe ni la moral. Esto incluye la íntegra aceptación de todas las enseñanzas de la Iglesia, especialmente las del Concilio y las de Juan Pablo II. Como nadie puede alegar que los Mensajes de Garabandal no están de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia (véase las páginas 4 y 5), no existe problema alguno. No hay que ser especialistas en derecho canónico para entenderlo.
P.  Otra condición que debe cumplirse antes de que el Milagro ocurra es que en general, se deje de creer en Garabandal. ¿Diría usted que no cabe duda de que esto aún no ha sucedido ?
R.  Desde luego. Ya se ha establecido, sin lugar a dudas, que el "dejar de creer" en Garabandal fue mencionado por las videntes, fue pronosticado que. sucedería, y que Conchita lo supo dos años y tres semanas antes de saber acerca del Aviso. Conchita también dijo en Diciembre de 1962 que antes del Milagro habría un gran número de falsas apariciones en todas partes, en el mundo entero. ¿Por qué Dios las permite?; porque ya está profetizado que el diablo tratará de confundir las mentes de muchos para que no crean en las verdaderas apariciones (véase Mt. 24,24). Y he hablado en presente, "las permite", porque ya han comenzado a suceder.



Mas información en este link
Conchita González, vidente de Garabandal, España

miércoles, 14 de enero de 2015

LOS ACONTECIMIENTOS DE GARABANDAL



EL AVISO.
El mundo no está preparado para recibir una gracia tan grande como el Milagro, por esta causa Dios va a enviar el Aviso a todos y cada uno de nosotros para prepararnos. Será como una revelación de nuestra conciencia, conoceremos el estado de nuestra vida ante Dios, y no habrá duda alguna de que viene directamente de Dios.Por un corto tiempo el mundo quedará paralizado y ningún motor o máquina funcionará.
Es muy impresionante, como una advertencia del castigo que viene si no cambiamos. No es efecto de nada humano sino que será un acontecimiento que se verá en el firmamento y al mismo tiempo sucederá en nuestra alma y nos revelará el estado de nuestra alma ante Dios, al final nos invadirá un estado de felicidad al saber lo mucho que Dios nos ama. Todo el mundo lo vivirá desde donde esté. No se morirá por causa del Aviso. Cuando esto suceda el Milagro está próximo.

EL MILAGRO.

La Virgen dijo que antes del día del Milagro mucha gente habrá dejado de creer en las Apariciones de Garabandal, por lo que será de gran alegría la vuelta a la Fe que tendrá lugar cuando llegue el Aviso y el Milagro.
Después del Aviso viene un gran Milagro. Será anunciado ocho días antes por Conchita por mandato de la Virgen. Viene directamente de Dios. Será un Jueves, coincidirá con un gran acontecimiento de la Iglesia, se verá en todos los sitios desde donde se puede ver el pueblo de Garabandal.
Los pecadores se convertirán y los enfermos sanarán, los que en ese día suban a Garabandal. Es el mayor Milagro que Dios ha hecho, después de La Eucaristía, viene para ayudar al mundo a convertirse, una gran manifestación de lo mucho que Dios nos ama.
El Papa lo verá desde donde esté. Quedará una señal permanente en los pinos, que será una señal visible del Amor de Dios. Es como una última gran ayuda antes de la purificación universal, ya que si el mundo con esto no cambia Dios permitirá una gran tribulación, el Castigo. La Virgen pidió a Dios venir acá a Garabandal como último remedio para evitar o atenuar el Castigo.

LA SEÑAL.

Acontecimiento propio del Fin de los Tiempos. La Virgen dijo que después del Milagro quedará una señal permanente en los Pinos como prueba del Amor inmenso de Dios hacia la Humanidad. Se podrá ver, fotografiar, filmar, pero su sustancia es de naturaleza desconocida ya que es Obra de solo Dios.
El hecho trascendente es que esta señal, al modo de la que guió al pueblo judío por el desierto, significa que también los Cristianos del Fin de los tiempos tendrán el auxilio Divino hasta el Fin del mundo. Uno de los hechos mas notables será la unión de las Iglesias, así lo dijo la Virgen en Garabandal.
Después de la gran purificación se cumplirán las profecías tales como la predicación universal del Evangelio y la conversión del Pueblo Judío. Una gran paz reinará por un tiempo sobre toda la tierra. La Iglesia y el mundo cambiarán tanto respecto a como lo conocemos ahora que no lo podemos imaginar. Esto es el preludio de los tiempos escatológicos.
Las fechas del Aviso y el Milagro.
Todo el mundo se pregunta cuando viene el Aviso y el Milagro. Lo cierto es que solo Conchita conoce la fecha del Milagro, ya que la Virgen le dijo que será un jueves y le dijo también el día, el mes y el año para que lo anunciase al mundo ocho días antes.
Sobre esto ha habido confusión ya que se ha dicho que mas gente sabe por ella la fecha del Milagro, pero no es así, lo mas que ella ha dado conocer privadamente son circunstancias del día del Milagro, como el acontecimiento muy importante para la Iglesia que coincidirá con la fecha del Milagro y que el Papa verá el Milagro desde donde esté.
Todo lo que oigas sobre fechas que se vienen dando no son ciertas.
La Virgen María dijo que, antes del Milagro, el Obispo que esté en Santander, recibirá una prueba personal para que dé permiso Oficial a los Sacerdotes de subir y en esas fechas se retirarán todas las notas negativas. Urge mucho que se haga la Oración y Penitencia que tanto nos pide la Virgen María en sus Mensajes.
El santo sacerdote estigmatizado Padre Pío de Pietrelcina conocía personalmente las Apariciones de Garabandal de sus conversaciones personales con la Virgen María y escribió en vida a Conchita diciéndole entre otras cosas "no creerán en vuestras Apariciones y cuando crean será demasiado tarde".
Ya en 1965 el Arcángel San Miguel dijo "la Copa está ya rebosando", por los pecados del mundo, señal apocalíptica que hizo decir a la Virgen que "no esperamos el Castigo, pero sin esperarlo vendrá si no se deja de ofender a Dios", y para evitarlo, Dios nos enviará el Aviso y el Milagro.
El Aviso viene para purificarnos y prepararnos para el día del Milagro, como decía la Virgen María "a los buenos para acercarlos mas a Dios, a los malos para advertirles que ya viene el Fin de los Tiempos" y como advertencia de los terribles sucesos que se avecinan para el mundo, especialmente si después del Milagro el mundo no cambia y que las niñas videntes lo vieron en la inolvidable "noche de los gritos".
El Milagro viene para ayudar al mundo a convertirse ya que ante Dios y Nuestra Madre María nunca es tarde para rectificar, pero si el mundo con esto no cambia, una purificación universal de Origen divino vendrá sobre la tierra, el Castigo.
Conchita dijo que los que queden vivirán para Dios. También dijo la Virgen que poco antes del Milagro muy poca gente creerá en Garabandal y también dijo que el Milagro viene para convertir el mundo entero.
Hay otros signos que la Virgen anunció, uno es que el Milagro coincidirá con un acontecimiento muy importante para la Iglesia, y también la Virgen dijo que vendrá el feliz día en que las Iglesias se unirán, como por contraste hay alusiones a divisiones importantes dentro de la Iglesia. De todos modos es importante que la auténtica Iglesia sea renovada, fiel al Evangelio en vida y obras.

A.M.G.D  y la  B.V.M

viernes, 10 de octubre de 2014

Pre-Aviso - Antecedentes al Aviso - Profecías de Garabandal



Garabandal, 52 años después

¡Ya estamos de regreso en México! Tres de los hermanos, que estuvimos en San Sebastián de Garabandal en 1962, y presenciamos el “Milagruco”,  hemos vuelto a Garabandal después de 52 años. Sólo faltó una de nuestras hermanas, que no pudo venir con nosotros.


También nos acompañaron en el viaje otros dos hermanos —más pequeños—, que por su corta edad, en 1962, no pudieron estar presentes en esos eventos. En total éramos nueve personas: cuatro parejas de esposos y nuestro hermano sacerdote.  

Cuando supimos que el 27 de septiembre sería beatificadodon Álvaro del Portillo, en Madrid (ver post anterior), decidimos asistir a esa ceremonia, pues nuestro hermano sacerdote es del Opus Dei; y también aprovechar para “hacer una escapada” de dos días a Garabandal.

En el viaje a Cantabria, tuvimos la gran suerte de que nos acompañara Antonio Yagüe, gran conocedor de las apariciones de la Virgen en Garabandal (ver su canal de YouTube y su página web). Sus interesantes explicaciones y comentarios, siempre llenos de profunda piedad, nos ayudaron mucho a sacar partido a nuestra peregrinación mariana.

Llegamos a Cosío hacia las 3 de la tarde. Comimos ahí einmediatamente después subimos a Garabandal por la carretera que, hace 52 años, era una brecha de tierra muy difícil de transitar.

En julio de 1962, Fidelín, un chico joven oriundo de Garabandal, nos había llevado en su viejo coche. Habíamos llegado a Cosío en una americana Buick de color blanco, con papá, mamá y una prima de 21 años que veraneaba con nosotros en Llanes. Ahora, 52 años después, la carretera estaba asfaltada y en pocos minutos llegamos al pueblecito rodeado de montañas verdes, y que parece estar perdido al final del mundo.

Las casas del pueblo son de cantera, y sus tejados rojos estaban humedecidos por la lluvia. Sin embargo, el cielo gris que rodeaba todo, en ese momento estaba plácido y sereno. No llovía. Dejamos los tres coches en los que viajábamos en la plaza que está delante de la pequeña iglesia, y nos dispusimos a subir, deseosos de llegar a Los Pinos cuanto antes.

En el camino Antonio y Chisco (un terciario franciscano que pasa ahora una temporada en Garabandal) nos contaban, con gran amenidad, detalles preciosos de las apariciones de la Virgen y San Miguel Arcángel a las niñas. Íbamos despacio, pues el tiempo no pasa en balde y la subida es costosa y empinada.

Al llegar a Los Pinos pudimos contemplar el magnífico espectáculo que se observa desde ahí, tanto hacia lo alto (las estribaciones de los Picos de Europa) como hacia abajo (la vista de las casas apretadas de Garabandal). A los lados las montañas verdes y escarpadas de los Montes Cántabros tienen una belleza especial.

Una de nuestras hermanas (la menor de los cuatro que estuvimos en Garabandal en 1962), comenzó a dirigir el Rosario. Todos la seguíamos con devoción. Rezábamos losmisterios gloriosos. Mientras desgranábamos una a una las cuentas del Santo Rosario.

Las cuatro partes del Rosario tienen una secuencia vital, que representa nuestra vida diaria y el desarrollo de la historia de la salvación.

Los misterios gozosos significan la vida oculta, de oración, de correspondencia a la propia vocación. Los misterios de la luz representan la misión que Dios nos encomienda a cada uno: siempre, de anunciar el Evangelio, que es una llamada a la conversión. Los misterios dolorosos anuncian lastribulaciones que tendremos que pasar, para conformarnos con Cristo, con su Pasión y Muerte. Y, por fin, los misterios gloriosos, nos animan a llenarnos de esperanza, porque, al final, llegará el triunfo de Jesucristo y de su Madre Inmaculada.

Terminamos de rezar el Rosario y bajamos la cuesta de Los Pinos hasta llegar a la iglesia del pueblo, donde nuestro hermano sacerdote —que comenzó a ver su vocación en 1962, cuando tenía sólo 13 años, precisamente en Garabandal— celebró la Misa, a las 7 de la tarde, a la cual asistimos nosotros y algunos peregrinos más; entre ellos, una pareja de americanos, muy piadosos, que venían de Oregon, Estado de Washington.

En la homilía, nos recordaron que ese día, el 24 de septiembre, era fiesta de Nuestra Señora de la Merced. La Virgen no se cansa de concedernos sus dones, mercedes de todo tipo, pequeñas y grandes, que no cesamos de recibir, si tenemos la sensibilidad para darnos cuenta de ellas.

Después de cenar en Cabanzón, un poblado no lejano al río Nansa, pasamos la noche en la Casona del Nansa. Eran muchas las emociones del día. Antonio nos tuvo despiertos hasta cerca de la una de la madrugada, con sus relatos interesantísimos sobre distintas intervenciones de la Virgen en la vida de los hombres.

A pesar de que no pudimos dormir mucho aquella noche, no quisimos perdernos la Misa que celebró nuestro hermano sacerdote, a las 8 de la mañana, en la iglesia de Garabandal. La mañana del jueves 25 de septiembre era templada. El cielo seguía cubierto de nubes. Todo el ambiente era el clásico de aquellas tierras cántabras: un silencio y una paz que invitaban al recogimiento y la oración.

Dimos gracias a Nuestra Señora del Carmen de Garabandal por su protección maternal sobre nuestra familia y sobre el mundo entero. Y, después de desayunarnos en la Casona del Nansa, nos dispusimos a emprender nuestro viaje a Madrid.

Uno quisiera quedarse mucho tiempo en el pueblo de San Sebastián de Garabandal. ¡Hay tanto que meditar sobre las apariciones de Nuestra Madre, en los años sesenta! ¡Hay tanto por qué darle gracias! ¡Hay tanto, también, porquépedir perdón!

En uno de los ratos de convivencia, nuestro hermano sacerdote nos leyó los dos mensajes que la Virgen (en 1961) y, luego, San Miguel Arcángel (en 1965) dieron a Conchita, Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz.

Los transcribimos ahora, para que, una vez más, los meditemos despacio y saquemos mucho provecho espiritual de ellos.              

«Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande» (18 de octubre de 1961).

«Como no se ha cumplido y no se ha dado mucho a conocer mi mensaje del 18 de octubre, os diré que este es el último. Antes la copa se estaba llenando, ahora está rebosando. Los Sacerdotes, Obispos y Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan a muchas más almas. La Eucaristía cada vez se le da menos importancia. Debéis evitar la ira del Buen Dios sobre vosotros con vuestros esfuerzos. Si le pedís perdón con alma sincera El os perdonará. Yo, vuestra Madre, por intercesión del Ángel San Miguel, os quiero decir que os enmendéis. Ya estáis en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero vuestra condenación. Pedidnos sinceramente \ nosotros os lo daremos. Debéis sacrificaros más, pensad en la Pasión de Jesús» (18 de junio de 1965).

Al día siguiente, el 26 de septiembre por la tarde, hubo una reunión con la Madre Nieves García, en la Casa de las Madres Concepcionistas, en Madrid. Asistieron varios sacerdotes y un buen grupo de laicos. Entre ellos estaban Antonio Yägue, Santiago Lanus (ver su página web) y el P. Rafael Alonso (ver su página web), fundador del Hogar de la Madre.

En esa reunión, además de los testimonios del P. Rafael y de nuestro hermano sacerdote, la Madre Nieves nos habló, con mucho cariño, de Conchita González, a quien conoce muy de cerca. Y también del Aviso (anunciado por la Virgen) y de las señales (pre avisos) que, según parece, anunciarán laproximidad de esa manifestación extraordinaria de Dios, para que los hombres nos convirtamos. Pueden resumirse en tres: 1) la crisis mundial (crisis de fe y aparición de graves sucesos: guerras, enfermedades…), 2) la muerte de Joe Lomangino, y 3) la realización de un sínodo en la Iglesia (la Madre Nieves se preguntaba a sí misma: ¿será este próximo?, ¿será el del próximo año?...: ver video corto).

De cualquier manera, sabemos que lo que la Virgen nos pide es que estemos bien preparados para lo que Dios quieredel mundo y de cada uno de nosotros. Y la manera de hacerlo es confiar plenamente en su protección maternal: ser y vivir como hijos del Padre y niños pequeños en su regazo; estar alegres y agradecidos del gran amor que Dios nos tiene, y procurar corresponder a él, alejándonos del pecado y desarrollando cada uno la potencialidad del Amor que el Espíritu Santo ha derramado en nuestros corazones, por Jesucristo Nuestro Señor.     

domingo, 9 de marzo de 2014

Joey Lomangino y Garabandal, España.


Joey Lomangino.

Joey con el Papa Juan Pablo II
Joey es Joseph, José Lomangino:
Joey Lomangino nació en Bay Ridge, Brooklyn, New York; es el mayor de cinco hijos y una hija. Su padre, Pasquale Lomangino, al que llamaban “Charlie”, era un trabajador italo-americano que distribuía hielo y carbón a unos tres cientos clientes y con eso apenas ganaba para vivir.
Joey fue una ayuda muy grande para su padre y con él, la empresa Lomangino empezó a prosperar. Cuando Joey alcanzó los 16 años, la familia había logrado relativa comodidad y el futuro parecía halagüeño.
Fue entonces cuando, en un caluroso día de junio de 1947, un accidente  cambió las esperanzas familiares. Al salir de la escuela, Joey corrió a casa a cambiarse de ropa para encontrar a su padre en el recorrido de distribución. Debía llevarle el camión, pero observó que primero había que inflar la rueda trasera izquierda. Joey la llevó rodando seis cuadras a la estación de servicio. Se colocó con ambas rodillas sobre la rueda, mirando hacia abajo, mientras medía la presión. La cubierta estalló y le quebró los huesos de la parte inferior de la frente; una fractura que le cortó el nervio óptico y el olfativo y también perdió los globos oculares. Estuvo en coma tres semanas y despertó, ciego, el 16 de julio. Hoy día, una pequeña cicatriz muestra dónde la llanta golpeó a Joey.
El accidente sumió a la familia en la pobreza. Su padre Charlie sufrió mucho por esto. Se acabó el trabajo del hielo y del carbón. Más tarde consiguió trabajo como estibador en el puerto. Joey recuerda esos días, que duraron siete largos años, "como años de una gran tristeza. Yo sentía que me había esforzado en alcanzar algo que estaba a punto de conseguir y que de repente se malogró. Era tristísimo, como si hubiera perdido algo. Estaba confundido y apenado.”
En 1949 el P. Alfred Varrialle, de la parroquia St. Bernadette en Brooklyn,  llevó a Joey al Instituto Neoyorquino para la Educación del Ciego. En tres años Joey ganó su diploma de educación media con honores y una beca para la St. John’s University. Con su perro lazarillo llamado Dagmarsiempre a su lado, Joey fue a St. John’s por un año.
En 1954, la situación familiar cambió de nuevo. David R. Filderman,  prestó a Joey el dinero necesario para tomar a su cargo un servicio de saneamiento que había cerrado, situado en Farmingdale, Long Island. Joey tomó el trabajo con sus hermanos, y muy pronto reembolsó a Filderman el dinero prestado. La empresa Allied Sanitation Co., era ya propiedad de un ciego y sus tres hermanos varones.

Padre Pío y Joey Lomangino
Santo Padre Pio de Pietrelcina
Santo Padre Pio de Pietrelcina
En 1961, Joey Lomangino tenía 31 años, éxito en su empresa y demasiado trabajo. Su médico le ordenó tomarse unas vacaciones en Europa. Así que salió de su casa en Lindenhurst, Nueva York, con algunos familiares, a visitar a su tío en el sur de Italia.
    Joey no era practicante en aquellos tiempos, y fue sólo para complacer a su tío que accedió a un largo viaje en auto, el cual concluyó en San Giovanni Rotondo donde vivía el Padre Pío.
     Joey no sabía nada del Padre Pío en aquel entonces, y ciertamente no esperaba tener un encuentro personal con él. Al terminar la Misa se encontró en un cuarto con otros hombres que esperaban recibir la bendición del Padre Pío cuando éste pasara por allí. Joey recuerda los hechos:
    Cuando el Padre Pío entró en la habitación todos nos arrodillamos para recibir la bendición. Entró por el costado izquierdo del cuarto y lo atravesó por el frente. Oí movimiento de rodillas, sin saber qué pasaba. De repente, el Padre Pío puso sus brazos sobre mí. Me besó en la frente y me dijo: «¡Joey, me alegro tanto de verte!» Fue mi tío quien me dijo que era el Padre Pío quien me abrazaba; yo no sabía qué decir, pues había sido casi el último en entrar, y nadie sabía que yo iba a ir, ni yo mismo.
    Joey quedó profundamente impresionado. No pudo regresar en 1962, pero lo hizo en 1963. En esta ocasión decidió ir a confesarse con el Padre Pío.
    Fuí a ver al Padre Pío al confesionario, arrodillándome en el reclinatorio. El Padre Pío estaba sentado frente a mí. Me tomó de la mano, cosa que me impactó por su contraste con el confesionario americano, con paneles entre el sacerdote y el penitente. Me dijo entonces: «Joey, confiésate». Para ser muy franco, encontré esto muy embarazoso pues no estaba llevando una vida correcta. Estaba confundido y no sabía qué decir. Entonces el Padre Pío me dijo en italiano: «Confiésate». Pero de nuevo no encontraba palabras qué decirle.
    Entonces, en perfecto inglés, me dijo: «Joey, ¿recuerdas cuando estuviste en un bar con una mujer de nombre Bárbara?. ¿Recuerdas los pecados que cometiste?» Y, en perfecto inglés, me recordó los sitios donde había estado, las personas con las que había estado, y los pecados que había cometido. Sudando de angustia, tuve la gracia de reconocer que valía la pena soportar todo eso si ello significaba volver a ser feliz.
    Realmente creía que el Padre Pío podría ayudarme. Cuando llegó al fondo de todos mis pecados, después de lo que me pareció como un millar de años, me dijo en italiano: «¿Estás arrepentido?»; yo contesté: «Si, lo estoy, Padre Pío».
    Al darme la absolución, los ojos comenzaron a rodarme en la cabeza. Me restregué los ojos con las manos, mientras la cabeza me daba vueltas y más vueltas. De repente, mi mente se aclaró total y completamente. Entonces puso su mano estigmatizada sobre mis labios y yo besé los estigmas. Me dió entonces un ligero golpe en la cara y me dijo en italiano: «Joey, un poco de paciencia y coraje y vas a estar bien».
    Tenía 33 años y me sentía de 16. Tenía el firme propósito de enmendar mi vida. Estaba arrepentido de todos los pecados que había cometido durante mi vida. Me sentía tan bien, tan limpio, que no quería siquiera involucrarme con nadie por miedo a perder la gracia recibida por sólo hablar con alguien.
    Pero había aún otra gracia más para Joey mientras se arrodillaba con otros hombres para recibir la bendición del Padre Pío.
    Cuando sufrí el accidente en 1947, perdí no sólo la vista sino el sentido del olfato. Al arrodillarme para recibir la bendición, quedé atónito al percibir la fragancia de rosas que venía de la sangre en sus manos. Me eché hacia atrás contra la pared y levanté los brazos para protegerme, pues no sabía qué pasaba. El Padre Pío bajó mis brazos y me dijo en italiano: «Joey, no tengas miedo», y me tocó en el puente de la nariz, devolviéndome el sentido del olfato después de estar sin él desde el día del accidente, en junio de 1947, hacía 16 años.
    Joey estaba lleno de paz y alegría y no quería abandonar San Giovanni Rotondo. Sin embargo, su compañero de viaje, Mario Corvais, le recordó su compromiso de pasar parte de sus vacaciones en un sitio llamado Garabandal.
    Cuando Mario me recordó que teníamos que irnos para Garabandal le dije: «Mario, ¿cómo sabemos que es verdad?. Tal vez no es una aparición verdadera; tal vez es un truco del demonio para hacerme perder las gracias que acabo de recibir. Vamos a preguntarle al Padre Pio».
    Siempre fuimos muy bien recibidos por los sacerdotes donde el Padre Pío. Fuimos donde ellos y les dije: «Me gustaría hablar con el Padre Pío, ¿está bien?» Y el sacerdote me contestó: «Ah, bueno, Joey». Así que hizo los arreglos necesarios y volvimos de nuevo más tarde para reunirnos con él en el claustro.
    Al arrodillarme frente a él, dije «Padre Pío, ¿es cierto que la Virgen se está apareciendo a cuatro niñas en Garabandal?». Y él dijo: «Sí.» Entonces le dije: «Padre Pío, ¿debo ir allá?». Y el respondió: «Sí, ¿por qué no?». Y así es como pasó. Fue debido a que el Padre Pío me aseguró que la Virgen se estaba apareciendo allá, y me permitió ir, que no tuve más miedo y fuí a Garabandal.
En Madrid, Joey y su amigo Mario pasaron horas hablando con gente bien enterada de los acontecimientos de Garabandal, entre ellos el P. Ramón Andreu, jesuita, que había presenciado en muchas ocasiones los éxtasis de las niñas. Sus relatos impresionaron fuertemente a Joey.
Foto: Joey sube a Garabandal en carro, por el viejo camino, acompañado de Eloisa de Guia que fue su guía e intérprete.
Joey recuerda su primera noche en la aldea montañesa. “El frío era tremendo, y tan penoso dentro como fuera de casa. Las casas del pueblo eran de piedra y no tenían agua corriente, ni siquiera cañerías, ni calefacción. Sólo un fuego de leña para cocinar y camas pequeñas con colchones de paja. Creo que pagué por todas las gracias esa noche.” Acostado con toda su ropa, más todo lo que pudo encontrar para cubrirse, Joey casi no pudo dormir debido al frío.
A los pocos días, Joey conoció a  Conchita, la niña vidente. Le conmovieron su sencillez, su sinceridad, su espíritu de oración y su confianza en la veracidad de sus visiones. Ella le dió una estampa en la que había escrito el primer mensaje y un apremio:
Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Visitar al Santísimo  con frecuencia. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Si no lo hacemos, vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo muy grande.
 ¿Lo hará usted, señor?. Yo no sé su nombre, pero hágalo y convenza a otros de hacerlo.
De sus conversaciones con Conchita, Joey concluyó que sería ilógico pensar que ella estaba engañando o que había sido engañada. Su inclinación a creerle se convirtió en convicción: sin duda la Virgen María había venido a este pueblo con un mensaje para el mundo. 

Los Trabajadores de Nuestra Señora del Monte Carmelo de Garabandal.

En 1968, Joseph Lomangino fundó la asociación The Workers of Our Lady of Mount Carmel de Garabandal INC., Los Trabajadores de Nuestra Señora del Monte Carmelo de Garabandal.
 
Joey inicia la difusión del mensaje desde su vuelta en 1963.
De vuelta en Nueva York, pensó: “¿Qué puedo hacer yo para contribuir a la difusión del mensaje?”. Tenía grabado en su corazón el encuentro con el Padre Pío y el milagro físico y espiritual que este santo sacerdote había obrado en él. También la vidente Conchita le había dado un Rosario que la Virgen había besado. Había oído los testimonios de muchas personas tanto en San Giovanni como en Garabandal. Además de todo esto, tenía un álbum de fotos que le consiguió su amigo Mario. Contenía fotos del P. Pío y de los éxtasis de Garabandal. Debajo de cada foto, unas líneas en Braille.
Con su álbum, y el rosario en su bolsillo, Joey comenzó a dar testimonio, de casa en casa, empezando con las de los parientes y amigos. Más tarde, cuando consiguió diapositivas por medio del P. Ramón, volvió a visitar esas casas, con diapositivas del Padre Pío, de Fátima y de Garabandal. Sus presentaciones pronto se convirtieron en “conferencias”. Hablaba del amor de Dios por todas las gentes. Recalcaba la urgencia que emana de las visitas de Nuestra Señora a Fátima y ahora a Garabandal. “Nuestra Señora vino por amor. Debemos responder con amor.”
Se fue corriendo la voz sobre este ciego que relataba las Apariciones de la Virgen en España. Le telefoneaba la gente pidiendo que fuera a sus casas a mostrar las diapositivas. Pronto ya no bastaron los fines de semana para su apostolado. Comenzó a dar citas uno o mas días durante la semana y, como no siempre podía venir Mario, reclutó a otros amigos para ayudarle. Éstos acudían de buena gana, ya que estaban también convencidos de la necesidad de difundir el mensaje de la Virgen de Garabandal.
Como fruto de su primera visita a Garabandal, asistió diariamente a misa y a la comunión. Sintió la necesidad de la oración. Empezó a pedir a sus oyentes que lo acompañaran rezando tres avemarías, antes de explicarles las diapositivas. En poco tiempo, las tres avemarías se convirtieron en cinco decenas de rosario. Con esto, afirma Joey, Dios nos da la gracia, no sólo para él, sino para todos los oyentes del mensaje de Nuestra Señora.
La gente volvía a los sacramentos después de largas ausencias y sus vidas transformadas por haber comenzado a orar. Se convenció de que sólo la gracia de Dios convierte y sostiene. La verdadera sabiduría, la verdadera paz, la capacidad de soportar, estas cosas sólo vienen por la gracia obtenida rezando.
La Virgen dijo en Garabandal que: "Mi Hijo hará prodigios por medio de los objetos besados por Ella." Por esto Joey daba a besar a los asistentes de sus reuniones una medalla besada por la Virgen en Garabandal. Son numerosísimos los frutos de conversiones, curaciones y prodigios obrados por DIOS por mediación de la Virgen de Garabandal. Hoy dia los trabajadores de Nuestra Señora por todo el mundo son testigos de ellos. Ver en los capítulos 12, 28, 29, 32, algunos casos extraordinarios. 
Durante su estancia en Garabandal le habló a Conchita de su deseo de establecer un hogar para los afligidos abandonados, un proyecto que concibió por haber participado en repetidas peregrinaciones, con enfermos, al santuario de Santa Ana de Beaupré, en Canadá. Conchita le dijo que hablaría de él a la Virgen. Ese mismo día, 18 de marzo de 1964, Joey se marchó a Nueva York. Dos semanas después recibió en su casa en Lindenhurst esta carta de Conchita:
Día de San José, 1964.
Querido Joey,
Dos líneas para decirte el mensaje que me dió hoy la Virgen en los pinos para ti.
Me dijo que la voz que oíste era la de ella y que volverás a ver el día del Milagro. También me dijo que el Hogar de Caridad que fundarás en Nueva York dará gran gloria a Dios.
Conchita González.
El Hogar de Caridad, piensa Joey que se refiere  al Centro Garabandal de Nueva York porque “todo lo que hacemos allí es para Gloria de Dios”.
Durante los primeros años, el interés primordial de Joey estaba en mostrar las fotos y diapositivas. Poco a poco tomaba forma la organización que se conoce ahora como “Centro New York de Nuestra Señora del Monte Carmelo de Garabandal”.
La gente que trabajaba con Joey mantenía correspondencia con Conchita y con el P.Laffineur, el sacerdote francés que fue pionero de la causa de Garabandal en toda Europa. A medida que se recibía nueva información del extranjero, seguían las apariciones en esa época, la gente de Joey la difundía en forma de “hoja informativa” entre el número creciente de los que habían sido oyentes de sus conferencias. Asimismo, sus ayudantes contestaban las cartas que llegaban pidiendo información y distribuían el folleto “Las Apariciones de Garabandal” al ritmo de veinte a treinta mil por mes.
Comenzaron a llegar invitaciones a Joey desde fuera de Nueva York para dar conferencias y, como resultado de estos compromisos y del volumen creciente de la correspondencia, brotaron nuevos centros para la difusión del mensaje de Garabandal por todo el país.
En 1968 se lanzó la revista Needles, referencia a las hojas de los pinos de Garabandal, más tarde renombrada GARABANDAL. Por otro lado, Dick Everson produjo una película documental de 16 mm sobre Garabandal, que Joey también exhibió y promovió.
Mientras tanto, las conferencias de Joey promediaban seis por semana en Nueva York solamente. La gente, agradecida por su propio renacimiento espiritual, ofrecía ayuda. Joey dispuso a los voluntarios en varias tareas: haciendo rosarios y escapularios, organizando vigilias eucarísticas y con el rezo del rosario, ayudando en la imprenta y en la correspondencia.
El apostolado para difundir los Mensajes de la Virgen de Garabandal iniciado por un ciego con un álbum de fotos había crecido hasta contar en todo el país con 400 centros. Ponen películas, distribuyen documentación y promueven el Rosario, el Escapulario y la Adoración del Santísimo Sacramento.
Joey volvió regularmente a Garabandal después de 1963 y estuvo allí el 18 de junio de 1965, durante el segundo Mensaje.
Al regreso de su viaje, visitó 40 estados en los Estados Unidos y fue entrevistado en la televisión nacional y en numerosos programas locales de radio y de televisión. Su correspondencia personal llegó a ser voluminosa.
Dice Joey:
“Al principio todo es Joey, Joey. Pero a medida que rezan, Joey se achica, y Dios se agranda, porque van recibiendo la gracia de comprender. Yo no soy más que un instrumento. Todos somos instrumentos y Dios desea que el carisma particular de cada cual sirva para atraerle a otros para que Le conozcan, Le amen y Le sirvan.”
"Cuando llevamos nuestra cruz viviendo en gracia con Dios, glorificamos a Dios, obtenemos gracias para la conversión de pecadores, liberamos almas del purgatorio y fortalecemos a la Iglesia. Piensen en la Pasión de Jesús y unan sus sufrimientos a los Suyos. Dios les dará la gracia de comprender los misterios de la Cruz y de la Salvación y de perseverar en el amor."
A medida que creció su apostolado, Joey se convenció cada vez más de que Garabandal es la palabra de Dios alertando a un mundo en crisis. "Se nos previno que estamos recibiendo los últimos avisos y que la difusión de los Mensajes es urgente".
Fue ocho años seguidos a Irlanda. Había sido Charles Horan, un caballero californiano jubilado, el que primero lo había invitado a visitar Irlanda. En una de las más grandes salas de Dublin, un domingo, dió dos conferencias seguidas. Vinieron más de 1300 personas a oírlo hablar del P. Pío y de Garabandal. 
Más tarde, Richard Stanley y su esposa Maura emprendieron la construcción de un Centro para la promoción de Garabandal, el cual invitó a Joey todos los años y organizó su primera visita a Inglaterra y Escocia. Trabajando en estrecha cooperación con el Centro de Nueva York, los Stanley fueron los primeros en reproducir la revista GARABANDAL en el extranjero.
En Asia, empezando en Hong Kong, con cinco días de conferencias. Segunda parada en la India. Joey ya había estado allí dos años antes, invitado por el P. Paul van Winesberghe, S.J., el P. Francisco Benac, S.J. y otros sacerdotes.
Esta vez fue recibido como embajador de María por Cardenales, Obispos y Sacerdotes. En países “del tercer mundo” sería recibido por un público de tan abrumadora devoción mariana. Hubo diecisiete mil personas presenciando la bienvenida que le dio el cardenal Valerian Gracias, hablando a la gente de Garabandal.Con el P. Benac S.J. abriendo camino en la India, surgió allí uno de los centros Garabandal más entusiastas del mundo. Se enviaron muchos libros, películas, revistas, rosarios y escapularios a la India, Birmania y Pakistán, llevando el mensaje de Garabandal, gracias al fuerte apoyo que recibía de tantos promotores de Garabandal.
En aquellos lugares de gentes sencillas, pobres y humildes la acogida del mensage fue admirable. Esto mismo sucedió también durante sus conferencias en Nigeria. Cientos de personas vinieron desde lugares remotos de ese país africano para oír el mensaje de Nuestra Señora y su entusiasmo se mantuvo a lo largo de los años siguientes.

Joseph Lomangino se casó con Marilynn Luther el dia de la Inmaculada, 8 de diciembre de 1977. En esta foto de 1985, con sus dos hijos: José Miguel y Juan Pablo.

Después de su casamiento, Joey y su esposa se dedicaron a completar su plan de viajes. Trabajaban juntos en su oficina y dieron, durante los fines de semana, conferencias en buena parte de los Estados Unidos. En mayo de 1978 viajaron por Irlanda, Inglaterra y Escocia, donde fueron cálidamente recibidos en reuniones y conferencias.
La Primera Reunión Internacional sobre Garabandal fue motivo de muchos preparativos y mucha oración; tuvo lugar en Lourdes en agosto de 1978. Había 26 países representados y tanto Joey como Marilynn tenían presentaciones en el programa. Los resultados de esta reunión marcaron una nueva etapa en la difusión del Mensaje.
En su hogar, la alegría de Joey alcanzó su plenitud con los nacimientos de sus dos hijos, Joseph Michael, el 18 de mayo de 1979, y John Paul, el 17 de septiembre e 1981.
La casa de Joey se convirtió en centro difusor de las Apariciones y Mensajes de Garabandal. El New York Center está situado en 380 South Fifth Street, Lindenhurst, Long Island, New York.
A veces hubo que emprender largos viajes para establecer nuevos centros. Así fue en febrero de 1982, cuando Joey voló a Nueva Zelandia, donde lo acogieron con igual entusiasmo clérigos y laicos.
Durante el otoño de 1980, la British Broadcasting Corporation produjo, a instancias del Centro Garabandal de Londres y con el respaldo de Joey, un documental sobre Garabandal. El resultado fue una película de 32 minutos que fue premiada y que ya alcanzó una gran difusión internacional.
También en Australia, la red de televisión oficial, ABC, despachó al productor Peter Wilkinson a Nueva York a visitar a Joey y a Garabandal a filmar un documental para el programa “60 Minutos”. “Después de la presentación de éste”, relata el promotor australiano John Leriou, “el panel telefónico se encendió como un árbol de Navidad y los pedidos de información nos agotaron toda la documentación que teníamos.”
En febrero de 1985 Joey asistió a la Conferencia Nacional Australiana sobre Garabandal que tuvo lugar en Canberra, la capital, y a la que acudieron participantes de toda Australia, de Papua y Nueva Guinea y de Tonga en el Pacífico Sur.
Joseph Lomangino, ha dedicado su vida a la difusión del Mensaje de Garabandal. Joey es ciego total e incurable. Le dijo la Virgen a Conchita: “lo primero que Joey verá será el milagro que mi Hijo hará por mi intercesión, y desde entonces verá permanentemente.” Desde 1963, Joey ha viajado por el mundo predicando la oración, la penitencia y la fé en Dios y ha dado a conocer el mensaje de Nuestra Señora.
Desde el año 2002, The Workers of Our Lady of Mount Carmel, Inc., Los Trabajadores de Nuestra Señora del Monte Carmelo, inician la difusión de las Apariciones através de la red internet y la difusión por este medio llega rápidamente a todo el mundo.



martes, 26 de junio de 2012

Testimonio de un sacerdote


México, D.F., a 1° de mayo de 2012


Queridos hermanos y hermanas:

Me dirijo a ustedes, mis compañeros y compañeras en este grupo de oración, en torno a los mensajes que Dios y su Madre Santísima quieren que conozcamos, a través de María de la Divina Misericordia.

Al comienzo del Mes de María, quisiera compartirles una experiencia que tuve hace casi 50 años y que aún sigue muy viva en mi corazón.

En los mensajes recibidos por María D. M., aparece en tres ocasiones la palabra “Garabandal” (ver los mensajes del 1 ene 2011, 19 feb 2011, y 31 may 2011). En el último de ellos, Jesús nos decía lo siguiente: “Las profecías dadas en Garabandal, ahora llegarán a ser una realidad. Prepárense para ese evento, pues sólo quedan unos pocos meses para preparar sus almas”. El primer evento extraordinario que está por llevarse a cabo es el Aviso, del cual nos habla con tanta frecuencia Jesús y su Madre. Desean vivamente que nos preparemos y les ayudemos a salvar almas, de modo que todos los hijos de Dios respondamos, con arrepentimiento y fe, a su Misericordia infinita, que experimentaremos de una manera extraordinaria en ese encuentro personalísimo con Jesucristo.

El próximo 18 de julio se cumplen 50 años de otro evento extraordinario, aunque de escala menor que el Aviso. Se trata del “milagruco” que tuvo lugar en Garabandal.

Efectivamente, en un pequeño pueblecito de la provincia de Santander (actual Cantabria), llamado San Sebastián de Garabandal, una niña de 13 años (Conchita González) recibió ese día de 1962 la Sagrada Comunión —de manera visible—, administrada por el Arcángel San Miguel. Unas pocas decenas de personas fuimos testigos de ese suceso.

Habían pasado las 12 de la noche, aunque estrictamente —según la hora solar— seguía siendo el miércoles 18. Conchita, desde hacía varias semanas, había recibido avisos del Cielo que la preparaban a aquel hecho singular; es decir, ella sabía que recibiría la Comunión de aquella manera fuera de lo común. En realidad, durante el tiempo en que duraron las apariciones de la Virgen (1961-1965) en varias ocasiones, las niñas videntes, tuvieron la ocasión de recibir la Comunión administrada por San Miguel. Esto sucedía cuando el sacerdote del pueblo, por alguna razón de su ministerio, no estaba en San Sebastián de Garabandal.

Aquel 18 de julio era fiesta en toda España: aniversario del Alzamiento Nacional, en la guerra civil de 1936 a 1939. Como es natural, había mucho alboroto: música, juego de bolos, gritos de los mozos del pueblo, etc. Algunos de los que pacientemente esperábamos en un descampado junto a la casa de Conchita, que estaba a las afueras del pueblo, decían que, con tanto ruido, el milagro no se llevaría a cabo. Pero no fue así. Gracias a Dios, papá, mamá y la pequeña tropa que les acompañaba (soy el mayor de siete hermanos), tuvimos la suficiente paciencia para no desesperarnos. 

Poco tiempo después de las 12 de la noche, Conchita salió de su casa con paso rápido y en éxtasis, hacia la calleja que estaba, al salir, a la izquierda. Los más jóvenes del grupo que esperábamos fuera, la seguimos —corriendo— y, en la mitad de la calleja, vimos cómo Conchita caía de rodillas. Tenía en la lengua una Sagrada Forma de color blanco, que mantuvo fuera de la boca unos pocos segundos. Fueron suficientes para que quienes estuvimos ahí pudiéramos dar luego testimonio de aquel “milagruco”. Conchita le llamaba así a aquel milagro, porque decía que el verdadero Milagro, que le anunció la Virgen para después del Aviso, vendría más tarde.

He de aclarar que Conchita y yo somos de la misma edad: le llevo exactamente 18 días. Esta circunstancia, tenía para mí un significado especial. Una chica de mi edad, veía a la Virgen y escuchaba mensajes suyos, para todo el mundo. Bastantes veces, durante aquel verano, vi en éxtasis a Conchita y a las otras niñas (Mari Loli, Jacinta y Mari Cruz). Tenían la cara iluminada y sonreían. A veces escuchaban asintiendo a lo que oían y otras veces movían los labios y hablaban con Nuestra Madre de las cosas más ordinarias de su vida. Tenían fija la mirada y dirigida hacia arriba. El éxtasis podía durar pocos o bastantes minutos. Unas veces las vi correr por las callejas empedradas del pueblo. Otras, rezar el piadosamente Rosario en la iglesia. En una ocasión vi como una tomaba a otra por los tobillos y la subía hacia arriba para que la Virgen la besara al despedirse. Aunque presenciábamos cosas extraordinarias, todo resultaba sencillo y familiar. Experimentábamos muy de cerca la presencia de Dios y de su Madre.

Recuerdo una ocasión en la que, en la casa de Conchita, unas pocas personas esperábamos que tuviera un éxtasis, pues así se lo había anunciado previamente la Virgen (Conchita decía que había tenido un “aviso”). Charlábamos con ella y con su madre cuando, de repente, Conchita cayó de rodillas, olvidada de todo lo que estaba a su alrededor. Ese día, Conchita ofreció a Nuestra Señora la medalla escapulario que llevaba y que aún conservo como una reliquia.

Me impresionaba especialmente que, cuando Conchita y las demás niñas no estaban en éxtasis, eran unas chicas sencillas, tímidas, y de pocas palabras. Durante el éxtasis se transformaban, como ya he dicho.

Estas experiencias dejaron una honda huella en mi alma. En el primer mensaje de la Virgen, Nuestra Señora había dicho a las niñas lo siguiente: "Hay que hacer muchos sacrificios, mucha penitencia. Tenemos que visitar al Santísimo con frecuencia. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Si no lo hacemos nos vendrá un castigo. Ya se está llenando la copa, y si no cambiamos, nos vendrá un castigo muy grande” (18 de octubre de 1961). Además de estas palabras, también oí hablar entonces, sobre el Aviso y el Milagro, que anticiparían el Castigo (o Purificación), y que eran un gran regalo de Dios al mundo, para que nos convirtiéramos.

A partir de entonces, me tomé más en serio mi vida cristiana. Comencé a Comulgar y a asistir a Misa casi todos los días. Me confesaba con frecuencia. Rezaba el Rosario casi diariamente (muchas veces con mis padres que lo rezaron todos los días desde que se casaron, en 1946, hasta el final de su vida). Además, en esa época, gracias a la experiencia de Garabandal, comenzó a crecer mi fe, que se hacía más madura con el estudio. Percibía con más claridad el Amor de Dios y la necesidad de darlo a conocer a los demás. Todo eso me llevó, en pocos años, a una decisión de entrega total al Señor y luego a descubrir mi vocación al sacerdocio.

El 18 de julio del año pasado (2011), aunque me había desconectado casi por completo de lo que sucedía en torno a Garabandal, recordé con nostalgia lo que había vivido en 1962, y que había sido tan importante para mí. Busqué en Internet si había algo nuevo sobre esas  apariciones marianas, y me llevé una gran sorpresa. Leí deprisa el libro de Antonio Yagüe (Garabandal, 50 años después) y, al poco tiempo descubrí los mensajes de Jesús, a través de María de la Divina Misericordia.

No hace falta decir que los he leído todos, con un asombro cada vez mayor, por su verdad y seguridad doctrinal, su sencillez, su piedad y su autoridad que sobrecoge. Me parece que todas estas características exteriores, acompañadas por la gracia del Espíritu que se percibe en el corazón al leerlos y meditarlos, son pruebas muy fuertes de su autenticidad. Personalmente, doy testimonio de que me han ayudado mucho a orar más y mejor (oración contemplativa y también vocal, con las Cruzadas de Oraciones), y a tener un celo apostólico y un deseo más vivo por colaborar intensamente con el Señor por la salvación de todos los hombres.

Cada uno tenemos nuestra vocación personal y hemos de santificarnos donde la Providencia Divina nos ha colocado. Pero, indudablemente, es una gran gracia poder recibir ahora, estos impulsos tan fuertes del Señor, que os invitan a escucharle y a seguirle fielmente en todo lo que nos pide.

Con gusto, les mando —a todos y a todas— un saludo afectuoso, junto con mis oraciones y mi bendición de sacerdote,



P. Víctor C. S.

Foto: Garabandal 1962, (Conchita)   

viernes, 30 de marzo de 2012

Los Milagros de la Virgen en GARABANDAL (Cantabria, España).





29/03/2012 23:26:20: Los Milagros de la Virgen en GARABANDAL (Cantabria, España).
Un video presentado por: holanews.es
Incluye importantes relatos de varios testigos oculares de las apariciones incluyendo a familiares de las videntes, especialmente el testimonio de Amalia (hermana de la vidente fallecida Mari Loly).

Amalia Mazón (hermana de la vidente Mari Loly) cuenta como comenzaron las apariciones siendo ella misma testigo desde el principio de cuando las niñas fueron a coger manzanas del árbol del maestro.

Maximina González (tía de la vidente Conchita) cuenta del crucifijo que aún conserva que fue el que mas beso la Virgen porque era el que llevaba la niña al principio de las apariciones. Cuenta lo que sufrió Conchita ya que la querían meter presa porque decían que engañaba a las demás videntes. La llevaron a Santander y la amenazaban diciendo que la iban a llevar al manicomio y a sus padres a la cárcel.
De las negaciones, Maximina cuenta del papel en blanco que le hicieron firmar a Conchita y que la Virgen les había dicho que iba de llegar un tiempo en que lo negarían y se contradecirían unas a otras.
La niña subió y bajo DE RODILLAS hasta y desde los Pinos por la calleja llena de pedregullos rezando el Rosario. Luego la ida al cementerio.
Dice Maximina que el Aviso, se sentirá desde cada rincón del mundo. Que cuando subía tanta gente al pueblo “yo no sabía que el mundo era tan grande” (tenía entonces 40 años).

El Sr. David (nativo, residente y testigo de Garabandal). En aquel tiempo no se vivía esto con la profundidad que merecía porque subían unos “sabios” que decían esto o aquello (“esto es un juego de niñas”, “niñas histéricas”, “telepatía, transmisión de pensamientos” etc.) pero nosotros le decíamos que “todo lo que vemos son Milagros”.
Pero si esta gente era entendida, que íbamos a decir nosotros?. Y si el Obispo ponía esos escritos, que íbamos a decir nosotros?. Por lo tanto no vivíamos aquello con la comprensibilidad de hoy. Hoy nos podemos dar cuenta que TODO AQUELLO FUE MARAVILLOSO!.
El Milagro llegará tal cual está escrito. No sabemos cuando, pero llegará.

Regina (prima de la vidente Jacinta): “el pueblo les teníamos mucho respeto a las videntes. Sus familias sufrieron muchísimo. Parece que se da por olvidado”.

Milagros, que tiene una tienda en el pueblo y lleva mas de 30 años subiendo a Garabandal, cuenta que se convirtió luego murió, repentinamente, una hija suya de 12 años. Dice que “a través de los Milagros te vas dando cuenta que Dios está por encima de todos nosotros y que obra cuando quiere. Hay otras personas que además de no ir a Misa, quieren destruir la Iglesia y se están destruyendo a si mismos, porque quieren destruir al hombre y no saben que por encima del hombre está Dios”.
“¿Que mas da, matar una persona cuando está viva, que cuando está en la tripa?, Pues es lo mismo, déjala vivir y luego intenta a ver si la puedes matar. Pues es lo mismo. Se ha perdido la moral. Ya la familia, relativamente, existe muy poco”.

Continúa Amalia (hermana de Mari Loly): La Virgen venía en ocasiones con el niño Jesús. Cuando venía con Él, estaba siempre risueña, contenta, feliz!. Y hablaban de cosas como niñas pequeñas. En más de una ocasión, ellas han tenido al niño Jesús en brazos. En una ocasión en que Loly tenía al Niño en brazos, le dijo a la Virgen “si quieres ahora te puedes marchar que yo te lo cuido muy bien”. Y Jacinta le dijo a Loly: “ayyy, dejamelo, dejamelo un poco, no seas egoísta y lo quieras para ti todo el día”.
“El Ángel les daba la Comunión cuando no había Sacerdote. El Párroco le dijo a la niña que le pregunte al Ángel si Consagraba igual que un Sacerdote. Y entonces le preguntaron al Ángel y éste sonrió y contesto que no tenía ese privilegio de Consagrar. Que los tomaba Consagradas del Tabernáculo”. Les dijo también que si viene la Sma. Virgen y ve a un Ángel y a un Sacerdote, que Ella inclina su cabeza delante de un Sacerdote.
“Yo siempre estaba con mi hermana (Loly). Aunque sea a las 3 de la mañana, siempre estaba con ella”.
“Vivir esa experiencia no se necesitaba ver a la Virgen. Comprendí que no era para mi ver a la Virgen”.
Continúa relatándonos del Padre Luis Andréu, de su éxtasis y de sus dichos en el pueblo y antes de morir.
Amalia fue testigo de cuando las niñas hablaron en éxtasis con el Padre Luis Andréu después de fallecer (aunque no lo veían).
“Yo creo que Garabandal es un lugar privilegiado más para Sacerdotes que para otras personas, porque la Sma. Virgen hablaba mucho de sus hijos predilectos. El GRAN amor que Ella siente hacia ellos”.
“Yo no se si después del año 1965 las videntes continúan hablando con la Virgen pero a partir de entonces, ellas tienen un silencio. Si les preguntas no te contestan”.

“Luego las niñas marcharon de Garabandal y se casaron con hombres de afuera. Mi hermana falleció, hacía 8 años que tenía esta enfermedad”.

“La Madre había dicho que ninguno que visite éste lugar, volverá con las manos vacías. Bueno, depende de cómo está su corazón pero yo creo que cuando vuelven a casa un día u otro van a decir: ”.

“Es imposible pintar a la Virgen tal cual la veían”

“El Padre Pío guarda mucha relación con lo de Garabandal. El decir es casi como decir

“Va a ser 9 años en el mes de Agosto que una tarde determinada, ya de noche, había varios niños por el pueblo que no los encontraban y no sabían donde estaban y había una familia muy preocupada que a ver donde están estos niños, en que casa estarán, a ver en algún cumpleaños o algo. Y en eso abre la puerta uno de estos niños que andaban buscando y le dije que los estaban buscando, que los iban a regañar porque no han cenado ni nada y contestaba y mi hija le dijo y el niño respondió que . Y entonces yo pensé que como tengo este cuadro del Padre Pío en el comedor entre varios cuadros (para entonces ya me habían dicho que iba vestido de marrón, con un cordón con sandalias, que traía barba blanca y que él había dicho que se llamaba Padre Pío). Para los niños era algo nuevo, nunca habían oído hablar de él. Yo les estaba mostrando los cuadros del lado de la derecha y de pronto un niño que estaba del lado de la izquierda me dice:

“Lo que la Sma. Virgen vino a decir es muy sencillo: Cual tiene que ser nuestro comportamiento y yo creo que no nos pide nada que no podamos dar”.
“Nos pide que seamos buena gente, que nuestro corazón esté abierto para que ELLA pueda entrar, porque en ocasiones Ella no puede entrar por encontrar un corazón duro”. “Por las Obras los conoceréis”.

“Habrá una transformación del mundo. Esto yo se que va a llegar. Cuando?, no se. Hubo unos mensajes que ahí están escritos y les hablo de lo que ocurriría un día: EL AVISO. Y después del Aviso, el Milagro.
El Aviso va a consistir en que cada uno de nosotros va a ver nuestra propia conciencia y después (antes de un año) vendrá un GRAN Milagro y que todas las personas que asistan en Garabandal se curarían de cuerpo y de ALMA”.

“Yo creo que estamos llegando al final de algo que nos espera. Confío en que sea mejor

“PARA LA TIERRA SERÍA MAS FÁCIL EXISTIR SIN EL SOL QUE SIN EL SAGRADO SACRIFICIO DE LA MISA” - Padre Pío -

GRACIAS: holanews.es por compartirlo con todo el pueblo de María para mayor Gloria de Dios y su Bienaventurada Madre.

www.virgendegarabandal.com
www.pueblodemaria.com

lunes, 20 de febrero de 2012

Joey Lomangino

Querido Joey: hoy, junto a los pinos, la Virgen me encomendó en una locución anunciarte que recibirás nuevos ojos el día del Gran Milagro…
Joey Lomangino, que ha dedicado su vida a la difusión del Mensaje de Garabandal, es total e incurablemente ciego. Pero, a través del pasaje precedentemente citado de una carta que le envió Conchita González, una de las visionarias de Garabandal, Joey tiene la convicción de que volverá a ver un día. Conchita también citó a la Virgen diciendo: “Lo primero que Joey verá será el milagro que mi Hijo hará por mi intercesión, y desde entonces verá permanentemente.” Conchita explicó luego que interpreta los “nuevos ojos” como ojos reales tales como los vemos, no necesariamente como visión espiritual, y que esos nuevos ojos “deben ser usados para gloria de Dios.”


Así parece que Dios ha resuelto asociar públicamente a este ciego de Lindenhurst, Nueva York, con el evento de Garabandal. Desde 1963, Joey ha viajado por el mundo predicando la oración, la penitencia y la fe en Dios. Por medio de sus presentaciones anteriores con diapositivas, la participación en programas de radio y televisión, y por la actividad apostólica en continua propagación que inspira, ha hecho conocer el mensaje de Garabandal a millones de oyentes.



ESCUCHE AL SEÑOR
Cuando conocí a Conchita en Garabandal en 1963, era una adolescente. Me escribió a Nueva York instándome a venir al pueblo en 1965 para el segundo Mensaje. Somos amigos desde hace 36 años.

Hace poco, almorzamos en su casa en Nueva York. Ahora es abuela. Después de mi ataque cardíaco en 1999, ella vino a mi casa a rezar y ahora di gracias de estar en condiciones de retribuir la visita.


Ofrenda matutina de reparación
O Jesús, a través del corazón inmaculado de María
y en unión con el santo sacrificio de la misa celebrado en todo el mundo,
yo te ofrezco todas mis oraciones, mis trabajos, alegrías y sufrimientos
de este día en reparación de las ofensas cometidas contra el corazón
inmaculado de María, por mis pecados y los del mundo entero.

Hablamos de la aceptación de cualquier clase de sufrimiento y de la importancia de la santa Eucaristía. Conchita comentó que hay tanta gente preguntándose mutuamente qué hacer y quién puede responder, y se han olvidado de que la respuesta es: Jesús en el santísimo Sacramento.

“Vaya,” dice, “a la iglesia solo, y siéntese frente a la Presencia Real. Escuche, no hable, escuche al Señor. Él le dirá lo que hay que hacer.”

Se refirió al Santo Padre y al sufrimiento físico que padece. “Esto es lo que hace sus esfuerzos especialmente gratos a Dios.”

Bien lo dijo el Padre Pío: “El que sepa el valor del sufrimiento no lo dejará escapar.”
Joey Lomangino