Sept 10_10 La Parábola de los Talentos, pero con otro enfoque.
Rosario vespertino
Temas:
- Si vosotros buscáis, Yo Me haré presente, Me conoceréis y Me amaréis más, porque nadie puede amar a quien no conoce.
- Os voy a hablar nuevamente sobre la Parábola de los Talentos, pero con otro enfoque.
- Miles y millones de almas podrán morir en segundos y deben estar ellas salvadas por vuestra intercesión.
- No estáis solos, no estáis abandonados, tenéis la protección del Cielo en estos momentos fuertes de tribulación.
- Estáis en plena lucha y que en ningún momento debe haber soberbia de vuestra parte, porque de ahí se tomaría fácilmente satanás para venceros.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Si vosotros buscáis, Yo Me haré presente, Me conoceréis y Me amaréis más, porque nadie puede amar a quien no conoce.Hijitos Míos, cuando erais pequeños o jóvenes, cuando todo el mundo se os abría para investigarlo, cuando ya teníais capacidades para moveros de un lado a otro en lo individual, vosotros buscabais lo que os interesaba. Investigabais, ibais de un lado a otro porque era un interés grande que teníais, queríais cumplirlo y conocer más de ello. Poníais todo vuestro empeño en lograr, hasta en lo más insignificante la situación de vuestra vida, lo que significaba, lo que queríais encontrar. Buscabais por todos lados, preguntabais, comprabais libros, os instruíais para conocer más sobre el tema que necesitabais conocer, porque os interesaba mucho y así es la juventud. Tenéis mucha necesidad de abriros paso en el mundo, pero lo hacéis en forma natural, porque al no conocer lo que se os va dando a lo largo de la vida, lo queréis conocer todo de golpe.
A lo que Me quiero centrar, Mis pequeños, es que ésa euforia por conocer más dentro de vuestros intereses particulares, ahora debierais pasarlo hacia lo Mío, crecer más en el conocimiento de Mi Palabra, buscar más sobre la Sabiduría que Yo os he dado, buscar más en vuestro interior cómo ser mejores y alcanzar la perfección. Buscar en todos los libros que tenéis, pero sobre todo en las Sagradas Escrituras, la forma en que vosotros os debéis perfeccionar.
La perfección os va a llevar a la santidad, a donde os he pedido que lleguéis, pero debéis buscarla y por eso os he puesto el ejemplo de la juventud, que gasta todas sus energías para encontrar lo que quiere conocer más profundamente. Vosotros, si realmente Me amáis, debéis poner todo vuestro empeño para lograr conocerMe y, si vosotros buscáis, Yo Me haré presente, Me conoceréis y Me amaréis más, porque nadie puede amar a quien no conoce, pero Yo quiero que deis vosotros el primer paso, que es ése deseo de búsqueda, que luchéis por encontrar más sobre Mí, más sobre Mi Hijo, más sobre la Luz del Santo Espíritu de Dios, más sobre Mi Hija, más sobre todo aquello que os llena en lo espiritual y así, después de que vosotros hayáis buscado y hayáis puesto tiempo en vuestra búsqueda y mucho interés, sobre todo, Yo Me haré presente.
Vosotros conoceréis Mi Presencia en el paso de vuestra vida y es cuando seréis fuertemente Bendecidos por Mi Gracia, porque Yo gratifico a las almas grandemente, cuando ellas Me están buscando, cuando ellas quieren estar Conmigo, cuando ellas quieren ser otro Cristo sobre la Tierra, cuando voluntariamente se quieran apartar del mal, cuando, por amor, quieran donarse a Mí y servirMe a Mí, vuestro Dios. Es el amor el que todo lo mueve, y el que todo lo alcanza. Si vosotros amáis, estad seguros de que Mi Amor os alcanzará y os llenará, así es como gozaréis plenamente vuestra misión sobre la Tierra, os sentiréis acompañados por Mí, vuestro Dios y realizaréis día a día, vuestra misión que tengáis con un mejor desempeño, pero sobre todo, con un gran amor hacia Mí, de querer hacer todas las cosas que hacéis día a día con el mejor gusto para agradarMe, porque ciertamente, Yo, vuestro Dios, quien todo lo tiene, quien en Sí, no necesita nada, Me hacéis inmensamente feliz cuando Me ofrecéis vuestros detallitos de amor.
Así como el niño, vuestros hijos, que apenas empiezan a entrar a los primeros estudios, por ser pequeñitos, no saben hacer gran cosa, pero los guían sus maestras, os regalan cosas pequeñitas y os las dan con amor. Para ellos es una gran cosa, les tomó tiempo y todo ése tiempo lo pasaron pensando que ése iba a ser un regalo para vosotros, porque aman a sus padres y saben que lo que están haciendo les va a agradar, porque lo darán de todo corazón. Ciertamente, no están pensando toda ésta lógica ellos, simplemente, harán lo que tienen qué hacer por guía de sus maestros, y os darán lo que ellos hicieron y vosotros lo gozaréis.
Tenéis pues a Mi Hija, la siempre Virgen María, vuestra Maestra, Madre y Guía para cada uno de vosotros, dejad que Ella os guíe en éstos momentos de la humanidad. Dejaos mover por Ella y por Sus intenciones, que Sus intenciones son para llevaros al triunfo definitivo sobre la maldad, pero vosotros tenéis que hacer vuestra parte, que es vuestra donación a los deseos de Mi Hija. Dejad que Ella os lleve por ésos caminos de perfección, pero sobre todo, Ella sabe cómo agradarMe y os va a dar la oportunidad a vosotros de que, al atender a Su guía, Me vais a hacer feliz a Mí, vuestro Dios.
Os agradezco tanto, Mis pequeños, que seáis dóciles al Amor que se ha derramado en vuestro corazón y que todavía tengo que satisfacerlo. Dejaos, Mis pequeños, que Yo, vuestro Dios, tome ya el primer lugar en vuestra vida y que Me la dejéis mover, pero ahora, en Mi Divina Voluntad y no en vuestra voluntad, que falla tanto, porque es humana. Os quiero consentir, Mis pequeños, y os quiero dar una nueva vida, una vida Celestial, pero dejadMe actuar en vosotros, os lo pido.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Os voy a hablar nuevamente sobre la Parábola de los Talentos, pero con otro enfoque.Hijitos Míos, os voy a hablar nuevamente sobre la Parábola de los Talentos, pero con otro enfoque.
Cada uno de vosotros, tenéis, en lo humano, dones particulares, que ésos os sirven para que vosotros trabajéis y llevéis el sustento a vuestro hogar, ya sea que viváis solos o acompañados, pero os he dado a cada uno la forma para que podáis obtener el alimento para el cuerpo. Os he dado capacidades intelectuales, para que os sirváis de ellas, para que vosotros tengáis lo necesario del mundo y también para que ayudéis a vuestros hermanos y que eso os va a ayudar a crecer en Caridad hacia ellos, ayudándoles en lo económico, en lo espiritual o en lo intelectual.
Se os ha encomendado una misión en lo humano y la debéis llevar a cabo lo mejor posible. Cuando vosotros tenéis un trabajo, debéis hacerlo lo mejor posible, para complacer a vuestro jefe, porque él os va a pagar por vuestro trabajo. Si vosotros lo hacéis bien, estaréis vosotros felices con lo que hicisteis y también le daréis contento a vuestro jefe, porque eso le va a ayudar también a que él gane ése sustento que necesita, porque él se está apoyando en vosotros.
Es muy importante lo que os voy a decir, Mis pequeños, porque a veces confundís una cosa con otra. Debéis llevar a cabo vuestro trabajo de la Tierra lo mejor posible, con honradez, con amor, dándoos perfectamente en lo que estáis haciendo, porque estáis vosotros cumpliendo con un deber en el mundo y, cuando vosotros hacéis vuestro trabajo lo mejor posible, sea lo que fuere, se os va a agradecer y hasta se os va a poner de ejemplo ante vuestros hermanos.
Cuando esto sucede, Mis pequeños, que sois el ejemplo ante pocos o ante muchos de vuestros hermanos alrededor de la Tierra, vosotros, por un lado estáis satisfechos con lo que hicisteis y el que os dio el trabajo también, éste reconocimiento público es bueno, siempre y cuando no caigáis en la soberbia. El hecho de que hagáis lo que tenéis qué hacer con beneplácito, os va a acarrear grandes cosas, os va a abrir caminos, os va a ayudar a vuestra vida de relación humana y profesional. Esto es una parte, y la parte importante viene ahora, Mis pequeños, cuando Mi Hijo os explica acerca de lo que se os dio, y los talentos, que eran uno, dos o tres. Los primeros, los que recibieron más, hicieron rendir ésos talentos. Al que se le dio tres, devolvió tres, al que se le dio dos, devolvió dos, al que se le dio uno, tuvo miedo y lo escondió, no quiso aprovechar ni siquiera ése talento para salir adelante en su vida.
Vosotros, al dar vuestro máximo en vuestra vida profesional o en lo que estéis haciendo y lo estáis haciendo bien, tuvisteis ése reconocimiento, digamos en lo poco, porque es en lo terreno pero, porque lo hicisteis bien y fuisteis acrisolados, Yo os voy a dar mucho en lo espiritual, una tarea grande que tendréis que hacer, ya directamente para Mí, para vuestro Dios y esto es muy grande y es muy bello y debéis entenderlo así, Mis pequeños, porque aquel que pone todo su empeño en lo humano, también lo pondrá en lo espiritual, cuando Yo se lo pida. No falló en lo humano, hizo todo lo posible por hacer su trabajo perfecto y también lo hará en lo espiritual, cuando Yo se lo pida.
Si le di tres en lo material, en lo humano, también le daré tres o más en lo espiritual, porque confío en ésa alma, sé que es un alma trabajadora, sé que es un alma que sabe hacer su trabajo lo mejor posible, que pone todo su empeño, que es un alma que sabe administrar lo que se le da y lo hace bien, que acepta los compromisos y los saca adelante.
Esas son las almas que Yo quiero, Mis pequeños, para Mi Nuevo Reino, almas confiables, almas seguras, almas en las cuales Yo puedo dejar obligaciones que sé que van a cumplir para el Bien de sus hermanos y para Gloria Mía.
Espero hayáis entendido lo que os he explicado, Mis pequeños, ya que ésa es la perfección que quiero de vosotros en todo sentido, en lo humano y en lo espiritual. Os he llamado para que Me sigáis, como Mi Hijo llamó a los discípulos y apóstoles, ahora os estoy llamando Yo, vuestro Dios y vuestro Padre, para que Me ayudéis en la perfección, en el amor de vuestro mundo. No todos vuestros hermanos entienden esto, no todos quieren la perfección, no todos quieren halagarMe, pero, por eso, confío en vosotros, porque Me seguís, porque estáis Conmigo, porque Me buscáis y así es como Yo, después de acrisolaros, Me puedo derramar grandemente en vosotros, porque sé que daréis el ciento por uno, el setenta, el cincuenta, pero daréis mucho, Mis pequeños.
Os Bendigo y recibid Mis Bendiciones para que sigáis adelante buscando vuestra perfección y que Me halaguéis con vuestra misión sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María,
Sobre: Miles y millones de almas podrán morir en segundos y deben estar ellas salvadas por vuestra intercesión.Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y estoy con vosotros porque el Padre así Me lo ha pedido y éste es el Mi tiempo, de Mi Presencia, en la humanidad entera.
Os he dicho que aún de aquellos que no Me conocen, que no Me aman, no por eso Yo Me aparto de ellos. Yo os busco en todo momento, porque Mi Hijo así Me lo pidió en la Cruz.
Soy la Madre de todo el género humano y vengo, en estos momentos, a luchar más fuertemente contra la maldad de satanás, que se ha desatado, porque vosotros mismos no habéis hecho lo necesario para detenerlo.
Se os ha pedido tanto un cambio de corazón, vivir más en la oración, en la pureza de vida y no lo habéis hecho, Mis pequeños, y estáis viendo ahora las consecuencias de vuestra negligencia y de vuestro olvido a la Leyes y peticiones de Nuestro Padre Dios.
Pero estoy aquí, Mis pequeños, con vosotros y alrededor del mundo, estoy en el corazón de todos aquellos que Me aman, que Me invocan, que piden Mi ayuda. Yo no desoigo ninguna de vuestras peticiones y necesidades, pero también tiene que haber un cambio en el corazón del hombre, para que regrese al camino que os va a dignificar nuevamente como hijos de Dios.
Ved a vuestro alrededor y, aunque se os ha pedido no juzgar, ¿podríais vosotros, en muchos de vuestros hermanos, pensar que ellos son realmente hijos de Dios? Desgraciadamente el mal se ha posesionado de muchas almas y, un hijo de Dios, no puede vivir en la maldad, no puede dar ejemplo de que está en contra del Amor y de la Bondad de Nuestro Dios. Las almas que no buscan ésa forma de vida que Mi Hijo os enseñó, no pueden ser llamados hijos de Dios, porque un hijo de Dios tiene que transmitir lo que Mi Hijo transmitió, que es vida espiritual, ejemplo de Perfección, ejemplo de Amor, ejemplo de Virtud y éstos hermanos vuestros están muy lejos de todo ello, pero no por eso los debéis odiar o hacer a un lado de vuestra vida, porque Mi Hijo os lo dijo claramente, vengo por los enfermos, no por los sanos y, si vosotros vais a seguir el camino de Mi Hijo, debéis pues entonces, buscar por vuestros hermanos enfermos, debéis aliviarlos de su pecado, de su maldad y todo eso a través de la oración, de vuestra donación, como Mi Hijo lo hizo por vosotros. Él se donó, Él Evangelizó, sufrió por vosotros en múltiples formas, y todo para dejar ejemplo de Vida, de Amor, de Sabiduría Divina, para que vosotros los tomarais e hicierais la parte que a vosotros, en éste tiempo, os toca.
Es el momento de cambio, es el momento del triunfo de Mi Hijo sobre el mal, pero es el momento grande de la salvación de las almas y vosotros tenéis ésa tarea grande y Divina de salvar almas, de dárselas a Mi Hijo, como Mi Hijo se dio para salvar vuestra propia alma.
Estáis llenos de Bendiciones de Nuestro Dios, estáis llenos de Bendiciones de parte Mía, pero no veáis solamente por vuestra propia salvación y la de los vuestros, hay un mundo entero por salvar. Una gran cantidad de hermanos vuestros no están preparados para su salvación eterna y solamente, a través de vuestra oración y vuestra donación, siendo otros Cristos en estos momentos de la humanidad, muchas, muchas almas podrán salvarse.
Se os ha insistido, en estos últimos momentos, que hagáis esto por vuestros hermanos, porque el tiempo ya es inminente, es muy breve, Mis pequeños, por los grandes desastres que se llevarán a muchas almas de vuestros hermanos. Miles y millones de almas podrán morir en segundos y deben estar ellas salvadas por vuestra intercesión.
Mis pequeños, se os ha explicado ya mucho que la oración de corazón, y en unión en la Comunión de los Santos, puede hacer grandes milagros y es cuando ahora se necesita, Mis pequeños, que se logre el milagro a través de vuestra oración y sobre todo, del amor que pongáis en vuestra oración. Bien podríais estar vosotros en la situación en la que están muchísimos de vuestros hermanos y, por Gracia Divina, estáis con vuestro Dios en éstos momentos.
Por agradecimiento a Nuestro Dios y Creador, os pido, Mis pequeños, os unáis a Mis oraciones de Madre, y Madre que quiere la salvación de todo el género humano, porque así Me pidió Mi Hijo. Uníos Conmigo en todo momento, día y noche, pedid ésa Gracia, Mis pequeños, para la salvación de vuestros hermanos que necesitan ser salvados, que satanás los tiene encadenados en su maldad y solo el amor y la oración podrán desencadenarlos y salvarlos.
Os lo pido, Mis pequeños, estad Conmigo, con vuestra Madre y ayudadMe a salvar muchas almas para Mi Hijo, para que vaya creciendo el redil, para los nuevos tiempos, para la nueva vida, para el Amor en pleno. Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo,
Sobre: No estáis solos, no estáis abandonados, tenéis la protección del Cielo en estos momentos fuertes de tribulación.(Lenguas...) Hijitos Míos, Soy Jesucristo, vuestro Salvador, Yo he abierto Mis Carnes por vosotros, he donado Mi Corazón, di hasta la última gota de Mi Sangre por vosotros, Me di por completo para que pudierais tener paso a la Gloria.
Mis pequeños, Me duele mucho el pecado del hombre, pero más, el abandono en el que Me tenéis.
Mientras estuve sobre la Tierra, cada segundo era para vosotros, para vuestra salvación, para vuestra vida, para la misión de cada uno de vosotros. Mi Oración no cesaba de día y noche, Mi donación era completa por vosotros, Mi Vida, desde antes de venir, ya estaba donada a Mi Padre por vosotros.
Os conozco perfectamente a cada uno de vosotros, a cada uno de vuestros hermanos en todos los tiempos. Ya estabais en Mi Pensamiento, ya estabais en Mi Corazón en todo momento. Sabiendo Yo las necesidades del hombre, vuestras imperfecciones, vuestra pequeñez, vuestro pecado, Me donaba en cada segundo de Mi Vida por vuestra salvación, pero sobre todo, para que regresarais a Mí, que rompierais ése vínculo maligno en el cual, vuestros Primeros Padres se introdujeron, al negar la Divina Voluntad de Mi Padre, en su vida.
Ellos se alejaron de Él, no quisieron obedecerle más, prefirieron otros caminos, creyéndose autosuficientes, y cometieron el gran error de romper ésa relación Divina y cayeron.
Vosotros estáis padeciendo ése error humano y debéis regresar a ésa unión Divina con Mi Padre y para eso fui enviado, Mis pequeños, para que aprendierais cómo hacerlo. Os he dejado Mis Enseñanzas, las tenéis al alcance de vuestra mano, pero solamente debéis poner vuestra voluntad en buscar y en hacer, lo que os he dejado, con amor y con mucho gusto, no obligados.
Debéis poner vuestro empeño en apartaros de todo aquello que rompe el vínculo Divino con vuestro Dios.
Yo he venido a ayudaros a que os acerquéis a Mi Padre, que es vuestro Padre, pero tenéis que poner todo vuestro empeño para apartar de vuestra vida todo aquello que daña ése acercamiento del hombre para con su Padre, que es vuestro Dios. No os podéis acercar a Él con vuestras vestiduras rotas y sucias, que así es como os deja el pecado.
Cuando ponéis de vuestra parte para luchar contra vuestro propio “yo”, que es vuestra propia maldad, negligencia, cobardía, flojera y tantos otros vicios y maldades que tenéis, a los cuales tenéis que eliminar de vuestra vida, cuando empezáis a hacerlo y Me pedís ayuda para que lo logréis, ahí estaré Yo, vuestro Hermano y vuestro Salvador.
Ciertamente no podéis solos en ésta tarea tan fuerte que es la de eliminar lo malo de vuestra vida, porque satanás continuamente os está acechando y quiere vuestra destrucción eterna. Cuando ve un alma que trata de buscar la Luz, seguirla y no dejarla, los ataques son más fuertes y, por eso es que debéis pedir la perseverancia, Virtud grande para aquellos que buscan la perfección.
No debéis claudicar en el camino, aún a pesar de los ataques de satanás, que se verán acentuados cuando tratéis de buscar ésa Luz que os asegurará vuestro futuro Divino y el de muchos de vuestros hermanos. Estáis llamados a la Divinidad en el Reino de los Cielos. No sois Divinos, estáis buscando la Divinidad que os santificará. Estáis Conmigo, tenéis Mi Vida, tenéis Mi Ejemplo, tenéis Mi Fuerza para vencer los ataques de satanás. No os apartéis de Mí, no os apartéis de Mi Madre, éstos son los momentos del triunfo de los Sagrados Corazones, de la Verdadera Vida que se va a dar sobre la Tierra. Es el Amor de Mi Madre que tanto ha intercedido por vosotros, que ha detenido Mi Mano Justiciera para que no caiga ya sobre vosotros. Ella ha detenido el tiempo de la Gran Prueba, agradecédselo, pero no puede pasar más. Es breve ya el tiempo en que Mi Mano Justiciera caerá sobre la Tierra, pero vosotros, los que estáis Conmigo, que ya habéis logrado vencer en vosotros la maldad satánica, seréis protegidos. Eso tenedlo por seguro, no se puede dejar de tomar en cuenta tanta lucha que hicisteis, en lo particular, para salir adelante y además para ayudar a tantos hermanos vuestros que están en el mal y que les ayudasteis con vuestra oración, con vuestra donación, sacrificios y penitencias, como Yo Mismo las llevé a cabo para ayudaros a vosotros en vuestra salvación. Yo os lo dije, el que quiera venir en pos de Mí, que tome su cruz y tendrá que padecer lo mismo que Yo, vuestro Maestro, padecí por vosotros.
Ahora estáis ayudando a vuestros hermanos y estaréis sufriendo lo mismo, ciertamente en menor grado de lo que Yo sufrí, pero también tendréis el gozo de regresar al Padre, a vuestro Padre, a vuestro Dios y Creador y ése será vuestro regalo y Me lo agradeceréis, Mis pequeños, porque tomasteis Mis enseñanzas y las hicisteis vuestras.
Venid pues y caminaremos juntos. No estáis solos, no estáis abandonados, tenéis la protección del Cielo en estos momentos fuertes de tribulación. Haced lo que tenéis qué hacer, como Yo lo hice por vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre,
Sobre: Estáis en plena lucha y que en ningún momento debe haber soberbia de vuestra parte, porque de ahí se tomaría fácilmente satanás para venceros. Hijitos Míos, estáis entrando en ésa etapa en que se van a ir juntado los Cielos con la Tierra y por eso debéis ser preparados para estos momentos, para que podáis estar seguros y conscientes de que estáis trabajando para Mí, vuestro Dios.
Recordad que satanás es un arcángel poderoso, muy por encima de vuestras capacidades, y su engaño es muy grande. Si él logró engañar a vuestros Primeros Padres, que estaban muy, muy preparados y cayeron, estaban Conmigo y cayeron, vosotros, ya dañados por el Pecado Original, si Yo permitiera que satanás utilizara su fuerza entera contra vosotros, os destrozaría y no lo puedo permitir.
Por eso, también, las fuerzas angelicales buenas, las que están Conmigo, os están protegiendo de ésas fuerzas angelicales malas que están en contra de Mi Obra.
Como os dije, tenéis que ser preparados para que podáis discernir éstos momentos que estáis padeciendo y que vais a padecer.
Las fuerzas angelicales del Bien os están defendiendo y están luchando para que el mal no se implante como se quiere implantar perfectamente sobre la Tierra.
Esto es a nivel angelical, ciertamente. Tenéis el apoyo total Mío, en Mi Santísima Trinidad, de Mi Hija, la Siempre Virgen María, del Señor San José, que os protege también en vuestro hogar, protege la Iglesia de Mi Hijo. Tenéis las almas ya santificantes que os dan fuerza con su oración, que os protegen con ella, que os cubren con su amor. Tenéis las almas purgantes, que están con vosotros, que conocen perfectamente el dolor que se vive en la Tierra, pero que también conocen cómo luchar para salir adelante. Son almas que están en transición, que se están purificando, que lucharon por su salvación, pero solamente hay que limpiarles defectos humanos, de los cuales no se pudieron deshacer, pero son almas ya salvadas y que conocen bien la tarea de la Tierra y vosotros, que sois las almas militantes, que estáis buscando el deseo de Mi Hijo de que Mi Amor se implante en la Tierra, estáis en plena lucha y que en ningún momento debe haber soberbia de vuestra parte, porque de ahí se tomaría fácilmente satanás para venceros.
Humildad, pequeñez y necesidad plena de Mí, vuestro Dios, así deberéis manteneros en todo momento mientras estéis sobre la Tierra. No sois nada sin Mí y no podréis lograr nada de bueno sin Mi asistencia y Mi Guía. Estando Conmigo, tenéis los Poderes del Cielo a vuestro favor, que son infinitamente más poderosos que los poderes del mal.
Si escogéis por el mal camino, os puedo decir desde ahora, que tenéis un porcentaje muy alto de vuestra muerte eterna, y digo un porcentaje muy alto, porque la oración de vuestros hermanos aún os puede salvar a pesar de vuestro error.
El amor hace milagros, Mis pequeños, el amor puede convertir aún a almas casi satanizadas. El amor os lleva a la perfección, que es ése logro del alma humana, alcanzar la perfección en su vida, para llegar santificados al Reino de los Cielos.
Mi Reino es vuestro, vuestro lugar os está esperando, estáis en la recta final, habéis llevado toda una vida de gozos y sufrimientos, no desperdiciéis ya el último momento de vuestra existencia, pero va a ser difícil, os lo he dicho, pero si estáis Conmigo, si os unís a Mi Santísima Trinidad, que éste es el tiempo de Mi Santísima Trinidad, venceréis y llegaréis a Mí, para que os consienta eternamente. No volteéis a ver a satanás y a sus obras, no dejéis que en el último momento de vuestra existencia, os pueda vencer y esto solamente lo lograréis, viviendo en la Gracia, que es ésa unión íntima de corazones.
Vuestro corazón con el Mío, bien unidos, nunca os vencerá satanás.
Gracias, Mis pequeños.