miércoles, 13 de julio de 2016

Jun 16_16 Los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo.

Rosario vespertino


Temas: 

  • Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros hermanos.
  • Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.
  • De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
  • ¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.
  • Cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que  os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.




Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V. 


Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros  hermanos.

A vosotros, Mis pequeños, los que he escogido para ser Luz en estos tiempos, cuando todo empiece a darse, cuando los acontecimientos os anuncien que os estoy llevando ya a la Purificación, os he dicho que vuestro signo determinante ante vuestros hermanos va a ser la Paz que emanaréis hacia ellos.

En estos momentos, vosotros elucubráis mucho de cómo sucederá todo lo que os he anunciado y, os vuelvo a repetir, que no os imagináis, siquiera, de cómo va a ser esta Purificación de toda la humanidad.

Vosotros, los que estáis Conmigo, los que habéis sido evangelizados, ya por años, Mi Santo Espíritu os irá moviendo, os irá indicando qué hacer.

Manteneos en paz y, así, vosotros podréis manejar muy bien vuestro discernimiento y la Sabiduría que Mi Santo Espíritu acrecentará en vosotros, para que podáis guiar a muchos de vuestros  hermanos.

El estar en paz, va a hacer que vosotros podáis ayudar a vuestros hermanos a que se tranquilicen. El estar en paz, va a ser un signo inequívoco de que Yo estoy con vosotros. El estar en paz va a ayudar a muchos de vuestros hermanos a que entiendan que Yo Existo, que Yo Vivo en vuestro corazón, que Yo voy a estar guiando los acontecimientos y que ellos deben también mantener una posición tranquila, de paz, además, seguros de que Yo, vuestro Dios, estoy manejando estos acontecimientos para vuestro bien y, por eso, os debe llevar a vosotros a la seguridad de que todo va a salir bien, a pesar de que, quizá, no os podáis explicar los acontecimientos que estaréis viviendo, pero, si confiados estáis en Mí, no os deberéis preocupar en lo absoluto, ni perder la paz. Que, ciertamente, muchos de vuestros hermanos estarán observando, y preguntándose por qué vosotros estáis con ésa paz, mientras que ellos, no saben qué hacer.

Vosotros, los que habéis sido escogidos de tiempo atrás y que habéis seguido toda la Evangelización que os he dado, daréis un gran ejemplo ante vuestros hermanos en muchos lugares del Mundo, por no decir todos. Uniréis a las muchedumbres; ayudaréis a bien morir a muchos, que heridos estarán por las catástrofes naturales; ayudaréis a otros a que perseveren y sigan adelante.

Dejaos mover, pues, por Mi Santo Espíritu, para que vosotros os deis cuenta que estáis siendo guiados por caminos seguros y hacia un Bien necesario para vuestra alma pero, a la vez, con la Sabiduría que estaréis recibiendo de Él, ayudaréis a vuestros hermanos a que abran su corazón a Mi Amor, a que se dejen, también, guiar y que puedan ver un camino nuevo, seguro y santo, como nunca antes habían imaginado poder ver.

Vosotros gozaréis lo que haréis en ésos momentos, porque es cuando viviréis palpablemente Mis Enseñanzas que os di por años. Gozaréis en servirMe en ésos tiempos, muchas cosas bellas y santas podréis hacer y, aún, milagros, entre vuestros hermanos.

No claudiquéis, Mis pequeños, porque si se os cierra una puerta, cinco o diez más se os abrirán, Yo estoy con vosotros y os estaré cuidando para que no erréis ni caigáis. A pesar de que satanás os quiera hacer caer, no lo logrará.

Os Bendigo, Mis pequeños y en ningún momento Me he de apartar de vosotros y así lo espero también, de vosotros mismos. Quiero que os mantengáis en todo momento junto a Mí, para que caminemos juntos, ya desde ahora y por toda la eternidad.
Gracias, Mis pequeños. 


Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.

Vosotros habéis sido preparados para ayudar a vuestros hermanos, Mi Santo Espíritu os dará las palabras, os dará el trato bello, con el que vosotros llegaréis al corazón de vuestros hermanos para que cambien. Ayudad a todos, no os preguntéis si lo que dijisteis les habrá ayudado o no, lo que salga de vuestros labios irá impregnado de Mi Santo Espíritu y dejará una Luz interior, que si hay un ambiente benigno, se aumentará en ésa alma y le ayudará a que regrese a Mí.

Vosotros, sois instrumentos y seréis tomados por Mi Santo Espíritu, que ya habita entre vosotros. No preparéis nada, como dice en la Sagradas Escrituras, vosotros iréis a donde Yo os lleve, y las palabras que saldrán de vuestros labios, serán las Nuestras, las de Nuestra Santísima Trinidad.

Vuestra tarea es llevar Nuestra Palabra y Nuestra Presencia, a todos los lugares a donde queremos que vosotros vayáis. Ya os había dicho, Yo, vuestro Hermano Jesucristo, vuestro Dios, vuestro Salvador, que no iba a bajar a Evangelizar en estos momentos, porque vosotros sois Mis evangelizadores, vosotros sois Mis apóstoles de estos tiempos y Yo estaré en vosotros.

En un principio, os asombraréis de las palabras que saldrán de vuestros labios, ciertamente, os daréis cuenta que no son vuestras palabras, que no son vuestros pensamientos, que no es vuestra forma de ser y así, os iréis dando cuenta de que Soy Yo, vuestro Dios, el que estaré moviendo corazones a través de vosotros. ¿No se os hace esto una tarea bellísima?, pero, sobre todo, el que Yo os haya tomado como Mis instrumentos. Para vosotros, deberá ser como una Gracia muy grande y, de hecho es, porque el que hayáis sido escogidos por vuestro Dios, el Creador del Universo, vuestro Salvador, vuestro Guía, en Mi Santo Espíritu. Esto os debe llevar a una alegría santa, inimaginable, saber que sois pocos los escogidos para esta misión y que fuisteis preparados por años, para servir a vuestro Dios y Creador. 

Esto os debe de llenar de gran alegría, os repito, pero, también, deberéis actuar con gran humildad, porque si entra en vosotros la soberbia, porque, ciertamente, haréis grandes cosas a los ojos de vuestros hermanos, si vosotros os apropiáis en algún momento de las palabras que salgan de vuestros labios o de los milagros que podáis hacer o de todo lo extraordinario que pueda salir de vosotros, que sois instrumentos Celestiales, si os apropiáis de ello y caéis en soberbia, podréis echar a perder Mi Obra en vosotros y desperdiciaréis años de guía espiritual, cayendo a la soberbia a donde os puede llevar satanás. 

Mucha humildad deberéis vivir, estad siempre conscientes en que, sin Mí, sois nada, obraréis todo esto que os he dicho, porque, Yo, estaré trabajando en vosotros, pero si dejáis entrar soberbia en vuestro ser, perderéis todo y Me perderéis a Mí, vuestro Dios.

Tened cuidado, Mis pequeños, manteneos siempre sencillos, humildes y donados totalmente a la causa por la que fuisteis enviados a la Tierra, que es la salvación de las almas y llevar Mi Amor a los hombres. 
Gracias, Mis pequeños.


Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?

Hijitos Míos, empezad a gozar, ya desde ahora, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os daré. A vuestros ojos humanos, a vuestro entendimiento pequeño, se os va a hacer extraordinario y, de hecho, lo es, el vivir como se vive en el Cielo, que es lo opuesto de lo que estáis viviendo ahora.

Satanás os fue llevando poco a poco, a ir destruyendo Mi Obra en vosotros. A vosotros se os ha hecho natural, vivir en la maldad de satanás todos los días y, de repente, cuando Yo os dé, a los que os habéis ganado ésas Tierras Nuevas que viviréis, no entenderéis, si no sois preparados antes por Mi Santo Espíritu, el cómo es posible que no os dierais cuenta en los errores que vivíais todos los días.

Os digo, nuevamente, satanás os fue llevando a una degradación espiritual y aún humana, que habéis vivido como algo normal en vuestra existencia, cuando, realmente, estáis viviendo cosas abominables a Mis Ojos. 

Cuando vosotros tengáis la experiencia de la iluminación de vuestras conciencias, empezará el cambio fuerte de vuestra vida. Os enseñaré, ahí, lo que debisteis haber vivido, cómo os debisteis de haber comportado, primeramente, Conmigo, en Mi Santísima Trinidad; cómo debisteis haber respetado a Mi Hija, la Siempre Virgen María, al Señor San José, a los Santos Ángeles; cómo convivir con el Cielo, con los Santos. Os daréis cuenta cómo desperdiciasteis vuestro tiempo, tiempo de vida que Me pertenece, porque Yo os di el don de la vida y vosotros desperdiciasteis tantas oportunidades para vuestra perfección y para el bien de vuestros hermanos, ayudándoles en su crecimiento espiritual. Lloraréis todo lo que hicisteis. Si, realmente, en vuestro corazón hay arrepentimiento y el reconocimiento de vuestros errores, ésta iluminación de vuestras conciencias, os darán la pauta de cómo os deberéis ir mejorando, porque el error o los errores en los que habéis vivido toda vuestra vida, han causado asco en el Cielo y, perdón que lo diga así, Mis pequeños, pero vuestra forma de actuar, día a día, viviendo en vicios, en maldad, en la podredumbre, no puede causar otra cosa que eso, Mis pequeños, y os daréis cuenta de ello cuando Yo os deje ver cómo se vive en el Reino de los Cielos.

No vivís en la Bondad, en las Virtudes, en el Amor, en el cuidado de unos para con los otros, en el recrearse en todo momento en las Palabras que Yo os dejé en las Sagradas Escrituras, en los Ejemplos, en la Vida que os dejó Mi Hijo en Su paso por la Tierra.

Ahora no gozáis los momentos de la Vida de Mi Hijo, que Se dio por vosotros, por vuestra salvación. Hay tantas Delicias, tanta Sabiduría, tanto Amor en lo que os heMos dejado en las Sagradas Escrituras y vosotros, ni siquiera abrís el Libro, para tomar de él, la Sabiduría Celestial que se os ha dejado. No os tomáis el tiempo, cuando menos, de leer algún pasaje todos los días y meditarlo. Mi Santo Espíritu, os ilumina, cada vez que lo abrís con el deseo de perfeccionaros. En el mejor de los casos, le tenéis un lugar reservado al Libro, a las Sagradas Escrituras, a la Santa Biblia, en vuestro hogar, pero ahí está, en un lugar muy importante en vuestro hogar, pero, solo, sin abrirlo, sin tomar de él la riqueza espiritual que, desde el Cielo, os heMos enviado.

Tenéis tanto qué aprender, creéis que sabéis mucho, pero os he dicho que estáis en párvulos y que sois malos estudiantes. Os conformáis con tan poco, no queréis ser de los mejores estudiantes; no queréis ser de Mis mejores hijos, que hayáis leído las Sagradas Escrituras y que lo toméis como un Libro de consulta continua, para sacar de él, su gran Sabiduría, Sabiduría Divina que he puesto en la Sagrada Biblia.

De esto y de muchas otras cosas os daréis cuenta cuando venga la iluminación de vuestras conciencias, de cómo habéis desperdiciado el tiempo del Cielo en la Tierra. Ciertamente, lloraréis vuestros errores y se os dará una oportunidad más, para que os mejoréis, pero ¿realmente aprovecharéis esta otra oportunidad para mejoraros?
Gracias, Mis pequeños.


Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: ¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.

Imaginad, Mis pequeños, por un momento, que vosotros entráis a un cuarto y hay muchos estantes con infinidad de regalos, de cosas bellas y que podéis tomar lo que queráis; luego, abriendo otra puerta, hay una escalera vertical con muchos escalones, ciertamente, se ve pesado el subir pero ésta os llevará a un gran salón, con muchos más regalos y sorpresas pero, por flojera, no subís esa escalera con tantos escalones porque no os queréis cansar, no queréis hacer un esfuerzo mayor y os conformáis con lo que veis en el primer cuarto, así estáis la gran mayoría de vosotros.

Ciertamente, cada uno de vosotros baja a la Tierra con dones que Yo os doy, para que llevéis a cabo vuestra misión en la Tierra. Os he pedido tanto que os perfeccionéis, porque Soy vuestro Padre y a Mí Me gusta la perfección, pero, ciertamente, tenéis que trabajar mucho y, especialmente, contra vosotros mismos. Como os he explicado antes, os debéis negar, debéis ir quitando toda maldad, vicios, todo aquello negativo que no os deja crecer, pero ¡no! os da flojera eliminar lo que traéis y que ya os habéis acostumbrado a vuestra parte negativa y vivís en la mediocridad.

Ciertamente, a ratos hacéis cosas buenas, pero a ratos también hacéis cosas malas, no sois constantes en lo bueno y desperdiciáis mucho las cualidades que Yo os he dado, porque no os queréis perfeccionar.

Ésas escaleras verticales, altas, de muchos escalones, el solo pensar en ellas, os da flojera. 

Ciertamente, será pesada la subida, pero pocos son los que toman el riesgo, y el premio, ciertamente, estará allá arriba esperándoos y, así, es a lo largo de vuestra existencia. Los mejores regalos, la mejor vida espiritual, la obtienen aquellas almas valientes, intrépidas, sabias, inteligentes que saben sacarles provecho a los dones que Yo os he dado.

Cada uno de vosotros tenéis un potencial muy grande, todos vosotros podéis llegar a la perfección y decir perfección es poder alcanzar capacidades espirituales y aún físicas extraordinarias, pero os da flojera trabajar en ello.

¡Cuánto desperdicio de dones!, y luego, Me echáis la culpa a Mí, vuestro Dios de que no avanzáis, que no podéis hacer muchas cosas, porque os faltan capacidades o porque los otros sí tienen y vosotros no, cuando os estoy diciendo que todos vosotros podéis llegar a grados altísimos en vuestras capacidades espirituales y aún físicas.

También os he dicho que vosotros deis el primer paso y Yo os ayudaré con el resto de vuestro esfuerzo, pero, cuánto, ¡cuánto trabajo os causa dar el primer paso! Ponéis tantos pretextos para dar un primer paso y no os dais cuenta que, aún, ése primer paso recibirá ayuda de Mi parte y, cuando empecéis a dar los demás pasos, todo se irá aliviando, no será ya pesada la carga, iréis mejorando, sin tanto sufrimiento, porque Yo estaré con vosotros.

Siempre, el triunfo, en cualquier cosa que vosotros queráis lograr, exigirá un esfuerzo, un primer esfuerzo, el resto es más fácil, pero son pocas, muy pocas las almas que se vencen a sí mismas y que llevan a cabo ése primer esfuerzo.

El éxito es para los triunfadores, para los que saben trabajar, para los que saben vencerse a sí mismos, para los que realmente quieren ser Mis hijos. 

Ved la Vida de Mi Hijo sobre la Tierra, Sus Sufrimientos, Dolores, persecuciones, aunque sí tenía momentos también bellos, todo lo hizo por vosotros, se venció a Sí Mismo, o sea, aceptó Mis Órdenes de Padre, para vuestra ayuda, para que os pudiera abrir nuevamente las Puertas del Cielo. Aceptó, en obediencia, lo que Yo Le pedí y llegó el Triunfo y vosotros estáis gozando Su Triunfo, pero Le dolió mucho y ¿cuándo, realmente, Le habéis dado las gracias a Mi Hijo por lo que hizo por vosotros? ¿Cuántas veces Lo habéis acompañado en Sus momentos de Dolor, en Sus momentos de cansancio?, o ¿cuántas veces Lo habéis acompañado, en Sus momentos de Oración en donde platicaba Conmigo?, que Me pedía Fortaleza para seguir adelante, porque la lucha era tremenda, ya que satanás se había apropiado de una gran cantidad de almas.

A vosotros os ha tocado ser Luz, en estos momentos de obscuridad. Sois Luz y Guía para tantas almas que van caminando por el Mundo que se tropiezan y caen muy seguido, porque no hay una Luz, una guía, que las lleve por caminos seguros y que las traiga a Mi Presencia. Sois ésa Luz, Mis pequeños, traedMe almas, llevadlas por un camino seguro. Guiadlas para que Me conozcan, convenced a aquellas almas que están caminando en el error, que le han abierto su mente y su corazón a satanás.

¡Tenéis tanto qué hacer por Mí, en la Tierra, mientras tengáis vida!, ayudadMe, Mis pequeños y alcanzadMe la salvación de tantos hermanos vuestros como podáis. Ciertamente, os haré conocer el valor de vuestra existencia y el gusto que Me estáis dando al trabajar para Mí, vuestro Dios.

Ahora no lo entendéis ni lo valoráis como realmente es, pero, cuando os deis cuenta de la tarea que Yo os permití tener, lo gozaréis inmensamente. 

En cierta forma, ahora no permito que conozcáis plenamente el valor de vuestra misión, para que no caigáis en soberbia, pero, vuestra tarea, en estos momentos de cambio, de lucha, es grandísima. Es bellísima vuestra misión, un alma, vale muchísimo, seguid adelante, dejaos llevar por Mí, Soy vuestro Dios y estáis llamados a hacer grandes cosas para el Reino de los Cielos, no os desaniméis, Mis pequeños, grandes cosas os esperan. 
Gracias, Mis pequeños.


Quinto MisterioHabla  Dios Padre.
Sobre: Cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que  os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.

Hijitos Míos, muchos de vuestros hermanos se preguntan, cómo es posible que algunos puedan entender las Palabras que os digo y otros no. Leen exactamente lo mismo, pero su entendimiento es diferente y, os he dicho que, cuando se vive en estado de Gracia, vuestras potencias espirituales están abiertas, no hay nada que impida que Mi Santo Espíritu trabaje en vosotros, que os explique muchas cosas que no conocéis, que os enseñe cosas que verdaderamente conocían vuestros Primeros Padres, pero que se perdieron por el Pecado Original.

Las almas, cuando no están en estado de Gracia, es como si tuvieran un velo delante de sus ojos, un velo que no permite que su mente entienda todo, un velo que impide que escuchéis muchas cosas que hay a vuestro alrededor, que os pueden hacer crecer en todos sentidos, pero al tener ése impedimento con que el pecado os limita, no crecéis ni entendéis Mis Misterios, Mi Sabiduría y no aprovecháis plenamente Mi Amor.

Muchos de vosotros os enojáis Conmigo porque os sentís tontos, al no entender pasajes de las Sagradas Escrituras o el Conocimiento que estoy dando en estos tiempos para que os preparéis ante los acontecimientos que ya están sobre vosotros, pero, no es Mi culpa, Mis pequeños, que no entendáis.

Os vuelvo a repetir, es vuestra vida en pecado lo que impide que entendáis lo que Yo os quiero dar, y que Me interesa, a Mí, mucho que lo tengáis, pero os he dicho que vosotros sois libres. Vosotros, os podéis mantener en estado de Gracia y, el estado de Gracia, es como una llave que abre todas vuestras capacidades, físicas y espirituales, para todos los regalos que Yo os quiero dar; pero, si vosotros preferís vivir en el mal, vivir en el error, Yo no os puedo forzar.

¿Queréis escuchar a satanás en lugar de escucharMe a Mí?, Yo Me hago a un lado y os dejo con el enemigo. Si queréis estar plenamente Conmigo, no Me invitéis a vuestro corazón cuando esté sucio, con pecados graves y la presencia del enemigo esté ahí, en vuestro corazón.

Si vais a invitarMe a entrar en vuestro corazón, hacedlo, pero debéis estar limpios, y satanás no debe estar presente en vuestro corazón, en ningún momento.
Gracias, Mis pequeños.

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lunes, 20 de junio de 2016

Jun 09_16 Habéis sido almas escogidas en la Tierra para esta gran misión de salvación de almas.

Rosario vespertino


Temas: 

  • Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños.
  • Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá.
  • Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 
  • Tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.
  • Para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien. 



Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V. 



Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María.
Sobre: Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños.

¡Mis hijos, Mis hijos! ¡¿Qué habéis hecho con ellos?! Cuánta maldad ha entrado en el corazón de Mis pequeñitos. ¡Vuestros hijos!, los que debisteis haber cuidado! Han perdido la inocencia desde muy pequeños, no les cuidasteis ésa vida sencilla, buena. ¡Cuánto mal ha contaminado el alma de estos pequeñitos!

Satanás se ha encargado, primeramente, de destruir vuestra espiritualidad y, vosotros, no  habéis cuidado la espiritualidad de vuestros pequeñitos, ¡Mis hijos! 

Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y voy cuidando al rebaño y, especialmente, a los más pequeñitos.

Cuántos de vosotros os esconderéis, o querréis esconderos, en el momento de vuestro Juicio. Le pedisteis a vuestro Padre, Dios y Creador, bebés, para criarlos, pero, ¿qué hicisteis con ellos?

Se os juzgará severamente por la vida de vuestros pequeñitos, por lo que inculcasteis en ellos, por los valores que pusisteis en su corazón o la maldad con que destruisteis los valores que Yo pongo en cada pequeñito que baja a la Tierra.

Querréis esconderos, para que no veáis Mis Ojos llenos de Ira, Ira Divina, Mía, de Jesucristo, vuestro Salvador.

Mi Madre cuida de los pequeños, Yo los recibo de Ella, querréis apartaros del Juicio tan severo que vendrá sobre vosotros, los que no cuidasteis el alma de los pequeños que se os dieron, para que los criarais, los llenarais de Vida, de Mi Vida y de Mi Amor. 

¿Qué cuentas Me daréis cada uno de vosotros, de los hijos que se os encomendaron?

Recordad que los pequeños, llevan como primera educación, la que toman de sus padres y ésa será la base para toda su existencia, si no les disteis buenas bases, desde ahí empezasteis a destruir el alma de los pequeños. Muchas veces, será difícil que tratéis de cambiar lo enseñado a vuestros hijos, que hagan a un lado la maldad que inculcasteis en un principio, por vuestra irresponsabilidad y por no pedirMe ayuda y, si estos, vuestros hijos, llegan a dar mucho problema en la Tierra, en cierta forma, vosotros como padres, recibiréis un castigo por lo que les enseñasteis o por el ejemplo que disteis.

Os di la vida de vuestros hijos, que son Mis hijos, y vuestros hijos debieron ser criados en el Amor y, ¿qué hicisteis con sus almas?

Preparaos para vuestro Juicio, si destruisteis el alma de vuestros pequeños, y para que se alivie en algo vuestro castigo, orad, insistentemente, para que tengaMos Misericordia sobre vosotros, los que no llevasteis a cabo, correctamente, vuestra tarea de educar a vuestros pequeños. Muchos llegáis a destruir la Obra, Obra Divina, porque no modelasteis el almita de vuestros hijos y, ¿qué haréis, pues, con ésas almas?

Acercaos a Mí, para que Mi Santo Espíritu os ilumine y podáis ayudarles a vuestros hijos a enmendar el camino.

Orad por aquellos que han hecho tanto mal, al no importarles el alma de sus hijos. 

Os perdono, si realmente queréis enmendar el camino, ciertamente, lo que hicisteis mal, difícilmente lo podréis arreglar, pero, pedidMe a Mí, vuestro Dios, que salve ésas almas que se os encomendaron para hacerlas almas de Bien y que vosotros destruisteis, porque no tomasteis en serio la maternidad y la paternidad que se os concedió.
Gracias, Mis pequeños.

Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá.

Hijitos Míos, el Reinado de Mi Hijo en la Tierra y en el Universo entero, se tiene que dar. ¿Estáis orando para ello, Mis pequeños? Os he pedido que oréis en unión con vuestros hermanos de la Comunión de los Santos, para que se den los cambios que todos vosotros necesitaréis para presentaros en esta vida que pronto vendrá. Estos Cielos Nuevos, Tierras Nuevas, una Vida Nueva, en donde aquellos de vosotros que aprendisteis a amar, podréis crecer espiritualmente. 

¡Cuánto error habéis dejado entrar en vuestro corazón, Mis pequeños! Mi Hijo, os dio toda una Evangelización de Amor, que vosotros debisteis haber tomado, primeramente, como forma de vida y, ella misma, iba a ser vuestro escudo contra los ataques de satanás.

Vuestro error, Mis pequeños, es el de suspender la oración y la vida espiritual y, en esos intervalos, satanás se mete y va destrozando vuestra espiritualidad. 

Si sabéis que desde que fue eliminado del Cielo Luzbella, su venganza ha sido la destrucción de vuestra espiritualidad. Si sabéis eso, Mis pequeños, ¿por qué no os habéis protegido?

Vosotros mismos os vais debilitando, porque no estáis tomando, cotidianamente, el Alimento Celestial, que es primeramente, la Sagrada Eucaristía y después la oración.

Cuando vosotros dejáis estos Alimentos necesarísimos para el desarrollo de vuestra alma, caéis y satanás se encarga de degradaros, de iros llevando hacia la obscuridad espiritual que, para algunos, después les será difícil levantarse.

Mis pequeños, os debéis unir para orar. En vuestra unión, os he dicho, radica vuestra fuerza, ciertamente, Yo oro con vosotros. Debéis de poner más empeño en levantar vuestra alma hacia la santidad. 

No conocéis ni el día ni la hora en que vendrá el Justo Juez y, ¿cómo estaréis vosotros? ¿Cómo estará vuestra alma? ¿Estaréis preparados para rendir cuentas de toda vuestra vida? Acercaos a Mi Santo Espíritu, para que os haga ver vuestros errores,para que podáis enmendar vuestra vida, para que podáis regresar al buen camino y podáis ayudar a tantos y tantos de vuestros hermanos a que regresen a Mí.

No actuéis solos, satanás es muy astuto. 

Buscad, buscad vuestro crecimiento espiritual y Yo estaré ahí, ayudándoos. Busco almas llenas de amor, almas que quieran ser perfeccionadas, almas que sean otros Cristos aquí en la Tierra y que puedan ayudar a sus hermanos a crecer.

Vivid en el Amor, pero en un Amor Verdadero, en un Amor Santo, en un Amor Puro y así, todo lo demás se os dará por añadidura. 

Satanás os ha llevado por caminos de error, para que busquéis primeramente la añadidura y, eso no es así, Mis pequeños.

Venid a Mí, arrepentidos y Mi Sangre Preciosa, os purificará.
Gracias, Mis pequeños.

Tercer MisterioHabla Dios Padre.
Sobre: Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 

(Lenguas…) Hijitos Míos, alguna vez os he dicho que si os permitiera ver lo que os rodea a nivel espiritual, moriríais ipsofacto, o sea, de inmediato. 

El príncipe de éste Mundo es satanás, vosotros estáis en sus dominios y vosotros habéis sido enviados por Mi Amor a la Tierra, a rescatar Mi Creación y rescatar a infinidad de almas que se han vuelto hacia el mal.

En las sagradas Escrituras se os da a entender lo que vale un alma. El rescate de un alma y su salvación eterna, Yo la pago inmensamente con grandes Bienes espirituales y con una eternidad de Amor.

Ya os he dicho, Mis pequeños, cómo os amo, pero llegará un momento en que sentiréis y viviréis Mi Amor y os daréis cuenta que no habíais nunca vivido un Amor semejante a lo largo de vuestra vida.

Las almas tienen un potencial inmenso. Si están bien guiadas, harán mucho Bien, si están mal guiadas, todo ése bien quedará encadenado por la maldad de satanás.

Por eso os insisto en que os deis cuenta del dolor, que Me causa un alma que Me ha dado la espalda por haberse dejado llevar por las tentaciones de satanás, pero sobre todo, porque ésa alma queda encadenada y todas ésas potencias que yo le concedí, para que fuerais poco a poco eliminando la maldad de la Tierra, se desperdician y, ni os van a ayudar a vosotros ni van a ayudar a vuestros hermanos.

Imaginad que ahora, estáis caminando entre el lodo, no lo veis, físicamente, pero es una realidad espiritual. Ese lodo os va deteniendo, es la maldad de satanás, que no permite que vuestra alma se desarrolle plenamente.

El pecado a donde os lleva satanás, es como un lodo espeso, que no os permite crecer, que hace que os dé flojera el buscarMe, vuestro intelecto queda afectado, o sea, que espiritualmente, satanás afecta vuestra alma, de forma en que no deis lo que debéis dar para salvar almas, empezando con la vuestra.

En estos tiempos, en que ya la gran mayoría de vosotros no oráis como debierais, en algún momento sentiréis ésa maldad de satanás, y es cuando sentiréis un terror muy grande que os envolverá, porque eso es satanás, maldad absoluta.

Quiero que entendáis todo esto, Mis pequeños, no os quiero amedrentar, no quiero que os asustéis, porque os he preparado para que no lleguéis a eso, Mi Amor es mucho más Poderoso que toda la maldad de satanás, pero lo malo es que no os habéis llenado de Mi Amor para que estéis protegidos.

Debéis seguir adelante, buscando la pureza de vuestra alma y el alimento espiritual, con el que podéis mover las almas de vuestros hermanos. Ciertamente, Mi Santo Espíritu, os está guiando y especialmente a aquellas almas que se han dejado mover plenamente por Mi Voluntad.

¡Qué difíciles sois, Mis pequeños! estáis viendo tanta maldad a vuestro alrededor y, sabiendo con qué evitarla, no lo hacéis.

Espero entendáis lo antes posible, todo esto que os explico, porque os he dicho que estáis a momentos del Gran Cambio. No sabéis vosotros cómo se dará, pero estad seguros que se dará, os lo vengo anunciando de hace tiempo atrás y, como se dice en las Escrituras: ni un punto ni una coma, dejarán de cumplirse. 

Vuestra salvación o vuestra condenación, dependen plenamente de vosotros. 

Buscad vuestra perfección y traedMe almas, Mis pequeños, tened Caridad hacia ellas, ciertamente vosotros abristeis vuestro corazón y habéis entendido Mi Amor por vosotros, pero hay infinidad de almas que no han abierto su corazón hacia Mí. Orad, orad, para que Mi Santo Espíritu penetre en ellas.

Os bendigo, Mis pequeños y recibid Mi Santo Espíritu, para que vaya guiándoos hacia la Verdad y que ésa misma Verdad, brote de vosotros para ayudar a muchos otros de vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.

Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.

Hijitos Míos, si os dais cuenta a dónde os he ido llevando con toda esta Evangelización que os he dado, es para que estéis más receptivos a los acontecimientos que se dan a vuestro alrededor y aquellos que van a ser para vuestra purificación, Mundial y Universal.

Hay tantas almas que están tan distraídas con las cosas del Mundo, que no ven la realidad del momento, a pesar de que hay situaciones que se salen ya, totalmente, de la normalidad de las estaciones del tiempo y, aun así, no quieren reconocer que algo está cambiando a su alrededor.

Eso es lo que hace satanás con las almas, la maldad os pone un velo en vuestros ojos, en vuestra mente, no reaccionáis como debierais reaccionar, si estuvierais en vida de Gracia, por consiguiente, no os dais cuenta de la realidad espiritual que os rodea.

Vamos a hablar de lo que realmente sois: soldados de amor. Un soldado en la batalla, está preparado para que no lo maten y crea un sexto sentido en su persona, que es la observación que debe desarrollar. Si por un segundo el soldado se distrae, la muerte lo puede alcanzar en ése momento de distracción.

Vosotros habéis sido preparados por Mí, vuestro Dios, en todo este tiempo de Evangelización, para que satanás no os destruya. Debéis ya estar capacitados para ver a vuestro alrededor las situaciones reales, espirituales, que os rodean, para que no os dejéis llevar por las situaciones en donde satanás os pone trampas para desviar vuestra atención espiritual, como lo hace con el resto de vuestros hermanos. 

He invertido Mi Tiempo, Mi Amor en vosotros y he creado en vosotros una gran responsabilidad para ayudarMe en la salvación de las almas y, esto, Mis pequeños, debéis tomarlo muy en serio, porque hay infinidad de almas, de las que depende su salvación por vuestras oraciones y por vuestra donación.

Así como tuve Mis apóstoles en un principio, que fueron pescadores, que les pedí que fueran pescadores de almas y dejaran su antiguo trabajo, ahora sois vosotros los pescadores de almas de este tiempo, que deberéis traerMe, a Mi Corazón, a ésas almas que están distraídas en el Mundo y que no se están dando, entera cuenta, de lo que está sucediendo y que las puede llevar a la condenación eterna.

Son vuestros hermanos, son Mis hijos y quiero recuperarlos, vosotros tenéis, ya, en este momento, ésa confianza plena sobre Mí, de pedirMe lo necesario para que Yo os lo dé y podáis salvar a vuestros hermanos. Os he dicho que tenéis la obligación de producir milagros y que, además, tenéis acceso a lo que Yo os dejé escrito en las Sagradas Escrituras, de que aquellos que Me siguieran en estos tiempos, no solamente harían lo que Yo hice, sino que lo harían todavía más grande, lo haríais más grande con las Capacidades que Mi Santo Espíritu os dará.

Así que, Mis pequeños, tenéis todo para la salvación de infinidad de almas. Os he preparado para ello, os repito y, ciertamente, que voy a tomar cuentas de lo que Yo he derramado sobre vosotros y lo que quiero que Me deis, que son las almas de vuestros hermanos.

Por otro lado, sé pagar todo el bien que haréis, habéis sido almas escogidas en la Tierra para esta gran misión de salvación de almas y, si vuestra respuesta es satisfactoria, seréis almas escogidas en el Reino de los Cielos, para gozar de una forma más grande, junto a Mí, en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños. 

Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien. 

Hijitos Míos, para estos momentos de la historia y después de todo lo que os he enseñado, vuestra alma debe estar rebosando de alegría en el saber qué ya habéis sido escuchados por vuestros Dios y que todo cambiará para bien.

Satanás tendrá su castigo, los que le siguieron, también lo tendrán. Quedan las almas que están en duda, que no saben qué camino tomar, por eso, a vosotros, os he pedido que oréis para que encuentren el camino correcto. Pero, vosotros, los que habéis puesto todo vuestro empeño en vuestra salvación, os repito, debéis estar rebosando de alegría, porque vuestro momento se acerca ya, para gozarMe entre vosotros. 

Soy vuestro Dios, Yo Me doy a las almas que Me buscan, a las almas que han luchado por defender su Fe, que han luchado por mantener el Amor entre vosotros, que han luchado contra aquellos que han maltratado todo lo que viene de Mí.

Enjugaré vuestras lágrimas y os haré gozar inmensamente; como el niño que recibe un regalo muy grande, el simple hecho de ver, desde lejos, la caja grande, donde viene su regalo, ya lo hace saltar de alegría y de contento. Os estoy, ya, mostrando ésa caja grande, es Mi Promesa y, ciertamente, se cumplirá.

Manteneos, Mis pequeños, ya es poco, muy, muy poco el tiempo que falta para que vosotros gocéis plenamente todo lo que os he prometido.

Mientras tanto, como os dijo Mi Hijo: “Amaos los unos a los otros”, gozad los unos con los otros y esperad, esperad con ansia ése momento gozoso que recibiréis. Sois Mis hijos predilectos, sois Mis hijos que os aplicasteis para cumplir correctamente vuestra misión y seréis recompensados, como solamente Yo, vuestro Dios, os puedo premiar.

Cantad de alegría, llenaos de ése júbilo Divino, porque, vuestro corazón, pronto estará rebozando de tanto Amor que Yo os daré.
Gracias, Mis pequeños.

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